Descargo: Type-Moon y Puella Magi son propiedad de sus respectivos creadores, sólo escribo un Fanfic.

Nota del Autor: Pienso que ya todos lo saben[...] Luca Saijou es un OC basado en el hermano mayor de Miyu y el hijo de Elsa Saijou. Corregí un poco la línea temporal en los capítulos anteriores, luego de comprobar las fechas necesité corregir el año, y ahora todo parece encajar en su lugar.

Capítulo 03.

25 de Abril, 2011 – Mitakihara.

Utilizando su Gema del Alma para ubicar señales de magia era simple, una de las funciones básicas que tuvieron y ayudaron a encontrar los Laberintos de las Brujas. Akemi no estaba segura si esto percibe la dimensión aislada donde se encontraban, pero eran útiles al momento de buscar la magia de alguien en particular. Sentir el potencial mágico o la magia de alguien cerca es sencillo, pero necesita su gema para distancias mayores.

Es bastante complicado ubicar a alguien en específico, si no reconoces su "firma mágica" por así decirlo, Akemi en éste caso buscó por una inconfundible señal compuesta de múltiples aspectos. Tanto que era desconcertante, contradictorio y preocupante a su vez, no que ella fuera a vocear sus impresiones en eso. Buscando por esa mezcla de sensaciones, como una quimera, Akemi se dirigió hacia un área residencial un poco más lejos del lugar de Kaname.

—¿Es en serio?.

—Olvidé preguntarle dónde vive, y no creo que vayamos a encontrarlo por la calle a éstas horas.

Había anochecido mientras Homura y su socia Aki cazaban Brujas, o intentaban cazarlas porque no lograron encontrar un rastro en horas. Durante ese tiempo, tanto la viajera del tiempo como la cinéfila sólo conversaron, hasta que Akemi decidió que llevaría a la peliverde a conocer a Saijou. Sin importarle mucho si Mabayu objetaba, sabiendo que la chica se resignaría pronto y la acompañaría.

—Sólo una cuadra más, realizaré unas cuantas preguntas, todavía tengo dudas en ciertas cosas de las que hablamos.

—¿Dijiste que no podemos conversar por telepatía con él?.

—Saijou fue quien comentó eso, no es que pueda comprobar… La Incubadora ha estado evitándome en estos días.

Saltando desde los techos de un pequeño edificio a la calle, Akemi observó su entorno iluminado por farolas, como Aki saltó a su lado y aterrizó suavemente. La peliverde tenía un adorable ceño fruncido, notando que la pelinegra miraba a sus alrededores de esa forma. Como si ella estuviera comprobando si alguien estaba vigilando, a pesar que la calle parecía desierta sin ningún transeúnte. Tras unos segundos, la viajera del tiempo caminó por la carretera sin más, aparentemente no encontrando nada fuera de lo ordinario.

—¿Kyubey te está evitando? Debe ser porque volviste a asesinar sus cuerpos.

—No es como que a la rata le importe un par de docenas de cuerpos, imagino que encuentra inflexible desperdiciar energía ahora que… Kaname Madoka no está de incentivo.

—De todas formas, ¿Ya estamos cerca, no?.

Sin responder de manera verbal, Akemi avanzó a una casa "ordinaria" con pocas luces encendidas, y cerca del patio de la residencia sintió una diferencia. Se trata del mismo sentimiento generado por los "campos" de Saijou, las barreras que el chico levantaba con suma sencillez. Ella sintió su cuerpo cruzando un borde o una frontera invisible, la palpable impresión de la desconcertante magia del pelirrojo era fácilmente reconocible.

—Aquí.

—Eh, sólo es una residencia normal.

Observando la casa de dos plantas, con un patio ordinario y una placa marcando el apellido "Saijou", Mabayu tenía un rostro decepcionado como si hubiera esperado "más" de un mago.

—¿Esperabas una mansión?.

—Sabiendo que es un mago, puede que la casa en el interior sea igual a un castillo embrujado.

—... ¿Hablas de una película?.

Akemi miró extrañada a su[...] "Amiga"(?), ella no sabía cómo catalogar su relación con Mabayu. Puede que asociada, colega o compañera sean una forma de verlo, no tenía cómo expresarlo apropiadamente en el momento. Incluso si en el fondo Akemi apreciaba su presencia, nunca fue buena expresándose y demostrando eso.

—... Sacrilegio, ¿Cómo no conoces esa película?.

—Aki Mabayu…

—Vamos, quiero ver si tiene un demonio que haya comido su corazón…

—Estoy segura que no posee algo como eso.

Recibiendo una mirada extraña de Aki, que Homura decidió que no valía la pena descifrar, cambió su enfoque a la puerta a cinco metros de distancia. Caminando sin darle mucha importancia a las películas de la cinéfila, la pelinegra se sorprendió un poco cuando la puerta se abrió antes de que ella pudiera llamar.

Abriendo la puerta de la casa se hallaba Saijou, luciendo más afable que cuando lo vió por última vez, a pesar de no sonreír ni nada se le veía bienvenido. Notó sus ojos dorados vagando lejos de ella, conforme examinó a su compañera de cabello verde de manera tranquila. Estaba mínimamente curioso sobre ella, y faltaba de sorpresa o suspicacia como sería normal, aparentando ligero interés cuando mucho.

—Vaya, no esperaba que me buscaras… Disculpa, olvidé acordar un lugar de reunión antes.

—Está bien, también se me pasó por alto durante el almuerzo— Luego de replicar, Akemi señaló a la chica peliverde junto a ella, para presentarla al pelirrojo—. Ésta es Aki Mabayu, una… Compañera, por así decirlo.

—¿"Por así decirlo"?.

Contestó Aki de forma indignada, sus ojos púrpura se fijaron en la pelinegra reprochando su presentación, su ceño fruncido y expresión molesta parecía divertir al pelirrojo. El ambiente se aligeró gracias a eso, pero la chica mágica con temática de película no lucía feliz sobre eso. Aún entonces, Mabayu observó a Saijou de manera cauta, y sin embargo buscando "algo" en él, como si fuese un espécimen raro. Homura supuso que ella sintió la magia de Saijou, singular en la mezcla de impresiones que transmitía como si se tratase de un cóctel. Desde la frialdad de una ventisca hasta una luna llena, a la calidez del fuego y una extraña impresión de minerales y metales, junto a mucho más.

Sencillamente, habían demasiadas cosas, tantos componentes y propiedades que no podían definir al chico de forma correcta.

—También es la mucama del café donde fuimos ayer.

—Sí, creo recordarla, es muy boni… Hmn, entonces ella es como tú, ¿No?.

Ambas notaron que el pelirrojo se frenó a medias, cambiando de tópico. Homura se entretuvo por la reacción de Aki, como la peliverde con un mechón cubriendo uno de sus ojos púrpura enrojeció un poco, sin saber qué hacer. Notando que ellas sabían que él estaba por decir, Luca tosió un poco para entonces moverse al lado, dándoles a las chicas pase de entrada.

—Por favor entren, podemos continuar las presentaciones una vez dentro.

—De acuerdo.

—... O-ok.

Una apática Homura y una nerviosa Aki aceptaron, disculpándose y entrando a la residencia del joven mago que las guió hasta la sala de estar. La residencia tenía capa tras capa de barreras, mucho más potentes que las utilizadas por Saijou en el almuerzo como demostración. Qué funciones cumplían era algo que generaba curiosidad a Homura, desde que podía configurar la barrera para diversos efectos, incluyendo una manera de sugestión mental como con la que colgaba alrededor de la Secundaria Mitakihara. Si ésta posee una propiedad defensiva, a partir de su comentario sobre la utilidad de las runas como medio defensivo, entonces quería saber cuánto soportaría la barrera antes de colapsar. Por otro lado, la residencia se sentía espaciosa y solitaria para una sola persona, y no parecía haber nadie aparte del pelirrojo en sí.

Examinando la sala de estar conformada por un sofá largo color blanco frente a una pequeña mesa de mármol, y un sillón de color azul pálido justo a un lado. Había un televisor en la sala de estar, y Akemi tenía la impresión de que nadie lo utilizó durante un tiempo, a pesar del impecable estado. El pelirrojo no parecía observar noticias, o realizar cualquier actividad ordinaria en su residencia, además de "existir".

A diferencia de su socia cinéfila, Akemi no era aficionada a los televisores, viéndolos como un desperdicio de tiempo en mejor. Quizás ella no conocía a Saijou tanto, desde que se cruzaron la noche anterior, pero el chico tampoco parecía de los que vería un programa de televisión o películas. Esto no parecía conectado a ninguna consola de videojuegos, y eso era extraño para los estándares de un adolescente. Pensando un poco al respecto, Akemi se percató que Saijou no estaba en condiciones estables la noche anterior, incluso si no había sido "besado" por la Bruja o afectado por las condiciones del Laberinto. Desde que los Laberintos poseen efectos adversos a la mente, deteriorando ésta y dejando a las personas susceptibles a pensamientos negativos.

Puede que fuese el momento donde sólo " cesaba" su existencia, como confirmado por Mabayu, a Homura le desagradó contemplar la posibilidad.

—Puedo brindarles té y galletas, o sodas, ¿Van a querer algo?.

—Estoy bien.

Rechazando la oferta de Saijou con una sacudida de cabeza, la pelinegra miró a su compañera de cabello verde brillante, que negó con una más rápida sacudida. Las dos chicas tomaron asiento en un sofá largo, dejando un lugar de distancia entre ellas. Aún cuando llegaron para charlar y aclarar dudas con el enigma viviente que era el pelirrojo, empezaron a percatarse de ciertas cosas.

Akemi sentía las barreras levantadas en la residencia de dos plantas, causando que sus sentidos mágicos confundieran el lugar con un laberinto de un Familiar. No obstante, no fue lo que llamó la atención sino el incómodo y hueco sentimiento que colgaba en su entorno. Es quizás la mayor similitud que posee con esos lugares, causando incomodidad en las dos chicas mágicas en mayor o menor medida.

—Oh… Haré un poco de té de todas maneras, por si llega a extenderse mucho la conversación.

—... De acuerdo, ¿Tienes té verde?.

Preguntándole al pelirrojo, la viajera del tiempo recibió un asentimiento y entonces ambos observaron a Aki, quién parecía tener dificultades sobre cómo tratar con el chico. Mabayu realmente no era alguien "sociable", prefiriendo mantenerse para sí misma la mayoría del tiempo. La verdad, varias veces era capturada por sorpresa y terminaba avergonzada, como cuando jugaba con una gata negra.

—Será mejor que traigas las galletas también, Saijou.

—Podías aceptarlas desde el principio.

—Son para ella.

El pelirrojo rodó los ojos, causando que Akemi no supiera cómo reaccionar a eso, y se dirigió a la cocina. Ahora que el chico estaba haciendo té, la pelinegra tomó un momento para estudiar las decoración, o ausencia de éstas. El lugar lucía bastante espartano, y no era porque fuera el lugar donde vive un chico, sino porque parecía que nadie viviera aquí a pesar de que se encontraba impecablemente limpio. Aki parece haberlo notado también, mirando a los alrededores, donde no había cuadros ni fotografías colgadas.

Debido a la falta de decoraciones, más allá del usual jarrón con flores falsas de color blanco, éste lugar no generaba la vibra de una "casa" real. Para Akemi, era similar y disimilar al lugar de Tomoe Mami, reflejando de manera más clara que no había nadie más. No cabía duda que el único habitante en ésta residencia era Luca Saijou, un muchacho que poseía magia tan similar y diferente a la vez a lo que ella entendía. Incluso es conocedor de algunas cosas, aunque su entendimiento flaqueara en áreas que deberían ser de sentido común.

¿Estás vacío, solo y roto también?.

Como el pensamiento apareció, se obligó a sí misma a no indagar mucho en ello, no obstante Mabayu tenía otras ideas.

—Saijou parece vivir solo.

—... No sería el primer chico de su edad en hacerlo.

—... Ahora entiendo por qué desapareció sin más un día, es como Tomoe…

—Espero que no.

