·
:::::
Qué te jodan
:::::
-¿Qué rubia? ¿De qué leches estás hablando, Genma? –pregunta Kakashi con hastío.
-¿Cómo que qué rubia? Kakashi amigo, tú la viste del mismo modo que yo la vi. Tenía esos grandes pechos y-
-Estoy seguro de que a Tenzö no le interesan sus pechos –le corta removiendo su bebida con la pajita.
-A todos los tíos le interesarían esos pechos –responde mostrando con sus manos cuánto de interesante tenían los pechos de la rubia fingiendo tener esos pechos delante-. Créeme Yamato, te habrían interesado –añade riendo.
-De todas formas, ¿qué tiene todo eso que ver? –pregunta Kakashi golpeando las manos de Genma para que deje de fingir tocar los pechos de la rubia.
-Mucho. Volvería a esa aldea si supiera que ella va a seguir en aquel bar.
-Claro que va a seguir. Es la hija del dueño –comenta Kakashi cansado.
-¿La hija del dueño? –pregunta el del senbon levantando la voz emocionado.
-Sí. La hija del dueño.
-¿Y tú cómo lo sabes? –pregunta Yamato sonriendo pícaramente.
-Hablé con el dueño. Me lo dijo él.
-¿Y qué más sabes de ella? -pregunta Genma interesado.
-Que es muy joven para ti.
-No hay edad para el amor, ¿verdad Yamato? –pregunta al más joven buscando complicidad en él.
-Para el amor quizás, pero sí para la ley. Por no hablar de que tus pensamientos están muy lejos del amor –responde Kakashi socarrón.
-¿Ahora eres un experto en el amor? ¿Tú qué opinas Yamato?
-¿Qué opino de qué?
-¿Crees que hay edad en el amor?
-Pienso como Kakashi. Lo que tú quieres hacer con esa chica no es amor.
-No vayáis de listos. No sabéis si esa chica es la mujer de mi vida.
-Apuesto a que sí –responde Kakashi con ironía.
-Todavía no sé qué pretendíais contarme –se queja Yamato dando un trago a su bebida.
-Si Genma no pensara con sus partes bajas esto no pasaría –comenta Kakashi riendo.
-Lo que pasa es que os morís de envidia.
Kakashi no puede evitar reírse a carcajadas ante ese comentario, ante el cual Yamato primero se sorprende y luego se suma a las risas.
-Pienso volver por allí y buscarla. Entonces-
El ruido de la puerta del restaurante cerrándose de un golpe interrumpe a Genma. Todos en la sala se quedan en silencio viendo a Sakura entrando con cara de pocos amigos y parándose en el centro de la sala para mirar alrededor buscando algo o a alguien.
Sakura llega hasta la mesa donde están los tres ninjas y se cruza de brazos mirando a Kakashi como si los otros dos no estuvieran.
Kakashi la mira interrogante de vuelta.
-¿Y? –pregunta cabreada Sakura.
-¿Y… qué? –pregunta a su vez Kakashi realmente confuso.
-¡¿No piensas decir nada!? –grita Sakura sin importarle que todos en el restaurante la estén mirando.
-¿Qué se supone que debo decir? –pregunta de nuevo Kakashi desde su silla.
-¡Qué te jodan, Kakashi! ¡Qué te jodan! –grita Sakura antes de girar sobre sus tobillos e irse tranquilamente.
Cuando ha desaparecido del restaurante, Yamato se gira hacía Kakashi con gesto interrogante.
-¿Algo que contar, sempai?
Kakashi sigue mirando la puerta por la que Sakura había desparecido.
-Eh… no. No sé qué le pasa.
-Pues parecía muy cabreada –dice el del senbon.
-Sí. Parecía algo personal, sempai.
-Yo… no he hecho nada. Al menos nada que recuerde.
-Piensa, Kakashi. Algo ha tenido que pasar –insiste Genma.
-Será mejor que vayas a buscarla –sugiere Yamato.
-Tío, como sea mínimamente como su maestra estás perdido –se ríe Genma.
-No sé qué he hecho. Pero iré a descubrirlo –dice Kakashi levantándose-. Pagas tú, ¿verdad Genma?
-Sólo si luego nos cuentas qué ha sucedido. Daría lo que sea por ver cómo te da una paliza.
-Sakura puede contigo, si de verdad quiere –comenta Yamato.
-Sakura puede con cualquiera –dice Kakashi con falso terror en la voz.
-Ríete. Pero te va a moler a palos.
Los tres echan a reír mientras Kakashi se aleja de la mesa.
-Apuesto a que vuelve con un chichón –reta Genma poniendo un par de billetes sobre la mesa.
-¿Con esa cara? Yo creo que le rompe un brazo –aventura Yamato igualando la apuesta.
-o-
Fuera del restaurante Sakura espera apoyada en la pared frente de la puerta de entrada al restaurante. Cruzada de brazos con pose tranquila.
Kakashi cruza la puerta del restaurante y la mira molesto parándose en seco.
