¡Hola a todos! ¿Qué tal están? Espero que estén bien. Aquí le traigo un nuevo capítulo. Espero que lo disfruten.
[POV de Faila]
Todos se han estado esforzando con su entrenamiento, no creo ser capaz de entrenar de la misma manera que ellos. Mis ataques físicos son tan insignificantes delante de un enemigo que lo más seguro sería el hazme reír de cualquiera.
Quería por lo menos tratar de acceder nuevamente a mis poderes divinos, pero no es sencillo, duele hacerlo es como si mi alma se desgarrara y arde mucho. Fue sencillo hacerlo cuando ayudé a Zac, pero ahora solo me duele tratar aunque sea de obtener una pizca de esa energía.
Realice una consulta con el Kaio del norte, pero solo me dijo que era mejor que buscará con quien entrenar ese lado.
"Será mejor que alguien que esté relacionado a tu ki divino te entrene por los momentos solo puedo enseñarte a cómo obtener un poco de él".
Esas fueron sus palabras, la verdad es que le agradezco que me enseñara un poco. Sin embargo, no creo que sea algo que usaría a diario como dije: duele y me lastima, quema...
¿Dónde encontraré a alguien que me entrene? ¿Otro guardián? No. Lo veo imposible ni conozco a otros guardianes como para pensar en que uno me entrene. ¿Qué hay del Gran guardián? Quizás tenga algún espacio en su agenda apretada y me entrené, después de todo él fue quien redujo mi poder.
¡Ah! ¿A quién engaño? Es imposible. Aparte de eso, ni sé cómo contactarme con él, perdí todo contacto del mundo de los espíritus desde que me convertí en guardiana.
Y... ¿Qué hay de la deidad de aquí? Alguien similar al Gran guardián. ¡SI! Creo que era... El Gran sacerdote, si mal no recuerdo. ¿Me aceptaría si se lo pidiera? No, creo que está muy ocupado como para entrenar a una mocosa como yo...
¡¡AHH!! Estoy en la misma.
Recordé al instante a ese sujeto de la tal patrulla intergaláctica que seguía a Zac. Aunque quería ocultarlo ese sujeto se veía a leguas que era una deidad, pero por la forma en que actuaba con Zac debo suponer que es un aprendiz o ¿solo está buscando algo?
¡Ja! Que humillante es recurrir a la guía de alguien más. Fue lo primero que me vino a la cabeza.
-Debería interrogarlo... - Murmuró para mí misma. - ¡AY, no se que hacer! - Me revuelvo mis cabellos y me dejé caer en el pasto de aquella pradera, admiré detenidamente el cielo. Que lindo se ve ese color, tan azul como el mar. Cubrí los rayos del sol que daban a mi rostro abriendo mi mano hacia adelante y con la otra mano libre la usé como almohada. - Creo que será mejor entrenar por mi cuenta, no quiero darle problemas a Zac o al Gran guardián...
-¿Quién es el Gran guardián? - Una voz familiar hizo que diera un brincó como un gato. Me levanté rápidamente y gire la cabeza atrás a ver quien era, el hijo de ChiChi me alzó una ceja e hizo una mueca confundido por mi forma de actuar.
-Ja, ja... G-Gohan... - Ni había sentido cuando llego. - ¿No estabas entrenando? ¿Desde cuando me escuchaste? - Indagó con miedo.
-Eh... Bueno es que mi papá y ese sujeto están entrenando, el señor Piccolo está meditando y yo pues... - Hizo una pausa. - quería venir a ver qué hacías y a decirte que mi mamá me dijo que te dijera que pronto terminará. - Comunicó.
-Ah ya veo... - Se me olvidó que tenía que salir con ella hoy. - Por cierto, ¿Aún le tienes rencor a Raditz? - Cuestionó, creo que esto me servirá para desviar el tema del Gran guardián. Gohan dudó por unos segundos y lo invité a que se sentará a mi lado, cuando estuve durante un año con él, la única manera de que se calmará era hablando.
-Bueno... no es que le tenga rencor o algo así... - Gohan desvió la mirada y pude notar su breve mueca cuando trata de mentir o ocultar algo, alce una ceja y este lo notó. - E-Es que solo... - Bajó levemente la mirada y jugó con sus manos. - No me puedo acostumbrar a alguien que está relacionado con mi familia y que esa persona me haya secuestrado y matado a mi papá...
Mi rostro se suavizó al escuchar aquello. Lo admito, es justificable que se sienta de esa forma. - Comprendo un poco a lo que te refieres, pero por lo visto tu padre está a gusto con él, después de todo lo que le hizo. - Es muy característico de ese sujeto perdonar a todos.
-¡Lo sé! Es extraño... - Bajo su voz al decir lo último.
-Pues, ¿Porque no lo perdonas? Sí. Cometió errores, bueno... eh... hizo cosas malas tal vez, ja, ja. Y terminó raptandote. - ¡No ayudas! Grité en mi cabeza. - pero debes reconocer que Raditz trató de acercarse a ti en ocasiones. ¡Claro! Tampoco te estoy pidiendo que lo trates como la mejor persona del mundo, solo deberías llevar las cosas bien y ya. - Comuniqué. - No te angusties...
Gohan solo anunció que comprendía lo que decía y que tratará de perdonarlo a su modo. Después el hijo de ChiChi me estuvo comentando cosas referente a su entrenamiento con aquellos hombres como también me invitó a entrenar con ellos.
- Gracias por la invitación, pero ni creo poder vencer aunque sea a uno de ustedes, ja, ja. - Di una pausa y seguí: - Solo sería un estorbo en su entrenamiento...
-No creo que lo seas. Nos has ayudado mucho, Faila. Creo que si no hubieras estado en Namek tal vez todos estuviésemos muertos. - Consoló Gohan. Solo le di una sonrisa leve por aquello y este también me la devolvió, pero en cuestión de segundos siento una leve punzada en mi pecho. - ¡¿Estás bien?! - Cuestionó el infante al verme decaer un poco.
-S-Si... eso creo... - Creo que Zac sufrió mucho daño en su cuerpo... - Creo... que iré a ver como está Zac. Dile a ChiChi que me disculpe por no ir con ella al centro comercial hoy.
-¿Le pasó algo al señor Zac?
-No creo que sea algo grave, no te preocupes. Lo más seguro es que se haya roto algún hueso o algo así. - Declaré, no es nada nuevo que le pase algo a ese tonto. Emprendí vuelo para ir a casa de la peliazul no antes me despedí del hijo de Goku. - ¡Nos vemos pronto!
Años 778 pasado del futuro alternativo...
En lo que parece ser un desierto había un estruendo y varías esferas de energías saliéndose de control que chocaban con muros y pilas de rocas. Una lucha se estaba efectuando en la zona desértica y no estaba protagonizada por los androides, al parecer dos saiyajins estaban peleando con su máximo poder.
Ambos los rodeaba un aura dorada, mientras que un chico de cabellos lila de unos doce años observaba con asombró la batalla que se efectuaba en sus narices.
Sin embargo, una batalla que parecía estar igualada terminó con que una de las siluetas cayera en picada al suelo y se estrellara contra incontables pilas de rocas derrumbándose en el proceso. El chico de cabellos lilas se asombró ante eso y miró al cielo para visualizar al victorioso del cual estaba descendiendo hacía el guerrero caído.
Mientras que el caído solo se acarició la cabeza por recibir tantos golpes de las pilas de rocas, pero luego dejó de acariciarla al ver el ceño fruncido de su maestro y ríe levemente, su maestro dejó de lado su transformación y sonrió también, seguido le extendió la mano.