Podía sentir la mirada de la peliverde en ella ante eso, creyendo que empezaría a profundizar en el tema, y Akemi no quería hablar al respecto. Los paralelismos entre Saijou y Tomoe, o alguna otra chica con la que fuera cercana la llevarían a pensar en sus constantes fracasos. Ellas trataron de razonar muchas veces con la rubia, sin lograr cambiar su mente y su destino en intentos anteriores. Incluso si salvan su vida de las fauces de Charlotte, no podían garantizar que Tomoe Mami sobreviviera a éste mes, y cuando lograban hacerlo otra terminaría muerta.

Sin embargo, si la residencia de Saijou refleja muy bien su situación, Akemi era un caso similar con su departamento. Aludiendo a su enfoque, y su determinación obsesiva en derribar a una de las Brujas más fuertes del mundo, junto con lo hueca que se sentía todo el tiempo y el balanceo del segundero marcando el tiempo. Tampoco parecía un lugar donde una chica viviera, con sus paredes blancas y ambiente esterilizado, similar a una habitación de hospital. Sólo tenía dibujos, algunas esquemáticas de Mitakihara y sus rutas, documentos con respecto a lo que registró que era efectivo y qué no, con el hologramada de Walpurgisnacht hecho por computadora flotando en el centro. Las varias decoraciones con temática de reloj, podían simbolizar cómo estaba sujeta al tiempo, un límite de seis a siete semanas que era una cuenta regresiva. Notando eso, sabiendo cómo los bucles la afectaron, la viajera del tiempo acabó preguntándose qué dejó al "mago" en ésta condición.

Quiso evitar hacer asunciones y esperaba no pensar en ello, pero Homura concluyó que fue relacionado a su deseo. Incluso si Saijou mencionó que Kyubey no garantizó esto, es natural para ella creer que su deseo no resultó bien y él estaba sufriendo las consecuencias de eso, siempre es el caso desde su experiencia. Un deseo que salió mal y la resultante tragedia, es posible que él no pudiera cumplir el suyo, de la misma manera en que Akemi no conseguía salvar a ésa chica de cabello rosa.

Luce mejor que ayer, mucho mejor que durante el almuerzo, a pesar de tener las terribles noticias de la naturaleza de las semillas de dolor. Bien… Él llamó a esa semilla un alma, quiere decir que incluso en su estado actual, son almas… Espera un segundo…

Se supone que las Brujas son criaturas sin alma, nacen de las chicas mágicas que cayeron en la desesperación y poseyeron una caricaturesca, pesadillesca variante de su ser. Pero si fueran almas bañadas y sucumbidas a la desesperación, sin tener control alguno sobre su errática forma de ser, entonces ellas[...] Le entregaban las almas de chicas al Incubador para que dispusiera de ellas.

No, sí… No es diferente de lo que ya sabía, pero si todavía eran almas en forma de semillas y la Incubadora las consume… Necesito entender mejor esto. Las Brujas no son sin alma entonces, pero las almas están abrumadas por desesperación y su nueva naturaleza, eso no cambia…

Homura no sabía qué pensar sobre darle al Incubador las almas de chicas mágicas caídas, para que las consumiera o algo en favor de frenar la entropía. Ella, como las demás, pensó que las Semillas de Dolor eran una fuente de energía que Kyubey cosechaba. Ahora Akemi estaba preguntándose qué pasaría con las almas entonces, aún si existir como Semilla del Sufrimiento era malo, ser convertido en energía no sonaba mucho mejor.

—Debo admitirlo, no parece haber algún demonio con el que haya formado un trato a cambio de su corazón.

—... ¿En serio, Aki Mabayu?.

—Llámame sólo por mi apellido o por mi nombre, a menos que estés dispuesta a ser más cercana con él que conmigo… Oh, puede ser que…

—No, no pienses en tonterías.

—Algún día deberás tratar con tu fijación, no es saludable.

Entrecerrando sus ojos amatista en eso, Akemi replicó a la peliverde con ojos del mismo color que los suyos.

—Cuando dejes de espiar a las personas.

—Reconoces que no es saludable.

—Sólo quiero… Cumplir mi labor.

La chica de brillante cabello verde no lucía satisfecha con la respuesta, resoplando y dejando a la pelinegra sola por varios minutos. Saijou regresó en tiempo récord con una tetera, tazas y un plato lleno de galletas del tipo de venta comercial compradas en una tienda de conveniencia. Akemi halló eso extraño, porque creyó que como Tomoe Mami, él sería un excelente cocinero o repostero y preferiría hacerles algo. Puede ser que haya entendido algo mal, o no tienen clases electivas en una "Guía de Cómo Ser un Perfecto Senior", incluso si parecían haber intercambiado notas en alguna medida por cómo actúan.

Si existiera tal cosa, entonces Aki debió de haber faltado, aún si Akemi apreciaba a la peliverde por ayudar, no era precisamente lo que llamaría una "senior".

—Perdonen, no esperaba tener huéspedes...

—No importa, estamos bien con eso y técnicamente no avisamos nuestra visita.

—No es… Bien.

Deteniéndose de nuevo antes de finalizar su oración, el pelirrojo dejó la bandeja con galletas en la mesita y entonces sirvió el té en las tazas, con práctica facilidad. Aún si él mencionó no tener invitados previo a esto, resultó claro para Akemi que el chico poseía habilidades de etiqueta y no hacía más que corroborar su impresión de él.

Una vez finalizó de servir el té, el pelirrojo tomó asiento en el sillón a un lado, con Aki sentada en el sofá al lado de Homura sorbiendo el té ofrecido. Su impresión del joven mago no había cambiado, también notó que la residencia era muy silenciosa y solitaria, pero se mantenía soportable. El joven de ojos ambarinos pareció incómodo por un tiempo, aparentemente "hornear" es un tema para él y la pelinegra encontró eso ligeramente raro.

Puede ser que en la próxima línea, le presente a Tomoe Mami, si ambos se sienten solitarios, deberían poder tratar con esto juntos… ¿En qué estoy pensando?. Es tu culpa, Aki.

Incluso si el pensamiento intrusivo era una molestia, Homura consideró hacer eso en la siguiente línea temporal. Si al hacerlo logra prevenir que Tomoe Mami se sienta sola y pierda su agarre consigo misma, y puede ser que el pelirrojo luzca menos apagado entonces. Convencer a Saijou no debería ser una tarea difícil, si la manera en que miraba a Aki significa algo. Con la peliverde haciendo su mejor esfuerzo para evitar verle a sus ojos, tanto por su propia naturaleza como para que su Magia no se active No obstante, Homura no quiso manipular de esa manera a sus conocidos, ya resulta problemático maniobrar tácticas contra la Incubadora, añadir interacciones sociales era demasiado.

Además de cierta oráculo idiota vestida de blanco metiéndose en el camino. Homura también consideró que estaba leyendo mal las miradas, como la expresión afable del joven tenía un deje de curiosidad, por el atuendo con temática de rollo de película de Aki.

—¿Continuamos dónde nos quedamos, Akemi?, ¿O prefieres… Ustedes prefieren pasar a un tema en específico?.

Corrigiéndose para incluir a Aki, el mago pelirrojo inquirió tanteando el terreno, sin saber qué tema abordar con la peliverde presente. Recostandose contra el sillón, el par de ojos ambarinos estudió a las dos chicas mágicas, desviando su mirada en varias ocasiones. Él se encontraba bastante relajado, o el sentimiento en su energía indicaba eso sí sólo con una pizca de nerviosismo, tal y como su afable expresión revelaba. Aún si la bizarra sensación que transmite provoca que fuese difícil de leer. La chica pelinegra esperaba poder resolver varias dudas que surgieron, en parte a la conversación y en cuanto a Saijou en sí, pero eligió intentar aligerar el ambiente incómodo que había en el lugar. Homura no posee habilidades sociales, sus múltiples intentos fallidos en convencer a sus formales amigas podían atestiguar eso, pero hasta ella notó que Aki necesita ayuda en éste punto.

—Como decía, ésta es Aki Mabayu.

—Mucho gusto, Saijou… Nosotros estamos en la misma clase.

—Puedo reconocerte desde clases, eres difícil de olvidar, Aki.

Mabayu se enrojeció visiblemente por las palabras del pelirrojo, quien se confundió un poco por la reacción de la chica de brillante cabello verde, dirigiendo una mirada a Homura que transmitía una cuestión: "¿Dije algo mal?" que recibió un suspiro y una sacudida de cabeza en negación.

Desde el vibrante cabello verde hasta sus ojos púrpura, su rostro era ligeramente infantil y adorable, junto con una piel que luce sumamente suave. Si no fuera porque Aki Mabayu era una persona de pocos amigos – o casi ninguno; ella sería una chica popular sin duda, lamentablemente sus habilidades sociales eran abismales en mejor. Por supuesto, cuando se trataba de películas, la cinéfila se entusiasmaba y no se detenía por un tiempo, y Akemi no tenía ningún problema escuchando a la peliverde.

A pesar que no fuera una chica que viera películas, o tuviera tiempo libre para ver los detrás de escenas, Homura encontró divertidas las reacciones de Mabayu.

—Yo le expliqué a Aki algunas cosas durante el camino, justo ahora quisiera saber por qué piensas que no puedes comunicarte por telepatía con nosotras a través de Kyubey.

—Ah, eso… Supongo que puede resultar extraño, si ya toman por sentido común poder charlar a través de pensamientos con alguien, casi como un servidor en una red donde pueden conectarse— Saijou reflexiona un segundo, antes de proceder con su explicación—. Es simple en verdad, digamos que configuré varias "defensas mentales" que protegen contra toda forma de interferencia mental, incluso si la práctica no es tan usada como debería porque la mayoría deja que sus defensas naturales realicen el trabajo. No importa qué tipo de "magia" mental sea, establecer un vínculo telepático o hipnosis, hasta manipular mis recuerdos. Es improbable que suceda sin abrumar los hechizos defensivos, y otras cosas.

Improbable más no imposible, Saijou no elaboró en ése aspecto, Aki había notado igual ése detalle. Akemi consideró si podía preguntarle al respecto, pero decidió que el pelirrojo podía revelarle esto después, si él quería hacerlo. Sin embargo, esto no significa que no fuera a realizar preguntas en el tópico, y uno resaltó mucho.

—¿Qué quieres decir con otras cosas?— Akemi inquirió con interés, reflexionando al respecto— . Defensas naturales, ¿Acaso se refiere a cómo las chicas mágicas y candidatas que pueden resistir la magia de las Brujas y no son tan afectadas por los Laberintos?. Es posible para nosotras bloquear la comunicación si queremos, pero nada al extremo de no poder escuchar a Kyubey en nuestras cabezas.

Mientras Homura pensaba en ello, dando un sorbo al té verde y observando a Aki Mabayu comer las galletas ofertadas mientras escucha, el pelirrojo contesta.

—Existen diversas formas de tratar con interferencia mental, una manera de referirse a toda la magia que afecta la mente o memoria, una de ellas es por la resistencia mágica natural de una persona logrando bloquear el hechizo. La segunda, que es "otra cosa", sería más cercano a… Fanatismo crudo, una determinación o devoción tan absoluta que incluso los hechizos que afectan la mente no surten efecto en ti. La tercera opción es elaborar hechizos contra esto, sea encanto, terror, intimidación, hipnosis o manipulación de memoria de algún tipo. Similar a configurar una defensa contra maldiciones, que de manera automática las repele y regresa al lanzador…

Homura se encontró curiosa por la explicación de Saijou, en especial el término que utilizó de "maldiciones", mientras que Mabayu escuchaba en silencio y comía las galletas de la bandeja. Si la peliverde tenía una cuestión era probable que acabase haciéndola luego, pero la viajera del tiempo no tenía problemas en vocear sus dudas.

—¿Maldiciones?.

