Del amor y otras molestias
Historia VI – Parte 1
El día en el que me enamoré de ti
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Ooc (Un poco, por el bien de la trama xD)
Nota: Esta es una colección de capítulos no lineales algunos largos, otros tipo viñeta, en este universo la masacre Uchiha y el ataque del zorro no ocurrieron.
•••
-¡Alto! Es todo por hoy chicos, son libres hasta pasado mañana- sonrió Kakashi bajo su máscara despidiéndose con un gesto de su mano y un suave "nos vemos" antes de desaparecer en una nube de humo como siempre.
-Casi me rompes el brazo Sakura-chan- con un mohín en su boca Naruto se sentó a su lado en un tronco caído sobre el que la pelirrosa reposaba intentando calmar su respiración y bebiendo sedienta de su cantimplora, con una señal de su mano le indicó quitarse la sudadera para sanarlo.
-¡Qué brazos!- exclamó haciéndose la sorprendida- veo que esas sesiones de ejercicios con Hinata están dando resultados…- le picó con una mirada sugestiva y estalló en carcajadas cuando el rostro de su rubio amigo se encendió como un farolillo de navidad, Sasuke reprimió un bufido girando el rostro a un lado intentando disimular la gracia que le había hecho el comentario y una sonrisilla burlona apareció en su rostro.
-No digas tonterías Sakura, es muy obvio que sigue siendo virgen- comentó Sai con su típico tono impersonal y con la cabeza inclinada hacia adelante mojándose los cabellos con el agua de su cantimplora.
Sakura volvió a reír estruendosamente, esta vez Sasuke desvió la mirada incómodo con el tema de conversación, gesto que no pasó desapercibido para la pelirrosa que le lanzó una mirada burlona haciéndole fruncir el ceño.
-Si, Sai, estoy segura de que sigue siendo tan virgen como tú- se burló- y Sasuke-completó sonriendo de medio lado cuando terminó de curar el brazo a Naruto que seguía boqueando como un pez sintiéndose atrapado, no quería que se burlen de él, pero tampoco quería ventilar una inexistente intimidad con Hinata.
-¡Sakura-chan!- atinó a protestar.
-Shh tú silencio, haces bien en no ser un bocón, recuerda que un caballero no tiene memoria- le guiñó un ojo con complicidad- Naruto se sonrojó aún más rascándose la nuca avergonzado- había estado a punto de confesar que seguía siendo virgen pero ahora Sakura había dejado la intriga en el aire salvándolo de tener que hacer cualquier extraña confesión, aunque ella misma lo había metido en ese lío.
-Lo haces sonar como si te acostaras con toda la aldea- se burló Sasuke pasando a su lado con una sonrisa arrogante.
-Solo con tu hermano, Itachi es tooodo un hombre ¿sabes?- Sakura sonrió con malicia y Sasuke detuvo el paso en seco, una vena se brotó en su sien con molestia, se sentía acorralado, quería decirle algo grosero, pero no quería que los otros dos tontos tengan ideas que no eran.
-No seas tan obvio Sasuke, solo vete y déjala sentirse una orgullosa prostituta- Sai les dio una amplia sonrisa falsa y se despidió de todos antes de desaparecer en una nube de humo también como había hecho su mentor.
Sasuke sintió esto como un puñetazo en la boca del estómago, hasta el imbécil de Sai se había percatado de la celosa naturaleza de su reacción.
Sakura enrojeció ardiendo en vergüenza y cólera.
-¿Por qué este idiota sigue en el equipo si solo era mi reemplazo?-masculló entre dientes con los ojos ardiendo de furia y una profunda sed asesina emergiendo muy dentro de sí.
Naruto acomodó su ropa rápidamente y se fue corriendo de ahí despidiéndose de ambos apresuradamente inventando una excusa porque ya sabía lo que seguía, ellos se picaban con comentarios mordaces, caían en sus provocaciones, discutían, él trataba de calmarlos, lo golpeaban y luego se golpeaban entre ellos y lo llamaban entrenar, prefería saltarse la parte que le afectaba esta vez.
-¿Te acuestas con mi hermano?- inquirió fríamente sin voltear a mirarla.
Los colores descendieron por su rostro dejándola completamente en blanco, no era la respuesta que esperaba, Sasuke volteó en silencio y la observaba de frente con mucha seriedad aguardando su respuesta haciendo que se sienta una niña regañada, no estaba siguiéndole el juego, quizás no debió mentir con algo como eso, miró las puntas de sus zapatos incómoda en un intento por esquivar esos profundos ojos negros que la apuñalaban sin piedad, escuchó un par de pasos y sintió su presencia muy cerca de ella, llevaba una mano escondida en el bolsillo del pantalón de entrenamiento.
-Hn, es muy obvio que no, con qué cara te burlas de Naruto por ser virgen.
Él sujetó su mentón con sus manos su toque era firme pero suave, la obligó a mirarlo directamente a sus pozos oscuros tan profundos, tan iguales y distintos a los de su hermano, ella intentaba evadir esos penetrantes ojos mirando hacia todas partes, su apuesto rostro compuso una sonrisa arrogante que la sonrojó, él bufó irónico y la soltó sin cuidado casi con desprecio.
Acarició su mentón casi por reflejo, su mala reacción le hizo arrugar el ceño con molestia.
-Pues a ti se te nota aún más lo virgen ¿Ahora defiendes a Naruto?- le sacó la lengua a su espalda en una mueca infantil comenzando a caminar dando grandes zancadas con su rostro nuevamente enrojeciendo por la ira y la vergüenza, comenzaba a arrepentirse de haber iniciado una broma tan estúpida, ella solo quería confirmar si Naruto ya estaba saliendo con Hinata o no.
Eso me pasa por chismosa…
Pensó para ella misma pasando junto a él echando humos.
-No es que lo defienda- aminoró el paso poniendo algo de distancia entre ellos, la suficiente para seguir hablando- y no soy virgen- mintió.
Sakura se detuvo en seco.
-Estás mintiendo- se volteó con una sonrisa traviesa y ojos brillantes avanzando de vuelta hacia él con rapidez.
Sasuke conocía muy bien esa cara de entrometida, se encogió de hombros tratando de restar importancia a su reacción, creyó que se enojaría o algo así ¿Por qué se sentía tan incómodo?
Exhaló en un claro gesto de cansancio y masajeó levemente su ceño.
-Deja de fastidiar, paso de hablar de esos temas contigo- sentenció.
