Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Kishimoto. La historia es de Lavender-Long-Stories.

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Los medios de comunicación empezaban a apagarse a medida que un nuevo y brillante drama superaba al suyo. La prensa tenía una capacidad de atención corta, y la relación de Hinata y Sasuke simplemente no fue lo suficientemente interesante cuando las empresas se negaron a hacer comentarios y no les dieron un escándalo mayor. Si no había nada nuevo que contar, la historia moría.

Eso no significaba que el público no siguiera alborotado al respecto. Hinata tenía que dejar de ver los artículos, no por los cientos de mujeres que decían que no era lo bastante buena para Sasuke. Ella sabía lo popular que era él. Lo que Hinata no podía soportar eran los comentarios del bando contrario sobre que ella era demasiado buena para él. Hinata no sabía que había cultivado su propio club de fans masculinos solo por estar en el ojo público, pero deseaba haber permanecido ignorante de eso.

Al menos, gran parte de la popularidad de Sasuke se debía a la imagen que proyectaba y no... Solo a su aspecto.

Hinata escribió su última nota al terminar la clase.

—Y aquí están sus parejas —el profesor puso un papel en la pizarra—. Léanlo antes de salir. Sean responsables y pónganse en contacto con ellos.

Hinata tomo sus libros y esperó a que la multitud se disipara antes de comprobar la lista por sí misma.

—Puede que saque buenas notas trabajando contigo —Hinata parpadeó a Naruto antes de mirar la lista para encontrar sus nombres uno al lado del otro.

Oh, no.

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—Ni siquiera sabía que tenías clases con él —Kiba hizo una mueca.

—No es una clase básica—Hinata suspiró—. Olvidé que él estaba en esa clase—había dejado de observarlo.

Hinata buscó el rechazo de Naruto en su momento más bajo, cuando le pasaron muchas cosas malas y luego empezó esta relación con Sasuke, así que nunca se sentó a pensar realmente en lo que significaba para ella dejar ir a Naruto.

El brazo de Kiba se enganchó alrededor de su cuello mientras caminaban.

—¿Vas a estar bien con él?

—Supongo que tengo que estarlo —Hinata apoyó la cabeza en él.

—¿El noviecito va a volverse un imbécil por esto? —Kiba se preguntó.

—No creo que a Sasuke-san le importe mucho —Hinata no veía a Sasuke como un tipo celoso, pero nadie lo sabía realmente. Nunca lo habían visto teniendo una relación. Podía hacer un espectáculo de ello si quisiera, pero Naruto no era una amenaza para su trato, igual nada era real.

Nada de esto era real.

¿Por qué necesitaba recordar tanto eso?

—Bueno, si necesitas que seamos molestos y pegajosos para que no tengas que estar a solas con él, Shino y yo podemos turnarnos —declaró Kiba.

Hinata sonrió. Si pudiera presumir de algo en su vida, sería de tener a los mejores amigos.

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Hinata recostó la cabeza en la espalda de Sasuke mientras recorría las carreteras. Era una sensación extraña ver las calles y sentir el viento pasar. Si cerraba los ojos, podría quedarse dormida, pero eso era probablemente lo último que quería hacer mientras iba en una moto.

Sasuke se detuvo frente a su casa y Hinata se quedó con el casco en las manos, concentrándose en él para aclarar sus pensamientos.

—Tengo un proyecto grupal con Naruto-kun.

Cuando Sasuke no dijo nada, ella se obligó a levantar la vista. Él arqueó su ceja.

—¿Cómo te sientes con eso?

—Todavía no estoy segura —admitió Hinata—. En realidad, no he pensado en él, pero sé que eso significa... Que no he... —ella nunca se lamentó de gustar de Naruto. Si se aferraba a él, no sería justo para Sasuke.

Sasuke inclinó su cabeza hacia ella.

—Si lo quisieras podría ir y ser un novio excesivamente posesivo.

Hinata esbozó una sonrisa.

—No creo que eso se aplique a ti.

—¿No lo crees? —Sasuke enarcó una ceja—. Parece que eres la única que piensa eso.

—¿Piensas que eres del tipo celoso? —Hinata levantó la cabeza y sintió que el calor le subía por la espina dorsal al ver la mirada de él.

Los ojos de Sasuke bajaron un instante hasta los labios de ella.

—Tal vez.

Hinata quiso retroceder, pero ¿por qué? Se suponía que esto tenía que pasar, ¿no? Respiró, sintiendo cómo se le calentaba el rostro.

—Pensaría que confías en mí.

—No es por ti por quien estoy preocupado —la voz de Sasuke bajó, haciendo que su corazón latiera con fuerza en sus oídos.

Hinata dio un paso atrás antes de que su cuerpo pudiera reaccionar por sí solo hacia él. Le tendió el casco.

—Este... —se aclaró la garganta—. Yo... No creo que tengas que preocuparte por Naruto-kun.

Sasuke tomo el casco.

—No sé. Siempre peleábamos por los juguetes cuando éramos niños.