-Es grandioso que estés aumentando cada vez más tu poder Gohan, a este paso ya podremos hacer la fusión. - Declaró el hombre con una sonrisa.
-¿En serio? Ni he podido nivelar su nivel actual, a duras penas he podido mantener el super saiyajin y usted dice que debemos tener al menos un poco más de poder para fusionarnos. ¿Usted cree que podamos hacerla? - Investigó el híbrido.
Zac alzó una ceja ante todas las preguntas del chico frente a él.
-Bueno si... solo me estoy basando en la información que me dio Faila de la técnica y para poder derrotar a los androides y los enemigos venideros debemos hacer que tu poder actual sea igual al mío, pero no te angusties mientras sigamos entrenando ten por seguro que podremos realizarla con éxito. - Explicó el hombre Aunque creo que la podríamos intentar, pero no se si sera tan fuerte como para derrotar a los androides y a Cell. - Ya la has practicado por tu cuenta como te lo pedí, ¿cierto?
-Je, je. Eh... bueno... - Son Gohan dudó en responder y Zac solo suspiró por aquello como también lo regaño. - ¡No creo que sea necesario! Yo confío en que usted puede derrotarlos es más fuerte que yo o que mi papá. - Informó. Pero Zac le dio un toque en su cabeza.
-Que sea más fuerte que tú, no significa que pueda con todos los enemigos que se me atraviesen. No te fíes de eso... - No sé qué más cartas poner sobre la mesa. Es como si este mundo estuviese destinado a la desgracia... Meditó Zac.
-¡Gohan! ¡Señor Zac! - Llamó un chico de cabellos lilas mientras saltaba de las rocas y llegó corriendo. - ¡Eso fue genial! ¿Cuando podré transformarme en super saiyajin? - Cuestionó el pelilila, Gohan y Zac se dieron una mirada y luego rieron levemente para acariciar la cabeza del chico, cosa que lo hizo molestar y apartó las manos de sus mentores. - ¡¿Cuándo podré?!
-Solo sigue entrenando y llegarás a la transformación. - Alentó Zac. A Trunks le brillaron los ojos por aquello.
-Pero te lo advierto no es para nada sencillo llegar a ella. - informó Gohan.
El chico declaró que se esforzará mucho y que en cuanto la tenga le dará una demostración de su poder a los saiyajins como también se llenó de delirios de que quizás así podría derrotar a los androides. Los hombres se miraron simultáneamente y no dijeron nada al respecto por segundos, pero cuando Zac iba a dar su opinión el comunicador de muñeca del chico sonó.
- ¡Oh! Es mamá. - Se sorprendió el hijo de la peliazul.
-¿Qué pasó? - Zac se aproximó a Trunks para poder ver lo que observaba en la pequeña pantalla de su reloj, Gohan hizo lo mismo y en cuanto el hijo de Bulma respondió a la llamada un gran grito de la guardiana se escuchó. - ¡¿Pasó algo?!
-¡¿QUE SI PASO ALGO DICES?! - Habló con rabia la chica. - Pues, resulta ser que Bulma acaba de entrar en parto y el ¡PADRE NI ESTÁ PRESENTE! ¡Eso es lo que pasa! ¿Cuándo vienes?
-¡¿EH?! ¡¿POR QUÉ NO DICES ANTES?! - Regaño el hombre.
-Te dije que Bulma estaba en momentos que daría a luz esta semana y ni me hiciste caso. Creo que los hombres de todos los universos están cortados por la misma tela. - Puntualizó la guardiana y la risa nerviosa de los tres surgió por lo comentado.
¿En serio me dijo eso? Estaba tan centrado en alejar los androides de Bulma que ni preste atención... Pensó Zac. - Hump, será mejor que vengas, si no te la verás conmigo y mi puño.
Una vez dicho aquello corto la llamada y Zac solo le solicitó a sus alumnos que se sostuvieran para ir con aquella mujer de cabellos blancos con la teletransportación.
En cuanto llegaron a la cueva en que se refugiaban, Zac no la pensó dos veces y se adentra a la cueva con nervios, este asunto le colocaba los pelos de punto iba a ser padre primerizo, en su vida pasada no tuvo la dicha de encontrar a una mujer que lo amara y sobre todo darle un hijo y ahora que tenía esa oportunidad él va y llega tarde. Los gritos de dolor se escucharon por el pasillo, pero al parecer no era el único que iba a presenciar el nacimiento del chiquillo, ya que Trunks y Gohan le seguían los pasos. Finalmente, llegó a la puerta y dudó en abrirla no sabía si era buena idea o no, ya que literalmente la mujer estaba en labor de parto y no sabía si era el momento de interrumpir.
Llamó a la puerta y nadie respondió, tampoco la podía abrir debido a que estaba cerrada, así que, no le quedó más que otra que esperar afuera.
-¿Ya está en labor? - Cuestionó Gohan y el saiyajin reencarnado solo le dijo un sí sin dejar de mirar la puerta, estaba nervioso y ansioso. - ¿Qué me dices Trunks? ¿Será que tendrás un hermano o una hermana? - Averiguó Son Gohan para pasar el rato.
-¡¿Eh?! - Se sorprendió el chico. - Bueno, no sé. Tampoco me importa como sea. Mamá me dijo que debía cuidar de mi hermano o hermana cuando naciera porque soy el mayor. - Respondió el chico en un tono neutral.
A pesar de saber que era su medio hermano el chico no cuestionó la unión de su mentor y su madre, de hecho a él le parecía bien. Después de todo Zac fue el que terminó cuidando de él. Nunca sintió incomodidad de que su madre y él muchacho estuvieran juntos, le gustaba más ver a su madre feliz que solo sufrir.
Los minutos pasaron y finalmente la puerta de la habitación fue abierta, la guardiana se hizo presente con una mujer, al parecer era un profesional en medicina por su largo abrigo. La mujer sólo declaró que la peliazul necesitaba reposo y que por los momento ella se retiraría, ya había terminado con su trabajo ahí.
-Llevaré a la doctora al campo de refugiados, será mejor que entres. - Hablo con algo de molestia la peliblanco a su usuario y salió de la habitación. - Gohan. - Llamó al chico. - ¿Podrías acompañarme? - Solicitó la chica, aunque en realidad lo hizo con la intención de dejar a la familia a solas.
-Eh... si no tengo problema con acompañarte, Faila. - Expuso Son Gohan de igual forma se ofrecería, no le gustaba la idea de dejar ir sola a la chica no se sabe cuando los androides podrían atacar.
Faila y Gohan terminaron yéndose con la doctora, la guardiana solo agradeció a la profesional por darse la libertad de venir a atender a la peliazul. La mujer solo dijo que no había problema y que después de todo le gustaba su trabajo.
Mientras que Zac no dudo más y se adentra a la habitación y lo primero en ver fue a la peliazul tarareando una canción al recién nacido, la mujer al notar la presencia de sus familiares más preciados sonrió.
-Ha llegado tu padre, Yawd. - Informó la mujer al recién nacido que dormía plácidamente en los pechos de la mujer. Zac se aproximó a la peliazul y le dio un leve beso en la frente como también se disculpó por la tardanza.
-Veo que ya le diste nombre. - Zac ya había pensando en varios nombres, pero como era de esperarse la mujer se adelantó y lo nombró.
-Si ya lo había pensado con detenimiento y creo que es un buen nombre para nuestro hijo. - Informó la peliazul, Zac rio levemente y como muestra de afecto solo procedió a besar los labios de la mujer, Bulma ríe ligeramente entre el beso, pero luego un carraspeo de garganta hace que la pareja se separé y un sonrojo se mostró en ambos.