Sakura sintió como si le hubieran cerrado una puerta en la cara y largó un suspiro resignado.
-Ya paro… ¿No vamos a entrenar hoy?- cuestionó tratando de cambiar de tema.
-Habrá una reunión del clan hoy y mi padre nos ha citado antes así que debe ser algo importante, te veré otro día- se despidió en un tono serio antes de saltar hacia un tejado y desaparecer.
"Habrá una reunión del clan" "debe ser algo importante"
Su mirada verduzca se quedó fija en el lugar donde antes se había encontrado Sasuke de pie dejando solo su ausencia, una de sus mejillas se llenó de aire pensativa, volvió su mirada al cielo tintado de naranja y violeta anunciando la caída del sol, Sasuke se notaba diferente hoy.
Sasuke se notaba diferente últimamente.
•••
-¿Por fin vas a renunciar a ella?- preguntó en voz baja sonando apático.
Itachi volteó con su rostro reflejando la nada, aún perdido en sus pensamientos, pestañeó lentamente volviendo a la realidad sintiendo a Sasuke sentarse a su lado en el tejado de la casa y se tumbó cómodamente a mirar el atardecer cruzando sus brazos tras su cabeza como una almohada.
-Llegas temprano-evadió la pregunta- Pensé que entrenarías con Sakura.
-Padre nos pidió llegar temprano- aclaró.
-Que obediente eres, buen chico- respondió con ironía impregnada en su voz serena y una pequeña sonrisa afloró en su rostro sin despegar sus ojos del cielo.
-Insisto ¿Vas a renunciar a ella?
-No sé a lo que te refieres.
-Tch- chasqueó la lengua con molestia- no te hagas el imbécil sé muy bien de tus encuentros con Sakura.
-Oh… entonces por eso la estabas evitando- sonrió de medio lado- ¿Tú ya renunciaste a ella?- le devolvió la pregunta.
La mirada crispada de Sasuke se ciñó sobre él- Cuando me muera.
-Al consejo no le parece una mala idea que se case contigo- continuó en un intento de provocarlo- ella aún es una niña y yo tengo responsabilidades que cumplir Sasuke, no tengo tiempo para jugar a Romeo y Julieta con ella- su tono de voz gélido en impersonal totalmente fingido le provocó ganas de golpearlo, pero en el fondo quiso creerle.
Realmente deseó creerle, o al menos tener la fuerza de fingirse convencido a su conveniencia.
Pero otra parte de si quiso golpearlo por decir esa tarugada.
Lo conocía tan bien, ese ligero temblor en su voz al finalizar esa triste excusa, sus ojos brillantes y su respiración pesada, sus ojeras estaban más pronunciadas que nunca y se veía mentalmente exhausto.
Itachi llevaba varias noches sin dormir y meses, quizás años, aceptando misiones como un loco autoexplotándose para mantenerse lo más lejos posible de la aldea y el clan durante la mayor cantidad de tiempo posible y todo para evitar esa "dichosa responsabilidad" que ya no podía seguir evadiendo.
-¿Ya sabes a quien eligieron?
-Vinieron a presentarla esta mañana, es Yuzuki, la nieta del viejo Gorō.
-¿Esa chica no había sido enviada a servir en el templo Nakano? Ni siquiera es una kunoichi- torció el gesto con molestia.
Sasuke sintió cierta aversión.
-Por eso la eligieron, quieren que despose a una mujer sumisa y bien educada en las costumbres del clan Uchiha que si "conozca su rol como matriarca"- soltó un bufido sarcástico repitiendo con rabia contenida las palabras del anciano que se había reunido con ellos esa misma mañana y tronándose los dedos de uno en uno nerviosamente con más fuerza de la necesaria, gestos que Sasuke nunca le había visto hacer ya que Itachi jamás mostraba sus emociones más allá de su fría cordialidad, estaba genuinamente hastiado si hasta se había olvidado de colocarse su máscara frente a él.
-¿Una que no sea como nuestra madre?- sonrió de medio lado orgulloso- ¿Qué le hicieron a mamá? Estoy seguro de que trató de impedir todo este circo.
-Nada, sabes que Fugaku los mataría si le tocan un pelo, aunque Yashiro siempre es un dolor en el trasero y no cierra la boca- se quejó- estuve a punto de mandarlo al demonio.
Sasuke amplió su sonrisa y sintió su pecho hincharse de valor.
-Sabes que si el abuelo siguiera vivo no habría permitido todo este rollo- se acomodó dejando caer su peso sobre sus antebrazos en una posición semi-recostada que le impedía ver las reacciones de su hermano mayor- de ser por él te habrías casado con Sakura, valoraba la fuerza y el talento sobre cualquier otra cosa.
-Incluso por encima del apellido- coincidió Itachi en tono ausente.
-¿Por qué se pusieron tan pesados con este asunto? ¿No habían acordado dejar las cosas en paz hasta que eligieras a tu prometida tú mismo?- indagó.
-Nos vieron juntos en el festival y eso aceleró las cosas…- se incorporó sentándose apoyado sobre sus palmas y volteo a ver el rostro ahora ensombrecido de Sasuke- sé que papá trató de abogar por nosotros, pero no funcionó.
-Te has vuelto muy osado Itachi, te lo mereces por tentar al diablo ¿Por qué papá abogó por ti? Dijiste que el consejo la prefiere casada conmigo creí que eso incluía a nuestro padre- indagó en un tono autosuficiente.
No quería admitirlo, pero sí que intentaba echar sal en la herida.
-A Padre y Madre solo les interesa tenerla como su hija incluso si solo es de forma política, no les importa a quien de los dos ella elija- respondió sin ninguna emoción.
Sasuke apretó los puños inconscientemente sintiéndose incómodo con la evidente realidad de que su hermano no lo veía como una competencia, a su hermano ni siquiera le importaba que ambos quisieran a la misma mujer.
Le incomodaba verlo tan cómodo, tan flexible, tan… dispuesto.
-Si ya lo sabías entonces por qué jugaste con ella ¿No pensaste que se haría ilusiones en vano?-reclamó dejándose llevar por el hastío de esa revelación.
-No juego con ella- sonrió con suavidad ante la preocupación de su hermano pequeño, el viento cálido sopló moviéndoles los cabellos a ambos.
El ánimo de Sasuke decayó profundamente al ver los ojos de su hermano brillando de tristeza.
