Capítulo 8
Winry POV
Esa había sido probablemente una de las sesiones de mantenimiento más emotivas e intensas en las que alguna vez he estado… y eso sin mencionar la que tuvimos en Resembool antes del día prometido.
Desde mi llegada a este mundo, o mejor dicho "La Tierra", había notado a Ed actuando más distante de lo que recordaba, y no es que yo me quedara muy atrás, ya que, en efecto, fue un shock para mi despertar de la mismísima nada en otro universo y que encima él estuviera aquí.
Ni en mis sueños más locos esto había llegado a suceder.
Aunque claro, era importante mencionar que mis sueños más locos si lo incluían, solo que en la realidad que se mostraba en ellos, él habría regresado del día prometido y nos habríamos convertido en una familia. Sin embargo, no podía ignorar que pese a la situación esto contaba como un reencuentro, aquel que Ed me aseguró antes de irse y que, hasta mi llegada, yo lo había tachado como una promesa vacía.
Si bien, habíamos actuado distantes los primeros días y hasta cortantes en ciertos asuntos, hubo algo en la sesión de hoy que se había sentido completamente diferente. Estaba consciente en que probablemente los temas que más abordaríamos serían sobre Alphonse y/o Amestris en general y cuando en la primera noche ambos nos rehusamos a confesar como habíamos llegado a este mundo, supuse que la comunicación con él sería prácticamente imposible.
Pero él había decidido abrirse conmigo por voluntad propia.
Por supuesto que no quería ser precisamente la persona que le diera la triste noticia de la muerte de su padre hace ya 5 años, pero al llegar a este mundo me hice la idea de eso, razón por la cual cuando llegó el momento simplemente lo solté y estaba preparada para cualquier reacción de su parte, menos la que obtuve.
Honestamente, esperé que se encerrara en sí mismo y que no hablara casi nada en los siguientes días, sin embargo, pude ver sus ojos llenos de lágrimas que trató de contener, y seguido de ello vino toda aquella confesión de lo que le sucedió en el día prometido, dándome las respuestas que Alphonse, el coronel Mustang, y muchos más estuvimos buscando por años.
Y, sin embargo, se sentía como si no tuviéramos nada, considerando que su relato era tan confuso como el de Alphonse… o como mi propia experiencia.
De cualquier manera, Ed no me dio muchos detalles de lo que pasó después de que llegó a este mundo porque no era relevante para la historia del día prometido, y tampoco me sentía en la capacidad de seguir indagando luego de saber que terminó en este lugar envuelto en otra guerra, con miles de riesgos sobre sus hombros si tan solo las personas de este mundo se hubiesen enterado de que él apareció de la nada.
Sentí auténtico miedo en el momento en que me comentó aquello y perdí tanto los estribos que quizás me sobrepasé un poco con mi muestra de afecto y me sonrojé notoriamente al recordarlo, por suerte, justo ahora me encontraba sola dentro del probador.
En el pasado Ed y yo no éramos precisamente de demostrar nuestro afecto el uno por el otro con abrazos constantemente, de hecho, nuestras muestras de afectos solían ser tan bruscas como ponernos sobrenombres o cuando llegaba a golpearlo con mi llave inglesa a causa de haber hecho alguna tontería, aunque definitivamente el día que nos vimos por última vez en Resembool había marcado un antes y un después en nuestra relación.
Uno muy grande.
El tema de nuestro beso no había salido a colación de ninguna manera y es que creo que hasta cierto punto ambos lo estábamos evitando. No podía mentirme a mí misma; mirando hacia atrás 5 años aquel beso había salido prácticamente como un impulso del calor y el miedo del momento. Estaba tan aterrada de que algo le sucediera y él nunca sabría cómo me sentía en realidad, por eso simplemente me lancé a ello sin meditarlo.
Y vaya que debía felicitarme por haber sido tan precisa.
Me había arrepentido un poco de no haber sido tan explícita esa noche al decirle que lo quería, y no fue hasta que desapareció en que me di cuenta de que lo que sentía por él no era un simple enamoramiento adolescente, solo se intensificó con los años y estaba segura de que los sueños locos que llegué a tener solo era mi subconsciente recordándome la fantasía que alguna albergué, y que siempre proyecté como parte de mi futuro.
Me limpié una solitaria lágrima que se me escapó y seguí probándome algunos vestidos y faldas que habían llamado mi atención. No tenía sentido llorar por aquellos sueños o porque nunca le dije a Ed explícitamente mis sentimientos, ya que, de cualquier manera, logramos encontrarnos, aunque fuese en un contexto muy inesperado y que ambos lleváramos vidas totalmente diferentes ahora.
