·

:::::

Errores

:::::

Era bastante tarde y tenía unas ganas locas por irse a casa, meterse en la cama y cerrar los ojos hasta el siguiente amanecer.

Y si entre medias conseguía esquivar a todos, mejor.

Llevaba cinco días sin dormir. Aproximadamente desde que recibiera esa carta de cierto moreno que anunciaba su regreso de otro de sus cortos viajes de larga duración y de los que ya se había cansado. La carta lo anunciaba como "regreso próximo" tan próximo como que había sucedido la noche anterior. Después de tanto tiempo sin saber de él, avisar con cuatro días de adelanto era algo absurdo.

Lo que sabía a ciencia cierta era que aunque al pensar en esquivar a todos, ese todos incluía a ese moreno, esquivarlo sería imposible. Compartir casa es lo que tiene. Además, había decidido hablar con él de una vez. Las cosas no podían seguir igual.

Por todo ello, la idea de conciliar el sueño esta noche no se presentaba con una probabilidad mejorada. Claro que también tenía algo que ver el hecho de que igualmente se había prometido hablar con cierto Hokage. Llevaba toda la tarde pensando en lo que le diría cuando le viera. O más bien, llevaba toda la tarde pensando en lo que no le diría. Porque a pesar de llevar cinco días pensándolo era incapaz de encontrar las palabras adecuadas.

Se colocó la mochila a la espalda y cogió un par de cajas de gran volumen que cargó hasta la puerta, donde como pudo apagó las luces del despacho con el codo y tras un último vistazo abandonó el lugar.

Cerró la puerta de un empujón y dejó las cajas en el suelo mientras rebuscaba en la mochila las llaves para echar el cerrojo.

Fue en ese momento que notó como un cuerpo musculoso se pegó a su espalda. Una mano enguantada que conocía muy bien se enroscó en su cuello y una nariz enmascarada se hundió en su cuello.

-¿No es un poco tarde para estar por aquí? –susurró con una voz grave y teñida de sensualidad el dueño de ese cuerpo que la acorralaba contra la puerta.

-Estoy cansada. Quiero irme a casa –confesó con desgana y hastío.

Kakashi la soltó sin separarse de ella, lo que la permitió girarse todavía acorralada entre su cuerpo y la puerta.

-¿Estás bien? Suenas más que cansada –preguntó mostrando realmente preocupación y dejando a un lado su anterior arranque de deseo.

Sakura dejó escapar un suspiro a la vez que le empujaba suavemente para apartarle de ella.

-Sí. Sólo estoy cansada. De verdad. Quiero irme a casa y olvidarme de todo.

Sakura volvió a girarse para cerrar con llave. Kakashi avanzó el par de pasos que había sido empujado y llevó sus manos a los hombros de Sakura, donde comenzó a realizar un suave masaje.

-Ven a mi casa. Podrás olvidarte de todo –comentó volviendo a susurrar.

-No. No me apetece –dijo dándole un manotazo a una de las manos para apartarle de nuevo de ella.

El Hokage la miró en silencio por un momento. Cuando Sakura se agachó a coger las cajas, se adelantó y las cargó por ella.

-Deja que te acompañe a casa. Las llevaré por ti.

-No lo necesito. Además, está Sasuke –aclaró intentando coger las cajas.

Kakashi se tensó por un momento y retrocedió un par de pasos con las cajas en brazos para evitar que Sakura las cogiera.

-Sólo acompañarte. Cuando lleguemos a tu calle te las entrego y me voy. Prometido.

Sakura le miró confundida.

-Vamos. Confías en mi, ¿verdad? No soy un idiota. No haría nada que te pusiera en problemas –dijo esto último comenzando a andar por el pasillo del hospital.

-¿Qué quieres decir con ponerme en problemas? –preguntó molesta avanzando tras él.

El pasillo estaba desierto. A esas horas sólo quedaban algunos pacientes en la planta de ingresos y unas pocas enfermeras con turno de noche. Pero el ala de despachos e investigación siempre quedaba desierta después de las doce de la noche. Y de eso ya hacía algo más de una hora.

-Bueno, no sé. Tú lo has dicho. Sasuke ha vuelto –comenta Kakashi sin darle mayor importancia.

-Sí –responde con un deje de tristeza.

-¿No te alegras? –pregunta girándose para verla al notar el deje en la voz.

-Sí. Supongo que sí.

Avanzan un par de pasos más en silencio antes de que Sakura se detenga en mitad del pasillo. En realidad no sabía qué esperar cuando le dijera que Sasuke había regresado, pero una total indiferencia… se sentía dolida.

-¿Ya está? ¿Eso es todo? –pregunta molesta.

