No va negar que las primeras dos noches en casa de sus padres fueron muy difíciles para él, más de lo que se imaginó pero por supuesto siempre intento aparentar tranquilidad y calma enfrente de ellos.
Quiere creer o al menos convencerse el mismo que es su Omega quién extraña mucho al Alpha. Que por eso se porta ansioso e inquieto en las noches hasta el punto de casi hacer que regrese con el He. Incluso tiene que dormir abrazado a una almohada con la esperanza de encontrar algún olor mínimo del azabache sin éxito alguno. Mo sabe que debe ser muy fuerte, que no es tarea fácil olvidar o superar a tu ex y mucho menos si tenemos a consideración el hecho de que están enlazados.
La «marca», mordida o unión, es todavía algo reciente que sucedió hace apenas, casi un mes atrás. No sabe a ciencia cierta si es sólo su Omega o una gran parte y profunda de él todavía ama con intensidad a He Tian hasta el punto de querer perdonarlo y regresar con él. Varias veces él mismo tiene que repetirse un "no puedes regresar con él".
Cuando piensa mucho en ello le duele mucho hasta hacerlo llorar junto a su almohada y mojarla, puesto si He Tian no hubiera llegado a ese extremo de golpearlo e insistir un poco más sobre el tema de casarse, ahora mismo seguirían juntos. No le hubiera importado sus celos, su posesividad, incluso que lo limitará muy fuerte a tener solo ciertas amistades o un círculo social muy reducido, todo eso seguiría igual y aún estaría con él, pero He Tian rompió ese límite, esa delgada línea roja y Tian llegó más lejos de lo que Mo pudo soportar y tolerar.
Ya que realmente, en un futuro lejano realmente se hubiera casado con He Tian si su relación hubiera continuado. Pero con lo que hizo hace poco es que se dió cuenta que todo estaba mal con ellos. Y realmente le duele bastante que su único y primero romance, amorío, haya tenido que terminar tan mal y lo peor del asunto, es que aún lo extraña con tantas fuerzas que teme perder la cordura.
Π Ω μ
En el transcurso de los siguientes dos días, Mo Guan Shan recibe varias llamadas y mensajes de la única persona que sabe, está obsesionada con él. Obviamente los ignora con la tentación de alguna de esas llamadas, responderle.
Para gran alivio suyo, He Tian no hizo acto de presencia en su facultad, ni en su trabajo y tampoco fue directamente a la casa de sus padres, de momento. Lo cuál se le hace un poco extraño considerando y conociendo lo impulsivo que es él.
Sin embargo, al tercer día de seguir ignorando lo, cuando regresa de la universidad y va directamente a su trabajo, para su gran sorpresa y extrañes, su jefa le presta un teléfono. Ese teléfono es del lugar donde trabaja y ella siempre se los presta a sus trabajadores en caso de emergencia. Pero tampoco se utiliza muy seguido que recuerde él.
Su jefa es una mujer de unos treinta y algo de años. Tiene el cabello corto hasta la mitad del cuello, de un color café claro. Usa maquillaje pero no exceso, solo lo suficiente para verse presentable y guapa. Es una Beta muy alta diría él que hasta lo alcanza en estatura.
—Mo Guan Shan, alguien te habla y parece ser muy urgente.
Mo se extraña por aquello que dijo. Lo primero que se le ocurre es su madre o padre. Pero, ¿Para que lo querrán? ¿Cuál será la emergencia? Su jefa, Wen Shui no dice mucho al respecto, en un silencio extraño y serio le entrega el teléfono para después darse la vuelta y darle privacidad. Mo no evita sentir curiosidad pero preocupación a su vez.
—... ¿Hola?— dice vacilante, con un leve miedo de que alguno de sus padres le diga alguna mala noticia
De tan sólo imaginarlo su pecho le duele y otra vez siente náuseas.
—Momo.
