Disclaimer: Nada me pertenece; hago esto solo por diversión. La historia le pertenece a Karen Marie Moning y los personajes son de Mizuki e Igarashi, con excepción de algunos nombres que yo agregué por motivos de adaptación.
La historia está clasificada como M ya que puede haber algunas escenas no aptas para todo público.
Capítulo 26
El silencio fue todo lo que Kelly escuchó cuando pudo volver a oír, aunque no fue exactamente silencio, porque, en contraste con el vacío total de la sordera, el silencio era una mezcolanza de ruido blanco: el leve zumbido de las luces fluorescentes, el suave empuje del aire de los deshumidificadores instalados para proteger los textos antiguos. Nunca en su vida había estado tan agradecida por sonidos tan simples y reconfortantes. Había sido aterrador que le quitaran la capacidad de ver y oír.
Pero seguía sin poder ver y sufrió otro momento de pánico absoluto antes de darse cuenta de que tenía los ojos cerrados. Al abrirlos, se levantó temblorosamente del suelo hasta quedar sentada. Su mirada se dirigió a la columna de piedra, pero Albert ya no estaba encadenado a ella. Frenéticamente, recorrió la habitación con la mirada.
Una, dos, tres veces miró entre los escombros.
Y sacudió la cabeza en señal de absoluta negación.
Había sangre por todo el lugar. Charcos de ella. Aún había más salpicaduras sobre las mesas y sillas, y el caos de libros y papeles en el suelo.
Más sangre aún en la columna de piedra.
Y no había ni una sola persona más, ni siquiera un cuerpo, en la habitación con ella.
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El tiempo es un compañero que nos acompaña
en nuestro viaje.
Nos recuerda que debemos apreciar cada momento,
porque nunca volverá.
Lo que dejamos atrás no es tan importante
como la forma en que hemos vivido.
—JEAN LUC PICARD, capitán del Enterprise
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Hoy subiré un capítulo más, ya que este es solo una pequeña transición. Mis comentarios al final del siguiente.