LOS HATER DIJERON QUE NO SE PODIA, UN NUEVO CAPITULO EN MENOS DE UN MES. Y AQUI ESTOY CON LA CARA DESTAPADA CON UN NUEVO CAPITULO

Y AL PUBLICO NO LE INTERESAAAAAA

Ok sera mejor que me tome las pildoras omg

No me esperaba que este capitulo sea largo pero fue divertido escribiendo


Sentimientos estrellados

Zona de campamento, a las afueras de Brisbane*

Después de un día lleno de emociones y un esperado reencuentro para la Heeler azul, la noche finalmente cubre el bosque con un manto de color negro. Los sonidos de los insectos del bosque se escuchan entre los árboles con los pájaros que se posaron antes en las ramas para descansar durante la noche. Sin embargo, algunos árboles estaban cubiertos por el color naranja claro de una fuente de luz cercana... un pozo de fuego instalado cerca de la caravana de los Heelers.

Alrededor de la fogata estaban todos los miembros de la familia, cada uno con un palo y un malvavisco en la punta, apuntando a la parte superior de la fogata para derretirla. Algunos miembros como Bandit, Stripes, Radley y Chilli hablaban mientras que Trixie tenía a sus niñas Muffin y Socks inclinadas hacia ella para sentir el calor de su madre. Rossi y Frisky estaban ocupados preparando algo que Rossi aprendió en su escuela primaria, sándwiches S'more. Esto deja a Bluey sola, la única con dos palos con malvaviscos.

Mientras su familia se contaba historias de su vida cotidiana, Bluey no prestó atención a la conversación y se concentró en los malvaviscos que se derretían lentamente. Cuando los malvaviscos se derritieron lo suficiente para ella, ella dijo a su familia antes de levantarse –Voy a estar con Bingo–

–Está bien, Bluey– dijo Chilli antes de continuar hablando con su padre e tios

Cuando Bluey se levantó y comenzó a alejarse de la luz y el calor del fuego, se sumergió en la fría y oscura noche del bosque. Se aseguró de tener suficiente cuidado para no chocar contra un árbol o encontrar otra araña como lo hicieron sus primas y dejar caer los malvaviscos para ella y Bingo. La Heeler camina hasta que llega a un claro fuera del grupo de árboles, la luz de la hoguera se proyecta a través de los árboles detrás de ella, pero frente a ella, la luz de la luna se proyecta sobre la hierba y las pocas flores alrededor de una Heeler roja con una manta cubriéndola, reconoció la figura como su hermana mirando hacia las pocas estrellas que son lo suficientemente brillantes como para ser vistas.

Bluey camina detrás hasta que está lo suficientemente cerca para decir –¿Necesitas compañía?–

Las orejas de Bingo saltan al oír a su hermana, y se da la vuelta para encontrarse con ella bajo la luz de la luna. –Oh, eres tú...– Bingo también mira los malvaviscos que trajo. –¿Trajiste uno para mí?–

–Obviamente– responde Bluey, encogiéndose de hombros y caminando al lado de Bingo. Se sienta con cuidado, y Bingo la cubre con su manta para protegerla del frío de la noche. Cuando la Blue Heeler está lo suficientemente cómoda, Bluey extiende su mano con el palo y el malvavisco a Bingo para dárselo.

–¿Es sin gluten?– pregunta.

–Siempre– responde Bluey con confianza, lo que hace que Bingo agarre el palito y se coma los malvaviscos de un bocado.

Bluey también se come todo el malvavisco de un bocado, mira al cielo y dice –Es realmente una noche hermosa–

–Sí, Jack tiene razón– dijo Bingo, acercándose a Bluey para estar más cálida. –Pensar que esas estrellas son planetas reales es un pensamiento fascinante–

–Demasiado tarde para explorar el mundo, demasiado temprano para explorar las estrellas– recuerda Bluey algo que Jack dijo antes.

–Pero justo a tiempo para estar en este mundo confuso– bromeó Bingo sin mucho entusiasmo, y Bluey rápidamente se dio cuenta de eso.

–¿Pasa algo, Bingo?– pregunta Bluey.

–Es solo que…– Bingo se inclina ligeramente hacia el cielo. –Solo estoy pensando, eso es todo–

–Debes estar pensando mucho si estás aquí sola– respondió Bluey mirando a Bingo.

–Sí… de hecho lo es– dijo Bingo con una voz cansada que hizo que Bluey siguiera preguntando.

–Entonces, ¿puedo saber qué es lo que te molesta?–

Bingo no responde de inmediato, pero mantiene su vista en las estrellas hasta que murmura –Bluey…– La heeler roja baja la mirada hacia Bluey y desvía su pregunta –¿Cómo se siente estar enamorada?–

–¡!– Las cejas de Bluey se levantaron de inmediato. Sabía que este tipo de conversación surgiría algún día, pero nunca pensó que sería durante el viaje de campamento. La heeler azul giró la cabeza hacia el suelo debajo de ella para pensar en una respuesta. Sabía exactamente cómo se sentía estar enamorada, once años de experiencia para ser exactos, y ahora debía encontrar una manera de comprimir todos esos años que quería estar con Mackenzie en una respuesta a su hermana.

–Bueno… –Bluey reúne el coraje para seguir hablando– Supongo que simplemente te sientes feliz; no puedes evitar sentirte feliz cuando algo te recuerda a él. A veces te miras al espejo y piensas "Hoy voy a mantener la calma", pero cuando finalmente estás frente a él o incluso cuando alguien menciona su nombre, simplemente no estás lista para ello. Sientes que tus rodillas se rinden, sientes… que tu corazón quiere salirse de tu pecho, pero incluso si odias la sensación de derrumbarte frente a él… quieres más. Es como una droga. Solo quieres más y tratas de hacer todo lo posible para estar a su lado. Siempre te debates en tu cabeza si deberías intentar abrazarlo, si deberías intentar hablar con él, si deberías intentar no ser una rara a su lado. Realmente intentas con todas tus fuerzas no pensar en eso todo el día, pero aún así… terminas pensando en él.

Bingo se quedó callada mientras miraba a su hermana, absorbiendo todo lo que le decía hasta que dijo sombríamente –¿vas a confesarte a Mack?

–Oh– se golpeó mentalmente Bluey. Por supuesto Bingo diría algo así después de abrir su corazón. –No sé… no sé cómo voy a hacer esto. Tengo… miedo–

–Bluey, este es tu último año con él. Es ahora o nunca– afirmó Bingo.

–No estás ayudando– dijo Bluey, apartando la mirada de su hermana.