-¿Piensas quedarte ahí? –pregunta Sakura levantando la voz para hacerse escuchar.
-No lo sé. Temo por mi integridad física –responde con seriedad el ninja sin moverse del sitio.
-No puedo prometer no golpearte. Pero creo que me debes una explicación.
-¿Una explicación? –pregunta cruzando la calle y acercándose a ella.
-Sí. Eso he dicho.
Sakura descruza los brazos y le mira desafiante.
-¿Qué explicación? –pregunta tranquilo-. ¿Era necesario entrar ahí e insultarme delante de toda la gente? –pregunta también desafiante acercándose bastante a ella.
-Sí. Lo era. Y tampoco es que te importe ese tipo de cosas.
-"Qué me jodan", es un poco fuerte.
-Ni siquiera sabes porqué lo he dicho, ¿verdad?
Kakashi la mira intentando adivinar. Tras unos segundos toma una gran bocanada de aíre que comienza a soltar despacio.
-No sé qué crees que he hecho, o qué he hecho, pero en cualquier caso, no era mi intención molestarte.
-¿Molestarme? ¿Crees que estoy molesta? Estoy mucho más que molesta. Eres tan idiota que ni siquiera piensas en los demás. En cómo afectan las cosas que haces o dices, ¿verdad? –grita Sakura con rabia.
-Sigo sin saber a qué te refieres. Pero te agradecería que dejaras de gritar. Te recuerdo que soy tu maestro.
-¡EX MAESTRO! –grita mirándole fijamente a los ojos color onix-. Eres mi ex maestro, desde años somos compañeros. ¿Sabes lo que eso significa Kakashi? ¡COMPAÑEROS! Los compañeros se cuentan las cosas. No las descubren por terceros.
Kakashi se tensa instantáneamente.
-Dime, ¿pensabas enviar una postal cuando llegaras? –pregunta con sarcasmo- ¿O vendría Pakkun a despedirse? No, ya lo sé, simplemente lo descubriría cuando me asignaran otro compañero de equipo.
-No es lo que piensas –susurra con la voz ronca.
-¿Lo que pienso? ¿No es lo que pienso? ¡Dime! ¡Dime cómo es! Porque lo que pienso es que vas a desaparecer por algo más de tres años y no has tenido el valor de decírmelo a la cara. Lo que pienso es-
-No es que tuviera opciones –la calla poniéndole la mano sobre la boca sujetándola contra la pared-. No es fácil. No quiero ir. Pero no tengo otra opción. Me necesitan y-
Sakura molesta se zafa de él
-Sí, claro que te necesitan. El gran Hatake Kakashi. ¿Qué harían sin ti? –pregunta molesta-. Pero no hablo de eso. Hablo de confiar en mí. De contármelo. De contarme que te vas por más de tres años. De despedirte de mí.
-Tsunade no debería habértelo contado.
-¿Esa es toda tu respuesta? ¿Culpar a otros por contarme algo que deberías haberme contado tú mismo?
-Pensaba hacerlo.
-Lo sabes desde hace algo más de un mes. Te vas en tres días.
Kakashi cierra los ojos y respira hondo un par de veces intentando centrarse. Cuando los abre Sakura sigue mirándole. Levanta las manos en son de paz pero Sakura no cambia el gesto, está nerviosa y se puede notar la rabia contenida.
Estira sus manos para tomarla por los hombros.
-No me toques –le pide instintivamente.
-Lo siento –se disculpa sin soltarla.- Siento no habértelo dicho antes.
-No me lo creo –condena dejando de intentar zafarse de su agarre.
-Lo digo de verdad. Quería decírtelo. Pero no sabía cómo. Nunca se me han dado bien las despedidas. No encontraba el momento.
-¿El momento? ¿Qué te parece cualquiera de esos entrenamientos que compartimos varios días a la semana? ¿O cuando me vas a buscar con unos onigiris al salir del hospital para asegurarte de que como algo antes de ir al entrenamiento? ¿Y las mañanas ayudándome a mudarme? ¿O cuando te invité a comer en mi casa para agradecerte todo lo que me habías ayudado? ¿Qué te parecen todas esas tardes compartidas contándote planes para mi vida? ¡¿No te parece que has dejado escapar mil oportunidades para decirme que tenías planeada una misión que te haría estar fuera de la aldea por más de tres años!?
-Precisamente por eso no encontraba el momento.
Sakura le mira cambiando por primera vez el gesto de rabia por uno de confusión.
-¿Qué quieres decir?
-Quiero decir que no me importa decirle a cualquier otra persona que me iré por dos o tres años. Pero no a ti.
-¿No confías en mí?
-No se trata de confianza. Confío plenamente en ti.
-¿Entonces?
Kakashi sube una de sus manos por el cuello de Sakura y se pega a ella hasta sentir la calidez de su cuerpo.
-No quiero separarme de ti tanto tiempo. Todos esos momentos que acabas de recordar… no quería estropearlos. Eran perfectos. No quería echarlos a perder diciéndote que me iría y no podríamos compartir más momentos así.
