Hola a Todos, acá estoy partiendo un nuevo proyecto, bueno en realidad no es tan nuevo, lo había escrito primero que "robarte un beso" pero lo he editado y reescrito varias veces…espero les guste
Los personajes de Sakura Card Captor no me pertenecen, la obra es original
Capitulo uno
"Nueva ciudad…nuevo comienzo"
Nos habíamos mudado hace poco con mi familia a la apacible Tomoeda. Mi padre había aceptado un modesto trabajo como profesor de la universidad local y mi madre solo quería escapar del constante escrutinio de su imponente familia que aún no aceptaba que, ella se hubiera casado con alguien tan humilde.
Mi hermano y yo, no estábamos tan a gusto con el cambio, la vida en Tokio era genial, pero a él poco le importaba el cambio, había sido aceptado en la universidad por lo cual, vendría a Tomoeda los fines de semana y para las vacaciones
Ahora estaba frente al espejo poniéndome el uniforme del nuevo instituto en el cual me habían matriculado, era una sencilla falda celeste plisada que me llegaba un poco más abajo de la rodilla, ate mi melena en una cola de caballo y mis puses mis lentes, aun no me acostumbra a ellos, pero ser una lectora empedernida me había pasado factura puesto que me habían detectado una leve miopía.
Sentí dos golpes en la puerta de mi dormitorio
- adelante – anuncié, aunque sabía perfectamente que la que tocaba era mi madre-
- te ves preciosa hija – dijo mi madre, quien venia con cámara en mano para inmortalizarme como siempre.
- No exageres mamá – dije mientras sentía el flash de su cámara
- romperás muchos corazones en tu primer día de clases
- no lo digas ni en broma, quiero pasar lo más desapercibida mi primer día de clases, ya que todos me señalaran como la "nueva"
- eso es lo interesante hija, serás todo un misterio…los chicos estarás deseosos de saber quién eres, y las niñas sentirán celos por tu desbordante belleza – continuaba mi madre con emoción.
- Mamá, por favor me avergüenzas – dije algo tímida, mientras guardaba mis cuadernos en el bolso del colegio.
- hija, nunca dudes de tu belleza, aunque trates de ocultarte…no pasarás desapercibida –
- bueno, como sea, ya me voy, porque no quiero perderme en mi primer día, además que debo convalidar algunos ramos.
Mi madre se acercó a mí, y me dio un fuerte abrazo – buena suerte mi niña, estarás bien…estas tan grande…lo sé – dijo algo con melancolía
Salí rauda a la parada de buses, y me encaminé hacia lo que sería mi nuevo rinconcito de estudio, había leído que Seijo, era uno de los mejores institutos de la zona y se destacaba por su equipo de basquetbol y su gran biblioteca; que sería mi lugar predilecto que ansiaba conocer.
En verdad era una gran instalación, detrás de los enormes pilares de la entrada se encontraba una gran fuente con una escultura de un ser alado bastante hermoso que sostenía un precioso arco dorado, me había quedado embelesada admirando la gran escultura que no percate que había detenido mis pasos frente al acceso principal, repare en ello solo cuando una muchacha tropezó conmigo.
- Ay, lo siento tanto, disculpa – dijo ella mientras me ayudaba a levantarme y me sacudía la arena de la falda.
- descuida, fui yo la que estaba bloqueando la entrada – dije en respuesta, mientras la miraba, era una joven de largos cabellos negros que llevaba trenzado de lado y unos preciosos ojos azules con algunos tonos de violeta que me miraban divertido.
- Soy Tomoyo Daidoji, por cierto, bienvenida. - dijo mientras me estiraba su mano en modo de saludo.
- ¿cómo sabes que soy nueva? – dije mientras le estrechaba su mano.
- porque conozco a todos los de este instituto, soy la directora del periódico estudiantil y mi labor es saberlo todo – dijo enigmáticamente – además es toda una novedad recibir alumnos nuevos después de tres meses de iniciado el año escolar.
- si, vengo de transferencia desde Tokio, nos mudamos hace poco con mi familia– dije algo apenada.
- ¿ya conoces el salón que te asignaron?
- no, tengo que presentarme con el director Terada
- pues vamos, te acompaño…así aprovecho de contarte algo de nuestro instituto.
Tomoyo, fue muy amable al acompañarme, el lugar era bastante grande y fácil de perderme, no era muy buena siguiendo indicaciones. El edificio constaba de tres pisos con 25 salones en total, entre ellos la sala de cocina, arte, música, además tenía un auditorio, un estadio con cancha olímpica y una piscina para las disciplinas acuáticas.
