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What if: Kakashi's dream
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-Despierta Kakashi, llegaremos tarde –grita un Obito de 41 años golpeando la puerta.
Kakashi abre los ojos de golpe y se incorpora en la cama -dos grandes ojos de color oscuro sin cicatrices en el izquierdo-.
-¿Qué hora es? –se pregunta pasándose las manos por el pelo.
-Vamos Kakashi, no puedes llegar tarde justo hoy, ese loco alumno tuyo nunca te lo perdonaría –grita Obito aporreando la puerta.
El ninja se levanta de un salto y avanza hasta la puerta. Por un momento duda si abrir es la mejor idea. No sabe porqué, pero tiene una rara sensación en el cuerpo.
-Te puedo oír ahí detrás. ¿Piensas abrir o tengo que tirar la puerta abajo?
Finalmente abre la puerta, y al otro lado Obito, vestido de Rokudaime Hokage, le mira con una media sonrisa.
-No puedo creer que finalmente vayan a nombrarle Hokage, ¿puedes creerlo? -comenta sin perder la sonrisa.
-Perdona, estoy un poco confuso hoy. ¿De quién hablamos?
-Naruto, ¿de quién si no? Vamos, Kakashi no has podido olvidarlo, hoy por fin cedo el puesto a tu ex alumno. Has insistido por años en que era la mejor idea, no has parado de repetírmelo en los últimos años. ¿Qué te ocurre?
-Naruto. Sí. Claro. Hokage. Cierto.
-¿Estás bien? Se te ve… ¿cansado?
-Sí. No debí dormir bien. No sé. Es… raro. Tengo los recuerdos un poco difusos.
-Los recuerdos ¿De qué hablas? ¿Volviste a beber?
-¿Qué?
-Te tengo dicho que no bebas.
-No bebí nada.
-¿Entonces? ¿Te fuiste de fiesta con esa chica tuya?
-¿Qué chica?
-Eso digo yo, ¿qué chica? ¿Cuándo piensas presentárnosla? Llevas casi tres años con ella. No sé a qué estás esperando. No puede ser tan malo.
-Obito, no sé de qué hablas.
-Kakashi, no engañas a nadie. Al menos no engañas a Rin. Ella tiene claro que sales con alguien. Dice que llevas tres años con una sonrisa en la cara, y lleva razón. Pero estamos preocupados, que no quieras presentárnosla es mala señal.
-No estoy con nadie.
-Sabes que aunque fuera de otra aldea la aceptaríamos.
-En serio Obito, no estoy con nadie.
-Sigue diciéndolo, pero a Rin no puedes engañarla.
-¿Y dónde está Rin?
-Ya debe estar en la torre, esperándonos. Le extrañó que no hubieras pasado por casa a sacarme de la cama. Estaba preocupada y me mandó a por ti. Ya sabes cómo son las mujeres.
-No lo sé.
-Sí lo sabes.
-Dame un par de minutos y nos vamos –pide cambiando de tema e invitándole a entrar en su casa.
De vuelta a su habitación se fija en un par de cosas que no había visto antes. Un par de cosas que no entiende qué hacen en su habitación. Entre otras cosas, una foto suya en la boda de Rin y Obito, y al lado de ésta, una de sus padres con él en la ceremonia de graduación a chünin.
Levanta la foto a la altura de sus ojos y se queda mirando por unos segundos.
-Obito –le llama en un grito para que le oyera desde el salón sin dejar de mirar la foto.
-¿Sí? ¿Necesitas ayuda para ponerte los pantalones? –pregunta con burla el Hokage.
-¿Cuánto hace que Rin y tú os casasteis?
-¿Lo dices en serio? Fuiste el padrino. Normalmente eres tú quien me recuerda nuestro aniversario cuando se acerca la fecha. En verdad debiste pasar una buena juerga anoche.
-¿Cuánto? –insistió serio.
-Mmmm… ¿ocho años? –responde entrando a la habitación.
-Ocho años… -repite en un susurro.
-Sí. Es increíble cómo pasa el tiempo.
