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Hora del baño

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-Si no hubieras decidido que esa tableta de chocolate era ideal para quedarte dormido sobre ella, esto no pasaría –gruñe Kakashi echando champú en su mano y frotándolo contra el pelaje de Guruko.

-Hacía calor, yo sólo busqué algo fresquito en el frigorífico –ladra Guruko desde dentro de un gran barreño en el patio trasero.

-¿Y los demás que hacemos aquí? –pregunta molesto Ühei a sus espaldas.

-¿Solidaridad? –añade Buru apático sentado en la hierba.

-Más bien pagar por el idiota –se queja Shiba mostrando los dientes a Guruko.

-Así aprovechamos y se bañan todos. Huelen a perro –acusa Kakashi.

-¿Sabes qué, lumbreras? Somos perros –responde Urushi salpicando agua desde dentro del barreño, junto a Guruko.

-Es tu culpa, Kakashi. Si no hubieras dejado la nevera abierta, el idiota no habría podido coger el chocolate –comenta Akino con mordacidad.

El ruido de una puerta interrumpe la conversación.

-¡Konnichiwa chicos! Ya he llegado –grita Sakura haciéndose oír.

-La voz de la razón ha llegado, quizás ella me libre del baño –comenta Bisuke corriendo en busca de Sakura.

-Mantendremos lo del chocolate en secreto, es el preferido de Sakura –susurra Kakashi.

Cuando Sakura llega al patio seguida de Bisuke ve un gran barreño donde Urushi y Guruko están salpicando agua a todas partes en un intento por huir del baño.

-¿Qué está pasando aquí? –pregunta mientras se hace una coleta y se remanga.

-No preguntes –ladra Pakkun a su espalda.

-Mucho calor, una tableta de chocolate y una nevera abierta –confiesa Bisuke a sus pies.

-¡Bisuke! ¿Qué habíamos dicho? –pregunta sorprendido Kakashi.

-¿Qué? –pregunta un poco asustado por todas las miradas asesinas hacia su persona.

-Iba a ser secreto –ladra Buru tumbándose en el suelo.

-¿Secreto? ¿Eso cuándo se ha dicho? –pregunta confuso escondiéndose tras las piernas de Sakura.

-¿Mi chocolate? –pregunta Sakura con tono oscuro y siniestro.

-Lo sentimos –dicen todos, incluido Kakashi, al unísono.

Sakura se acerca a Kakashi y se agacha a su lado.

-¿Necesitas ayuda? –pregunta besándole la mejilla enmascarada.

-No. Puedo con ello –dice frotando tras las orejas a Guruko mientras Urushi salta fuera del barreño y se sacude empapando a todos.

-Ya lo veo –dice llamando con la mano al ninken.

-No pienso volver a entrar al barreño –gruñe Urushi.

-Vamos chicos, un baño de vez en cuanto no hace daño –asegura Sakura ganándose la mirada sarcástica de todos los ninken-. Por favor, son los gatos los que odian el agua, no ustedes.

-Sabrás tú lo que nos gusta o no nos gusta –gruñe Shiba-. ¡Eh, chicos! Ahora Sakura es una experta en ninken –anuncia con ironía como si de una gran noticia se tratara.

-Bueno, pues entonces dormiréis fuera –sentencia cruzándose de brazos.

Kakashi los mira en silencio mientras aclara a Guruko.

-Bromeas, ¿verdad? –pregunta Akino.

-No. Los perros sucios no entran a casa.

-El único sucio era Guruko, fue quien se durmió sobre tu chocolate –responde Urushi molesto.

-Todos necesitan lavarse de vez en cuando -asegura sería.

-Chicos –interviene Kakashi-. Ya está bien, lo he intentado por las buenas –dice levantándose y secando sus manos en el pantalón.

-¡Oh no! –exclama Pakkun.

-Kakashi, no es necesario –pide Buru.

-Eso sí que no, por favor, Kakashi –suplica Bisuke.

-Mira Kakashi –llama Urushi entrando al barreño-. Ya he vuelto, ¿ves? Ya no hace falta.

Kakashi se pierde dentro de la casa.

-Kakashi, piénsalo, por favor –ruega Pakkun siguiéndole.

-¡Nos portaremos bien! –añade Akino en un grito.

-¿Qué está pasando? –pregunta confusa Sakura mirándo a Guruko, todavía dentro del barreño.

-¡Va a hacerlo, chicos! –avisa en un grito Shiba-. ¡Huyamos, estamos a tiempo!

-¿Kakashi? –le llama Sakura.

Kakashi vuelve a aparecer con una manguera.

-Por favor Kakashi –ladran al unísono los ocho ninken sentados en la hierba como perros obedientes.

Kakashi conecta la manguera al grifo y la abre.

-Se acabo, ducha para todos –grita apuntándoles con la manguera.

