A/N: Doce días después de la entrega del primer capítulo, hemos regresado. Apenas publiqué el capítulo 36 del Libro 1, me puse a trabajar en ese y logré sacarlo a tiempo. Me daría una palmadita en la espalda si pudiera, ya que sería mi tercera entrega consecutiva, algo que no había hecho desde 2016.

Y madre de Dios. Más de veinte favoritos y treinta seguidores. No me había esperado tanta audiencia.

Pasemos a responder las reviews:

- GustavoIVS: Gracias Gus. Pos, para ser sincero, tampoco es que hayan muchos fics de Shirou en la Torre del Reloj, y de esos los hay todavía menos que se toman la molestia de desarrollar la cosa. Juraría incluso que hay hasta más fanfics crossover con Harry Potter donde envían a Shirou a patadas a Hogwarts con tal de no escribirlo aquí.

Pero bueno. Toca cambiar la cosa. Espero te vaya bien con tus propios proyectos. Y de paso, para los lectores que andan viendo esta parte en especifico, recomiendo bastante su fanfic, Fate: Hombre de Acero, un Shirou/Medea bastante bien escrito que en lo personal, le quita el peldaño en cuestión al manejo de ese ship a Path of the King de Neoalfa. Y lo que es mejor, está completo.

-muramasa Alter 0.5: No me iré de aquí, y tampoco terminare por desaparecer, nunca más. Y si muero, juro que regreso como fantasma a poseer mi computadora y terminarlo. Cueste lo que cueste.

- BlackGogeta: Y efectivamente, has predecido el futuro. La Cuarta Guerra se verá como un pleito callejero en comparación con el baño de sangre absoluto que tomará lugar entre los jóvenes novicios apenas prueben la comida de Shirou. Fuentes internas me informan que tendremos muchas bajas.

- NERO1002:

Gracias, gracias. Y respondiendo a tus preguntas:

1) El apellido "Emiya" no es realmente tan notorio en mi universo a diferencia del canónico (Gracias, Adventures of El-Melloi). Kiritsugu fue uno de los Freelancer más notorios en su tiempo, si... Pero eso fue al final de la década de los 70 y una parte de los 80s. Ciertamente habrán personas afectadas directa o indirectamente por él en la Torre, pero este es un mar repleto de intrigas y movimientos todavía más voraces. Eso sumado al hecho de ser asiatico le proporcionó a Shirou cierta cubierta para pasar desapercibido.

¿Porque Kiritsugu no hizo el intento de "esconderlo más"? Digamos que la otra identidad que Shirou tiene o mejor dicho tubo es una que no conviene llevar consigo a la Torre del Reloj al cargar con sus propios esqueletos en el armario. Asi que es preferible enviarlo como Shirou Emiya, cuyo apellido puede o no puede ser el mismo de cierto mercenario medio infame de decadas atras, que con el otro.

En lo demás, si. Te puedo confirmar que Shirou no se dejará pisotear y terminará llamando la atención de una forma u otra.

2) Solo puedo decir que en lo único que acertaste en tu conjetura, es que tiene ciertos detalles en el color dorado. Aunque por el lado bueno, justamente en el siguiente capítulo del Libro 1 vamos a ver la construcción directa de sus comienzos.

3) Shirou hasta ahora ni siquiera ha caído en cuenta de que se está desarrollando en su interior, exactamente. Pero lo hará, y vaya que se llevará una sorpresa. ¿La Torre del Reloj por otro lado? Bueno, habrá que rezar porque Shirou obtenga una semblanza de protección antes de que alguien lo llegue a notar porque de lo contrario, le tocará ser encerrado por mil años en la Habitación del... Digo, la Torre de Londres, como en los fanfics de traicionado.

Inorai Valueta terminará por darse cuenta de que Shirou es alumno de Touko, si. Y vaya que será cómico.

En realidad, Cornelius lleva saliendo un buen tiempo en Libro I, de hecho. Incluso lo vemos físicamente por un par de segundos en capítulos recientes. Also, el sistema de "aristocracia" del Mundo de la Taumaturgia es muy diferente aquí, pero lo explicaremos en este Libro.

Darnic no aparecerá en este arco, pero de una vez confirmó que andara en los siguientes, observando.

4) Shirou está un poco familiarizado con el Formalcraft, cortesía de cierta bruja con anteojos que vive en Tokyo. Y aprenderá más que suficiente de ese campo durante este libro.

Una vez terminado con esto, podemos pasar al capitulo.


AVISO Obligatorio: La serie de Fate, sus personajes y todo elemento del Nasuverse presente en lo siguiente no me pertenece. Es propiedad de Type-Moon.


Clave:

'Pensamientos.'

"Diálogo."

Especial

"Voz sobrenatural/Resaltado"

"Taumaturgia."

Í͕̟͓̈́͑ǹ͛͒co͎͉̍̐n̨̼͔̤̉ͮ͊c҉̘̪̟͉e̖͐b̬̝̪͢í̡ͣ̏̄̚bͤl̗͙͕̘͠ͅͅe̟̝͓̘̘͍̮ͤ̿͒ͯ̽̒̀ ̺͕̇ͪ


Konton no Tatakai - Libro II

Capítulo II.

"Adviento."


(Dos meses atrás)

Birmingham - Inglaterra.

22 de Junio de 1999, 18: 34 PM…

"¿Donde esta? ¿Donde esta?" Cajón tras cajón había sido abierto de una manera frenética, mientras que sus manos estaban a casi nada de arrojar detrás suyo varias cosas en estos con tal de encontrar más rápido lo que buscaba. Finalmente, alcanzó a divisar una parte del lomo escondida debajo de un pliego de pergaminos atados con un broche de plata, y lo extrajo rápidamente. Fue imposible para Norville no dejar escapar un suspiro de alivio apenas pudo apreciar la cubierta negra. No se trataba de un grimorio, sino de algo incluso todavía más valioso. La Casa de los Goodfellow llevaba alrededor de casi diez generaciones ganándose la vida al explorar yacimientos remotos e inhóspitos y siempre se habían encargado de registrar las localizaciones de algunos que tendían a ser ignorados por el Departamento de Arqueología de la Torre del Reloj. Aun si él no era de la rama principal, su abuelo lo había escogido para tener la custodia del cuaderno que contenía todas las bitácoras de lo hallado en Gran Bretaña, y no estaba dispuesto a irse sin llevarse consigo tremenda mina de oro.

Su satisfacción, sin embargo, terminó por desvanecerse apenas sintió como los campos delimitantes que protegían la casa donde acababa de tomar refugio, comenzaban a sufrir ataque tras ataque. Sus ojos se abrieron de par en par ante la tremenda presión que estaba siendo ejercida contra ellos, y apretó sus dientes a la par que sus circuitos se activaban.

Respondiendo a su voluntad, otros hechizos protectores comenzaron a apilarse por encima de los campos delimitantes. No tenía nada parecido a un horno de energía mágica ni nada por el estilo en esa casa, pero siempre se había asegurado de tener algunos cristales de maná a la mano por si lo requeria. Y con él dirigiendo los esfuerzos, no sería como la otra ocasión.

"Tsk..." Norville apretó los dientes hasta detener su acción cuando sus circuitos comenzaron a arder lo suficiente para dejar marcas rojizas sobre la piel de sus brazos. Sus campos delimitantes ciertamente no eran lo más avanzados, pero tampoco básicos. Eran muros de escala de hierro que se reparaban continuamente en tanto hubiera un suministro de energía mágica y podían acomodarse en cierto patrón para aplastar a los intrusos bajo su peso. Había una buena razón por la cual desafiar a un magus en su propio taller era considerado una imprudencia severa. Incluso con una habilidad taumatúrgica superior, la ventaja de terreno y recursos inclinaba la balanza en favor del dueño. El solo había detectado como su taller principal horas atrás había sido atacado, y había sido impotente a defenderlo de semejante asalto al encontrarse del otro lado de la ciudad. Incluso si planeaba escapar, consideraba que al estar en el nuevo podría imponerse contra quien fuera que iba tras él.

Y bastaron tan solo unos minutos para que aquella convicción fuera quebrantada.

"Aghh..." Lo que fuera que estaba atacando, lo hacía con la fuerza suficiente para destruir sus campos delimitantes sin requerir de taumaturgia. Podía detectarlo a través de sus circuitos y lamento no haber colocado un familiar o dos para poder tener una visión completa de lo acontecido. "En ese caso..."

No requeria usar más taumaturgia para la siguiente línea de defensas. O más bien la última. Sonrió sardónicamente al caer en cuenta de que realmente nunca había esperado tener que usar aquella cosa mientras que abría una tapa en la cabeza de un cráneo tallado en pedernal antes de presionar una gema que servía como botón. Múltiples escalofríos recorrieron su espalda a medida que sentía a la distancia como varios espíritus de todo tipo eran liberados de sus celdas e incitados a atacar lo que estuviese vivo en la casa. Estando en el sótano, y protegido por otras condiciones especiales, ninguno debería de reptar hacia allí, lo cual era un alivio. Su conocimiento de Evocación Espiritual era pasajero.

"Espero los fantasmas te estrangulen..." Maldijo, antes de comenzar nuevamente la carrera por guardar todo lo que fuera indispensable en la bolsa de mano, mientras que intentaba no estremecerse con la cacofonía que ahora podía escuchar desde abajo. El pánico terminó por ganarle cuando al cabo de unos segundos, esta comenzó a disminuir y no precisamente del lado de los espectros. Al no estar conectado a ellos, no tenía manera de saber cuántos quedaban, pero...

"Que me jo..." Se trago la última injuria antes de sujetar la bolsa y entonces correr hacia la esquina, donde prácticamente arrancó la puerta del armario y empujó el fondo, revelando así un cubículo secreto con una escotilla en el suelo. Alguna vez había escuchado una vieja leyenda de que algún miembro de la familia que eventualmente produjo a los Goodfellow había conseguido escapar de una turba de ejecutores yendo tras él, teniendo un guiverno en su ático en cuyos lomos voló hasta perderse por el horizonte. Pero esas lagartijas sobrealimentadas se devoraban entre ellas con solo verse, y lo que le hacían a las personas que se topaban era mejor ni mencionar.

A falta de una ruta de escape mejor, solo le quedaba tomar el túnel al final de las escaleras. Le dejaría en una entrada de las alcantarillas a buena distancia de la casa, y podría entonces huir hacia Irlanda, donde un transporte a America no seria nada dificil de conseguir.

CRAAAACK!

No pudo evitar el estremecerse al escuchar desde donde estaba como la puerta reforzada de su taller había sido destrozada y el responsable seguramente estaba descendiendo ya por aquellas escaleras rumbo al sótano. Eso lo llevó a acelerar el paso, viendo ya a la distancia la luz que indicaba la salida.

ᴸˡᵃᶰᵗᵒ ᵈᵉˡ ᴱˢᵖᵉᶜᵗʳᵒ ᵈᵉˡ ᴬᵍᵘᵃ

"Rhwyg Morgen."

