.
0
.
10ª . CAPITULO.
.
Y cayeron la una, las dos y las tres.
.
-0-
.
Nodoka sacó a los dos niños de festival cultural furiosa, pensó que tal vez esos niños tenían razón al negarse a ir a ese colegio, no era un buen sitio para educar.
Los dos niños habían ido visitando varios sitios donde se hacían concursos. En la sala donde se hacía el concurso de pasteles, se escondieron preguntó de las salas, huían de los padres que habían pagado para que sus hijos ganasen el concurso de preguntas. También querían un momento a solas, allí no vieron a nadie, hasta que entraron que los organizadores, que dejaron unos papeles cerca de tres pasteles, no eran los mejores pasteles, incluso uno parecía hecho por Akane, no tenía buena pinta.
-¿Para que serán esos papeles?- preguntó Ranma.
Y escondidos vieron como los jueces eligieron las tartas que tenían papeles. Se dieron cuenta que todos los concursos estaban amallados.
Los dos niños fueron detrás de los organizadores, cambiando los papeles que dejaban estos. Los premios los iban ganando quienes elegían ellos. Consiguiendo el enfado de los organizadores y de las personas que debían haber ganado.
Ese día los dos niños descubrieron ante todos las trampas de la organización del evento.
.
-Mañana los cambiaré de colegio- pensó la madre de Ranma- no puedo permitir que los dos pequeños reciban una educación tan mala, ni que sean el blanco de ese pésimo profesor, ese hombre se esta buscando un jaleo, si sigue .
Pero al día siguiente al ir a matricular a Ranma y Akane a otro colegio vio que no pudo.
El director del Furinkan infantil había movido las fichas necesarias para que esos dos pequeños sólo pudieran ir a su colegio. Incluso intentó contactar un curso a distancia y otro online, en ambos fueron rechazados.
Nodoka estuvo tentada de hacer una visita al Furinkan infantil, y obligar a su director y a los profesores a hacerse sepukku, aunque no sería ella quien les cortarse la cabeza.
Frustrada y furiosa decidió una cosa. Era hora que transmitiese sus conocimientos marciales con la catana a la nueva generación, y como los dos niños estaban expulsados del colegio…
-¡Ranma, Akane!, ¡Prepararos para el entrenamiento!, ¡Os enseñaré las técnicas arcanas de mi familia!, os enseñaré a utilizar la catana.
Nodoka se llevó los niños al dojo, y los empezó a enseñar. Akane ya sabía algo del manejo de la espada, y Ranma era un principiante, pero pronto los dos tendrían niveles parecidos.
-El arte que os voy a enseñar es algo que se ha enseñado durante generaciones, a mi madre se lo enseñó su padre. Y yo os la enseñaré a vosotros y vosotros la enseñaréis a vuestro primogénito sea hijo o hija.
-Mamá, ¿estás diciendo que Akane y … yo … nos cansaremos?
-Si, algún día lo haréis, cuando estéis preparados.
-¡Que vergüenza!- Akane se puso roja, y se llevó las manos a la cara- no digas eso tía Nodoka que me da vergüenza. Ser la mujer de Ranma, besarlo, dormir con él, ir de la mano por la calle.
-Eso, abrazarla, que me de comer, mirarla como un enamorado, bañarme con ella.
-¡Que vergüenza!- dijeron los dos niños con las caras rojas de vergüenza.
-¡Pero si ya hacéis eso sin que os dé vergüenza!- dijo Nodoka.
-Es diferente, ahora somos niños y es como un juego muy divertido. Cuando volvamos a ser adulto irá totalmente en serio, y será aun más divertido.
Akane asintió, le dio la razón a su prometido.
Los dos niños aprendían con mucha rapidez, demasiado rapidez, las técnicas que les enseñó Nodoka, y cuanto la mujer no pudo enseñarles más, los dos pequeños empezaron a desarrollar técnicas nuevas, algunas de ellas, muy absurdas.
-Tenéis prohibido ver Shin Chan- dijo furiosa la mujer. Los dos pequeños habían desarrollado una técnica sacada de un capítulo de esa serie.
La mujer no sabía si fue buena idea enseñar a los dos niños a usar la catana. No sólo usaban técnicas de Shin Chan si no de películas y series de samuráis.