Se veía derrotado y por alguna razón eso lo molestaba aún más que su acostumbrado aspecto inalcanzable, ver a Itachi derrotado no lo hacía sentir victorioso, lo hundía aún más en su propia miseria, le hacía sentir que si ese hombre no podía obtener lo que tanto deseaba él era aún menos merecedor de tal dicha.
No podía culparlo por amar a la misma mujer, era comprensible.
Porque en el fondo los dos sabían que ella los había enamorado a ambos el mismo día en que la conocieron.
Al final Itachi y Sasuke sí que tenían algo en común.
Amaban a Sakura Haruno.
Empezaba a oscurecer y las primeras estrellas se hacían visibles en el cielo, se quedaron en silencio un momento perdidos en sus propios pensamientos sin saber que más hacer.
-¿Por qué ella?- se atrevió a preguntar Sasuke mirando de reojo su reacción, pero Itachi permaneció inmóvil.
-No lo sé- susurró, el rostro sonrojado de Sakura llegó a su mente agitando su corazón y una suave sonrisa se expandió casi imperceptiblemente por su semblante a rememorar sus ojos, el suave tacto de sus manos al curarle, la dulzura de su voz cuando hablaban de cosas triviales- ella me hace sentir en paz, ha permanecido todo este tiempo arrullándome en medio del tormento, a su lado no hay oscuridad, ni dolor, ni arrepentimiento, cuando la veo a los ojos solo puedo sentir alegría, cuando la tengo en mis brazos no hay más pesadillas…
Su voz profunda y aterciopelada llegó a oídos de Sasuke en un susurro convirtiéndose en un eco fantasmal resonando continuamente en su cabeza, comprendía todo eso, porque se sentía exactamente igual, aún no podía salir del estupor de haber escuchado la confesión de Itachi, aquel que, aunque sentía quererle tanto jamás le había abierto su corazón como en ese momento.
-¿Por qué ella? Tú la rechazaste, rompiste su corazón ¿Qué te hace sentir tan seguro de que no volverás a lastimarla?- su mirada seria ahora pesaba sobre su faz y repentinamente el peso de sus errores del pasado lo aquejó nuevamente.
De lo único que estaba seguro es de que volvería herirla incluso si no quería, porque ella ahora amaba a Itachi y él desde luego no era Itachi… y jamás podría si quiera compararse con él, Sakura siempre estaba feliz cuando estaba con él, porque Itachi era amable y comprensivo, la había conquistado limpiamente mientras él no hacía más que rehuir de ella avergonzado de sus propias emociones conflictivas cada vez que ella se acercaba, rechazándola una y otra vez.
Chasqueó la lengua con molestia desviando la mirada hacia el horizonte sintiéndose absolutamente derrotado, meditó un momento dándole vueltas a la pregunta y una cálida sensación como la tenue luz de una vela se encendió dentro de su pecho abrigándole al recordar ese rostro redondeado sonriéndole con amabilidad y esos brillantes ojos verdes que le prometían mejores días, deseó haber entrelazado sus dedos la primera vez que ella le tomó de la mano, deseó nunca haberle dicho las palabras que tanto la hirieron.
-Porque ella me vio cuando nadie más lo hacía, me amaba, ofreció su corazón y yo lo pisotee en su cara- se limitó a responder con una sonrisa impregnada de tristeza bailando en sus labios- siempre sentí algo por ella pero ni yo mismo lo sabía, niisan, sé que me di cuenta demasiado tarde, ella está enamorada de ti ahora pero sé que puede volver a amarme, prometo que dejaré de ser un idiota infantil y la haré feliz esta vez…- admitió con voz trémula, temeroso de su respuesta.
Itachi le dedicó una larga mirada pensativa antes de pronunciar su objeción.
-Sasuke, no quiero verla casada contigo- confesó en un murmuro casi lastimero consciente de los profundos sentimientos que embargaban a su hermano pequeño, la brisa arrastró las palabras como si jamás hubieran salido de su boca, pero fueron escuchadas por el azabache que lo contemplaba con el ceño fruncido.
-Hn… ni yo quiero verla casada contigo, ya te lo dije, ese es mi lugar ¿Qué hacías paseándote en el festival con mi mujer? Te aprovechaste de mi ausencia- le reclamó con fingida molestia, pero con un toque de crispación en su voz intentando provocar a su hermano mayor sin éxito.
El pelinegro se encogió de hombros divertido y consternado por la extraña formulación en la pregunta de su hermano menor y repentinamente se atrevió a preguntar.
-Sasuke ahora que sabes lo que siento por ella ¿Tomarías mi lugar como líder?
-Claro que no ¿Dónde queda lo que yo siento por ella? Si tomo tu lugar ella nunca estará conmigo yo no pienso rendirme sin luchar- respondió apático con la mira fija sobre el mar de tejados que se expandía hacia el horizonte- cásate pronto y desaparece de nuestras vidas Itachi, ella te olvidará, me aseguraré de que así sea- prometió con seguridad levantándose y sacudiendo el polvo de su ropa- a fin de cuentas, tú mismo lo has dicho "aún es una niña" así que deja de preocuparte tanto por eso, su amor por ti es pasajero.
-Mocoso traidor…
Le miró de soslayo mientras se alejaba y suspiró.
Una pequeña sonrisa esperanzada se instaló en sus facciones.
Por fin reconoce sus sentimientos…
•••
Revolvió los cajones en búsqueda de las cosas que llevaría a su largo viaje, había planeado esto por meses así que no estaba dispuesta a derramar ni una sola lágrima, la presencia de Sasuke dando suaves toques en el ventanal de su balcón confirmó aquello que llevaba toda la noche dándole vueltas en la cabeza.
-¿Qué haces aquí a estas horas? Tienes suerte de que mis padres no estén o ya te estarían echando- rodó los ojos y cerró de vuelta el ventanal y las cortinas.
-Tus padres me adoran- se jactó orgulloso con su voz seria sin tinte de emoción que no iba con el comentario ingresando a la habitación y tumbándose en la cama como si fuera suya.
Suspiró profundamente buscando paciencia, no tenía ánimos para discutir con él ahora mismo así que solo se sentó a los pies de la cama mirándolo acomodarse y dejó su mochila de viaje reposar en una esquina de la habitación agradeciendo en silencio que Sasuke decidiera no indagar sobre sus acciones.
-¡Oye no tires eso así!- regañó recogiendo el conejo blanco del suelo- y ya te he dicho que no entres a mi habitación con zapatillas- rodó los ojos y colocó las zapatillas de Sasuke junto a las suyas en la zapatera junto al ropero.