Solo existen dos personas en todo el mundo que le llaman así. Y para descontento suyo, no es su madre quién le habla por teléfono. No es su femenina y dulce voz la que escucha.
—Pienso colgar. — dice sin pensarlo dos veces, es más, ni siquiera sabe porque avisó. Debió hacerlo y punto. Pero quizás, algo muy en el fondo quiere escuchar que tiene que decirle el He.
Su Omega salta ansioso de tan sólo escucharlo, queriendo regresar a los brazos cálidos de su Alpha.
—... Ya no te molestaré más. Solo quería oírte una vez más, necesitaba escucharte.— responde luego de un breve silencio. Se escucha apagado, decaído y su voz suena también rasposa. Quizás hasta ronca.
—...¿Entonces?— suelta impaciente. No entiende para que lo llama o porque ha de creer que le importa lo que dice. No entiende cuál es la "emergencia".
—Me voy a morir.
Mo vira los ojos irritado, suelta un suspiró incrédulo e irritado. Realmente esperó más de He Tian, y no que le salga con lo que le acaba de decir.
—No empieces con tu drama. — advierte molesto. No tiene tiempo para perderlo hablando con él, prefiere continuar trabajando. Dios, debe decirle a su jefa que si la misma persona habla, que no le haga caso y le cuelgue mejor.
—Me da igual si no me crees. No aguanto no tenerte aquí, el saber que me odias y ya no quieres regresar conmigo... — hace una preve pausa, se escucha un extraño ruido de fondo.—Solo quería despedirme de ti. Adiós pequeño Mo, realmente siempre te voy amar y que me odies, no lo soporto. Además sin mi, estarás libre del lazo.
Mo Guan Shan no logra decir algo al respecto, su mente procesa todo lo que acaba de decir el He y como debería reaccionar ante ello, cuando escucha que He Tian para su gran sorpresa, le cuelga. Al principio creyó que sólo se trataba de He Tian queriendo llamar su atención, mintiendo al respecto, engañando lo. Pero ahora con lo que acaba de decir y todavía que le cuelga repentinamente, no evita gritar con una pizca de desesperación:
—¡He Tian!
"Realmente no te odio"
No llevan ni la mitad de semana que acaban de romper, de terminar su relación, de finalizar su noviazgo. Todavía es reciente, muy reciente y obviamente no lo ha olvidado ni dejado de querer para su decepción y frustración. Pero también sabe que no puede seguir con una persona como He Tian, que solo está feliz, tranquilo si lo controla, si lo manipula y que su Omega no esté con nadie más. Que crea que deba depender de él ya sea emocional o sentimentalmente.
"Ya no más." No piensa regresar con él, pero eso no significa que quiere verlo muerto. Eso no significa que dejé de preocuparse por él o ya no sienta absolutamente nada por el chico. Es obvio que aún lo quiere, su cariño por él es latente como todos los momentos hermosos que pasó con él que todavía llenan sus memorias. No puede olvidar su primer encuentro, que fue turbio. O su primer beso con él —no él que lo hizo llorar—. O sus abrazos, sus caricias, feromonas y gestos que He Tian siempre tuvo con él incluso antes de ser novios. Pero tampoco puede olvidar las cosas malas que han dañado su relación y que por lo tanto, provocó que la diera por terminado. Específicamente ese golpe, lo controlador y amenazador que sonó al insistir por última vez que se casarán.
Si He Tian se suicida, el lazo terminará, se borrará. Pero él con su perdida sufrirá mucho, a pesar de que le haya hecho daño, llorará por un buen tiempo porque realmente no deja de pensarle, porque aún siente algo por él. Aunque esté mal, aunque no debería, el es humano con instintos y no puede controlarlos todos por todo el tiempo.
—¿Sucedió algo?— pregunta su jefa preocupada y curiosa, puesto habrá escuchado el pequeño grito de hace nada. Mo regresa a la realidad en un instante.