—La semilla que me diste, es "combustible para maldiciones", es magia "negativa" que afecta la salud, estado mental y en otros aspectos al afectado. Digamos que es una forma de magia que utiliza las emociones negativas como malicia, odio, agresión, resentimiento. Aunque no es precisamente el caso, pueden verse asociadas con "maldiciones", como las casas embrujadas que concentran todas las energías negativas. ¿Conocen los Tsukumogami, no? Consiste en objetos que quedan manchados por emociones, pensamientos y la "magia" del usuario y se vuelven "encantados". Es similar pero puramente el espectro negativo de las emociones y la energía.

Súbitamente, un cuchillo para mantequilla se materializó entre los dedos de su mano derecha, como el joven gesticuló para una demostración. Homura y Mabayu sintieron la magia del pelirrojo actuar, ganando una sensación espeluznante, como si intentase reptar desde debajo de sus gargantas. Las dos chicas mágicas se encontraron a sí mismas familiarizadas, percibiendo cómo la corrupción se filtraba en el pequeño cuchillo. Neblinas de miasma envolvieron la hoja plateada del utensilio, emanando una neblina negruzca que se arremolina sobre su superficie y penetró su estructura interna. Que el ítem no se corroyera o se desmorone es sorprendente, en su lugar ganó una inexplicable letalidad.

Si alguien fuese cortado por esto, estaría en graves aprietos por el equivalente a ser envenenado. La "maldición" contenía una malicia espantosa y un resentimiento tan profundo que pudriría los órganos internos en menos de 20 segundos.

Mabayu dejó de comer sus galletas por un momento, y Homura sólo podía mantener su compostura a través de la exhibición de magia similar a las Brujas, por pura fuerza de voluntad y apatía parcial. Un factor que ayudaba a mantenerla calmada es saber de forma inexplicable, que el pelirrojo no planeaba atacarlas. Pensando que Akemi se reprendió a sí misma por eso, estaba confusa por tenerle confianza al chico que continuó su conferencia.

—Las maldiciones pueden ser vinculantes, parasitarias, simpáticas y varias formas más. Ustedes pueden saber casos como muñecos vudú, conocidos en la cultura popular por ser formas de "maldecir" a alguien. Éste es un ejemplo de maldición vinculante, crear un "eco" en el objetivo a través de un facsímil.

Si las Semillas del Sufrimiento pueden ser tratadas como algo, combustible para maldiciones era la manera más evidente. Son desesperación, angustia y dolor de un alma atormentada que posee una forma material, y el pelirrojo desconoce si bañan el alma o ésta genera la negatividad. Por otro lado, el cuchillo se desvaneció con la misma rapidez que apareció, llevándose consigo el sentimiento espeluznante. El chico no continuó elaborando sobre el tópico, en su lugar regresando al asunto de sus "defensas" contra la interferencia mental, como él se refiere a la "magia que afecta la mente".

—Debido a éstas tres formas de defensa, encuentro improbable que un tercero logre establecer un vínculo telepático entre nosotros, y no voy a retirar defensas para que una "entidad desconocida" establezca uno. Si es necesario, puedo formar una conexión telepática o tal vez producir un familiar que transmita mis mensajes, y de ésa manera comunicarme con ustedes independiente de la distancia. Aunque si tuvieran teléfonos es más sencillo, sólo tienes que bloquear la intervención del gobierno para evitar que revisen el contenido… Hmn, sería mejor utilizar los familiares en todo caso.

—¿Quiere decir que puedes "hacer" familiares?.

Mabayu preguntó por reflejo, confundida en que alguien pudiera producir familiares y aún más, que pudiera comunicarse con otros a través de esto. Hasta donde ellas sabían, los Familiares eran extensiones de la Bruja, utilizadas para interactuar con el mundo exterior y un medio secundario de "combate". Para las dos chicas mágicas, charlar con Familiares no es una opción que pudieran tomar, desde que intentan matarlas o engañarlas para volverse la comida de la Bruja. Sin embargo, no era la primera vez que el pelirrojo los menciona de manera casual, hablando sobre tipos de Familiares y su utilidad para magos a la hora de reunir información.

Durante unos segundos, Homura estaba preguntándose si Saijou verdaderamente posee un demonio, como Mabayu había comentado anteriormente. Si es que los demonios existen, no se sorprendería si fuera el caso, si los chicos tienen magia a pesar que Kyubey anunció que las chicas tenían el potencial para volverse[..., ella frenó sus pensamientos. Homura intentó buscar en su mente alguna vez que la rata astuta haya declarado que sólo las chicas poseen exclusividad. Si era el caso, esto faltaba de información(?), o había decidido omitir a los chicos enteramente(?).

—Puedo fabricar familiares que luzcan tan normales como un gato doméstico, o unos más exóticos, pájaros formados de joyas por ejemplo. Soy más que capaz de hacer familiares que tengan un desempeño de combate "aceptable", incluso si construir una Quimera con mis recursos actuales sería… Difícil. Puedo fabricar un Golem, una mejor opción para mis recursos, aún si llamarlo un familiar es un "tecnicismo". Honestamente, tengo muchas opciones en ése campo.

Tomándose varios segundos, Saijou ladeó su cabeza y las estudió tranquilamente, puede que fuese la confusión en el rostro de Mabayu o la apatía de Akemi, pero él estaba curioso. Saijou había sido bastante superficial sobre la "fabricación" de estos, algo que Homura notó y se cuestionó si es una especie de secreto. Pero si fuera el caso, el joven de ojos dorados opacos no estaría sugiriendo éste método. Se notaba en su mirada, que descansó un poco más en la pelinegra por un momento, antes de proseguir con su explicación.

—También puedo formar algunos a partir de… "magia", estos también son familiares capaces de combate y dependiendo del espíritu serán una fuerza de la naturaleza, por así decirlo. Existen diversas formas de hacer un familiar, los métodos sencillos de utilizar un animal común, el construir una bestia por alquimia o formar uno usando… "Magia".

—¿Son iguales a los familiares producidos por las Brujas? Pensé que eran una extensión de éstas— Comentó Mabayu, su flequillo ocultando uno de sus ojos—. ¿Acaso es similar?.

—¿De cierta forma? Sí, son una extensión de mí mismo, producidos por mi magia y otorgados forma "material". Ellos pueden manifestarse e interactuar con el mundo, de manera similar a los familiares que ustedes conocen. Una vez que estos son garantizados una forma física, al ser seres espirituales no serán lastimados por medios convencionales… Sólo pueden ser heridos por cosas que contengan "magia".

Akemi entrecerró sus ojos, su mirada de color amatista fijada en el rostro del chico buscando el mínimo cambio. Por supuesto no hubo alguno, su expresión seguía igual de afable con mínima curiosidad en ellas y una quietud amena. Valga añadir, el mago pelirrojo sorbió su té y elaboró más su de por sí extensa explicación.

—Domino una forma de magia que me permite darle forma a… Ciertos seres de índole fantástica, como si de un cuento de hadas se tratase si lo miras de ése ángulo. Esto no es exactamente un facsímil, ya que estoy permitiendo que "algo" tome forma, ése "algo" es entonces el familiar a mi servicio. Puedo compartir sentidos y pensamientos con ellos, y hacer otras cosas más.

¿Cuánto "más" será similar a lo que las Brujas pueden producir?, ¿Me dices que puedes generar familiares con tu magia tal y cómo haría una Bruja de forma natural?. Si ése es el caso, ¿Existe una división del todo, o estuvimos viendo esto mal todo el tiempo?. Nuestra magia vino de manera casi natural, algunas necesitan practicar más que otras para dominar habilidades y es posible que omitimos esta opción…

Homura sospecha que si continúa charlando con Saijou, ella perdería su entendimiento sobre cómo funciona el sistema de las chicas mágicas. Puede ser un enorme malentendido, y ella todavía es incapaz de dejar de pensar al respecto, del borde entre chicas mágicas y brujas. La Incubadora llamaba Brujas a las chicas mágicas caídas en desesperación, ésta es su forma "madura" o un equivalente a la adultez, incluso si su analogía fue más en sentido de cosecharlas.

—¿Pueden los familiares lucir como un gato? Suena similar a esos mangas sobre magia, y algunas películas…

Incluso si no fuera precisamente sociable, Aki se encontró a sí misma preguntando, ella hallaba los "familiares" del chico pelirrojo más similares a los de la media. Akemi estaba más curiosa sobre la Quimera y los Golem, aunque no tendría problemas si tenía un gato normal como familiar, y no porque luciera inofensivo e inconspicuo. Incluso si ella no suele demostrarlo desde hace decenas de bucles, a Homura le gustaban los gatos, tanto que ella mantenía a Amy - una gata negra que suele deambular por la ciudad.

—Un gato como familiar serviría para exploración y comunicación, y a menos que cambies ciertas cosas, su desempeño de combate es inferior a uno especializado para eso. Cuando hablé sobre una "quimera", si no son familiares con el término, me refiero a una criatura híbrida que mezcla un león, un dragón, una cabra y una serpiente en un mismo cuerpo. Es un familiar "decente" en batalla, algunas poseen una muy rápida regeneración y una elevada resistencia a la magia, que las vuelve difíciles de asesinar.

Debido a la elevada regeneración y su notoria resistencia a la "magia", suenan a una criatura genuinamente complicada de enfrentar. Homura reconocía el término de "quimera", y la impresión que produce la magia de Saijou era similar a eso. La pelinegra consideró que quizás, por las impresiones que transmite, se debía a que él producía quimeras como sus familiares. No obstante, ella no estaba segura de que fuese el caso.

—Los familiares no son muy difíciles, me sorprende que ustedes no conozcan sobre ellos o no tengan ninguno, aunque… Los magos no suelen tener familiares, salvo por muy contados casos quienes deciden utilizarlos.

Luce mucho más relajado, en verdad… Cuando explica cómo funciona la magia, parece alguien más… ¿Vivo?.

Percatándose del mejor estado de ánimo de Saijou, Homura echó un vistazo a Aki a su lado, quien luce menos nerviosa desde que el pelirrojo daba su simplificada conferencia. La chica de cabello negro y ojos amatista entendía el motivo de Saijou para desestimar el uso de Kyubey como medio de comunicación, y se hallaba igualmente interesada en aprender cómo producir familiares. Tenía otras dudas y muchas más preguntas, en especial sobre su habilidad para establecer un vínculo telepático con otras personas, sin tener la necesidad de usar a la rata astuta como una antena de red.

—Uno es capaz de compartir sentidos con los familiares para observar, escuchar y hablar a través de ellos; debido a eso son utilizados para explorar. Pero no esperes poder compartir pensamientos con ellos, a no ser que tenga inteligencia que permita el intercambio. Ésta es una distinción entre los familiares de alto nivel y esos de bajo calibre, y eso depende más de la habilidad del mago para hacer uno que del animal utilizado en sí.

Habían distinciones entre familiares, si son de combate o exploración, y luego está la "inteligencia" independiente que alardean, aparentemente. Homura supuso que la primera tenía similitudes a los Familiares de la Bruja que faltaban de capacidad de combate, comparado a aquellos que se encargan de luchar para someter intrusos y posibles víctimas. La segunda división siendo el factor de inteligencia no es raro para ninguna de las dos, ya que habían tratado con algunos bastante astutos en los Laberintos.

Suenan más útiles de lo que pensé, si pudiera utilizarlos para mantener vigiladas ciertas áreas y comunicarme con otros… Incluso serían un respaldo en combate. Aunque… No sé qué tan bueno sea el desempeño de estos…— Homura se percató de que, si quería saber algo al respecto, bien podría preguntarle al mago presente—. Comparados a la Bruja y los familiares con los que luchamos ayer, ¿Qué tanto sería el rendimiento de uno especializado en combate? Un familiar como la quimera que mencionaste.

—Hmn… Algunos poseen un desempeño varias veces mayor a los familiares de la Bruja, los de ayer eran cantidad en lugar de calidad, y puede que sean ligeramente inferiores a la Bruja en sí dependiendo de ciertos factores. Una quimera puede ser comparable o incluso más aterradora, los wyvern quizás sean mejores que la Bruja, pero no puedo catalogar con precisión la diferencia porque esto murió muy rápido. Entre las quimeras creadas por alquimia, existen especímenes que son superiores a la Bruja de ayer.