-Nos va a estorbar para dormir- se limitó a responder como si nada cubriéndose la mitad del cuerpo con las mantas- ¿De dónde sacaste esa cosa tan fea?
-¿Quién te dijo que puedes dormir aquí? ¿Te volviste loco?- reclamó- ¿Sasuke estás borracho?- se aproximó preocupada hacia el Uchiha menor colocando la palma de su mano en su frente para tomarle la temperatura- No tienes fiebre, confiesa ya ¿Qué quieres?- le golpeó en la frente con la mano plana- ¿Te peleaste otra vez con Itachi o con tu padre y huiste de casa? Eres un mocoso malcriado- regañó.
-¿Por qué me pegas bruta?- protestó cubriéndose con los antebrazos de las palmadas asesinas de Sakura – Dijiste que te gustaban las pijamadas ¿no?
-Con las chicas Sasuke, con las chicas- reafirmó rindiéndose- deja de juntarte con Naruto ya se te está pegando lo tarado.
-Y tu deja de juntarte con Itachi se te está pegando lo amargado- replicó venenoso- me dijo que fueron juntos al festival la semana pasada- comentó sin rastro de emoción en su rostro ocultando sus evidentes ganas de reclamar, pero algo le dijo a Sakura que esa cara seria solo quería disimular pues sus brillantes orbes negros brillaban repletos de rencor.
Sakura rio suavemente entendiendo toda la escena que estaba montando Sasuke, tenía celos de Itachi otra vez, ya estaba acostumbrada, al menos había cumplido su promesa de no involucrarla en venganzas estúpidas.
Se sentía una idiota egoísta, no era una ciega, estaba al tanto de las inconfesas emociones de su compañero de equipo y se preguntaba si él mismo ya era consciente de lo que significaba todo aquello que sentía arremolinarse en su cabeza, Sasuke era el chico más listo que conocía si de combate se trataba por momentos llegaba a pensar que su capacidad estratégica superaba a la de su hermano mayor, los años no pasaban en balde, solo no había tenido la oportunidad de brillar como merecía pues eran tiempos de paz, pero si de emociones se trataba era tan inocente como un niño pequeño, podía fácilmente confundir las mariposas en su estómago con una intoxicación por alimentos.
A veces lo descubría mirándola distraídamente y desviando su rostro avergonzado al quedar en evidencia, inspirando su aroma respirando profundamente en su cercanía, rozando su mano al caminar con dedos dudosos buscando entrelazarse con los suyos retirándose rápidamente, casi podía escuchar el debate mental, el temor a ser rechazado, Sasuke no era más que un niño tratando de llamar su atención rechazándola constantemente, sin saber que ya no estaba en una edad donde actuar de esa forma se considerara tierno viniendo de un hombre, pero viniendo de él… era diferente.
-Si, ese conejo lo ganó para mí- quiso picarlo, pero volteó a mirar el peluche con cariño y los recuerdos de esa noche especial la invadieron nublándole los ojos, por un momento de verdad tuvo una esperanza, una triste sonrisa se extendió por su rostro ahora ensombrecido, definitivamente no estaba de humor ni para bromear.
Al menos en su corazón sabía que él la amaba y siempre lo haría, quizás por esta vez eso era suficiente.
-Eso explica por qué es tan horrendo- sonrió burlón con los ojos cerrados y se cubrió anticipando otra oleada de golpes de Sakura, pero pasaron los segundos y nada llegó.
Repentinamente sintió el calor de su cuerpo cuando se recostó a su lado en silencio acomodando las mantas sobre ambos y dándole la espalda, casi se sonrojó dándose cuenta de que no tenía intención de echarlo de su cama.
Se había resignado a dormir con él.
Nunca tuvo la verdadera intención de dormir con Sakura, solo quería hacerla enojar, que lo echase a patadas y pelear, es más ni siquiera sabía por qué había ido ahí, solo que ya estaba de pie llamando a su ventana cuando se percató de dónde lo habían llevado sus pensamientos.
-Él va a casarse ¿verdad?- su voz bajita se quebró y Sasuke casi se sintió culpable por estar ahí pero no podía permitir que ella siguiera viviendo en una mentira.
-Hoy se anunció el compromiso- se limitó a responder a secas.
Un sollozo llegó a sus oídos seguido de otro y otro, se quedó quieto sintiendo el cuerpo de Sakura convulsionarse en un amargo llanto ahogado contra el estúpido peluche blanco que abrazaba con todas sus fuerzas.
¿Cuándo fue la última vez que vio a Sakura llorar?
El recuerdo de sus ojos verdes repletos de lágrimas y su llanto desgarrador la tarde en la que terminaron los combates de los exámenes chunin llegó a su mente, sintió un pinchazo de dolor en el pecho y esta vez hizo aquello que realmente había deseado hacer ese día y todos los que le siguieron a ese mientras lidiaba con la culpa y su ausencia esos días en los que su orgullo camufló el dolor haciéndole sentir fastidio.
Haciéndole sentir que la despreciaba.
La rodeó con los brazos sin pensarlo más en un abrazo que se sintió como un vendaje en su alma.
Estaba haciendo lo correcto, él la merecía.
-Sakura…
-Sasuke-kun…-sollozó, se dio vuelta aferrándose a su camiseta con la cara escondida en su pecho mientras lloraba desconsolada, el peluche acabó cayendo y rodando un par de metros por el suelo.
Lo sabía…
Estaba siendo tan egoísta… era una egoísta manipuladora…
No tenía nada más que decirle, nada más que hacer por ella ¿Qué podía hacer? ¿Qué podía hacer para calmar el llanto de la mujer que amaba? Y más cuando su llanto nacía de su amor por otro hombre…
-¿Por qué? ¿Por qué no me eligió?- susurró entre sollozos con voz rota.
Se mordió la lengua, apretó el abrazo reprimiendo los celos que lo hacían desear apartarla por llorar por el idiota de su hermano contradictoriamente a lo que sentía por ella, la haría olvidarlo, tenía que ser paciente, él ya lo sabía ella estaba enamorada de él, pero solo era eso, en cuanto Itachi esté casado ella lo olvidaría para siempre, no era amor verdadero.
"El si te eligió" deseó decirle, pero calló.
Era un egoísta manipulador, lo sabía, pero no podría decirle aquello a riesgo de dañarla aún más o a riesgo de crear una oportunidad para su hermano.
Era mejor así.