-¡Hoy acabaran tus fechorías!- oyó un día Nodoka, la mujer cocinaba, cuando llegó a la entrada, vio que los dos pequeñas espadas, hechas con periódicos. Habían acorralado a Kuno.- yo Ranma Robin Hood, y mi ayudante Akane Mariam, te venceremos Kuno, sheriff de Nottingham.
-¡Ranma Saotome!, has embrujado a Akane Tendo y la has transformado en niña. Yo acabaré contigo y la libraré de su hechizo. Y ella agradecida se casará conmigo.
Nodoka no supo quien tenía la mente más infantil, si los dos niños o ese joven. Decidió no intervenir. Ese joven necesitaba una lección. Y los dos pequeños necesitaban desahogarse, habían pasado malos días.
-¡Ranma Hood, Akane Mariam! ¡Acabar con el Sheriff de Nottingham!- animó Nodoka -si lo vencéis mañana os montó la piscina de plástico.
Los dos pequeños se miraron, sonrieron y miraron a Kuno con maldad. Este al ver la cara de los niños retrocedió no lo iba a pasar bien, esos niños le harían sufrir.
El ya universitario huyó del dojo, siendo perseguido por dos niños que gritaban como posesos. Kuno no sabía a qué temer más, si a los niños, o a sus salvajes gritos.
-¡Socorrooo!- gritó Tatewaki, temía por su vida, por su integridad mental. Si al menos se cruzarse con un policía. Su deseos se cumplieron, se cruzó con policías, pero al vera los niños.
-¡Lo sentimos!, no podemos ayudarle- el policía se estaba negando ayudarle- es asunto tuyo.
Kuno se quedó blanco, su boca rompió el suelo, esos policías eran unos cobardes, y así se lo dijo.
-No queremos problemas con esos niños. Son demasiado fuertes para nosotros.
Tatewaki se vio solo ante el peligro, como el protagonista de esa película antigua. Vio sonreír a los niños, se dejó caer de rodillas al suelo y empezó a rezar a los dioses. No tenía salvación, desde que se volvieron niños, Ranma y Akane eran dos demonios, no conocían la piedad, al menos con él, eran crueles en sus venganzas. Debía encontrar un exorcista y liberar a Akane de ese demonio llamado Ranma.
Cuando esperaba el primer golpe con ese simulacro de espadas hechas con papel de periódico aparecieron Ryoga y Mousse que se peleaban entre ellos.
-¡Mira Akane es Ryoga sin tierra!, hay que echarlo de su puesto se lo a usurpado a verdadero Rey Inuyasha Corazón de Tigre. Y viene con sir Mousse de Gisborne.
-¡Huid!- gritó Kuno, los chicos que acaban de llegar lo intentaron, pero uno que se perdía incluso en su habitación, y otro que confundió una pared con un callejón oscuro… fueron presas fáciles para dos niños, hiperactivos, y que necesitaban a alguien para quitarse el mal humor que tenían.
Cuando volvían al dojo se toparon con las tres presuntas prometidas de Ranma, los dos niños las miraron con rabia, no les perdonaban lo mucho que perdieron al transformarlos en niños.
-¡Son las brujas de Macbeth!- gritó la niña-¡las debemos capturar!, ¡Que no escapen!.
Y las tres chicas huyeron.
.
Shampoo corría hacía el Neko-Hanten, llegó entró y cerró el local, atrancó las puertas y ventanas con maderas.
-Shampoo segura. Ahora nadie entrar- la joven sonrió.- ni airen ni chica violenta poder entrar.- se había sentado en una mesa del local
-¡No, nadie entrar!- oyó como decían detrás suyo, se giró y vio sentados en otra mesa a Ranma y Akane, estaban comiendo, como si fuesen clientes, se preguntó quien los sirvió, y cayó en la cuenta que no había visto a su abuela.
Se asustó, no sabía cuando esos dos niños entraron.
-Nadie entrar, pero Shampoo tampoco salir.
-Abuela estar en Neko- Hante, ella ayudar.
Los dos niños se rieron, y señalaron a un punto, la chica china abrió mucho los ojos, allí estaba su abuela, colgada en la pared como si fuese un cuadro, cogida a la pared por cinta americana.
