Disclaimer: Los personajes utilizados aquí son de la serie de libros de Harry Potter, creada por la escritora J.K. Rowling.

La trama de esta historia no tiene ni punto de comparación con lo que ella escribió, pero va, démosle el resto del crédito, el del Universo Pottérico y el cincel que delineó a estos dos personajes.

El título de este texto, eso sí, surgió de un juego del foro de Facebook:

"YO TAMBIÉN ESTOY ESPERANDO UN NUEVO CAPÍTULO DE MUÉRDAGO Y MORTÍFAGOS." mientras que mi motivación surgió de mi inspiración de escritora, porque la pluma mancilla, pero no duele, (mucho).

Esta oda a la sensualidad y sexualidad es cálidamente dedicado a Sami Morales, mejor conocida por estos lares como Toka-Chan.

...

1.- El Relato Inicial de Por qué Lo Hicimos.

Escrito por y para Theodore Nott y Hermione Granger.

Siempre decimos lo mismo a toda la pandilla el viernes por la tarde:

"Es hora de ir a la juguetería a comprarles juguetes a los sobrinos."

¿Qué clase de estúpida excusa es esa? Pues precisamente eso, una muy imbécil, pero hasta ahora nos ha servido, así que perdónennos si no nos sentimos muy culpables de no ser los brujos más increíbles de nuestra generación, por una vez.

En realidad, si les cumplimos un poco la promesa... a veces.

Ejemplo, la semana pasada, Hermione compró a James, el hijo de Harry, una escoba relativamente nueva y la antepasada, aproveché para enseñarle a Scorpius, el hijo de Draco, cómo, cuándo, dónde y para qué aprovechar las maravillas de las plumas fuentes muggles.

Para que nos entiendan, a mí y a Hermione, nosotros pensamos que un poco de conocimiento, no les viene mal a nuestros amigos, que, por muy agradables que sean, aún así no pertenecen a la crema y nata de los genios del último centenar de años.

James Potter ya se aprendió, de parte del gran cultivo de conocimientos y arsenal de trucos de Quidditch pertenecientes a Harry, su padre, todas las vueltas de campanilla que puede hacer con esa nueva escoba y a Scorpius Malfoy le gustaron mucho las plumas fuentes muggle, decidió que sus favoritas son de color plateado, tiene tres estuches de las mejoras y más caras, y... y... me aburrí de esto, ese es el fin de la historia-no-interesante.

Sólo se los cuento para explicarles que ese es el sabor de la felicidad: ellos creen que los queremos porque les compramos regalos y nosotros aprovechamos eso para salir e irnos a hacer cosas que realmente queramos hacer o simplemente nos dé la gana realizar.

Aunque estén prohibidas. Aunque no tengan sentido. No importando si son un capricho o incluso, nos den lo mismo.

Solamente, las hacemos.

Sin culpas, ni expectativas, ni preocupaciones, ni compromisos, con voluntad.

Hay algo que sí contienen, que comparten: un montón de risas raras y auténticas, momentos honestos y una existencia libre, sin caretas, cuando somos Theo y Hermione y no le debemos nada a nadie, ni nadie nos debe ni nos reconoce nada.

Al fin y al cabo, la guerra no te lo puede quitar todo. Decidimos que no permitiremos que nos quite todo.

¿Qué diablos importa si los padres de ella no la reconocen porque tuvo que hacer su mejor obliviate para protegerlos? ¿O si ya no están realmente en el mismo mundo?

O ¿A quién le interesa que mi padre esté en la prisión de Azkaban porque torturó a veinticuatro personas, incluyendo a mi madre?

Creánme: Cuando fumas tabaco hasta que casi expulsas los pulmones en una tarde en la costa fuera de tu carro viejísimo muggle recién adquirido y mal pintado y cantas desafinado, o te subes a un karaoke medio desnudo a ejecutar un aria perfecto mientras mueves el trasero tratando de que no se te caigan los calzoncillos, de verdad, todo eso, se te olvida.

Vive hoy: Ya es suficientemente difícil sin que te preocupes por el futuro, que, total, ni existe.

¿Y el pasado? Nosotros ya no lo podemos cambiar, lo intentamos y no funcionó.

Así que por eso empezó esto, lo de las trastadas.

Todo inició porque pensamos que los gamberros vivían la vida de forma más divertida, así que empezamos a hacer nuestras propias vaciladas.

Queríamos desesperadamente no sentir dolor.

Pero en realidad esas cosas no ayudaban mucho: no nos llenaba de mucho interés lo que estábamos haciendo y verdaderamente era un fracaso que nos escocía más que ayudarnos, porque si en algo nos parecemos esa mujer y yo, es en el maldito perfeccionismo con el que hacemos todo y que nos ha llevado a esta posición, para empezar.

