Capítulo 23
George estaba desesperado, habían tenido que esperar a que el chico llegara y no fue hasta el día siguiente que lo hizo. En cuanto llego, George se le echo encima y lo agarro.
-¿Dónde la tienen? -gruño George agarrando fuertemente al chico.
Necesitaron de Charlie y Bill para conseguir que George le soltara.
-mi madre me a informado, de que la tienen encerrada en una celda, de una de las mansiones de la familia de ella -soltó Blaise colocándose la ropa como si nada.
-¿sabes donde esta? -pregunto Molly seria mientras se acercaba.
-por ahora no se puede, acaban de sacar a mi madre de Azkaban y esta intentando volver a ganarse la confianza de los mortifagos y por lo que me ha dicho esa casa y su terreno tiene un hechizo anti aparición, saben que vais a ir -informo Blaise sentándose en una de las sillones.
-¿y que vamos a hacer ahora? -pregunto angustiada Molly mientras su marido la abrazaba.
Zabinni sonrió y se sacudió una mota de polvo invisible del pantalón y los miro.
-deberéis tener paciencia, mi madre esta intentando convencer a los mortifagos que saquen al loco del padre de Theo, en cuanto lo saquen tendremos las puertas abiertas y mucho mas ayuda en el interior -explico Blaise suspirando.
-no podemos esperar tanto tiempo -soltó George frustrado -hay que sacarla de allí ahora.
-hijo, sé que es difícil lo que te voy a pedir, pero tiene razón y hay que tener paciencia -soltó Arthur mirando a su hijo preocupado.
George enfadado salió del salón y se dirigió hacia las escaleras para ir a la habitación donde estaba su hija.
-hay que vigilarle, me da miedo que haga una tontería -dijo Molly preocupada mirando hacia las escaleras.
-hablare con el -soltó Percy para después irse a buscar a su hermano.
-hay que avisar a McGonnagall y a la orden -dijo Arthur para luego irse.
Por la tarde Minerva organizo una reunión en donde quedaron a la espera de que los avisara la madre de Blaise, cosa que molesto a George, pero gracias a la conversación con Percy se mantuvo tranquilo.
En otra zona muy lejos de allí un par de mortifagos se dirigían hacia las mazmorras.
-¿tu crees que funcione? -pregunto uno de ellos mientras entraban en las mazmorras.
En cuanto llegaron a la celda cogieron a la chica y ataron a una camilla que hicieron aparecer.
-si, con el hechizo que le lanzaste no se despertara hasta mañana y si le hacemos crees que su esposo esta muerto, la podremos controlar mejor, solo es manipular la mente – susurro el otro mientras sacaba la varita con una sonrisa en la cara.
-así, ser nuestra para siempre -soltó el otro riendo macabramente.
-hay que organizar la reunión hoy, tenemos que atacar cuanto antes -dijo él más alto mientras salían -¿Cuántos mortifagos se nos han unido? -pregunto a su compañero.
-somos unos cuatrocientos y vienen mas -dijo el otro orgulloso saliendo de las mazmorras -la señora Zabinni estuvo hablando conmigo, para que saquemos al señor Nott, dice que seria un buen pilar para nuestras filas -explico mirando a su compañero.
El otro se quedo unos cuantos segundos pensativo y luego asintió.
-creo que tiene razón, organizare a unos cuantos mortifagos para que lo saquen de allí -informo para luego irse a buscar a los mortifagos.
Era ya de noche, George se había quedado en la Madriguera, ya que no quería separarse de su hija, suspiro mientras la miraba.
-te prometo que traeré a tu mama, los dos la necesitamos -susurro mientras la acariciaba la mejilla.
-"es preciosa" -oyó la voz de su hermano Fred detrás suyo.
George se giro y lo miro sorprendido.
-¿Fred, que haces aquí? -pregunto George separándose un poco de su hija, para no despertarla.
-allí arriba nos hemos enterado de lo ocurrido y quería saber cómo estabas -soltó Fred mirando a su hermano preocupado.
-¿ sabes como esta? – pregunto George angustiado mirando el fantasma de su hermano.
-si, por ahora esta bien, no la han hecho daño, pero han manipulado su mente, la han hecho creer que tú has muerto -explico Fred mirando serio a su hermano.
George suspiro y se sentó en su cama mientras Fred se acercaba a la cuna con una sonrisa.
-va a ser como yo, se lo veo en el rostro -susurro Fred mirando con adoración a su sobrina.
-pero tiene el genio de su madre -soltó George mirándolos con una pequeña sonrisa.
Estuvieron un par de minutos en silencio, hasta que George se revolvía el pelo con frustración.
-¿Qué voy a hacer? -pregunto desesperado mientras miraba hacia la ventana.
-traerás de vuelta a tu esposa, pero eso no lo conseguirás si no tienes paciencia y esperas el momento adecuado, confía en Zabinni -dijo Fred acercándose a su hermano.
George fue a decir algo, pero Fred se lo impidió.
-hazme caso, todo saldrá bien, acuérdate que siempre fui yo el que tenía ideas buenas, confía en mi -soltó Fred sonriendo travieso.
-recuerda que siempre nos metías en problemas con tus ideas -soltó mirándola de reojo.
-ya, ¿pero eran buenas ideas o no? -pregunto riendo.
George asintió con una sonrisa, mientras Fred volvía a mirar a Wendy.