Kakashi se detiene sin girarse.

-¿Qué quieres?

-¿No vas a decir nada?

-No hay nada que pueda decir.

-Así que ya está. Eso es todo.

-Sasuke ha vuelto, ¿no?

-Sí. Ha vuelto. Imagino que eso es todo –añade comenzando a andar de nuevo.

Kakashi se gira para mirarla, lo que la hace detenerse de nuevo.

-Sakura… ¿eres feliz con Sasuke? –pregunta sin más rodeos.

-¿Cómo puedo ser feliz si nunca está? ¿No eres tú la prueba de que no lo soy?

-No lo sé.

-Kakashi… se supone que llevo casada con Sasuke dos años. De los cuales ha pasado en la aldea menos de tres meses. ¡Hacía casi un año que no le veía!

-Lo sé.

-Ya casi… Me había olvidado de él. Y ayer aparece como si nunca se hubiera ido.

-Sakura–

-Pero se fue –le interrumpió-. Se había ido y de algún modo yo estaba rehaciendo mi vida. Y te he involucrado en todo esto. Y yo no quería esto. He sido una estúpida. He hecho todo mal y ahora no sé qué hacer. No quiero verle. No quiero verte a ti. No quiero veros a ninguno de los dos porque siento que no merezco que ninguno de vosotros me dirija la palabra –dice esto último escondido su cara entre las manos e intentando tranquilizarse para no romper a llorar.

Kakashi deja las cajas en el suelo y se acerca a ella sin llegar a tocarla.

-Oye… no tienes porque sentirte mal. Y muchos menos creerte la culpable de nada. En todo caso el culpable soy yo. Sabía que estabais casados y aún así permití esto.

-Vamos no digas tonterías. Yo soy la que está casada. Yo soy quien debería haber dicho que no.

-Nadie va a enterarse por mi parte. Y no se repetirá. Fui un estúpido y no pensé en las consecuencias.

-No se trata de que no se enteren los demás. Se trata de mí. Yo lo sé. Ya nada es igual.

Kakashi deja escapar un suspiro y lleva sus manos a los hombros de Sakura.

En ese momento Sakura es mentalmente transportada a otro momento. A una de esas noches que han compartido en los últimos meses.

Kakashi la besa apasionadamente mientras se balancea sobre su cuerpo sin dejar de acariciarla mientras se apoya sobre su otro brazo para soportar su propio peso y no aplastarla.

Un gemido se escapa de su garganta cuando se hunde completamente en ella una vez más.

Momentos después ambos han llegado al orgasmo y están tumbados en la cama bajo las sábanas. Él la abraza desde la espalda y besa su cuello con cariño.

-Eres perfecta –susurra en su oído.

-Cállate tonto –pide ella avergonzada y girándose para golpearle suavemente sobre el pecho.

-Podría hacerte al amor cada noche de mi vida.

-Esto es un error.

-Siempre dices lo mismo. Pero luego siempre vuelves a por más –bromea riendo.

Sakura vuelve al presente al escuchar la voz de Kakashi.

-…pídele a Sasuke que se quede. Dile que le necesitas a tu lado. Seguro que se quedaría si se lo pidieras. Podéis empezar de cero.

-No quiero empezar de cero. Yo soy la única culpable de lo que he hecho y no voy a conseguir dejar de sentirme como una mierda. Pero si lo he hecho ha sido precisamente porque él nunca me hizo sentir como tú lo haces. Sasuke me pidió matrimonio sabiendo que se iría en un viaje tras otro sin pensar en mí. No quiero seguir con esta relación. No quiero tener que pedirle que se quede por mi. Querría que fuera él quien decidiera quedarse por mí. Pero nunca lo hará. Porque Sasuke no es ese tipo de hombre.

-Pero es el hombre que te gusta.

Sakura quita las manos de su cara para poder mirarle a los ojos ónix.

-No. Ya no. Creo que cometí un gran error aceptando casarme con él.

-¿Qué quieres decir?

-Kakashi… ¿crees que una persona puede enamorarse de una segunda si realmente estuviera enamorada de la primera?

El Hokage sólo se encoge de hombros sin querer pensar en el significado tras su pregunta mientras recuerda la primera vez que besó a Sakura.

Había entrado al despacho de Sakura. Pasaba por allí para dejarla unos papeles del hospital y aunque no pensaba que la encontraría estaba allí, llorando.

Eran cerca de las dos de la mañana y Sakura simplemente no había querido volver a su casa por no encontrarla vacía, como siempre.

-No te preocupes. Él volverá. Estoy seguro.

-Estoy cansada de esperar.