Y nada me aseguraba que él siguiera sintiendo lo mismo que hace 5 años.
Intenté subir el cierre de la espalda de uno de los vestidos que me había gustado, aunque, nunca me emocionaba al comprar ropa, esta vez estaba resultando interesante ya que la moda de este lugar era totalmente diferente a la de Amestris, y pese a que los vestidos se vieran bonitos, debía admitir que sentí una gran decepción cuando Ed me confesó que aquí las mujeres no solían vestir pantalones, por lo que iba a ser complicado conseguir algo que no fuesen vestidos o faldas.
Casi tenía ganas de preguntarle si podía seguir conservando sus ropas viejas, las cuales me había prestado durante esos días.
Subir el cierre de aquel vestido fue una tarea imposible, sin embargo, me gustaba bastante y quería asegurarme de comprar la talla correcta, por lo que tendría que salir y acudir a mi acompañante para solventar aquella situación.
Abrí la puerta del probador sosteniendo con cuidado el vestido por la parte delantera, sintiendo el viento recorrerme la espalda descubierta – ¿Ed?
Pero de repente, escuché una voz femenina hablarme por detrás – ¿Necesitas ayuda con el cierre? Déjame echarte una mano para subirlo.
Al girarme a primera instancia podría decir que se trataba de una simple desconocida con la desinteresada voluntad de ayudarme, sin embargo, me quedé de piedra al darme cuenta de que yo conocía a esa mujer.
- ¡¿Teniente?! – Dije sin medir mis palabras o mi tono de voz.
La mujer me miró desconcertada para luego soltar una risa como si le hubiese contado el mejor chiste de la historia.
-Sin duda "teniente" suena interesante y halagador, pero debes estar confundiéndome con alguien más – Respondió amablemente mientras se paraba detrás de mí y me ayudaba a subir la infernal cremallera de ese vestido.
¿Qué demonios estaba sucediendo? Esta mujer era la teniente Riza Hawkeye, cada facción de su rostro era exactamente igual a la que yo conocía, pero ella parecía estar hablando en serio cuando dijo que la estaba confundiendo con alguien más.
- ¡Winry! – Escuché la voz de Ed a lo lejos y al levantar la vista vi cómo se acercaba, de seguro atendiendo a mi llamado, sin embargo, apenas él llegó me llevé una sorpresa todavía mayor.
- ¡Hola, Edward! – Saludó efusivamente la mujer detrás de mí – Qué sorpresa verte aquí.
Aguarda un minuto, aparentemente Ed la conocía, y todo se estaba empezando a poner más confuso.
Al llegar con nosotras pude notar como rápidamente estudió la situación y su cara fue un auténtico poema que intentó disimular – Buenas tardes, señorita Hackman es un gusto verla.
-Sabes que no tienes que ser tan formal, Edward – Respondió ella amablemente para luego dirigirse a mi – Ese vestido te queda precioso.
Me sonrojé levemente ante el comentario, aunque honestamente me sentía un poco fuera de lugar ya que aparentemente estos dos se conocían.
-Gracias por ayudarme – Respondí tratando de mantener mi confusión de lado por unos momentos.
-Definitivamente debes comprarlo – Animó ella para luego dirigirse a Ed – Entonces ¿vienen juntos?
-Oh, lo siento – Dijo Ed cayendo en cuenta de lo obvio, aunque de inmediato percibí que él evitaba por completo mi mirada – Winry ella es Lisa Hackman, hija de mi jefe, y señorita Hackman, ella es Winry.
-Es un gusto conocerte oficialmente, Lisa – Contesté sonriéndole a la mujer, de alguna forma me transmitía la misma confianza que había hecho la mismísima teniente Hawkeye cuando la conocí, aunque no podía asegurar que no se trataba de la misma persona.
-Lo mismo digo, Winry – Respondió manejando la misma confianza que al comienzo – Ed es genial ver que ya has hecho más amigos en el pueblo, deberíamos salir un día todos y tomar algo, e invitar a Roy.
Aguarda ¿ella dijo "Roy"? ¿Como "Roy Mustang"?
Vi como la cara de Ed denotaba cierta incomodidad, sin embargo, continuó la conversación tan naturalmente como pudo – Por supuesto, de hecho, Winry es nueva en el pueblo y no conoce muchos lugares aún.
-Entonces ¿qué les parece si vamos a un bar mañana por la noche? – Propuso ella sonriéndome ampliamente – ¿Te gustaría ir, Winry?