En la sala de espera de la dirección había una enorme maqueta
- Señorita Kinomoto, pase por favor – me indico la secretaria del director, mientras abría la puerta del amplio despacho.
- Señorita Kinomoto, siéntese por favor – me indico amablemente el director
- buenos días, director Terada – salude haciendo una reverencia
- Señorita Kinomoto, recibimos su expediente académico de su secundaria, debo decir que estoy muy impresionado por su rendimiento, y es por eso, que junto con los profesores vamos a autorizar que las materias de lenguaje, inglés y ciencias las pueda cursar con el grupo de segundo año, puesto que las materias que se ven en primero ya son dominadas por usted.
- muchas gracias director
- vaya con la secretaria quien le entregará sus horarios y le indicará su salón, el cual será el 1-C
Cuando llegue al salón, toque delicadamente la puerta y una maestra muy bonita me abrió la puerta, tomo los papeles que llevaba y me pidió que esperara hasta que me anunciara.
- buenos días Alumnos, hoy iniciaremos nuestro día con una alumna nueva, que viene transferida desde Tokio, señorita Kinomoto pase.
- ho…hola, soy Sakura Kinomoto, buenos días - dije algo cohibida, siendo observada con curiosidad por una veintena de alumnos. Cuando termine de recorrer el salón con mi mirada, grata fue mi sorpresa al descubrir que Tomoyo Daidoji estaba en mi salón y me estaba sonriéndome.
- Señorita Kinomoto, favor diríjase al final del salón donde hay un pupitre libre, el que está junto a la Srta. Daidoji.
Y así comenzó mi aventura en mi nuevo instituto, fue una suerte coincidir con Tomoyo el primer día, soy bastante introvertida y tímida, me cuesta mucho hacer amistades. Tomoyo era un vendaval de emociones, y sin duda todo el instituto la conocía, pero aun así tomaba el almuerzo conmigo para que no me sintiera aislada, aunque varias veces le dije que estaba bien, me gustaba almorzar en soledad y los jardines del instituto eran hermosos, lo que me daba tiempo de leer uno que otro libro que llevaba conmigo. Pero al poco tiempo me fui integrando a su grupo de amigas, entre ella estaba Chiharu y Naoko, la cual compartía mi afición por la lectura, así que nuestras conversaciones eran de los últimos libros que habíamos leído, aunque a ella le gustaba más el género de terror.
Para las clases avanzadas me dejaron en el salón 2-B, pero como era menor y no conocía a nadie, fui desplazada, lo cual era mejor, quería pasar lo más desapercibida posible, no era bueno ser nueva y más encima ser catalogada de "nerd"
Sin darme cuenta, ya habían pasado dos meses desde mi llegada al instituto, si bien disfrutaba de mi rinconcito de soledad de la biblioteca, sabia que necesita ampliar mi circulo social en el instituto, generalmente me refugiaba en la biblioteca mientras esperaba que Tomoyo terminara sus clases de canto o alguna actividad del periódico. Había decido inscribirme en algún club al regreso de las vacaciones del fin de primer semestre, y estaba hojeando el folleto de los clubes del instituto que me había dado Tomoyo.
- podría retomar las animadoras…aunque hace mucho tiempo que no estoy en forma - Mmm también hay un club de natación…podría ser…
Bueno, lo resolveré mas tarde, mire la hora eran a penas las 3 de la tarde, Tomoyo saldría en una hora más, así que, buscando en mi mochila, saque la edición de "Matar a un Ruiseñor" uno de mis favoritos y me dispuse a continuar leyéndolo por enésima vez…estaba enfrascada en la lectura cuando la puerta del privado se abrió violentamente por lo cual ingreso un muchacho bastante guapo, pero con aires de presumido.
- ¿pero que demoni..- ni siquiera me dejo terminar la frase por que el muy gallito me tapo la boca con su mano
- shuuu, silencio, si ves entrar a una rubia, finge que no me has visto- y acto seguido se escabullo debajo de la mesa
Iba protestar, cuando la puerta volvió a abrirse violentamente, ingresando una rubia bastante voluptuosa custodiada por dos mujeres tan plásticas como ella.
Le puse mi peor cara de fastidio, ya estaba cabreado por la interrupción del tipo ese, y ahora esta rubia osaba interrumpir nuevamente mi templo de paz y tranquilidad.
- oye tú, ¿has visto a Shaoran? – me pregunto la rubia de manera despectiva
- disculpa ¿quién?