Shampoo no sabía como su abuela pudo perder contra los dos pequeños.
-Abuela ser muy fuerte, y saber muchos trucos, no dejar vencer por dos niños.
-Tu abuela ya es mayor- se burló Ranma- ella se piensa que por tener más edad tiene más experiencia. Pero Cologne… sólo tiene algo.
-¿Más trucos?, ¿ser más sabía?
-¡No!-Ranma negó con la cabeza. Miró a Shampoo con maldad- tu abuela lo único que tiene es las leyes primitivas de tus primitivo pueblo, y una nieta tonta llamada Shampoo.
- Airen reírse de…
-¿De ti y de tu pueblo?, ¿de la momia de tu abuela?- Ranma habló con ironía-Si, me rio de ti, de tu pueblo, de tus leyes arcaicas, y de tu abuelita dime tú.- El niño se rió.
-Airen hacerme caso, venir a China, y yo perdonar por hacer daño a abuela, y buscar cura, y volver a ser adulto.
-Estas tan loca como los otros cinco. No iré contigo a China. No me fio de tu remedio para curarme esto. ¿Quién te dice que no me gusta ser un niño? Puedo jugar con Akane, bañarme con ella, mi madre nos compra helados y juguetes. ¡Es muy divertido ser un niño!. Puedo hacer cosas que no pude hacer cuando realmente fui un niño.
-¡Te has vuelto loco!.
-¿Y quien tiene la culpa?, ¡Tú tienes la culpa de todo!- gritó furioso el niño- entre tú y esa cocinera- Shampoo notó la furia con que pronunció cocinera, Ranma estaba resentido contra Ukyo. Ranma parecía odiar a la que fue su amigo de infancia- quistéis envenenar a Akane… la suma de vuestro venenos nos volvieron niños.
Akane miraba la escena sin decir nada, de alguna forma se había conseguido un cubo grande de palomitas y un refresco y miraba como so fuese una película, una película que ya conocía, bostezó aburrida, ya sabía el final de esa película.
-Yo no tener culpa, yo cumplir leyes de mi pueblo
-¡Siempre igual!, ¡Siempre le echas las culpa a esas malditas leyes de lo que haces!- el niño cerró los ojos y negó con la cabeza- no te debí perdonar nunca lo que hiciste, debí hacerte pagar la primera vez que atacaste a Akane, cada vez que tú y las otras las atacasteis. Cuando le hiciste perder la memoria, debí enseñarte una lección para que no lo volvieras a intentar. Debí castigaros a todos, a ti, a Mousse, a tu abuela, a cada uno de lo que habéis osado atacar a Akane.
-Yo no consentir que chica fea…
- ¡Cállate gata!- Akane se levantó de la mesa- Yo no si te consiento que hayas intentado quitarme a Ranma, empleando trucos sucios. No te lo mereces, y ahora menos- la niña se rió- eres muy vieja para él.
La chica china se vio perdida, esos niños acabarían con ella, como acabaron con su abuela, vio a Akane, y tuvo una idea. Akane siempre que se veía en peligro llamaba a Ranma. Ella haría igual, llamaría a…
-¡Mouuusse!- gritó pidiendo ayuda.
-No llames a Mousse, no vendrá. Ya nos hemos enfrentado a él.
Y para terror de Shampoo, su antigua rival, ahora transformada en niña, y con mucho peor genio se abalanzó sobre ella, y la mojó con agua fría, transformándola en gata.
-¡Esta gata está muy sucia!- para terror de la gata, Ranma esta vez no temía a los gatos, el terror del niño iba apareciendo y desapareciendo según su estado de ánimo. Si estaba furioso… no temía a los gatos. Y en ese momento Ranma niño debía estar muy furioso.- necesita un baño.
-¡Busquemos la bañera y démosle un buen baño.
Shampoo vio el agua de la bañera con terror, se intentó resistir, pero fue inútil, Akane la sumergió en esa agua…helada.
-No seas mala- Akane miró a la gata- vas a quedar muy limpia.
Shampoo gata odiaba el agua, sobre todo fría. El gel que le echaba Akane olía fatal, era jabón para perros, y ella era una gata.