-¿Mis padres…
-¿Qué pasa con tus padres? ¿Hace cuánto que no vas a cenar con ellos?
-No lo recuerdo –responde haciendo un intento por recordar-. ¿Dónde están?
-¿Cómo que dónde están? Imagino que en su casa.
-¿Dónde viven?
Obito le miró sorprendido.
-Kakashi, empiezas a preocuparme. Quizás deberías ir al hospital, que te hagan un chequeo.
-No, no. Estoy bien. Es sólo que estoy un poco confundido.
-Ya veo.
-¿Entonces?
-¿Entonces qué? -pregunta confuso.
-¿Dónde están mis padres?
-Donde han estado siempre. En su casa.
-Quizás debería pasar a verlos –dice con una rara sensación en el cuerpo.
-Sí, debieras. Hoy será un gran día para mucha gente. Naruto será Hokage, Rin y yo por fin nos iremos a ese viaje que llevamos tanto tiempo posponiendo, tú irás a comer con tus padres… incluso oí a tu alumna comentándole a Naruto que tenía algo importante que contarle.
-¿Sakura?
-Claro que Sakura, ¿qué otra alumna has tenido? Madre mía, Kakashi –dice riendo y golpeando el hombro del mencionado-. Realmente estás atontado hoy.
-Sí.
-Te encuentras bien, ¿verdad?
-Sí, sí. Sólo algo confundido –responde cogiendo su chaleco y empujándole fuera de la habitación-. Vamos, o llegaremos tarde.
Justo antes de salir por la puerta ve sobre su mesita de noche un hitai-ate rojo.
-o-
-¡Kakashi sensei! –saluda Naruto cubierto con un haori donde se puede leer Nanadaime-. Que bien que viniste. Estábamos preocupados porque llegara tarde. ¿Está todo bien?
-Ohayou gozaimasu sensei – saluda Sakura detrás de Naruto sonriendo feliz.
-Sí. Sólo me quedé dormido. Gomennasai –se disculpa éste pasándose una mano por el pelo.
-No hay problema, sólo nos preocupaste –dice Rin entrando a la habitación.
Por un momento Kakashi se queda congelado. De nuevo esa extraña sensación.
-He visto antes a tus padres, Kakashi, me dijeron que vendrían luego –comenta Rin.
Afirma con la cabeza, esa extraña sensación no le abandona.
-Kakashi, ¿estás bien? Tienes mala cara –pregunta esta vez Sakura.
-Sí. Algo cansado -responde encogiéndose de hombros.
-Mira que te dije que no fueras a aquella misión, ya no tienes treinta años Kakashi –le regaña Rin acercándose a él y colocándole un mechón de pelo.
-Lo sé, lo sé. No necesito que me regañes –responde éste sin recordar a qué misión se refiere.
-Se le da muy bien eso –añade Obito riendo y besando a Rin en la mejilla. A lo que ésta responde golpeándole en la cabeza.
-Está bien, vamos a centrarnos en lo importante hoy. El nombramiento de Naruto –dice Sakura abrazando por la espalda al rubio.
-Lo importante… es cierto. Sakura-chan –exclama Naruto soltándose del abrazo y girándose para enfrentar a la pelirrosa-. Me prometiste que hoy me contarías algo importante.
-¿Eh?
-Me lo prometiste –insiste el próximo Hokage.
-Sí. Lo haré. Pero después de la ceremonia.
-No. Vamos, dímelo ya. Por favor.
-Naruto, mejor después. Ahora es tu momento.
-¡Dattebayo! Quiero saber cuál es la gran noticia.
Rin y Obito miran a la pareja con gran interés. Kakashi les mira como si fuera una discusión más de sus alumnos.
-¿Es sobre Sasuke? –pregunta de pronto Naruto.
-No –se apresura a negar Sakura mirando a Kakashi avergonzada-. No es sobre Sasuke.
-¿Segura?
-Créeme, no es sobre Sasuke.
-Pero sí que sales con alguien, ¿verdad?
-Sí –confiesa poniéndose roja y sin dejar de mirar a Kakashi que la mira confundido y sin devolver la complicidad que Sakura espera.