—¿Una quimera podría soportar tus flechas?.

Ante la pregunta de Homura, el mago pelirrojo consideró esto por un momento, y entonces sacudió su cabeza. Durante el medio minuto que estuvo reflexionando, Saijou produjo la impresión de querer demostrar esto en lugar de articularlo en palabras. Él definitivamente era la clase de persona que prefería exhibir su magia, y la pelinegra no tiene ningún problema con eso. Excepto por el factor de que el pelirrojo posee una inusual profundidad, formando parte de la extraña sensación producida por su magia. Creería que se trata de una muñeca matryoshka, había una más sin importar cuántas capas retiraba.

—No, a menos que fuese especialmente fuerte, incluso entonces mi potencia de disparo supera su categoría de peso por muchos niveles. Una quimera normal morirá igual que la Bruja de ayer, y ése disparo no es especialmente potente si me preguntas. Tomando en cuenta cómo son las variantes más raras… Puedo matarlas de un tiro con mi arco o con un disparo de alguna de mis armas.

Sí… Los Senior poseen alto poder de fuego, en el sentido más literal con Saijou.

Una Quimera sonaba como un familiar ideal para el combate, sobre todo si son comparados con las Brujas, incluso si la Bruja de la noche anterior no había sido particularmente fuerte. No sobrevivir a un disparo de Saijou no quería decir que eran malas opciones, desde que ella misma observó el evento desarrollarse, Akemi no quiere tener jabalinas de acero disparadas en su dirección. Homura todavía tenía que relatarle a Aki sobre ése momento, aún si la peliverde podía verlo de primera mano en otro momento. La chica con tema de cintas de cine encontró más fácil que ella reconciliar el hecho de un "familiar", que sólo ligeramente inferior a una Bruja.

—¿Tienes preguntas qué quieras hacernos, Saijou?.

—No, bien… Puede ser— El pelirrojo suspiró un momento, antes de enfocar su mirada en Akemi—. ¿Las chicas que desaparecieron y murieron en éste mes, fueron a causa de la Bruja?.

Brujas… Técnicamente sí, pero sus muertes no fueron causadas por la Bruja de ayer si estás preguntando eso.

—Ya veo… Entonces, las Brujas que causaron esas muertes…

—Fueron derrotadas, no necesitas preocuparte sobre ellas.

Si Saijou notó que Homura estaba particularmente cortante en el tópico, y Mabayu intentaba encogerse y pretender que no había escuchado nada, él decidió no profundizar más en el tema.

—De acuerdo… Empecé a construir un taller, no prometo poder hacer mucho en el momento sin materiales adecuados, pero servirá para su cometido. O eso espero, por el tiempo que sea, me conformaré con producir componentes artificiales, además de refinar los que ya tengo.

Ante ése comentario casual del pelirrojo, Akemi y Mabayu intercambiaron una breve mirada, entonces la pelinegra inquirió.

—... ¿Taller?.

—... ¿Qué quieres decir conque no saben qué es un taller?.

Luciendo genuinamente sorprendido y desconcertado, el pelirrojo inspeccionó tanto a la apática Homura como a la confundida Aki, quienes negaron con su cabeza. Ninguna sabía qué quería decir el chico con eso, y por unos segundos el mago parecía luchar consigo mismo para estar en paz con ése hecho. Un "taller" era importante, Homura infería eso desde sus reacciones y éste será otro caso en donde ella no tendría toda la información que quisiera, a pesar de los bucles.

—Un "taller mágico" es un estudio de investigación y desarrollo de un mago, equivalente al laboratorio de un científico, donde pueden estudiar su magia y profundizar ésta. Algunos de estos talleres ofrecen beneficios al mago, es como una ventaja territorial donde su magia está en su mejor condición. Yo no construí uno hasta hoy porque no sentía la necesidad, sin embargo me serviría para producir… Eh, "ítems mágicos" utilizando materiales de diversos tipos, desde joyas y arcilla hasta metales.

Encontrando que las dos chicas desconocían la existencia de los talleres, Saijou murmuró algo sobre tener que escribirles un libro o panfleto explicativo, aunque estaba cómodo con explicarles personalmente. Su expresión delataba su buen estado de ánimo, hablar sobre magia provocaba que la expresión del chico se relajara y se volviera más "natural".

—¿"Ítems mágicos"?.

—Como su nombre sugiere, son ítems que alardean capacidades "mágicas", estos pueden producir fenómenos o almacenar energía para otro momento. Algunos son amuletos de protección, que bloquean el daño, la mala suerte o similares si eres habilidoso haciéndolos.

Los amuletos mencionados hicieron que Homura frunciera el ceño, Aki por su lado parecía darse cuenta de algo y preguntó con más seguridad en su voz.

—¿Podemos fabricar ítems mágicos? Aparte de nuestras armas.

—Siempre que sepas cómo fabricarlas, puedes construirlas o configurar el taller para que produzca armas de manera automática por ti. No todos son capaces de eso, pero es generalmente una forma de reducir el tiempo y esfuerzo que toma procesar y refinar algunos materiales, o producir en masa algún ítem en particular. Imagina una fotocopiadora tridimensional que funciona con magia, y que continuaría trabajando mientras sea suministrada los componentes y una fuente de energía.

Talleres, familiares, bordes como barreras, todos eran términos que Homura conocía o que podía entender fácilmente, y asociar con algo en sus experiencias. Salvo por el taller, ella no consigue recordar nada en sus experiencias similar a eso, dudaba que sean el equivalente a los Laberintos de una Bruja, o Saijou ya habría señalado esto. Sin embargo, el producir armas de manera automática con materiales y magia, sonaba bastante práctico para alguien que podía recargar sus energías esperando unas cuantas horas.

Los tres continuaron conversando, hasta que Aki y Akemi se despidieron de Saijou quien quiso esperar un tiempo antes de mostrarle el taller que estaba construyendo. Como ambas chicas se retiraron y el pelirrojo se despidió de ellas, la pelinegra y la peliverde sentían que habían muchas más discrepancias de las que supusieron al principio.

¿Siempre era tan ignorante?... ¿Acaso no hice las preguntas adecuadas a la rata anteriormente, y por eso desconocía de éstas cosas?. O puede ser que Saijou sea inusual en éste caso, nunca escuché de un niño con magia… Pero tampoco puedo decir que no tenga sentido. ¿Cómo es que sólo niñas de cierta edad generan energía o perciben extrañezas? Puede que sí haya niños pero el Incubador los descartó o los encontró más difícil de manipular.

Homura luchaba para reconciliar toda la nueva información con lo que sabía, y una vez que Mabayu volviera a casa con su tía Sakie, ella necesitará un tiempo para así procesar todo. Saijou era una especie de figura enigmática, que genera más dudas y preguntas con cada charla que tenía con él, aparentemente.

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26 de Abril, 2011 – Mitakihara.

Armando un taller con los materiales que consiguió el día anterior no había sido una tarea fácil, forzando al pelirrojo a hacer un liberal uso de su taumaturgia tratando de mejorar los resultados. Incluso entonces, procesando los componentes que él tenía y haciendo materiales por medios artificiales que necesitaría para después, había ocupado mucho de su tiempo.

Luego de una muy larga noche y despertar temprano en la madrugada, sin lograr conciliar el sueño de ninguna forma, el chico comenzó con su habitual rutina. Una bastante básica de calentamiento y correr 20 kilómetros, antes de regresar a la vacía residencia a deprimirse y comer algún recalentado. Si no compraba un desayuno en una tienda de conveniencia, ése es su modus operandi en su actual existencia.

Era lamentable, Luca Saijou no conseguía referirse a sí mismo como alguien "vivo", a pesar de estar saludable y en una buena condición atlética. Él faltaba del ímpetu, de la voluntad, de esa todopoderosa fuerza conductora que lo impulsaba hace meros meses. Seguiría de ésa misma patética forma y se habría dejado asesinar por ésa criatura hace dos días, si no fuera porque Akemi interrumpió ése momento.

Ahora había una chispa que se avivó de nuevo, nada comparable a la abrasadora y brillante estrella de antes, pero era mejor que nada. Después de haber regresado a su desolada casa, tras despertar Luca había cepillado sus dientes y comenzado su rutina de entrenamiento, y después de su carrera pre-matinal necesitaba asearse. El pelirrojo se encontró a sí mismo en una ducha helada, reflexionando sobre todo lo que aprendió sobre las llamadas Brujas en el momento. Considerando que pasaron dos días desde que se cruzó con una, no sabía mucho, y él estaba interesado en estudiar la semilla que Akemi le había dejado. Desde que logró identificar qué era.

Debería poder comunicarme con el alma que forma esto… O interactuar de alguna manera. Sin embargo, es posible que el lodo o erroneidad en esto impida eso, o interfiera de alguna forma. Puede que una purificación o extracción del "lodo" como primer paso sea mejor, ya entonces será más seguro interactuar con los Spiritron que forman el alma…

Había trazado su plan de acción, incluso si la semilla parecía diseñada de una forma peculiar, inhibiendo sus intentos anteriores de análisis sobre esto. Claro, también es posible que no haya conseguido mucha o nada de información, porque había usado una aproximación incorrecta con respecto al ítem. Él no pensó que fuese similar a los cristales de maná de Galliasta, y Saijou no sabía cómo volver a tratar con eso. Puede que la "Genética del Alma" tenga maneras de responder, aún tratándose de un alma materializada en lugar de existiendo en un plano más elevado.

Quizás como una maldición vinculante o simpática, tomaré el contenido como lodo que el alma posee en mí como vasija y entonces purificaré esto… O lo guardaré para más examinación. Luego sería una cuestión de interactuar con el alma y de fabricarle un cuerpo, si es que esto trabaja de esa manera, el alma lucía humana en el momento…

Un alma cristalizada, bañada en tristeza, amargura, dolor, sufrimiento[...] Luca no podía suprimir esa parte de él que sentía empatía por su condición. El joven magus desaprueba muchas prácticas, y él cazaba a los magi que experimentaron en civiles, no porque sean un riesgo para el misterio y la clandestinidad sino por disgusto en general. Atrum Galliasta no fue el primer magus en ganarse su atención y por ende, su hostilidad[..., ningún otro magus que lo haya hecho ha sobrevivido, o terminaban con un destino peor esperándolos como eran llevados de regreso a la Torre.

Sobre familiares, quizás debería de haberles mostrado Evocación de forma práctica… No sé si ellas sean buenas o puedan ser buenas en ése campo. En el Onmyōdō existen los Shikigami, y creo recordar sobre el uso de figuras de origami para representar a las bestias. Tendré que hablar con ellas sobre ello durante el almuerzo.

Regresando su mente al taller, Luca pensó en el derroche que realizó, haciendo una base subterránea con geomancia, luego reforzada con alquimia y alomancia. Porque era necesario expandir el taller, de manera que pueda practicar sus artes ahí y procesar materiales, principalmente para la construcción de códigos místicos.

Finalizando de ducharse, el pelirrojo de ojos dorados opacos se dirigió a su cuarto, vistiéndose con el uniforme de color beige claro masculino y secando su cabello sin preocuparse por el tiempo. Una vez que se alistó, desayunó con tazones de soba tranquilamente, sin darle mucha relevancia a la impresión de que podía preparar un platillo mejor con los justos ingredientes. Saijou rechaza la idea de cocinar todavía, al menos para él mismo, pero después de pasar cierta vergüenza la noche anterior, el pelirrojo consideró comprar ingredientes para poder servir de manera apropiada a sus invitadas.

Fue muy bochornoso, si aún tenía un ego, es bastante seguro que era la razón de que esté sintiéndose obligado a volver a cocinar y hornear como antes.

—Puede ser que podamos encontrarnos en el café de Aki…

Sacudiendo su cabeza en negación, el chico finalizó su desayuno, tirando tanto el envase como los palillos a la basura tras terminar. Minutos después, se encontraba de regreso en su taller, en el sótano de la casa que ahora tenía un agujero en una de las paredes. El agujero estaba sellado por una puerta blindada, que al abrirse mostraría un ascensor que descendía cerca de medio kilómetro, conectado a una "base subterránea". Luego de que Aki y Akemi se marcharon la noche anterior, Luca decidió hacer el equivalente de una guarida secreta que sería el lugar donde pudieran practicar sin preocuparse.