—Y-Yo... Necesito irme, de verdad lo siento. — se disculpa nervioso, angustiado, con la imagen mental del posible estado en el que se encuentre He Tian.—¡Prometo que lo recompensare!
Realmente se encuentra asustado. Él no odia a He Tian. Todavía le tiene un cariño especial guardado a pesar de estar consiente de las cosas malas que ha hecho. Pero es algo que no puede controlar, es algo inevitable.
—No te preocupes, se que eres un buen muchacho. Ve, no te preocupes por el trabajo.— dice comprensible la mayor.
—De verdad, ¡Muchas gracias!
Guan Shan necesita saber que está pasando. Si He Tian muere, podrá sentirlo debido a la marca y lazo que los une. Y precisamente eso, es lo que no quiere.
Ojalá no se desmaye en su camino. Ojalá no llegue demasiado tarde.
Π Ω μ
Mo Guan Shan no es tonto. No duda de qué He Tian esté deprimido desde que lo dejó, pero no cree que realmente llegué tan lejos como para quitarse su propia vida, "suicidarse".Así que antes que nada, primero se aventuró a ir a la conocida facultad de su novio que le queda cerca de la suya. Toma valor para preguntar a algunos de sus compañeros que todavía siguen ahí y hasta maestros, les cuestiona si He Tian asistió a clases ese día. Todo ésto le lleva un tiempo, pero tampoco quiere caer en los engaños de su ex y necesita saber que tan cierto es aquello que le dijo por llamada.
Todos le dieron respuestas que le alertan y preocupan bastante.
"Es raro, él nunca falta. Pero ya van dos días que ha faltado".
"No se ha reportado para justificar sus faltas."
"Debe estar muy mal"
"Quizás esté muy enfermo"
"Ayer también faltó. Es tan extraño, el es un buen estudiante y sus compañeros dicen que no contesta el móvil." Ésto último siendo su tutora de la facultad.
Shan no le queda más opción que ir a verlo directamente a su casa, donde hace tan poco vivía con él. Él ya no tiene las llaves de ese lugar, pero para su sorpresa la puerta principal no se encuentra cerrada con seguro lo cuál le desconcierta. El aroma del lugar no es del otro mundo. Huele a muebles y hojas con la esencia del Alpha. Hace algo de calor adentro.
No quiere hacer ruido, en realidad teme hacerlo y solo se pasea por el lugar en silencio mientras intenta buscar algo.
¿Qué está esperando exactamente? ¿Y si He Tian se fue de ahí y ya no le importó lo que fuese de la casa? Decide ir hasta la habitación que ambos compartían para ver si queda algo.
Cuando entra al cuarto, es cuando siente las feromonas fuerte del Alpha en todo el lugar. Es tan abrumador que siente que casi se desmaya de verdad. Es como si todo el aroma se hubiera encerrado y centrado en ese lugar.
Puede observar para su sorpresa al acercarse, a alguien tendido en la cama rodeado de mantas.
Y es que ese alguien, es He Tian que a primera vista, puede decir que no se encuentra bien.
Π Ω μ
—El tiempo pasa tan lento, todavía no llega el suceso. — murmura entre sí el hombre albino de mirada carmín. Observando el paisaje enfrente suyo.
Alguien llega de la nada para hacerle compañía. No cualquiera.
—¿Aburrido?— cuestiona. — No comas ansias Aristóteles, la muerte debe llegar de forma natural. Y esto suele tardar, así son los humanos.
—Para ti es fácil decirlo, Arath. Con solo parpadear, para ti los años ya pasan en un santiamén. — bufa aburrido y con una mueca de incomodidad en el rostro. El albino es impaciente a comparación del rubio.
—¿Ahora eres psicólogo?— le interroga con ironía al ver su nuevo oficio. — Es curioso que hagas terapia de pareja, cuando te da asco el amor. — dice un poco burlón.
—Solo es una fachada.