Este era el curso natural de las cosas, Sakura siempre estuvo enamorada de él, sus sentimientos por Itachi surgieron únicamente por estupideces suyas, por su inmadurez y su falta de cuidado, porque era un niñato caprichoso que no supo aceptar y mucho menos entender lo que sentía, era un hombre ahora, un hombre con deseos de enmendar su pasado.
Estaba seguro de que en cuanto lograra traer de vuelta a su Sakura, ella se daría cuenta de que sus sentimientos por su hermano habían sido un error, un mecanismo de defensa, una forma de llenar el vacío que dejó la decepción que le provocó.
Después de todo él seguía ahí, él había ido a buscarla, era él quien estaba consolándola, él si estaba dispuesto a luchar por ella, esta vez sería él quien esperara pacientemente, devolvería todo a la normalidad y sería como siempre tuvo que haber sido.
La apretó más contra su cuerpo casi con temor a que ella se deshiciera en su propio llanto sintiendo la camiseta ya empapada, pronto los sollozos se convirtieron en una especie de hipo entrecortando su respiración, apoyó el mentón sobre su cabeza acunándola con todo su cuerpo con la vista fija en un punto en la pared mientras le acariciaba el cabello a la altura de la media espalda distraídamente.
Durante un tiempo tuvo sus sospechas, pero la primera vez que los vio besarse era la tarde de navidad y acababan de entrenar, deseó con toda su alma romperle la cara a Itachi por su osadía, pero se reprimió pensando en que Sakura lo odiaría el resto de su vida si le arruinaba el momento, la segunda vez que los vio besarse fue en el lago mientras comían dangos a altas horas de la noche creyendo que estaban solos y pasó de largo apretujando los puños para reprimir la ira suprimiendo los pensamientos intrusivos que le recordaban que todo estaba perdido para él, la tercera vez los vio besarse en el hospital antes de que Itachi parta a otra misión y se mintió a si mismo diciéndose que ya no le importaba…
Que ella había tomado su decisión y la respetaría.
Entonces intentó distanciarse.
Sabía que su hermano la amaba tanto como ella a él y como él mismo la amaba unilateralmente, pero su corazón le recordaba continuamente que Sakura ya lo amó una vez, lo amó a él primero y sabía que aún quedaba algo de ese amor muy en el fondo de su corazón, debajo de todo ese viejo rencor, escondido bajo el mal concepto en el que lo tenía y que, así como dejó de amarlo un día, dejaría de amar a su hermano y volvería a amarlo a él, lo haría, aunque tuviera que obligarla a revivir a esa Sakura dulce y molesta que sabía aún dormía en su interior, aquella que le sonreía con dulzura, que lo animaba a superar a su hermano, la única que le decía que él era el mejor y que reconocía su esfuerzo, que lo ayudaba a practicar su control de chakra, aquella que le regalaba chocolates en San Valentín y esperaba ilusionada su respuesta en el día blanco aunque esta nunca llegó, aquella chica que lo amaba tanto que casi muere por él en ese estúpido examen.
Quiso decirle que él si la habría elegido, habría renunciado a todo.
¿Tomarías mi lugar?
Las palabras de su hermano volvieron a su mente consternándolo, no tomaría su lugar como cabeza del clan Uchiha, quizás hace mucho anhelaba ser reconocido y que su padre lo eligiese a él por ser mejor y no a Itachi por ser el mayor, sentía que le daba igual con quien se casara, pero ya no, había madurado y ahora sabía perfectamente qué era aquello que llevaba tanto tiempo sintiendo así que sí que tomaría "su lugar" al lado de Sakura, porque ese lugar originalmente era suyo.
Su hermano lo había usurpado como todo lo que tocaba.
La respiración de Sakura fue relajándose y acompasándose poco a poco y supo que por fin se había quedado profundamente dormida, la contempló un momento sin poder resistir el impulso de depositar un dulce beso en su coronilla inspirando el aroma de su cabello, un suave rubor tintó sus mejillas y una pequeña sonrisa adornó sus facciones masculinas, no supo cuánto tiempo había estado ella llorando y él abrazándola, pero su brazo se había dormido y hormigueaba intensamente, su camiseta se sentía totalmente empapada se removió con cuidado intentando incorporarse sin despertarla, ella se acomodó entre sueños, se quitó la camiseta empapada lanzándola sin cuidado quedando esta colgando del espaldar de una silla.
Una silueta que conocía bien apareció en el ventanal llamando su atención y sin ninguna dificultad lo abrió y entró en silencio a la habitación, su mirada inexpresiva se clavó sobre ambos, pero logró ver por la luz que entraba desde el exterior un brillo de dolor atravesar sus ojos oscuros heridos, le indicó hacer silencio señalando a la joven profundamente dormida a su lado.
Itachi la observó fijamente unos segundos detallando la hinchazón de sus ojos y su nariz roja por el llanto, Sasuke ya le había dado la noticia…
-No esperaste nada para mover tus fichas…- murmuró acido el mayor.
-Es mejor si hablas con ella mañana- susurró en voz baja y seria- es lo último que toleraré, después de eso ya no te le acerques- desvió la mirada chasqueando la lengua con molestia.
Itachi asintió desapareciendo en silencio como un fantasma con su rostro que no reflejaba ninguna emoción.
-Ya te he dicho que ella no es tu posesión… - el susurro de Itachi hizo eco un segundo tras dejar la habitación y Sasuke se sintió ofuscado, llevó sus manos hundiéndolas entre sus cabellos azabaches en búsqueda de reducir su tensión.
-Lo sé…- respondió al aire y rodeó con sus brazos el pequeño cuerpo de Sakura protectoramente como si repentinamente Itachi pudiera regresar y robársela para huir con ella en un arrebato de insensatez.
•••
Abrió los ojos, la habitación seguía a oscuras.
Primero sintió el calor, y luego unos fuertes brazos que la rodeaban.
-Ita…-se cortó tomando una profunda inspiración, ese olor- Sasuke- susurró la sorpresa reflejada en sus facciones.
Se dio vuelta quedando de frente con el rostro profundamente dormido de su primer amor.
El primero que le había roto el corazón.
Que mala puntería tenía para enamorarse si ya era la segunda vez que un Uchiha le rompía el corazón.
-Soy una tonta… ¿verdad?- susurró para sí misma y acarició con ternura la mejilla del hombre a su lado acomodando con delicadeza los cabellos rebeldes de su flequillo, una lagrima rodó por su mejilla sintiéndose absolutamente miserable.