Recuperando la semilla del contenedor de cristal, Luca observó el orbe negruzco que sostenía desde la aguja entre sus dedos de su mano derecha.

—El contenido debió haber aumentado después de usarse ayer… Lo siento si te sometí de alguna forma a más del "lodo", déjame tomar esto.

Si las palabras del pelirrojo alcanzaban el alma o no, no importaba en el momento como tocó el orbe con el dedo índice de su mano izquierda. Empezando a canalizar su energía mágica, intentó establecer un "canal de comunicación" entre el orbe y él mismo, y formando un tembloroso nexo con el alma cumplió parte de su objetivo. Teniendo éxito en formar una conexión, las brillantes líneas azules en forma de patrón cibernético se hundieron en la semilla, que se agitó ligeramente en su mano en forma de respuesta. El entero proceso parecía simple, uno que Luca realizó incontables veces en medio de sus prácticas para las lecciones en Evocación Espiritual.

¿Compartirás tu malestar conmigo…?… Déjame ayudarte.

Derramándose como tinta desde el orbe, manchas negruzcas se esparcieron por la punta de su índice, mientras que Saijou se enfoca en absorber y condensar el "lodo" que el orbe contiene. Una vez que había formado conexión con el orbe, extrayendo el contenido no era tan problemático, sin embargo el enfoque estaba en tomar éste "lodo". Llamarlo una sustancia nociva era quedarse corto, porque condensaba los aspectos negativos que había percibido de antemano en la semilla. La angustia, la tristeza, la amargura, el dolor, el odio, la ira, la desesperanza y el sufrimiento que sofocaban un alma.

Shh, ya… Todo estará mejor, ¿Esto te hacía daño, no?. Era doloroso, terrible y desagradable, no quieres experimentar eso, y mucho menos sentirte así… Eso está bien. Incluso si estás en el abismo, ahogándote en amargura, desesperación y sufrimiento, no tienes porqué cargar con esto sola.

Mucho más de la sustancia se derramó en el pelirrojo, que concentraba el "lodo" así evitando el esparcimiento más allá de la punta de su índice izquierdo. Luca estaba escuchando algo, una respuesta que no podía comprenderse, sonando igual a una voz bañada en estática. Él podía intuir el mensaje, por el sentimiento que transmite la semilla cada vez más clara y brillante, como el orbe ganó un lustre plateado que relucía radiante. Esto fue ganando color, conforme su oscuridad se transfería al joven magus, que tomó los sentimientos inestables y deteriorados, o la miseria que consumía el alma que relucía de un color verdoso.

Prometo que todo estará mejor.

La semilla seguía siendo la misma en su forma, sin embargo su apariencia había cambiado principalmente en color. El chico de ojos ambarinos soltó un suspiro, mucho más aliviado de que haya funcionado a la primera de lo que aparentaba. Después de todo, formar una conexión con esto era la parte más complicada, y sin eso no podía acceder al contenido. Entonces no tendría oportunidad de extraer el "lodo", donde recurrió más a su maestría con las maldiciones.

Tomando en éste "lodo" era equivalente a convertirse en algún tipo de amuleto, que en lugar de "repeler la maldición" actúa de objetivo en lugar del vestidor. Básicamente formó un nexo, interactuó con el contenido y empezó a filtrar esa "erroneidad" que él percibió antes. Gracias a estar preparado mentalmente para ello, no recibió mucho retroceso tratando con el "lodo", pero sí se percató que era más inquietante de lo que sus estimaciones sospecharon.

Puedo cristalizar esto y se volvería el equivalente de una joya… Que serviría para maldecir a muchos magi a muerte, ¿Por qué demonios hicieron algo así?. Es como ése lodo, es el espectro negativo del ser humano concentrado… ¿A quién rayos se le ocurre semejante idea?.

Notando la irritación y el malestar, Saijou resopló con exasperación y movilizó éste "lodo", esa tinta negra pintando la punta de su índice izquierdo. Se sentía como si los pecados de alguien fueran grabados en su piel, el poder retirarlo y formar un orbe de 3cm de diámetro no tuvo complicaciones porque él era un magus habilidoso. Algún otro magus probablemente se encontraría a sí mismo en una situación preocupante, si alguna vez intentasen algo similar o si entrasen en contacto, sin sus defensas actuando contra esto.

Cristalizando el orbe, depositándolo en el contenedor de cristal donde residió antes la semilla, Luca guardó la alterada semilla en uno de sus bolsillos. Su último toque fue un mensaje al alma formando esto, que recibió un sollozo en respuesta, para acto seguido silenciar la conexión.

Será mejor dejarle algún tiempo por su cuenta, intentaré interactuar con… ¿Ella? Después de encontrarme con Akemi y Aki para avisarles del progreso.

Sus intentos en la noche anterior habían fallado, bien – no precisamente " fallado", sólo no produjeron resultados esperables o prometedores. Incluso si la examinación corroboró algunas cosas que sabía sobre esto, como que absorbe energía negativa y no puedes bajo circunstancias normales extraer energía de esto. Luca finalmente pudo forzar un cambio, incluso él tenía otro experimento para realizar si éste no funcionaba, uno en el que sus esperanzas de éxito eran cuestionables.

—Cinco a diez minutos, asumiendo que la semilla estaba "casi llena" tras usarse con Mikuni, no me sorprende que haya tenido tanta energía acumulada. Quizás pueda consultar con Akemi sobre esto, entre las dos, Aki parece saber menos sobre el tópico a pesar de ser un año mayor…

Puede que no fuera el caso, y sólo sea que Akemi Homura se presentaba como alguien más profesional y seria, mientras Aki era tímida y lucía nerviosa. De varias cosas que notó la última noche, la chica de cabello verde brillante y su manera de ser era una de ellas, junto con la precisa impresión de que ella era adorable. Luca estaba seguro de eso último, como Aki era bonita, incluso si Akemi le parecía[..., él frenó sus pensamientos súbitamente.

Sí… Será mejor no pensar en ello, no quiero acabar diciendo algo inapropiado y no estoy en mis mejores facultades, para poder librarme de eso con palabras.

Su lengua de plata estaba fuera de comisión, igual que sus habilidades sociales atrofiadas, Luca no sabía cómo terminó en un estado tan " lamentable".

El Sol comenzó a asomarse por el horizonte, como el pelirrojo abandonó su taller y salió de la casa, dirigiéndose a la Secundaria Mitakihara. Sus reservas se recuperaron desde la noche anterior, aún contando qué pasó un tiempo haciendo una base, y transfirió gran parte de su energía a joyas que dejó en su taller, por no necesitarlas en el momento.

Hallaré la manera de hacer un bolsillo de números imaginarios… Pero construir reactores mágicos es la prioridad justo ahora, al menos para sostener el taller de forma apropiada. Quizás fabricar algunos textiles con seda artificial, y comenzar la producción de códigos místicos de nuevo, sin embargo eso tardaría más tiempo

Avanzando por las solitarias calles, como empresarios, contadores y oficinistas apenas salieron al trabajo, el pelirrojo suspiró y observó el cielo. Los colores del amanecer aún tiñeron el horizonte con un bello tinte marba que le recordó a una conocida suya.

¿Qué me dirías de verme justo ahora?.

La diferencia era como la noche y el día, nunca estuvo más seguro de eso, Luca no era indiferente a su condición actual. Una vez que realizó esa pregunta a alguien que no podría escucharla, y mucho menos contestar, el pelirrojo avanzó hasta la academia. Automóviles se desplazaron por la carretera al lado de la acera, con la actividad en la ciudad volviéndose más notoria con el pasar de los minutos.

Lo que Luca no esperó era que dentro de algunas horas, sus compañeros de clase decidieron hablar con él respecto a ciertos rumores circulando alrededor. Realmente, el pelirrojo necesitaba ser más cuidadoso con sus acciones, aunque él no estaba en condiciones para percatarse de ello. En el presente, las dinámicas sociales parecían escapar a su entendimiento, y su actitud usual lo hacía parecer distante en general.

[...]

Horas más tarde, cuando el profesor de cálculo se tomó una pausa, Luca observó a la chica de largo cabello esmeralda. Aki vestía un suéter verde sobre su uniforme, y el pasador en su cabello con forma como tijeras mantenía uno de sus ojos púrpura visible. El pelirrojo pensó que Mabayu era adorable, era bastante entretenido ver cómo se comportaba en las clases y los cambios en su expresión. En ocasiones, los labios de la peliverde se curvaron en una sonrisa que desbordaba seguridad y confianza, pero ella terminaba luciendo algo tonta en eso.

—Hey, Saijou… ¿Qué es eso sobre haber caminando junto a una chica de segundo?.

—También desapareciste durante todo el almuerzo, y según escuché, ella regresó tarde a clases.

—¿Estás saliendo con una junior? Hombre, no pensé que tenías esto en ti, siempre fuiste tan… Tú, en general.

Sus compañeros de los asientos laterales y frontales con el suyo, no tardaron en dirigirse a él cuando sintieron que tenían la oportunidad. El pelirrojo sólo miró a los chicos de cabello negro y castaño, con una expresión confusa en su rostro y una mirada de no saber a qué se refieren, pero ellos no eran buenos leyendo.

—La junior es Akemi, una transferida que es muy popular por haber demostrado una capacidad atlética y académica alta…

—... Además de ser muy bonita, incluso si parece un poco estoica y distante, ella es linda y se transfirió de Tokyo.

—Eso nos preguntamos qué clase de relación tienes con ella.

Luca movió su mirada entre los tres chicos, procesando toda la información y elaborando una manera de mantenerlos fuera de sus asuntos, sin tener que recurrir a hipnosis directa. En verdad, él buscaba satisfacer su curiosidad, y aprender más sobre el tema de las chicas mágicas, las brujas y los Laberintos. Que ellos tomaran su interés como otra cosa era su error, sin embargo era uno molesto[...] Incluso si el pelirrojo admite en el fondo que ambas son bastante "lindas". Estaba aliviado en realidad, porque estuviera mostrando reacción alguna a otras personas, hace dos semanas eso habría sido improbable.

—También creíamos que te interesa Aki, desde que luces más… ¿Cómo era?.

—¿Normal? ¿Vivo?.

—Nah, sólo entretenido o algo.

No uses hipnosis, no retomes el hábito de hipnotizar a cualquiera sólo para no tener problemas. Céntrate, mantén un agarre en ti mismo, no necesitas aplicarle sugestión mental a todos…

Luca miró con desinterés a sus tres compañeros de clase, recordaba sus nombres más se olvidó de sus apellidos, debido a no prestarles mucha atención. A su izquierda estaba Kensuke, al frente se encontraba Akira y a su derecha Ryuji, los tres notaron algún cambio en él, de alguna forma. El pelirrojo no quería tratar con ellos y sus rumores, no cuando asuntos de mayor prioridad necesitan resolverse.

—Están imaginando cosas, y no tengo una relación con Akemi.

—Pero dicen que fuiste a buscarla a su salón, y los vieron dirigirse juntos al tejado.

Ryuji señaló como si fuera la respuesta a una crisis global, con seguridad en lo que había escuchado, Kensuke asintió desde su lado izquierdo y Luca se preguntaba por qué pasaba esto.

—Dicen que fuiste a confesarte a ella, y no saben en qué resultó, pero Akemi regresó tarde y tú no.

—Algunos rumores cuentan que fuiste rechazado y por eso no volviste…

Luca resopló en el comentario de Akira, y miró a Kensuke con evidente cansancio.

—Rumores son sólo eso, rumores… No se molesten en escucharlos.

—¿Fuiste rechazado entonces?.

—No hubo ninguna confesión, y no hay ninguna relación entre nosotros, ahora déjenme enfocarme en clases.

Respondiendo a Kensuke, el chico de lentes, Saijou trató de mirar al pizarrón pero Akira decidió lanzar un comentario desde el frente.