Kakashi la miró en silencio, se acercó hasta ella y la abrazó. No era el mejor manejando los sentimientos de los demás, y con Sakura siempre se había limitado a decir lo que sabía que ella quería escuchar. Pero también sabía que un abrazo siempre ayudaba.

-Si no vuelve, él se lo pierde –intentó bromear.

-Gracias, por estar siempre ahí, Kakashi –respondió con seriedad.

Sonrió bajo la máscara antes de separarla de sí y subir las manos hasta el cuello de Sakura para obligarla a levantar la cabeza y poder mirarla a los ojos.

Sin saber porqué llevó uno de sus pulgares hasta los labios de Sakura para acariciarlos, cuando lo retiró ella pasó su lengua por los labios lentamente, no con un sentido sexual, simplemente era un acto reflejo, como si pudiera saborearle.

Kakashi se inclinó un poco sobre ella, lo justo para notar su aliento y dudó por un segundo. Sin embargo Sakura llevó una de sus manos hasta la mejilla de Kakashi y eso le hizo lanzarse. Se inclinó un poco más y con la máscara por medio la besó. Fue Sakura la que bajó con suavidad la máscara para que pudieran unir sus labios.

Con ese gesto Kakashi decidió que no necesitaba más permiso. La rodeó con los brazos para pegarla a él y buscar el acceso a su boca. Tras unos segundos, sin separar sus labios, la tomó por las caderas y la llevó hasta el escritorio de ella, donde la sentó a la vez que le sacaba la camiseta.

Esta vez fue Kakashi el que volvió a la realidad por la voz de Sakura.

-Yo siempre pensé que el amor era eso que sentía por Sasuke cuando le veía ganar a Naruto sin apenas esfuerzo con tan sólo diez años. O después, cuando se lanzaba a por el enemigo sin miedo. Creí que era el amor lo que me hizo sentir ese vació que noté cuando él se fue de la aldea la primera vez. O cuando le volví a ver después de años a pesar de que no quisiera volver y nos amenazara. Yo pensaba que eso era amor. Lo pensaba porque durante todo ese tiempo nunca pude mirar a otro hombre y pensar que podría pasar mi vida con esa persona, porque pensaba que me gustaría vivir cualquier cosa sólo a su lado. Pero ahora veo a Sasuke y no siento nada de eso.

-Los sentimientos cambian Sakura. El amor madura. Las cosas se perciben de otro modo.

-No. Todo aquello no era amor. Si hubiera sido amor nunca habría podido estar contigo como hemos estado tantas noches durante los últimos meses.

-Los dos sabíamos que era temporal. Que Sasuke volvería.

-O no. ¿Nunca pensaste que podría no volver? ¿Nunca pensaste qué pasaría si simplemente no volvía?

Kakashi la mira por unos segundos en silencio, pensando una respuesta.

-Nunca quise pensar en ello como una posibilidad.

-¿Por qué?

-Supongo que por miedo a luego no aceptar la realidad –confesó subiendo sus manos al cuello de Sakura, donde uno de sus dedos la acariciaba suavemente-. Él podía volver en cualquier momento, tenía que aceptar eso. Lo hacía más fácil.

-¿Más fácil?

-Hacía más fácil que sólo pudiera buscarte por la noche, a escondidas. Hacía más fácil no sentirme una mierda después. Él no estaba, y tú estabas jodida. Yo estaría ahí para ti hasta que él volviera. Era lo que me repetía una y otra vez.

-Sasuke ya ha vuelto, y yo… simplemente no puedo dormir con él.

-¿Qué quieres decir?

-No puedo dormir a su lado porque siento que algo está mal. Porque no eres tú. Cuando aquel día nos besamos… no dudé ni un momento, simplemente era natural, era algo obvio a pesar de estar casada con Sasuke. Se había ido hacía tanto tiempo y yo... No sé. Pero ayer cuando Sasuke llegó a casa y me besó… algo no estaba bien. No podía hacerlo.

-Te sientes culpable. Lo entiendo. Pero no te machaques por un error al que te he arrastrado. Te mereces la vida que querías. Yo desapareceré –dijo soltándola y retrocediendo un par de pasos hasta las cajas.

-No lo estás entendiendo. No quiero que desaparezcas. Y esa vida no es la que quiero. Tú lo has dicho. Los sentimientos cambian. Ya no quiero a Sasuke. Nunca le he querido. Quería la imagen que me había hecho de él.

-Idealizar a una persona o tener en mente la persona perfecta… las cosas no son así. Podrías no encontrar nunca a esa persona. Pero Sasuke-

-O podría estar justo delante tuya y no darte cuenta –le corta-. Resulta que tú representas todo de esa imagen. Eres esa persona con la que me siento cómoda, esa persona que lo da todo por los demás y que me hace sentir bien. La persona a la que quiero a mi lado. Con la que quiero compartir las cosas que me pasan.

