Capítulo 1
Ed POV
Esta había sido por mucho, la sesión de mantenimiento más calmada y silenciosa que podría haber presenciado desde que tengo mis automail.
Y aunque esto fuese inusual, sabía que había varios motivos para que tanto yo como mi mecánica nos mantuviéramos en total silencio, empezando porque esa misma tarde fui descubierto como todo un intruso en su habitación mientras ella estaba cambiándose de ropa. Ni siquiera valía la pena que me martillara más de lo que ya había hecho tratando de darle sentido a aquella enorme casualidad, considerando que hacía meses que no sabíamos nada el uno del otro, y desde que había regresado a Resembool había encontrado su habitación como un lugar pacífico y totalmente ajeno a la batalla que libraba día a día fuera de estas cuatro paredes.
Pero demonios ¿acaso vale la pena mencionar lo humillante que fue haber sido descubierto por la última persona que debió enterarse de esto?
Ni siquiera podría culparla si decide no dirigirme la palabra por el resto de la noche, pero ese no era su estilo, y después de meses de no vernos, era natural que ella sintiera curiosidad de donde había estado metido, y, sobre todo, cuál era el siguiente paso en esta misión.
Durante la sesión de mantenimiento Winry había hecho solo algunos comentarios sobre su estadía en Lior, aunque la mayoría del tiempo se mantuvo en silencio simplemente concentrada en hacer los ajustes a mi brazo y pierna, por lo que disimuladamente pude darme el tiempo de observarla como en muchos meses no había podido hacer y sentí mi corazón acelerarse casi sin poder creerme que ella estuviera ahí.
Habían sido meses extraños y duros donde prácticamente me había convertido en un fugitivo, y el verme aquí con ella haciendo el mantenimiento de mi automail me daba una sensación de paz y de estar en casa, incluso si allá afuera me esperaba una jodida guerra y en la que había altas probabilidades de que no saliera con vida. Sin embargo, quería pensar en ello lo menos posible por lo mínimo en la próxima hora, y de nuevo mi atención se fue directamente hacía el rostro lleno de concentración de mi mecánica, los mechones rubios de su cabello caían sobre su rostro delicadamente, ella fruncía el entrecejo en señal de total ensimismamiento, y pude percatarme el momento exacto en que sus labios se encontraban levemente abiertos y casi por instinto, unas enormes ganas de probarlos me invadieron.
Sintiendo mis mejillas levemente sonrojadas decidí voltear la mirada y cerrar los ojos, reprimiéndome a mí mismo por estar fantaseando con banalidades adolescentes para que las que no tenía tiempo en este momento.
Por supuesto que no era la primera vez que estas imágenes aparecían en mi cabeza, de hecho, habían sido una constante desde el último año, y para nada esto debería ser la gran cosa, considerando que podría pasarle a cualquiera que tuviera a la chica que le gustaba frente a sí, luciendo más hermosa que lo alguna vez había recordado, pero yo no era cualquiera en este momento, y sabía que simplemente considerar esta idea, podría ser detonante para mi misión.
Y a este punto no podía permitirme fallarle al país, a Alphonse… ni tampoco a la misma Winry.
Deseché el pensamiento tan rápidamente como pude y me percaté que solo un rato después, ella finalizó el mantenimiento, levantándose de la silla que había postrado al lado de su cama y dirigiéndose al escritorio junto con sus herramientas. Decidí sentarme de la cama y me dispuse a mover de a poco mi mano de automail, con los años seguía sorprendiéndome de la habilidad de Winry para haber hecho aquel miembro desde cero y pese a los daños que había sufrido, este siguiera en pie al día de hoy.
Sin embargo, ver mi automail fue solo un recordatorio de lo que había sido mi viaje los últimos años y que este podría finalmente llegar a su desenlace, por lo que me refuté a mí mismo nuevamente que no había espacio para sentimientos adolescentes, ni para las dudas.
-Entonces – Dije luego de un rato aun recostado en su cama – ¿Qué es lo que hace Al viajando con el Mayor Miles?
Saber que Alphonse había estado en Resembool prácticamente al mismo tiempo que yo había sido shockeante y ese mismo día por poco provocó dejarme llevar por mis impulsos, sin embargo, tuve que mantenerme con la cabeza fría porque sabía que irlo a buscar pondría en riesgo los planes que había estado ideando por semanas, y probablemente, estropearía cualquier plan en el que Alphonse estuviera involucrado.
Aunque eso no me dejaba exento de curiosidad y preocupación por mi hermano menor.
