Sato estaba completamente exhausto... Su cuerpo cubierto de pelo clamaba por un respiro, pero no importaba cuántos golpes lanzara, simplemente no podía hacer daño a su adversario cuyo cuerpo era tan duro y resistente como el acero.
A pesar de sus esfuerzos por usar la forma de hombre reno, sus ataques eran inútiles contra el enemigo, cuyo cabello rosado se movía con voluntad propia, perforando su cuerpo y dejándolo débil debido a la pérdida significativa de sangre.
El renito debilitado, yacía en su propia sangre, con la vista borrosa y sin saber qué más hacer. Cada respiración era un esfuerzo monumental y el dolor lo envolvía como una manta pesada. Con las pocas fuerzas que le quedaban, sus pezuñas temblorosas buscaron entre sus bolsillos, esperando encontrar aquellas esferas que le permitían transformarse en un gigante.
—La fuerza no lo es todo... Aun me falta tecnica... —Pensó aun jadeante dudando del quirk que poseía, y como fue desacreditado por los piratas cuando lo mencionó por primera vez.
—Este villano es capaz de manejar su cabello sin necesidad de un Quirk y posé Haki de armamento... las limitaciones del cuerpo solo son mentales y no estoy preparado para este tipo de combate... —Analizó adolorido poniéndose de pie y sacando de su bolsa una esfera dorada.
—¿Se te bajó el azúcar? —Preguntó Kumadori al verlo comer un caramelo.
Sin el entrenamiento ni conocimiento de las formas de Chopper, Sato prontamente perdió el control del cuerpo al quererlo transformar, pero en lugar de conseguir ser esa feroz bestia, solo logró volverse una enorme bola de pelo, que le dificulto a kumadori aterrizara sus ataques en su cuerpo perdido en el pelaje; sin embargo, al ver al reno confundido y con dificultad de moverse vio su oportunidad.
—Yoyoyoyoiii... Parece que estas atoradoioi... —Tomó su bastón de metal con ambas manos y con un movimiento, encendió la punta del mismo en llamas.
—¿Quién sería yoii para desperdiciar una oportunidad tan brillante? —Pronunció antes de encender el pelaje del reno, dejando ese horrible olor a pelo quemado y gritos de dolor, mientras admiraba como finalizaba su tarea.
—Yoyoyoyoi... Eso es lo que obtienen al retar al gobierno.
Las palabras del agente quedaron grabadas en la memoria de Sato. No eran piratas ni villanos quienes los habían llevado a este punto de ser incinerado, sino los mismos asesinos al servicio del gobierno... Se dio cuenta de la gravedad de la situación: estaban enfrentándose a fuerzas que no mostraban piedad, con la intención de eliminar cualquier resistencia a su autoridad... Que al parecer; por lo que habían les ocultaban, eran similares a quienes se escondían en las sombras de su sociedad.
Denki no lograba entender lo que estaba ocurriendo. En un instante, escuchaba una melodiosa voz suave y, de repente, se hallaba frente a un hombre rubio e imponente sentado en un trono dorado, generando electricidad amenazadoramente con sus manos. Lo cual lo hizo sentirse un poco más tranquilo al darse cuenta de que el desconocido, que podría ser un villano, también utilizaba la electricidad como habilidad.
—No me parece que lo que dijiste fuera muy inteligente... Has perdido tu oportunidad para sobrevivir. —Dijo el hombre en el trono.
—¿Pero que dije? —Confundido, trató de pronunciar, pero las palabras simplemente no salían de su boca, ya que su cuerpo aun no terminaba de reaccionar por completo.
—Si no quieres estar en el arca, hay solo un posible destino para ti... Irás al más allá. —Dijo Enel con una risa burlona.
—Dicen que es muy hermoso. —Kaminari mofó, invitándolo a atacar.
Enel quedó fascinado por la reacción de la joven pirata pelinaranja. A pesar de sus amenazas de muerte, ella continuaba desafiando su autoridad, lo que solo lo entretenía aún más, ya que para él, ella era como un pequeño animal mostrando sus diminutos colmillos; una combatiente de tan bajo nivel que su desafío inlcuso le resultaba gracioso.
El rubio se puso de pie, y aun con su sonrisa burlona, respondió ante su tanteo.
