¡Aquí me presento con el segundo capítulo consecutivo!

Antes de comenzar, me gustaría contestar una review:

Rakei: Me alegro mucho que hayas disfrutado el capítulo. Por cierto, el lore es algo que siempre me tomo el tiempo necesario para desarrollar, así que no te preocupes por eso, nunca me voy a dejar llevar por comentarios que digan que el desarrollo es lento (siempre y cuando hablemos del desarrollo de lore, lo otro puede ser distinto). Lo ideal es intentar intercalar entre el lore y el desarrollo de la trama para que la historia avance y no se sienta estancada. Quizás eso es lo más difícil de lograr, y, en parte, también es necesario.

¡Disfruta!

"Yo fui la única persona que utilizó esa lanza."

Raynare e Issei se miraron entre sí. Sus ojos reflejaban la incredulidad que estaban sintiendo ahora mismo. Aunque más que incredulidad, el sentimiento de confusión se apoderó de ellos.

"¿Entonces la lanza te terminó desechando?" La pregunta que ambos tenían en mente la hizo Raynare, haciendo que Dulio chasqueara la lengua, fingiendo que esas palabras le habían dolido.

"Desechar es una palabra muy fuerte." Comentó de una manera dramática, aunque se recuperó al instante. "Lo que sucedió es que yo elegí la lanza, pero la lanza no me eligió a mi." Esas palabras confundieron a los dos aún más. "Como dijo Azazel, esta arma es bastante poderosa ya por sí misma. Y como sabrán, la guerra contra los griegos no fue la única."

"¿Eso quiere decir que te dieron la lanza con la idea de que ayudaras en esa guerra?" Preguntó Issei, ganándose un asentimiento por parte de Dulio.

"Haces buenas deducciones, Ise. Seguro ya escucharon sobre la Guerra de las Tres Facciones, así que no entraré en detalles." Comentó Dulio, para luego alzar una de sus manos para hacer énfasis en sus dedos, o más bien, en un anillo que había entre ellos. "Cómo no podía controlar la lanza en su totalidad, hicimos un intercambio equivalente con los Caídos para formar una alianza contra los Demonios." El anillo brilló tras esas palabras. "Intercambiamos la True Longinus por la segunda Longinus más poderosa, este anillo de aquí. Hubo ciertos términos de por medio, pero no fueron muy importantes." Dulio se cruzó de brazos, esbozando una sonrisa dentuda. "En fin, lo que quiero decir es que conozco algunos secretos sobre esa lanza. Es cierto que nunca logré conocer su verdadero potencial porque se rehusaba a ser usada por mí, pero puedo darte varios consejos si alguna vez los necesitas." Dulio le dio un par de palmaditas en el hombro, recibiendo un torpe asentimiento por parte de Issei.

"Lo-lo tendré en cuenta..." Comentó el protagonista con una sonrisa.

"Muy bien, dicho eso, los dejo solo y te deseo suerte con esa misión que mencionaste." El hombre se despidió con un rápido saludo de su mano, a lo que los jóvenes lo despidieron con un asentimiento.

"Ese tipo es muy raro..." Raynare le susurró al oído, viendo como Dulio estaba llamando a Azazel para hablar con él en privado.

"Bueno, no creo que sea correcto que nosotros digamos que alguien es raro." Declaró Issei, recostandose sobre la silla, algo que sacó una leve sonrisa en Raynare.

"En eso estamos de acuerdo."

_ CAPÍTULO 10: MEMORIAS QUEBRADAS _

Azazel se encontraba afuera de la casa, observando la noche artificial con suma tranquilidad mientras fumaba un cigarro. A su lado se encontraba Dulio, quien se encontraba igual que él.

"¿Puedes fumar en el cielo?" Preguntó Azazel, arrojando el cigarro hacia un tacho de basura.

"Todavía sigue prohibido." Respondió Dulio, expulsando una bocanada de humo.

"Que aburrido."

"Ni lo digas."

"¿Y bien?"

"¿Y bien qué?"

"Supongo que no me llamaste solo para fumar."