"Ugh..." El golpe directo a su pecho lo envió tambaleando contra el suelo, provocando incluso que soltara la bolsa con los objetos de los cuales varios terminaron siendo desparramados en el suelo, incluida una especie de lente reforzado que rodó hasta caer a los pies de una nueva silueta. De por sí la penumbra del túnel volvió difícil que pudiera distinguir sus facciones, pero la túnica que llevaba encima tornaba aquello en algo imposible.

"N..N-no... No... Déjame ir." Intento rogar para ganar tiempo. Sus circuitos no estaban activos, pero podría soltar una maldición apenas los encendiera, solo necesitaba una oportunidad. Y entonces fue cuando le apuntó antes de abrir su boca.

"Furio.."

ᴸᵃ ᶜᵃʳᶰᵉ ᵈᵉ ᵗᵘ ᵉˢᵖᵒˢᵃ ᵐᵉ ˢᵃᶜᶤᵒ˒ ˡᵒˢ ʰᵘᵉˢᵒˢ ᵈᵉ ᵗᵘ ʰᶤʲᵃ ᵐᵉ ᶜᵉᵇᵃʳᵒᶰ

"Fy mhlentyn, fy mhlentyn. Fy ngŵr, fy ngŵr."

La silueta meramente hizo un gesto con su mano derecha, sobre cuya palma se habia conjurado ya una especie de orbe luminoso que se resquebrajo en multiples iris en negro y rojo, de cuya voragine emergieron tres zarcillos voluminosos que no tardaron en clavarse en los ojos y boca de Norville, quien incluso en aquel estado pudo proferir un espeluznante gemido agonizante ante el repentino dolor.

ᴳᵘˡᵃ ᴾʳᵒᶠᵃᶰᵃ ᵈᵉ ˡᵃ ᴴᵃʳᵖᶤ́ᵃ ᵈᵉ ˡᵃ ᴺᶤᵉᵇˡᵃ

"Gwrach-y-Rhibyn."

Lentamente, sus facciones comenzaron a volverse más grises a medida que su fuerza vital estaba siendo drenada sin que nada pudiera hacer para evitarlo. Incluso sus miembros se negaban a obedecerlo, retorciéndose inútilmente mientras que la vida se le escapaba de sus manos, todo ello mientras que la silueta continuaba con aquella macabra labor sin mostrar señales de detenerse hasta terminar.

Y una vez que lo hizo, dejó atrás un cadáver que bien parecía llevar varias semanas expuesto a los elementos en lugar del joven de cabello vibrante que había sido un par de minutos atrás.

Fue entonces que se dirigió hacia la bolsa que había caído a un costado tras echarle una mirada a los demás objetos. No había nada ahí realmente que le fuera de utilidad, aunque nunca faltaba algún interesado en adquirir parafernalia así. Examinó de paso el cadáver, sintiéndose satisfecho con los resultados de aquel hechizo mientras que sujetaba el orbe luminoso, ahora repleto con todo el Od restante del magus asesinado. Aún podía encontrar algo que hacer con este, pero ya lo recogería después.

"Interesante." Murmuró apenas encontró en la bolsa un cuaderno con anotaciones y mapas. Más de un sitio descrito fue reconocido por él, pero se llevó un par de sorpresas al leer datos de los que no se había enterado nunca. Definitivamente, había encontrado algo más que lo que buscaba. Y le soltó una nueva mirada de apreciación del cadáver por ello. "Tu familia, señor Goodfellow, debió de haber aprendido hace mucho a no meterse donde no se les invita."

Y entonces caminó por la dirección de donde Norville había venido, encontrando las escaleras de la escotilla y no tomando mucho tiempo en llegar hasta el sótano de la casa, justamente donde el taller de Norville había estado apostado.

'Su segundo taller, realmente.' Ya habían asaltado el primero y al no encontrarlo ahí, eso solamente dejaba el siguiente. Una persona con sentido común hubiera huido tan rápido como se pudiera permitir tal cosa, pero los magi rara vez gozaban de aquel privilegio.

"Deja de temblar." Le ordenó al verla en una esquina, sosteniendo aquella jaula mientras que intentaba disimular como podía lo mucho que se estaba estremeciendo. 'Con terror hacia los fantasmas, y prácticamente vive casi rodeada de ellos.'

Si le escuchó o no, poco importo. Ya que sus ojos no tardaron en toparse con lo que estaba buscando. Descansando en una mesa pegada a la pared, yacía una caja rectangular y angosta de un tamaño respetable. Hecha de madera y ornamentada con adornos de crisoelefantina, era casi un tesoro por cuenta propia, pero uno que palideció en comparación con lo que debía de contener.

El esperado fantasma de la decepción cruzó sus ojos después de observar el interior acolchado en rojo, con el sueño anhelado brillando por su ausencia.

'¿Porque habria de ser diferente a lo esperado?' Comentó sardónicamente en su cabeza. 'Ellos la robaron hace años después de todo.'

Aun así, la caja era valiosa. Si no podían obtener esa pieza faltante, podrían conformarse con lo que habían usado para guardarla por siglos.

"Vamonos." Le instruyó, antes de tomarla de la mano, quizás en un arrebato de benevolencia.

xXx

Facultad de Fundamentos Generales - Palacio de Westminster.

16 de Agosto de 1999, 9:00 AM…

"Debería de ser por aquí." No había tenido muchas oportunidades de explorar el edificio que incluía la Facultad de Fundamentos Generales el viernes, de ahí que viniera como una sorpresa para él, comprobar con sus propios ojos cuán masivo era realmente. 'Y se supone que es mucho mayor bajo tierra.' Fue lo que pensó tras atravesar un inmenso arco que conducía hacia la parte de las aulas, evitando estorbar el camino de otros alumnos que parecían tener prisa en salir de ahí. '¿Llegaron desde temprano?'

Si bien todos vestían diferente, compartían la misma chaqueta que habían terminado por recibir justamente tras la ceremonia de ingreso. De su parte, llevaba un sueter sencillo de color rojo debajo y una pequeña mochila colgando de su costado que contenia todo lo que estaba seguro que fuera a necesitar durante el dia. 'Naturalmente. Ni mi cuaderno viejo ni el de Touko. No creo que vayan a ser necesarios este día.'

Finalmente, divisó el Aula 1-C a la distancia con la puerta abierta y terminó por entrar. Noto que se trataba de una muy distinta a la que había usado para realizar el examen teórico; donde aquella había sido una estancia con múltiples pupitres individuales y una pizarra en el fondo, donde se encontraba en aquellos momentos consistía en unas tres secciones de pupitres escalonados, cada una contando con tres hileras de las cuales cada una podía acomodar fácilmente a unas seis personas.

'Osea, que lo máximo aquí serían cincuenta y cuatro.' Pensó mientras buscaba un asiento libre. Y estos sobraban. Había al menos unos siete alumnos ya sentados, de los cuales solamente reconoció a una. Pudo ver los ojos color amatista de Wisteria mirarlo a la distancia mientras que su dueña inclinaba ligeramente su cabeza para saludarlo, un gesto que él imitó. Se hubiera sentado al lado de ella al tener algo de familiaridad ya, pero ese puesto estaba ocupado por un niño de cabello corto y ondulado con ojos color miel que parecía estar más entretenido con hacer una torre de jenga con unos lápices.

'Además, está hasta el fondo. Sería mejor estar en medio, creo yo.' Razono Shirou antes de encaminarse rumbo hacia el segmento central, solo para decantarse al final por el más cercano a la ventana. El único sentado en aquella hilera era un niño rubio de ojos azules que se le figuró vagamente familiar.

"¿Están ocupados?" Pregunto, señalando a cualquiera de los asientos que estaban a un costado suyo.

El niño no respondió con palabras, limitándose a negar con la cabeza antes de señalar a ambos lados como si quisiera indicar que podía tomar cualquiera de los dos.

"Gracias." Respondió Shirou, antes de tomar el el segundo de la derecha y extraer uno de los cuadernos junto con un lápiz. No esperó tanto tiempo, ya que dentro del lapso de unos quince minutos, otros niños terminaron por entrar y finalmente pudo ver como Waver cerraba la puerta detrás de si y caminaba hasta colocarse frente a la pizarra tras haber depositado su portafolio sobre el escritorio.

"Muy buenos días a todos." Les saludo, mientras sostenía ahora una pieza de papel en un tablero. "Cuando diga sus nombres, por favor confirmenme su asistencia. Mathieu Dubois."

"Presente." Un niño sentado en la hilera enfrente de la de Shirou respondió mientras alzaba su mano.

"Guiseppe Ercolli." Continuó Waver, tras firmar algo en el papel.

"Presente." Respondió otra voz al otro lado del aula.

"Shirou Emiya."

"Presente." Confirmó de inmediato Shirou, parpadeando al ver lo rápido que había salido su nombre. Habia sido el tercero de la lista, eso era nuevo. Normalmente era como el noveno o el doceavo.

"Caules Forvedge."

"Presente." Indico alguien del segmento de en medio que Shirou no alcanzó a ver.

"Svin Glascheit."

"Presente." Escucho como su casi compañero de pupitre hablaba y memorizo el apellido, por si necesitaba hablar con él alguna vez.

"Francisco de Gomara."

Durante un par de minutos, Waver siguió listando nombres hasta terminar con trece. "Muy bien, parece que estamos todos aquí entonces." Indicó, antes de colocar el pequeño tablero sobre el escritorio y mirar a su audiencia nuevamente. Realmente no era nada nuevo para él, pero aun así se aseguraba de no repetir el mismo discurso palabra por palabra cada año que le tocaba lidiar con ello.

"Mi nombre es Waver Velvet. Soy un instructor de segundo grado aquí y se me ha asignado para ser el profesor del tercer grupo de alumnos de nuevo ingreso de este año en nuestra facultad." Se presentó con una ligera reverencia. "Servire tanto como su maestro de Teoría General de la Taumaturgia como su asesor por este año. Si tienen algunas preguntas, mi cubículo está abierto todos los dias para ustedes, a menos de que haya una emergencia."

"Si que podaron a muchos aspirantes este año." Escucho a Glascheit murmurar al lado de él. "¿Solo tres grupos?"

Ajeno a eso, Waver continuó hablando.

"Muchos se preguntaran seguramente... ¿Cuál fue el propósito de los exámenes si se debe de llevar esta materia de manera obligatoria al ser seleccionado?" Aun si nadie hablaba, se notaba como muchos habían tenido una idea similar en sus mentes a juzgar por las reacciones de más de uno. Algo que ya se había esperado Waver, puesto que continuó al cabo de unos segundos.

"Ambos fueron útiles para evaluar sus aptitudes, y demostrar que tienen lo suficiente para formar parte de nuestra institución. Sin embargo... Las políticas de la Torre exigen cierta instrucción única incluso dentro de las bases generales." En respuesta a eso, pudieron escucharse un par de murmullos más, aunque Shirou permaneció en silencio. Murmullos que se detuvieron cuando Waver realizó un simple gesto de mano. "La Torre del Reloj no es como el taller de sus familias o sus tutores. Es indispensable que tengan un manejo más que sólido de los rasgos que tachamos como básicos de la forma correcta. Incluso si han recibido el rango de Frame, apenas se les ve como novicios pese a que tengan experiencia ya."