—Despues de esa respuesta no puedes esperar que te deje bajar a salvo ¿O sí?, ¿O acaso solo ganas tiempo en lo que esperas que ese par de ratoncitos escurridizos que acaban de abordar el arca vengan a salvarte?
Kaminari cambió su gesto burlón por uno de preocupación ante las palabras del villano. —¿Par de escurridizos?
La pesada y antigua maquinaria no dejaba de hacer ruido, impidiendo que Denki escuchara con claridad lo que ocurría a su alrededor. Ahora, el estruendo taladraba su cabeza, haciendo que no pudiera oír los pasos del hombre descalzo que se acercaba tranquilamente hacia él.
—No... es demasiado peligroso... Midoriya, Kirishima, Iida... Jiro. —Murmuró con un rostro empapado en sudor, lo que llamó la atención de Enel. —¿Quienes son los que viene por mi?
A pesar de ser la voz más débil entre los presentes en el arca, parecía preferir sufrir las consecuencias de sus actos antes que exponer a sus compañeros. Este acto de sacrificio no pasó desapercibido para Enel, quien se regocijó al descubrir su mayor debilidad.
El estruendo constante de la vieja maquinaria dificultaba la percepción clara de los sonidos del entorno. En medio de este ruido, Denki no podía oír los pasos del hombre descalzo que se aproximaba silenciosamente hacia él.
—Jajajaja... Realmente vinieron a salvarte.
—¿Como sabe que vienen a salvarme?... —Tragó saliva, a la par que sus ojos se expandían por completo, mostrando su iris temblorosa. —Haki de observación...
Denki dejó por un lado el rescate y decidió afrontar con seguridad su situación, antes de que sus compañeros se expusieran a peligro.
—¡Escúchame Slim Shady! ¡Te lo advierto!... Tu electricidad no me asusta en lo más minimo... ¡Así que porque no vas y sigues haciendo lo que mejor sabes, y te pones a rapear! —Dijo retándolo, apuntándole con uno de sus índices, preparado para recibir el rayo y redirigirlo. Sin embargo, al estirar su brazo vio que su mano, era delicada y femenina, que lucía bella joyería azul en sus muñecas.
—¿Eh? —Su rostro se mostró confundido con un gesto bobo, para despues continuar analizando sus extremidades, reconociendo las delicadas y delgadas manos de su sensei —No...
Presionó ambas palmas en sus senos y apretujó fuerte mente, sonrojándose y saliendo de su trance. —¡NO!... ¿Oh, si? —acarició un poco más, disfrutando de la suave sensación, para despues percatarse que lo que sucediera a ese cuerpo, lo sentiría él. —¡NO, NO NO NO!
Deteniendo su avance frente a él, Enel generó chispas incandescentes en sus manos. Este espectáculo hizo que Denki retrocediera instintivamente y saltara hacia un lado, mientras sentía cómo un inmenso rayo eléctrico lo perseguía, produciendo un estruendo que superaba todo lo que había experimentado en sus entrenamientos.
Asombrado por el estruendo por la devastadora magnitud del ataque, Denki se giró para ser testigo de la fuente destructiva y quedó paralizado por el terror al ver el gigantesco rayo concentrado en un pilar eléctrico que debido alto voltaje derritió y destruyó todo aquello que cruzaba por su camino.
—¡GYAAAAAAAAAAH!¡Me hubiera destruido completamente incluso con mi quirk!
La visión del poder desatado en forma de energía pura lo llenó de una sensación de horror indescriptible, mientras observaba cómo la estructura se retorcía y el rugido ensordecedor del rayo resonaba en sus oídos, acompañado de destellos deslumbrantes que cegaban su visión.
En ese momento, Denki comprendió la verdadera naturaleza del peligro que enfrentaba, y la inminente amenaza que representaba el individuo de quien se había burlado.
—N... n... no... tiene... li-mi..ta...cion-es... —Pronunció con lagrimas debido al profundo terror que le recorria por todo su ser.
—Es... la verdadera capacidad de... mi ... Quirk...
—Jajaja... Pensé que no te atemorizaba la electricidad...
—Eso era antes de darme cuenta que... —Tomó una ligera pausa, que hizo ladear la cabeza a Enel. —Que... ¡Que poseo el cuerpo de una diosa! —Quiso excusarse ruborizado, tocando su 'Corazón,' mas el comentario y la manera de referirse a sí misma, hizo borrar la sonrisa del autoproclamado Dios.