Al ver lo que había provocado, Bingo se disculpó, diciendo –Lo siento– y apartando la mirada de ella.

El pequeño momento en que ambas hermanas se miran entre sí hace que Bluey piense en lo que dijo Bingo; este iba a ser de hecho su último año con sus amigos de Glasshouse antes de separarse y que cada uno salga hacia el mundo. Jack ya se comprometió a unirse al ejército, Rusty continuará su camino para convertirse en un jugador profesional de cricket en una universidad. Chole, Indy y Snickers decidieron dejar Brisbane para estudiar en otras partes de Australia; Los Terriers quieren ir a su tierra natal en Escocia a estudiar, Judo probablemente irá a Londres a estudiar para ser una estilsta profecional, y Lucky expresó su deseo de ir a los Estados Unidos a estudiar para convertirse enun comentarista deportivo. Dejándola con Mackenzie, Honey, Winston, Winnie, Coco y Pretzel, todavía decidiendo cómo será su futuro, aunque puede que tenga una idea de a dónde irán Honey y Pretzel.

Si necesita confesar sus sentimientos por Mackenzie, debe ser pronto.

Espera, ella está enamorada de Mackenzie... ¿de quién se enamoró Bingo?

Probablemente tenga la respuesta.

–Oye Bingo– la llamó Bluey en voz baja, girando la cabeza para verla. –¿De quién te enamoraste?–

Tuvo que admitir que era una pregunta atrevida, pero Bingo reaccionó, giró la cabeza para mirar el suelo frente a ella y comenzó a golpear su pierna. Bingo se quedó así unos segundos, mirando al cielo y al suelo un par de veces hasta que finalmente dijo –¿Puedo preguntarte algo primero?–

–Sí, claro– responde Bluey sin preocupación

–¿Qué pasaría si… hipotéticamente– comenzó a hablar Bingo, –¿a uno de tus amigos le gusta… alguien del mismo genero?–

–Supongo que aceptarlos– respondió Bluey. –Eso no los define como son–

–Pero, ¿y si… si es alguien como… Winston?–

Bluey se rio ante la idea. –Eso sería impresionante, pero sí… lo aceptaría de todas formas–

–¿Y si… es alguien como Rusty?–

–Eso no me sorprendería, pero sí… seguiré siendo su amiga–

–¿Y si es alguien como… Jack?

–AHORA, no me sorprendería. Ya ves cómo sigue a Rusty a todas partes– Bluey se ríe un poco

–¿Qué tal alguien como… Winnie?–

–Lo mismo digo, la apoyaré–

–¿Qué tal… Chloe?–

–Honestamente…– Bluey empezó a hablar pero notó cómo Bingo temblaba por la palabra usada –… No la veo, pero aun así la apoyaré–

Bluey notó cómo Bingo se relajaba sutilmente antes de continuar, –¿Qué tal… Muffin o Socks?–

Bluey se giró para mirar hacia atrás para asegurarse de que sus primas no estuvieran cerca antes de mirar a Bingo nuevamente y decir, –Esa sería la sorpresa del año. Pero aún así, las amaría como las amé antes–

–¿Qué tal…?– Bingo deja de mirar a su hermana para mirar directamente al frente. Su rostro se pone rígido y cierra los ojos con fuerza antes de decir entre dientes, –Tu propia hermana–

–Eso no cambiaría nada–dijo Bluey en un tono cómodo, su corazón latía con fuerza mientras colocaba su brazo alrededor de una Bingo que relajaba lentamente su boca y su rostro

–Sigues siendo mi hermana. Todavía te amaré por lo que eres–

Bingo relaja todo su rostro y una pequeña lágrima surge de sus ojos cerrados. Sin siquiera esperarlo, Bingo se lanza hacia Bluey y la cubre con sus brazos en un fuerte abrazo. El abrazo hace que las dos hermanas se acuesten en el pasto.

–Eres la mejor hermana que podría pedir –dijo Bingo con los ojos llorosos.

–Yo también, Bingo. Eres la mejor –dice Bluey mientras rodea a Bingo con sus brazos para aceptar el abrazo– Entonces, ¿de quién estás enamorada?

Bingo se ríe un poco antes de confesar –Lila, me enamoré de Lila.

–Lo acerté –Bluey sonrió victoriosa

Bingo se separa de su hermana y pregunta –¿Lo sabías?

–Hablaste de ella en la caravana como si fuera tu amor verdadero – dice Bluey.

–Oh, sí, no pude evitarlo– dijo Bingo avergonzada, poniendo su brazo derecho sobre y detrás de su espalda, pero la cara de Bingo adoptó una expresión seria y preguntó –¿Papá y Mamá saben sobre esto?–

–Probablemente no– responde Bluey. –Pero estoy bastante segura de que tienen una idea, pero te aceptarán de cualquier manera–

–Bien, quiero decírselo cuando me sienta lista– afirmó Bingo.

–Por supuesto– dice Bluey mientras empuja suavemente a Bingo para que se levante del suelo. Bingo y Bluey vuelven a sentarse como antes, con la repisa cubriendo a ambos perros.

Cuando ambas hermanas miran al cielo nuevamente, Bluey pregunta –¿Desde cuándo tienes estos sentimientos por Lila?–

–Un par de meses, pero honestamente, fue hoy que esos sentimientos se hicieron más fuertes– explicó felizmente Bingo.

–¿Por qué?–

–No lo sé. Supongo que pasar tiempo en el bosque con una araña enorme en las palmas de las manos puede hacerte pensar con más claridad–

–Sí, eso suena como algo que diría Bingo– bromea Bluey, lo que hace que ambas hermanas se rían a carcajadas.

Cuando Bluey y Bingo dejan de reír, Bluey pregunta –Entonces, ¿quién más sabe sobre esto?

–Tú y Dougie–

–¿DOUGIE?– exclamó Bluey, mirándola de inmediato.

Bingo simplemente asintió con orgullo. –Le dije hace una semana, pero era difícil…– levanta la mano para mirarse las palmas –... "decirle" lo que siento por ella, pero él me entendió, incluso me abrazó y me hizo señas de lo feliz que estaba por mí–

–El es simplemente un niño hecho de oro–

–No… El está hecho de diamantes– dice Bingo antes de agarrar la manta detrás de ella y levantarse, diciendo –Estoy cansada. Me voy a dormir–

–¿Sabes qué…? –se las arregló para decir Bluey cuando estaba a punto de bostezar, pero logró contenerse– Yo también. Ha sido un día largo.