Akane lavó a esa gata a conciencia, le quitó toda la suciedad. No hizo caso a la cara suplicante de la gatita. Esa gata intentó escapar, pero la niña la detuvo con fuerza. Akane sabía como neutralizar un gato, y se lo enseñó a Shampoo.
La mujer convertida en gata lloró, y maulló, pidiendo ayuda a su abuela, a Mousse, pero si uno de los dos la oyeron no hizo caso. Es más Cologne logró escapar y cuando fue a salvar a su nieta se horrorizó, los dos niños estaban traumatizado a su nieta.
-No te puedo ayudar en este momento, debo recuperar fuerzas. Y entonces salvarte. Se fuerte, ya nos tocará vengamos.
La anciana se dirigía a la puerta y cuando la fue a abrir la cogió una pequeña mano.
-¡Ya huías anciana!, ¿Ibas a dejar a tu nietecita en la estacada?- Ranma había parado a la anciana,-no te he agradecido el tiempo que me detuviste en el cuerpo de mujer. Ni que incentivaste a Shampoo para que atacara a Akane. Es hora que pagues por todo el daño que no has hecho.
Cologne temió por su vida, al menos por su entidad física, tal como la miraba el niño no saldría muy entera.
Ese día lo que ocurrió en ese restaurante marcó a Shampoo y su abuela, pero pronto o olvidarían eso, y volverían por más golpes.
.
Ukyo vio con alivio como Akane y Ranma perseguían a Shampoo, por suerte esos niños se habían olvidado de ella.
No se podían creer la suerte que tenía. Desde que Ranma y Akane se habían vuelto niños su vida se había vuelto una pesadilla. Cada cierto tiempo los dos pequeños le "agradecían" su participación en esa transformación.
Los dos pequeños habían cambiado, ya no eran tímidos, siempre que podían iban cogidos de las manos, se besaban, y según les contó Nabiki, dormían y se balaban juntos, incluso compartían el bol de comida.
Tampoco se callaba nada, si les decían algo contestaban. Y siempre, siempre se vengaban cuando eran provocados.
Ukyo aún era mirada por sus vecinos con desconfianza, aún se hablaba que perseguía a un niño, Ranma, para casarse con él. Nunca pensó que Ranma actuase así contra ella, ese, ahora, niño había sido su amigo, la había llamado su prometida guapa. Al volverse niño cambió, ahora Ranma la veía como un enemigo y la atacaba en cuanto la veía.
-Hablaré con él, y recapacitar, verá que soy su amiga, Ranma se vendrá a vivir conmigo y se volverá adulto y seremos felices.
-Vaya Ukyo pensando de nuevo como la lechera del cuento, recuerda algo, ni mi hermana ni Ranma son como eran, ahora son rencorosos, y hacen lo que piensan. No sabes si se van a comporta como adultos o como niños, pero contra vosotros estan muy resentidos.
-¡Y contra ti también!, ya has perdido la cuenta de cuántas travesuras han cometido en tu contra.
-Por eso mismo me voy a ir ahora. No quiero que me vean junto a ti o algunos de los otros, y les entre en ganas atacarme a mi también.
-¡No puedes dejarme sola!, ¡Tu hermana y Ranma se han vuelto muy peligrosos!-Ukyo le suplicaba a Nabiki.-te pagaré bien si me ayudas.
-Lo siento, no quiero más problemas, el verano está cerca y quiero disfrutar de la playa. Después de vacaciones hablamos.
Y Nabiki se fue, dejó sola a Ukyo. No era normal, Nabiki hubiese hecho cualquier cosa por dinero, que rechazara un negocio era muy raro. Debía temer a los dos niños.
-Si son eso, dos niños, se los puede engañar con facilidad, siempre ha sido fácil engañarnos, sobretodo a Ranma.
Y decidió ir al centro comercial, la joven temía un mal presentimiento, algo le decía que debía tardar en volver a su restaurante.
Entró en una tienda y se compró ropa, y en un lavabo se puso esa ropa, se recogió el pelo y se puso un sombrero y una gafas de sol. No quería ser reconocida, nadie la reconocería.
Salió y fue de tienda en tienda, no se sintió vigilada. Allí no sería reconocida. Fue al cine y eligió una película de terror, allí no entraría Akane, era conocido que esa clase de películas le producían miedo.