—¿Diosa?
—Talvez no tenga mi Quirk. —Pensó tras intentar hacer uso de él y fallar terriblemente. —Pero esas clases de Nami teóricas y prácticas con Hagakure y Todoroki no serán en vano. — Denki palpo su cuerpo en búsqueda del Sorcery Clima Tact.
—Lo bueno de que Nami vista poca ropa, es que es más fácil encontrar sus armas. —Celebró encontrando unos cilindros en su bolsillo. Mas su sonrisa se desvaneció al no reconocer el arma.
—¿Qué es esto?
—¡Esta cosa no me sirve...! ¡Es de metal y es un conductor de electricidad! —Quejó alejando los cilindros y dejando caer la cabeza hacia un costado, junto con dos rios de lágrimas. —Voy a moriiiiir.
—¡Ah, no me puedo rendir tan fácilmente! —Dijo decidido conectando dos de los bastones, que con el golpe expulsaron un ramo de flores.
Enel vio confundido hacia la pirata que volteo con la misma expresión ante el autoproclamado dios, mientras 3 puntos suspensivos se dibujaban en el aire.
—¡¿EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEH?! —Estalló Denki, no sabiendo que hacer, para despues ver seriamente a Enel a los ojos.
—Eto... Para usted. —Dijo nervioso y sonrojado por la vergüenza por sus acciones. —Ofrenda de paz... Sin rencores.
—...
Un nuevo rayo se dirigió a su dirección y nuevamente saltó a un costado, terminado por rodar descontroladamente por cubierta, hasta chocar con el borde.
—¡GYAAAAAAAAAAAAAAAAH!
—Es horrible estar del otro lado... Prefiero ser el eléctrico y no el electrocutado —Quejó Denki frotando su cabeza, lamentándose de no ser él. quien usara la electricidad, para despues ver de nuevo su herramienta.
—¿Cómo funciona esta cochinada? —Quejó lanzando una pieza que al revotar salió una paloma volando de ella.
—¡NO SE PUEDE PELEAR CON ESTO! —Gritó alterado con dientes afilados y ojos en blanco, lanzando el resto de las piezas al suelo, posando de una manera nada femenina.
—No eres más que una pérdida de tiempo. —Enel se vio decepcionado, para despues volviera aparecer su sádica sonrisa. —Muere... —Con su mano frente a la pirata, comenzó a formar una colosal esfera eléctrica, preparada para ser disparada.
—No hay escapatoria. —Pensó Denki, al ver la escala del ataque.
—¡Mejor muérete tú! —Se escuchó una voz familiar, seguido de una explosión que cubrió al sujeto con apariencia de rapero, impidiéndole terminar su ataque.
—Ay... mil disculpas. —Pronuncio un debilucho y malherido Usopp que se cubría el rostro con ambas manos, como si eso lo fuera a defender.
—Así que eras tu... Nos vimos en el barco. —Respondió Enel a su atacante, a quién dejó perplejo, ya que no había sido afectado por el disparo, pues regeneraba parte de su oreja y cabello, mientras Usopp temblaba sobre sus pies.
—¡Y A PARTE DE ROTISIMO, ES LOGÍA!... —Lamentó Denki cayendo sobre sus rodillas.
—¿Ah? ¡¿Y Sanji?! —Preguntó alterado el narizón, buscándolo frenéticamente a los alrededores.
—¡¿Sanji san?! ¡¿SANJI SAN VIENE CONTIGO?!—Denki se sintió aliviado al escuchar que una de las alas del rey estaba ahí.
—¡¿QUE?! ¡¿AUN NO HA LLEGADO A CUBIERTA?!
Las miradas de Enel y Usopp se cruzaron unos segundos.
—Ya veo... —Pronuncio Usopp con una mirada desafiante. —Adios. —Dijo cerrando la puerta del arca de la cual se habia asomado, y en un abrir y cerrar de ojos desapareció de la escena
—¡OYE! ¡NO SEAS COBARDE! —Reclamó Kaminari con lágrimas en sus ojos.
La puerta se volvió a abrir y de nuevo salió decidido a hacerle frente.
—¡NO ME IMPORTA SI ERES DIOS!
Su silueta se iluminó por completo, al ser un rayo el que se dirigiera hacia él. Lo que hizo que sin pensarlo se lanzara por los aires, con piernas dobladas y brazos extendidos.