La paloma blanca y la mariposa de cristal se van volando al surcar el cielo.
Π Ω μ
—¿Qué es esto? ¿Por qué estás sangrando?— pregunta al momento de revisar su cuerpo debajo de las sábanas. En sus brazos y manos parece sangrar un poco, además de que también puede observar ciertas marcas que lo hacen llegar al causante de estás.— ¿Son... Mordidas? ¿¡Tú te las hiciste!?— exige queriendo saber, pero Tian evita el contacto visual con el colorado que no ha visto en tres días.
El Alpha está casi desnudo, con ojeras y cabello desordenado. Es todo un lío. Se muestra molesto, triste y deprimido. Su instinto Omega quiere abrazarlo, acurrucarse con él mientras me besa sus heridas, pero se frena porque sabe que aquello está muy mal y que puede volver a caer en un ciclo. No obstante, todo esto le hace reafirmarse de algo importante; su Omega aún quiere estar con su Alpha. Y debe hacer algo para que no caer en dichos instintos peligrosos.
Mo acaricia sus brazos mientras observa con gravedad las mordidas que tiene en los brazos. No comprende porque se las ha hecho. ¿Qué busca con todo esto?
—Que sentido tiene vivir sino es a tu lado. Si ya no me quieres, si me odias, no tengo porque seguir viviendo. Prefiero morir antes de lo pronósticado.
Mo Guan Shan no puede creer hasta el punto en que llegó He Tian sólo porque terminaron, sin duda está muy mal mentalmente. Aquel hombre energético, carismático, usualmente sonriente, firme y fuerte, está ahí destrozado, vulnerable y se rehúsa a mirarlo. Con un mal genio, sin ganas de seguir viviendo y sólo por ¿Él?
—¡No digas esa mierda! Yo nunca he dicho que te odio.— le aclara, Tian lo mira por fin, con dolor en su mirada.— Solo terminé contigo, pero no te odio.
Porque incluso el odiar es un sentimiento tan fuerte como o más que el propio amor.
Mo quiere golpearlo, darle una fuerte cachetada para ver si así reacciona. Esta enojado con el azabache por la actitud que está portando ahora mismo. ¿Acaso cree que portándose así, intentando matándose va a solucionar algo con él?
—Pequeño Mo, no quiero hacer algo malo, así que vete de aquí.
—¿Qué? ¿De qué hablas?
Todavía que lo está intentando ayudar a pesar de lo que ocurrió, ¿Así lo trata? ¿Lo corre de la casa? Es que no lo entiende.
—Sino estás aquí para volver conmigo y casarnos, entonces no te quiero aquí.
"Ah, es por eso entonces. Que estúpido."
—¡Eres un imbécil!
¿Cómo pudo creerle? He Tian sólo quiere atraerlo a él con engaños, haciéndolo sentir mal o algo similar. Sigue obsesionado y obstinado con la idea de contraer matrimonio. Es que no lo puede creer
—¿Ya dejaste de sentir algo por mí?
He Tian lo alcanza a jalar hasta él, lo abraza y comienza a besar su cuello hasta hacerlo temblar. Mo intenta zafarse pero le es imposible. Comienza a temer porque He Tian llegue demasiado lejos con él, pero parece que solo quiso tenerlo de vuelta entre sus brazos y besarle un poco.
—Vuelve conmigo, tú me perteneces.— le sujeta de sus mejillas con moderada fuerza, sus miradas no se despegan de la otra. El azabache está siendo territorial y posesivo con él. A Mo ya no le sorprende, pero se siente impotente por no hacer algo más en aquel instante— No puedes irte de mi lado. Eres mí Omega, solo mío. Estamos enlazados.
He Tian se acerca hasta él y lo besa está vez en su boca. Mueve sus labios y lenguas en busca de ser correspondido, pero por más que el Omega de Guan Shan lo deseé sienta cosquillas agradables, el pelirrojo se resiste increíblemente y se separa de él bruscamente, apretando fuerte sus labios para que Tian no consiga su objetivo.