'Tres años de lo que recuerdo... Y aparentemente uno más de lo que no.' Pensó Shirou mientras asentía. Por otro lado, estaban quienes habían recibido instrucción al poco tiempo de haber aprendido a hablar.

"Pero esta medida es solamente durante un año, por supuesto. Una vez que mi curso sea aprobado, son más que bienvenidos a continuar tomando las diversas clases muestra de otros departamentos. Y si consiguen destacar lo suficiente, es probable que puedan unirse a uno antes de que termine el plazo de cuatro años como estudiantes... Aunque no faltan casos de ciertas personas que han encontrado trabajo directamente en ellos." Waver se detuvo al ver como alguien levantaba una mano.

"¿Señor Forvedge?"

Un par de ojos color azul claro casi se hicieron más grandes apenas toda la atención de la clase terminó por quedar centrada en él. Shirou sintió un poco de simpatía por él mientras esperaba a escuchar la pregunta, aunque no se le escapó el meñique de una de sus manos tambaleaba.

'Se está arrepintiendo de querer preguntar algo.'

"Profesor... ¿Trabajar en una facultad?" Finalmente alcanzó a hablar tras carraspear un par de veces.

"No exactamente." Waver se dirigió hacia la pizarra, antes de tomar un gis y comenzar a dibujar en esta un círculo y entonces señalarlo mientras se dirigía a la clase. "Es verdad que las facultades forman parte de sus respectivos departamentos, pero son tan solo una sección más. Un departamento consiste también en sus gremios, su archivo y otras divisiones. Las facultades son solamente la punta de entrada a estos. Normalmente se espera que un aspirante tome un par de clases muestra antes de ser aceptado directamente en la facultad y se especialice en lo que desee desarrollar... Sin embargo, como mencione ya. Hay excepciones."

Alguien más levantó la mano, y Waver le cedió la palabra al asentir.

"¿Hay un requisito mínimo de calificaciones para poder solicitar entrar a una facultad?"

"En parte. Lo que realmente se espera es que el aspirante tenga las capacidades para manejar lo que enseña ese departamento. Ya que normalmente los magi terminan por afiliarse al que domine la disciplina más cercana a la taumaturgia que practiquen, raras veces hay casos donde uno entre a una facultad por interés propio y sin recomendación. Aunque les aviso que pueden llegar a sorprenderse con lo que descubran este año. Un solo departamento no a fuerzas a de terminar siendo donde lleguen a parar. Yo trabajo como profesor de este curso en Fundamentos Generales, pero también formo parte de Taumaturgia Moderna y ocasionalmente laboro en Leyes." Waver se detuvo para tomar aire, antes de continuar. "A veces los verdaderos límites de uno yacen más allá de donde se cree que lo están realmente."

Nadie notó a Shirou pasar su mano derecha sobre su nuca hasta descender lentamente hacia cierto punto en la unión de su espalda con su cuello. Su Cresta estaba inactiva, pero podía imaginar perfectamente el sentir con las yemas de sus dedos el diseño de las nueve serpientes entrelazadas.

T̴̨̠̣̖͚̐̍͆̐͐͂͠͠u̸̧̼̺̠̱͐͑̉̂̊̍̾́̄̓͂͆̚͝ ̴̡̧̰̱͔̥̺͓̠̖̤̟͎̪̽͛͋̄͝͠ͅň̵̢̓͂̀͌̓̎̚͘͘o̶̢̼͓͕̫̦͓͉͓̞͈͋͛̉̍̓͋̒̒̾̄̈̋͝ͅ ̶̬͚͚̝̻̼̻̹͓̯̣̼̬͎̯̖̈́̐͗̑̿͊̅̃m̵̧̳̞̜̜̬͂͒̈ͅè̵̛̱̩̃͐̊̄̏́̔̆̆̈́̆̕̕͠r̴̟̗͈̠̫̖̣̯͚̳̝̮̉̏̓̈́͌̋̒́̚͝͝e̵̡̢̛͉͚̰̟̭̙̘̼̟̪͑̊̋̒̽́̒͌͛̍͒̉͜ͅc̸̡̧̥͍̹̙̭̞̱̤̔̆̀̏̈́̀̋͆͋̃̍̋̓̏̈́̾͝ę̴͎͙̝̖̯̫͔̻͉̥̠͓͛̎̅̿̑͑̔̒̋̑̑͘͘͠͠͝͝s̴̨͔̯͓̘͚̣̤̼̥̦̣͎̬͎̑̆̎̓̊͆̆̿͒̃̕͠͝ ̵͙͒̃̅̃̓͌̾̀̈̽̾͘͝e̷̡̪̹̮̲̭͔̭̳̝̞̪̮̤͂̀̋͌̓̔̂͋s̷̱̤̦͓͓̰̼̓̽ţ̷̡̻̪̻̞̤̿̄̍͛̋͜ö̷͕͖̖̤̪̜̙̠͕̟̱̝͉͍́̅

"¿Alguna otra pregunta?" La voz de Waver le devolvió a la realidad, y entorno sus ojos para disimular la ligera puñalada de incomodidad que había sentido. "Ah, señorita Norwich."

'¿Wisteria?' Shirou parpadeo, antes de justamente escucharla.

"Profesor Velvet." La ojivioleta realizó una pausa, como si estuviera escogiendo sus palabras. "Exactamente. ¿Cual es el Syllabus del curso? ¿Será lo mismo que vimos en el examen?"

"No exactamente. Si bien retomaremos en más de una ocasión alguno que otro tema visto ahí de manera expandida, hay otras cosas que nos tocará ver durante este año." Comentó Waver, paseando su mirada por el resto. "¿Alguien más?"

Viendo que nadie levantaba la mano, dio por terminada esa pequeña sesión, y entonces juntó ambas en una palmada. "De acuerdo, ya que estamos. Hay una pregunta que quisiera hacerles para poder iniciar el curso. ¿Que es la energia magica?"

Al menos unas seis manos se alzaron en toda el aula, hasta que Waver añadió otro detalle a su pregunta. "Sin la definición técnica, por favor."

Tan solo unas dos permanecieron en lo alto.

"¿Señor Pegg?"

Otro de los niños en la hilera frente a la de Shirou entonces comenzó a hablar. "Poder. Poder de uno para alimentar milagros."

"Hmm, un tanto incompleta." Concedió Waver, antes de dirigirse hacia la siguiente. "¿Señorita Norwich?"

"El color que tiñe al mundo de acuerdo a las voluntades que lo toman." Sentenció con calma la ojivioleta desde su lugar.

"Poético. Y un poco mejor." Los ojos de Waver volvieron a pasearse sobre el resto y al no hallar a otro queriendo compartir una opción más, se dirigió hacia el pizarrón tiro de un cordón que yacía encima, exponiendo así un mapa completo del mundo en el cual estaban marcadas ya algunas áreas.

"Prana." Waver señalo el norte de la India, antes de dirigirse hacia el Mar Amarillo. "Qi." Su dedo entonces cruzó el océano Pacifico hasta tocar el extremo del Norte de América. "Silla." Toda la clase siguió su movimiento, cuando regresó nuevamente a Eurasia y entonces descansó en Escandinavia. "Atter."

Tamborileando sobre la superficie, Waver continuó con su lectura. "Todos los anteriores son nombres dados a la energía mágica en sí. Ya sea la que viene en el aire o dentro de los cuerpos de los seres vivos aunque al final, la Asociación de Magos terminó por separarlas en la forma de Maná y Od pese a ser virtualmente idénticas. Algo que agradecerle a los polinesios."

En lo personal, Waver siempre había encontrado increíblemente irónico como una cultura del continente con menos aportaciones a toda la historia de la Taumaturgia había sido el origen del término acuñado como esencial para definir Energía Mágica.

"Tendrán sus diferencias en cómo pueden ser manipuladas y una que otra habilidad única, pero todas parten del mismo principio y nos trajo el origen de lo que vendría después. ¿Alguien sabe a qué me refiero?"

Hubo múltiples murmullos desconcertados a medida que varios intentaban pensar en la respuesta. Por su parte, Shirou había estado ocupado escribiendo los otros nombres en su cuaderno.

'Qi es lo mismo que Ki, ya lo conozco.' Y seguía teniendo problemas desplegando su energía mágica de aquella forma. 'Prana lo he escuchado antes... Y ni idea de las otras dos.' Pensó antes de volver a entornar sus ojos ante aquella pregunta, y entonces miró hacia los demás. ¿No era obvio?

"Fuerza Odica." Y entonces cayó en cuenta de que lo había dicho en voz alta y no en su cabeza. De ahi a que terminara por quedar en el lugar del primer niño que se había atrevido a hablar, porque todas las cabezas de la clase no tardaron en voltearse hacia él, haciéndole tragar saliva.

'Oh no.'

"¿Algo que decir, señor Emiya?" Y Waver no parecía tener intenciones de actuar como si no hubiera escuchado nada. En otra ocasión, Shirou hubiera admirado el cómo actuaba con normalidad, como si no se conocieran desde hace años. Pero no cuando tenía el reflector apuntando sobre él.

"... La Fuerza Odica, es la manipulación original de la energía mágica." Finalmente alcanzo a hablar. "Antes de que usaramos símbolos, palabras y otras cosas. Intentamos dominar nuestro Od para poder controlar lo que nos rodeaba. Pero es como querer darle una forma especial a un charco de agua en una superficie plana con solo moverla." Esa analogía de siempre le había servido muchas veces, y ahora debía de añadir una marca más.

"Es correcto." Asintio Waver, muy para el alivio de Shirou. "Antes de que la Taumaturgia como tal pudiera ser usada, ese fue el cimiento para su creación. Aunque eventualmente se descubriría que había más de una forma de usar energía mágica para realizar taumaturgia... Y no siempre con el empleo de los circuitos de uno."

Shirou escuchó como Waver comenzaba a divagar mientras retiraba el mapa y comenzaba a dibujar ahora el plano de un círculo mágico en el pizarrón mientras que por dentro sentía unas fuertes ganas de golpear su cabeza contra el pupitre.

'Lo primero que te dijeron que no hicieras.' Repitió en su mente. 'No llames la atención.'

Quizás fue por eso que no reparó en cuatro pares de ojos curiosos echándole mas de una mirada.

xXx

Facultad de Fundamentos Generales - Palacio de Westminster.

16 de Agosto de 1999, 11: 03 AM…

La clase terminó casi hora y media después, y varios salieron del salón con las intenciones de dirigirse hacia la cafetería antes de las clases que les tocaba después. Shirou hubiera querido hablar con Waver, pero este había sido emboscado prácticamente por otros dos niños que no parecía que tuvieran intenciones de irse tan rápido. Consiguió observar como desde un costado Waver le daba un gesto de pulgares arriba y entonces asintió antes de salir al pasillo una vez que se hubiera asegurado de llevarse sus cosas.