-¡Oh! Trunks.Ven a ver a tu hermanito. - Trunks hizo caso a la petición de su madre y se aproximó a ver a su pequeño hermano.
- ¿Puedo cargarlo? - Pregunto, la peliazul solo le cedió al recién nacido.
-Por lo que veo él no nació con cola. - Comunicó Zac algo sorprendido al ver que su hijo no presentaba la característica extremidad de los saiyajins. Quizás eso fue lo primero que se le cruzó en la cabeza en cuanto Bulma le notificó que esperaba a un bebé.
-Sí, lo mismo pasó con Trunks. - Informó la peliazul y se acomodó en la cama con ayuda de Zac. - Así es mejor, no quisiera que Yawd tuviese problemas por transformarse en una bestia gigante sin razonamiento.
¡HEY! Exclamó Zac a sus adentros al recordar su desdicha al transformarse.
¿Qué tanta influencia puede tener la genética de Bulma...? Se cuestionó el hombre, pero ignoró aquello ya que, estaba más feliz de ver cómo aquel chico de cabellos lilas jugaba con el recién nacido del cual reía por las muecas que hacía el preadolescente.
Si tengo que dar la vida para protegerlos, lo haré... Meditó Zac, ahora tenía que cuidar a un miembro más de la familia.
Sin embargo... el destino del saiyajin reencarnado ya estaba sellado...
Año 783 en el futuro alternativo... Actualidad...
En la punta de un acantilado un hombre meditaba un poco, aunque en realidad estaba teniendo una batalla mental contra aquellos demonios que devastaron a la humanidad.
Por sus expresiones arrugadas, aquel hombre estaba teniendo dificultades a la hora de pelear. Hasta que finalmente abre sus ojos de golpe, su respiración se agita y se lleva su mano derecha al pecho preso del pánico. Finalmente, se calmó y bajó ligeramente la mirada. Aún los recuerdos del pasado seguían presente...
Como siempre los androides iban y llegaban a otra ciudad para plantar el caos y miedo. La humanidad huía despavorida por el ataque de los demonios gemelos, estallando cada cosa por diversión.
-Mira que esconderse bajo tierra como gusanos. - Dijo el androide diecisiete y acto seguido dirigió una rafaga de ki en lo que parecía ser un metro subterráneo estallando en el proceso y dejando a las personas que estaban saliendo de aquel lugar atrapados. El androide ríe por aquello e invita a su hermana a unirse a la diversión la rubia solo rodó los ojos por la insistencia de su pequeño hermano, pero el pelinegro volvió a insistir: - ¿Qué te parece si jugamos tiro al blanco?
-¿Cómo lo jugaremos si dejaste a los humanos bajo tierra? - Cuestionó la mayor y el chico solo le aclaró que esa era la única salida asi que si o si alguien asomara la cabeza. A la rubia le salió una sonrisa retorcida por aquello y aceptó el juego. - Apuesto a que le atinó a unos cien.
-Puff, entonces yo al doble. - Desafío el pelinegro y como el androide lo predijo algunos estaban tratando de cavar una salida. Quizás imaginaron que los androides se habían ido porque los ataques cesaron y el primero en salir se encuentra con las sonrisas sádicas de los gemelos, las pupilas de aquel humano temblaron y la primera en atacar fue número dieciocho y penetró el pecho de aquel pobre hombre.
-Uno. ¿Cuantos llevas tú? - Se burló la rubia soplando su dedo índice como si fuera una pistola.
El pelinegro gruñó por aquello y lanzó varías esferas de energía en un intento por alborotar al hormiguero. Siendo así que los seres humanos se separaron por un intento desesperado por salvar sus propias vidas. El pelinegro más que emocionado posó su mano como si fuera una pistola y empezó a disparar rayos de ki de la cual dio algunos, le mostró una sonrisa burlona a su hermana, pero la rubia estaba más centrada en lanzar rayos de ki.
-Treinta. - Dio una sonrisa burlona la rubia.
El pelinegro refunfuño y busco con la mirada con quien desquitarse, hasta que visualizo a unos niños del cual uno de ellos corría con uno cargado, pero terminan cayendose por los escombros atravesados, rodaron un poco y la niña fue la primera en levantarse y correr hacía su hermano pequeño para protegerlo, miró con rabia a los androides, pero no pudo evitar que algunas lágrimas se salieran al ver la sonrisa siniestra de los androides.
Los demonios como solían llamarle los humanos apuntaron a los infantes, estos suplicaron ayuda, ¿Es que nadie vendrá a su ayuda? Pensó la niña y ella sin más dudas cargo a su hermano y salió a correr por un intento desesperado de escapar de los androides o por lo menos de poner a salvo a su pequeño hermano, pero aún así la chiquilla recibe de en llenó el rayo en su pecho no solo eso su pequeño hermano también recibe el daño, cayeron súbitamente al suelo, la pequeña llama a su pequeño hermano entre lágrimas, pero el infante ya se había marchado y como última acción quiso tomar la mano del pequeño, pero no llegó y terminó por suncubir al sueño eterno.
-A eso yo le llamo matar a dos pájaros de un tiro...
El pelinegro no pudo culminar su frase ni mostrar su genialidad a su hermana mayor porque fue enviado directo a un edificio. Este refunfuño por aquello. - ¡¿PERO QUÉ MANÍA TIENEN DE LANZARME SIEMPRE?! - Aulló el pelinegro.
-Tal vez eres el blanco más fácil entre los dos. - Se burló la mujer.
-¡BAH. CÁLLATE, DIECIOCHO! - Ruge el androide diecisiete y la rubia solo ignoró aquello para aclararle que hacer con aquellos tres saiyajins que acaban de llegar. El pelinegro miro con rabia a uno en específico del cual fue quien lo pateó. - Hump, veo que siguen jugando a ser héroes. Ya les dije que no pueden con nosotros, no comprendo la insistencias de ustedes. - Declaró el pelinegro con una sonrisa. - Qué dices dieciocho, ¿Los matamos de una vez por todas?
-Nos quedaremos sin nadie con quien jugar, pero si eso te hace sentir mejor. Por mi esta bien. - Respondió la rubia cruzándose de brazos.
-Trunks, ve a ayudar a las personas que están entre los escombros y ponlos a salvo. - Zac señaló varias estructuras destruidas donde posiblemente estén personas atrapadas, la habilidad única de su guardiana, era muy efectiva a la hora de localizar sobrevivientes.
-Pero si nos unimos podemos derrotar a los androides. - Justificó el pelilila. - He entrenado muy duro para poder estar a tu nivel y al de Gohan.
-¡Obedece! - Esta vez fue Gohan quien ordenó mientras no despegaba la mirada de los androides. - Aleja a los sobrevivientes de aquí.
Trunks le dio una mirada a Zac quizás esperando a que él dijera algo al respecto, pero aquel hombre no despegaba su ceño fruncido de los androides, el silencio lo decía todo su presencia no era necesaria. Asimismo, se giró de sus talones y fue a investigar entre los escombros. Quizás la ayuda de Trunks les servirá un poco, pero no daría mucho en batalla el primogénito de Bulma ni había llegado a su transformación de super saiyajin como para estar al nivel de los androides y solo le daban tareas sencillas como el buscar y rescatar.