El Alpha seduce y provoca, el Omega quiere ceder y entregarse al otro, pero Mo se resiste y rechaza con gran fuerza de voluntad. No piensa perder contra él. No lo quiere odiar, solo quiere alejarlo y que entienda que no pueden regresar a lo que antes fueron.
—¡Vete a la mierda! — le grita para conseguir sacárselo de encima. Se aparta lo suficiente de él. En cierta parte le asombra que el He no haya usado su fuerza física para retenerlo ahí con él, para dominarlo. Es como si, de cierta forma, se estuviera conteniendo un poco. Y no sabe si aliviarlo o solo asustarse.— No volveré a confiar en ti. No regresaré nunca contigo.
A final de cuentas; He Tian sólo lo trajo hasta él sólo para que regresarán. Y todavía lo hace queriendo manipularlo y metiéndole ideas de que "le pertenece". Ni siquiera parece haber comprendido la situación de porque, para empezar, terminó con él.
—No quiero llegar hacer algo que te duela. Por las buenas te estoy pidiendo que vuelvas conmigo. ¿Es que no entiendes que te necesito a mi lado?— añade suplicante pero, con un tono peculiar al final.
"¿Acaso me está amenazando?" La expresión que hace ahora mismo se ve como ello. Es entre una mirada irritada, amenazante como provocadora. Toda una mezcla de expresiones. He Tian cree que puede controlarlo como antes, pero las cosas al parecer, ya no son así.
—¿Y que piensas hacer si me sigo negando? ¿Cómo crees que me vas a obligar? — pregunta retóricamente.—Tus palabras solo provocan que el cariño que aún te guardo, desvanezca.
Mo decide a salir de ahí, va hacia la puerta del cuarto pero es interceptado por al Alpha quién lo acorrala en contra de la misma puerta para que le sea imposible tan siquiera abrirla. He Tian le murmura suave en el oído, presionando su entrepierna con los muslos del pelirrojo que no sabe ni que decir, las palabras quedan ahogadas en su garganta pero su cuerpo se estremece ante dicha acción y contacto.
—Todavia me amas.— le besa detrás de la oreja y cuello, lo abraza rodeando su vientre sin dejar ni un centímetro de espacio entre ambos cuerpos. Respira el aroma del Omega, aquel que tanto ha extrañado en estos días. Suelta sus feromonas para cautivar lo. — No entiendo porque quieres arruinar algo tan hermoso como lo nuestro por unos errores que cometí. Podemos solucionar ésto, prometo que no te golpearé otra vez, te haré feliz hasta que,— continúa hablando con ilusión y confianza en sus palabras, como si estuviera tan seguro que podría resolver los problemas ahí mismo, pero es interrumpido por el mismo Guan Shan.
—YA BASTA HE TIAN.— le da un fuerte empujón hacia atrás, causando que casi se caiga en el suelo. Esta muy molesto por la actitud del Alpha, por lo arrogante que es y crea que las cosas se solucionaran así de fácil o que lo perdonará. ¡Pero no es así! ¿Por qué mierda no lo puede entender aún?— Tú solo prometes pero no siempre cumples. Manipulas mis sentimientos y emociones, te aprovechas de lo que aún siento por ti para usarlo a tu conveniencia. — dice con tanto dolor y coraje de la realidad. Tian no siempre cumplía las cosas que prometía.—Estoy harto de esto. Estoy harto de ti.
Mo reprime sus ganas de llorar. Porque realmente se siente utilizado, sus sentimientos aún están ligados a He Tian, su cuerpo solo se estremece si es con él. Pero sabe que las cosas no mejorarán, que el pelinegro continuará actuando de esa manera posesiva, recelosa y territorial sin tomar en cuenta lo que tiene que decir él. Seguirá obstinado en querer casarse con él si o sí, y no le importa que él todavía no quiera. No le importa que esto afecte sus estudios. No le interesa que aún sean muy jóvenes, el Alpha sólo quiere tenerlo a su lado de todas las formas posibles y aún enlazados, no es suficiente para He Tian.