Dulio no respondió, lo único que hizo fue cerrar sus ojos mientras disfrutaba expulsar esa última bocanada de humo.

"Es sobre el muchacho." Dulio continuaba con su típica sonrisa, aunque en esta ocasión lucía bastante diferente, como si fuera una persona distinta.

"¿Qué sucede con él?" Azazel se apoyó sobre la pared, sin quitarle la mirada al cielo artificial.

"Tiene una gran determinación. Nunca había visto algo así en nadie, ni siquiera en el propio Michael, o sus compañeros Serafines..."

"¿Pero?" Azazel lo interrumpió, haciendo que Dulio cerrara sus ojos mientras ensanchaba su sonrisa.

"Pero necesita más que eso ahora que se ha convertido en el Mesías." Dulio arrojó el cigarro a la basura. "No sé cual sea su otra Sacred Gear, pero además de determinación, también necesitará motivación. Eso solo lo puedes encontrar con buenos amigos, y con grandes rivales." Azazel tan solo se rio tras escucharlo.

"Ya tiene unos amigos increíbles, doy fe de ello. En cuanto a rivales, él tiene un gran muro que debe superar." Esas palabras hicieron que Dulio lo mirara.

"¿Es ese bastardo sin corazón del que habló?" Dulio se colocó otro cigarro en su boca, para luego encenderlo con una pequeña llama que apareció sobre su dedo. "¿Puedo saber de quién se trata?"

"Seguro lo conoces, se llama Raiser Phoenix." La respuesta de Azazel hizo que Dulio lo mirara de reojo.

"¿El Heredero del Clan Phoenix?" Dulio no pudo evitar burlarse con un chasquido de lengua. "¿A eso llamas un muro? Con la True Longinus lo convertirá en un pollo asado antes de que siquiera se de cuenta." Azazel no pudo evitar reírse ante la forma tan peculiar de burlarse de Raiser.

"Estas en lo cierto, pero si te saltas los escalones puedes sufrir una caída muy fuerte. El mocoso lo sabe bien y ya no es ningún estupido." Azazel lo miró por primera vez, a lo que Dulio se impresionó ante la sonrisa suspicaz que le estaba entregando.

"...Aunque no estaría mal mostrarle que hay más allá de un par de escalones."

_ SALTO DE LÍNEA _

Bosque de Grigori

Varias horas más tarde...

"¿¡POR QUÉ NO ME LO DIJERON ANTES!?" Ddraig gritó con gran indignación tras escuchar toda la historia.

"¿Qué quieres que haga? Una vez que te duermes es imposible despertarte." Issei colocó la lanza sobre su hombro mientras observaba al guantelete.

"Bueno..." Ddraig se vio obligado a aclarar su garganta. "Tampoco es muy normal que alguien te visite a las 3 de la mañana." El Dragón Celestial se defendió.

"Aunque tengas razón, lo cierto es que me resulta bastante extraño que alguien muerto necesite tomarse unas siestas tan largas." Declaró Raynare, quien se sentó al lado de Issei.

"En... ¡En realidad, no necesito esas siestas!" Exclamó Ddraig con claro nerviosismo al ser descubierto.

"Entonces, ¿por qué lo haces?" Preguntó el castaño con intriga.

"Veras... lo hago porque los sueños me transportan hacia el pasado." El tono de Ddraig se escuchó sumamente nostálgico, algo que tanto Issei como Raynare entendieron. "Aunque no digo que pasar el tiempo contigo sea aburrido, compañero." El dragón volvió a su tono habitual tras sus palabras.

"Lo entiendo, no necesitas explicarlo." Issei alzó el rostro con una sonrisa un poco melancólica. "Hay veces que a mi también me gustaría volver al pasado..."

"Todos lo hacemos." Declaró Raynare con un leve suspiro al final.

"Hablando del pasado, ahora entiendo la razón de que ese bastardo haya utilizado una técnica tan baja para encerrarnos a mi y Albion." Esas palabras llamaron la atención de los dos, algo que cortó esa atmósfera algo deprimente que se estaba gestando.

"Es cierto, ya había olvidado que Dios te había encerrado en la Boosted Gear. Pero, no entiendo que es lo que te parece raro." Comentó Issei con suma curiosidad.