-¿A dónde vas mocoso? - Cuestionó número dieciocho lista para atacar al pelilila, pero Gohan se interpuso en su camino jalando su tobillo para posteriormente lanzarla a un edificio en ruina de la cual terminó cayendo debido a que la rubia atravesó los pilares que soportaban su peso. La mujer salió de los escombros con sus vestimentas arañadas y se dio un quejido por sus vestimentas nuevas estropeadas.
-¡Déjame a estos payasos a mí, diecisiete! - Solicitó la rubia y su hermano solo se encoge de hombros, el pelinegro busco con la mirada al otro saiyajin hasta que lo encontró ayudando a una mujer sonrió de lado y apuntó al muchacho con su dedo, su hermanita no sería la única en disfrutar matar a esos tres guerreros por lo menos eliminará al menor de los tres. No obstante, su cometido es interrumpido por el saiyajin reencarnado.
-Maldito. - Dijo entre dientes el androide deteniendo su andar. - Lo lamento dieciocho, pero creo que esta vez peleare contigo.
-Como quieras, solo déjame a ese tonto a mi, yo misma lo mataré con mi manos. - Señaló al hijo de Goku.
El menor estuvo desacuerdo, después de todo el quería la pelea con el saiyajin reencarnado.
La batalla se hizo larga para los saiyajins, aún tenían que darle tiempo a Trunks de trasladar a los sobrevivientes. Sin embargo... sus energías no iban a ser eternas. Ambos hombres estaban agotados y sus respiraciones se hacían presentes debido al cansancio.
-Como siempre digo: nuestra energía es superior a la de ustedes. Es un privilegio tener energía ilimitada, agradezcan que hemos sido generosos con ustedes y no los hemos matado al instante. - Se burló número diecisiete.
Dieciocho ríe por el comentario de su hermano. Posteriormente el androide de cabellos negro extendió su mano y lanzó una tafaga de ki en dirección a los saiyajins, el humo se presenta y en cuestión de segundos se desvanece, pero no ve los cuerpo de aquellos hombres así que los busca con la vista. Hasta que recibe un llamado por parte de uno y recibe en llenó un puño en su mentón del cual lo alzó levemente al aire. El hijo de Son Goku aprovechó esa oportunidad y dio un golpe al estómago del androide provocando que solo retrocediera unos pasos.
-¡Ja! - Bufea la rubia burlonamente y se pasó su mechón detrás de su oreja.
Seguido la risa del androide diecisiete se presenta. - Ja, ja. Ya sus golpes ni pueden alejarnos qué patético.
Zac y Gohan solo gruñeron por las burlas de aquello. Era cierto, estaban perdiendo relevancia en la pelea si la alegaban solo era cuestión de tiempo que esos androides terminaran por asesinarlos.
- Será mejor... - Las palabras del pelinegro quedaron cortas al recibir un golpe en su rostro que lo mandó al suelo, aparta los escombros y miro con rabia la silueta que estaba sobre una edificación en ruinas. - ¡MALDITA SEA CON ESTOS DESGRACIADOS Y SUS ENTRADAS! - Ruge el pelinegro desde los escombros.
-¡Te dije que te encargaras de los sobrevivientes! - Regaño Zac al pelilila. Trunks solo justificó el hecho de que estaban cansados y necesitaban su ayuda.
Unos segundos de distracción del muchacho y provocó que la rubia fuera a darle un gran golpe en el rostro en venganza a lo hecho por su pequeño hermano. El hijo de Bulma fue directo a una pared de un edificio, pero el saiyajin reencarnado detuvo su caída atajando lo, chequeo al chico y este solo estaba inconsciente, le solicitó al último de los Son que era el momento de retirarse, tener a Trunks ahí era problemático.
Asimismo, una persecución se inició, uno de los saiyajins llevaba al chico en su lomo, mientras que el otro cubría de los ataques de los androides. Hasta que finalmente los perdieron de vista los saiyajins dieron un suspiró de alivio.
-Será mejor que use la teletransportación, señor Zac. - Estableció Gohan.
-Me gustaría hacerlo, pero no tengo el suficiente ki y no creo que tu lo tengas para brindarme un poco... - Era un hecho, después de todo tuvieron que correr debido a que no podían volar por la falta de ki. - Lo mejor que podemos hacer es llamar a Faila.
-¡Cierto! Ella puede trasladarnos. - Dijo Gohan con emoción y rápidamente le quitó el reloj digital al pelilila para enviar un breve mensaje. No pasaron segundos cuando la peliblanco abrió un portal delante de los saiyajins.
-¡Rápido! - Dijo entredientes la mujer desde el otro lado como si estuviese forzando su poder a abrir un portal a larga distancia. Introdujeron primero al saiyajin menor y en cuanto estos se iban adentrar el hijo de Kakarotto fue llevado por los androides como si un aguila atrapara a su presa. - ¡GOHAN! - La peliblanco dio un grito de preocupación por el chico y debido a su pérdida de concentración el portal se redujo un poco.
-¡¿Puedes invocar otro portal?! - Cuestiono Zac su intención era ir a buscar a Gohan.
-Si... pero solo podré hacer uno...
La mujer no culminó la frase cuando Zac la interrumpe. - ¡Bien! Está atenta cuando te llamé iré a por Gohan. - Declaro Zac y seguido corre en dirección al edificio que vio a Gohan ser estrellado. La peliblanco dejó de forzar el portal y este se selló lentamente y observó por última vez como su usuario se marchaba, tenía un mal sabor en su boca, su corazón le decía que algo malo pasaría...
Mientras que Gohan trataba de cubrirse de los ataques de los androides y daba intentos por defenderse. No obstante, los ataques consecutivos de los androides abatieron al chico, chocó contra una pared y el humo se hizo presente impidiendo que pudiera ver a los androides, solo escuchaba las risas burlescas de aquellos demonios.
-M-Malditos androides. - Exclamó el hombre. mientras buscaba entre el humo las siluetas de los demonios. Su instinto le dice hacerse a un lado y lo hace, pero algo tarde; un rayo de energía pasó a su lado de la cual provocó que su brazo derecho sea el perjudicado. El chillido de dolor se escuchó e hilos de sangre cayeron al suelo desde su herida. El nieto de Bardock se presionó la herida del brazo como pudo para evitar más pérdida de sangre, su respiración se agitó y su vista se nublo, estaba perdiendo mucha sangre.
-¡Vaya! Falle creí que le daría. - Expuso la rubia en la nuca del híbrido.
Este se asombró por aquello y alzó su pierna la giró para tratar de darle aunque sea un golpe, pero la rubia solo esquivo dando un salto encima de este y se colocó delante de aquel hombre para posteriormente provocar su caída al suelo. Pero el androide número diecisiete lo recibe dándole una patada a la espalda que lo mandó directo al techo de aquel departamento en ruinas. El Son rebotó como una pelota y luego cayó al suelo, escupe el acomulado de sangre de su boca al suelo.
-¿Aún no te rindes? Veo que eres necio... - Dijo el pelinegro con indiferencia y a su vez molesto. Le molestaba lo insistente que podía ser aquellos sujetos, era como si quisiera recibir una paliza solo porque sí.
-Yo nunca me... rendiré... - Dijo el hijo de Son Goku levantándose como podía del suelo. Los hermanos alzaron una ceja al presenciar la determinación del Son y dejaron que hablara: - Y-Yo no moriré... - El hombre se mantuvo de pie y sostuvo nuevamente su herida. - ¡No me importa si mi cuerpo es destruido por completo! Mis deseos de pelear me levantaran. - Son Gohan se posicionó nuevamente a pelear sin darle importancia alguna a su hemorragia.