-Vamos dímelo ya, ¿qué importa?
Rin se gira para ver a Kakashi cuando nota que Sakura no le quita la mirada de encima.
-¡Kakashi! –le grita soltándose de Obito y tomándole de la barbilla enmascarada para obligarle a mirarla-. ¿Hay algo que tengas que contarnos?
Kakashi confuso sólo atina a negar.
-No me jodas –dice para si mismo Obito.
Naruto pone cara de poker sin entender nada, y justo en ese momento un moreno con el símbolo de un abanico en la espalda entra en la habitación.
-Perdón por la tardanza. ¿Me he perdido algo? –pregunta Sasuke.
-Sakura iba a decirnos con quién sale –anuncia Naruto.
Rin toma por el brazo a Kakashi y le lleva a un rincón de la habitación.
-Kakashi ¿es Sakura la chica con la que llevas casi tres años? –pregunta en un susurro.
Kakashi vuelve a negar y mira de reojo a sus ex alumnos que les miran fijamente intentando adivinar de qué hablan.
-Sabes que puedes contarme lo que sea –comenta Rin, todavía en susurros, sin apartar la mirada de Kakashi.
Éste no deja de mirar a Sakura que le mira con los ojos entornados. De algún modo intenta decirle algo, pero no logra entenderla.
-Creo que me estoy perdiendo algo –sentencia rindiéndose.
-¿Puedo hablar contigo un momento Kakashi? –pide la pelirrosa acercándose a ellos.
Kakashi la mira todavía más confuso.
-¿Sí? –pregunta inseguro.
-Sí. Vamos fuera –exige Sakura.
-¡JOOOODER! Esto no me lo esperaba –exclama Obito riendo.
-Ni yo –confiesa Rin sonriendo-. Vaya idiota. Por eso no quería contarnos quién era la chica.
-¿Están insinuando que Sakura y Kakashi están juntos? –pregunta Sasuke mirando la puerta por la que han salido los dos ninjas.
-Eso parece –responde Rin.
-Eso no puede ser –interviene Naruto-. Me lo habría dicho antes.
-o-
-¿Qué pasa? –pregunta Sakura molesta-. Pensé que habíamos quedado en que hoy se lo contaríamos a todos.
-¿Contarles… -pregunta dejando inacabada la frase intencionadamente buscando que ella la completara.
-¿De qué vas? Ni siquiera me has saludado cuando has entrado en la habitación.
-Sakura-chan, hoy no me encuentro muy bien, me siento… perdido. Sí he hecho algo que te haya molestado te pido perdón. Pero llevo toda la mañana con una rara sensación, algunas cosas son... distintas.
-¿Distintas? ¿De qué hablas? ¿Te encuentras bien? –pregunta preocupada.
-Sí, me encuentro bien, es sólo una sensación. Es cómo si hubiera cosas que no están en su lugar, pero por otra parte parecen estar bien, no sé.
Sakura pone una de sus manos en la frente de Kakashi y éste retrocede un paso por la sorpresa de su cercanía.
-¿Qué cosas? –pregunta la kunoichi.
-Obito.
-¿Obito es una cosa que está fuera de su lugar? –pregunta confundida Sakura.
-Sí. En cierto modo. Obito, Rin, mis padres.
-No te entiendo.
-Tú y yo estamos juntos, ¿verdad? –pregunta recordando el protector rojo en su mesilla.
-Sí –responde con un gesto serio-. ¿Eso también es raro para ti?
Kakashi afirma con la cabeza.
-Yo… no lo recuerdo. No exactamente. Hay cosas que recuerdo, puedo recordarlo una vez que soy consciente de ello, y suena natural, parece natural, pero por otra parte… es cómo si todo eso fuera información nueva para mí. Hay cosas que no encajan.
Sakura le mira con seriedad. Lleva una de sus manos hasta el rostro de Kakashi y acaricia su mejilla enmascarada.
-¿Esto es raro para ti? –pregunta arrastrando suavemente la máscara fuera de su cara.
Kakashi se tensa.
-Nunca nadie me había quitado la máscara.
