Disclaimer: Los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es CullensTwiMistress, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to CullensTwiMistress. I'm only translating with her permission.
Capítulo 10
Papá sufrió un infarto.
Estamos en el hospital y Edward y Ellie se encuentran a mi lado.
Es una manera desagradable de conocer a mi familia, sin embargo estoy agradecida de que él esté aquí.
Ellie está un poco desconcertada. No tenía idea de que él vendría así que imagina su sorpresa cuando la desperté para contarle sobre Charlie, y termina además viendo a Edward en nuestra casa.
Quería que se quedara en casa, pero ella se negó, queriendo estar aquí a mi lado. Ella no es estúpida. Joven, sí, estúpida, definitivamente no. Ella ama a su abuelo más que a nada y saber lo que le puede pasar hace que se aferre a mí como una segunda piel. Ella me siguió a la planta baja y simplemente miró a Edward incrédulamente sin decir ni una palabra mientras nos seguía hacia el coche de Edward.
Me encuentro en shock mientras intento procesar todo.
¿Un infarto? Él no había estado enfermo, quizás algún resfriado aquí y allá, pero nada grave.
Las lágrimas caen por mis mejillas y parece que no puedo hacer nada para detenerlas.
Hace unos momentos, estaba feliz. Incluso entusiasmada. Esa sensación que tienes cuando todo está simplemente... bien. Edward y yo, en mi casa solo moviéndonos por instinto y pura lujuria; manos vagando y corazones latiendo frenéticamente. Debería haber sabido que todo era demasiado bueno para ser verdad.
Y ahora, todo es un desastre. Todas esas emociones fueron reemplazadas por algún tipo de caos calamitoso que no sé cómo afrontar.
Edward está sentado en silencio y mantiene a Ellie y Alice ocupadas mientras Rose y yo tratamos de hablar con doctores y enfermeras sobre la condición de papá. No están muy seguros de qué decirnos más que está luchando.
Mamá se encuentra en la habitación con él, pero no tenemos permitido entrar allí más de una persona a la vez. Por ahora.
Siento náuseas. Estaba en casa en mi propio mundo, refregándome contra mi no-del-todo novio y mi padre podría estar muriendo.
Miro a Edward y ya no sé nada.
Él me ofrece una sonrisa suave, y entonces regresa a su juego de cartas. Creo que Alice está ganando. No estoy segura. Él es tan bueno con ellas. Demasiado bueno, incluso. Lo veo en sus ojos, la preocupación que muestra por alguien que apenas conoces. Es abrumador.
Estoy destrozada. Más lágrimas caen por mis mejillas y Rose me frota la espalda cariñosamente. Todos estamos tristes por papá, pero no puedo evitar sentir que he sido muy egoísta últimamente.
—Él estará bien, Bella —dice Rose suavemente. Emmett la envuelve en sus brazos y los observo inclinarse hacia el otro en busca de apoyo.
Echo un vistazo a Edward de nuevo y por mucho que quiero lo que Rose y Emmett tienen, no estoy segura de que pueda permitirme tener eso. Estoy en un dilema. Todas mis emociones se encuentran a la vez; subiendo a la superficie y amenazando con desbordar. No me gusta.
Nunca antes me he sentido así. Ni siquiera cuando estaba pasando por un infierno con Alec, simplemente lidié con ello y seguí adelante.
Lo cual demuestra cuánto lo amaba en verdad.
Esto es diferente. Esto hace que me de cuenta que siento más por Edward de lo que debería en tan poco tiempo. Esto me aterra.
Me encuentro con los ojos cansados de Rose y suspiro.
—Eso espero, pero todo es demasiado, ¿sabes?
—Lo sé. —Asiente y entonces se inclina más cerca de mí—. Puede que este no sea el momento o el lugar correcto, pero tu Edward es realmente apuesto.
Veo a Emmett poner los ojos en blanco, pero su comentario relaja un poco el ambiente y soy capaz de esbozar una pequeña sonrisa.
Estoy cansada y creo que he llorado bastante esta noche para poder dormir bien. Probablemente terminaré llamando para pedir el día mañana en el trabajo.
Mamá regresa después de hablar con uno de los doctores y nos dice que papá se encuentra un poco mejor. Él necesita descansar y no tiene sentido que nosotros estemos aquí. Ella quiere que vayamos a casa. No hay nada que realmente podamos hacer por él y necesitamos descansar.
Ella insiste en quedarse en el hospital y dice que nos llamará con novedades ni bien los doctores le digan algo.
Mi mamá es tan fuerte. La admiro por su fuerza en situaciones como esta. En vez de desmoronarse, se recompuso, se puso de pie y tomó el asunto en sus propias manos.
Sé que está sufriendo, puedo verlo en sus ojos mientras me abraza y me susurra que Edward es un caballero por venir aquí conmigo. Ella incluso añade que es muy apuesto. Seca las lágrimas de mis ojos y me dice que todo va a estar bien; que cosas como estas pasan en la vida y que necesitamos aceptarlas.
No sé cómo lo hace. Sé que ama a mi padre más que nada, sin embargo es capaz de quedarse tan tranquila y concentrada mientras que yo estoy hecha un desastre con todo el asunto.
Edward y Ellie se unen a nosotros y mamá abraza a Ellie y le dice que no se preocupe, que papá es un hombre fuerte y que estará bien. Ellie se lo toma con calma pero sé que está preocupada. No ha llorado, así que supongo que es algo bueno bajo estas circunstancias. No estoy segura de cómo hubiera lidiado con eso si ella también se hubiera desmoronado.