"No estás muy al tanto de las escalas de poder en este mundo. De hecho, creo que todos los mocosos como ustedes no tienen ni idea." Esas palabras tan solo llamaron aún más el interés de los dos. "Los Dioses Primordiales son los seres más poderosos de este mundo, los que crearon nuestro mundo. Su poder es prácticamente inimaginable, ni siquiera el arma más poderosa sería capaz de replicar dicho poder... a excepción de esa lanza, pero su historia es bastante única respecto a cualquier otra." El dragón aclaró. "Yo y Albion estábamos lejos de poder alcanzar ese poder. Aún así, Dios tuvo muchas dificultades para detenernos. Ahora lo entiendo, ya que él intervino en nuestra pelea después de la guerra contra los griegos."

"¿Y cómo fue ese enfrentamiento? Nunca me hablaste de ello." Preguntó Issei con suma curiosidad.

"Básicamente fue un todos contra todos. Los tres buscábamos los puntos débiles del otro constantemente para poder llevarnos la victoria." Esto hizo que Raynare e Issei se confundieran.

"Espera, ¿tu y Albion no lucharon juntos para intentar detenerlo?" Preguntó la Ángel Caída.

"Por supuesto que no. Seguramente le hubieramos ganado si lo hacíamos, pero nuestro orgullo era mucho más importante que nuestras vidas." Respondió el dragón con un tono sabio, algo que su portador no compartió.

"No te ofendas, pero lo que hicieron me parece una estupidez. Quiero decir, ahora podrían seguir vivos..." Comentó Issei, ganándose un bufido burlón de Ddraig.

"Es natural que no lo entiendas, no eres un dragón." Aclaró el Dragón Celestial con seriedad.

La charla se terminó cuando vieron como el resto del equipo llegó.

Así como hicieron con Ddraig, también les explicaron todo lo acontecido. Pero a diferencia de ellos, Alan y Yung Len no les interesó mucho que Dios estuviera muerto, ya que el argentino nunca fue devoto a la fe, mientras que Yung Len durante toda su vida había sostenido que Dios lo había abandonado, aunque sí se sorprendió un poco que en realidad no solo lo haya abandonado a él, si no a todo el mundo. El caso de Rick fue distinto, ya que era el único que parecía respetar y creer en dicha divinidad de todo corazón.

Obviamente todos se sorprendieron al saber que Issei era una leyenda viviente, pero decidieron omitir ese punto. Después de todo, tenía el potencial para serlo, pero desde lejos se veía que aún le faltaba mucho recorrido para cumplir las expectativas de todos.

Aunque la historia estuvo interesante, todos reanudaron el entrenamiento matutino. El resto del día transcurrió con normalidad para el equipo, salvo por el coreano, quien se notaba algo distraído, como si tuviera su mente en otra cosa. Eso fue algo que Issei pudo notar, pero decidió no decir nada al respecto.

El castaño descubrió que la lanza tenía afinidad hacia el rayo. Desafortunadamente, no pudo descubrir otras cosas más interesantes en aquel día, salvo por algunos ataques improvisados con el afán de crear un nuevo ataque mágico, algo que lo agotaba considerablemente, ya que, a diferencia del Dragon Shot, los rayos provenientes de la lanza eran difíciles de manipular debido a que le tenía que dar forma, y, sobre todo, fuerza. En resumen, la forma y la fuerza de un ataque mágico consume mucho más magia que un ataque normal. Eso no quería decir que el Dragon Shot fuera un ataque normal, pero la Boosted Gear ayudaba mucho para que el ataque no consumiera tanta energía, a diferencia de la lanza. Pero ese supuesto defecto lo supera con creces cuando Rick le dijo que eso le permitía manipular el elemento rayo y la lanza a su antojo, algo que era muy raro de obtener viniendo de una Sacred Gear que se materializa como un arma.

_ SALTO DE LINEA _

Grigori

En la noche...

Issei dio un gran suspiro de cansancio cuando cayó sobre la cama. Su mirada se desvió hacia el armario cercano, ya que la lanza se encontraba posicionada allí.