–Sí, ¿quién hubiera pensado que te reuniras con Jean-Luc esta tarde? –agregó Bingo.

–Nadie. Este mundo es realmente un lugar mágico –dice Bluey mientras también se levanta y camina junto a su hermana hacia su tienda de campaña.

Bluey y Bingo llegan a su lugar de campamento donde están las tiendas de campaña. Había cinco en total: una para la familia de Radley, una para Stripes y Trixie, una para Muffin y Socks, una para Bandit y Chilli y una más pequeña para las hermanas Heeler.

Cuando Bingo se arrodilló para entrar en su tienda de campaña, pidió al entrar –Si mamá o papá comienzan a roncar, me ofreceré voluntaria para despertarlos–

Bluey también se arrodilló y habló mientras entraba. –Está bien, te lo encargo a ti.–

Cuando Bluey entró en la tienda, se dio la vuelta y usó la cremallera para cerrar la tienda, protegiéndola del viento de la noche para poder dormir y comenzar su siguiente capítulo el día siguiente.

Pero lo que Bluey no sabía esa noche

Es que alguien siente algo por dos perros diferentes


la mañana siguiente*

La casa de los Border Collie*

–Okay– dice Mel, dando un paso atrás hacia el jardín en el frente de la casa mientras se sacude la tierra de las manos para pararse junto a Fozzie y Jean-Luc con el sol brillando en el cielo. –¿Qué piensan ustedes?–

Delante de los dos border collie y el labrador, hay cuatro macetas en el porche: dos macetas grandes con una bandera de Nueva Zelanda en cada una que representa a los dos padres y dos macetas más pequeñas, una con una bandera de Nueva Zelanda que representa a Mackenzie y otra con una bandera canadiense que representa a Jean-Luc.

–Se ve increíble– agrega Jean-Luc mientras asiente con la cabeza mientras Fozzie también asintió.

Han pasado menos de 24 horas desde que Jean-Luc se reunió con Bluey y de que Mackenzie lo confronto. Se sentía más feliz de lo normal por lograr lo que quería en primer lugar, reunirse con Bluey y hacerse amigo de ella nuevamente. Pero otra parte de él estaba conmocionado y preocupado por Mackenzie. Parecía que el no estaba feliz en absoluto de que el este cerca de Bluey. El enfrentamiento de anoche lo sacudió tanto que perdió horas de sueño pensando en lo que iba a hacer en el futuro, ya le había prometido que lo dejaría ser el novio de Bluey, pero al mismo tiempo, el quiere pasar más tiempo con ella sin hacer enojar a el.

Apenas 3 días en Brisbane, y tiene que maquinar su cerebro y nisiquiera empezaron las clases.. maravilloso

RING RING*

RING RING*

El teléfono celular de Mel comienza a sonar. –Eh, me pregunto quién me está llamando tan temprano– se queja mientras tomaba su teléfono de su cadera y respondía sin mirar el nombre

–¿Hola?... ¡OH, hola ALI!... Sí, está conmigo–

Ambos perros miran a Mel confundidos hasta que ella se quita el teléfono de la oreja, lo pone en modo altavoz y se lo entrega a Jean-Luc. –Es Alicia–

–¿Alicia?– Jean-Luc reacciona confundido pero agarra el celular y responde, –Hey Alicia, ¿qué pasa?–

–Hey Jean-Luc, sabes que dije que te daría un par de días para descansar, ¿verdad?– La voz de Alicia suena en el celular

–Sí, me recuerdo– dice Jean-Luc

–Bueno…–


Una hora después*

La camioneta naranja llega al estacionamiento de visitantes frente al enorme complejo gris y azul de dos pisos. En el segundo en que Mel apaga el vehículo, Jean-Luc se baja inmediatamente para encontrar el lugar donde pasará la mayor parte del año frente a él.

–Vamos, "Jan-Luke". Alicia debe estar adentro– dice Mel mientras ajusta su bolso y comienza a caminar hacia la entrada.

Cuando ambos perros comenzaron a acercarse cada vez más a la entrada del edificio, Jean-Luc comenzó a disminuir la velocidad, dejando que Mel siguiera adelante hasta que se detuvo lo suficientemente cerca para ver las cinco grandes estrellas debajo de un extenso conjunto de letras sobre las puertas que dice

Professor Bertholdt. R Koolie*

Escuela Secundaria Southern Stars*

–(Este lugar es definitivamente más grande de lo que vi en las fotos, más grande que Tyler's también)– susurra Jean-Luc en francés.

–Vamos, "Jan-Luke"– grita Mel mientras sostiene una de las muchas puertas que conducen al interior.

Jean-Luc reacciona al sonido del Border Collie y camina hacia la entrada de la escuela. Cuando finalmente entra, se encuentra con las muchas mesas plegables que forman parte del salón principal del edificio, que está conectado a ambos salones de clases con casilleros a los lados, dos juegos de escaleras que van al piso superior donde se encuentran más aulas, el salón principal también conectado a la biblioteca, una sala de computadoras, la oficina principal donde se encuentra la oficina del director y un pequeño pasillo que conduce a la cafetería y los campos.

Y en el medio del salón principal, está el esquimal canadiense responsable de la presencia de Jean-Luc, mirando hacia la cafetería.

–¡Alicia!– grita Jean-Luc al ver a su amiga.

Alicia se da vuelta para ver a su compatriota que se acerca a ella. Tiene 34 años y tiene el pelaje corto como su hermana mayor. También tiene anteojos que la hacen parecer inteligente y conocedora, con un par de auriculares alrededor de su cuello. –¡Jean-Luc, Mel!–

–Hey, hey, hey– celebra Jean-Luc con los brazos ligeramente extendidos mientras se acerca lo suficiente para abrazar a Alicia. En medio del abrazo, dice –¡Lo logré, lo logré!–

–¡Claro que sí, lo lograste!– celebra Alicia también. –Te dije que estaba orgulloso de ti, y todavía lo estoy, Guardian–

–(Mamá crió un guardián)– Jean-Luc se separa de ella y, con su puño derecho cerrado, golpea simultáneamente con Alicia. –(¡NO UN COBARDE!)– gritan Jean-Luc y Alicia al mismo tiempo y abren sus puños para chocar los cinco en celebración.

Cuando terminan sus payasadas, Jean-Luc agrega rápidamente en francés –(La encontré)–

Los ojos de Alice se abren por completo y responde asombrada –(Estás bromeando)–

Jean-Luc solo asiente y Alice mira hacia Mel. Ambos perros blanco y marrón, se señalan entre sí durante unos segundos antes de abrir los brazos y decir –¡Hermana!– antes de unirse en un abrazo entre risas.