Gritos, ladridos, gruñidos y lloros caninos inundan el patio trasero.

Ocho ninken corren de un lado a otro intentando huir del chorro de agua y Kakashi tiene que ser rápido para siquiera rozarlos.

-¿En serio? ¿Tanto drama para esto? –pregunta Sakura mirando el circo que se ha montado en el patio.

-Prueba tú un manguerazo de esos, bonita –gruñe Shiba.

-No es para tanto –asegura riendo.

-Kakashi ya basta –ruega Bisuke-. Sabes que así el pelo luego se me queda muy feo.

-No seas nenaza –grita Kakashi haciéndose oír entre los ladridos.

-Y ahora jabón –dice Sakura riendo y apretando el bote sobre los diferentes ninken.

-Esto es degradante –comenta Buru que ha cedido y está tumbado sobre la hierba.

-No es tan malo –repite Sakura.

-Insistes en la idea, pelirrosa, pero no te he visto ponerte bajo el agua –dice Shiba saltando sobre Kakashi y mordiéndole el brazo, provocando que suelte la manguera-. Mía pringado –dice cogiéndola con la boca.

-¡Eh! –se queja Kakashi sobándose el brazo.

-¡SI! ¡Venganza! –gritan los ninken.

Shiba apunta con la manguera a Sakura que se cubre con las manos y es empujada al suelo por la fuerza del agua.

Sin soltar la manguera Shiba corre de un lado a otro del patio mojándolo todo y a todos.

-Que me estás mojando, más cuidado –gruñe Ühei.

-'o sien'o, no con'o'o mu' 'ien es'o –se disculpa Shiba.

-¿Qué ha dicho? –pregunta Guruko.

-Lo siento, no controlo muy bien esto –traduce Buru desde el centro del patio donde una lluvia de agua cae sobre él creando espuma sobre su cabeza.

Sakura desde el suelo no deja de reírse mientras ve como Kakashi persigue a Shiba.

Cuando está apunto de pillarle Urushi se cruza en su camino haciéndole rodar por el suelo.

-Arggggh –grita Kakashi desde el suelo desesperado pasándose las manos por el pelo.

Se levanta y hace unos sellos con las manos.

-¡Kage Bunshin no Jutsu!

Junto a él aparecen siete clones y cada uno se reparte la tarea de coger un ninken.

-Clones a mi –se queja Pakkun dando un mordisco al clon que lo hace desaparecer.

-Eso ha sido fácil –asegura Guruko copiándole.

-Por favor, Kakashi, no nos subestimes –pide Akino imitando a sus compañeros.

-Yiiiaaaahhhh! –grita Kakashi tirándose al suelo y sujetándose el tobillo.

-Perdón –se disculpa Bisuke-. Pensé que eras un clon.

Shiba suelta la manguera y muerde al clon que ha saltado sobre él.

-¿Necesitas ayuda? –pregunta Sakura desde el suelo, donde todavía se ríe.

-Estaría bien. Sí –afirma levantándose de nuevo y haciendo desaparecer los clones restantes.

Sakura se levanta chorreando agua. Cuando pasa cerca de Buru, el ninken extiende su pata haciéndola tropezar y cayendo en los brazos de Kakashi.

-No me lo agradezcáis –dice Buru sin levantar la cabeza.

-¿Agradecer qué? –pregunta Kakashi sujetando a Sakura por la cintura.

-Oh, vamos, todos sabemos como os gusta manosearos, lo oímos cada noche –exclama el ninken.

Sakura boquiabierta mira a Kakashi.

Kakashi rompe a reír a carcajadas.

-¿Nos espiáis? –pregunta molesta.

-¿Espiar? No es necesario –responde mordaz Shiba-, si controlaras tus gritos pelirrosa.

Un rubor rosado aparecer en las mejillas de Sakura.

El silencio se instala en el patio.

El suelo está encharcado, todos están empapados, y la manguera, suelta en el suelo, se agita soltando agua en todas direcciones.

-¿Hemos terminado? –pregunta Pakkun sacudiéndose el pelaje.

Kakashi deja escapar un suspiro y afirma con la cabeza.

-Esto te enseñará que no debes meterte con nosotros –ladra Shiba.

-Sólo quería bañaros –se lamenta pasándose las manos por el pelo.

-¿Y el jabón? -pregunta Sakura señalándolos a todos, cubiertos de espuma.

-Yo pienso darme un largo y apetecible baño caliente en la bañera -comenta Bisuke entrando y dejando huellas de barro por toda la casa.

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NdA: Poutpout me encantó tu idea, no podía dejarla pasar :P

También para Hatake Izumi, que quería uno de los ninken. Los amo a todos y cada uno de ellos, pero Buru tiene algo especial para mi. Debe ser su tamaño. De verdad pienso que es genial para achuchar.