Porque somos Granger y Nott y si sacamos menciones honoríficas cada uno en su casa en los E.X.T.A.S.I.S a pesar de todo lo que nos pasó, no vamos a "reprobar" haciendo idioteces.

Así que las hicimos hasta que encontramos una respuesta a nuestras necesidades.

Porque no soportábamos que nadie hiciera lo que fuera mejor que nosotros mismos, por muy rotos que nos sintiéramos por dentro. O quizá precisamente por eso. Yo qué sé.

Soy un maldito mago, no un psicólogo.

Al final claudicamos con las gamberradas. Se las dejamos a los Merodeadores de Gryffindor ya que había que reconocer que tenían mejor estilo que nosotros para esa clase de cosas.

En cambio, ella y yo necesitábamos una válvula de escape, una liberación y también necesitábamos un campo dónde destacar y ponernos creativos. Una vida, pues. Algo.

Al analizar nuestros nulos progresos para saber en qué fallamos, sentimos que nuestro fracaso estaba en que el padre de Harry, su padrino y el hombre lobo eran buenos para los mapas y salir a escondidas del Colegio por sus necesidades básicas esenciales: si ya cuentas con droga, alcohol y chicas a las que ligar, no necesitas tanto más.

Pero ellos no fueron gamberros por las razones por las que que nosotros estamos intentándolo. Tampoco perdieron lo que perdimos nosotros.

Y honestamente, nuestra vida resulta muy distinta.

A nosotros nos hacían falta otras cosas y después de un tiempo, terminamos en entenderlo y coincidir en ello:

Nuestra vida sexual, por separado, era un maldito asco.

Cuando nos dimos cuenta, tuvimos oportunidad de comparar todo y entender por qué todo había sido tan malo. Y entonces aceptamos lo que hacía rato sabíamos pero no nos atrevíamos a definir que necesitábamos.

Pura magia, de verdad. Y claro, la varita que había que usar, de hecho, no era precisamente la de madera.

No me malentiendan, Hermione es malditamente preciosa pero no es fácil de satisfacer. Y yo soy precioso, no me voy a poner modesto ahora mismo, pero soy... demasiado intenso.

Demasiado complejo. Simplemente no soy fácil.

Con respecto a Hermione, hagamos una anotación: Si es una sabelotodo y sí, a veces es insufrible para los que no pueden seguirle el paso intelectualmente pero, pese a lo que otros puedan pensar, no tiene nada en contra del sexo, en realidad le encanta - como a todo el mundo-, palabras más, palabras menos, y aún así a pesar de que ha contado con oportunidades, nos hemos dado cuenta que sus parejas no han concordado para nada.

Hermione ha buscado todo lo cachondo, todo lo candente, todo lo ardiente. Y en cambio, sólo ha encontrado un desastre.

¿Viktor Krum? Ella dijo que podrá ser muy bueno con su escoba pero no sólo era malo con su pronunciación en inglés, resultaba que la lengua le fallaba en otros menesteres también.

Además, a Hermione le resultaba difícil que él la lubricara, la lastimaba y a pesar de eso, cuando la encendía, Viktor la dejaba a medias, y le decía que la encontraba agotadora.

Muy exigente, muy apasionada, algo violenta, medio frígida. Y ella, aunque apreciaba sus modales educados, lo hallaba tosco, caricias amargadas, nada de preliminares y poco conocimiento de posturas eróticas: No, no, ni Krum ni ella se llevaban.

Con Ronald era peor: Demasiada baba en los besos, se quedaba dormido en los peores momentos, era eyaculador precoz... y Hermione siempre quería más, quería que la pasión sugerida por sus pecas y su pelirrojo cabello estuviera ahí, que la tratara como mujer, que fuera más agresivo, que sacara su lado competitivo ajedrecístico, que si se peleaba con ella fuera en la cama, para que pudieran sacar lo peor del gato del otro.

Pero no, otra vez no, le pedía demasiado: El niño podía pelearse hasta la muerte por una rabieta pero en el sexo no daba el ancho. Y siempre se quejaba porque Hermione con los preliminares era kilométrica: cuando él, más bien, no sabía intimar. A ella le pedía felaciones de hasta una hora mientras que Ronald se contentaba con dar dos lametazos, un poco de penetración y ya estuvo.

Siempre le gustaba la misma postura y nunca el placer de una cama, llegó un momento que Hermione odió los sillones por esa situación. Con esa descripción, por supuesto agradezco mucho que Ronald esté casado o algo así con otra mujer de cuyo-nombre-nunca-me-acuerdo.