–Te ves más alta de lo que me imaginé– dijo Alicia mientras se separa de Mel.

–¿Y tú? Pareces más pequeña en persona– añade Mel, levantando el dedo.

–Tengo una cámara muy pequeña, okay, además la cámara me hacía parecer más joven de lo normal–

–Jaja, entonces podría necesitar una de esas cámaras, me estoy poniendo vieja– Mel inclinó la espalda hacia atrás para dejar en claro el punto.

–Esta quiereser adolescente– Jean-Luc interviene en la conversación. –Dijo un día que si dices que eres vieja, te vas a sentir vieja–

–Le enseñé bien– dice Alicia mientras señala a Jean-Luc consu pulgar. –Todo está en la cabeza; tienes que mentalizar lo que quieres en la vida y lo conseguirás–

–Entonces, si pienso que quiero un millón de dólares, algún día lo conseguiré– Mel da el ejemplo

–Sí, y robar un banco también ayuda– dice de la nada Jean-Luc haciendo reír a los tres perros

Después de reír, Alicia extiende sus brazos –Asi queee– y se da vuelta para mostrar el salón principal mientras dice –¿Qué piensan ustedes de Southern Stars?–

Jean-Luc mira a su alrededor para formar una opinión. Por alguna razón, los colores del salón le recordaron algo –Esto se ve genial, pero de alguna manera… esto se siente… ¿Americano?–

–Entonces te sentirás como en casa–

Los tres caninos se giran hacia la voz masculina de un joven adulto en las escaleras. Provenía de un perro amarillo autoritario que vestía un traje y pantalones negro bajando las escaleras mientras mantiene su mano en la barandilla, su pecho en alto y una sonrisa cálida y amigable.

Cuando el imponente perro amarillo llegó al final de las escaleras, continuó con sus brazos extendidos mientras se acercaba a Jean-Luc, –Bienvenido a Southern Stars, amigo mío, donde creamos las estrellas del mañana–

–Suena bien– comentó Jean-Luc. –Podría ir en una camiseta–

–En realidad– El tono del perro amarillo cambió por completo a una voz amigable y juguetona mientras desabrochaba su traje, y cuando se desabrochó lo suficiente, espació su traje para revelar una camiseta con la frase que dijo antes. –Ya lo hicimos hace tres años–

–Wow–

–Hey, ¿dónde están mis modales?– El perro amarillo sacude la cabeza, se cierra el traje nuevamente y le muestra la mano a Jean-Luc para que la estreche. Sin preguntar dos veces, Jean-Luc lo agarra, y el perro amarillo comienza a estrecharle la mano. –Soy Thomson Chinook, pero puedes llamarme Tommy. Soy el director de esta escuela, y es un gran honor finalmente conocerte. Soy un gran admirador de tu trabajo con los Guardianes–

–¿En serio?– Los ojos de Jean-Luc se iluminan ante la mención de su equipo

–¡Sí!– Tommy soltó la mano de Jean-Luc. –Cuando Alicia me dijo que eres una futura superestrella del hockey, no pude evitar mirar algunos de tus partidos, y déjame decirte, me encanta el partido que tuviste contra los Operadores en Hamilton–

–Sí…– Jean-Luc apenas lo dejó salir por la incomodidad de tener a un "Superfan" frente a él. Su comportamiento cambió totalmente a precaución. ¿Una superestrella del hockey? El nunca había escuchado de algo así antes. Sabía que algunos de sus partidos eran buenos, pero no al punto de ser llamado una superestrella, pero aún así, continuó y se puso una mano en la cabeza para significar dolor. –Me dolió la cabeza durante dos días después de bloquear ese tiro–

–Pero el grito de guerra que dejaste salir después... ufff– El pelaje de Tommy se estremece. –Mi sangre corrió con fuerza–

–Bueno...– Alicia se obliga a sí misma a participar en la conversación –Hagamos que el organice las clases para que pueda seguir descansando. Cambiar una zona horaria asi como asi no es ninguna broma en el horario–

–Oh, vamos, Alicia– Tommy dejó caer los hombros y suplicó –¿No quieres mostrarle la escuela? Las aulas, los campos, el auditorio–

–Pero dijiste…– Alicia se acerca a Tommy y le señala el pecho con el dedo de forma amenazante –… El prepara sus clases y luego se regresa–

–Por favor, Alicia– Tommy lentamente transformó su rostro para usar sus ojos de cachorro contra Alicia y continúa con voz suplicante –Sabes lo importante que es esto para mí y para la escuela–

El rostro de Alicia se mantuvo firme, pero después de unos segundos, comenzó a temblar de ternura por parte del Chinnok hasta que finalmente dijo –Agh, bien– Se volvió hacia Jean-Luc y le preguntó –¿Quieres quedarte más tiempo y ver la escuela?–

–Ehh– Jean-Luc se vuelve hacia Mel, que está hablando por teléfono. –¿Qué hay de Mack? ¿Puede esperarnos hasta que terminemos?–

–Ahora que lo mencionas– Mel comienza a hablar mientras sigue escribiendo en su teléfono, –Mackenzie quiere que lo lleve a Blaze's para hablar con algunos de sus amigos–

–Está bien, entonces nos ocuparemos de Jean-Luc mientras tanto– dice Alicia, encogiéndose de hombros.

–Sí, suena bien– Mel se da la vuelta y se dirige a la salida. –Nos vemos, chicos–

–Nos vemos, madam Mel– Jean-Luc se despide del border collie.

Cuando Mel finalmente logra atravesar la puerta y salir del edificio, Tommy se gira hacia los dos canadienses y se pone una mano en el corazón. –Uff, mi corazón está palpitando–

Pero la escena de Tommy se interrumpe cuando Alicia lo mira con los ojos entrecerrados amenazantes y Jean-Luc lo mira con una mejilla entrecerrando su ojo derecho.

–Oh, sí, lo siento– Tommy se recompone y mira hacia la oficina para ver varias exposiciones y les explica mientras camina hacia la exposición –Para responder a la pregunta de Jean-Luc sobre por qué este lugar le parece tan familiar, tenemos que aprender quiénes fueron mi abuelo y mi padre–

El grupo se detiene frente a la exposición de un viejo uniforme militar verde con un sombrero holgado donde está la cabeza, también hay varias fotos en blanco y negro y láminas que explican la historia detrás del uniforme, pero Tommy explica de todos modos

–Este es el uniforme de Bertholdt Richard Koolie, mi abuelo. Era un tipo normal trabajando con el ganado por la mañana, pero cuando se hizo mayor empezó a pasar tiempo jugando al cricket o al fútbol con los niños más pequeños mientras que sus padres trabajaban en los campos.