-Te la he quitado mil veces en estos tres años.
-No lo siento así.
Sakura se pone de puntillas y le besa suavemente.
-¿Y esto es raro? –pregunta sobre sus labios.
Kakashi cierra los ojos y la toma por las caderas para pegarla a él.
Cuando se separan, abre los ojos y traga saliva.
-Yo… no sé qué decir –responde en un susurro.
Sakura le mira con preocupación.
-¿Qué ha pasado Kakashi?
Éste se encoge de hombros.
-Hoy desperté… distinto. Todo esto… es como si no fuera mi mundo. Es cómo un sueño, en parte mi cerebro lo acepta y entiende que todo es así, pero por otro lado es como si nada encajara.
-¿Yo no encajo? –pregunta Sakura con tristeza.
Kakashi deja escapar un pequeño suspiro y la toma de las manos.
-No sé qué me pasa. No sé si es un sueño, o es real. Quizás sólo estoy cansado.
-Volvamos dentro, quédate al nombramiento de Naruto como Hokage, saludas a tus padres, estás un par de minutos en la celebración y vuelves a casa. Volvemos a casa.
Kakashi afirma antes de soltar sus manos y dejarla volver a la sala.
-Yo… lo siento –se disculpa con ella antes de que desaparezca tras la puerta y antes de volver a ponerse la máscara en su sitio.
-o-
Sakura se levanta del sofá, donde estaba sentada junto a Kakashi comprobando sus niveles de chakra.
-¿Te sientes cansado? –pregunta ella andando hacía la cocina.
-En realidad no. Me siento bien. No me duele nada, ni estoy cansado. No sé cómo explicarlo. Es sólo una sensación.
-¿Qué más está fuera de lugar? ¿Cómo se supone que deberían ser las cosas? –pregunta desde la cocina.
-¿Cómo?... no sé, distintas. Obito y Rin… es extraño, es raro verlos, como si no debieran estar aquí.
-¿Aquí? ¿En Konoha? –pregunta regresando con un vaso de agua que le hace beber.
-No. Era más… cómo si simplemente no debieran estar. Mis padres... ellos tampoco deberían estar –responde dejando el vaso en el suelo.
-¿Y yo?
Kakashi la mira en silencio antes de levantarse y llevar una mano al cuello de Sakura para acariciarlo.
-Desde luego tú y yo no deberíamos estar juntos.
-Hace mucho que dejaste de decir eso –dice cerrando los ojos por la agradable sensación de la caricia.
-¿Cuánto tiempo llevamos juntos?
-Casi tres años.
-¿Cómo fue?
-¿Cómo fue? –repite ella separándose un poco de él y mirándole extrañada, sin entender la pregunta.
-¿Quién dio el primer paso?
-Podría decirse que tú.
Kakashi la mira sorprendido.
-¿Qué hice?
-Te bajaste la máscara –responde sonrojándose.
-¿Eso es todo? –pregunto sonriendo.
-Bueno, eso fue el principio. Es raro hablar de esto contigo. Se supone que deberías saberlo.
-Lo siento. Hay cosas que… simplemente no vienen.
-¿No vienen?
-Cosas que simplemente no vienen a mi cabeza. Otras parecen más naturales, aparecen como recuerdos. Pero lo nuestro…
-¿No parece natural? –pregunta sin entender.
-Lo siento. En realidad estoy bastante sorprendido de que alguien como tú esté con alguien como yo, supongo.
-En ese otro mundo, al que has llamado tuyo… ¿tú y yo qué somos? ¿sólo profesor y alumna?
-No es que haya otro mundo, es como si fueran recuerdos mezclados.
-¿Y qué somos en tus recuerdos?
-Amigos.
-¿Es lo que quieres?
Kakashi da un paso adelante para acercarse a ella mientras se baja la máscara. La toma del cuello con las dos manos para evitar que se separe, y la besa con suavidad.
Sakura le agarra de la camiseta con fuerza arrugándola entre sus dedos.
-Por favor, no digas que esto no es real –pide sobre los labios de él.
-Parece real.