-No estoy segura de los detalles – Contestó Winry mientras seguía guardando sus herramientas – Solo sé que los soldados de Briggs planean hacer algo con el ejército del Este. Al dijo que quizás podría ayudarles.
-Ya veo – Definitivamente aquel era el estilo de Al, y aunque no fuese un gran fan de que estuviera inmiscuido en asuntos del ejército, era yo quien había desaparecido esos meses, por lo que lo mínimo que debía hacer era esperar que volviéramos a cruzarnos.
Y si teníamos mucha suerte, eso sería antes del día prometido.
-Tu padre tomó la delantera y decidió ser el primero en ir a ciudad Central, por lo que creo que para este momento ya debería estar en un arrabal en Canama – La mención de Hohenheim no me disgustó como de costumbre, de cualquier manera, Winry ya me había mencionado que lo vio en Lior, y honestamente seria tonto pensar en que él se quedaría fuera de esta guerra – Deberías ir a verlo y obtener la historia completa.
Observé mi mano de automail una vez más, encontrando nada descabellada la sugerencia de Winry, además de que estaba casi seguro de que tarde o temprano volvería a encontrarme con el rostro de Hohenheim en contra de mi voluntad, sin embargo, eso no era lo que me preocupaba de momento, ya que la voz de Winry volvió a captar mi atención con un tema muy particular.
-Casi es el día prometido – Soltó ella aún sin girarse a verme.
No podía sorprenderme que ella estuviera al tanto de aquello, considerando que había estado con Hohenheim y Al en Lior, pero no pude evitar sentir una gran ansiedad y miedo al darme cuenta de lo metida que ella estaba en esto, y, además, rememoré aquel momento en que King Bradley prácticamente nos había amenazado a Alphonse y a mí con hacerle daño a Winry si se nos ocurría ir en contra de él.
Al tenerla lejos esos meses había olvidado lo sofocante que era aquella sensación.
-Greed me contó todo sobre eso – Dije aún con aquellos inquietantes pensamientos rondando en mi cabeza – Podría ser la oportunidad de recuperar nuestros cuerpos, pero a la vez es el día en que puede ocurrir una catástrofe en masa en el país.
Creo que jamás había sido tan franco sobre algo en mi vida, y me hubiese gustado decir que estaba exagerando, pero Greed había sido claro conmigo y me parecía que lo justo es que yo lo fuese con ella. Me puse de pie finalmente buscando acercarme a Winry, había tenido una idea en mi cabeza rondando desde que volví a la casa de las Rockbell y al reencontrarme con ella esa tarde había hecho que este pensamiento solo se afincara.
Winry estaba demasiado inmiscuida conmigo y con Al; el mismo King Bradley había podido percatarse de ello con solo un par de visitas de su parte a ciudad Central y si no hubiésemos sido lo suficientemente astutos en Briggs, no podría ni contemplar lo que le habría sucedido por mi culpa, y si de algo estaba seguro es que no quería más esa vida para ella. Winry había perdido a sus padres demasiado joven y bajo circunstancias horrorosas, y por más que ella siempre se mostrara como una chica fuerte, yo sabía que había heridas que a pesar de los años eran difíciles de cerrar.
Había detenido a Winry de cometer un acto horrible e irreversible contra Scar en ciudad Central hacía unos meses, y creo que nunca me había sentido tan impotente al verla llorar, especialmente porque sabía que en parte yo tenía la culpa de que hayamos llegado a esa situación, sin embargo, no iba a seguir dejando que esto escalara más allá conforme la guerra también lo hacía, estaba a tiempo de hacer algo y lo haría, así eso significara que esta era probablemente la última vez que la viera.
Este simple pensamiento provocó una sensación de vacío en mi estómago para nada agradable.
-Escucha Winry – Dije captando su atención.
- ¿Qué sucede? – Preguntó dejando de hacer sus deberes y girándose levemente para verme.
No tenía idea de cómo sería su reacción ante esta propuesta, sin embargo, había tomado una decisión y me mantuve firme a ella, por lo que sin darle más vueltas al asunto simplemente solté aquello con determinación.
-Quiero que tomes a la abuela y a Den, y salgan del país por un tiempo.
Dicho en voz alta no sonaba tan mal, sabía que mantenerlas a mi lado en este momento era extremadamente peligroso considerando lo que había pasado con Winry en Briggs. Esta vez quería ser más rápido que King Bradley o que el mismísimo Padre y si esto era lo único que podía hacer, me aseguraría de cumplirlo.
Aunque por supuesto, yo no contaba con que una llave inglesa me aporreara la cabeza solo unos segundos después.