—¿Entonces sí estás interesado en Aki?.

—... ¿Por qué parecen muy enfocados en mi vida personal, especialmente ahora?.

—Saijou, perdoname por decirlo pero… No es como si hayas lucido "vivo" desde que te conocemos. Siempre tienes una mirada apagada, aún si haces las cosas bien, parece que no te importa nada.

—Excepto Aki, y posiblemente Akemi.

Luego de que Ryuji se dirigiese a él, Kensuke decidió lanzar su comentario en extremo beneficial para respaldar, Luca en cambio rodó los ojos y se decidió a aclarar las cosas.

—No, no voy a confesarme a nadie, no estoy en una relación y no busco una, y si les molesta, volveré a enfocarme en la clase.

Una clase inútil para él, no es como si necesitase aprender las matemáticas de secundaria, desde que es alquimista y los cálculos avanzados que realizaba eran más complejos que el currículum.

—¿Entonces no tienes problemas para ir al centro de bateo, después de clases?.

—Estoy ocupado hoy, lo siento.

—Ajá, ¿Con qué? Normalmente estás libre.

—Tengo que hacer unas compras, algunas cosas en casa se rompieron y necesito reemplazarlas.

Esa respuesta parece satisfacer un poco a Kensuke, Akira también decidió dejarlo, pero Ryuji lo miraba con suspicacia.

—¿Qué se rompió?.

Alguien más habría tenido un segundo de pausa, pensando en una excusa o alguna otra cosa para responder, pero el magus pelirrojo no tenía problemas con eso.

—El calentador se rompió, así que tengo que comprar uno nuevo.

—Eso no te tomaría toda la tarde.

—También esperaba comprar otras cosas, ¿Acaso necesito mostrarme mi agenda o mi lista de compras?... Eh, no es como si tuviera que hacerlo aún si lo pides.

Sus atrofiadas habilidades sociales se estaban mostrando, Luca reconocía eso y que si fuera antes de que Julian decidiera apuñalarlo por la espalda, habría podido maniobrar mejor sus iteraciones con ellos. Agradecidamente, los tres se enfocaron en clase cuando el profesor prosiguió con su lección, y el pelirrojo miró hacia el vacío sin más. Debido a su usual aburrimiento, se cuestionó si abandonar la escuela o saltarse hasta el colegio sería mucho mejor. Incluso fundar su propia compañía y empezar a trabajar debía ser una mejor forma de ocupar su tiempo, Luca pensaba conseguir los fondos para lo primero.

Por lo menos tengo en qué ocupar mi mente ahora, en lugar de quedar inmerso en posibilidades que nunca sucedieron.

Denegando las tretas de su mente era sencillo, o sería el caso si Luca no hubiera experimentando éstas tan vívidamente, el pelirrojo no estaba cerca de su mejor condición. Por eso es incapaz de sentirse vivo y cómodo consigo mismo, porque el hueco en su corazón lo carcomía al punto donde era una sombra de lo que alguna vez fue. Gracias a su encuentro con Akemi y Aki, consiguió un poco de propósito en investigar las Semillas del Sufrimiento, y nuevos objetivos que completar.

Puede ser una razón suficiente para poder mantenerse avanzando.

Sin eso, Luca dudaba haber sobrevivido por mucho más tiempo, no que tuviera relevancia en el gran esquema de las cosas.

Quizás pueda preguntarle a Akemi y Aki para reunirnos en un centro y sólo… Ser normales, o hacer actividades como personas normales. O sencillamente buscar algo divertido que hacer, ¿Desde hace cuántos meses me volví un extraño con esa palabra?.

Luca se percató de que el profesor había finalizado su lección, y el pelirrojos tomó apuntes sobre la clase incluso con su atención en otros asuntos. Él no aspiraba a la normalidad, y probablemente nunca lo haga en verdad, sin embargo sí quería hallar algo divertido que hacer con las chicas a quienes conoció. Quizás relatar unas pocas historias entre ellos, conocerse mejor[..., formar lazos de amistad.

[...] Quizás vuelva a estar vivo de nuevo.

Por todo lo que es sagrado… Éste sentimiento es horrible.

A Luca Saijou no le gustaba sentirse miserable, mucho menos serlo y hubiera cesado de "ser" en su entereza al ritmo en el que estaba deteriorándose. Tener una situación sobrenatural arrojada hacia él, estar vivo a pesar que se habría dejado devorar hace dos días, representa una gran diferencia. El pelirrojo no presumía estar recuperándose, porque él no estaba seguro de estarlo o no[...] Pero por lo menos las cosas mejoraron.

No me queda nada, no me queda nadie, sin objetivos, sin metas… Sin propósito ni razón de ser, ¿Para qué seguir avanzando entonces?, ¿Tiene significado continuar, a pesar que estoy varado en un mundo tan similar y diferente al mío?.

Cualquier sueño que tuviera, sus metas y sus objetivos a futuro no tenían relevancia alguna, y no tenía una red de apoyo donde pudiera encontrar su valor. Sin propósito en su vida, Luca sentía que nada tenía significado y cesar posiblemente sería un alivio[..., pero él no quiere detenerse.

Es demasiado testarudo para detenerse.

De manera intencionada, sus opacos ojos dorados descansan en la figura de cabello verde brillante, sus mechones ligeramente desordenados añadiendo a su estética. La chica vestía un suéter verde claro con rayas beige, causando que Luca la viese como una especie de gremlin cuando empezaba a actuar un poco extraño. Era bastante entretenido observar los cambios en su expresión, como su rostro se ilumina con una ligera sonrisa y luego se apagaba y sus labios se torcían en una leve mueca. Echando un vistazo era entretenido, pero Saijou quería hablar con Mabayu y Akemi durante el almuerzo y formar entonces el vínculo telepático, para poder comunicarse a grandes distancias.

También quisiera mostrarles algunos de los familiares que puedo evocar… Eh… ¿Tengo familiares inofensivos?— Luca realizó un repaso a su repertorio, con una expresión decaída y amarga concluyó que sí y no—. Si les gustan los osos polares capaces de arrancarle la cabeza a adultos de un mordisco, entonces calificaría de "peligrosamente adorable"... No, vamos a usar un gato…

Durante un momento de introspección, el magus pelirrojo deseó poder llamar al lobo dorado que su mentora le dejó, incluso si éste no era inofensivo en absoluto. Luca esperaba poder sorprender a Aki y Akemi después con sus "familiares", incluso si consideró que reportar la situación con la Semilla del Sufrimiento toma prioridad. Él sabía que tendría las oportunidades en el futuro, si es que incursiona a un Laberinto, lugares que el magus pelirrojo cobró interés en estudiar más a fondo.

No pienso que sean cánicas, aunque tampoco tengo los suficientes datos para dictar juicio al respecto. Millenium-Lock debería poder, considerando que las dimensiones de bolsillo son su campo de investigación, y aparentemente serán el mío a partir de hoy… O mañana.

Todavía no sabía cómo hallar Brujas, Luca confiaba que sus ojos pudieran percibir la diferencia producida por la dimensión de bolsillo en el tejido de la realidad, logrando encontrar el Laberinto. Sin embargo, no podía buscarlas por medios normales para estándares de un magus, y desconocía la causa de eso o si simplemente la forma en que la dimensión opera, bloquea los otros métodos de búsqueda más básicos. Había notado la tarde anterior cuando las firmas de energía mágica de Akemi Homura y Aki Mabayu desaparecieron, pero volvieron a aparecer poco después. Considerando sus aptitudes sintiendo la energía mágica, era bastante inusual que no pudiera percibir sus presencias, sin embargo si estaban en una dimensión diferente tendría sentido.

Igual que la barrera de los Ainsworth parecía bloquear un poco mis sentidos, evitando que alcancen el interior, estos Laberintos operan en una forma similar…

Por su origen espiritual, Luca era bastante adepto a percibir y seguir las signaturas mágicas de otros magi, llegando al punto de sentir fuentes de maná a la distancia, y el comportamiento del mismo. Si el maná presente estaba siendo utilizado, él podría juzgar el consumo del mismo, dándole una mayor comprensión sobre lo que sucede y efectivamente encontrando buenas áreas para rituales.

Quizás sí debería ir de compras tras terminar las clases, ayer fue bochornoso no poder ofrecer mis propias confecciones

Forcejeando internamente, Luca no sabía que su mirada ganó más claridad durante su introspección, una que no estaba ahí al darle miradas vacías al pizarrón o una de las paredes. Sin embargo, el cambio fue básicamente imperceptible para otros, el pelirrojo no había notado que su espíritu se avivó un poco en el prospecto de volver a hornear algo. Para el joven magus, aún podía ser complicado "cocinar" de nuevo, su nuevo enfoque podría prevenir una situación precaria.

—Recuerden completar sus asignaciones.

El profesor se despidió sin más, Luca ni siquiera notó que el hombre se retiró y en su lugar, pensó en cómo debía realizar su siguiente movimiento. No quería aplicarle hipnosis al entero salón, o ajustar el borde para que ignoren sus acciones, eso podía volverse un hábito complicado de romper. Si él no logra recuperar su habilidad de comunicación, y su manejo de las relaciones sociales en éste caso.

... Aki probablemente se tomará mal los rumores… O puede que no, no la conozco lo suficiente para saber si ella reaccionará mal. Ahora entiendo por qué decían que los entrometidos son una molestia, y sólo tuve que estar en el otro lado de eso para saberlo.

Levantándose de su asiento, recogiendo su cuaderno, libro y bolígrafo en su bolso, Luca ignoró olímpicamente a los demás compañeros de clase y avanzó hacia Aki. Él detestará los rumores de mañana, o los que se produzcan después de la hora del almuerzo. Tendría que tratar con esos aspectos de su vida con dignidad, porque habían cosas más importantes a las que debía prestar atención.

—Aki, ¿Me acompañas un momento?.

Mabayu estaba finalizando de recoger sus cosas, guardándolas en su maletín cuando el pelirrojo apareció a varios pasos de ella, haciendo que actúe de manera nerviosa al responder. Luca se encontró entretenido por sus reacciones, pensando que no se mostraba en su expresión o su mirada, su postura se relajó un poco.

—Eh, ehh… Sí, está bien— Mabayu miró al pelirrojo, uno de sus ojos tapado por su flequillo de mechones verdes—. ¿Vamos a pasar buscando a Akemi?.

—Una vez que nos encontremos con ella, nos dirigiremos al tejado para almorzar.

Asintiendo con su cabeza, la peliverde que vestía un suéter sobre su uniforme siguió al pelirrojo fuera del salón. Aki miraba de manera algo curiosa a Luca, con sus cejas arrugándose ligeramente como su tren de pensamiento avanzaba. Si él se percató de la mirada del ojo amatista visible, no reaccionó a simple vista. Por su lado, la chica de cabello verde desordenado lucía enfocada, queriendo entender al chico de la misma manera que comprendió el asunto de las "chicas mágicas".

Ambos avanzaron por el pasillo, Mabayu notó que Luca mantenía un ritmo igual al suyo, su paso ajustándose y permitiendo que estuvieran lado por lado. Si él hizo eso de manera consciente, o sólo fue un reflejo producto de caminar y charlar con otras personas, quedaba en duda.

—... ¿Tienes algún pasatiempo?.

Ligeramente incómoda, esperando no sólo quedarse mirando al pelirrojo, Aki realizó una pregunta casual y Luca tarareó por un momento.

—Durante estos últimos meses no, antes de eso solía hacer muchas cosas, algunas calificarían de pasatiempo.

—Eso no es una respuesta, pero está bien si no quieres decirlo.

—Oh, no… Es sólo que encuentro difícil reconocer que es un "pasatiempo" y que es simple entrenamiento. Honestamente, aprendí a tocar el piano porque alguien me recomendó eso… Diciendo que necesitaba aprender algo no relacionado al combate.

—¿Aprendiste a tocar el piano?.

Había un deje de sorpresa en la voz de Mabayu, los ojos dorados opacos del pelirrojo se volvieron hacia ella, una cara afable si un poco distante.