En cuanto a los androides le pareció divertido el comentario de aquel hombre hasta se burlaron por aquello.
-Si tanto deseas morir, te concederé tu deseo. - Expuso el pelinegro quien fue el primero en atacar, Gohan bloquea su ataque y la rubia se le unió. Recibe un gran golpe, pero no titubea su llama aún seguía encendida y él daría todo en esa pelea.
No podía solo bloquear eternamente, su vista borrosa se presentaba y solo escuchaba las risas de aquellos demonios. Estaba más pálido que una hoja blanca, debido a su pérdida de sangre su transformación se debilita y cae de rodillas al suelo. Gohan apretó su herida de la cual su manos se tiñeron de sangre. Estaba frustrado por no poder hacer nada al respecto, ¿Que podía hacer? No había escapatoria alguna.
Lo siguiente que sintió fue como su mentón fue pateado y chocaba contra un muro para atravesar lo, Gohan se sienta como puede y apoya su espalda a una pared.
-Fin del juego, Gohan. - Dijo el pelinegro apuntando lo desde una distancia algo larga con la palma de su mano y la rubia hizo lo mismo.
-Fue lindo jugar contigo... - Expuso la rubia con una sonrisa de lado.
Las esferas de energía fueron lanzadas y Gohan solo cierra sus ojos aceptando su destino, pero alguien se interpuso en su camino y bloqueó como pudo los ataques. - Maldito, Zac. Siempre viene en el momento justo. - Refunfuño el pelinegro. El humo se dispersó y las siluetas no estaban. - Ese maldito se volvió a escabullir. - Pero luego su semblante mostró una sonrisa. - No se pudieron ir tan lejos, lo más seguro es que estén por aquí escondidos. - Dedujo el androide y en efecto Zac y Gohan estaban ocultos entre los escombros.
-Imaginó que quieren jugar al escondite. - Respondió la rubia apuntando a la primera pared y seguido la derrumbo con una rafaga de ki.
-Así no los encontrarás, dieciocho. - Regaño el hombre.
El pelinegro alzó su mano al cielo y seguido abrió la palma de su mano e incontables rayos de energía surgieron en su palma estas se regaron a todos lados sin importar cuanta más destrucción causaban.
Mientras que Zac solo cubría al hijo de Kakarotto con su cuerpo como podía sabía que Gohan estaba más herido que él, y debía hacer lo posible por protegerlo, se negaba a dejarlo morir.
-¡Los encontré! - Exclamó la rubia quien los vio por el rabillo del ojo y los apuntó con la palma de su mano.
Zac reaccionó a tiempo y se movilizó junto a Gohan, acto seguido tomó al chico y lo colocó en su hombro como un saco de papas, no espero más y salió a correr para buscar un lugar seguro para huir. Los androides solo lanzaban esferas de ki cerca de los saiyajins, no les daban quizás solo las fallaban a propósito, era parte de su juego después de todo.
-S-Señor Zac... huya... soy una carga... uuf... - Murmuró Gohan.
-¡Solo calla y trata de mantenerte despierto! - Exclamó el saiyajin reencarnado, de pronto una esfera de energía dio cerca de sus piernas haciendo que Zac y Gohan rodaran sobre el suelo. El saiyajin reencarnado da un intento por frenar su andar y lo hace, se levanta como pude y sale a correr hacía el hijo de Kakarotto. - ¡AGHHH! - Sin embargo, recibe un golpe por parte de la rubia que lo devuelve al suelo y seguido siente como su pierna es pisoteada y el crujir de sus huesos suenan. Giró la cabeza y se encontró con la sonrisa del pelinegro.
-¿Tan temprano te marchas de la fiesta? Que aguafiestas eres Zac. - Expuso el androide y seguido presionó más la pierna provocando un inmenso dolor al chico. - Maldito, no sabes cuanto estuve esperando un momento así para matarte. - Habló con rabia el androide. Zac sólo calculaba las posibilidades de escapatorias en la cual solo incluía a uno de ellos. Si me vuelven a revivir lo más seguro es que ella me mate de nuevo por dejarla sola otra vez. Sonrió ligeramente a sus adentros al pensar en la peliazul.
-Lo siento, ¡Pero no te daré el privilegio hoy! - Aclaró Zac girando su torso para dar una patada, pero el ataque es bloqueado por el androide. El chico se aparta como pude de los androides y como pude da ataques que seguían siendo esquivados por los gemelos.
-¿Eso es lo mejor que puedes hacer? - Cuestionó el pelinegro en un tono burlón.
-Como me encantaría romperte yo mismo la cara, pero al parecer no podré hacerlo. - Expuso Zac y el pelinegro alzó una ceja por su comentario.
-¿Hablas de Gohan? - Cuestionó la rubia, pero al girar la mirada, se encontró con que la guardiana ya estaba sellando el portal. Rápidamente dieciocho lanza una esfera de energía al portal, pero este los absorbe con éxito y la mujer de cabellos blancos solo le muestra una sonrisa burlona. Zac sólo había dado algo de tiempo a lo que su guardiana ayudaba al Son y lo logró. - ¡GRR, MALDITA ARPÍA! ¡Cuando te encuentre te torturare hasta la muerte! - Ruge dieciocho.
-Hump, veo que solo le diste más tiempo de vida a tus amigos. - Dijo el androide diecisiete y seguido ríe levemente, Zac le sigue la risa mientras escupe el acumulado de sangre al suelo.
-Ya que estamos solos, ¿Podemos continuar la pelea? - Aclaró el hombre con una sonrisa, los androides solo rieron por la actitud de aquel sujeto. Le dije a Faila que resolvería como salir de esta, pero... no creo que esta vez pueda huir... Quizás lo único que lamentaré es dejarlos en esta situación y no poder resolverla... Meditó Zac.
-En serio que estás demente. - Expuso número dieciocho.
- ¡Bien! Te daré lo que pides. ¡Dieciocho! No te metas, yo seré quien mate a este bastardo.
-Como quieras... - Se encogió de hombros la rubia.
En tanto el último de los saiyajins sangre pura se jugaba la vida en batalla. En el refugió de la corporación, la peliblanco sanaba rápidamente las heridas del saiyajin híbrido y no pudo evitar que algunas lágrimas brotaran en sus ojos, podía sentir que su usuario estaba en peligro, pero su orden había sido clara "cuidalos por mi".
Gohan finalmente despierta de un brincó y cuestiona el porqué estaba en el refugió y sobre el paradero de su mentor.
-El señor Zac está en peligro, debo ir a ayudarlo. - Dio un salto para salir a correr, pero detiene su paso al sentir que alguien se lo impedía y provocó que volviera al suelo. El hijo de Goku cuestiona a la guardiana, pero ella le da un grito de que no hiciera lo que pensaba hacer. -¡No entiendes, si no voy él morirá!
- ¡Y si tu vas será en vano su sacrificio! - Exclamó la mujer entre lágrimas. - Solo harás que Zac se sienta como un idiota al ver que moriste también...
Gohan baja la mirada, pero aún así aparta los brazos de la mujer y se levanta con intenciones de salir a ayudarlo. Faila solo se aferra a este.
-Por favor... por favor... Gohan... no lo hagas más difícil... - Murmuró la mujer mientras ocultaba su rostro en lágrimas en la espalda de aquel hombre. - No lo hagas, si vas... morirás también... - Aquel hombre la observó de reojo y pudo notar como la figura de aquella mujer de cabellos blancos se desvanecía poco a poco. - Quedate no... quiero irme sola...