-Es real. Soy real –exclama dejando escapar una lágrima.
El sabor salado llega a sus bocas y Kakashi se separa de ella. Sakura se muerde el labio inferior como un niño intentando aguantar el llanto.
Él la toma por las caderas y la levanta rodeando su cintura con las piernas de ella, para volver a besarla mientras camina hacía su habitación.
Una vez allí la deja con suavidad sobre la cama y se tumba sobre ella sin dejar de besarla.
Sakura cierra los ojos dejándose acariciar por Kakashi mientras una nueva lágrima caer por el rabillo del ojo.
Poco a poco las ropas de ambos van cayendo al suelo y ambos terminan sólo cubiertos por una fina sábana blanca que se mueve al ritmo de las caderas de Kakashi contra el cuerpo de Sakura.
Tras unos minutos ella le rodea el cuello y deja escapar un suave gemido al que él se une mientras la besa con fuerza en los labios y antes de dejarse caer a su lado.
Las respiraciones de ambos vuelven a la normalidad. Kakashi pasa un brazo bajo la cabeza de Sakura y la atrae hacía su pecho obligándola a recostarse sobre él.
-No me importa si lo recuerdo o no. Eres lo mejor que me ha pasado nunca. Siento todo esto y siento hacerte daño. No me gusta verte llorar, nunca he podido verte llorar –dice Kakashi besando su cabeza-. Pero tampoco puedo mentirte y decir que no sucede nada.
-Estoy embarazada, Kakashi. Esa es la noticia que íbamos a darles hoy.
Kakashi se congela por un segundo.
-Yo… -deja escapar un gran suspiro-. No puedo creer que no sea capaz de recordar algo así.
-o-
Rodeado de miles de ninjas, y aún atrapado entre unas raíces que se secan por segundos, Kakashi recupera la consciencia. El tsukuyomi infinito en el que él y todos los demás habían caído ha sido anulado.
-¿Qué… ha sido todo eso? –se pregunta a si mismo llevándose las manos a la cara, dónde se toca una cicatriz vertical en el ojo izquierdo.
Frente a él Sakura sonríe al verle de vuelta.
-¡Kakashi sensei! Has despertado. Todo el mundo está despertando –exclama sonriendo-. ¡Naruto lo hemos logrado! –grita girándose para ver el rubio ayudando a la Godaime Hokage.
-Gracias Sasuke, sin tu ayuda no habría sido posible –sonríe Naruto mirando a Sasuke que ayuda a Karin, atrapada también por las raíces secas del árbol.
-Sakura, ¿qué ha pasado? –pregunta Kakashi mirándola fijamente.
-Derrotamos a Madara. Sasuke deshizo el tsukuyomi infinito –dice sonriéndole y tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse.
Al tomar la mano Kakashi siente una extraña sensación y tarda más de lo normal en soltarla. Sakura lo nota y le mira con extrañeza.
-¿Se encuentra bien, sensei?
Él la mira confuso y afirma con la cabeza.
-Sí. Supongo que sí.
Sakura se aleja para ayudar a Ino a salir de entre las ramas. Kakashi mira a su alrededor, todos tienen esa mirada de confusión con la que se identifica.
-Sakura –la llama.
-¿Qué sucede? –pregunta ésta sin soltar a Ino.
-Nada. Yo... Gracias.
Sakura le mira sorprendida antes de volver a centrar su atención en Ino.
-¿Estás bien? –pregunta a la rubia que mira a su alrededor asustada.
Kakashi no deja de mirar a Sakura con una extraña sensación.
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NdA: Espero que se haya entendido. Se trata del qué hubiera pasado si Kakashi no se hubiera salvado de caer en el tsukuyomi infinito de Madara. Igual que todos los demás tienen sueños "bonitos", y algunos son capaces de darse cuenta de que algo está mal o raro, me imagino el de Kakashi más o menos así. Sus padres, Rin, Obito, posiblemente Minato, todos vivos, y él con Sakura. Ahora falta que al despertar, y con esa sensación de que hay algo más, se atreva a dar el paso. Eso queda para la imaginación de los lectores.