—¡GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA! —Gritó múltiples veces esquivando varios ataques de Enel, hasta llegar a un costado de su nakama.
—¡Oh no, no, lo no atraigas hacia mí! —Quejó el héroe, empujándolo lejos del él.
—...
—Espera... ¡¿DIJISTE DIOS?! —Los cabellos de Nami se erizaron ante la noticia.
—... Rap God. —Pensó Kaminari con ojos destellantes.
—¡HEY GODDU! ¡TIRATE UN VERSO!
—¿Que? —El tirador preguntó confundido por las palabras de su nakama.
—¡Eminem! —Apuntó al rubio de largas orejas.
—¿Quien? ¡Nami! ¡Es Enel! ¡DIOS!
—¿Ah?... ¡Oooooooh! —Respondió golpeando su palma con el puño, recordando las historias de los piratas durante el viaje.
—Ellos lo mencionaron antes... Se enfrentaron a Dios en el cielo. —Pensó, viendo que el arca voladora estaba rodeada de nubes, algo que no habia por estar en las alturas. —Estamos en una isla del cielo...
—¿Cómo ganaremos ante un Dios?... —Susurró pensativo, tratando de idear un plan, al conocer de mejor manera el uso del rayo y sus consecuencias.
—¡Nami! —Usopp llamó a Denki, quien se volvió a llenar de esperanza al escuchar la voz del pirata a punto de idear un plan.
—¡SI! ¡¿QUÉ HAGO?! —Preguntó lleno de ilusión.
—¡Sálvame por favor!
—¡¿QUEEEEE?! ¡SE SUPONE QUE VIENES A RESCATARME!
—La verdad no se ni porque estoy aquí...
—Pero tienes que rescatarme... Soy... Soy tu nakama ¡Y-La navegante!
—¿Quieres que te rescate? —Dijo cual cotilleo entre bromas a Denki que habitaba el cuerpo de su nakama.
—Si si, de un dios. —Terminó el héroe. Burlándose de la situación en la que estaban metidos.
—jajaja si es cierto.
Un nuevo rayo salio disparado y ahora ambos saltaron a lo lejos, con piernas dobladas y brazos extendidos.
—¡GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
—Usopp... Solo debemos sobrevivir en lo que llega Sanji o Luffy.
—¿Dónde está Luffy por cierto?
—¿Y yo como voy a saber?!
—Tienes su sombrero...
Denki vio como de su pantalón colgaba el icónico sombrero de paja.
—Luffy solo le entrega su sombrero a quien más confianza le tiene... ¿Por qué se lo dio ahora a Nami? ¿Estará en problemas?
—¡Usopp! ¡Saltemos!
—¡¿Estas loca?!
—¡Podemos sobrevivir a una caída a las nubes! ¡Estoy seguro de eso! —Proclamó con confianza, al recordar como solian descender entre nubes en Birka.
—Pero abajo hay bosque...
—¡¿HAY BOSQUE?!
—Si... Aun no salimos totalmente de Upper Yard; las nubes quedan algo alejadas... Es imposible...A menos que tengamos algo que nos dé el impulso necesario.
—Impulso... Impulso... Impulsoimpulsoimpulso—buscó lo que fuera, que pudiera servirle en la cubierta.
—¡Eso! ¡La moto anticuada de nubes! —Apuntó a un waver
—Es una locura... Pero es mejor que morir asados por un rayo... —Señaló Usopp. —Intentaré distraer a Dios, tu prepáralo para escapar.
—¡Si! —Accedió corriendo hacia el waver.
Usopp se arrastró sin dudar como cucaracha a una zona alta en el generador eléctrico del arca.
—¡TOMA ESTO DIOS!
—¡USOOOOPPPUU! ¡SPEE~eeeell~ —Exclamó con una pose ridícula en las alturas.
—Una aguja... Se clava en una de tus uñas... ¡EEEK! —Gritó Usopp para intimidar al Dios, a la par que se semi-hacía bolita, por su propio comentario.
Denki se detuvo en seco por una sensación de incomodidad que recorrió su cuerpo.
—¡¿ES EN SERIO IDIOTA?!
—¡Cúbrete los oídos Nami!
—Tiene que estar bromando... Es tan imbécil como Luffy... —Quejó el estudiante, tratando de descubrir como se manejaba el waver, ya que al ser descartado en la carrera de Birka, no tuvo la oportunidad de experimentarlo de primera mano.