—Fue una experiencia… Extraña, donde esperaría un poco de dificultad, terminé aprendiendo a tocar rápidamente. Entendí entonces que aprendo muy rápido, puede deberse a mí coordinación y el control que tengo sobre mi cuerpo. También aprendí otras cosas, como actuar, bailar y cantar, aún si fueron habilidades que necesité.

—Woah, como se esperaba de un mago… Espera, ¿Sabes actuar?.

—A niveles de teatralidad y dramatismo, nada profesional, yo… Digamos que me volví demasiado confiado y empezaba a hacer espectáculos.

Las delgadas cejas de Aki se torcieron, la peliverde miró de soslayo al chico con sus ojos púrpura, y cuestionó.

—¿Qué quieres decir con espectáculos?.

—... Me metía en peleas seguido, y añadía teatralidad a mi "acto" como una forma de herir los egos de mis oponentes. No te sientas mal por ellos, la mayoría se lo merece en mayor medida.

—Ah, entonces es en un sentido diferente a Tomoe, ella… Era un poco teatral y tenía suma confianza en sí misma. Eso causaba que perdiera la vista de sus alrededores… Su claridad del entorno empeoraba si ella intentaba lucirse.

—Ya veo… No tendrán que preocuparse de eso conmigo.

Luca no había dejado puntos ciegos en su percepción, su claridad sobre el entorno es excepcional incluso sin estar enfocado. Se trata de un sexto sentido que permitía seguir toda acción y movimiento, así como leer el flujo de la batalla para anticiparse. No obstante, notando nada convencida de Aki, Saijou decidió que necesitaba hacer una demostración en otro momento.

Su charla cesó cuando llegaron al pasillo con los salones de segundo año, donde Akemi Homura estaba esperándolos. Luca miró a la belleza de largo y sedoso cabello negro, los delicados rasgos faciales en un rostro neutral y sus oscuros ojos amatista capturaron su atención. Él no estaba del todo sorprendido porque la estudiante de intercambio fuese popular, tomando en cuenta su apariencia y la vibra distante y enigmática que envuelve su figura.

Entiendo por qué creerían que intenté confesarme a ella, no cabe duda que Akemi es hermosa— Pensó Luca con sinceridad, y miró de soslayo a la chica de brillante cabello verde a su lado—. Es el mismo caso con Aki, pensando que su atractivo es diferente y su presencia sólo hace hincapié en eso. Sus ojos son de un tono similar a púrpura, pero la luz en ellos es distinta…

Akemi parecía alguien que fue forzada a crecer rápido, a desarrollar la madurez y la elegancia envolviendo su presencia. Aki por su lado, conservaba cierta inocencia a pesar de ser mayor que la formal, dando una impresión tierna. Luca no pensaría en éstas cosas antes de reunirse con ellas para el almuerzo, sino fuera porque sus compañeros de clase hicieron comentarios que él no necesitaba escuchar. Después de todo, el pelirrojo sabía que no había lugar para eso, y tampoco creía estar en condiciones para ello.

Las citas se sentían como algo distante, para Luca formaban parte de lo "normal" previo a la guerra, y en general parecía un tema inapropiado en el momento. Incluso entonces, no negaría que ambas chicas le parecieran bellas, Luca esperaba mantener ésas impresiones para sí mismo.

"Un idiota con complejo de héroe que es movido por sentimentalismo y se enamora fácilmente"... Sí, no consideré que pudiera volver a pasar— Luca descartó la clase de pensamientos que se volverían obstáculos luego, reflexionando—. Al menos… Es agradable saber que queda una pizca de normalidad en mí, sería muy lamentable que no pudiera reconocer la belleza al verla.

Fue lamentable cómo una guerra lo había dejado en éste estado, sorprendiéndose por algo tan común como reconocer que alguien era atractiva. Luca decidió no ahondar más en el asunto, en su lugar enfocándose en Akemi por razones más prioritarias.

—Saijou, Aki… Buenas tardes.

Homura saludó a ambos estudiantes de tercero, los dos de los tres hicieron caso omiso de los espectadores. Aki notó las miradas dirigidas a ellos desde el pasillo, su confuso rostro hizo que la pelinegra levantara una ceja.

—Hey, Akemi… ¿Qué con las miradas?.

—Culpa a Saijou por eso.

La pelinegra dirigió una mirada pétrea al pelirrojo, y Mabayu parecía entender qué estaba pasando. Desde la ligera, sonrisa pícara curvando sus labios, ella estaba disfrutando la situación. Aki no parecía percatarse de que ella misma era afectada ahora, pero puede que los rumores no sean tan malos.

—Perdón por los problemas, no pensé que se desarrollaría algo así… De todas formas, ¿Nos acompañas a almorzar en el tejado?.

—... De acuerdo, aunque preferiría si la próxima vez nos reunimos allí, en lugar del pasillo.

Luca realizó un gesto de disculpa con su mano, una leve sonrisa torcida en sus labios, estos no parecían recordar cómo estaban supuestos a curvarse para sonreír. Ése intento fallido de una sonrisa consiguió una mirada extraña de Akemi, sus apáticos ojos púrpura juzgando en una medida. Mabayu se dió cuenta de eso también, y volteó a ver a Saijou que volvió a su rostro "afable" habitual.

—Entonces yo sólo tendría la atención de ir con él, Akemi— Mabayu se contuvo de lanzar una burla amistosa, comentando en su lugar—. De todas formas, continuemos ésta plática en el tejado.

La joven de cabello negro y mirada apática resopló, para entonces asentir y avanzar por el pasillo en dirección a las escaleras más cercanas, dejándolos detrás. Por la manera en que la peliverde rodó sus ojos, Luca dedujo que había familiaridad entre ellas, y que llevaban tiempo conociéndose. El joven magus volteó y siguió a Akemi, con Aki caminando a su lado, mientras la chica de segundo año guiaba el camino. En su camino al tejado, subiendo varias escaleras, el chico oyó a Homura dirigirse a él sin voltear.

—Saijou, ¿No puedes sólo hacer que nos ignoren? Tu barrera aún rodea la escuela.

—Claro que puedo, no quiero hacerlo por mis razones… Quizás porque no es para tanto, no son los medios y meros rumores no afectan en nada.

—Tienes un punto, y sin embargo… Me parece molesto la atención innecesaria.

Aki estuvo observando el intercambio, sus cejas levemente fruncidas hasta que su rostro se suavizó, comentando.

—¿No recibiste mucha atención con tu llegada? Recuerdo que destacaste mucho entonces… Oh, ¿Sólo buscabas presumir frente a…?.

—Aki, no es tiempo para eso.

Luca observó la sonrisa de Mabayu estirarse, Homura resopló y continuó su camino al tejado, murmurando algo sobre "

vouyeristas. No esperando escuchar eso, el magus pelirrojo tenía curiosidades en saber a qué se refiere, y por qué Aki lucía nerviosa de repente.

Cuando llegaron al tejado, Luca dejó que las chicas entraran primero y cerró la puerta detrás suyo ésta vez, acercándose entonces a las dos en la banca. Ambas chicas mágicas tomaron sus respectivos almuerzos, con el chico mirando a la banca y los lugares disponibles. Él no esperaba que Homura se sentase en el centro, con Mabayu a su lado derecho, dejando un lugar a su izquierda disponible.

Juraría que ella es un poco más reservada y habría tomado una esquina, de manera que Aki estuviera entre nosotros. Debe haber sido un error de juicio de mi parte…

Sentándose junto a Akemi, Luca echó un vistazo al cielo durante unos segundos, las nubes blancas lo saludaron en el cielo azul, ocultando el Sol. La presencia de Mabayu se sentía bienvenida, a pesar que el joven pelirrojo se sintiera incómodo por la cercanía con la chica más joven. En parte por querer mantener una respetuosa distancia, y también porque él no había tenido mucha cercanía con alguien últimamente.

—¿Qué quieres saber, Saijou?.

—... Déjame ordenar mis palabras un momento, Akemi. Esperaba hablar sobre varias cosas, y mostrarles el resultado del experimento con la semilla del sufrimiento.

Sus palabras atrajeron la curiosidad de Aki y Homura, quienes se enfocaron en el chico, sus almuerzos olvidados. Tenían cierto escepticismo por supuesto, en cómo él había realizado experimentos con una Semilla del Sufrimiento. Posiblemente porque no habían considerado estudiar a fondo éstas, o no entendían cómo operan en profundidad. "Kyubey" debió mantener la información contenida, haciendo un gran trabajo de no revelar sus cartas, si la imágen que Luca construyó de éste era precisa.

Llevando su mano izquierda a su bolsillo, recuperando la alterada y semi-purificada Semilla del Sufrimiento, Luca les mostró a las dos chicas mágicas sin comprender lo inaudito que sería para ellas. Mabayu soltó una exclamación en sorpresa y Akemi se quedó desconcertada, viendo el orbe que no era oscuro y en lugar poseía un vívido color verdoso.

—¿¡Qué!?, ¿Cómo es que…?— Mabayu miró hacia el orbe llevado por una púa metálica, dubitativa—... Debí saber que todo era posible con magia… ¿No?.

—Sí y no, esto es posible para revertir una semilla de vuelta a una gema y… Pero eso requiere de un deseo. Entonces, ¿Cómo es que…? No, para empezar, ¿Por qué luce como algo a medio camino entre una semilla y una gema?.

¿Revertir una semilla en una gema…?.

Luca encontró interesante los comentarios de Akemi, pasándole la alterada Semilla del Sufrimiento, que ella aceptó con cierta cautela. Dos pares de ojos color púrpura estudiaron su trabajo, notando los cambios en esto, sin atreverse a probar si la semilla conserva su función o cambió de alguna otra manera. Luego de un par de minutos, Homura regresó el pequeño orbe verde, y aceptándolo tranquilamente, el pelirrojo volvió a guardarlo en su bolsillo.

—Descubrí una forma de conectarme con la semilla, y procedí a sustraer tanto del contenido corrupto como pude después de establecer un vínculo. Es… Un poco más complejo que eso y a su vez, una sencilla y precisa descripción de lo que sucedió. Es similar y diferente a reunir pensamientos residuales para obtener información, es más como interactuar y compartir sensaciones con otra forma de vida, con otra alma.

—Espera, ¿Estás diciendo que las semillas son almas…? ¡Pensé que las almas se rompían al volverse una…!.

Incrédula por los acontecimientos, Mabayu dejó de lado su nerviosismo y timidez para hablar con el pelirrojo directamente. Ella estaba asombrada, pensando que no tanto como Akemi que miraba a Luca de forma inusual. Parecía intentar resolver alguna especie de misterio, esforzándose para comprender la extrañeza que él era, o tal vez tratando de aceptar que él existe.

—¿Qué quieres decir con "las almas se rompían", Aki?.

—... ¿No sabes?—. Aki miró hacia Luca y entonces hacia Akemi—. ¿Él no sabe? No me digas que olvidaste decirle, o… No, eso está bien.

Homura no respondió ni reaccionó, las palabras de Mabayu no la alcanzaron en su estado actual, inmersa en su pequeño mundo.

—... Ok, hasta que Sailor Pluto decida volver con nosotros, supongo que me toca a mí explicarte eso— Mabayu suspiró, su mirada centrada en Luca, una expresión seria en su rostro—. Cuando contraté, al principio lo tomé como un juego, no podía tratarlo con seriedad y sólo observé desde el lado, una espectadora. Recuerdo que conversaba con Kyubey, diciéndole de las cosas que veía, preguntándole detalles o aclaraciones en ciertas cosas. Y entonces, aprendí el origen de las Brujas… Y una parte cínica de mí no le dió la relevancia que merece.

Mabayu parecía dolida por eso, dirigiendo una mirada momentánea a la estudiante de segundo entre ellos, que se recuperó finalmente de su choque. Después de todo, ella prosiguió con su explicación, sus ojos púrpura transmitían culpabilidad como descansaron en la pelinegra.