Me sonrojé levemente ante la atención, y es que honestamente en mi cabeza seguía procesando el hecho de que esta mujer fuese físicamente la copia de Riza Hawkeye, y que, además, se mencionara a un tal "Roy", y a juzgar por la situación, no me sorprendería que estuviese por conocer al doble del coronel Mustang, pero me guardaría todas las preguntas para cuando Ed y yo volviéramos a quedarnos a solas.
-Claro, creo que sería divertido – Respondí devolviéndole el gesto a Lisa, honestamente estaba siendo tan amable que no me sentía en la capacidad de negarme – Gracias por invitarme.
-Ni lo menciones, nos la pasamos trabajando todo el tiempo y apenas y hay tiempo para salir un rato – Dijo ella – ¿Verdad, Edward?
Él se sobresaltó, ya que aparentemente estaba metido en sus propios pensamientos – Si, es cierto… Con gusto iremos mañana al bar.
-Bien, justo debo ir a la librería después de aquí así que le comentaré a Roy y cuando hayamos elegido un bar le diré que te llame a tu departamento – Contestó mientras entraba a su probador y tomaba varias prendas – Debo ir a pagar esto, pero fue un gusto verlos y estoy ansiosa por salir mañana con ustedes.
-Fue un gusto conocerte – Dije tratando de mantener la amabilidad y la buena energía de aquella mujer – Y gracias de nuevo por invitarme.
-Hasta pronto, señorita Hackman – Se despidió Ed con un gesto con la cabeza.
Lisa no dijo nada más y simplemente abandonó el área de los probadores, dejándonos nuevamente a solas. Nuestras miradas se cruzaron de inmediato y estaba preparada para abordarlo del millón de preguntas que tenía sobre la situación que acabábamos de vivir, sin embargo, él se adelantó.
-Hablaremos en el departamento – Dijo en voz baja mientras se giraba y salía del área de los probadores.
Y aquello fue suficiente para dar este día de compras por terminado.
oOo
Apenas la puerta se cerró detrás de nosotros, simplemente dejé salir todo lo que estuve reprimiendo durante ese rato, mientras miraba a Ed con ojos llenos de fuego.
- ¡¿Qué demonios fue eso, Edward?! – Sabía que quizás esta reacción era un poco exagerada, pero en mi defensa debía decir que tenía todo el sentido.
Vi como él suspiraba mientras acariciaba sus sienes, probablemente tratando de buscar las palabras con las que yo quisiera disminuir mis ganas de perforar su cabeza con mi llave inglesa o con lo primero que encontrara – Tal vez haya olvidado mencionarte que en este mundo he encontrado algunos dobles de personas que conocí en Amestris.
- ¿No te parece que ese es un detalle bastante importante y difícil de olvidar? ¡Especialmente cuando conoces a una de ellas! – Había olvidado lo que era estar furiosa con él – ¡No te imaginas el shock que fue verla! ¡Incluso la llamé "teniente" y por un momento pensé que me había vuelto loca!
Ed suspiró – Lo siento, Winry… Por supuesto que iba a contarte en algún momento cuando conocieras más de este mundo, pero ¡jamás esperé que nos encontráramos precisamente con la señorita Hackman!
- ¿Y qué hay de ese tal Roy? – Interrogué sin bajar la guardia – ¿Es el doble del coronel?
Ed se rio irónicamente – Incluso en este mundo es mi jefe y es igual de molesto que en Amestris.
- ¿Es tu jefe? – Pregunté confundida – Pero, en la tienda mencionaste que el padre de Lisa es tu jefe.
-A lo que me refiero es que el padre de Lisa es el dueño de la librería, y Roy es el encargado, por eso técnicamente es mi jefe también – Dijo viéndose un poco más calmado.
-Oh, entiendo – Respondí sentándome en el sofá, mi enojo empezaba a ir en descenso – Eso de los dobles es muy extraño, digo ¿a quién más has visto?
-Desde que vivo en Londres solo he conocido a la señorita Hackman y a Roy, sin embargo, cuando estuve de paso por Alemania y Ámsterdam llegué a ver al doble de Scar, el homúnculo Lust y también conocí personalmente en una ocasión al doble de King Bradley, quien aquí se llama Fritz Lang y es un cineasta conocido, nada que ver con su versión de Amestris.
Vi como Ed relataba esto mientras seguía caminando de un lado a otro en la sala, como si estuviera impaciente – Wow, incluso hay dobles de homúnculos que están muertos en Amestris, y aquí son personas comunes y corrientes.
-No solo homúnculos – Respondió mirándome de reojo – También conocí al doble del teniente coronel Hughes, y a su esposa Gracia, aunque para el momento en que coincidí con ellos no eran pareja.