El golpe había llegado sin previo aviso y con mucha ira por parte de Winry, y en ese momento supe que esto no iba a ser sencillo.
- ¡No voy a huir! – Gritó sosteniendo con fuerza su llave inglesa y mirándome con ganas de querer usarla nuevamente, mi cabeza dolía como los mil demonios, pero a ella no parecía importarle en lo más mínimo – ¿Por qué haces huir a tu familia de esta manera? ¿Acaso no piensas detener lo que va a ocurrir en el país?
Estaba más furiosa de lo que alguna vez la había visto, y he de admitir que sus palabras me golpearon incluso más fuerte que su llave inglesa, y es que me sentía como un imbécil al haber pensado por un momento que ella aceptaría fácilmente el simple hecho de irse, obviamente no me la iba a poner fácil.
Después de todo ¿cuándo lo había hecho?
- ¡Haré todo lo que pueda para detenerlo, pero existe la posibilidad de que no funcione! – Necesitaba ser honesto con ella sin caer en la crueldad, pero tenía que convencerla de alguna manera de que esto era por su propia seguridad, pero Winry no tenía ni idea de la contracción que se formaba en mi pecho solo de imaginarme que le pasara algo por mi culpa.
- ¡No quiero escuchar ninguna duda de tu parte! – Insistió inmediatamente sosteniéndome la mirada.
Quería confesarle como todas aquellas situaciones en que ella estuvo en peligro por mi culpa me habían aterrorizado tanto como el día en que Alphonse perdió su cuerpo. Por supuesto que esta no era precisamente la decisión que me hacía más feliz, pero definitivamente era la que me dejaba más tranquilo y me permitiría irme a pelear con Padre hasta en el mismísimo infierno sabiendo que ella estaba a salvo y lejos de todo el caos que estaba por venir, pero las palabras no salían de mi boca.
Por suerte, ella sabía perfectamente qué expresar y cuándo hacerlo.
-Quiero escucharte decir que vas a proteger el país y que tú y Al van a lograr recuperar sus cuerpos y que volverán a casa – Por un momento, me quedé sin palabras ante su respuesta, Winry apenas y respiraba en cada frase que decía y sus ojos desprendían un fuego que jamás había presenciado – ¡Y harás todo lo posible para que eso pase!
La determinación en sus palabras me había dejado parado simplemente observándola cual imbécil. La última vez que tuvimos una pelea probablemente habría sido por cualquier tontería o inmadurez dignas de nuestra edad y dinámica desde que teníamos uso de razón, sin embargo, por primera vez yo no vi ni siquiera rastros de la niña con la que crecí y solía pelearme a diario, esta había sido reemplazada por una joven mujer firme, madura y determinada, que me miraba con mucha más fe de la que alguna vez yo mismo me había tenido.
Winry no había dudado con nada de lo que dijo y es que ella no solo daba por hecho que ganaríamos, sino que toda su fe estaba en eso… en mí, precisamente.
-Winry, lo haces sonar como si fuera sencillo – Respondí sintiéndome levemente abrumado.
- ¡No es propio de ti pensar en la derrota! – Dijo ella todavía con esa actitud firme. Su expresión se había relajado un poco, pero seguía mirándome más intensamente que nunca, esperando que yo me retractara.
- ¡Demonios, no me lo hagas más difícil de lo que ya es! – Estaba frustrado, pero determinado a alejarla de esta guerra a como diera lugar.
- ¡Entonces deja de sugerir semejantes ideas! – Respondió ella sin dar su brazo a torcer y conservando esa actitud terca y determinada – Vas a lograr detener esto, tu y Al recuperarán sus cuerpos y ambos volverán a casa.
Que creyera en mí tan genuinamente a este punto me generaba un poco miedo, y no era precisamente por la guerra, sino por no ser capaz de cumplir con esas expectativas, por supuesto que lo que más quería era volver a casa después de haber acabado con todo esto, pero era muy difícil siquiera imaginarme el desenlace del día prometido y lo que menos deseaba era darle una falsa esperanza.
- ¿Cómo puedes tener tanta fe en mí, Winry? – Pregunté finalmente buscando sus ojos y sintiendo mi corazón acelerarse de nuevo ante el contacto.
Winry dudó un momento de su respuesta y pude darme cuenta como intentó desviar la mirada viéndose incluso un poco cohibida, sin embargo, aparentemente se retractó ya que luego de un largo suspiro mis ojos volvieron a encontrarse con los suyos.
Y podría jurar que nunca se vieron tan azules y brillantes como en ese momento.