Estaba viendo la película, se había equivocado, esa película no sólo era de terror, era gore, mucha sangre. Si al menos Ranma estuviera con ella, pata abrazarla.
-¡Que fuerte!- oyó decir a un niño- a esa persona le han arrancado el corazón estando vivo.- ese niño estaba disfrutando de la película.
-A eso se llama vivisección- le contestó una niña- pásame palomitas que viendo esta escena me está entrando hambre.
-Cuando llegamos a casa podemos decir a mamá que nos haga un poco de carne.
-Si, y con mucho tomate.
Ukyo tenía ganas de vomitar, esa conversación la estaba poniendo enferma. Estaba segura que conocía esa voces, las había oído en otra parte.
-¿A quien le harías una vivisección de esas?- preguntó la niña- No sé- lo pensó- puestos a elegir a… ese amigo que tuve, ese que me ha traicionado varias veces.
-Pero ¿no es una chica?- preguntó la niña.
-Eso parece, pero yo ya la veo como chica, para mi nunca lo ha sido. Solo un antiguo amigo que me ha intentado separar de ti. No le des importancia, nadie de esos la tiene. Sólo mira la película, si te da miedo me puedes abrazar.
-Esa es una buena idea, ¿te puedo abrazar? Tengo mucho miedo.
-¡Claro que me puedes abrazar!- contestó el niño.
Ukyo palideció, ya sabía quien eran los dos niños, eran… eran…!Ranma y Akane!. No había escapado, la habían seguido. No entendía como notó que la seguían. Y entendía menos como los niños lograron entrar para a ver esa película tan sangrienta, era una película para mayores.
La cocinera se levantó de su asiento, debía ir al lavabo, tenía ganas de vomitar, y no sabía si era por lo gore de la película, o por el miedo a los dos pequeños.
Estuvo un buen rato en el lavabo, al final se fue a lavar la cara y las manos. En el espejo se miró la cara, la tenía demacrado, debía ser por esa película tan asquerosa. Cerró los ojos y al abrirlos, vio en el espejo a Akane, a Akane adulta, chillón de miedo y al girarse vio que allí no había una adulta, sólo una niña mirándola, volvió a gritar aún más fuerte, esa niña era Akane.
-No deberías ver esta clase de películas, después tendrás miedo y te asustarás por nada.- la niña se rió- si no puedes ver esta clase de películas no entres.
-Tú, tú… vosotros… os vi seguir a Shampoo…- Le costaba hablar, esa niña, junto a Ranma ya la habían escarmentado varias veces.
-Con la gata ya acabamos, juega muy sucio, es una persona sucia, mi prometido y yo decidimos que debía limpiar cuerpo y espíritu- la niña rió- le hicimos fotos, ya te enseñaré cuando las tengamos.
-Yo… yo...
-¿Tú que? No tengas miedo no te haré daño… sólo te voy a aconsejar- Akane se calló y miró a Ukyo- con ese sombrero rojo, y esa falda corta y esa blusa te pareces a Madoka Ayukawa de Kimagure Orange Road.
-¡No sé en qué me parezco!- gritó furiosa Ukyo.
-En el pelo largo, sólo en eso. En personalidad, ella te engaña. Durante años Madoka fue el personaje femenino favorito de los japoneses- la niña miró a su rival, y habló con desprecio- Tú, ¡Bah!, ¡no estarías entre los cien mejores!.
La cocinera miró a la niña furiosa. Esa mocosa la despreciaba, esa niña se había vuelto una descarada. Debía castigarlo. ¡Si, eso!, ¡castigarla!, sólo era una niña. No debía tener mucha fuerza, y decidió atacar.
Intentó dar un paso y vio como caía, tenía los pies atado. Oyó una risa y vio a Ranma reírse a carcajada. Mientras hablaba con Akane, Ranma le ató los pies. Esa maldita niña las distrajo mientras Rranma le ataba los pies.
-¡Ran- chan! ¡No te hecho nada!, ¡No sé porqué eres tan cruel conmigo!, ¡Soy tu prometida guapa!- la joven lloraba, apelando a su supuesta relación con el niño.