"Veamos..." Murmuró al cabo de un rato al localizar unas escaleras que dirigían ya hacia los niveles subterráneos. 'Mi siguiente clase es Teoría Estructural de los Hechizos, y es en Fundamentos Individuales, que no está muy lejos. Pero es en una hora, tengo tiempo de sobra.' Y tras descender las escaleras, se encontró en un pasillo mucho más amplio en cuyo costado opuesto estaba la entrada a la cafetería general. 'Es como tres veces más grande que lo del viernes.'

Sabía que había una cuota por la entrada, y tenía el dinero para pagarla... Pero a decir verdad, había desayunado lo suficiente para no tener que poner un pie adentro, y también había venido preparado. Extrayendo una manzana desde su mochila, Shirou la mordió mientras buscaba algún cesto de basura. 'No me digan que aquí los magi acostumbran a incinerar los desechos y no existen los botes.'

De ser así, tendría que recurrir a medidas drásticas.

ᴸᵃ ˢᵉʳᵖᶤᵉᶰᵗᵉ ʳᵒᵈᵉᵃ ˡᵃ ᵉˢᵖᵃᵈᵃˑ

"Trace Fractal."

La mano donde sostenía lo que quedaba de la manzana quedó reforzada ligeramente a la par que utilizaba su otra mano para poder trazar con su energía mágica el símbolo de una vara con dos atravesándole en diagonal. "Oss."

La runa comenzó a arder sobre los deshechos, hasta terminar por consumirlos y entonces dejó solamente un fino rastro de ceniza que Shirou dejó que una corriente de aire se llevará. Volteando hacia ambos lados, nadie parecía ponerle la menor atención y eso estaba perfecto.

"Hmm." Pudo ver a la distancia otras escaleras, las cuales estaba seguro que conducían hacia el verdadero departamento donde estaban, pero por obvias razones no se dirigiría hacia ahí. No podría, ya que se requería al parecer un permiso especial para acceder ahí. 'Eso significa que no puedo explorar más. Quizás vaya directamente ya hacia el otro edificio.'

Y con esa decisión en mente, comenzó a moverse rumbo hacia donde según recordaba en las instrucciones de Waver, podría llegar hasta ahí sin tener que regresar a la superficie y realizar toda una odisea por las calles. Ya le habían advertido que la "Torre" del Reloj no era un solo edificio después de todo.

'No pensé ver un metro aquí.' Pensó tras introducir cuatro monedas de dos libras en la ranura que producía un boleto, el cual pasó por un mecanismo que rápidamente lo identificó y se lo devolvió. Entonces caminó rumbo a la entrada de la máquina, que no era realmente tan diferente a los de Tokyo y los que había visto por la ciudad, y tomó asiento en uno de los sillones disponibles. En eso miro hacia arriba y parpadeo. 'Esa no es una luz ele..'

El riel comenzó a moverse, impidiendo que pudiera inspeccionar detenidamente el cristal brillante en lugar de un foco.

Sniff, sniff.

'Ah, no es eléctrico entonces. Eso lo explica.' Ese servicio existía en las instalaciones superiores de los edificios ocupados, pero mientras más descendía uno, cualquier semblanza idéntica a tecnología normal terminaba por brillar por su ausencia.

El trayecto duró alrededor de unos veinte minutos, tras los cuales espero a que las puertas se abrieran y una voz anunciara la llegada a Solonea, el Departamento de Fundamentos Individuales. Y del otro lado de las ventanas, podía ver a varias personas esperando ya poder abordar. No podía distinguir mucho, pero se imaginaba que no sería muy diferente a Fundamentos Generales.

'Preguntare por si acaso para no perderme, aunque debería de tener tiempo.' Pensó una vez salió del vagón. Encontrando rápidamente las escaleras de acceso, buscó con la mirada a cualquiera que no se viera lo suficientemente severo para pedir instrucciones, y rápidamente se fijó en un hombre bronceado, con una barba curiosamente extendida y recogida en trenzas que parecía estar ocupado consultando un libro.

"Hmm, disculpe señor." Le llamó con toda la cortesía de la que era posible en aquellos momentos. "Perdone la molestia. ¿Sabe en qué dirección están las aulas de esta facultad?"

"Hmm, no tengo tiempo para esto." Resopló el hombre bruscamente, antes de cerrar su libro y caminar lejos de él.

'Hmm.' Shirou no reaccionó visiblemente e intentó una vez más. Por fortuna, una mujer que estaba arrastrando un carrito con un par de cajas había tenido la amabilidad suficiente para darle las indicaciones completas.

"Arriba de las escaleras a mano derecha. No puedes perderte la entrada, está justamente al lado de la Rueda de la Fortuna de metal y madera."

Y efectivamente, minutos después Shirou observaba una pequeña galería en cuyo centro yacia una especie de molino suspendido que giraba y giraba. Una pequeña placa rezaba con letras de oro: Rota Fortunae.

"Aquí debería de ser. Ahora, el número de salon..." Tenía anotado todo en una hoja dentro de su mochila, y no tardó en finalmente encontrar el aula a la cual procedió a entrar una vez que se aseguro de que no hubiera una clase ya adentro.

'Huh, ni se nota que está bajo tierra.' Pensó, mientras que admiraba lo espacioso que resultaba ser aquel salón. La diferencia más marcada con el de la clase de Waver, consistia en el hecho de que los pupitres eran todos de dos y estaban repartidos de manera uniforme así como que hubieran estanterías repletas de esferas de cristal aparentemente ordinarias, así como instrumentos que no alcanzo a identificar y...

"Hey, Emiya."

Shirou miró entonces hacia una esquina, donde pudo distinguir una silueta familiar saludandole con la mano. Tardó un momento en recordar el nombre mientras se acercaba y lo disimuló al corresponder el gesto.

"Hola. ¿Qué tal?"

"Es el niño japonés de quien te hable la otra vez." Le comento Faldeus a su compañero de pupitre. Un niño de su misma altura con cabello negro y corto, con la excepcion de un par de flequillos salientes por encima de su frente y de rostro afilado. Shirou sintió como sus ojos, del mismo color de una piedra de turquesa y ocultos detrás de unos lentes le fulminaban con frialdad hasta que algo en aquellas palabras pareció colorear su expresión con algo de sorpresa.

"Julian Ainsworth." Se presentó cordialmente.

"Shirou Emiya." Inclinó su cabeza ligeramente en respuesta. "¿Ambos se conocen?" Eso significaba que él también era americano.

"Desde hace tiempo." Mencionó Faldeus antes de señalar a la silla más cercana, invitándole a sentarse. No viendo razón alguna para denegar eso, Shirou siguió el ejemplo. "Felicidades por haber logrado entrar. ¿En qué clase te quedaste de Teoría General?"

"1-C, bajo el profesor Waver Velvet." Respondió Shirou, ocultando cualquier rastro de familiaridad. "¿Y ustedes?"

"1-B, justamente ambos."

"Bajo el profesor Sir Walton Dinburg." Añadió Julian, quizás no queriendo ser la tercera rueda de la conversación. Se fijó nuevamente en Shirou antes de añadir. "¿El profesor Velvet? Sir Dinburg le mencionó como un maestro bastante destacable para ser escogido como el tercero en esta generación."

"Nos dio una buena introducción hace rato." Asintió Shirou, algo más relajado ya. "¿Cómo fue su clase?"

Al parecer, el profesor que ambos habían tenido había escogido tratar el tema de la energía mágica también desde el comienzo, pero donde Waver había ampliado la cosa para mencionar otros tipos e incluir la Fuerza Odica, sin mencionar casi una hora entera hablando de círculos mágicos, Sir Dinburg había ido hacia los medios para contenerla.

"¿Y cuantos niños creen que terminarán dejandose el cabello largo tan solo para tener un pequeño beneficio más?" Shirou no pudo evitar inyectar algo sardónico en su voz luego de varios minutos de conversación, algo que hizo que los dos niños americanos se rieran también por lo bajo.

"Emiya, una pregunta." Julian se le figuró como alguien frío inicialmente, pero una vez que se conseguía romper el hielo con él, hasta llegaba a sonar algo amigable. "Disculpa mi impertinencia, pero tengo curiosidad de cierto tema y quisiera saber si es posible ver si puedo enterarme de algo."

"¿Que cosa?" Fue difícil para Shirou el no ladear ligeramente su cabeza hacia un costado.

"Veras... No se como funciona en Japón, pero desde hace meses llegaron algunas noticias a América de algo que pasó ahí, justamente en la capital. Mis padres estaban poniendo el grito en el cielo, diciendo que por poco se va a pique el Ocultamiento del Misterio." Comentó Julian, antes de ir a su pregunta. "¿Crees que podrías contar algo más? Casi todo lo que ha salido en los periódicos es demasiado..."

"Sensacionalista." Faldeus quiso añadir sus dos centavos, aunque se le notaba también curioso por alguna posible revelación nueva.

Shirou no trago saliva, no era tan obvio. Pero la pregunta definitivamente le había tomado por sorpresa y dudaba que pudiera fingir demencia. 'Dudo mucho que tengan manera de saber lo que pasó realmente. El Buró del Onmyou le echó la culpa de todo a los Yakou, y Misaya se encargó de hacer lo mismo con los Isemi. Aoko Aozaki jamás hablaría, no después de su acuerdo con Touko y además...' "No fue algo... Agradable." Finalmente habló con el ceño fruncido mientras intentaba concentrarse en meramente omitir la verdad y no mentir directamente. Era pésimo mintiendo y probablemente se darían cuenta.

"¿Estuviste ahí?" La curiosidad de Julian fue reemplazada por algo más mortificado y Faldeus a su lado no pareció tomárselo mejor.

"Estaba cerca con mi familia." Realmente no era una mentira, Kiritsugu había estado casi todo el tiempo con él, y después estaba... 'No, no pienses en eso.' Shirou suspiro, antes de buscar terminar. "Fue horrible. Toda clase de monstruos a plena vista de todos y duró casi toda la noche contener eso. Mi padre y yo intentamos salir lo antes posible, y tuvimos suerte."

Nuevamente, ninguna mentira. Cuando el pandemónio se desató, fue cada quien por su cuenta. Y aun cuando habían intentado cooperar las tres familias (Cuatro a regañadientes), habían terminado por quedar separados, y no precisamente con quienes mejor se llevaban.

'Akiha jamás me hubiera perdonado si no me hubiera quedado atrás para ayudar a Shiki.'

"Demonios." Faldeus suspiro, horrorizado. "Lo lamento."

"No es..." Shirou terminó por mirar como justamente la puerta del aula se abría, y otros niños entraban seguidos por un hombre que ya había visto antes.

"A sus asientos, todos." Indicó Hosteen Shardan, el mismo hombre que le había aplicado el examen teórico. 'Waver me comento que es también un buen profesor... Aunque también me advirtió de pedirle favores.' Shirou le soltó una mirada apologética a los dos americanos, antes de mover su silla hacia el pupitre de al lado y entonces reparar que alguien más ya había ocupado el asiento opuesto.