El hijo de Son Gohan, bajó la mirada y apretó sus dientes como puños, pero luego apaciguó su faz y acarició la mano de la chica. - No estarás sola... - A la peliblanco le temblaron las pupilas al escuchar las palabras de aquel hombre, posteriormente Gohan solo se giró e hizo que la peliblanco llorara sobre su hombro y se aferrara a él su llanto se había convertido en el de una niña pequeña que aclamaba ser consolada.
Gohan se aleja de sus pensamientos al escuchar los pasos de alguien venir detrás de él. Giró su cabeza y se encontró con la chica de cabellos blancos. - ¿Acaso entrenabas? - Cuestionó la mujer mientras se sentaba al lado del chico y luego postraba su cabeza sobre el hombro de este. Gohan se sobresaltó un poco por la acción, pero no dijo nada al respecto. Después de todo era común que ella hiciera eso con él.
-Lo mismo de siempre, solo meditaba un poco. - Declaró el chico con una sonrisita.
-¿Quieres entrenar conmigo? - Investigó la mujer.
-Bueno... - El chico miró al cielo pensando un poco a lo que se refería la mujer. La peliblanco ríe un poco por aquello.
-Oh, de seguro que no soy rival para ti por eso es que dudas. - Refunfuñó la chica.
-¡¿Ah?! - Fue la honesta reacción del chico. - ¡¿Espera hablas de entrenamiento de batalla?!
-Eh, si... ¿De qué más podría hablar? - La peliblanco alzó una ceja ante eso y al ver el rostro sonrojado del chico y él como desviaba la mirada lo dedujo todo. - Ya veo... - A la guardiana se le encendió el bombillo del saber y le dio una sonrisa pícara al chico.
Gohan al ver aquello alzó una ceja, pero luego se sorprendió al ver como la chica se acercaba gateando a él. El hijo de Goku retrocedió, pero se chocó contra un muro de roca impidiendo su huida, su sonrojo se manifestó aún más en su rostro en cuanto sintió la mano de la chica pasear por su su pecho y seguido subió lentamente hasta posarse sobre su rostro. La peliblanco acarició el rostro de aquel hombre y seguido acercó sus carnosos labios a él, el saiyajin solo cerró sus ojos a esperar que la acción se ejecutará, pero solo sintió un ligero beso en su mejilla.
-Quizás en otro momento. Por ahora solo quisiera practicar mi manera de combate. - Informó la mujer, pero aquel hombre ya estaba hirviendo de la vergüenza. - ¿Gohan? - Preguntó la mujer al ver que el chico no reaccionaba. - ¡¡Hey, Gohan!! Solo jugaba. - La guardiana trató de sacarlo de su trance.
Se ha enfrentado a incontables enemigos despiadados, tiene un gran poder capaz de destruir planetas, pero... termina cayendo ante los encantos de una dama...
Mientras tanto en el pasado...
Admito que entrenar con Vegeta era bueno, pero estar mucho tiempo en esa casa era malo para mí. Lo mejor que podía hacer era alejarme, se que Bulma tuvo la amabilidad de darme donde dormir y comer, pero la realidad es que no me sentía cómodo presenciando como ella poco a poco se interesaba más por aquel hombre...
Según palabras de Faila, estuve inconsciente durante dos semanas y media. Pero finalmente me recuperé al cien por ciento sin usar magia curativa de por medio o bueno eso hubiese hecho si mi guardiana no me cancelará la habilidad ¡¿A POCO PODÍA HACERLO?! ¡Obvió! ¡Si te la da es obvio que te la quita, zopenco! Me di una bofetada a mi mismo por aquello. Su razón de hacerlo fue el hecho que era mejor restaurarme de manera natural como todo el mundo lo hace.
Puff, por favor si tengo una habilidad que me sana, obvio que la aprovecharé. Sin embargo, ella me advirtió que si sigue sanando mi cuerpo sin dejar que mi ki se restaure por completo, solo provocaría que tanto mi cuerpo como poder espiritual salgan heridos.
Lo mejor que pudo hacer es negarme el uso de la habilidad. En ese lapso que estuve en cama ni sabía que carajos hacer, solo meditaba, tenía batallas mentales para apaciguar mis ganas de salir de la casa y entrenar, no quiero quedarme atrasado solo por estar algunos días en cama.
Ella podrá cancelarme las habilidades que le venga en gana, pero nunca me quitará las ganas de seguir fortaleciendo me tendrá que atarme con alguna cuerda o cadenas porque yo seguiría entrenando.
Lo reconozco suelo ser necio.
Le pedí de favor a Goku que si podía traerme alguna semilla senzu cuando me visitó, pero da la casualidad que el maestro Karin no tenía ni una semilla por la mitad, sólo porque Yajirobe se comió las reservas. Si no es una cosa que nos jode la vida es otra cosa, solo espero que no se le ocurra la brillante idea de comerse las semillas en plena batalla con los androides y Cell...
Teniendo este factor para no sanar mi cuerpo, terminé por aceptar a regañadientes sanar mi cuerpo de manera natural, y luego irme de esa casa. Lo único que hacía era ver la TV y estiramiento de cuerpo para asegurarme de que mis huesos se estaban restaurando.
Luego de mi recuperación, me fui de aquella casa y decidí entrenar por mi cuenta, quiero sanar de nuevo mi cuerpo por completo antes de regresar a la máquina de gravedad, si regreso solo provocará que se me rompan los huesos al recibir una gravedad superior a la que entrene por última vez. Aunque creo que Vegeta le vale eso, ese sujeto en cuanto se despertó solo se fue a entrenar nuevamente y terminó cayendo nuevamente en cama...
No se si está buscando su propia muerte o que, pero admiro que se esfuerce mucho para conseguir la transformación.
-Vamos... uff... un poco más... - Me anime, ya que estaba soportando mi peso con un brazo mientras que mi cuerpo estaba en dirección al cielo, bajaba y subía creo que ya llevó casi diez mil de este mismo ejercicio y me falta aún más.
Sin embargo detengo mi entrenamiento, no por el cansancio sino por una nave ovalada que acababa de aterrizar a unos cuantos pasos de donde estoy. Ladeo mi cabeza y en cuanto analicé el aspecto de la nave di un gritó a mis adentros.
¡Es una nave de la patrulla intergaláctica! Eso significa que...
La compuerta se abrió y mostró el ceño fruncido de mi buscador, en efecto Merus me ha encontrado. ¡¿Cómo es que pudo localizarme?!
Bueno se tomó su tiempo, pero de igual forma ¡¿Qué hace aquí?! Primero Granola y ahora él. Es bueno recibir visitas, pero de esta manera ¡no!
-¡ZAC! - Dio un gritó del cual me dio escalofríos.
-Ja, ja. Merus ¿Cómo te va amigo? - Expuse. - Veo que tu viaje fue largo, ¿No te apetece charlar de forma pacífica?
-No soy tu amigo. - Dijo una vez estuvo cerca de mí, de inmediato extendió su bastón y lo apunto a mi garganta, entrecerró sus ojos y habló: - Ya déjate de juegos, Zac. Vendrás conmigo quieras o no. Hump, admito que fue complicado encontrarte, creí perderte el rastro, pero me parece muy tonto esconderte en este planeta...
-Eh... - Fue lo único que pronunció mi boca, la verdad es que nunca hice un esfuerzo por ocultarme de él. - Lo lamento mucho, pero no creo poder acompañarte esta vez. Como verás tengo asuntos más importantes que atender ahora mismo. - De los cuales no estás incluido...