Mejor, si quieres mi informada opinión.

Lo peor, en mi caso, es que la entiendo. He querido experimentar con todo para probar y no dejarme de saciar pero no me ha ido muy bien precisamente: por ejemplo, esa fijación con las escobas en los jugadores de Quidditch a veces dice cosas interesantes.

Les gustan los trofeos pero no el juego o al revés... ¿Me hago entender? ¿No?

¿Qué tal si empezamos con Draco Malfoy?

Con las mujeres ellas dicen que nada les ha faltado y les creo, pero cuando lo besa un hombre, el cabrón nunca se deja llevar, cuando lo muerdes se queja como una niña pequeñita y es pésimo con las caricias y los preliminares...

Tratando de ser justo, les diré que igual es mi culpa habérselo pedido, fue sorprendente que aceptara acostarse conmigo, a él lo que le van son las mujeres.

Pero es que, ¡Carajo! la sexualidad es tan amplia... yo lo encontré atractivo, es mi amigo, uno es joven, ¿Por qué no probar? Aún así, quedé muy desilusionado, ellas dicen que las deja alucinando, pero yo me quedé como si no hubiera ni medio follado. Sí, así. No exagero.

Ahora, pensando en ejemplos de niñas... Pansy Parkinson. Amo sus senos y cómo te acaricia, tan a su manera pero, por Merlín, cuando te besa es morderte peor que yo a Draco, más de una vez tenía que ponerme esencia de murtlap, para nada sexy. Lo que sí tiene es un cuello agradable y flexible, cuerpo proporcionado, sin embargo, ¡Aúlla en lugar de gemir, se te quitan las ganas de embestir!

Honestamente su vista trasera es mejor pero no le gusta por ahí, así que mala cosa, puras fallas. Simplemente, no combinamos. Por eso, ella, mejor con su Draco. La verdad, la entiendo.

Blaise Zabini en cambio es un hombre precioso. Me encantaba y lo envidiaba desde primero y él me dijo lo mismo. No soy gay, creo, más bien me gusta mucho de todo, pero el problema con él es que no hay exclusividad, ni seguridad, realmente es exigente y agotador.

Krum dijo lo mismo de Hermione pero no nos equivoquemos, eso fue porque no sabe cómo satisfacerla, pero Zabini, aunque sus besos tengan el sabor que debe tener la verdadera gloria, a pesar de que sepa convencerte de ser pasivo porque es capaz de penetrarte como si fueras estatua griega hecha por el escultor más fino y te mire y te haga sentir halagado como si fueras una de las Siete Maravillas del Mundo, déjame detenerte en tu sonrisa imaginativa y expectante para comentarte que él sí es tremendamente exigente, y que el muy bastardo deja unos moretones horribles, nunca terminas de poder sentarte, odia que estés con otros que no sean él pero a él no le sienta la exclusividad y te tienes que aguantar y hacerte una paja cuando quieres sexo mientras su Majestad Sexual está encaprichado con alguien más.

¿Lo peor? No tiene toque femenino y yo si lo necesito porque ya lo dije, si me gustan los hombres pero también las mujeres y no veo por qué he de renunciar a nada de eso...

Algo que yo no sabía pero si me cachondeó fue que Hermione ha besado a Ginny Weasley y Luna Lovegood. Dijo que sólo ocurrió un par de veces, para practicar con sus respectivos chicos pero desde que lo dijo, se me ha vuelto una de mis fantasías y más de una vez me he despertado con esas escenas...

Déjate de emocionarte. Ya sé que lo imaginas, y yo también, pero no.

Y es que Hermione dice que Ginny es todo lo fogosa que no es su hermano y que Luna es tan dulce que parece algodón de azúcar.

Lo malo es que la Weasley es la novia de Potter y Luna me excita cuando está con Hermione pero si la veo solita, me da penita y la veo como hermanita...

¿Ves? Lo dije, soy un poco complicado.

Para finalizar esa parte tediosa de la narración, ninguno de nosotros, Hermione y yo, hemos encontrado un buen amante, sea hombre o mujer. Ha habido otros, por supuesto menos importantes, menos relevantes. Tampoco es que mi lista sea tan corta... es sólo que no me interesa llenarte con todos los puntos de esos vacíos. Me irrita, además.

Porque si con los principales no pudimos, ¿Tú crees que quiera contarte de otros fracasos?

Porque la verdad es que los viernes no compramos regalos a los sobrinos.

Los viernes, queridos míos, nos compramos juguetes a nosotros. Y en una casa alquilada en Irlanda, siempre nos vamos a disfrutar...

Solos, nuestros secretos. Aquellos placeres en que, me atrevería a decir, hasta a los Merodeadores hemos superado.