"Forvedge. ¿Verdad?" Shirou recordó vagamente el apellido del castaño, que también tenía anteojos. 'Estoy viendo a demasiadas personas con estos últimamente.'

El niño castaño asintió tímidamente mientras Shirou tomaba su lugar al lado y se disponía a sacar de inmediato un segundo cuaderno. A diferencia de la clase de Waver, donde al menos tenía ya algo de conocimiento, su experiencia en el campo de esta no era lo suficiente como para permitirse el no tomar apuntes.

"Mi nombre es Hosteen Shardan, y yo impartiré la materia de Teoría Estructural de los Hechizos. No les mentire con que se trata de un curso pasajero, ya que requerirá una cantidad abrumadora de lecturas y durante el siguiente término, pasaremos directamente a trabajo manual." Les informo el hombre, cruzando sus brazos detrás de sus espaldas. "Sin embargo, tendrá sus beneficios. Aquellos que logren aprobar, encontrarán una vía libre hacia el Departamento de Fundamentos Individuales, que les traerá varios beneficios que seguramente adorarian disfrutar."

Realizó una ligera pausa, antes de añadir. "La ambición de crear misterios propios es el mortero en este Departamento. Ya sea que se aborden hechizos, rituales..."

Shirou puso atención, aunque aún no había escuchado nada que fuera realmente indispensable para anotar. Eso le hizo llevar su mano izquierda hacia el interior de su mochila, donde descansaba un estuche bastante familiar del cual no planeaba separarse nunca.

"Este regalo se te confirió solamente a ti, Shirou. Y has avanzado a tientas para sacar provecho de este. Decidiste volverte un magus para poder salvar a tu padre y eso es admirable. Pero ese don que has recibido... Tiene un potencial único. Incluso si no buscas la Espiral del Inicio, podrías dar los primeros pasos para que alguien más lo haga con tu misterio. En cien años o más."

Y no se había equivocado. Shirou no buscaba la Raíz, su mundo era más pequeño. Pero al menos, completaría ese hechizo. Así lo había prometido.

'Te juro que lo terminaré, Caster.'

xXx

Facultas de Fundamentos Individuales - Biblioteca Británica.

16 de Agosto de 1999, 13: 10 PM…

Al terminar la clase, el profesor Shardan había encargado la lectura de cierto libro que se aseguro de recalcar, podían encontrar en más de una copia en la biblioteca de Fundamentos Generales. Algo que generó una ola audible de protestas entre varios alumnos, que seguramente se habían frotado las manos ya ante el prospecto de tener acceso a otra parte de una facultad.

"¿Tienen otra clase después?" Le preguntó Shirou a los dos americanos mientras salían del salón.

"Una de Leyes, pero no hasta dentro de unas dos horas." Le respondió Julian, frunciendo el ceño mientras buscaba otra salida. "Debo ir a hablar unas cosas con mi hermana ahora. Faldeus, te vere despues. Y hasta luego, Emiya."

Se despidió cortésmente, antes de partir.

"Siempre fue así." Shirou escuchó a Faldeus decir mientras se encogía de hombros. "A mí me toca casi ahora en Creación, por la Corte de Hampton. Y cualquiera de los dos rieles se va a tomar años en dejarme hasta allí si no voy ahora."

"A mí me toca en Mineralogía, no debería estar tan lejos." Comentó Shirou mientras que ambos se dirigían a tomar el que se encontraba en el lado opuesto, viendo que debía de ser el más cercano.

"Vaya suerte. Esta pegado a Arqueologia, por el Museo Britanico." Ambos subieron al primer vagón que encontraron y tomaron asiento entre los pocos disponibles. Ahora si le parecía a Shirou el ser comparable a un metro normal en cuestión de ocupantes.

"¿Como rayos se movían de un departamento a otro antes de este tren siquiera?" Se le ocurrió preguntar.

"La verdad, es que ni idea. Mi abuelo me contó que los túneles existían ya, pero casi nadie los usaba. Y de por si, los lords y otras personas importantes casi nunca viajan de sus departamentos, y si lo hacen... Tienen transporte privado ahí arriba." Le respondió Faldeus, señalando con su índice al techo del vagón.

"Tiene sentido." Shirou mordió ligeramente su labio inferior. "Se siente extraño que aquí realmente sea literal que todo esté debajo de las narices de la gente. En Japón está todo más separado aun."

"¿De verdad pensaste que era todo un solo edificio aquí?" La risa de Faldeus fue un poco contagiosa. "No me puedo imaginar a tres Departamentos en el mismo lugar. Mucho menos a todos."

"El límite es dos. ¿Se supone, no?" Arqueología y Mineralogía estando en el mismo lugar, con la única diferencia en que los últimos tienen mayor presencia en el espacio subterráneo.

"Si, así es. Y eso solamente en tres casos justamente. Leyes y Fundamentos Generales. Arqueología y Mineralogía. Y Maldiciones y Evocación Espiritual." Le tocó a Faldeus el fruncir el ceño con lo último. "Nunca entenderé porque esas dos están juntas, de hecho. La Torre de Londres sigue ahí desocupada."

"Sabes bastante de aquí para ser de América. ¿Te estuviste preparando?" Era una pregunta sincera; de no ser porque en la primera conversación que habían tenido, el chico había admitido venir del otro lado del atlántico, Shirou lo hubiera confundido perfectamente con alguien local si dejaba el acento de mano.

"Tenía que estarlo. Mis padres nunca vinieron aquí, y no tengo ni hermanos ni primos que lo hayan hecho." Le explico el peliazul, acomodándose mejor en el asiento. "Solo mi abuelo, y quiso que me lo tomara muy en serio. ¿Qué hay de ti?'

"Mi padre solo la visito, pero no estudio aquí." Respondió Shirou. 'Y mi madre también. Tengo pendiente ver algo de eso.' "Aunque estudié un tiempo bajo alguien que pasó unos años aquí y me contó todo lo que pudo... Mas o menos." 'Técnicamente no es una mentira. Ni Waver ni Touko dijeron tanto, que digamos.' Podía llenar al menos una hoja con todas las advertencias que le habían dado, en comparación al párrafo de simples anécdotas.

"Ah, es verdad. Habías dicho que tenías un conocido en Norwich... Digo, Taumaturgia Moderna." Recordó Faldeus, provocando que Shirou parpadeara, admirando la afilada memoria que este tenía. "¿Tienes alguna clase en esa facultad?"

"No, ninguna." Fundamentos Generales e Individuales. Creación. Mineralogía. Maldiciones y Arqueología. Había agarrado solamente una de las anteriores sin contar la obligatoria.

"La verdad es que no me sorprende. Me contaron que casi nadie va para allá." Faldeus se encogió nuevamente de hombros antes de bajarlos. "Oh, esa es tu parada."

Y justamente, el riel terminaba por detenerse y la misma voz de la otra vez anunciaba el Departamento de Mineralogía; Kischur.

"Te veo en la siguiente clase de Hechizos." Se despidió Shirou con la mano tras levantarse, y entonces salir del vagón antes de que varios otros pasajeros le abordaron.

"Haluaisin mieluummin pysyä täällä kunnes Auguste hakee meidät." Escucho a alguien hablar a la distancia, y parpadeo al ver que se trataba de una de las gemelas Edelfelt, quienes estaban bastante cerca del riel y aparentemente envueltas en una discusión.

"Haluatko myöhästyä ensimmäisestä tunnistasi, Ekaterina?" La que había ido antes que él en la ceremonia de entrada le respondió a su hermana con algo de exasperación, e incluso noto como ponía los ojos en blanco.

"Sería mejor no quedarme aquí. Se vería muy raro.' Pensó Shirou antes de continuar caminando. Y no fue un trayecto aburrido, a decir verdad. En lo que había visto de ambos departamentos de Fundamentos, no había mucho que comentar sobre la apariencia que tenían. ¿Mineralogía por otro lado? Se sentía como si estuviera en un museo debido a las múltiples vitrinas colocadas a modo de estelas en las paredes que exponian distintos tipos de cristales o menas bastante exóticos.

'Ese es fácilmente del tamaño de un carro pequeño.' Pensó al pasar por una explanada en cuyo centro descansaba una especie de protuberancia acristalada y casi transparente de la cual podía olfatear una fuerte distorsión. Se preguntó de dónde lo habían excavado, hasta caer en cuenta de que había una placa en un costado.

"Molares de la Bestia". Extraído de la Tumba Espiritual de Albion por Lord Ceolmund Archibald, 1674."

'Ah, de ahí.' Era una de las cosas que más le daba curiosidad del sitio, aunque podía esperar para enterarse más. Por fortuna, no tuvo que pedir indicaciones, ya que la administración aparentemente había colocado un mapa con instrucciones hacia las aulas normales así como un par de marcas que advertían detenidamente hacia dónde no ir. Del otro lado, también estaba una entrada que comunicaba con el Departamento de Arqueología, que se aseguro de recordar bien para después.

"Aquí debería de ser." Shirou tocó la puerta por cortesía y esperó unos minutos antes de abrirla, solo para adquirir una expresión de sorpresa. A diferencia de las otras dos aulas, la nueva era muy distinta. Había alrededor de unas cinco mesas redondas con múltiples sillas acomodadas, pero el resto del lugar estaba cubierto por barras con múltiples instrumentos todavía más curiosos, pero de cuyo propósito tenía una idea ya al reconocer algunos siendo similares a cosas que había visto en la forja de los Touzaki. Incluso pudo distinguir un yunque abandonado en un rincón, así como un horno tosco pero de origen indudablemente mágico que emitía cierto brillo verdoso.

'Sabía que era buena idea añadir esta clase.' Pensó mientras buscaba un lugar donde sentarse. Habían varios ya ocupados, aunque ninguno de los presentes le puso atención, estando más ocupados en hablar entre ellos o incluso jugar una especie de juego de cartas.

Para entretenerse, se dispuso a leer sus notas de las dos clases anteriores mientras escuchaba como más personas llegaban al aula, hasta que unas pisadas más fuertes le indicaron la llegada del profesor, y volteo para poder verlo.

Era un hombre un poco más alto de lo normal y con una piel de un tono oliva, suavemente bronceada por el sol. Su rostro estaba bien definido, con pómulos altos y una mandíbula firme así como unos ojos color verde intenso, casi esmeralda, y unas cejas oscuras y arqueadas. El cabello azabache ya mostraba algunas canas, y caía en ondas sobre su frente y ambos costados de su cabeza. Pero la indumentaria que llevaba, definitivamente lo marcaba como un magus.

"Buenas tardes ya." Aun si hablaba inglés, cierto acento podía distinguirse en su tono que delataba que no era su lengua materna. Tampoco disimulaba el no ser precisamente amable como el de Waver y Hosteen Shardan. "Pasare la lista de inmediato." Soltó, mientras que extraía el pliego desde un bolsillo en su chistera.

"Thurstan Albyn."