"A veces siento que estoy en un sueño realmente loco y eterno..." Pensó Issei en voz alta, eso hizo que Raynare asomara su cabeza desde la litera superior.

"Debo admitir que sí estaría en tu lugar no sabría qué hacer. Es como vivir una pesadilla pero a la vez es como un sueño cumplido." Declaró Raynare con una pequeña sonrisa.

"Quizás te parezca como un sueño cumplido porque tú buscabas Sacred Gears fuertes. En mi caso, no es ni una ni la otra, simplemente es raro." Declaró Issei, acomodando sus brazos bajo la almohada. "Cambiando de tema, ¿no notaste raro a Yung Len hoy?" Esa pregunta sorprendió un poco a Raynare.

"No realmente, aunque noté algo de furia en sus ataques. Pensé que quizás se estaba tomando el entrenamiento un poco más en serio." Raynare se inclinó de hombros, haciendo que Issei imitara su gesto.

"No lo sé, deberíamos ir a buscarlo mañana para preguntarle. Por suerte su casa queda muy cerca." Declaró el castaño con una sonrisa.

"Todas las casas quedan cerca de este lugar. No es como si Grigori fuera una gran ciudad. Más bien es un pequeño pueblo." Comentó Raynare con gracia.

"Ese es un buen punto." Issei hundió su rostro en la almohada. "En fin, déjame dormir. Estos días me estuvieron cortando el sueño a cada rato." Una sonrisa burlona apareció en el rostro de Raynare.

"¿Y si no quiero?"

"¿Ya vas a empezar?"

"Eres como un bebé: todo el rato llorando."

"Retiro lo dicho. Mi vida no se siente rara, es una jodida pesadilla solo por tenerte a mi lado."

"No sabes lo feliz que me hace escuchar eso."

Un gran suspiro emergió de los labios de Issei.

"¿Me pregunto qué clase de hijo de puta habré sido en mi vida pasada para merecer esto?"

_ SALTO DE LÍNEA _

Grigori

Al día siguiente...

"¡Oye, despierta!" Raynare lo despertó de una bofetada, haciendo que Issei diera un pequeño salto.

"¿¡Pero qué mierda!?" El protagonista no tardó en mostrar su disgusto.

"La bañera del primer piso no funciona. Tomaré un baño en nuestro dormitorio." Aclaró la mujer, quien se dio media vuelta sin esperar una respuesta.

"¿Y para eso me despiertas con una bofetada?" Preguntó Issei con una expresión cansada mientras se frotaba la mejilla lastimada.

"Intenté hacerlo por las buenas pero te resistias." Raynare abrió la puerta del baño mientras lo miraba de reojo.

"Oye, oye, ¿y qué hay de mi baño?" La pregunta se respondió de manera inmediata cuando Raynare cerró la puerta sin dar respuesta. "Bueno, supongo que puedo buscar a Yung Len y ahorrarme un poco de tiempo..." El castaño se inclinó de hombros con aburrimiento.

Una vez que se puso de pie, el protagonista se sonrojó levemente al escuchar como Raynare comenzaba a tararear mientras el ruido de la ducha le acompañaba. Su cerebro se imaginó a la hermosa mujer desnuda mientras lavaba su cuerpo. Issei agitó su cabeza con fuerza ante esto.

Ya no tenía tiempo para pensar en esas cosas como antes, y lo sabía.

...

...

...

"Aunque quizás me dedique a pensar un par de cosas cuando acabe con Raiser." Una sonrisa algo pervertida apareció en el rostro de Issei, pero fue castigado por la lanza que le dio un fuerte golpe en la cabeza.

De esa manera, los minutos pasaron y Raynare salió del baño. Solo una delgada toalla la rodeaba, y sus esperanzas ocultas no se hicieron esperar cuando rondó por la casa para buscar y molestar un poco a Issei, de seguro eso lo sorprendería. Cuando vio que ya se había marchado, Raynare se colocó la ropa y poco después el timbre de la casa resonó. No se sorprendió al ver que se trataba de Alan y Rick, ya que usualmente ellos venían para recogerlos con la intención de comer algo en el restaurante de las gemelas francesas para luego comenzar a entrenar.