—¡Una cortada de papel entre los dedos! —Gritó a lo lejos, seguido del Dios cansado de los tontos juegos, dándole un bastonazo en la cara, escuchándose hueco al chocar con el cráneo del tirador.
Denki harto de no conocer el funcionamiento, simplemente tomó el waver y lo usó como lo haría con una moto, que tampoco había tenido oportunidad de maniobrar, pero, aun así, con su poca experiencia, logró avanzar hasta Usopp, más vio como era quemado vivo por un rayo directo de Enel.
—¡USOPPPP SENSEI!
Una vez más, Denki se lanzó hacia Enel, luchando por controlar el waver que resultaba mucho más complicado de manejar que cualquier otro vehículo que hubiera utilizado. Sin embargo, su intento de alcanzar al sensei fue rápidamente frustrado cuando Enel, quien desvió la mano del moreno con un movimiento de su báculo. El repentino giro desequilibró a Denki, haciendo que derrapara y cayera al suelo con un estrépito golpe.
Enel nuevamente concentró su poder y antes de que impactara contra el pirata, Sanji apareció pateándolo hacia Denki.
—Váyanse —Fue lo único que dijo en un tono tranquilo y caballeroso, mientras colocaba un cigarro en su boca, antes de que su cuerpo recibiera la descarga electríca directa.
—¡SAAAAAAAAANJIIIIIIIII!
Con su cuerpo vendado mal herido, tembloroso por el dolor y apenas conciente; el cocinero sacó un cigarro de su boca en lo que ambos intentaban volver a poner de pie el waver.
—Sanji. —Denki pronuncio con la voz temblorosa al verlo calcinado, apenas logrando posar de pie.
—Vámonos Nami.
—Pero... ¡Es nuestro nakama!
—Si nos quedamos su sacrificio será en vano. —Quejó Usopp. —Estas dañando la resolución de un hombre.
—¿Que se supone que deba hacer? Nami no abandonaría a Sanji san... Pero Sanji san, sería capaz de sacrificar su vida por Nami chan...
—No hay donde puedan escapar... Aun no valoran mi rango de ataque... ¡No existe lugar donde se puedan esconder! —Amenazó Enel, que despues volteo al rubio manteniéndose de pie, con ligeros rayos aun recorriendo su cuerpo.
—Oye, dios...
—¿Hmm?
—Solo hay una cosa que quiero decir.
Denki quedó atento, mientras era jalado por Usopp para huir.
—Pero primero... —Sanji dijo débilmente con el orgullo en alto. —Gracias...
Puso su cigarro en la boca, provocando una leve pausa en su discurso.
—Estaba a punto de pedir por un encendedor. —Dijo con dificultad expulsando el humo del cigarro.
—¿y?... ¿Qué más?
—Que pagarás pagaras por esto. —Respondió el rubio antes de desplomarse, y no mucho tiempo despues, lo comenzó a hacer igual el arca que fue saboteada.
—¡¿QUÉ LE HICISTE A MI ARCA?!
—Saaanji... Eres genial.
—¡Deja de perder el tiempo! —Usopp tomó a Nami a la fuerza y la jaló con el waver contra su voluntad para despues acelerar; más con la inexperiencia de ambos manejándolo, chocaron con el borde del barco, lo que provocó que salieran volando y cayeran al vacio, viendo como no aterrizarían en las nubes, a lo que podría ser su muerte por un simple descuido e inexperiencia de ambos.
El cuerpo de Mineta no solo sufría por los numerosos golpes, sino que también ardía por las múltiples heridas. Respirar era una tortura; se sentía como si lo hubiera atropellado un camión. Su cuerpo estaba caliente, pero no era solo dolor físico, sino ese calor interno que aparece después de una pelea o un acceso de ira, lo que encajaba perfectamente con el ambiente tenso. La furia y la adrenalina se fusionaban con el dolor, creando una sensación de fervor que lo mantenía en pie a pesar de su sufrimiento.
Su mirada se aclaró mientras se preguntaba qué le había sucedido y dónde se encontraba. La tensión en el aire casi le aplastaba el corazón. Se enfocó en la dirección de donde provenía esa intensa sensación de malestar, y frente a él vio un pequeño y tierno barco pirata con una oveja como mascarón de proa... Y dentro de ese pequeño barco; con una mirada amenazante y los brazos cruzados, se erguía el capitán de los Sombrero de Paja.