—¿De mi?— dice despechado, impactado por las fuertes palabras del pelirrojo.— Montañita, tú no tienes idea de quién soy...
Tian está desesperado. A este punto, dirá lo que sea para que su pequeño Mo no se vaya otra vez y en definitiva.
"Así es el verdadero He Tian. No es el chico perfecto que todos creen que es." Piensa Mo al recordar a varios ex compañeros de la escuela superior y otros tantos, halagar al Alpha que consiguió como novio. Varios siempre enloquecían al verlo creyendo que es el hombre perfecto.
—No me busques ni me vuelvas llamar.— abre la puerta que Tian cerró cuando lo arrinconó pero que al menos no le puso algún seguro, suspira pesado y lo mira una vez más.— Lo digo enserio. No me importa quién seas, no conseguirás que regrese contigo. No vuelvas a amenazarme diciéndome que te vas a morir o suicidar sólo porque no volveré contigo.
Guan Shan está determinado en no volver a caer en los engaños de He Tian. Ahora y de verdad, no mirara hacia atrás.
Esta cansado de ser manipulado o controlado por otros.
Π Ω μ
Más tarde; en casa de sus padres después de haber tomado una dura y difícil decisión, hace una importante llamada a un viejo conocido. Luego de un par de minutos de hablar y aclarar ciertos detalles, la llamada telefónica termina.
—¿A quién llamaste?— pregunta su madre curiosa. Desde la cocina escuchó un poco de la conversación, pero nada muy conciso.
—Necesito conseguir un buen trabajo. Y conozco uno donde me pegarán muy bien y serán flexibles con los horarios, pero queda lejos de aquí. — comenta Guan Shan. Necesitará renunciar a su actual y único trabajo, pero aún podrá continuar con sus estudios y trabajar en el nuevo que consiguió además de que la paga parece ser muy buena por las horas que trabajará.
—¿En dónde es?— pregunta entusiasta su madre.
Ni ella ni su padre han vuelto tocar el tema de He Tian, y Guan Shan lo agradece enormemente. Sabe que a los dos les da por saber que pasó exactamente en su relación y que hará con el lazo que los une, algo que todavía está meditando, pero no quiere estresarse ni hablar de ese delicado tema con ellos, al menos no ahora.
—El Hotel Shin. — responde de inmediato.
Su madre se asombra bastante. Ella misma sabe que es un hotel muy lujoso donde es difícil que te dejen trabajar en él, incluso en el área de limpieza.
—¿Por qué te quieres ir tan lejos?— pregunta intrigada, estuvo apunto de mencionar a He Tian pero recuerda que a su hijo no le agrada que lo mencionen.
—No te preocupes má, todo saldrá bien. — contesta para ir abrazarla y calmarla.
Nada arruinara los nuevos planes que tiene para su futuro, ni siquiera el mismo He Tian.
«Final del vigésimo séptimo capítulo»
Palabras: 3,775
Autor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Sábado 22 de mayo del 2021.
Fandom: 19 Days
Au: Omegaverse
Nota del escritor:
Todo esté capítulo iba a ser parte del anterior pero, como iba a quedarme muy extenso, preferí dividirlo hasta hacer otro capítulo más al fanfic.
Cuando la historia llegué a su fin que aún faltan algunos pares más de capítulos para que ocurra eso, habrá una sección final y extra que son las "curiosidades" de la historia. Cómo por ejemplo; inspiración, finales alternativos, la investigación que tuve que hacer para desarrollar la relación tóxica de los protagonistas, quien vergas es Aristóteles, etcétera. Muy interesante si gustan leer, pero se publicará después del Epílogo así que tranquis, aún no viene.