-¡Me has quitado todo!, ¡!tú y esa gata!- Ranma hablaba con rabia- Yo y Akane teníamos planes, ir a la universidad, empezar el circuito de torneos, ganar dinero para la universidad. Estábamos becados!...- El niño endureció la voz-¡ Y entre tú y Shampoo nos lo quilatéis todo!, ¡por vuestro malsano egoísmo perdimos nuestro futuro!
-¡Era por tu bien!, ¡, ¡No debías ir a la universidad!, ¡Tu deber era vivir conmigo y cocinar…!
-¿Desde cuando mi bien significa la muerte de Akane?, - el niño la cortó furioso- ¿ cuando he dicho que quiero cocinar? Todos saben que quiero seguir con las artes marciales- tú no eres nadie para decidir por mi. No tengo ningún deber contigo. ¿Qué mi padre robó tu carro de cocinar? Eso a quedado saldado cuando intentaste envenenar a Akane, es más ahora eres tú quien estás en deuda con mi prometida y conmigo.
-Tú…- Ukyo lloraba, sabía que eso siempre había servido para ablandar a Ranma, pero esta vez…
-No llores Ukyo, esa lágrimas- Ranma miró sonriendo a la cocinera- son falsas. Es hora que te escarmentemos, no aprenderás, pero Akane y yo disfrutaremos, no lo pasarás bien.
-¡Ranma cariño!, debemos darnos prisa, debemos pillar a la loca del mallot de gimnasta.
El niño fue a rincón cogió un paquete y se lo lanzó a su amiga.
-¡Ranma cierra la puerta!, ¡que nadie entre a molestar!- la niña se giró a la joven cocinera- no te va a doler, pero eso no significa que olvidarás este castigo.
Unos minutos después, los dos pequeños abandonaron el lavabo, Akane se había llevado puesto el sombrero de Ukyo. Los dos niños reían y bromeaban.
Ukyo tumbada en el suelo. Se levantó, se miró el cuerpo no tenía nada, no le había hecho nada. Se miró al espejo, parpadeó, y gritó.
.
Kodachi se sintió segura, no vio ni rastro de los dos pequeños. Pensó en su Ranma.
-¡Transformado en niño!, ¡Por eso dos locas!, ¡Seguro que Akane Tendo lo obligó a transformarse en niño!.
La gimnasta vio su casa, se sintió segura, allí dentro nadie la atacaría. Cuando se acercó delante de puerta de esa casa cayó un bulto tirado allí.
-¡Que sucia es la gente!, ¡Mira que tirar la basura delante de puerta de mi mansión!
Y al mirar la "basura" vio que era su hermano.
-!En eso tienes razón!, ¡Tu hermano es… basura acosadora!- detrás suyo estaban los dos niños que la perseguían- pero no lo hemos lanzado delante de la casa de otros.
-Lo hemos lanzado en el contenedor de basuras que le corresponde, ¡En tu casa!.
Kodachi gritó de terror al ver lanzarse sobre ella a los dos niños. En el último momento cogió a su hermano y se lo lanzó a los niños y aprovechó para huir.
Kodachi entró en su mansión feliz, se había librado de ser castigada por esos niños, au que usó a su hermano para huir.
Esa joven sabia que ese pequeño era su amado Ranma, pero desde que fue embrujado por esas dos plebeyas se había vuelto muy travieso y se comportaba como un niño. Debía curarlo, volverlo de nuevo adulto, y entonces su Ranma se lo agradecería casándose con ella.
Pasó junto al estanque cantando, y de repente se quedó quieta, dejó de cantar, miró con horror el estanque… seco. Se preguntó como podía estar vacío, no era posible. Incluso en épocas de sequía ese estanque estaba lleno.
Ellos, los Kuno siempre tenían agua, aunque hubiese retenciones de agua, su familia siempre tenía agua. Si sus vecinos no tenían agua… peor para ellos.
-¿Dónde está el agua?, ¿Dónde está el señor Tortuga, mi cocodrilo?- la gimnasta miró a su alrededor y vio que tampoco había árboles. Alguien había transformado ese jardín, en un parque, hecho de cemento y hormigón.
-¡Hola!- Kodachi se giró y vio a su rival, la que se volvió niña.-No sé si lo sabrá, pero hemos transformado este jardín, en un aparcamiento público, con plazas para coches pequeños y familiares. Sobre el parking hemos hecho un parque, que servirá de entretenimiento a toda la familia.