Pero había algo curioso en esta ocasión.

Ahora Yung Len no se encontraba con ellos.

"¿Ya están listos?" Preguntó Rick, quien buscaba a Issei con su mirada.

"Issei no se encuentra en casa." Raynare cerró la puerta con llave. "Lo más seguro es que haya ido a buscar a Yung Len, ya que teníamos en mente hacer eso."

"Espera, ¿iban-iban a buscar a Yung Len?" Raynare nunca pensó que sería capaz de ver a Rick nervioso, pero ahora si que lo estaba.

"¿Sucede algo malo?" Preguntó la mujer con las cejas fruncidas en confusión.

"¿Hace cuanto salió?" Alan también se mostró bastante incómodo, una incomodidad que también se contagió en Raynare.

"Fue hace unos minutos, yo..."

"No hay tiempo que perder, vamos." Rick comenzó a correr hacia la casa, seguido por Alan.

"¡O-oigan!" Raynare los llamó, para luego chasquear su lengua y comenzar a seguirlos. "¿¡Alguno de los dos me puede decir qué diablos está pasando!?" Preguntó Raynare con irritación una vez que los alcanzó.

"Hoy es un día especial, Yung len no entrenaba..." Comentó Rick a medias.

"Fue nuestra culpa, nos olvidamos por completo de decirlo." Alan apretó los dientes con fastidio tras sus palabras, algo que tan solo preocupó aún más a Raynare.

_ SALTO DE LÍNEA _

Grigori

Unos minutos antes...

Issei golpeó la puerta con tu típico entusiasmo, aunque eso cambió lentamente cuando observó como la puerta se abría lentamente. Su expresión terminó de cambiar cuando colocó una mano sobre la cerradura, ya que el picaporte del lado interior de la casa estaba hecho pedazos.

Los sentimientos de que algo malo había sucedido incrementaron aún más, y le fue imposible evitar tener esos flash back cuando había ido a aquella casa donde lo sorprendió Freed, aquel exorcista desquiciado.

Aunque esto sin duda se veía peor.

Issei llevó una mano a los tapizados, o más bien, lo que quedaban de ellos, ya que gran parte de las paredes estaban muy dañadas.

El sentimiento angustiante se transformó en un gran sobresalto cuando escuchó un fuerte golpe proveniente de la sala de estar, por lo que comenzó a acercarse a paso lento.

Issei materializó su guantelete y subió la guardia al máximo tras escuchar otro golpe más. Un golpe que se repetía de manera regular.

La tensión del momento creció aún más al ver como una gran cantidad de cristales rotos venían de ese sector, por lo que comenzó a avanzar con más lentitud.

Hasta que finalmente llegó.

Su postura de combate se rompió por completo debido a lo que estaba presenciando.

Yung Len estaba bien...

Bueno, en realidad no lo estaba.

Había una gran cantidad de botellas de alcohol rotas esparcidas por el piso, mientras que el hombre se encargaba de romper sus propias pertenencias con sus manos desnudas, que estaban cubiertas de sangre.

Los sillones cortados, las vasijas destruidas, la televisión partida a la mitad, los restos de los muebles esparcidos por el piso, marcos de fotos destruidos, y mucho más.

Issei simplemente no pudo reaccionar, lo único que hizo fue quedarse parado en la entrada de la sala mientras observaba como Yung Len terminaba de destruir la mesa principal.

"Yu-Yung Len..." El coreano no reaccionó al llamado, continuó destrozando la mesa con sus manos sangrantes.

"¡YUNG LEN!"

En esta ocasión, el grito fue lo suficientemente fuerte como para que lo escuchara, aunque ya era demasiado tarde para la mesa.

Yung Len lo enfrentó con la mirada, en donde ambos se quedaron en un incomodo silencio por varios segundos.

"Hoy no voy a ningún lado." El coreano rompió el silencio, su tono dejaba bien en claro que el alcohol lo estaba controlando.

Issei no pudo hacer otra cosa que mirarlo mientras él acomodaba las porquerias del piso con sus pies para encontrar un lugar en donde sentarse.