Este arrugó su entrecejo aún más y me dio una mirada de advertencia. No estoy de ánimos para lidiar con Merus y tampoco es que pueda lidiar con él si quisiera. Si le da la gana bien podría capturamos y ya.
-No lo diré más... Entra a la nave ¡ahora! - Exclamó entre dientes como si quisiera contenerse.
Suspiró ante su necedad y al notar una brecha por donde salir solo hago a un lado su bastón pateandolo lejos, ambos nos quedamos un rato observando cómo la vara rebota incontables veces en cuanto esté paró su rebote ambos nos miramos simultáneamente y eso dio indicio a que él fuera a por él bastón y yo saliera casi que volando al bosque cercano. Se que otro no huirá tal vez Goku, Raditz o Vegeta no lo harían, pero se cuando no puedo ganar una pelea y Merus va muy en serio en llevarme con él.
Cuando estuve a punto de adentrarme al bosque, literalmente el patrullero intergaláctico lo impidió dándome una patada al estómago. ¡Qué tramposo! Uso su máxima velocidad para llegar hasta la entrada del bosque. Rodé un poco y cuando estuve de pie, me llevé mi mano al estómago por unos instantes, había sentido que perdía todo el aire, ese golpe fue muy duro.
-Esta vez iré en serio. - Declaró Merus mientras giró su bastón y me apuntó con él. ¡Si no me lo dices no me doy cuenta! Aun siento la presión en mi estómago por su golpe.
-¡Ja! ¿Cuándo has ido en serio? - Bromee y este alzó una ceja, seguido me posicioné para pelear.
-¿Por qué no tiñes tu cabello como esa vez? - Solicitó. Sonrió de lado ante su petición y solo le recalcó que quizás no la necesite. Este me sonrió de lado por eso. - Espero no te arrepientas por no usarla.
¡Claro que la usare! Pero por ahora no, solo quiero formular una forma de salir. Busqué otra salida, busqué algún indicio, ¡algo!
- Por lo que veo esta vez no te acompaña esa criatura. Quería preguntarte algo, pero... - Este dudo en decirlo. - ¿Acaso sabes quién es? O ¿Qué es en sí? - Cuestionó cómo si yo no supiera quién era realmente mi guardiana.
-¿Qué pasó con capturarme? - Respondí con indiferencia para desviar el tema.
Merus no dijo nada al respecto, solo azotó el botón al aire y salió en mi dirección a correr, lo espere con gusto, pero este desapareció de mi vista. Mis cabellos de la piel se erizaron y yo solo me agaché, noté como su bastón pasó sobre mi cabeza. Acto seguido pasó mis piernas sobre las suyas para tratar de provocar una caída, pero este solo se apoyo de su bastón y en cuanto me tuvo cerca este golpeó ligeramente mi hombro derecho, mi brazo cayó mirando al suelo y al presenciar eso, solo me aparté de un brincó, moví ligeramente mi brazo y este no respondía.
¡Mierda! Este sujeto sabe hacer este tipo de ataque. Si dejó que me toque solo un poco, causare que me capture. Ahora si estoy nervioso. Tendré que usar el super saiyajin para por lo menos escapar. Eleve mi ki y Merus me observó con asombro y paró su caminata lenta.
-¿Iras en serio? - Ahora era él que se burlaba. Este se volvía a lanzar, pero esta vez golpeaba con sus palmas y toques de dedos, esquivo como puedo, pero es complicado hacerlo. Si tan solo uno de esos toques suaves que hace me da será mi perdición. - Por lo que veo te diste cuenta que puedo bloquear tu ki. - Comunicó y dio un paso atrás al ver que ese método quizás no funcionaría por los momentos.
Se que Merus se está conteniendo, lo noté por la forma en que atacaba. Ni me quiero imaginar qué me pasaría si no se contuviera con esos toques que hace en los flujos de ki.
¡Dios! Si mi teoría no me falla creo que hasta sería capaz de dejarme sin uso de mis poderes por un tiempo... ¡Maldita sea! Que técnica tan molesta, moví levemente mi brazo y este aun no reaccionaba, literalmente es como si nunca lo tuviese. Debo buscar una solución para salir de esta situación. Busco algún método, pero solo me encontré con que Merus no estaba en su sitio. Busco con la vista a todos lados.
-¡DUAG! - Chille al sentir una presión en mi abdomen bajo, pase mis manos a mi estómago y caí de rodillas al suelo. Esto me pasa por no prestar atención. Mi cuerpo está aturdido. ¡Carajos!
-Mm, creí que había aplicado lo necesario para inmovilizarte, veo que eres más necio de lo que pensé. - Declaró Merus mientras se posaba delante de mí.
-¿L-Lo tomó como halago...? - Cuestione y alce la vista y reí levemente.
-Posiblemente. - Respondió en un tono sereno.
Ante su descuido solo me abalancé hacia él, rodamos por el suelo y solo me aparto cómo puedo, pero al instante Merus jaló de mi tobillo provocando mi caída y pegué mi cabeza al suelo. - ¡Ay! ¡Ay! - Chillo de dolor mientras me acaricio la cabeza, pero no era el momento de lamentarme por mi chichón.
El patrullero intergaláctica aprovechó su ventaja sentándose sobre mi pecho y seguido colocó su arma sobre mi cuello y presiono, mi único brazo era el que impidió que fuera más allá, en realidad no estaba ahorcándome solo lo hacía para retenerme y cosa que le funcionaba. Trato de quitármelo de encima, pero está firme como una roca.
- ¡Ya para! Has perdido, ¡aceptalo! - ¿Que acepte que he perdido? Eso no está marcado en mi ADN, amigo. Vuelvo a forcejear. - No me hagas bloquearte el ki, si lo hago estarás por meses sin usarlo. - Gruño ante su amenaza, suspiró y cierro mis ojos.
-Bien... Iré contigo... - Dije a regañadientes, eso hizo que Merus soltará un poco el agarré. - ¡Pero no hoy!
Rápidamente pose mis dedos a la frente y localizó el primer ki que se me atravesará, Merus al ver lo que haría este preparó su mano para bloquear el ki, pero ya mi técnica ya nos había teletransportado. Interrumpimos la pelea que tenían los hermanos saiyajins, estos se sorprendieron ante mí llegado al igual que aquellos dos individuos que estaban sentados en una roca observando la pelea de Goku y Raditz.
Rodamos por la colina nevada hasta llegar a un acantilado, a partir de ahí me aparté de un brincó y Merus quedó en la punta del acantilado. Se volvió a posicionar para pelear e hice lo mismo.
-¡SEÑOR ZAC! - Escuche el grito de Gohan.
- ¡¿Qué sucede Zac?! ¡¿Quién es ese sujeto?! – Preguntó Goku con el semblante arrugado. No me preguntes eso por favor. Ni siquiera debí traer a este sujeto aquí... Sin embargo, tuve que hacerlo porque si no me capturaría.
-Solo es un conocido... – Declaré.
-Pues, parece que tu conocido quiere matarte. – Dijo Piccolo acercándose un poco. Reí nervioso.
Merus no es así... bueno creo yo. - Solo estamos resolviendo un problemilla. - Expliqué con una sonrisa forzada. Los cuatro dirigieron la mirada a mi brazo que miraba al suelo y alzaron una ceja.
-Pues, más bien pareciera que ese sujeto te haya dejado inmovilizado un brazo. - Informó Raditz.
- ¿Necesitas ayuda, Zac? – Pregunto de forma inocente Goku. No me vendría mal un poco de ayuda, pero dudo mucho que entre cinco podamos hacer algo.