—Yo no soy un juguete —Hinata sabía que era un comentario estúpido en el que centrarse, pero su cerebro estaba haciendo cortocircuito en este momento.

—La gente ve más valioso lo que no puede tener que cuando está disponible —Sasuke puso el casco detrás de él en la moto—. Y si no lo has superado y le empezaste a gustar...

—No voy a echarme para atrás —le aseguró Hinata. Estaba demasiado metida... En esto. Su corazón seguía agitándose.

—¿Ni siquiera por él? La verdad es que no puedo pedirte que sueltes algo así —la pregunta de Sasuke parecía sincera. Esto era lo que la confundía. Sasuke actuando y luego estando tan dispuesto a dejarla ir. Aunque mantuviera su promesa y lograra enamorarse de ella, ¿siempre se sentiría así? Como si estuviera a punto de creerle.

¿Podría llegar a amarlo de verdad si siempre pensaba que era una mentira?

—No me estoy echando para atrás —repitió Hinata.

Sasuke suspiró.

—De acuerdo —Hinata apretó los labios. Se sentía mal por haber arruinado cualquier estado de ánimo que hubiera. Realmente lo estropeaba todo—. Deja de poner esa expresión. Que te deje ir no significa que quiera hacerlo.

Hinata parpadeó. Oh... Porque entonces ella no podría ayudarlo, ¿verdad?

—De acuerdo.

Sasuke abrió la boca para decir algo más, pero se limitó a suspirar.

—Debería irme. Te veré por la mañana —estiró el brazo para darle su abrazo habitual y Hinata lo rodeó con sus brazos.

Sasuke presionó los labios contra su cabello antes de soltarla. Se estaba acostumbrando. ¿Qué sentiría que la dejara ir ahora? ¿Le rompería el corazón como en una ruptura de verdad?

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Hinata no creía que Naruto pudiera ser tan callado. Era incómodo, pero esperaba más bromas de él para romper la tensión. Estaba fingiendo su sonrisa y eso casi empeoraba todo esto, él estaba actuando como si estuviera feliz de trabajar con ella.

—No tienes que actuar como si no estuvieras incómodo —Hinata finalmente le dijo.

El rostro de Naruto se crispó mientras su sonrisa desaparecía. Se frotó la nuca.

—Lo siento. Es solo que no hemos hablado desde...

—No te preocupes por lo que dije. Ahora estoy saliendo con Sasuke-san —le comentó Hinata.

—Sí, eso también es... Raro —refunfuñó Naruto, sin querer decir lo que realmente pensaba. Se le daba mal mentir. Era una de las cualidades de él que antes hacía que se le acelerara el corazón. Ahora solo le producía un nudo en el estómago.

Hinata cerró el computador portátil.

—No quiero que las cosas se pongan incómodas entre tú y Sasuke-san.

—Supongo que sentí que debería haberlo visto. Todos los demás lo hicieron —tal vez esta sensación de dolor en su estómago significaba que no lo había superado—. Y luego Sasuke... No sé por qué nunca me lo dijo.

Hinata no sabía qué decir al respecto. La mentira de Sasuke de esperar a que Naruto tuviera una oportunidad, era un escenario desgarrador si hubiera sido real. Si fuese verdad y Naruto hubiera aceptado sus sentimientos, ¿habría visto Sasuke cómo su mejor amigo y su amor se casaban sin decir nada?

—Supongo que es bueno, que no lo supiera, ¿cierto? Quiero decir, ustedes dos son felices ahora, ¿verdad? —Naruto siempre intentaba ver el lado bueno de las cosas.

Hinata sintió que una sonrisa se le dibujaba en el rostro. Su esperanza era contagiosa.

—Sí.

—¿Le dijiste que íbamos a trabajar juntos? —preguntó Naruto. Hinata asintió—. ¿Está enfadado?

Hinata lo miró parpadeando. ¿Naruto creía que Sasuke estaría celoso?

—¿Pensaste que lo estaría?

—Quiero decir, a Sasuke nunca le ha gustado compartir —Naruto se encogió de hombros—. Una vez me golpeó en la cabeza con un camión de bomberos de juguete por el que estábamos peleando —tal vez Naruto lo conocía mejor que ella. Ambos le dieron la analogía del juguete. Quizás el hecho de que Sasuke no estuviera celoso solo sería una señal de que esto no era real para ella. Realmente necesitaba dejar de pensar en ello de esa manera. Se la iba a quemar el cerebro.

¿Por qué no podía simplemente olvidar y caer en la fantasía que Sasuke estaba creando?

—¿Lista para irnos? —ambos levantaron la vista cuando Sasuke llegó a la mesa.

Hinata miró la hora. Era hora de irse, pero no esperaba que él fuese por ella. Con suerte, él no oyó la conversación.

—Sí.

Naruto guardó sus cosas mientras Sasuke la ayudaba a meter las suyas en el bolso.

—Se ven tan lindos juntos —Hinata parpadeó ante su gran sonrisa.

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Naoko Ichigo