Hace años no notaba lo guapo que era en realidad, crecer le había sentado muy bien poco quedaba de ese niño testarudo y gruñón de bonito rostro redondeado que una vez conoció, poco a poco era reemplazado por este hombre silencioso, orgulloso y arrogante que descansaba a su lado, estaba consciente de esa extraña fijación que tenía con ella en este momento, pero sabía muy en el fondo que iría perdiendo el interés conforme su hermano renuncie a ella, a fin de cuentas, era todo lo que le importaba a Sasuke, si no fuera porque su hermano había puesto sus ojos sobre su existencia, si no fuera por aquel día en el que la reconoció estaba segura de que Sasuke jamás se habría vuelto a mirarla.
A Sasuke le interesaba todo aquello que interesase a Itachi, siempre buscando un punto débil donde golpear.
Como a todas las niñas de la academia a Sakura también le gustaba Sasuke por su bonito rostro, era tan bonito que su mala actitud le daba totalmente igual, era una estúpida por pensar así, tonta y superficial, una ciega ante sus actitudes groseras y arrogantes, siempre dándole la razón a sus caprichos, siempre pendiente de él, siempre admirándolo al pisotear a todos con sus aires de superioridad "por ser un Uchiha" pero luego lo vio esforzarse, cuando se convirtieron en un equipo y escuchó su sueño "Quiero superarlo, quiero vencer a mi hermano y que mi clan me reconozca" y se enamoró profundamente de él, de su determinación, de lo mucho que se esforzaba por sus sueños, quería ser como él, quería ser reconocida por él, pero esa tarde en la que todo cambió sus crueles palabras realmente le hicieron caer en cuenta de si realmente sería feliz con alguien como él ¿Qué sentido tiene amar a alguien que te trata tan mal?
Fue cuando se dio cuenta de que era una total estúpida y que ese absurdo amor infantil y fantasioso solo le haría perder más tiempo.
También fue el día en el que se dio cuenta de que Itachi Uchiha tenía la sonrisa y la mirada más cálidas de todo el mundo.
¿Por qué Sasuke no puede ser como tú? Tú eres amable…
Él había reído con su pregunta dejándola sin responder y luego entrenó con ella el resto de la tarde corrigiendo con gentileza sus posturas y enseñándole formas más efectivas en las que pudo haber esquivado a la serpiente y salvado a Sasuke usando herramientas ninja.
Se dio cuenta en ese momento por qué Sasuke en realidad nunca podría superar a Itachi, Itachi no era un prodigio de nacimiento y con un talento absoluto como todos pensaban, era alguien observador y perspicaz que amaba aprender, aprender de todos sin menospreciar a nadie.
La arrogancia de Sasuke lo cegaba y lo limitaba.
Fue todo lo que necesitaba para decidirse.
Tenía mucho que aprender, se iría con Tsunade Senju y al regresar lo sorprendería con su progreso, realmente quería ser como él, sabía que era muy lista, que tenía una mente prodigiosa y quería usar su inteligencia como él lo hacía, quería aprender de los demás.
No era nadie ahora, pero un día lo sería y podrían enfrentarse como iguales, ella también quería ser grande, ahora ella también tenía un sueño y esta vez no tenía nada que ver con Sasuke.
Quiero vencerte… Itachi-san yo también quiero ¡Superar al más fuerte!- respondió con determinación mirándolo fijamente con sus bonitos ojos verdes brillando de emoción.
•••
Quiero vencerte… Itachi-san yo también quiero ¡Superar al más fuerte!
Tenía la teoría de que ese fue el momento exacto en el que se enamoró de ella, esas simples palabras, esa mirada repleta de emociones contenidas que atravesaba su alma como dagas, parecía el despertar de una pequeña fiera, esos ojos como jades brillando de emoción lo cautivaron y esperó ansioso durante años poder ver cuánto podría crecer esa pequeña flama.
¿Qué hacía Sasuke durmiendo con ella?
¿Qué hacía ella buscando consuelo en Sasuke?
Se cubrió el rostro con el antebrazo esquivando la luz de una farola que entraba por la ventana de su habitación.
¿Quién diría que esa pequeña llamarada en sus ojos acabaría convertida en un todo un infierno? Un infierno de sedosos cabellos rosas, de piel nívea y tersa como un ángel y labios que quemaban como el demonio.
"Si dimites de tu responsabilidad serás exiliado y no puedes obligar a esa chica a dejarlo todo e irse contigo, no es tan sencillo como dejarle el asunto a Sasuke y tú vivir en tu propio cuento ¿Qué te está pasando Itachi?"
Las palabras de su padre después de la reunión en la que se había acordado su compromiso se repetían una y otra vez en sus pensamientos y no le dejaban dormir.
Sakura Haruno era su cielo y su infierno.
"Amo a Sakura Haruno y pediré su mano en matrimonio esta misma noche, aunque tenga que dimitir de mi cargo"
Su mayor debilidad.
Los ancianos se habían escandalizado por su declaración tan repentina, pero luego de un incómodo silencio en el que todos los hombres en esa mesa le miraban con una mezcla de decepción y asombro el más viejo de todos habló.
-La primera mujer de tu tatarabuelo fue una mujer Senju de nacimiento de la que estuvo tan absurdamente enamorado como tú lo estás de esa niña Haruno y esa fue la última vez que se permitió a una mujer del exterior convertirse en una matriarca ¿Quieres saber por qué?
-Fue un intento de reafirmar la paz entre ambos clanes que salió tan mal que casi reanuda la guerra civil- respondió con voz monótona.
-No, fue porque todos sus hijos nacieron muertos- declaró fríamente- con su último aliento trajo al mundo a un niño vivo, pero tan débil que acabó muriendo poco después- el dolor de perderlo todo casi vuelve loco a tu bisabuelo y por poco mata uno de los hijos de Tobirama Senju por maldecirle reanudando la vieja guerra, no ha vuelto a verse un Mangekyo Sharingan más poderoso que aquel- terminó su narración el anciano.
-Eso no significa nada, el que los niños nacieran muertos fue una desafortunada coincidencia, Sakura Haruno es la discípula de la Quinta Hokage uno de los tres legendarios Sannin, es la más talentosa médico entre la nueva generación y la kunoichi de élite más fuerte de esta aldea, puedo asegurar que nuestra descendencia no será ningún problema.