"¿Por qué...?" A Issei no se le ocurrió otra cosa que decir más que eso, su tono se escuchaba algo quebrado al ver como se encontraba su amigo.

"Hoy es ese día." Fue la vaga respuesta del coreano, quien se sentó en el piso tambaleante.

Issei se acercó a pasos lentos mientras observaba el lugar destruido, su rostro reflejaba la gran conmoción que sentía en ese momento. Pero incluso entre toda esa destrucción pudo encontrar algo que logró salvarse.

Issei sacó una foto entre los restos de una vasija destruida, en ella se veía un Yung Len bastante joven junto con un hombre, una mujer y una niña.

El hombre tenía un traje formal de profesor, mientras que la mujer poseía una vestimenta de floristería. La niña poseía un singular cabello tan negro como la noche, junto con unos ojos de color rojo carmesí. Su vestimenta era una casual al igual que el niño que estaba abrazando por el cuello, en donde ambos tenían una sonrisa radiante.

El protagonista llevó su mirada a Yung Len, quien aún permanecía sentado mientras miraba a la nada misma, sus ojos estaban rojos por el llanto y el alcohol.

Issei miró la imagen una vez más, hasta que finalmente decidió sentarse junto a él sin decir una palabra.

Ambos compartieron un silencio bastante cortante, en donde Issei le entregaba pequeñas miradas, mientras que su amigo parecía completamente desconectado del mundo real, ya que ni siquiera parpadeaba.

"¿Por qué destruiste la casa?" Issei al fin encontró el valor para preguntarle, haciendo que Yung Len lo mirara.

El coreano se inclinó para acercarse a él, el olor a alcohol era insoportable. Aún así, sus sentidos no estaban tan afectados como parecían, ya que su mano sangrienta pudo señalar una de las caras que había en la foto.

"Se llamaba Hae. Mi helmana era 2 más glande que yo. Ahola debelía tene unos 23. Ella ela muy luidosa." Comentó el coreano, su tono ebrio se escuchaba algo apagado y sofocado. "Mi madle se llamaba Bora." Una sonrisa cruzó su rostro cuando la señaló en la foto. "Ella era jardinela, le encantaban las floles." Yung Len guió su dedo a la última figura. "Mi padle era un plofesol de secundalia. Yo le hacía la lonchera. Ela un niño de 8 años por lo que no tenía ni idea de cómo cocinal, pero él siemple lo aceptaba con una sonlisa." Issei no sabía cuando, pero en algún momento del relato Yung Len había empezado a llorar de nuevo.

Ambos se quedaron en silencio observando aquella foto, hasta que Issei hizo la pregunta culminante.

"¿Qué pasó?"

Un jadeo ahogado emergió de Yung Len en un intento de controlar el llanto proveniente de esos recuerdos.

"Veníamos del palque de divelsiones. Ela un día helmoso, pelo yo..." Yang Len hizo una pequeña pausa para intentar controlar sus lágrimas. "Pelo yo estaba muy enojado. Quelía seguil en aquel luga. Quelía segui diviltiendome, por lo que les dije..." Otra jadeo ahogado emergió de sus labios por lo que estaba a punto de decir:

"Son los peoles padles del mundo, ojala se muelan."

Yung Len se cubrió la boca con su mano tras esas palabras.

"Hice un belinche y salí de la casa. Pero apenas pude da dos pasos y me clucé con un homble y una mujel." Yung Len cerró sus ojos con fuerza. "No impolta cuánto lo intente, no loglo lecorda nada después de eso. Solo..." Yung Len se aferró a su cabello con mucha fuerza. "Solo lecuerdo que cuando desperté, el cuelpo de mi madle y mi padle estaban tilados en el piso sin vida, y la casa estaba destluida. Nunca supe nada más acelca de mi helmana..." Yung Len comenzó a inclinarse hacia atrás y adelante en el piso mientras las lágrimas caían sin parar. "Todos los años, todos los meses, todas las semanas, todos los días..." Yung Len se mordió el labio inferior con tanta fuerza hasta el punto de sangrar.