–A medida que pasaba más tiempo con los niños, ellos empezaron a hacerle preguntas sobre la vida y lo que sea que se les ocurra. Como todos trabajaban en granjas, ellos no podían tener acceso a una educación adecuada en la ciudad. Fue entonces cuando Bertholdt empezó a reunir libros para estudiarlos por la noche y les contaba lo que aprendía a los niños el día siguiente. Era tan bueno enseñándoles que los otros padres empezaron a enviar a sus hijos para que estudiaran, algo que él aceptó con gusto–

–Luego, estalló la Segunda Guerra Mundial cuando tenía 25 años. Cuando el imperio Japonés amenazó con invadir Australia, Bertholdt supo que tenía que proteger a los adultos trabajadores y a los niños inocentes que dependían de él y finalmente se alistó en el ejército australiano, justo a tiempo para participar en la batalla de Papúa Nueva Guinea. Hay una foto ahí con su unidad en la defensa de Port Moresby en el sendero Kokoda–

Tommy señala una foto en blanco y negro. Era Bertholdt, el Koolie con pelaje blanco, puntos negros a lo largo de su cuerpo y brazos blancos. Estaba arrodillado y posando junto a cinco soldados más con sus rifles de cerrojo y la jungla detrás de ellos

–Después de soportar condiciones horribles allí y defender con éxito Port Moresby, su unidad fue transferida para participar junto con los Estadounidenses en la liberación de las Filipinas de las fuerzas Japonesas en 1944, pero su unidad y otras fueron relegadas a enviar suministros a la fuerza principal en Manila–

–Y en una típica misión de suministro, él y su unidad encontraron lo que parecía ser una escuela abandonada en medio de la jungla, con una amplia variedad de niños de diferentes edades reunidos. Después de la guerra, descubrimos que la fuerza invasora saquearon sus aldeas y mataron a cualquiera que se les opusiera en la búsqueda de suministros muy necesarios mientras se retiraba. También descubrimos que estos niños eran una combinación de compañeros de clase y otros niños que pensaron que era una buena idea esconderse en la escuela, ya que nadie pensaría que allí había suministros–

–Cuando encontraron a los niños, se estimó que algunos de ellos pasaron hasta tres días sin comer una comida adecuada, algunos de ellos tenían suficiente energía para jugar con una pelota o caminar por la jungla en busca de ayuda, pero algunos de ellos estaban en las ultimas descansando, con la esperanza de sobrevivir a la pesadilla–

–Bertholdt estaba tan conmovido por la escena que convenció a su capitán para que se quedara y compartiera algunos de sus suministros con los niños. Compartió un poco de agua de su cantimplora y le dio una barra de chocolate a uno de los niños. Incluso había un fotógrafo cerca para capturar el momento–

Tommy señala otra imagen en blanco y negro. Era Bertholdt de rodillas dándole a un niño, un perro Askal, una barra de chocolate sin envoltorio

–La acción de Bethold inspiró a los chicos de su unidad a compartir también sus provisiones con los niños. Incluso el capitán compartió galletas con algunos de los niños, y no tardaron mucho en recuperar la energía y jugar al fútbol. Como siempre jugaba a eso en casa, Bethhold se unió a ellos con varios otros soldados, y jugaron hasta que el capitán se enojó y ordenó a sus tropas que mantuvieran el convoy en movimiento. Hay una foto ahí mismo del momento–

Tommy señala una foto de Bethhold haciendo de portero mientras los niños y otros soldados juegan con una pelota improvisada

–Cuando el convoy salió de la escuela abandonada, uno de los niños mayores llamado Alejandro decidió que si querían sobrevivir a la jungla, tenían que seguir a Bertholdt y al convoy, y lo hicieron. Cuando el convoy de Bertholdt llegó a una base de suministros y cuidados medicos en las afueras de Manila, los guardias estadounidenses les apuntaron con sus armas a los ninos. Hay que tener en cuenta que la situación en el Pacífico era terrible. Nadie confiaba en nadie, y estos soldados no iban a dudar en disparar a los niños. Pero cuando Bertholdt y sus hombres se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo, rápidamente detuvieron a los guardias y convencieron al capitán estadounidense para que los dejara entrar, algo que el capitán aceptó a regañadientes.

–Pero al final, los niños demostraron ser una gran incorporación a la base. La energía inigualable de los niños ayudaron a los estadounidenses destrozados por la guerra a relajarse mientras se recuperaban de sus heridas. Incluso se organizaron en equipos para practicar varios deportes. Los australianos enseñaron a todos a jugar al cricket y al rugby; los estadounidenses enseñaron a todos a jugar al béisbol y al fútbol, y Bertholdt enseñó a los niños todo lo que sabía de su tiempo enseñando en las granjas. Su dedicación a los niños y el equipo de fútbol que reunió fue tan bueno, que los niños, sus compatriotas australianos y soldados estadounidenses lo llamaron La Estrella del Sur–

–Cuando los estadounidenses expulsaron a las fuerzas japonesas de las Filipinas, la base fue desmantelada, todos los que necesitaban volver a casa debido a sus heridas ya lo hicieron, algunos de ellos siguieron luchando en Okinawa, los niños rescatados fueron enviados al orfanato para reconstruir sus vidas. La unidad de Bertholdt fue elegida para ser desmantelada y enviada a casa para ayudar en el esfuerzo de guerra en las fábricas, pero Bertholdt fue directo a la granja para encontrar a la gente que protegió, habían construido una escuela para seguir enseñando a los niños. El se casó con otra Koolie poco después y tuvieron dos hijos. Mi tía y mi padre–

–Fue cuando mi padre se hizo mayor que las historias de la Estrella del Sur comenzaron a sonar en Filipinas y Estados Unidos, así que ambos sabían que tenían que contar la historia ellos mismos. Mi abuelo escribió un libro sobre sus experiencias en la granja, Papúa Nueva Guinea y las Filipinas, mientras que mi padre siguió sus pasos para convertirse en maestro para difundir su historia aún más. Enseñó en una escuela secundaria en Brisbane y se volvió tan bueno en eso que le ofrecieron enseñar en una universidad en California. Fue entonces cuando conoció a mi madre, una Chinook de pelaje amarillo–

–Eso explica tu pelaje– agrega Jean-Luc

–Sí, yo era el único en mi familia que nació con los colores de Chinook. Tanto mi hermano como mi hermana nacieron con los colores de los Koolie– explicó Tommy.