-Sabemos muy bien quien es Sakura Haruno…- casi pronunció esas palabras con malicia- y nos parece una pareja apropiada para tu hermano, no tenemos nada en su contra, es más, ella será una digna adición al clan Uchiha y fortalecerá las relaciones con la aldea, te aseguro que la recibiremos dichosos y sabemos le dará una descendencia talentosa a Sasuke-kun, pero no puede convertirse en la matriarca, la matriarca ha de ser una mujer educada en nuestras costumbres.
-Entonces nombren a Sasuke la próxima cabeza del clan, yo dimito en este momento- pronunció con dificultad haciendo uso de su última carta.
Los ojos de Sasuke se ampliaron con sorpresa, nunca creyó que su hermano llegaría a tal extremo seriamente.
-Ignoraremos haber escuchado eso, por tu bien Itachi-kun- dijo con severidad- seremos piadosos, tú eres nuestro orgullo como clan y aún desconoces las consecuencias de tan atrevida declaración.
Mikoto miró a su hijo horrorizada y sujetó el brazo de su esposo con fuerza buscando su intervención.
-Es todo- Interrumpió Fugaku- pueden dar el compromiso por oficializado, pero no se fijará una fecha para la boda hasta que Itachi esté preparado para tomar el cargo, aún le queda mucho que aprender antes de tomar posesión por lo que será dado de baja como shinobi de la hoja y tomará su lugar como el vicecapitán de la policía militar, al menos hasta que tenga la experiencia necesaria para asumir su deber como líder- sentenció con una mirada dura dirigida hacia la mesa de los ancianos quienes asintieron no del todo complacidos con la decisión.
Cuanto odiaba no tener el control de su propia vida.
•••
-Estas despierta…- susurró adormilado y cubrió con su mano la mano de Sakura que acunaba su rostro mirándola con ojos entrecerrados- no es de día, vamos a dormir un poco más…
Descendió su mano con suavidad y la atrajo hacia su cuerpo abrazando su cintura, en silencio e invadida por el sueño y el cansancio Sakura simplemente se dejó hacer, escondió la cara en su pecho y durmió así por otro par de horas hasta que el brillo intenso del sol se coló entre las cortinas desacomodadas despertándola nuevamente.
Se levantó con cuidado y vio a Sasuke dormir profundamente, parecía estar descansando muy apaciblemente con una diminuta sonrisa dibujada en su rostro.
Se aseó y se cambió de ropa en el baño de su habitación y al salir con una toalla envuelta en su cabello se encontró con los ojos adormecidos de Sasuke quien bostezó al verla, estirándose como un gato.
-Buenos días dormilón- lo picó.
-Buenos días llorona- sonrió de medio lado y Sakura le lanzó lo más próximo que tuviera a la mano- lo siento, lo siento- puso las palmas de sus manos en frente a modo de barrera y la pelirrosa solo exhaló con cansancio- sé que no es buen momento…
-Puedes ducharte si quieres, sudamos mucho anoche- bromeó en tono sarcástico tratando de aligerar el extraño ambiente que se había formado.
-Tengo el sueño algo pesado, no abusaste de mi ¿verdad?
-No soy de esas- sonrió sin ganas.
Después de una ducha rápida se colocó su camiseta con las lágrimas firmadas por Sakura Haruno ya secas y bajó a buscarla al piso inferior.
-Huele bien- comentó entrando a la cocina- la vio de espaldas picando verduras con el cabello recogido en una coleta alta desordenada y un delantal rosa atado alrededor de su cintura y resistió el impulso de pegarse a ella y abrazarla mirando sobre su hombro lo que hacía con tanta diligencia.
¿Qué demonios le estaba pasando?
Su cuerpo estaba queriendo avanzar muy rápido…
Reprimiéndose simplemente se sentó en la mesita conociendo muy bien cuanto odiaba Sakura ser interrumpida mientras cocinaba y más cuando consideraba el acto de cocinar como algo tan profundo como meditar, entre más pensativa estaba mejor le quedaba la comida.
Sasuke bufó dejándose caer sobre el mesón perezosamente.
Sakura lo miró de reojo y no pudo evitar compararlos, Itachi hacía eso todo el tiempo, había cocinado para él un par de veces la primera vez se había aparecido en su casa a las nueve de la noche preguntándole si le gustaría salir a cenar, pero decidió preparar algo para ambos en casa, la segunda fue la mañana posterior al festival cuando se pasó a desayunar con su familia como si nada.
Un suspiro resignado escapó de sus labios, espantó las lágrimas que luchaban por salir de sus ojos pestañeando con rapidez, no iba a llorar de nuevo, había pasado suficiente vergüenza deshaciéndose en lágrimas la noche anterior abrazada como un salvavidas a nada más y nada menos que Sasuke Uchiha, echó las verduras que picaba en trozos diminutos a los huevos batidos y puso todo a cocer en un sartén mientras retiraba las rodajas de pan de la tostadora y apagaba la hornilla en la que hervía la sopa de miso que tanto le gustaba a su pelinegro mejor amigo y servía dos tazones.
Minutos después con todo listo ambos se sentaron a desayunar en silencio.
-Deprímete más seguido, la comida te queda mejor- "halagó".
-Gracias- pronunció con la voz vacía en un susurro sin dejar de darle vueltas a la sopa, la verdad es que no tenía ganas de probar bocado.
Sasuke arrugó el ceño enfadado por su actitud.
-¿Vas a pasarte así toda la vida?- le preguntó molesto.
-Tú no sabes lo que se siente…
-Si, lo sé- afirmó sin mirarla y apretó la cuchara casi torciéndola- sé de sobra lo que se siente…
Sakura soltó un bufido acompañado de una risa irónica.
-¿Tú? ¿El mayor rompecorazones de Konoha? No me hagas reír Sasuke… te pareces mucho a él ¿Quién diantres podría romperte el corazón?- inquirió venenosa.
Lo sabía se estaba desquitando, a la tristeza le sigue la furia, en el fondo no quiso decir eso, deseó disculparse, pero no pudo, ni siquiera tenía fuerzas para levantar la mirada, solo quería terminar de hacer su maleta y desaparecer de esa aldea y alejarse de toda esa mierda.
"Tú" Deseó responder, pero no pudo, no tuvo el nervio de decirlo tan indolentemente.
-No me compares con él, él es un vil cobarde- sentenció y apartó los platos ya vacíos levantándose- Gracias por la comida- su semblante se ensombreció, eso último le había ofendido de sobremanera.
Escuchó los pasos de Sasuke alejándose rápidamente por el pasillo cabizbajo y luego el portazo de la entrada principal.