—¡ESTA NOCHE A LAS DIEZ! ¡EL GANADOR SE QUEDA CON EL BARCO! —Repitió las palabras que Usopp habia dicho con anterioridad, confirmando el duelo.
—¿Ganador? ¿A quién se dirige? — Se giró buscando a algún contendiente, pero se dio cuenta de que estaba solo; percatándose que las palabras iban dirigidas hacia él.
—¿Y yo para que quiero ese cochino barco? —Trató de decir en voz alta sin lograr ser escuchado por su falta de fuerza al apenas estar sincronizándose con el cuerpo, mas sus manos se apuntaron hacia adelante, que fue lo que lo confundió.
—¿Mis brazos crecieron?
Fue entonces cuando se dio cuenta... ya no estaba a un metro de besar el suelo, sino que se encontraba a una altura que solo podría alcanzar si estuviera subido en una mesa.
—¿Hoy es el día de mi estirón? Eso podría explicar porque me duele tanto mi cuerpo.
Sin embargo, al observarse con más atención, notó que entre todos los vendajes que lo cubrían, podía ver su piel morena. Intentó tocarla, pero el dolor era demasiado intenso para hacerlo. —¿Qué ocurre?
Volteó de nuevo hacia el barco, viendo que los piratas se mostraban afligidos, salvo Zoro y Luffy, quienes mantenían una postura amenazante.
La mirada de Luffy parecía vigilarlo, pero en esta ocasión, no era ni amable ni invitadora; más bien, parecía esperar que se alejara. Intimidado por el capitán, retrocedió lentamente y, quejándose por el malestar, se retiró hacia la fascinante ciudad repleta de canales en busca de un lugar tranquilo para despejar su mente.
Eligió un claro entre los canales y se recostó contra una pared, tratando de recuperar el aliento. Presionó sus costillas, que parecían gravemente dañadas a pesar de haber recibido atención médica.
—¿Qué les pasa a esos piratas? No es normal que actúen así... Que tiene de importante ese ridículo barco. —Quejó desajustando el vendaje que le presionaba e impedía mover con libertad.
Miró sus manos y luego admiró su entorno. Se encontraba en una ciudad extravagante con una notable similitud a Venecia, donde varios niveles de casas yacían en las profundidades, mientras canales serpenteaban entre los edificios, creando una atmósfera única y fascinante.
—¿Dónde estoy? ¿Dónde están los demás? —Se puso de pie, y comenzó su búsqueda entre las calles, gritando los nombres de sus compañeros y maestros, mas no solo no recibía respuesta, si no que tampoco veía rostros conocidos.
Durante el trayecto, algo llamó su atención. Los civiles trabajaban afanosamente en todas las edificaciones de las calles, cubriendo las ventanas con madera, sacando sus pertenencias y evacuando a las familias. Los encargados de seguridad, se encargaba de mantener el orden, y todos ofrecían ayuda y repartían materiales. Envolviéndose en una atmósfera de urgencia y cooperación, mientras la comunidad se unía para enfrentar la crisis.
—¿Qué está sucediendo? —Detuvo a uno de los transeúntes que recién había terminado de clavar una ventana y se disponía a retirarse con una gran cubeta repleta de herramienta.
—Oh, debes ser un forastero... Hoy golpeará el Aqua Laguna.
—¿Aqua Laguna?
—Vienes de vacaciones ¿Y no sabes del Aqua Laguna? ¡Qué chico tan irresponsable! —El civil frunció el ceño, sorprendido por la falta de conocimiento del forastero.
—¡NO SÉ NI SIQUIERA CÓMO LLEGUÉ AQUÍ! —Mineta exclamó, mostrando su confusión y frustración.
El transeúnte parpadeó, aún confundido por la reacción del chico.
—Ya veo... ¿Ves el diseño de esta ciudad? ¿Te ha llamado la atención?
—Sí... la mayor parte de ella está sumergida... —Respondió, observando los edificios que se alzaban sobre las aguas.
—Es por el Aqua Laguna... Un tsunami que golpea cada año y aumenta el nivel del agua... Es por eso que los edificios tienen varios de sus pisos sumergidos... Cada cantidad de años, nos expandimos hacia arriba
Mineta vio a las alturas como la ciudad estaba diseñada con una distribución cilíndrica, alrededor de una torre. —Eso es terrorífico... Pero veo que ya tienen experiencia... ¿Cuál considera una zona segura?