–De todos modos– continuó Tommy, –hace 15 años, cuando la historia de mi abuelo era bien conocida, mi padre inició un movimiento para convencer a la ciudad de construir una escuela secundaria en su honor cuando la salud de Bertholdt se estaba deteriorando. Finalmente, el Ministro de Educación lo aprobó y la escuela se construyó basándose en las experiencias de mi abuelo en la granja y de mi padre en las Américas. Y hace diez años, se fundó la escuela–

Tommy señala otra imagen, esta vez a color. Era una reunión frente a las puertas principales con un viejo Bertholdt en su silla de ruedas cortando la cinta roja para abrir la escuela; la foto a color muestra que tiene puntos negros y azules por todo el cuerpo excepto sus brazos amarillos, característica esperable de un Koolie.

–Cuando comenzamos a enseñar en Southern Stars– Tommy comenzó a caminar hacia otra exhibición más prominente, haciendo que los canadienses lo siguieran. –Enseñamos con la misma pasión que Bertholdt en la granja y en las Filipinas. Él y nosotros sabemos lo importante que es cuidar de la próxima generación y que practiquen pasatiempos, y eso es algo que hicimos con éxito durante los últimos diez años–

Tommy se detiene frente a la exhibición llena de trofeos de diferentes tamaños y disciplinas. Tanto Jean-Luc como Alicia miraron con asombro los trofeos hasta que Tommy señaló y dijo –Miren a ese niño–

Tommy señaló una foto de él abrazando por encima del hombro a un kelpie rojo con uniforme de cricket. –Ese es nuestro mayor prospecto de cricket que tenemos este año. Es tan bueno que logró hacer 6 seises consecutivos en un partido–

Jean-Luc y Alicia inclinan la cabeza hacia un lado confundidos.

Tommy notó rápidamente su error de término y se corrigió. –Bueno, creo que de donde vienen ustedes, un seis se llama jonrón–

–Ahhhhhh– Ambos perros entendieron lo que Tommy quería decir.

–Pero además de los deportes– Tommy continúa yendo hacia un conjunto de fotografías que están colgadas en las paredes, –también enseñamos a nuestros estudiantes habilidades para la vida que necesitarán para ser estrellas, como esta Beagle de aquí–

Tommy señala una fotografía de un Beagle amarillo y blanco dirigiendo una orquesta.

–Ella es nuestra mejor directora en esta escuela– dice Tommy y se gira hacia los dos perros. –Considerando que esta escuela está cumpliendo diez años consecutivos con tantos logros, es un absoluto honor dar la bienvenida al primer bache de estudiantes de intercambio a Southern Stars–

Jean-Luc sacude la cabeza ante lo que dijo Tommy y repite confundido –¿Bache?–

Sin embargo, Alicia golpea el brazo de Jean-Luc con su brazo y lo hace callar en voz baja –Ya te enseñé esto antes– pero levanta la voz para hablar con Tommy –Bueno, es una historia interesante, y nos sentimos honrados de comenzar esta colaboración con una escuela secundaria tan prestigiosa, pero realmente me gustaría que Jean-Luc eligiera sus clases antes de que llegue Mel, después de eso, estamos libres de mostrarle el lugar–

–Oh, sí, buena idea; déjame ver si la Sra. Dingo está aquí– dice Tommy antes de alejarse de los dos perros y entrar a la oficina.

Cuando Tommy cierra la puerta de las oficinas, Jean-Luc le devuelve el favor al esquimal, le golpea el brazo con su antebrazo y dice con una voz notablemente enojada en francés –(¿¡Una superestrella del hockey!? ¿¡Estás loca!?)–

–¡Oye!– Alicia se gira hacia el Labrador y le responde en francés mientras lo señala –(¡Tu reputación te precede, te guste o no!)–

–(Pero tu sabes como me siento por esto)– Jean-Luc también la señala

–(Bueno, estás aquí, ¿verdad?)– Alicia deja de señalar y levanta las cejas burlonamente –(Eso es todo lo que importa)–

–(Lo que sea)– Jean-Luc desestimó mientras movía su mano como si la estuviera empujando para mirar hacia la entrada de la oficina para esperar a Tommy

–Jean-Luc– llamó Tommy, asomando la cabeza por la puerta –La Sra. Dingo está aquí. Ella puede ayudarte a organizar tus clases–

–Está bien, voy– Jean-Luc se recompone y camina hacia la oficina. Cuando entra a la oficina, Tommy sale y cierra la puerta de la oficina

–Señorita Alicia– Tommy llama a la esquimal mientras comienza a caminar hacia ella

–Sí– respondió Alicia ligeramente molesta

–Sabes que este año será especial para nosotros aquí en Southern Stars–

–Lo sé– respondió Alicia… todavía molesta

–Obviamente, quiero que este año sea especial para todos, y espero que puedas ayudarme con eso mientras supervisas a Jean-Luc–

–Está bien… ¿En qué necesitas ayuda?–

–Me gustaría traer de las Américas algunas tradiciones que hacen en sus escuelas secundarias–

–Okay… ¿Algo en particular que quieras aprender?–

–¿Qué sabes… sobre el baile Prom?–


Blaze's, Batidos y hamburgesas*

–Entonces… Este chico es un labrador morado de Canadá, no de Francia, como pensaba antes. No pensé mucho en él cuando lo conocí. Es un niño normal un año más joven que nosotros, pero cuanto más tiempo pasaba con él, más entendía del por qué había llegado hasta aquí es divertido, responsable y tiene un gran corazón–

–Mi familia le permitió elegir el primer lugar que quería visitar y eligió el campamento que tu sueles visitar en vacaciones; no le dimos demasiada importancia. Mi padre y yo pensábamos que era un viaje inocente para que reviviera su infancia, pero estábamos muy equivocados–

–Cuando llegamos a la zona del campamento, una de las ruedas estaba pinchada. Tuve que quedarme para ayudar a mi padre, así que le dije que se fuera de todos modos y que lo alcanzaríamos pronto. Logramos cambiar la rueda y mi madre me dijo que buscara a este chico. Me costó un poco encontrarlo, pero seguí algunos de los pasos que dejó atrás hasta que llegué a un arroyo con un árbol rosa, y ahí fue donde lo encontré–

–Estaba parado allí… abrazando a Bluey… SÍ, la misma Bluey. Estaba en shock, amigo. Grité su nombre y ambos se detuvieron para mirarme. Fue entonces cuando ambos me dijeron que habían jugado juntos hace 11 años. Parecía que llegamos justo a tiempo para el almuerzo, así que sin siquiera considerar mi opinión, nos quedamos a comer. Y durante este tiempo, noté cómo ambos se miraban con sus colas moviéndose. Eso me enfermo –

–Para suerte para mí, decidimos irnos del campamento poco después, pero antes de hacerlo, él y Bluey regresaron al árbol para tomarse una selfie con el árbol rosa que vi detrás de ellos. Eso… me rompió, lloré un poco, pero logré parar. Eché un último vistazo al árbol y vi un trozo de papel en el suelo. Lo abrí y era una nota que el había preparado de antemano para dejársela a Bluey cuando regresara al campamento.