- ¿De verdad? – Dije sintiendo un nudo en la garganta al recordar al amable hombre que llegué a conocer en vida – Y ¿sabes si esas versiones tienen alguna conexión con las de Amestris?
-Al principio totalmente lo creía, pero con el tiempo me he dado cuenta de que no – Contestó pensativo – Algunos de ellos ni siquiera coinciden totalmente con las características físicas en su totalidad o las edades, y ni hablar de las personalidades, todas son completamente diferentes a las personas que conocí.
Aquella confesión me causó mucha más curiosidad – ¿Llegaste a tener relaciones cercanas con algunos de esos dobles? Digo, sé que llevas poco tiempo viviendo en este país y por ende conociendo a Lisa y Roy, pero ¿Qué hay de los otros países donde viviste? ¿Había más dobles?
La verdadera pregunta aquí era – ¿Llegaste a conocer a mi doble o siquiera la viste? – pero no quise ser tan directa y simplemente ver si esa información llegaba por si sola.
Ed se detuvo en seco de su caminata, la cual en cualquier momento terminaría por perforar el suelo, vi como simplemente se quedó ahí parado como si estuviera debatiéndose algo consigo mismo, hasta que de un momento a otro se dirigió a su habitación sin decir una palabra.
Por una fracción de segundo pensé que había dicho algo que no debía o que simplemente habría desistido del tema, sin embargo, para mi sorpresa, pasados unos minutos él regresó a la sala y se sentó a mi lado en el sofá y pude darme cuenta de que traía algo entre sus manos.
Ed se acercó a mí y me extendió una fotografía, donde salía viéndose notoriamente más joven, casi como cuando lo vi por última vez en el día prometido, solo que ya utilizaba aquellos trajes con chaleco, aunque lo más impactante de aquella fotografía era el chico que estaba a su lado, cuya cara era tan conocida que por un momento fue difícil de procesar.
- ¿El doble de Al? – Dije tomando la pila de fotografías que Ed había traído y empezando a detallarlas.
-Su nombre era Alfons Heiderich, nació en Alemania y lo conocí ahí, era un científico muy brillante, y probablemente el doble que más se parece a su versión de Amestris – Respondió sonriendo de medio lado – Fue el primer doble que vi y por él pensé que de alguna forma estaban conectados con el otro mundo, pero también fue uno de los que hizo que descartara esa teoría.
- ¿Por qué? – Pregunté mientras seguía viendo las fotografías, la mayoría eran en ferias y también en paisajes campestres.
Ed se removió incómodo antes de contestar en un tono más apagado – Heiderich murió aproximadamente 2 años después de mi llegada, viví con él la mayoría de ese tiempo, pero estaba muy enfermo y terminó falleciendo muy joven.
Un nudo se me formó en el estómago al recibir aquella noticia, especialmente al saber lo que podría estar pasando por la cabeza de Ed en ese momento si llegó a relacionar a ese chico con su hermano menor.
-Oh, Ed, lo siento tanto – Dije levantando la vista y viendo como él negaba con la cabeza.
-Durante sus últimos días estaba consciente de que no lo lograría por más que los médicos le daban esperanza – Respondió él – De cualquier manera, por años me negué a creer que los destinos de estos dobles estaban conectados con los de Amestris porque me oponía a la idea de que Al había pasado por lo mismo ya que no estuvo enfermo por años como Heiderich, además después conocí a Fritz Lang y también al doble del teniente coronel Hughes, por lo que esa teoría perdió total sentido.
Aunque el tal Alfons Heiderich tristemente hubiese fallecido, me llenaba de gusto saber que Ed no estuvo solo durante esos primeros años en la Tierra. Que a pesar de sufrir la pérdida de la vida a que estaba acostumbrado y a la incertidumbre al no saber si Alphonse sobrevivió o no, al menos el destino le puso en su camino a aquel doble, aunque fuese por poco tiempo, Ed denotaba un gran cariño al referirse a él, y no dudaba que su trato fuese tan familiar como el que tenía con su propio hermano menor.
-Es bueno saber que al menos tuviste a alguien bueno de tu lado cuando recién llegaste a este lugar – Dije mientras pasaba a la siguiente fotografía, donde no solo se mostraba a Ed junto con el doble de Alphonse, sino también una mujer que se me hizo familiar al instante, aunque demostrara notorias diferencias con la versión que yo conocía – Mira, ella tiene que ser la doble de Rose.