"Aquí, profesor." Un niño de ojos negros y con la cara llena de pecas levanto una mano, ganandose una mirada de pocos segundos de parte del hombre, antes de continuar con el siguiente. Y al cabo de un rato, alrededor de unos veinte habían pasado ya, con Shirou habiéndose encontrado cerca de la mitad.

"Org Rum."

"Presente." Shirou había parpadeado al reconocer al niño que había hablado... Si es que podría llamársele así, viendo que se trataba del que le sacaba dos cabeza a todos los demás el día del examen y yacía ahí en la mesa central, como una torre silenciosa.

'Fácilmente llegaría a medir unos dos metros cuando sea adulto.' Pensó Shirou, casi estremeciéndose cuando el profesor le dio una palmada a su escritorio mientras veía sus reacciones.

"La asistencia influye en sus calificaciones finales. Asegurense de no faltar."

'Y eso no suena nada bien, claro.' Las dos manos de Shirou se juntaron sobre la mesa mientras esperaba por lo que vendría, hasta que se pudo escuchar como alguien tocaba la puerta y esta se abría de por fuera, revelando así...

¿Una silla de ruedas?

"Mis mas sinceras disculpas, profesor Zuñiga. Me entretuve con algo en el camino." Informó una adolescente sentada en esta mientras inclinaba su cabeza. Cuando la levantó, Shirou de inmediato captó sus facciones y tras compararlas con el niño que estaba empujando la silla detrás, no tardó en unir los puntos.

"Asegúrese de que no sea algo recurrente, señorita Forvedge. El señor Kotcheff habló muy bien de usted, y sería muy desafortunado mancillar aquella imagen." Respondió de una manera un poco menos severa el hombre.

"Muchas gracias, profesor." La joven se volteo. "Caules, puedes irte ya. De aquí en adelante estoy bien."

"Herma..." El recién nombrado Caules hizo ademán de protestar, antes de resignarse y entonces salir, cerrando la puerta detrás suyo mientras que su hermana movía ahora la silla de ruedas por medio de alguna otra forma de taumaturgia.

'O quizás es un código místico también.' Pensó Shirou, regresandole la atención al profesor, quien espero a que la chica encontrara un lugar disponible y entonces dio comienzo.

"Mi nombre es Miramamolín Zuñiga, soy un profesor recibido de la Central de Alquimia de Praga y vengo a impartir este curso por lo menos durante un año a petición de los Archisorte." Se presentó entonces. "Incluso si el nombre de este Departamento parece indicarlo, el estudio y práctica que realiza no es exclusivo a cristales y a otros tipos de piedras preciosas. Sino a todo bien que puede extraerse desde las entrañas de la tierra y que cuente con propiedades místicas. Desde la roca fundida y ardiente, hasta los metales mismos. Y son estos últimos en los que nos concentraremos a lo largo de esta clase."

La relación entre Shirou y la Taumaturgia de Joyería era larga y complicada. Podía usarla, con los mismos problemas y límites que tenía al emplear cualquier otra forma de taumaturgia que no fuera Transmutación Material o Rúnica, pero prefería guardar distancia salvo un par de pequeñas excepciones.

'Eso sin mencionar que Tohsaka ya me odia de por sí.' Pasarse por Fuyuki el siguiente año definitivamente no sería nada agradable si llegaba a enterarse de que encima había estado en cursos de esta, en la misma Facultad de donde su familia había obtenido tanto.

No, la elección de metales le quedaba perfecto con lo que necesitaba.

"Cobre. Hierro. Mercurio. Plata y Oro serán los principales temas de interés aquí." Siguió escuchando al profesor hablar antes de que este se detuviera al ver que alguien había alzado una mano. "¿Si, señorita Forvedge?"

"De pura casualidad. ¿Otros metales y aleaciones?" Shirou parpadeo con eso. Viendo que él solo tenía experiencia con el acero, y realmente no tanta, también le interesaba conocer la respuesta.

"Por supuesto. Bronce, acero y electro tomarán lugar en la siguiente parte del curso." Informó el profesor.

'Como dije, queda perfecto.'

xXx

Facultad de Mineralogía - Museo Británico de Historia Natural

16 de Agosto de 1999, 14: 56 PM…

'Y finalmente, terminan las clases por hoy.' Pensó Shirou una vez que salió del salón. Le hubiera gustado preguntarle algunas cosas al nuevo profesor, pero apenas había concluido la sesión este se había visto rodeado de otros alumnos, incluida la chica en silla de ruedas. Quizas debia de sentarse más cerca del escritorio de este en caso de que quisiera hacerlo y no tener que esperar. Claro, podría tomarse unos minutos... Pero Shirou no quería arriesgarse a que Kiritsugu tuviera comida a domicilio o lo arrastrara a un restaurante cuando llegara a la casa. 'Que rápido consiguió vivienda aquí, encima.'

Sin embargo, había aprendido ya desde hace años a no cuestionar mucho el alcance de los recursos de Kiritsugu. Ya que incluso después de las multas que tuvieron que pagarle al Clan Tohsaka formalmente por haber instruido en su territorio sin autorización, su padre le había confesado prácticamente, que tenía todavía algo más de dinero por ahí.

'Y ellos también tenían... Pero el Buro, Misaya y el padre de Ayaka lo tomaron.' Era difícil para Shirou el sentirse molesto por ello, conservaba solo una cosa de esa familia y era suficiente. Sacudió un poco su cabeza para poder pensar en otra cosa, y entonces abordó el riel en el lado opuesto tras atravesar unas escaleras estratégicamente colocadas para permitir el paso. El vagón en el que entró estaba casi desprovisto de pasajeros, y ninguno le dedicó una segunda mirada apenas tomó asiento y soltó un pequeño suspiro.

'Y este es solo el primer día.' Pensó, una vez que el riel comenzaba a moverse. Y sin mencionar que faltaban todavía otras tres clases que experimentar. Si no le fallaba la memoria, las tendría justamente el día de mañana. 'Seguramente se pondrá más difícil, y tendré que ver como me las arreglo si tocamos cosas de práctica.' Pero esas preocupaciones realmente no le afectaban tanto, no después de todo lo que había pasado. 'Estaré bien.'

Viendo que faltaba todavía un buen tiempo para llegar hasta el Departamento de Fundamentos Generales, pensó en descansar un rato y cerrar los ojos.

Los gritos eran lo peor, y solo servían como preludio de lo que se avecinaba. Por más que quisiera apartar los ojos de las grotescas formas que estaban adquiriendo todos aquellos alrededor suyo, las sombras mismas se encargaban de darle una buena vista de ello. Sombras que se burlaban y no le dejaban escapar. Unos ojos tan familiares para él abiertos de par en par mientras que una carcajada sumida en la locura le hacía estremecerse aún cuando retrocedía tras observar la silueta de las colas proyectándose desde la sombra. El olor a pólvora en el aire y el tintineo del metal atravesándolo le invadió mientras evitaba no quedar en fuego cruzado de la cruenta pelea, pero la seguridad no fue mejor al ser perseguido frenéticamente por una pesadilla enmascarada, cuyas cuchillas buscaban alcanzarlo, y entonces era reemplazada por una peor en una pila de calaveras sonrientes de cuyas bocas emergia una carcajada burlona todavía peor.

Ţ̵̛̛̼̭̤̫̟̘͕̹̤̰̻̘̍̇̃͝ͅẻ̷͇̱̙̲̣͕̼̮̍͒̃͂̀̏̍ ̵̰̦̙̺̘͈͔̮͖̞̪͎̖̺́̍̎̍̍̓̉̃̍̅̈́̾̉͝ͅọ̸͑͛͒̇̈́̆͝͝d̴̟͈̣̳̹͔̠̲̂̅́̉̒͑́̄͛̓͝i̸͍̰͙̤̤͙͗̈̋̐͝ǫ̵̨͍̜̖̲̤̩͎̝̙͕̹͗͆̎͜͜.̷̝̬̺̖͂̋̏̽̈́͐̊͒̆̍͆̔̐̚ͅ ̷̳̙̫̋͌̄̀̅̾͒̔̓̉̃̚͝ͅT̸̟̘̙̬̺̻͇͔̞̗̂̂͐͒̓̈́̊͜e̶̢̩͔̮͈̭̥̯̓̃͂̀͂̌̎̈́̓͛̾̿̚̕͠ͅ ̴̨̬̠͓̦̝̠̹̭́̒̇̂̋̒͊́͑͗̍̇̇͋ǫ̵̧̗͎̬̱̟̜̮̙̳̼̦̭̯͂͜ͅḑ̴̢̛̯̲͉͕̦̗͍͔̤̮̟̑̿̅̽͂̀͘ĭ̷̦̯͖͈̦̟̪̞͆̽͒̈̐̕o̵̡̻̅͂̅͊́̑͒̇̇͂̔͐̆̚̚.̶̛̭̺͓͉̼͉̮̝̼͙̋̅̃̂͋̇̓́͗̽͋͘ ̷̯̭̅T̶͕͔̙̥̰̮̗̬̹͎͇̳͓̺͂̃̈́͊̾̽̿̿̀̋̉̌͝e̵͖̩̲͎̞͈͇̠̪͙͖̎͛̀̽̀̂̿ ̵̜̮̙̀̑̋͘ơ̴͍̏d̶̨̨̢̛͖͉̣̰̝̘̰̤̥͍̖͆̈́̎̆̏͒̃͒̇̆̈́̓͝ͅi̸̧̛̥̮͈̼͙̪̺̞̤̮͌̓̾̂͛͗̂̓̉͊̽͛̚͜͝ŏ̸̭̰̺̗̦͒̉̿̽̀̇͒̽̽͋̈͘͘͝͝.̷̢̨̧̨͚̦͉͔̞͈̝̞̗̿̉̄͐̆̄̀̂̍̈́͊̑̚͜ͅͅ

Ojos muertos le miraban con un rencor venenoso, sus palabras acompañadas con el siseo de incontables serpientes. Y entonces había más caos sin forma; una inundación que todo lo arrastraba mientras que un niño asesinado arremetía con furia ante el mundo que lo había olvidado.

T̶̡̨̢̖̫̫̖̼̺̖̥̻͑̿ͅơ̶͍̱̳̟̗̬̝̘̥͎̱͍̬͗͌̏̇͛̈̒̌̆̔̈̚̚͜d̸̢̨̢̲̞̱̘̗̺͔̆̍̑̐͗̌͆̀͑̾̎͝o̴̗̼͙̖̻̥͙̘̣͕̙̹̦̠̞̯͂͊ ̶̧̯͉̹͔̝̀̈̊́̈́̇̽͂̃͗̾͐̚͜e̴̢̗̜͉͖͖͚̊ş̴̡̨̮̖̤̩̺̲̰̬̰̦̳̫̱̽̉̿̊̍͗̀͑̂͛̇̑͆͝͝ ̴̡͓̟̈́̔̂͂̾̄͒̏͗t̸̛̗̖͍̍̽̐͛̎̔̃͑̃u̸̪̦͎̣̅͗̽̂̑̌̌́́̆̓̅̒̆̚͠ ̵̡̰̫̝̞̙̹̜͖͙͌̈́̂̅͌̔̒͐͋̎̅̍͒͘̕̚̕ͅc̵̩̙̺̈́̒͌̾̓͗̎̄͛͐́̚u̵̧̞͎̫̖̗̞͐͗̔̈́̔͆͌͝ļ̵̨͚͍̞̰̽̂̍̐̎̓͌̃̎ͅp̸̞̪̫̫̰̪̖̤͙̞̯͚̹̪̾͒a̵̟̬̎͛̓͂͗͂̂̊͌̌͒͘̚͘͝͝.̶̱̺͙͕̤̤̀̓̂̉̏̀̽̓̀͂͒͑͐̈́

Entropía; la luz lo destruía todo y nada podía hacer aun ante semejantes escamas. La vorágine amenazaba con consumirlo y nada podía detenerla; las calles estaban bañadas en sangre ya y el fuego se propagaba. La luna incluso se había tornado carmesí, y la barrera cedia.