El hombre apuntó a la zona más alta, de donde caían chorros de agua, en una fuente gigante que conectaba con los canales.
—La cúspide de la ciudad... Ahí tenemos refugios. Será mejor que tomes alguno y dejes de perder el tiempo... Las calles no son seguras.
—Ya veo... debe haber mucha criminalidad pre-tsunami.
—Si... Entre el Aqua Laguna, la familia Franky y el atentado contra alcalde de Water 7, elegiste el peor día para venir, muchacho... Pero, bueno... Hay cosas por hacer antes del Aqua Laguna. —Dijo tomando de su cubeta de herramientas una sierra.
—Comprendo... No le quito mas tiempo... Debe seguir protegiendo casas.
—En realidad vamos a buscar al grupo de piratas que atacó al alcalde... ¿Cuál era su nombre? Los sombrero de paja.
La sangre de Mineta se heló. Todas las historias que había escuchado sobre el grupo parecían relatar buenas acciones, pero después de escuchar al civil, parecía que había más detrás de lo que aparentaban. Las dudas y la desconfianza se sembraron en su mente, cuestionando la verdadera naturaleza y motivaciones del grupo al que se había acercado.
—¿Nos mintieron desde un principio?
Agitó la cabeza en negación. —No puede ser... Nos han ayudado a entrenar, y salvado múltiples veces en el viejo mundo.
—¡DEBE DE HABER UNA EQUIVOCACIÓN!
—¿Hmmm? ¿Por qué los defiendes?
—Eto bueno... He escuchado que ese grupo, es mas viajero que violento...
—Velo pro ti mismo. —Pronunció, entregándole un periódico con la nota donde explican como Nico Robin por su cuenta, intentó arrebatarle la vida a Iceburg; información relatada por el mismo alcalde tras recuperar la conciencia.
—No puede ser...
—Bueno... Es Robin. Si puede ser... Ella solía ser asesina.
—Resguárdate turista... Ve a la cima de los astilleros.
—¡EH SI!
Mineta agradeció con una reverencia que le hizo arder todo el cuerpo dañado, y vio al carpintero retirarse.
Ahora estaba más que confundido: Su primera interacción con los Sombrero de Paja fue hostil, Robin era acusada de intento de asesinato, y la banda era perseguida por los mismos ciudadanos que ahora estaban preparados para buscarlos y atraparlos. Con la mente turbia de pensamientos y el cuerpo palpitante de dolor, se volteó hacia el reflejo en la ventana para examinar su estado; más solo se dio cuenta de que en el reflejo se veía una versión escuálida de Usopp, lo que solo aumentó su confusión y desasosiego.
—¡USOPP SENSEI! —Llamó a su maestro con el que mas convivía, pero no recibió respuesta.
Se acercó al cristal al igual que la silueta del tirador que imitaba todos sus movimientos
—¡No es tiempo de juegos! ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? —Apuntó a la ventana, mientras transeúntes le juzgaban con burlas.
—¿Qué le pasa a ese hombre, mama? —Apuntó un pequeño.
—Es un loquito del centro.
Tras múltiples berrinches, Mineta entendió de lo que sucedía.
—¡¿EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHH?!
Cientos de preguntas cruzaron en sus pensamientos, siendo las más importantes ¿Qué hacía en el cuerpo de su sensei? Y ¿Cómo podría salir de ahí?...
Recordando los últimos momentos antes de esa escena enfrentándose al capitán de manera verbal, solo había pensamientos sobre cómo se desmayó ante la hermosa canción de una delicada mujer.
Atando cabos, llegó a la conclusión de que nuevamente se había filtrado información y que el campamento había sido atacado. La sensación de traición y vulnerabilidad lo invadió, mientras se daba cuenta de la gravedad de la situación en la que se encontraba; por lo que guardó silencio y despues comenzó a rascar su cabeza desesperadamente
—¡¿CÓMO SE SUPONE QUE VOY A REGRESAR A MI CUERPO?!
Vio nuevamente su reflejo, analizando cada detalle del rostro. —Es Usopp, pero más joven... Debe ser un momento pasado. —Lloró en silencio ante la impotencia.
—¿Qué se supone que debo hacer?...