- Shaoran, tontita…el chico mas popular de la escuela y mi novio por cierto… dijo inclinándose ante mí.
Pero no dejaría que me intimidara, así que me puse de pie, y vaya que era alta, me sacaba al menos una cabeza…bueno, en realidad yo era bien bajita.
Me miro de pies a cabeza con una mueca de disgusto.
- Ah…tu debes ser la que viene de Tokio… ¿cómo era que te llamas? sabes no me importa – dijo sin dejar siquiera que me presentara.
- mira te actualizo por si no lo sabes, Shaoran es MI NOVIO, así que ni se te ocurra acercarte a él.
Suspire y tomando una gran bocanada de aire, tratando de tranquilizar mis nervios, ya que a leguas se notaba que la rubia estaba a punto de explotar de rabia, mi intuición me decía que tenia que ser precavida y escoger bien las palabras que iba a utilizar.
- primero, cuando una persona llega a un lugar; saluda y se presenta, segundo no estoy ni estaré interesada en tu novio, y tercero, podrías describirlo, así podre decirte si lo he visto o no.
Dije todo eso con una calma, que yo misma me desconocía, la rubia me escucho entrecerrando los ojos, como evaluando si lo que le estaba diciendo era cierto.
- ahora que ya estamos claras…podrías-
- Shaoran es mas alto que yo, tiene cabello castaño oscuro y ojos color ámbar – dijo la rubia interrumpiéndome.
- ¿lo has visto?- siseo mirándome fijamente.
En eso sentí una leve presión en mi tobillo, y supe que el chico escondido debía de ser el tal Shaoran
- no – le mentí descaradamente
La rubia me observo por un par de segundos, se giró violentamente golpeando mi rostro con su cabellera y salió dando un portazo, escuche la voz de la Srta. Mitzuki que la regañaba por interrumpir la paz de la biblioteca.
Suspiré sentándome nuevamente en el escritorio, y el tal Shaoran salió de su escondite, y pude detallarlo mejor, en verdad era bien alto, mucho mas que la rubia y en sus ojos se escondía un brillo juguetón.
- muchas gracias, preciosa – dijo
- ese no es mi nombre…me llamo… – le corregí mientras volví a ponerme de pie, pero nuevamente no dejo terminar, ya que me silencio con su mano
- si, si, como digas, preciosa – volvió a decir, mientras retiraba su mano
Tomo el pomo de la puerta para salir, pero se giro y con una cara seductora
- te reitero las gracias preciosa, y déjame decirte que el encaje blanco te queda de maravillas
Mi cara ardió de vergüenza, el muy descarado había visto mi ropa interior debajo de mi falda. Reaccione violentamente y mi mano se levanto con toda la intención de abofetearlo, pero el muy gallito fue mas rápido y atrapo mi muñeca con fuerza, dejo un beso en el dorso de mi mano sin dejar de mirarme y luego me soltó bruscamente que me hizo trastabillar por lo cual aprovecho de escapar raudamente del cubículo.
- ughhh…COMO LO ODIO!- no pude evitar gritar ofuscada
- Silencio Srta. Kinomoto…primera advertencia – escuche decir a la Srta. Mitzuki
Esa mujer era un ninja, siempre sabía quien hablaba a pesar que, jamás abandonada la recepción y nunca apartaba la vista del libro de turno, tenía un oído privilegiado
Y así paso una semana….
La curiosidad dio mas conmigo, y quise indagar un poco mas del tal Shaoran Li, y la fama que tenía en el instituto. Claro que no conté con la sagacidad de mi amiga Tomoyo.
- Sakura ¿por qué tan interesada?... me pregunto picarona…pero luego su semblante cambio de la alegría al pánico.
- Ay no!, no me digas que ..¿te enamoraste?
- No seas tonta Tomoyo, no digas estupideces – dije mientras miraba a mi alrededor, menos mal estábamos las dos en el salón.
No me quedo mas remedio que contarle lo sucedido en la biblioteca; claro que omitiendo algunas partes.
- Ay! Sakurita, la manera que tienes de conocer chicos – dijo riéndose
- Si claro, que graciosa – dije fastidiada, tomé mi mochila con toda la intención de retirarme
- Sakura, espera – dijo Tomoyo, mientras buscaba algo en su mochila.- Toma, esta es la revista del primer trimestre, ahí encontraras todo lo que desees saber…me la devuelves después – dijo adelantándose a la salida.
En mi manos quedo la revista del instituto y en la portada estaba él, Shaoran Li, sosteniendo una copa y a su lado vestida de porrista, la voluptuosa rubia, voy a tener que replantearme mi postulación a las porristas.