-Porque siempre he estado segura a tu lado – Dijo en un tono más suave aun viéndose levemente cohibida – Y porque no importa lo que pase, tú siempre regresas a casa por una sesión de mantenimiento, y estoy segura de que llegara ese día en que simplemente regresarás y no tendrás que irte.
Me quedé mudo por un momento y era definitivamente porque estaba abrumado, ella se sentía segura conmigo y yo pensaba todo lo contrario, por lo que dudaba que fuese sencillo convencerla de irse, sin embargo, el resto de su confesión había llegado sin anestesia, y de repente "ganar" no solo era vencer a Padre y a los homúnculos, ahora implicaba regresar a casa con vida. Odiaba esto, quería poder mirarla a los ojos y prometerle aquello, sin embargo, no podía permitirme darle una falsa esperanza.
-Winry… – Intenté contestarle, pero siendo honesto no sabía que decirle sin ocasionar otra pelea entre nosotros, o peor, hacer aquella despedida más difícil.
-Ed… yo… – Dijo ella acercándose a mí y mirándome intensamente a los ojos, de repente esta cercanía se sentía agradable, así como también el olor que pude percibir de su dulce perfume.
Ella había empezado a actuar un poco extraño, como si estuviera dudando de algo y eso me hizo aguardar ansioso a lo que sea que ella quisiera decirme. Y considerando que yo me había quedado sin palabras estaba más que agradecido de que ella quisiera continuar con la conversación, sin embargo, solo bastaron unos segundos para que también quedara desprovisto de mi aliento, ya que acto siguiente, sentí sus labios sobre los míos.
Winry Rockbell me estaba besando. Ella acababa de robarme mi primer beso.
Sentí mi cuerpo tensarse ante la sorpresa de ese gesto mientras ella seguía besándome y haciendo que mi corazón batallara por no salirse de mi pecho. No podía describir lo que estaba sintiendo, o siquiera saber cómo actuar, sin embargo, el beso no fue lo suficientemente largo como para seguir cuestionándome, ya que ella terminó por separarse luego de unos momentos.
Winry me miró completamente sonrojada – Lo siento, Ed… No tienes que decir nada sobre eso, fue solo un impulso.
Y es que no existían las palabras para poder explicarle como me había hecho sentir aquel beso, por lo que mandando al demonio cualquier pensamiento de guerra o de autocontrol, decidí acercarme de nuevo a ella y esta vez fui yo quien fue a por sus labios, cumpliendo finalmente aquella fantasía que había rondado en mi cabeza por mucho tiempo.
Winry me correspondió inmediatamente moviendo sus labios sobre los míos y abrazando mi cuello.
Maldita sea, esto se sentía tan bien que estaba casi seguro de que mi mente se quedó en blanco por una fracción de segundo.
Aunque para mi mala suerte, al mismo tiempo me sentía más torpe que nunca, considerando que dejé mis manos puestas sobre su cintura y me sentía incapaz de moverlas de ese lugar, además de que no tenía la menor idea de cómo demonios debía proceder. Sin embargo, Winry parecía saber lo que estaba haciendo, ya que en cada movimiento sus labios dulces y suaves me invitaban a seguir besándolos al mismo ritmo y yo correspondía tan naturalmente como si lo hubiese hecho millones de veces. Mientras que ella me besaba con efusividad, mis ganas de seguir explorando aquello solo iban en aumento.
Demonios, Winry despertaba en mí más sensaciones de las que había imaginado. Quería congelar el tiempo para seguir besándola y pasar mis manos por su cabello mientras lo hacía, pero esto no era más que el golpe de realidad que necesitaba para saber que debía alejarme lo más pronto posible. Pese a haberme admitido mis sentimientos por ella hace ya un tiempo, ni en mis más locos sueños podría haber imaginado que ella me correspondería.
Lo cual haría el doble de difícil tenerme que despedir esta noche.
Winry terminó por poner distancia entre nosotros, y debía admitir que verla sofocada y con los labios hinchados, solo me tentaba a volverla a besar, pero no podía permitirme hacer aquello de nuevo o terminaría no yéndome a la misión.
Y no irme, no podía ser una opción a estas alturas.
-Demonios, Winry – Dije suspirando pesadamente mientras me sentaba en el borde de su cama – Esto acaba de hacer una diferencia enorme.
-No tiene por qué serlo, Ed – Respondió ella sentándose a mi lado, pero manteniéndose tan firme como antes del beso – Sé que igual debes irte.