-¿Y sin embargo te vas?
-No tengo otra opción.
-¿Te lo ha pedido Tsunade?
-No. En realidad me he mostrado voluntario para la misión.
-Entonces no vayas.
-No puedo seguir aquí.
-¿Por qué?
-Por lo mismo que no pude decirte que me iba. Porque no puedo estar contigo. Necesito irme, alejarme de ti.
-¿Por qué? ¿Qué pasaría si no te fueras?
-Sakura… -Kakashi la tiene acorralada contra la pared y su cuerpo, y deja escapar su aliento sobre el cuello de Sakura antes dejar caer la cabeza contra el hombro de la kunoichi-. Sakura no sé cuánto podré resistir así.
-¿Y por qué te resistes? –pregunta temblando y llevando sus manos hasta el cuello de Kakashi.
Éste se separa de ella y levanta la cabeza para mirarla fijamente.
-¿Qué?
-¿Por qué te resistes? –pregunta pasando sus manos a la cara de Kakashi para sujetar el borde de la máscara.
-No… no sé si estaría bien.
-No quiero que te vayas, Kakashi. Necesito esos entrenamientos. Necesito esas tardes. Necesito que te quedes. Sólo estás tú… No. Eso… No es que sólo estés tú. Es que te necesito a ti. No a cualquier otra persona.
-Sakura… no creo que esto-
Sakura le baja la máscara y le besa suavemente en los labios.
-Pídele a Tsunade que mande a otra persona. Por favor –suplica la kunoichi sin separarse de sus labios.
-Estás haciendo esto realmente difícil.
-Si prometes no irte dejaré de hacerlo.
-¿Te das cuenta de que es la peor oferta que me han hecho en mi vida? –pregunta entre divertido y serio.
Sakura se ríe contra sus labios.
-Está bien. Si te quedas prometo dejar que me beses de nuevo –dice separándose de él y volviendo a colocarle la máscara en su sitio antes de rodearle el cuello con los brazos.
-Yo no te he besado. Tú me has besado –responde sonriendo bajo la máscara.
-No te hagas el gracioso. O no habrá una segunda vez.
-Ves. Esa sí es buena. Eres mejor amenazando.
-¿Se lo pedirás a Tsunade?
-¿Qué me deje besarla? –pregunta con un gesto de falsa confusión
-No me tomas en serio.
-Bromeo. Claro que se lo pediré. Lo has puesto demasiado interesante como para querer irme –confiesa sonriendo.
-Siento lo de antes.
-No. Yo siento no haberte dicho que pensaba irme –se disculpa pegando su frente a la de ella-. Lo siento de verdad. He sido un idiota.
-Un poco sí que lo eres. Pero te perdono si no te vas.
-No me iré.
-Vuelve ahí dentro. Tus amigos deben estar preguntándose si te he matado ya.
-Es posible. Pero preferiría quedarme contigo.
-Tengo trabajo.
-¿Y luego?
-Estaré en casa.
-¿Puedo pasar luego a verte?
-Sólo si has hablado con Tsunade antes.
-Eso está hecho.
-Entonces te veo luego. Tengo que ir al hospital.
-¿Te has escapado?
-Sí. Por tu culpa hay un paciente agonizando.
-Espero que estés bromeando.
-Sólo un poco.
-Vete. No quiero que Tsunade me culpe por tu irresponsabilidad.
Sakura se suelta de su cuello a regañadientes y se marcha.
-o-
-Ya vuelve –dice el del senbon golpeando el brazo de Yamato.
Éste se gira para ver a Kakashi que entra con la mirada perdida.
-Parece feliz –comenta extrañado Yamato.
-Y completo –añade Genma.
-Sí. No parece tener nada roto.
-Ni un chichón.
Kakashi llega hasta la mesa y se sienta sin decir nada.
Los dos ninjas le miran en silencio por unos minutos esperando que diga algo. Pero Kakashi sólo está ahí sentado en silencio y mirándolos de vuelta con una estúpida sonrisa bajo la máscara.
-¿Y bien? –pregunta moviendo el senbon de un lado a otro entre sus labios.
-Senpai, ¿todo bien? ¿qué ha pasado?
-¡Kakashi! ¿Has hablado con Sakura? –insiste Genma.
-¿Eh? –pregunta el aludido volviendo en sí.
-Tío, ¿qué ha pasado ahí fuera? –pregunta con más curiosidad Genma.
-Nada –responde sin perder la sonrisa.
-Venga hombre, ¿qué te ha dicho?
-Me ha regañado.
-¿Por qué estaba cabreada? –pregunta Yamato intrigado.
-Porque no la había dicho que me iba fuera por un tiempo.
-¿Te vas?, ¿cuándo?, ¿vas a la aldea de la rubia? –pregunta Genma.
-No. Ya no me voy.
-No entiendo nada –confiesa Yamato.
-Kakashi, ¿qué ha pasado ahí fuera? –vuelve a preguntar Genma.
-Me ha besado.
:::::
:::