–La nota me hizo pensar que ya lo había planeado antes. Nos hizo conducir hasta las afueras de Brisbane para tener la oportunidad de reunirse con Bluey, y tuvo la suerte de encontrarla. Hablé con mi padre sobre la nota y él mencionó la posibilidad de enfrentarlo... y lo hice... Le dije que no estaba bien hacernos conducir hasta el bosque para dejarle una nota a Bluey, y el tipo respondió de la nada que no quería darme la impresión de que tenía sentimientos por Bluey como un maldito mago y me prometió que no se interpondría en mis sentimientos por Bluey... No lo creí y salí de la habitación–

–Entonces, ¿qué piensan ustedes? ¿Debería preocuparme por este tipo?–

Mackenzie terminó su historia con los brazos ligeramente levantados y extendidos sobre una mesa blanca en un restaurante lleno de gente con una temática de los años 80, pero al otro lado de él…

... Rusty y Lucky llevan uniformes blancos de cocinero y un sombrero de papel. Ambos perros tenian la boca abierta del asombro ante la historia de Mackenzie hasta que Rusty reacciona poniéndose ambas manos en la cara y susurra –Oh, no...–

Pero Lucky sacude la cabeza y señala al Border Collie. –¿Sabes qué? Tu de verdad eres–

–Un patético–

–Incompetente–

–Bruto–

–Bastardo–

–Idiota–

–Cabrón–

–Pajero–

–Huevon–

–Película barata de navidad–

–Deshonra para el legado familiar–

–Engreído–

–Presumido–

–Fresa–

–Mordedor de almohadas–

–Pendejo fan de TOTTENHAM–

Lucky grita en la última palabra, haciendo que todos en el restaurante dejen lo que estaban haciendo para mirar al Labrador amarillo. Algunos perros se detuvieron cuando estaban a punto de darle un mordisco a las hamburguesa, dos camareras miraron atónitas a Lucky y un cocinero dejó lo que estaba haciendo mientras que sus hamburguesas se quemaban en la parrilla

Lucky echa un vistazo alrededor del restaurante para mirar a todos y golpea la mesa con su puño cerrado antes de decir –estoy tranquilo– y cubrirse los ojos con el dedo para digerir lo que acaba de escuchar

Mackenzie tiene los ojos bien abiertos, lentamente pone una mano sobre su corazón y dice –Ouch–

Mientras el restaurante vuelve a la normalidad. Rusty aparta las manos y dice sobresaltado –Pero ¿cómo puedes estar tan seguro de que él quiere ser el novio de Bluey? Podría ser solo una simple amistad–

–Sé que podría ser una simple amistad– reconoció Mackenzie –pero deberías haber estado allí; podías sentir el amor que ambos se tenían–

–Maldita sea– maldice Rusty mientras repite el gesto de Lucky y susurra –Maldito idiota–

–Bueno...!– Lucky sale de su posición. –Podrían estar muy enamorados, pero no son oficialmente una pareja–

–Sí...– Rusty se recompone –Todavía no sabemos todo; quién sabe, podría haber una oportunidad para ti–

–Además– comenzó a hablar Lucky, –¿Ella tiene su número de teléfono?–

Mackenzie se queda callado, lanzando una rápida mirada a sus amigos, la nota tiene el número de teléfono de Jean-Luc, por lo que realmente es una posibilidad de que Bluey no tenga su número de teléfono. Lo que significa que no pueden comunicarse en absoluto mientras Bluey sigue acampando

Una pequeña chispa de esperanza se encendió en su corazón. Hay esperanza después de todo

–No...– habla Mackenzie, proyectando su esperanza –No lo tienen. La nota tiene su número de teléfono... así que, naturalmente, Bluey no tiene su número de teléfono–

Rusty y Lucky se iluminan cuando sus ojos se abren; Lucky aplaude una vez y Rusty exclama mientras lo señala rápidamente –Ahí lo tienes, amigo–

–Pero…– Tan rápido como la esperanza reapareció en el corazón de Mackenzie, se desvaneció al pensar en un detalle –… Van a salir después de que ella regrese de acampar–

–Ay, mierda– La luz también se desvaneció de ambos perros mientras Lucky maldice

–Sí, eso es todo amigos– Lucky movió sus manos arriba y abajo en señal de rendición. –Puedo prepararte una cita con Angela si quieres–

Mackenzie rápidamente niega con la cabeza, pero Rusty aparta la mirada de Mackenzie para mirar más allá de su mesa; Abrió los ojos de golpe y le dio a los brazos de Lucky mientras decía –Y hablando de la reina de Roma–

Detrás de Mackenzie, apareció una husky amarilla y crema de la misma edad que los chicos, que vestía una camiseta y pantalones negros, con una bandeja redonda con su comida. –Bien, tengo un Texan Double con patatas fritas, un Gold Coast Beach Shake y...– Los ojos del husky se cerraron ligeramente y dijo molesta el último plato –Un Toowoomba especial sin verduras con una guarnición de nuggets–

–Ese soy yo– dijo Lucky mientras Angela comenzaba a dejar la comida.

–Maldito niño– susurró Angela lo suficientemente alto para que Lucky la escuchara.

–Huh uh, háblale a mi mano– dice Lucky mientras extiende su palma hacia Angela.