Akane iba vestida como un obrero de la construcción, incluso llevaba un casco en la cabeza.
-¡ Esto es propiedad privada!- gritó la gimnastra.
Akane se metió el dedo en el oído.
-¡Como gritas!, ¡!me has dejado medio sorda!- la niña la miró muy seria.
- ¡Era!, ¡Era propiedad privada!-,Kodachi se giró y vio llegar a Ranma vestido como Akane y miraba un gran plano que llevaba en las manos- en vuestro jardín había plantas protegidas, un animal peligroso protegido. No tenías el permiso para tener ni esos árboles ni ese cocodrilo.
-Todos han sido enviados a un sitio donde se dedican a la protección de fauna y flora protegidos.
Kodachi miró asombrada a esos niños.
-El gobierno nos ha cedido a Ranma y a mi esta zona de lo que fue tu jardín.
-¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué?- gritó Kodachi.
-Te demandamos, a ti y a tu hermano- Ranma se acercó a Akane y le dijo algo al oído- si, y a tu padre, a tu padre también. Fue por todos los destrozos que vuestra familia a provocado en nuestras casas.
-¡Por vuestra obsesión en perseguirnos!, llámese acoso.
-Yo no acoso a mi querido Ranma. Yo lo quiero rescatar de las pérfidas manos de esas plebeyas. Como está hechizado lo tengo que alejar de alguna forma.
-Y esa forma es drogándolo.
-!Todo vale en el amor!.
-No sé si lo sabrás. Pero ¡a eso se llama secuestro!
-¡Os combatiré!, ¡os ganaré!, ¡Y me quedaré con Ranma!, y de un beso de amor lo volveré adulto, y él me amará por siempre.
-No sirve- negó Ranma, en toda conversación no había levantado la cabeza del plano- debe ser un beso de amor el que rompa los hechizos, y yo no te amo. Besarme y vomitaré, y después iré al médico que me hagan un lavado de estómago.
Kodachi miró al niño, definitivamente ese no era su amado Ranma, volverse niño lo había trastornado.
-Y por otra parte… Ya nos hemos besado, si este hechizo, o lo que sea, se curarse con un beso ya haría meses que seríamos adultos.
Kodachi tardó unos segundos en entender lo que le había dicho realmente esa niña. Esa mocosa le había robado algún beso a su Ranma.
-¡Akane aquí pondremos una fuente y enfrente una estatua., Ranma ignoraba a Kodachi, sólo estaba interesado en el plano, y lo que construirían allí.
Los dos pequeños sonrieron miraron a la joven, esta supo que debía huir, que le iba a pasar algo muy malo.
Huyó en dirección al gimnasio que disponía su familia. Cuando llegó a donde debía estar, vio que en su lugar había una heladería, entró y pediría un helado de fresa y nata.
-Hola, ¿Qué desea usted?- Kodachi dio dos pasos atrás, la camarera era Akane ayudada por Ranma.
La gimnasta intentó huir, pero cayó desmayada, los dos niños usaron una de las drogas que robaron de la habitación de esa joven.
Minutos después Kodachi despertó, estaba metida dentro de una ridícula estatua de cemento, sólo tenía fuera la cabeza, las personas que acudían al parque se reían al verla.
Ese día Kodachi sufrió una de las peores humillaciones de su vida, pero se prometió escapar de esa jaula de cemento y vengarse de los dos niños.
Estaba haciendo fuerza para escapar, notó que debía ir al lavabo, se iba a orinar encima. No pudo escapar a tiempo. La estatua se rompió a la vez que se le escapó el pipi, muchas gente la vio, entre ellos los dos pequeños que la fotografiaron.
-Si no te rindes estas fotos- Ranma dejó pasar un rato para dar emoción- la verá mucha gente.
Y los dos pequeños se miraron, y se dieron un beso en los labios.
-Ves,-Akane se giró a Kodachi- un beso no sirve para volvernos a la normalidad.
Y cogidos de las manos los dos pequeños se dirigieron al dojo.
-Kodachi tampoco aprenderá.
-No, no lo hará- Akane negó con la cabeza- todo lo que hemos hecho hoy no servirá de nada. Volverán a atacarnos, volverán a hacernos la vida imposible.