—Como una película, como si fuera para mí entrenamiento, observé a unas chicas luchar, discutir y… Caer en desesperación, y fuí entendiendo lo que pasaba. Aprendí por qué Tomoe no volvió a la escuela, el motivo de que Miki fuese encontrada en un hotel, la razón de que Kaname… Bien, en resumidas cuentas, descubrí gracias a mi magia la verdadera naturaleza de las chicas mágicas. Nosotras nos convertimos en… Brujas, algo sobre la transición entre la esperanza y la desesperación…

—Quieres decirme que la Bruja de hace dos días, esa criatura que enfrenté junto a Akemi… ¿Solía ser una chica?.

—... Sí.

—Y como cayó en desesperación, ella se transformó en eso.

—Eso es correcto…

Dándole una mirada nerviosa a Akemi, Aki contestó a las preguntas de Luca, como resultado la peliverde tembló ligeramente. El pelirrojo supuso que nadie reaccionó bien a ésta información, algo comprensible para los involucrados.

—Ya veo…

Cuando Luca intentó continuar, Akemi lo interrumpió y empezó a explicar desde donde Aki quedó. La bellezas pelinegra de ojos amatista habló con naturalidad, a su vez dando una impresión mecánica y fría. Pensando que su mirada penetrante se encontraba sobre él, intentando leer las reacciones del joven magus.

—Kyubey realiza contratos al garantizar deseos, a cambio una chica obtiene magia y se convierte en una chica mágica que pelea contra las brujas, sin saber que ella misma se convertirá en una. Las Brujas esparcen desesperanza y devoran civiles, mientras que una chica mágica derrota a las brujas… Pero no para proteger a los civiles en la mayoría de los casos. Puede que sea difícil de entender, pero nuestra supervivencia depende de las Semillas del Sufrimiento.

—¿Eso por qué…? Oh, ya… Cuando las manchas se desprendieron de esa joya tuya, volando hacia la semilla… Era una forma de purificación. Una limpieza, pero… ¿No eso era para que recuperen su magia?.

—Dudo mucho que no hayas entendido.

—... Ustedes dependen de las Semillas del Sufrimiento para subsistir, necesitan limpiar de manera frecuente esas joyas y purificar la corrupción en su "magia". De lo contrario, se transformarán en Brujas, ¿No? Sabiendo que la semilla es un alma y por los comentarios de Aki, entonces esa joya es… Vuestra alma.

Recostándose contra la espalda de la banca, Luca llevó su mano derecha a su rostro cubriendo sus ojos dorados opacos. Quedando inmerso en sus pensamientos, él repasaba sus clases de regreso en la Torre, y la información que consiguió por parte de las dos chicas mágicas. Saber que alguien estaba garantizando deseos, arrancando almas y materializando éstas, y estableciendo un sistema en que fueron deliberadamente corrompidas lo molestó un poco. Golpeaba bastante cerca de los experimentos de Galliasta, y aunque Luca no era un aliado de la justicia, no veía para nada bien ésas prácticas.

Por supuesto, él estaba tomándolo con calma, entendiendo la situación primero antes de decidirse por un curso de acción.

—Sus almas, almas materializadas que por alguna razón se corrompen y… Denme un segundo— Saijou pensó durante un tiempo, antes de proseguir—. ¿Esto tiene alguna consecuencia en ustedes? Además del peligro de combatir Brujas y esas cosas.

—Porque las Gemas del Alma son nuestras almas, que fueron arrancadas de nuestro cuerpo para hacerlas, varias chicas se llaman a sí mismas zombis. Manipulamos un cuerpo de carne sin estar vivas, y no podemos separarnos a más de cien metros de una gema o moriremos. La impresión de no ser humana, y ser más como un muñeco o un muerto viviente, llevan a que se conviertan en Brujas más rápido.

Eso puede explicar la apatía y el distanciamiento, y entiendo mejor porqué ella es así.

Contra todo pronóstico y las peores expectativas, Luca no reaccionó de mala manera, ni tampoco gritó y atacó a las dos chicas mágicas. En su lugar, el pelirrojo recuperó un almuerzo comprado en una tienda de conveniencia, su presencia era igual de tranquila que hace unos minutos.

—¿Eso fue lo que les pasó a las demás chicas, no?.

—... Algunas murieron contra Brujas…

Dándole un vistazo a Akemi, notando los matices de frustración en su mirada y su voz, Luca cambió su enfoque a Mabayu. La peliverde observaba a su amiga más joven con preocupación, con sus ojos del mismo color de púrpura dirigiéndose a él a veces.

—Aki, ¿Puedes decirme qué pasó con Tomoe, Miki y Kaname?.

—¿Eh? Sí… A pesar que no quisiera hablar de eso, porque no estuve ahí…— Mabayu no parecía confortable hablando sobre ello, en especial con Akemi presente, sin embargo respondió—. Voy a resumirlo mucho, ya que… Hmn, puedo decirte que Tomoe murió a principios del mes, devorada por una Bruja. Kaname…

—Miki se desesperó y se transformó en una Bruja, entre el diecinueve y el veinte. Una chica con la que acordé hacer equipo se dirigió a… Intentar razonar con ella, "apelar a su humanidad" o algo y llevó a M… Kaname con ella. La Bruja Sirena, la forma que adoptó Miki, asesinó a Kaname antes de que yo llegase y Sakura detonó su propia gema para derrotar a la bruja.

Homura intercedió, relatando lo sucedido con cierta dificultad, causando que Aki la mirase con mayor cautela. Era un tópico doloroso, y Luca lamentaba un poco haber preguntado al respecto. Aún entonces, el pelirrojo se percató de algo, y el cambio en su cara llamó la atención de la peliverde y la pelinegra.

—Dices que Miki se transformó… En ése caso…— Luca respiró hondo, estudiando a ambas y dándoles su propuesta—. Hay un experimento que quisiera realizar, y si pueden esclarecer algunas de mis dudas, sería de gran ayuda.

Por primera vez en meses, Luca se sentía nervioso e inconfortable, debido a la cara inexpresiva de Homura y la preocupación de Aki. Si las chicas mágicas se vuelven Brujas por desesperarse, o otros tipos de emociones negativas, entonces ella debía estar cerca de serlo. De alguna manera, se mantenía estable y humana, algo que sorprendía al pelirrojo ahora que sabía al respecto.

—Las chicas se transforman en Brujas, si es así, ¿De dónde vienen las Semillas del Sufrimiento?.

—Cuando caen en desesperación, la Gema del Alma de una chica se rompe, o "eclosiona" desde cierta perspectiva. Esto se convierte en una semilla, que entonces da forma a una Bruja.

Para sorpresa de la chica de desordenado y largo cabello verde, y la pelinegra un año más joven, el pelirrojo soltó un suspiro de alivio.

—Entonces puede ser que eso funcione… Akemi, ¿Aún conservas la semilla de Miki? Quiero realizar un experimento diferente en esto.

—... ¿Para qué quieres otra…?— Homura se congeló un momento, incredulidad se plasmó en su rostro—. ¿Piensas hacer lo mismo que hiciste con la bruja aviar?.

—No, voy a intentar algo diferente…

Mabayu miraba entre Homura y Luca, el chico notó que la preocupación fue desplazada por curiosidad. Su compañera de clase, vestida con un adorable suéter y olvidando su almuerzo, preguntó al magus pelirrojo.

—¿Es sobre la semilla que nos mostraste?.

—Sí y no, cuando estaba estudiando ésta, sólo buscaba entender qué era y también comprobar si es posible extraer el "lodo" o "impurezas" contenidas en esto. Ustedes vieron el resultado, debo asumir que es algo entre una semilla y una gema, pero si tienen la de Miki… Existe la posibilidad de revertirlo. Admitiré desde el principio que no conozco esto, no sé mucho sobre las chicas mágicas y sólo estoy aprendiendo el tema, pero soy un mago… Quizás sea capaz de realizar un milagro o dos.

Homura parecía querer decirle algo, pero se detuvo y frunció el ceño, luciendo como si tratara de reconciliarse con la idea. Por su lado, la chica de brillante cabello verde miraba dubitativa al pelirrojo, su curiosidad evidente. Ambas de ellas no conocían a Luca, ellas no sabían ciertas cosas de la taumaturgia, igual que él no tenía sabía sobre ellas. Al principio, creyó que Akemi había contratado con Alaya, pero parece que se trataba de algo más enteramente.

Es natural que duden de mí, no conocen mis capacidades, y tampoco saben sobre taumaturgia en general. Sus habilidades parecen ser innatas entonces, eso es muy impresionante de ser el caso.

Rompiendo su estado de trance, Mabayu preguntó al magus de cabello rojo y ojos ámbar, mientras Homura salía de sus propios pensamientos.

—¿Piensas que puedes revertir esto?.

—Bien… Jamás he visto el proceso, sin embargo, creo que tengo una buena oportunidad de hacerlo.

Estaba cada vez más nervioso con la presencia de Akemi, Luca sentía a la chica a su lado aumentar su intensidad, como si quisiera realizar sus propios experimentos con él para entender qué es. Entonces, ella se transformó, vestida con su atuendo de colores blancos y grises, púrpura y negro, llevando un escudo en su mano izquierda. Durante unos segundos, hubo cierta tensión como Akemi metió su mano en el escudo con forma de rombo.

Esa misma tensión se desvaneció, cuando ella recuperó una Semilla del Sufrimiento, adornada con una nota musical sobre el orbe, y la presentó al pelirrojo.

—No entiendo de qué te servirá, pero… Aquí tienes, incluso si puedes revertirlo, Miki ya… Lleva tiempo muerta.

—Soy un mago y un alquimista, me las arreglaré para asombrarte— Luca quiso sonreír con el fin de asegurarlo, pero a sabiendas decidió no hacerlo—. Después de todo, mientras tenga el alma, existe posibilidad de recrear una copia exacta del cuerpo para que ella habite esto… Si las cosas trabajan similar. No, aún mejor, ellas admiten que pueden operar sus cuerpos a pesar de que sus almas están fuera de esto, y previenen la degradación del alma de alguna forma… Asumiendo que ellas sufran deterioro del todo.

Aceptando la semilla, Luca Saijou decidió que su siguiente curso de acción, sería la resurrección de Miki Sayaka, incluso si eso significa revelar una carta que había tratado de mantener oculta. Si la Torre se enterase, era probable que se ganase una Designación de Sellado[...] No que ellos logren hacerle algo. Después de todo, no parecen existir en éste mundo, dándole un cierto alivio actualmente.

Entre el diecinueve y veinte, hace seis o siete días… Debería poder hacerlo.

Echándole un vistazo a la semilla oscura, sosteniendo el alma por el extremo como aguja, Luca sintió la melancolía en esto. Al sentir las miradas de la Aki y Akemi, el magus pensó varios segundos, y entonces anunció.

—Nos reuniremos ésta noche a las ocho o nueve.

Increíblemente, tener esa responsabilidad sobre sus hombros, era reconfortante para él.

Tendré que mostrarles uno o dos milagros…

Empezaba a sentirse más vivo desde el principio.

Fin del Capítulo.

Nota del Autor: Admito que el plan era para que Luca preguntara por una nueva Semilla para un diferente experimento, y luego de convencer a Akemi, ésta le diese la de Oktavia. Sin embargo, a pesar de que Homura se muestre tan fría hacia la peliazul, dudo que se hubiera desprendido de su semilla fácilmente. Por ende, tuve que sacrificar la sorpresa a cambio de una forma más[...] Plausible. También intento tener una mejor idea de cómo escribir a Aki Mabayu, hasta hubiera sido mejor dejarla para la siguiente línea temporal. No obstante, habría sido complicado mover la trama con interacciones de dos personas que son básicamente extraños, y Kirika no es una opción.

También me disculpo por tardar tanto, he estado ocupado y éste capítulo por poco llega a las 20k palabras… Pero decidí no extenderlo más.

El próximo capítulo será más "suave" en cuanto a interacción de personajes, más centrado en Homura y Mabayu, mientras Luca hace los preparativos para resucitar a Miki Sayaka.

¿Adivinan qué forma de taumaturgia pudo desarrollar, que le ganaría la atención de la Torre y permitiría revertir la condición de Miki?.