—¡Ya se! ¡Les pediré ayuda! —Gritó corriendo de regreso y desacelerando el paso hasta detenerse.
—¡Que idiota!... Tengo un duelo con Luffy en la noche... ¡No me van a ayudar! —Se dejó caer hasta sentarse.
—¡Debo respetar la resolución de Usopp y enfrentarme al actual emperador del mar y próximo rey pirata! —Decidió empuñando la mano.
—jajajaja si claro... Mejor me refugio del tsumani. —Burló nerviosamente regresando su paso dentro de la ciudad, deteniéndose antes de avanzar lejos de los canales.
—Debería avisarles...
—Nah... Ya deben saberlo.
Por temor a enfrentarse al capitán y sin respetar la voluntad del tirador, Mineta decidió huir y esconderse para planificar una nueva solución que no implicara exponerse al peligro. ¿Cómo en su sano juicio enfrentaría a Luffy con esas heridas? ¿Por qué debería sufrir esa tortura? Eran preguntas que no sabía responder y que no le interesaba averiguar. La noche del duelo pasó y la tripulación se dedicó por completo a la búsqueda de Robin, mientras el joven héroe se refugiaba en lo más alto de la ciudad.
Su miedo se hizo presente al ver cómo esa noche; el mar desaparecía, revelando la ciudad perdida en el fondo marino, siendo acompañada de un enorme cementerio de barcos.
Su corazón saltaba latidos, su cuerpo comenzó a sudar y sus iris no paraban de temblar cuando vio una colosal ola acercarse. La imponente masa de agua se elevaba sobre la ciudad sumergida, amenazando con engullir todo a su paso. El pánico se apoderó de él mientras se enfrentaba a la inminente catástrofe, sintiendo la fragilidad de su existencia ante el poder descomunal de la naturaleza.
—No puede... ser... No sabia que las olas de tsunamis podían ser tan grandes. —Dijo con sudor recorriendo su frente y escuchando a la vez una voz familiar.
—¡Luffy! —Gritó Nami corriendo hacia el puente que conectaba con la ciudad y comenzando a saltar por los techos.
—¡¿NAMI?! —Llamó atemorizado Mineta, al ver como la navegante sin dudarlo, y sin temor a morir, se dirigió hacia donde parecía ser, se encontraba su capitán.
—¡¿Pero que le pasa a la chica pirata?!
—¡Oye, regresa! ¡Ya viene la Aqua Laguna! ¡MORIRAS! —Gritaban los carpinteros de la Galley-La, pero la chica hizo caso omiso, siguiendo con su paso sin importarle el peligro.
—¡Nami! ¡¿Qué haces?! Te estas exponiendo, tú no tienes fuerza ni Quirk que te ayude... ¿Por qué haces eso? —Mineta mordió su labio inferior en impotencia, sin poder siquiera tener el valor para moverse y ayudarla.
—¡DEBO HACER ALGO! ¡SOY UN ESTUDIANTE PARA HÉROE!
Se precipitó velozmente hacia la misma dirección, pero al ver cómo la ola se acercaba cada vez más, su cuerpo dejó de responder, paralizado por el terror; Por lo que tuvo que ser rescatado por los carpinteros, quienes lo cargaron hasta una Zona Segura, fuera del alcance de la inminente destrucción.
—Muchacho idiota, no te expongas. —Regaño Lulu
No tardó mucho para que la ola arrasara con la ciudad, a la par que un edificio era partido por la mitad y otros dos fueron derrumbados hacia los costados.
De entre los escombros emergieron Luffy y Zoro, quienes se apresuraron a rescatar a sus salvadores, para después dirigirse a zona segura en el puente, creyendo que estarían a salvo. Sin embargo, la ola finalmente derrumbó el puente, poniendo en peligro una vez más sus vidas, cuales fueron rescatadas a ultimo momento por Paulie... Demostrando que la gran fuerza de los sombrero de paja, no solo venía de sus integrantes, si no también de sus aliados.
—Se arriesgó... Pudieron haber muerto... Si Luffy no lograba salir de esos edificios... Nami no lo hubiera logrado... Y aún así lo hizo... —Pensó cayendo sobre sus rodillas dejando escapar las lágrimas de sus ojos, las cuales pronto secó y lamentó su actuar cobarde, cuestionándose sí: ¿Tenía lo necesario para ser un héroe?