Ĕ̷̡͕͚͖̐ŝ̶͔̖͍̥͇̗̊͘ĉ̴͇͚̑̎̓̐́͌͛̊́̄͘̚ù̷͈̭̩͔̦̺̫̐̂̚c̸͚̣͖͙̙̘̖̻͎̙̓͒̓̊̅̓̊̍̋̎͆̿͌̕͜h̴͙͇͐̉̇͝a̶̧̧̛̛̟̺̮̻̥̹̹̟̫̩̓̀̇̋̑̈́̐̀͜͠͠ͅ ̵̞͇̼̇̔̈́͂͊̌̈́̾̈̄̉̎̉̚̚̚ĺ̴̡̝̻͔͖̣̩̪̞̙͕̥̰̯̞̑͆͒͌̌͌͋̾̕å̵̢̨̭̖̟̺̮̟͔̻̱͍̘̤͖͒̀̾͊͌̓̄͂̍̎̚̕̕͜͝ ̶̡̺̖͖͇͖͓͚͓̞̜͉̺͑̂͋̈́̆̓͒̔̐̾̐̉͗͘̕͜͝l̵̡͓̥͖̜̦͚̩̭̱̱͕̭̐̈́̊͆͛̉̏͘͝l̸̨̡̧̢͇̪̩̙͖̪͉̰̻͖̓ͅä̵̡̰̘̘̹̩͚́̈́̐̋̄̃̀̂̈̏̄̄͆͆͊̉̚͜m̷͔̼̾͊̌̈́͐̈́̔̅͗͐̈́͠ȧ̵̝̪̬͇͎̰̻͉̼̈́̊͑́̍͗̂͋̈́̍̃͠d̵̬̮͇̠̹͌a̴̭̻̬̝͍̮̺̫̼̹̘̼͑̓̀̓̈́̎͛͋̓͒͠.̵̗͙͉̙̻̰͔͉̝͉͒̅̎̂̇͗̍̌͑̑̋͝ͅ ̷̣̯͎̹̽̆̀͗̀̏D̸̨̛̛̦̲͈́́́̀̕̕̕͝͝à̸̛̛̩̂̾̓̉͂̈́̆̄̓ ̷̧̨͍̜̳̤͈̫̭̼͉̃͌̏͛̀͛̾̕͝͠ĺ̶̨͍͓̬̲̗̔͋͋̑u̴̡̢̡̟̮̥̪̖͙͚̟̻͓̰̍̍͛ͅz̶̧̩̰͕̬͇̬͚̘̝͊͋̇́̈́͝ ̴̯͍̱̟̹͓̮̬̥͈̩̩̭̇ą̷̹̼̟͙͇͚̜̖̳͙̜͍̜̻̳̔̉̿̍̊̅̈́͝ ̵͎͛̏́̊̓̿̇̈̔̃̅̎̓̀̚ḽ̸̢̢̛̩͚̱̖̩͎̠̥̞̦͈͈̣̥͑̀̀̆͐͂́ą̵̧͖̞͎̹̫͊̂͌̂̔͘ ̶̨̛͉̼͍͉͖͇̗͇̖̗̙͎̇̉̈́̋͆s̸̡̡̧̜̹̹̳͍̣̝͕̰̮͓̄̉͂͐͊͛̒̋̊̑̅̈́̋̆̕͘͘͜e̴̮̯͎͖̰̘͎̞̱̖̓̌̓ͅr̶̨͕͙̗̭̜͈̠͚̹̘̠̮͈͙̽͂̇̋̆̓̀̏̓͌͘p̴̺̲͖̫͍̙͚͇͇͚̣̥͆͗͋̑ī̶̛̲͍͓̳̝̺̲̰͛̿͆̍͊̒̀́̐̽̕̚͝ͅe̷̖͖͒̍͠ņ̴̡͉̦͍̣̻͙̥̻̝͚̉̂̀̽̍̿̃͐̈́͌͜ͅt̷͇̳̱̜̻͍̺̽͜͜ͅȩ̷͚͔͎͓̖̘̏̾̈́̋͜͝͝.̸͖̲̮͍̲̻̔̌͋̇̆̌̍͐͊͑͆̈͘ͅ

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Llamas, como aquellas de donde había nacido. Un anillo de fuego rodeandole mientras que una lluvia de acero daba cuenta del espíritu que le usaba como si fuera un abrigo. La ilusión que se tornaba realidad de la ȩ̸̠͓̍́̍̆̈́ṣ̷̛͉̫̤̝͇͓̫͋̅̓̍͂p̸̢̧̛̦̮̯͓͔̯͓͓̣̊͐͐̋̽̔̓͆́̾̓̋̓̋̕ͅa̷̡̟̺̙̝̦̯̤̞̭̮̋̈́̀͋̓͘ͅd̵̨̢̢̡̘̞̦̙͔͔̝͇̀̎̇̉͌́̈̓̔̽̽̉̀̔͝ͅa̴͈̩̭͈̰͔̤͌͂͛͛̇́͐̈̿͒͘ ̵̧͍̮̐̂̿̃̄q̶̡̢̥̣͈̺̩̐̓̂̉̀u̵͈̻̙͑͗̉͐́̽͌͆͑̕͘̚ȩ̸͈̬̮͇̰͍̝̈́͑̊̐́̇́̇̾͗͆͊̽́̓ͅ ̵̨̱̝̘̣̟̠̖͓̓̏͋̾͗̒́͝ë̵̡̨̛͉̥̱̫̹̞̯̦̝́́̈́̿̈́͑́͋͒͌͂͊̕̚͠m̸̨̬̖̥̙̞̳̠͖͖̱̫̏̏̈̍̃͜͠e̶͔͎̊̓̐̾͂͗̊̓͑͝͝r̴̝̖̮͔̝͇̽ģ̵̠̤͚̭͖̭̼̫͖̺̟͇͚̮̓͌̍̏̈́͆̾̈́͂̑̈́̌̇͂͘͘͠ỉ̵̧̥͙̯̦͎̤́͋̃̔̇͒̕͜ó̶̢͈͎̲͍̥̤̘̞̝̬̈̀̏̽̒̾̍͋̑͘͘͜ͅͅ ̸̨̡̨̞̟̱̘̺̻͈͕̟͙̬̀͜d̷̗͓̗̮̼̜͗́̾́͜͠ę̴̧̡̭̱̮͓̹̟̱̺̠̳͚̹̟̀͜ ̴̨̧̨̲̜̠̭̩͙̞̦͇̰͇͌̇͊͑̃̋̀̓͆̏͘͝͠l̵̨̛̦̗̙̘̩͐̿̐̉̐̆́́̿̔a̵̤̝̩͖̙̲̖̣͔̣͓̤̱̐ͅ ̵̡̧̡̛̺͔̺̲̫̬̫̖̗̥̝̘͎͆̿͌̇̈́͝͝ș̶̨̜̪̗̗̯̺̲͈̪͐̂̈́̒̉̋̐̅̈́̇̅͆̄͘͠ͅȩ̴̗͖̤̤̺͓̜̣̥͌̚͝͝r̸̯̜̳̳̤͉͇̝̠͓̠͔̬̜̞̱͒̄̈́͠p̴͇̏̉͊̿͂͘͠i̴̡̨̫̞̺͍͈̍̾̇̋̓̑̐̆̋̐̄̓̊̎͌̕ë̵̡͙̞͉̟̟́͊̒̌̍́̌͗̎͋̏n̷̫̱͕͓͕̹͇̑͛̾̆̏̎̽́̊́͗̐ț̷̡̛̤̞͇̯̝̯̝͈͕̘̑̃̉̈́͗́̒̈́̈́̔́̀̓͛̋̕͜͜e̴͇͍̲͔͆̂̏́̿.̵̧̱̝̭̥̩̼͖̤̞̔̎͋̋̏́̈̑͘̕̚

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"Departamento de Fundamentos Generales, Mystille. Favor de esperar a que las puertas se abran antes de abordar."

"Ugh... Sabia que olvidaba algo." Shirou se llevó una mano a la sien antes de sacudir ligeramente su cabeza. Antes de cocinar, tomaría un poco de la poción que asesinaba sueños. Demasiado tenía con no querer pensar en esos durante el día como para tener que lidiar con ellos cada vez que cerrara los párpados y se acomodara.

Apenas llegó a las instalaciones de la facultad, estuvo a nada de dirigirse hacia la salida. Sin embargo, terminó por pensarlo bien y subir unas escaleras más para poder dirigirse a cierta área que recordaba del viernes. 'Con algo de suerte estará por ahí y no dará otra clase o comiendo.'

Y efectivamente, estaba ahí.

"Ah, Shirou. ¿Que tal el resto de tus clases?" Con una taza de té humeante al lado, Waver lucía totalmente tranquilo.

"Bien. Solo tuve Teoría Estructural de Hechizos y Propiedades Esotéricas de los Metales." Respondió Shirou desde la puerta del cubículo. No planeaba quedarse mucho tiempo, y Waver lo entendió rápidamente desde donde estaba. "Aunque mañana me tocan las demás."

"¿Tumularios de Europa Occidental, Programación Mística y cual otra?"

"Maldiciones de Asia Central."

"Ah, la de Gaurika. Ella ama los ensayos, así que no te extrañes si terminas teniendo que entregar uno casi cada clase." Le informo Waver, antes de añadir. "Lo que me recuerda. Puedes seguir contactarme por vía electrónica sin problemas como siempre, pero vas a tener que agendar una cita directa si lo quieres presencial. Cuando no estoy dando tutorías ocasionales aquí, a veces tengo que ir a otros salones o hasta sus casas."

"Oh, entiendo." Shirou asintió desde donde estaba. "Te enviaré algún mensaje si necesito ayuda con algo entonces."

"Muy bien. No hay mucho que pueda decirte, Shirou." Waver junto ambas manos sobre el escritorio antes de continuar. "Estudia duro y trata de no llamar la atención. ¿Quien sabe? Puede que hasta encuentres nuevos amigos aquí."

"Lo intentare." Respondió Shirou mientras que asentía. Había prometido justamente el escribir dos veces por mes, aunque sabía que seguramente tendría todavía más cosas que contar tan solo en la primera de las cartas. Pero ya podría preocuparse más adelante por eso. "Gracias por todo."