"Siempre intento recordar, pero nunca recuerdo nada."

Yung Len se terminó por quebrar, comenzando a llorar sin consuelo ante la mirada silenciosa de Issei, quien sentía como sus ojos estaban llorosos por la historia.

Issei miró la foto una vez más al mismo tiempo que las lágrimas silenciosas comenzaban a rodar por sus mejillas.

En la foto se veía que eran una familia muy feliz.

Al final, Issei colocó la foto sobre la mesa destrozada, para luego observar en silencio como Yung Len continuaba llorando desconsolado. En un principio pensó en colocar una mano sobre su hombro, pero él más que nadie sabía que eso estaba muy lejos de ser algo suficiente como para apaciguar tanto dolor.

Issei se puso de pie y salió de la escena, dejando a Yung Len solo por un momento. En esos segundos solo se podía escuchar su llanto, hasta que sintió como alguien se posaba a su lado.

Allí se encontraba Issei con una seriedad absoluta mientras sostenía una pala y una escoba. El protagonista no dijo nada, lo único que hizo fue tomarle la mano para obligarlo a que se levantara.

Yung Len lo observó en silencio, viendo como el castaño le extendía la pala. Al final, el coreano solo optó por intentar controlar su llanto mientras tomaba la herramienta.

Issei comenzó a barrer todos los destrozos mientras que Yung Len le echaba una última mirada a la foto de su familia, hasta que finalmente se quitó las últimas lágrimas y comenzó a limpiar junto con su amigo.

Ninguno de los dos dijo una palabra en ese proceso, lo único que hicieron fue limpiar.

Porque no existía necesidad de decir nada.

Justo en ese momento llegaron Raynare, Rick y Alan, pero optaron por observar todo desde el pasillo sin la intención de molestarlos. Los tres se miraron entre sí, y una sonrisa emergió de sus rostros.

Esperarían pacientemente a que Yung Len termine de limpiar su hogar.

Esperarían a que termine de limpiar su corazón.

_ SALTO DE LÍNEA _

Grigori

Varias horas más tarde...

"No soy niñero de nadie, viejo. Tengo cosas mucho más importantes de las que ocuparme, no puedo perder el tiempo con ellos." Un encapuchado le dijo a Azazel, quien se encontraba desde el otro lado del mostrador mientras le daba algunos ajustes a una Sacred Gear con forma de anillo.

"Vamos, no digas eso. Cada uno de ellos tiene un potencial oculto que te sorprenderá." Declaró el Cadre mientras continuaba con su trabajo.

"Eso me da igual, busca a otro y llámame cuando sean capaces de darme una buena pelea." El muchacho se disponía a marcharse, pero...

"¿No quieres hacerlo incluso si sabes que el Sekiryuutei está entre ellos?"

El encapuchado se detuvo en sus pasos, aunque ni siquiera se volteó para mirarlo.

"¿Estás intentando sobornarme?" Acusó el joven con una voz grave. "Me da igual. Si sigue siendo tan débil como para requerir la ayuda de su máximo rival, entonces no me interesa para nada."

"¿Incluso cuando no solo posee la Boosted Gear, si no también la True Longinus?"

"¿¡Qué dijiste!?" El joven encapuchado se dio la media vuelta muy exaltado, haciendo que una sonrisa bastante única surgiera en el rostro de Azazel.

"Al final creo que pude sobornarte, ¿eh?"

¡FINAL DEL CAPÍTULO!

¡Espero que lo hayan disfrutado!

Creo que todos saben quien es ese tal encapuchado, quizás agregarle misticismo fue en vano pero ya saben como soy jaja.

Nuevamente quiero agradecer a Rakei, ya que extendió su membrecía por un mes más y gracias a eso habrá no solo un capítulo extra más, si no dos. Recuerden que los capítulos extras se publican cada 3 días, y si quieres ser parte de esto, puedes volverte miembro en mi Patre-on por un dólar y así continuar extendiendo la racha de capítulos consecutivos. Recuerda que puedes encontrarme como: Jyanzein.

¡Nos estaremos viendo en tres días para la continuación!