No sabría decir si Winry estaba tan serena porque desde el momento en que me besó estaba clara en que igual tendríamos que separarnos, pero, si estaba seguro de que yo sentía un nudo en el estómago aún más pronunciado que cuando le pedí que se fuera del país, y por un momento empecé a dudar de que tan necesaria era mi participación en el día prometido.
Maldita sea ¿estar enamorado era así de complicado siempre o solo era porque se trataba de nosotros?
-Winry solo deseo alejarte lo más que pueda de todo el peligro que me rodea – Vi como ella empezaba a jugar con sus manos en señal de nerviosismo e impulsivamente decidí llevar una de mis manos hacía esa dirección y tomé una de las suyas sintiendo mi corazón a punto de salirse, sus palmas estaban cálidas – ¿Sería muy descabellado pedirte que al menos no abandones la casa y que ante cualquier situación sospechosa, escapes con la abuela y Den?
No es precisamente lo que tenía en mente, pero conocía a Winry y ya no iba a lograr sacarla del país incluso si yo mismo la encaminaba a ello, por lo que debía al menos asegurarme de que ni ella ni la abuela fueran vistas.
Winry miró nuestras manos juntas y terminó por ser quien entrelazó nuestros dedos para luego mirarme a los ojos, este gesto se sentía muy agradable – Solo prometeré eso si tu prometes que volverás, no importa lo que cueste.
Suspiré pesadamente mientras jugaba con nuestros dedos – No quiero hacer promesas vacías.
-No será vacía – Respondió ella con determinación – Jamás me has defraudado, y dudo que empieces hacerlo ahora ¿no?
La fe de Winry se mantenía intacta sobre mí, como en todos aquellos años, y esto solo me agregaba más presión ante lo que podría pasar en la batalla a la que me dirigiría esa misma noche, sin embargo, aquí estaba ella confiando en mi ciegamente.
Sería un imbécil si la defraudara.
Apreté nuestras manos juntas y la miré a los ojos – Vamos a volver a vernos.
Los labios de Winry se curvaron en una sonrisa y por un momento me vi tentado a volverla a besar, sin embargo, no quería hacer aquella despedida más difícil de lo que ya se tornaría, por lo que me resistí a ello.
-Estoy segura de eso, Ed – Finalizó ella recargando su cabeza en mi hombro.
Esta cálida cercanía puso mi corazón a latir desbocado, y de repente Winry simplemente se sintió como un hogar al que yo quería volver. Por supuesto que tenía un compromiso con el país y especialmente con Alphonse, pero por un momento todo aquello pasó a segundo plano y yo solo deseé quedarme ahí con ella y con nuestras manos entrelazadas por la eternidad.
Y aunque esta fuese nuestra promesa, aparentemente siempre tuve un presentimiento de que aquel adiós se sintió más definitivo de lo que debió ser.
oOo
N/A: ¡Hola a todos! Espero que estén bien.
Ha pasado un tiempo desde que escribí para FMA y, además, siempre suelo dedicarme mas a SCC, sin embargo, los pasados meses tenía esta idea rodando por mi cabeza y quería hacerla en un long fic dedicado a esta pareja.
Si me han leído antes sabrán que ya hice un one-shot llamado "detrás de las sombras que acechan" que se apega más al canon. Para este primer capítulo prácticamente me inspire de la misma fuente, pero lo escribí desde el POV de Ed y además cambie el final para adaptarlo a lo que será esta historia.
Antes que nada, quiero decirles que no he visto FMA 2003, por lo que, aunque me inspire de cierta forma en algunos hechos y mas que todo en CoS, entiendo que quizás pueda haber errores, pero hice todo lo posible por solo tomar algunas referencias de esa adaptación e irme mas por lo que vimos en brotherhood y en el manga, y pues lo que yo misma he inventado.
El titulo de este fanfic es inspirado en la canción "Read my mind" de The Killers, y en la medida que vaya avanzando se darán cuenta de porque lo escogí jajaja. Ademas, tambien he creado un playlist para acompañar este fanfic y espero que se animen a escucharlo:
playlist/4kTtIRJJf2wolPhsBYd3n2?si=60947c2d7f6143f5
Espero que este primer capitulo haya sido de su agrado y que sigamos leyéndonos en los comentarios.
Un abrazo enorme.
ACLARATORIA: Esta historia es de mi autoría, no existen colaboraciones con nadie y en el caso de que las hubiese se le darían sus respectivos créditos. Esta historia solo es publicada a la fecha en las plataformas FanFiction, Wattpad y AO3; si está en alguna otra es porque no está autorizada por mi persona y se considera plagio. No se permite la copia y/o adaptación de esta historia.