Dos lagrimas traviesas rodaron por su rostro desde las comisuras de sus ojos cerrándolos con fuerza, su ceño se frunció tan profundamente que dolió, pero no tanto como dolía su corazón en ese momento.
Suspiró profundamente cubriéndose la cara con las manos, deslizó los pulgares en medio de sus cejas tratando de relajar el área.
En cualquier momento empezaría a hiperventilar por la ansiedad.
Ahora ya ni siquiera sabía por cuál de los dos hermanos estaba llorando.
Sintió pena por él… Sasuke no le había hecho ningún daño esta vez, solo trataba de consolarla a su extraña manera, pero no podía evitar estar tan a la defensiva.
-Malditos Uchiha- chasqueó la lengua resentida y recogió los platos con el apetito totalmente bloqueado dejándolos sin ningún cuidado sobre el fregadero.
Sacudió la cabeza frustrada y un gemido adolorido similar a un rugido emergió de lo más profundo de su pecho antes de comenzar a correr.
-¡Sasuke espera!
La calle estaba muy transitada a esas horas de la mañana, las personas que pasaban a su lado la miraban con sorpresa y curiosidad, no podía culparlos, había salido corriendo como una loca descalza, gritando y en camisón de ir por casa para alcanzarle, Sasuke volteó lentamente y algo en su interior se revolvió al tenerla frente a él en ese estado.
Sus ojos estaban rojos e hinchados, su coleta deshecha, su aspecto entero daba lástima.
Sintió pena.
Quizás era la primera vez en su vida en la que lograba contagiarse de la tristeza de alguien más.
Pero sabía muy bien que la chica deshecha en su delante no era "alguien más".
¿Fue así como sufriste por mí?
La pregunta rondó su mente una fracción de segundo en la que las imágenes de una Sakura en su preadolescencia le invadieron.
Para este momento seguramente toda la aldea sabía del compromiso de Itachi Uchiha, ese tipo de anuncios por parte de las familias importantes siempre se regaban como la pólvora entre ese nido de chismosos llamado Konoha, un fuerte sonrojo cubrió las mejillas de Sakura al sentirse juzgada por las personas que murmuraban al pasar por su lado y su mirada se clavó en sus pies descalzos intentando en vano evadir las miradas indiscretas.
Pero poco o nada podía hacer para silenciar sus crueles comentarios.
"Pobre chica…"
"Creí que era ella su prometida…"
"Era obvio que solo era su amante, que lástima"
"¿Estaba con ambos hermanos? Es mi heroína…"
Le lanzó una mirada gélida a las personas que se habían detenido a mirarlos disipando el pequeño tumulto de chismosos y es que no todos los días te encontrabas a la famosa Sakura Haruno descalza y en camisón a mitad de la calle a las nueve de la mañana con los ojos hinchados, ojerosos y el cabello húmedo y mal recogido en un pobre intento de coleta.
-Sakura- exhaló un suspiro ya harto de las miradas reprimiendo el impulso de activar su sharingan y paralizarlos a todos, ella parecía haberse quedado congelada y cabizbaja en su sitio, le tomó del brazo casi arrastrándola con él, ella a duras penas logró mover débilmente sus pies trastabillando- camina, vamos a casa- ordenó.
Se maldijo al instante por ser tan brusco.
Toda valentía abandonó su cuerpo, hace mucho no se sentía tan pequeña, los comentarios a su alrededor, la lástima de los demás, esa sensación de debilidad, era curioso sentir tanto frío en pleno verano…
La mirada iracunda del menor de los Uchiha logró apartar a los pocos aldeanos osados que quedaban a su alrededor, la vio de reojo apenas había dado un par de pasos y parecía estar a punto de derrumbarse en ese mismo momento.
Se mordió con mediana fuerza la cara interna del labio inferior buscando disipar de alguna forma la creciente ira.
Sakura no tenía la culpa de toda la mierda que le estaba pasando.
Ella no tenía la culpa, solo se había enamorado de la persona equivocada, eso no era ningún pecado.
Un brazo cálido la rodeó por los hombros esta vez dando un leve apretón a su hombro con suavidad mientras la guiaba hacia su propia casa, no recuperó la consciencia hasta que estuvo sentada sobre el tatami de la sala frente al televisor encendido, cortesía de Sasuke.
"Vamos a casa"
La profunda voz de Sasuke resonó en su interior lejana.
Nadie sabe por cuánto tiempo estuvieron en silencio, tampoco es que fuera tan difícil para Sasuke permanecer en ese estado imperturbable y ella con la mirada perdida fija en un punto de la mesa sin poner atención a nada, estaba ida, completamente en blanco, no ayudaba en absoluto el hecho de que Sasuke aún no hubiera emitido sonido alguno, parecía estar a la espera de lo que sea que ella tuviese para decirle después de aquel desesperado llamado en la calle.
Resignado al silencio de la mujer sentada en su delante decidió continuar con su plan del día.
-Sakura- llamó, pero ella ni siquiera hizo amago de mirarle- voy a salir un momento, regreso en una hora ¿me escuchaste? No salgas de casa.
Su tono serio la obligó a asentir en silencio y se dejó caer en el sofá echa un ovillo, el único signo vital visible a parte de su respiración entrecortada.
Se sentía… diminuta.
Sasuke se masajeó las sienes antes de salir de la casa murmurando algo inentendible para la pelirrosa mientras se calzaba en el genkan.
Aún no estaba segura de cómo reaccionar, los comentarios de la gente lo habían hecho todo aún más real y doloroso.
Itachi se casaría.
Había renunciado a ella.
En realidad ¿Había sido un juego para él?
.
.
.
.
Notas de la autora:
¡Yo de nuevo por aquí! Tuve que partir en dos esta historia, era demasiado complicada y extensa para un solo capítulo, pero está bien, subiré la parte dos en unos días así que no se preocupen ;D
Por fin Sasuke empieza a reconocer y validar sus emociones, sigue siendo un poco tarado pero bueno es parte de su crecimiento como ser humano JAJA no me maten por lo que está pasando con el ItaSaku creo que desde que empezó la historia estaba implícito que ocurriría algo así ¿saben? xD se que los géneros de esta historia son Romance y Comedia y les estoy dando algo de drama, pero digamos que la historia va de las tres temáticas.
Gracias por sus amables y preciosos comentarios como siempre los leo muy atenta. n_n
¡Espero les haya gustado mucho el capítulo, nos leemos en el siguiente!
Con cariño,
Azulen.