Vi como Ed desvío la mirada a un lado y aquella actitud me pareció muy extraña – ¿Acaso no lo es? Digo, luce un poco diferente sin su mechón rosado y se ve mayor que ella, pero es parecida.
-No, estás en lo correcto – Respondió él aun viéndose notoriamente incómodo – Ella se llama Noah, y era una gitana.
No entendía su cambio de actitud tan radical, o por lo menos hasta que cambié a la siguiente fotografía, y en la cual solo aparecían Ed y esa chica, y para mi sorpresa, las fotos que le seguían eran del mismo estilo, si bien, los amigos también se tomaban fotos, aquellas denotaban algo más y la actitud torpe y cortante de Ed solo me indicaba una cosa.
Ni siquiera quería decirlo en voz alta, pero era obvio.
-Noah fue mi pareja por un tiempo – Dijo Ed finalmente despeinándose el cabello de forma nerviosa y evitando mirarme a los ojos a toda costa – Como era gitana nos la pasábamos viviendo de pueblo en pueblo, excepto cuando la enfermedad de Alfons se volvió severa y me dediqué a vivir con él un tiempo para cuidarlo.
-Oh, entiendo – Solté en un tono apagado sin saber exactamente qué decir, sentía un ardor en el estómago a medida que pasaba las fotografías y seguía viendo a esta chica junto a Ed, sin embargo, no quería ser grosera con él y cortarlo tan de repente.
Ya que, en primer lugar, ni siquiera debería estar molesta por esto.
-Cuando Alfons murió vivimos un tiempo juntos en Ámsterdam hasta que terminamos nuestra relación y un par de meses después decidí venir aquí – Finalizó, dejando una sensación de pesadez entre nosotros.
No sabía cómo procesar esto de momento, sabía que a juzgar por el tiempo que estuvimos separados, debí esperar historias como estas, pero no estaba consciente de cuanto me molestaría saberlas y lo sofocante que se estaba tornando este sentimiento… cuando ni siquiera tenía precisamente la moral para ello.
-Gracias por contarme sobre los dobles – Lo corté mientras me invadía una agobiante sensación de que debía salir de ahí, así que le pasé las fotografías a Ed y me puse de pie – Si me disculpas, tomaré un baño.
-Winry… – Escuché que dijo, sin embargo, no le di la oportunidad de seguir aquel tema o terminaría por decir cosas que no eran la más apropiadas dada la situación.
Ignorando sus llamados, entré al baño y abrí la regadera, deseando que el agua se llevara aquellas intensas ganas de gritar de frustración solo de recordar a Ed sonriente en aquellas fotografías mientras abrazaba a la doble de Rose.
Demonios, esto iba a ser más difícil de lo que pensaba.
oOo
N/A: ¡Hola a todos! Espero que se encuentren bien.
Por aquí les traigo el octavo capítulo de esta historia y donde he tomado fuerte inspiración de 03', específicamente de CoS con el tema de los dobles y los personajes que Ed llegó a conocer en ese mundo, aunque mi aporte viene a ser los dobles de Riza y Mustang – a quien ya habíamos visto – porque serán más recurrentes.
Adicionalmente, mantuve la muerte de Alfons – aunque por causas simplemente de su enfermedad y no del verdadero destino que tuvo en CoS – y quise darle esta profundidad siendo prácticamente la persona con la que Ed mas convivio en sus primeros años ahí.
Además, aunque no sea una gran fan de la forma en que Noah se acerca a Ed en CoS – honestamente siempre me ha incomodado esa escena cuando entra a su cuarto –, he decidido utilizar esa atracción para hacerla esa primera relación que experimentó Ed en un intento por seguir su vida y encajar en ese nuevo mundo, y al verlo desde el POV de Winry vemos los indicios de sus celos, los cuales también pudimos ver que experimento por la misma Rose en algún momento en Brotherhood, espero que no este siendo confuso entrelazar ambas historias xd.
Espero que les haya gustado este capítulo y les agradezco a todos los que han estado apoyando esta historia y también a los que se van sumando cada día. Sigo siendo nueva en el fandom de FMA y no conozco a tantas personas, pero igual me emocionan estas historias y probablemente me inspire a escribir algo más.
Nos leemos la próxima semana sin falta.
Un abrazo enorme.
ACLARATORIA: Esta historia es de mi autoría, no existen colaboraciones con nadie y en el caso de que las hubiese se le darían sus respectivos créditos. Esta historia solo es publicada a la fecha en las plataformas FanFiction, Wattpad y AO3; si está en alguna otra es porque no está autorizada por mi persona y se considera plagio. No se permite la copia y/o adaptación de esta historia.