"No hay nada que agradecer. Y recuerda lo que te dije del uniforme." Le recordó Waver antes de que Shirou cerrara la puerta y entonces parpadeó un tanto perplejo. "Eso me recuerda a mi... Había otra cosa que iba a decirle." Tras casi dos minutos de contemplación, se limitó a encogerse de hombros y entonces continuar con su trabajo.

Salir de la Torre rumbo al Palacio de Westminster fue... Curioso. De un lado, estaba casi siendo asediado por varios otros magi que querían dirigirse hacia la salida, mientras que del otro, todos parecían ser personas ordinarias yendo de paseo por el lugar. No tenía manera de detectarlos, pero había encantamientos bastante precisos colocados por el sitio que se encargaban de mantener alejados de la vista de las personas normales a quienes tuvieran circuitos mágicos al menos.

'Que util.' Había pensado Shirou antes de dirigirse hacia los baños más cercanos para poder desprenderse de la chaqueta de su uniforme y entonces guardarla en su mochila. Le tomaría todavía unos cuarenta minutos más el poder llegar hasta su casa, y eso cuando el segundo autobús que había tomado le dejó del otro lado del río Támesis y en una parada a tres calles del edificio de apartamentos donde Kiritsugu había encontrado un sitio donde ambos vivirian por el resto del año y quizas mas.

No era un lugar precisamente bonito, pero Shirou realmente no solía criticar cosas así. Tenía lo que necesitaban y eso era suficiente. Intentó saludar al portero, solo para verlo dormitar en su silla contra la pared y entonces caminó hacia la cuarta puerta del primer piso antes de extraer la llave desde su mochila.

"Ya llegue." Dijo tras entrar y cerrar la puerta.

Era un poco más grande por dentro de lo que aparentaba, exponiendo una sala de estar de tamaño moderado que servía también como comedor, y comunicaba a la cocina. Un corto pasillo llevaba a un baño, y dos habitaciones de dimensiones ordinarias. Aunque había también una última puerta que conducía a un sótano.

"¿Pápa?" Shirou se acercó primero a la cocina, casi esperando ver una nota de Kiritsugu, solo para extrañarse al no encontrar nada. '¿Estará en su cuarto?'

Y fue entonces que captó el distintivo olor de un campo delimitante siendo colocado, y de inmediato dirigió su mirada hacia la puerta del sótano. Esa era la razón por la cual Kiritsugu había conseguido el sitio, quería un espacio así.

Abrió la puerta y descendió por las escaleras, sin saber qué esperar realmente, y apenas sus pies tocaron suelo sólido nuevamente parpadearon al observar...

'¿Esas son dianas de tiro?' Miro hacia la izquierda y distinguir un enorme estuche negro de apariencia curiosa que juraba no haber visto nunca; y apenas volteo su cabeza hacia la otra direccion, encontró un segundo mas abierto.

"Oh, Shirou. ¿Qué tal te fue en la escuela?" Le preguntó Kiritsugu, quien estaba sentado en un taburete al lado del estuche y sosteniendo un rifle de asalto demasiado familiar mientras le pasaba un trapo encima.

Shirou solamente soltó un último suspiro.

xXx

Localización desconocida.

16 de Agosto de 1999, 19: 08 PM…

La cámara subterránea estaba totalmente aislada del resto del taller con tal de evitar algún tipo de interferencia externa con los mecanismos de este, y era fácil de entender tal precaución al observar el inmenso círculo mágico grabado en el suelo con un patrón hexagonal ocupando buena parte de su forma. Normalmente permanecía inactivo y no era recomendable usarlo para otro misterio salvo que se tomaran ciertas precauciones, pero el no se arriesgaría a vulnerar su posición incluso para probar que sus habilidades no debían de ser cuestionadas.

El olor de éter en el aire, mezclado con un poco de su sangre en un pequeño cuenco le hizo agitar su cabeza en disgusto antes de comenzar a verterlo por las líneas que conformaban el círculo mientras activaba sus circuitos. Poco a poco, este comenzó a despertar hasta iluminarse por completo, y tomó asiento en el sillón colocado estratégicamente a un lado para no tener que estar parado durante la reunión.

Poco a poco, cuatro siluetas fantasmales comenzaron a manifestarse en distintos segmentos del hexágono. Eran sombras pálidas y desprovistas de algún rasgo notable. Aun si conocía los rostros de algunos, era tan solo otra medida de precaución más.

"Este sistema es demasiado... Burdo." Una de las voces comentó. "Incluso con la seguridad que mantiene, hay riesgos de ser rastreado por aquellos que sepan bien donde buscar. He sugerido ya el reemplazarlo algo equivalente en mi interferencia de espiritrones. No habrá magus en la faz de la tierra capaz de perforarlo."

"Tu sugerencia tiene sus méritos, Antares. Pero ahora mismo, hemos de discutir la razón por la cual esta reunión fue convocada." Una segunda voz le respondió, antes de poder sentir como ahora se concentraba en él, seguido por las otras tres presencias. Dicho anfitrión agradeció que el sistema de comunicación evitaba que pudieran ver lo nervioso que estaba, no era estupido. Con la excepción del misterioso Babel, sabía bien que los demás miembros eran mucho más experimentados que él y no era un secreto que lo veían por debajo de ellos.

"Uno de mis contactos me ha informado que Kiritsugu Emiya fue visto en Londres durante estos días." Decidió ser directo. "Supuse que era algo que debía de comunicar en vista de ser un asunto delicado. El fue quien terminó con la vida de Wagner, nuestro anterior miembro después de todo."

No hubo una reacción tan marcada de parte de las cuatro siluetas por varios segundos, hasta que Antares rompió el silencio.

"Kiritsugu Emiya enfrentó a Wagner, más no lo mató. Quien dio el golpe de gracia fue el ejecutor con quien había estado peleando... Enfrentamiento donde mi predecesor buscó intervenir, forzando así una cooperación entre ambos." Afirmó Antares, antes de añadir. "Y no representa un cabo suelto, ya que jamás mencionó nada de nuestra cofradía."

"Aun así, eliminarlo por nuestra cuenta se me figura un gasto inutil." La segunda voz que había hablado volvió a manifestarse. "¿Qué es para nosotros salvo un elemento ajeno a nuestros agentes u enemigos? Un mercenario con cierta notoriedad que cayó en desgracia, y hasta hace poco salió desde las sombras. Hombres como él sobran en este mundo. Estar en el momento equivocado en el lugar equivocado gracias al lio de Wagner no me parece una razón válida para ir tras él."

"Incluso si la pérdida de Wagner estuvo ligada con su intervención... Además de la de uno de nuestros maestros. Ese debacle hubiera terminado de manera funesta aún con otras circunstancias. Hemos ocupado nuevamente su asiento con el señor Antares aquí presente, pero hemos perdido valiosos progresos y acceso rápido a los recursos desarrollados por él. Hamask y Gizurr, principalmente." Una nueva voz habló. "Arachne por sí sola es incapaz de continuar con aquella labor, Agrippa."

"Paz, Iolo." Agrippa pareció hacer un gesto con su mano derecha. "Solamente expongo mis razones para no invertir más de nuestro tiempo y recursos en algo que no vale la pena."

"Sobre eso, mis señores." El anfitrión creyó que era el momento apropiado para intervenir de nuevo. "Justamente tenía una solución pensada ya. Esperaba exponerla tras informarles lo que dije. Es algo que no los involucrara a ustedes y tampoco requeriría mucho de mi propia hacienda."

"Nombrala." Más que una sugestión cortes, el reconoció una orden tras escucharla.

"Ofrecer a Kiritsugu Emiya al Credo. La carnada perfecta para algo que llevan buscando por años, y es justamente ese hombre el último que debió de tenerla en su posesión."

"Por supuesto... Tus informes sobre cómo los equelones del Credo fracasaron en impedir el saqueo de parte de los Einzbern a la capilla en las ruinas de Tintagel donde la tenían resguardada desde hace siglos, fueron bastante interesantes." Recordó Iolo, habiendo conectado los puntos. "Y aun si no fuese por mi presencia durante los últimos momentos de la Cuarta Guerra del Grial, el testimonio de la señorita Tiffauges sobre la invocación del Rey Arturo en ese ritual es claro al respecto."

"Y el Credo tampoco ha tenido éxito en adentrarse en el dominio de los Einzbern encima, quienes se han aislado aún más desde hace cinco años." Agrippa mencionó, con un dejo de desagrado filtrándose en su voz. "Algo en lo que tampoco hemos tenido éxito. El viejo león de Jubsteich ha erigido un baluarte infranqueable que ni siquiera los altos mandos de la Central de Alquimistas pueden atravesar con facilidad por asuntos oficiales."

Antares permaneció en silencio y tenía sentido. No estaba tan enterado de cuán vasto era el alcance de los Seis, aun. Babel por otro lado, raras veces hablaba. Y mientras menos se mencionara a la única mujer perteneciente a la cofradía, mejor.

"Estamos en acuerdo todos, entonces." Iolo habló de nuevo, antes de dirigirse hacia él. "Tienes nuestra autorización para obrar como creas correcto en lo que concierne a Kiritsugu Emiya, con el Credo. Conoces ya nuestras condiciones, sin embargo."

"Mantener la cofradía completamente oculta y dejar de lado mis proyectos personales." Confirmó con una leve reverencia, sabiendo ya lo que diría.

"Es correcto." Agrippa habló después. "Lo dejamos en tus manos... Gólgota."


A/N: La primera escena de este capítulo, originalmente iba a ser el prólogo del libro entero. Sin embargo, contrastaba terriblemente con la secuencia del sueño que salía al principio del capítulo anterior y tuvo que ser movida aquí.

Descansa en paz, Orville Goodfellow. Fuiste creado para morir, no te extrañaremos.

Fuera de eso. El primer día de escuela de Shirou, el primero de muchos. De una vez, he de advertir que este arco empezará un poco "lento" y no veremos acción directa hasta eso del sexto capítulo. Lo lamento, pero a estas alturas ya es medio evidente que me gusta tomarme mi tiempo. Aunque eso sí, la acción que se viene en los últimos cuatro capítulos va a ser bastante intensa. Este arco "introductorio" consta de tan solo unos once, y el siguiente de unos trece, donde veremos todavía más acción aun. Los otros dos que le siguen por otro lado, aún están en proceso de planeación.

Pero al final… Wow, los que se durmieron durante cierto arco argumental de Case Files llorarán de emoción.

Nuevamente, no coloco spoilers directos para Libro 1, pero no es muy difícil unir los puntos aquí en algunas cosas. Y además, tenemos otra introducción a quienes fungen como los antagonistas de escala mayor en esta historia.

Espero lo hayan disfrutado. La siguiente entrega será quizás en unas dos semanas, ya que conseguí terminar los resúmenes arreglados de los tres siguientes capítulos del Libro 1.

Hasta entonces.

Melqart. 22/07/24.