Me sorbo la nariz, sonrío, y beso la mejilla de mamá antes de unirme a Edward y Ellie junto al ascensor.
Esta noche no fue una noche para grandes presentaciones, pero como las chicas ya lo conocían, en realidad fue de gran ayuda al cuidarlas y distraerlas mientras Rose y yo tratábamos de estar allí para mamá incluso si no parecía que nos necesitara.
Por mucho que odie admitirlo, tener a Edward allí no es tan malo. Me siento destrozada, inútil y no sé cómo lidiar con estas nuevas emociones.
Permanezco en silencio de camino a casa. Probablemente esté más callada de lo que he estado con Edward. Él tampoco dice mucho, y supongo que no hay mucho que pueda decir. Nada va a mejorar esta situación, a menos que mi padre salga de esto sin más complicaciones, pero la realidad es una perra cruel a veces.
Ellie no ha hecho ninguna pregunta y supongo que tengo que agradecerle a Edward por eso. Lo escuché hablar con las chicas temprano. Ellas estaban preocupadas por su abuelo, pero él mantuvo la calma y les habló de una manera que calmó sus preocupaciones sin ser condescendiente. Él es un maestro nato; apuesto que todos los niños lo adoran. Incluso los delincuentes.
—Gracias, Edward —le digo cuando doblamos en la calle de mi casa.
—No hay ningún problema, en serio. —Mantiene la mirada fija en la carretera y cuando llegamos a la casa, le digo a Ellie que entre y me espere.
Cuando ella se encuentra a salvo dentro de la casa, giro en mi asiento y miro a Edward. Él mantiene su mirada en mí y puedo ver que está preocupado. La arruga en su frente es profunda y mis dedos se contraen, quiero calmarlo para que desaparezca. Quiero que todo esto desaparezca y simplemente comenzar de nuevo y estar en sus brazos de nuevo.
—Lamento todo esto. —Inclino la cabeza y miro mi regazo—. Sé que esta noche no salió como debía.
Espero que él lo entienda. Sé que lo hace. Simplemente necesito que las palabras estén allí.
Él finalmente copia mi posición en el coche y toma mis manos en las suyas.
—Sé que esto es difícil. No puedo imaginar si ese fuera mi papá... —Sacude la cabeza y una expresión sombría pasa por sus rasgos—. Estoy aquí, ¿de acuerdo? Estaré aquí para ti, Bella. ¿Me lo permitirás?
Las lágrimas traicioneras caen por mis mejillas con seriedad. Sé lo que está pidiendo. Él quiere que le deje entrar por completo. He estado manteniendo una parte de mí cerrada, abriéndome a él solo de ciertas maneras. Dejándole ver partes y fragmentos pero no todo de mí.
Todo mi yo es lo que da miedo.
Todo mi yo es lo que me hizo esperar antes de llamarlo.
Todo mi yo, es esta madre soltera insegura con problemas de autoestima y un pasado que me deja sintiendo que es difícil creer que alguien acaso pueda quererla.
A mí. A mí. A mí.
No he hecho nada para mí en tanto tiempo que se siente mal siquiera pensarlo.
Pero necesito esto. Quiero esto. Con él.
Para mí.
—Lo intentaré. —Le doy un apretón a sus manos y lloro. Me inclino hacia adelante y presiono mi frente contra su pecho, necesito la cercanía. Un abrazo. Calor. Consuelo. Lo necesito, lo anhelo y lo extraño tanto que duele.
Esto es lo que he extrañado de estar con alguien.
Ver a Emmett consolar a Rose hizo que me doliera el corazón.
Tener los brazos de Edward a mi alrededor y que me sujeten mientras sollozo contra su pecho y saco todo se siente increíble. Parte de mí quiere correr por las escaleras, arrastrarme hasta la cama y sollozar hasta quedarme dormida, pero entonces eso no me llevará a ninguna parte. Esto es lo que necesito, sus palabras reconfortantes de «todo estará bien, Bella» y «Estoy aquí para ti, cariño» hizo que mi corazón se agrande.
No puedo quedarme aquí afuera toda la noche y tengo que entrar y ver si Ellie está bien, pero tampoco quiero dejar los brazos de Edward.
—Tengo que ir a ver cómo está Ellie. —Tengo que ser una madre primero y ver si ella está bien.
—¿Quieres que me quede? —Sus ojos estudian mi rostro. Debo verme como la mierda. Mis ojos se sienten hinchados y probablemente estén rojos. No he llorado así... nunca. Ni siquiera cuando encontré a Alec en la cama con otra mujer.
—Tienes que trabajar mañana. Estaré bien —le digo y respiro profundamente. Quiero que se quede. Lo hago, pero no se lo diré.
—Bella, por favor —ruega. Cierro los ojos. Él ya me lee como un libro abierto. La idea me asusta.
—Estaré bien. Te llamaré mañana o llámame tú. Pediré el día en el trabajo e iré a ver a papá. El Sr. Newton probablemente sabrá que él está en el hospital antes que incluso yo se lo cuente. —Sacudo la cabeza y me río sin humor—. Vida de pueblo pequeño y eso —añado.
Él presiona un dulce beso en mi mejilla, su aliento sopla mi rostro y me hace sentir mareada cuando susurra, «Estoy aquí para ti, Bella».
Con un último asentimiento, me bajo del coche y me apresuro hacia la casa.
Afortunadamente, Ellie ya está en la cama y dormida.
Hay mucho para procesar en tan poco tiempo, pero en el momento en que mi cabeza toca la almohada, me quedo dormida.