En letras blancas de titular se podía leer:
"Equipo de Baloncesto, gana por segundo año consecutivo, campeonato estatal"
Y en letras mas pequeñas "la pareja del momento Shaoran Li y Akiho Shinomoto; capitanes"
Hice una mueca de desagrado por el maldito cliché; el capitán del equipo con la rubia despampanante y porrista.
Tome la revista y la guarde en mi mochila, mire el reloj del aula y ya eran las cinco de la tarde…por estar de cotilla con Tomoyo, iba a llegar tarde…y hoy me tocaba preparar la cena, ya que mis padres habían tenia que ir a Tokio por unos tramites.
Salí rápidamente del salón y para cortar camino, tome la ruta por la vieja biblioteca ya que tenia una salida por un callejón que daba directo a la parada de buses, casi nadie usaba esa ruta; porque había que pasar por el oscuro pasillo abandonado, era algo tétrico ya que estaba lleno de maleza, y rondaban muchas historias de fantasmas, por lo cual, usaba esa ruta solo para emergencias y pasaba corriendo con los ojos cerrados la galería, pero luego los abría ya que al fondo existía una hermosa fuente en un jardín interior bastante bello con una solitaria banca que a veces utilizaba para venir a leer cuando quería paz, la banca estaba cerca de un único árbol de cerezo que parecía el único ser viviente del lugar. Cuando descubrí este lugar, la banca estaba rota y el árbol casi seco, pero había reparado la banca y cada vez que iba regaba el árbol y las pocas flores silvestres del lugar…era mi escondite.
Estaba por llegar a la esquina que me llevaba a la escalera de mano que usaba para saltar el muro y salir al exterior, cuando escuche las voces y la discusión…y la curiosidad pudo conmigo nuevamente, así que volví sobre mis pasos y me acerque con cuidado al otro extremo del jardín…
- te lo advertí Li, que con mi hermana no te metieras – dijo un gigantón encarándolo amenazadoramente
Li estaba fuertemente sujeto por dos tipos, no los reconocía del instituto, por lo cual deduje que no eran estudiantes, o simplemente no había reparado en ellos, pero se veían más adultos, así que estudiantes de institutos no eran.
Sigue mirando al alrededor, y repare en una tercera persona, una que conocía bien, ya que era compañera de clases…Kaoru Chiba, y estaba llorando algo falsamente por así decirlo.
Li trato de soltarse y al levantar la cabeza, vi que tenía el labio partido, del ojo izquierdo tenía un fuerte golpe y un corte, ya que la sangre bajaba por su mejilla
- Ya te lo dije Chiba, no me he metido con tu hermana…es un malentendido – dijo Li con algo de esfuerzo, mientras escupía un poco de sangre que salía de su boca.
Fue precisamente que en ese momento hice algo estúpido…salí de mi escondite, me acerque hasta que me vieran y con toda calma exclame
- eso es cierto
Todos me miraron algo asombrados, incluido Li
- Sé que Shaoran Li y Kaoru no están saliendo, él tiene una "regla de oro" …no sale con novatas.
Shaoran mi miro asombrado, y se formó un silencio algo incomodo, hasta los falsos sollozos de Kaoru cesaron
El gigantón se acercó lentamente hasta donde estaba, y casi en cámara lenta vi sus intenciones al ver que levantaba sus manos a mi cuello; y como contaba con entrenamiento básico de defensa personal, en honor a Touya, esperé que estuviera en mi campo de acción por lo cual rápidamente bloque su mano y me gire y ya lo tenía de rodillas con el brazo extendido en el punto de ruptura.
Sin duda no lo vio venir, era común que me subestimaran, era bajita, delgada y usaba lentes; Touya siempre me decía que esa era mi ventaja, nadie podría pensar que sería capaz de defenderme entonces se confiaban.
- Ordena a tus amigos que suelten a Li – le dije, mientras hacia un poco de presión en su brazo.
Los tipos solo miraban la escena sin saber que hacer
- Suéltenlo o le rompo el brazo – volví a decir.
- Ha…háganlo…logro decir el gigantón.
Los tipos soltaron a Li, quien cayó de rodillas sujetándose el abdomen.
Solté al gigantón, y lo miré algo apenada - Se que solo defendías a tu hermana, pero antes de complacerla, averigua si es verdad, y no son solo caprichos de niña mimada.
- Como te atreves, solo eres una mosquita muerta…eres…eres.