-Y volverán a querernos separar.-La niña asintió-¡pero no lo conseguirán!.
-!No!, ¡nunca lo conseguirán!
Debían encontrar una forma de recuperar su verdadera edad, ser niño era divertido, tener a alguien con quien compartir travesuras era sensacional. Pero no podían seguir así siempre, debían crecer en los próximos meses, y tal vez así podrían recuperar parte de lo que perdieron al volverse niño. Podían recuperar la beca, e irse a la universidad.
.
Los dos niños llegaron al dojo donde fueron recibidos por Nodoka.
-¡Mi Robín de Saotome, mi Señora Mariam de Tendo! ¿Vencisteis a vuestros enemigos?-preguntó la mujer.
-Señora Nodoka- los dos niños hicieron una reverencia- hemos vencido a nuestros enemigos y a sus aliadas, las tres brujas, pero le puedo asegurar que esos seres volverán, son como la hidra aunque le golpeemos siempre vuelven por más golpes.
La mujer sonrió, sabía que esos niños iban a emplear bien sus enseñanzas, no las utilizarían para nada malo, como lo que estaba haciendo ahora Akane, desenfundar un poco su catana para amenazar a Genma.
La mujer dejó de sonreír, se había equivocado al querer enseñar su arte a dos niños tan hiperactivos. Pero después negó con la cabeza. Genma se quería llevar a Ranma a un viaje de entrenamiento, seguro que no volvía en años. Genma se había ganado esa amenaza con razón.
Desde el día siguiente enseñaría a ser más sutiles a la hora de amenazar con la catana a sus padre. Amenazar con la catana también formaba parte de la escuela de Artes Marciales de la familia de Nodoka.
.
Esa noche los dos niños cayeron en la cama, estaban demasiado cansados, se habían pasado el día jugando. Se miraron, como cada noche sonrieron, se besaron en las mejillas, siempre eran vigilados por Nodoka o Kasumi, que impedían que se besaran en los labios.
-¡Buenas noches Akane!-. Le deseó Ranma.
-¡Buenas noches Ranma!- Le volvió el deseo Akane- mañana tu madre nos montarán la piscina.
-!Si!- gritó Ranma- mañana habrá piscina.
Cerraron los ojos y un instante después estaban dormidos, abrazados. Nodoka ya convencida que dormían que no la engañaban, salió de la habitación, esa noche no le pudieron un cuento para dormirse.
El silencio se abatió sobre el dojo, todos dormían. Y… Ranma y su compañera de cama se despertaron, abrieron los ojos y cómo última travesura de ese día se besaron en los labios.
-¡Te quiero!- dijeron los dos en voz baja.
Segundos después volvían a estar profundamente dormidos.
NOTAS DEL AUTOR:
HOLA:
Ya vamos por el capítulo 10 de esta historia y si lo juntamos con su primera parte… ya estamos en verano, los personajes tienen grandes. Y por ahora no ven la forma de volver a su edad auténtica, pero no olvidan quienes los volvieron pequeños. Con esa forma Ranma y Akane son muy rencorosos.
Lo que Akane le dice a Ukyo. Que se parece a Madoka Ayukawa. Hay que recordar que tanto Ukyo como Madoka y Bulma de Dragón ball fueron dobladas en Japón por la fallecida seiyu Hiromi Tsuru.
El título del episodio hace referencia tanto a una canción de Joaquín Sabina, como a las tres jóvenes que caen ante la venganza de los niños.
¿Qué le hacen los dos niños a Ukyo? En el próximo episodio.
Agradecimientos:
Alexander0621: ¿Cómo participó y ganó Cologne el concurso de belleza?. Yo pienso que es muy persuasiva. Alguna que otra amenaza, algún que otro chantaje, algún soborno, etc. Chantaje, lo que hizo con Ranma cuando lo dejó en el cuerpo de Ranma- chica, no fue a cambio de dinero, pero fue un chantaje, aunque también fue una amenaza. Cologne no es una buena persona, siempre he creído que tiene algo de pervertida, tal vez uso eso para ganar el concurso de belleza. O tal vez el juez del concurso y ella eran algo más que amigos.
A todos los que han leído este foc, muchas gracias.
Perdón por la faltas de ortografía.