–Como sea...– desestimó Angela mientras terminaba de dejar la comida. Puso su bandeja sobre su pecho con los brazos cruzados y dirigió su atención a Mackenzie, quien había pedido el batido. –Tú eres Mack, ¿verdad?–

Mackenzie suspiró con el batido que Rusty y Lucky le había regalado frente a él antes de decir –Sí– ... Sabía perfectamente a dónde iba esto

–Me preguntaba...– Angela comenzó a hablar mientras se balanceaba sobre sus talones –...Si sabes cómo está Honey, ha pasado un tiempo desde la última vez que escuché sobre ella–

–Oh, sí, está mejorando– responde Mackenzie mientras comienza a agitar su batido con una cuchara. La leyó totalmente como un libro –Mejor que el año pasado, eso es seguro–

–Me alegra escucharlo– la cara de Angela cambió como si se le quitó mucho peso de encima. –Todos la extrañamos mucho en la orquesta, todavía le deseo lo mejor–

–Se lo diré– dice Mackenzie, y finalmente se lleva la cuchara llena de batido a la boca

–Por favor, hazlo– súplica Angela mientras dirige su atención a Rusty y Lucky y habla en un tono dictatorial –Cuando terminen con sus descansos, el jefe quiere que hagan inventario en el congelador–

–¿Qué mierda?– –Me cago en todo– se quejaron ambos chicos.

–Sin peros– Angela los señala amenazándolos. –Ustedes saben lo que pasó la última vez que Blaze se enojó con nosotros–

–Lo sabemos– dice Lucky no muy feliz. –Lo haremos; no vamos a estar felices haciéndolo, pero lo haremos–

–Genial– Angela cambia mágicamente su conducta a una más feliz para volver a tratar con clientes. Mira a Mackenzie y dice antes de alejarse –Te veré en S.S, Mack–

Mackenzie no pudo responder debido a que tenía la boca llena de la textura fría del batido, pero le hace un gesto con la mano para despedirse de Angela.

Mientras Angela vuelve al trabajo, Mackenzie y Lucky centran toda su existencia en comer la comida que tienen delante. Pero Rusty, por otro lado, estaba jugando a mojar una papa frita en ketchup en el plato. –¿Mack?–El llama.

–¿Sí?– logra decir Mackenzie entre cucharadas de batido.

–¿Qué vas a hacer a continuación con este tipo y Bluey?– pregunta.

–Hoy me toca pasear con él para enseñarle la ciudad, Ya hablé con mi padre. Vamos a ser más listos que él sí sugiere algo más, pero aparte de eso, tengo la esperanza de que el cumpla su palabra– explica Mackenzie mientras moja su cuchara en el batido para continuar.

–Creo que el tiempo de la esperanza se acabó– dice Rusty arrojando su papa frita al plato molesto.

–!– Tanto Mackenzie como Lucky dejan de comer para prestarle atención al Kelpie

–Piensa en esto, Macken…–

–Oh, no, aquí vamos de nuevo– interrumpe Mackenzie a Rusty mientras rueda la cabeza y coloca sus ojos en blanco. –Al menos déjame terminar mi batido–

–¡NO!– grita Rusty y se mete debajo de la mesa para aparecer por el otro lado junto a Mackenzie. –Tienes que escucharme–

Mackenzie mira a Lucky con los ojos entrecerrados, pero el labrador amarillo se encoge de hombros y le da un mordisco a su hamburguesa sin verduras, lo que hace que Mackenzie vuelva a mirar a Rusty, que una vez más estaba a punto de entrar en modo "apoyo emocional".

–Han pasado once años, amigo– habla Rusty. –Once años te escuchamos hablar de lo locamente enamorado que estás de Bluey, once años planeamos y planeamos juntarlos, once años en el que todos nos levantamos cada mañana esperando que tú o Bluey nos llamen y digan que finalmente están juntos, han sido once años de esperanza–

–No, el tiempo de las esperanzas y las oraciones ha terminado. Este tipo intentará conquistar a Bluey y se convertirá en su novio si sus santos cojones lo desean algún día. Y te lo digo ahora, no voy a ser tu hombro para llorar si eso sucede–

–El momento de actuar es ahora. Sabemos que es posible, sé que puedes hacerlo; Tienes un ejército entero detrás de ti, deseándote lo mejor. Así que regresa a casa, deja todas las cartas sobre la mesa y planifica los movimientos para finalmente ser el novio de Bluey–

–Pero antes de que nos dejes para cumplir tu sueño– Rusty puso su brazo alrededor de Mackenzie –Prometeme algo–

Mackenzie mira a Lucky nuevamente con una cara insegura. El Labrador estaba mirando todo el discurso, pero cuando nota la cara del Border Collie dice con su hamburguesa en sus manos –Él está saliendo con una dama, yo lo escucharía–

Con la confirmación de Lucky en su mente, Mackenzie vuelve a mirar a Rusty; la mirada le dio a Rusty la señal para continuar

–Si llega el momento, Mack–

–En la última semana de nuestro último año en la escuela secundaria–

–¿Estás preparado para decepcionar…–

–Espera, ¿cómo se llama de nuevo?– Rusty sacude la cabeza y su tono cambia a confusión

Mackenzie cierra los ojos para pensar. Inhala el aire, la sensación que sintió los últimos tres días fluye a través de su alma, la felicidad que compartió con Jean-Luc en el centro de Brisbane, la confusión que sintió cuando encontró a Jean-Luc y Bluey juntos en el campamento, la tristeza que sintió cuando vio a Jean-Luc y Bluey juntos como pareja, la traición que sintió cuando encontró la nota de Jean-Luc y finalmente dejó escapar el aire por la boca y dijo su nombre.

–Jean-Luc–

–¿Estás preparado para decepcionar a Jean-Luc?–

–Sí–

Notas y referencias

Es Southern Stars basado en una escuela americana?…Si

Todavía vas a colocar elementos de una escuela australiana en Southern Stars…Si

Vas seguir con los teasers de que demonios le paso a Honey hasta que tenga la gente suplicando a mis pies…Claro que si

The Referencias mano

Algunas se explican solas pero aquí están las que voy a explicar

Bertholdt…Bertoldo…Betho…Bertotoro…Berthold, el titan colosal vale, y es impresionante cómo accidentalmente logré juntar el nombre alemán con los Koolies que son de descendencia alemana…a veces mi genio, da miedo

Southern Stars: considerando que la major parte de escenas van a hacer en la escuela, me tomé la libertad de ponerle nombre y lore, no voy a parlotear mucho pero es una referencia a las estrellas del sur de Australia

Blaze's :REFERENCIA A ACE COMBAT 5 SI SEÑORRRRRRRRRRR, Blaze es el nombre del personaje protagonista de mi juego favorito. si señor finalmente colocó una, pero esta no va hacer la ultima vez que coloque referencias a Ace Combat

Angela: lo mismo que Jenna en el capitulo 2, fue inspirada en Angela de la segunda película de la dama y el vagabundo. Y también esta será su única aparición en esta historia. Capaz y siga haciendo esto de sacar nombres de otras partes para que sean los estudiantes de la escuela