- Soy qué? ¿sincera? eso ibas a decir
La tal Kaoru dio un fuerte golpe en el suelo, y me miró con odio, ayudo a su hermano a levantarse, pero el rechazo la ayuda
- Vámonos…les dijo a sus secuaces
- pero hermano…. Continuó Kaoru
- dije…VAMONOS – repitió el hermano bastante cabreado.
Ví como el grupo se alejaba y me giré para ver a Li. Se había sentado en el suelo y su cara era todo un poema, tiene el labio roto, un ojo hinchado que empezaba a ponerse morado, la camisa desgarrada y varios moretones lograba ver a través de la tela, me arrodille con cautela a su lado, se que los chicos son bastantes orgullosos y no toleran que una chica los haya ayudado
- gracias – le oí decir, vaya Li era diferente – me pillaron desprevenido, no vi venir el primer golpe, dijo mientras limpiaba la sangre de su boca.
- su hermano es levantador de pesas de la universidad, creo que por eso me soltó, solo porque estuviste a punto de estropearle el brazo.
- eso le paso por meterse con chicas
Li se río de mi mal chiste, pero se arrepintió en el acto, ya que el labio volvió a sangrarle.
- ven, te llevo a la enfermería – mientras lo ayudaba a incorporase.
Li apoyo su peso en mi – gracias, Kinomoto.
- ¿sabes mi nombre? – pregunte algo asombrada
- si, cortesía de Yamazaki
Lo mire extrañado, pero hizo un ademan con su mano – larga historia- fue lo único que añadió.
Llegamos a la enfermería, afortunadamente ya casi no quedaba alumnos en el instituto, sino el rumor que correría no sería bueno para mí, siendo aun la "nueva"
- Por Dios! Señor Li, ¿Qué le sucedió?
- bueno…yo...- empezó a decir algo incomodo
- lo asaltaron – me apresure a decir, viendo de reojo a Li para que me siguiera la corriente.
- rápido Srta. – ayúdame a dejarlo en la camilla tres, voy por lo necesario para curar sus heridas
Acompañé a Li a la camilla, y con la luz pude detallar mejor su rostro, a pesar de los golpes y moretones tenía unos lindos ojos.
- gracias por todo, Kinomoto, si no hubieras interferido, Chiba me iba a matar, no me encontró en el mejor momento con su hermana
- ¿qué? –si te estabas aprovechando de su hermana- te merecías la paliza – dije a modo de broma
- no claro que no, pero malinterpreto todo, o más bien, creo que su hermana lo planeo todo.
- explícate
- Pertenezco al comité del festival, al parecer Chiba también, porque me estaba yendo del instituto y me dijo que el profesor de deportes necesita a la bodega que queda cerca de la vieja biblioteca por unos banderines, así que fue con ella, pero al llegar se encerró conmigo y se me tiro encima…la alejé con toda delicadeza, pero me hizo tropezar y caí encima de ella sobre unas colchonetas, la puerta se abrió y entro su hermano con sus amigos…y ya sabes el resto.
- Cielos Li, caíste muy fácil, para la próxima me avisas, tengo buen ojo con las mojigatas mentirosas - le dije en tono de broma
- pues te tomare la palabra, Kinomoto – me extendió su mano - ¿amigos?
Lo mire algo desconfiada, pero estreche su mano – amigos, de algo me debe servir ser amiga del ídolo del colegio – dije riéndome
Tenia la sensación de que iba a decirme algo más, pero entro la enfermera con los insumos para tratarlo, así que me despedí de ambos y regreso sobre mis pasos
Esta por tomar la esquina donde estaba la escalera, cuando un objeto brillante del suelo llamo mi atención, era una fina cadena, al parecer de oro, y tenia un colgante con la letra "H" muy bonito… ¿será de algunos de los tipos de la pelea? ¿o de Li?, otro día le preguntaría…sí, claro cómo no, seguro que mañana te saluda como una vieja amiga; no era el prospecto de "amigos" con los que el se juntaba, solo había sido amable.
Guarde la cadena en mi mochila y fue cuando repare en la hora, ¡Oh No! Ya era las siete de la tarde, mis padres estarían por llegar, tendría que inventarme una buena excusa, llegaría tarde, tenia algo de sangre en mi blusa y la cena no esta lista
- Mierda…mierda…mierda!
Bueno, hasta aquí les dejo el capitulo, espero les haya gustado mucho, como les dije es una historia que tenia escrita hace bastante tiempo, la he ido editando y corrigiendo algunas escenas…
Nos leemos
Lily