Me di una imagen de como Merus inmoviliza a todos con su bloqueo de ki. De hecho, hace rato sentí su toque sobre mi hombro... si no me hubiera movido antes, lo más seguro es que mi otro brazo estuviera inmovilizado. - Gracias, pero no la necesitaré. - Declaré. - ¿No es mejor dejar esta disputa para otro momento? Quiero paz por favor. Además, puedo darte un testimonio o algo así. - Bromee con lo último, ya que se supone que yo soy el demandado.
No lo vi venir, pero Merus ya estaba de frente a mí apuntándome con su bastón al rostro. Los demás presentes se quedaron atónitos por aquello e incluso mis pupilas temblaron y solo caí al suelo de la impresión, sude frío ligeramente y el patrullero galáctico me observó desde arriba con una mirada serena, no dejaba de apuntarme con el bastón, ya creo... que no podré salir de esta...
¡PERO QUÉ VELOCIDAD TIENE ESE SUJETO! Ni Goku ni Zac pudieron leer sus movimientos. Meditó Piccolo y en cuestión de segundos el namekiano sudo frío.
-Grr, Cuantas veces te diré que solo me defendí. - Reclamó. Merus me dio una media sonrisa y dejó de lado su bastón para minimizarlo y luego me extendió la mano. ¡¿Qué?! Estoy realmente confundido, de manera cautelosa tomó su mano, rápidamente vi como su otra mano paso a mi hombro y dio un toque. Creí que me inmovilizaron, pero solo hizo que mi flujo de ki fluyera en mi brazo derecho. Moví los dedos y me asombró por eso al igual que los presentes. - ¿Por qué...? - Cuestionó ante lo que hacía.
-Sé que no hiciste nada malo. Pero algo me dice que no puedo llevarte por los momentos conmigo... Así que, te dejaré en paz por los momentos. - Apretó mi mano y seguido hablo: - Pero recuerda que vendré por ti en algún momento. - Le aclaré que no hice nada nuevamente. - Aun así, tienes que cumplir con las normativas de la patrulla intergaláctica, es un mérito que Jaco haya testificado a favor de ti...
¿En serio lo hizo? Le agradezco un millón por eso...
-Quizás para cuando vengas pueda pelear contigo a tu nivel. - Comuniqué con una sonrisa, Merus me devolvió el gesto.
- Nos veremos hasta entonces, Zac. - Una vez dichas sus palabras, Merus solo salió a correr y emprendió vuelo con sus jets. Debe ser incomodo fingir que no vuelas solo por la prueba de ángel que realiza...
-¿Y eso que fue? - Investigó Son Goku mientras observaba como el patrullero intergaláctico se marchaba volando.
¡AH! Mierda se me olvidó por completo que ellos estaban aquí. De pronto los demás se acercaron a interrogarme.
-¿Qué hiciste para que la patrulla intergaláctica te busque? - Indago Raditz con los brazos cruzados y al parecer los demás estaban interesados también.
-¿Quiénes son la patrulla intergaláctica? - Investigó el pequeño Gohan.
-Son solo un montón de payasos que juegan a ser justicieros. - Explicó Raditz. Quizás... pero la patrulla no es tan patética, bueno no lo sé, nunca me leí el tomo de Jaco porque me parecía aburrido. - Me he topado con algunos de ellos, pero siempre terminan huyendo. - Ya me lo imaginó, algo que sí he visto de los patrulleros es que ellos evitaban a sujetos que provenían de organizaciones como la de Freezer o los Heteas. Me compadezco con ellos.
-Bueno, en realidad son como la policía en la tierra solo que en el espacio. - Di una breve explicación al infante.
-Ah, ¿Entonces eres un delincuente, Zac? - Agregó Son Goku.
Un tic nervioso surge por el tono en que lo dijo. -Bueno... algo así. Sino que sucedieron algunas cosas antes de ir a Namek y pues... je, je. - Les comento un poco lo que me había pasado omitiendo algunas cosas.
-Así que, te quedaste atrapado en un planeta. Imaginó que debió ser una tortura. - Informó Piccolo.
¡Ni que lo digas!
-Zac... - Llamó Goku de manera suave y este se coloco de frente... creo que lo pedirá. - Se que ya te lo había pedido antes, pero... ¡¿PODEMOS PELEAR TRANSFORMADOS EN SUPER SAIYAJIN?! - Lo sabía, ya se había tardado. Suspiré levemente y por aquello él juntó sus manos y pidió que le hiciera ese gran favor y que no molestaría más.
-Bien, de todos modos te prometí pelear un día. - Comuniqué con una sonrisa a este le brillaron los ojos y exclamó un gran sí victorioso.
-Jo, jo, jo. Esto lo quiero ver, me gustaría ver como mi hermanito y el mocoso pelean. - Expuso Raditz sentándose en una roca listo para observar la batalla.
-¿Es buena idea que peleen transformados? - Investigó Gohan, ya tenía presente que nuestros poderes pueden ser capaces de destrozar la tierra.
-De igual forma que les diga que no, son tan cabezas huecas que aún así lo harán. - Informó Piccolo.
-¡HEY! ¡Sabemos los riesgos!- Gritamos al unísono Kakarotto y yo.
Claro que sabemos los riesgo y Goku no es tan tonto como para no suponerlo, aunque es una lástima que nos contegamos un poco.
Después de dejar de lado el tema de que podemos destruir la tierra, el hijo de Bardock y yo nos movilizamos un poco, tomamos distancia y cada uno se estaba preparando dando breves estiramientos, puedo ver su emoción porque no ha dejado de sonreír mientras se estiraba y yo también comparto ese sentimiento. Finalmente, el estiramiento culmina y Son Goku se posiciona para pelear.
-Espero que pelees con todas tus fuerzas... - Pidió el saiyajin criado en la tierra.
-¡Je! Lo mismo digo, no me gustaría saber que te contuviste conmigo. - Dije una vez me posicione. La brisa fría ondeaba nuestros cabellos y nuestras sonrisas no se marchaban de nuestros rostros y nuestros espectadores también estaban ansiosos de ver lo que vendrá.
Actualmente son los únicos que pueden acceder al super saiyajin, así que será interesante ver como dos super saiyajin legendarios pelean entre sí. Dijo a sus adentros el primogénito de Gine.
-¡Iniciemos! - Aulló Son Goku y se movilizó en mi dirección a máxima velocidad. Así que, iniciará con un calentamiento. Bloqueó su patada y este sonríe ligeramente, ahora solo intercambios de golpes consecutivos se presentan. Un choque de puños y nos hace retroceder.
-Veo que sigues avanzando. - Halague y este rie por mi comentario.
-Sigamos con la pelea. - Solicitó.
-Luego no te arrepientas.
Espero les haya gustado el capítulo del día de hoy. (Trataré de dejar de meter tanto relleno jajaja, pero es que a veces es necesario)
Las preguntas del día:
¿Qué pasará con este enfrentamiento entre Goku y Zac?
¿Qué pasará en el futuro alternativo?
¿Podrá la guardiana acceder a su poder divino?
Todo esto y más en próximos episodios.
Pd: Quería aclarar algo, sobre la relación de Gohan y Faila esta será solo del futuro. Dudo mucho que la del presente se haga. Después de todo la del futuro surgió a través de que los dos se atrajeron mutuamente y la situación lo favorece un poco.
¿Qué si tendrían un hijo?
Pues... no sé, quizás sí... quizás no. No se sabe... Lo dejó a su imaginación. (Estaría muy roto la verdad...)
Ahora sí. Me despido.