Sakura recordó una conversación con Kakashi. Una que Kakashi decía no recordar.

-No digo que lo que hacemos esté bien, pero no me importaría seguir así para siempre –comentó Kakashi afectado por el alcohol-. Si es la única forma de tenerte, no me importa tener que esconderlo.

Sakura se le quedó mirando un momento antes de pasar unos de los brazos del ninja por los hombros para ayudarle a caminar.

-Cállate, pueden escucharnos –pide en un susurro tirando de él en mitad de la calle-. Has bebido mucho, no es normal en ti.

-Fue culpa de Genma.

-¿Cómo va a ser culpa de Genma que hayas bebido de más.

-Le tuve que apostar que era capaz de beber más que él.

-Seguro que ganaste, ¿cuál fue tu premio?

-Tú.

Sakura se detuvo en mitad de la calle y le miró fijamente.

-¿Cómo puedo yo ser tu premio?

-Genma quería conquistarte, dice que estás muy sola sin Sasuke, que mereces alguien mejor que ese. Y quería ser él. No podía permitirlo.

-¿Así que apostasteis que el que más bebiera iría a por mí?

-Sí, más o menos.

-¿Dónde en tu cabezita pensaste que caería rendida a los pies del más borracho?

-No sé –se lamenta como un niño pequeño arrepentido-. Tenía que impedir que fuera él. Le gané.

Sakura volvió a pasarse el brazo sobre los hombros.

-Vamos. Te llevo a casa.

-¿Te quedarás a dormir conmigo?

-Tú no quieres dormir –le acusa seria.

-Sí. Sólo dormir. Quédate. Por favor. Quédate a dormir conmigo.

-Estás completamente borracho.

-Sólo dormir. Por favor Sakura-chan. Quédate a dormir conmigo. Lo necesito. Necesito que estés conmigo –pidió con tristeza.

¿Cómo podía negarse? Aunque estuviera completamente borracho parecía estar pidiendo algo de vida o muerte.

-¿Por qué quieres que me quede si vas a dormir y no te enterarás de que estoy ahí?

-Porque, Sakura, tú eres mucho más que la mujer con la que me gusta hacer el amor –confesó como un niño pequeño-. Eres la mujer a la que amo.

A la mañana siguiente se despertó temprano, pero como siempre Kakashi ya se había despertado y estaba mirándola con seriedad.

-Buenos días –saludó el ninja-. Siento mucho lo de ayer, creo que fui un poco idiota.

-Está bien. No te preocupes. ¿Cómo te encuentras?

-Como si me hubieran dado una paliza.

-Quédate en la cama, te prepararé algo de desayunar.

-No sé si ayer dije algo fuera de lugar, no recuerdo mucho, pero lo siento si fue así.

Sakura le mira fijamente intentando descubrir si de verdad no recuerda nada o sólo no quiere admitirlo.

-No dijiste nada raro.

-¿Segura?

-Sí. Segura. Sólo algo de una apuesta con Genma.

-Mmm. Genial.

-Prepararé algo de desayuno –repitió Sakura incorporándose en la cama.

Kakashi se gira sobre sus talones y se pasa las manos por el pelo con nerviosismo.

-Esto no está bien –dice volviendo a girarse para enfrentarla de nuevo.

-¿Tú me quieres, Kakashi? –pregunta ignorando lo que acaba de decir.

-Eso da igual. Estás con Sasuke.

-No lo estoy. No lo he estado todos estos meses. Esa relación nunca ha funcionado. Desde el primer momento estuvo destinada a no funcionar.

-Tú siempre has querido una vida con Sasuke.

-¿Acaso sólo estabas conmigo porque no podía ser algo real? –pregunta completamente seria.

-¡No! –responde molesto y acercándose de nuevo a ella pero sin llegar a tocarla-. Eso nunca fue así. Para mi cada una de las veces fue algo real. Cada momento que he compartido contigo ha sido real y único.

-¿Entonces?

-Creo que sólo estás confundida por todo lo que ha pasado. Pero volverás con Sasuke. Te darás cuenta de que lo nuestro sólo ha sido una estupidez que no tenía que haber sucedido. Una historia que no debe impedir que construyas la vida que querías. No puedes convertirlo en algo que no es sólo por miedo a afrontar la realidad. El hecho de que has cometido un error del que soy completamente responsable.

Sakura estira su mano hasta la mejilla enmascarada de Kakashi provocando que éste se tense.

-Eres lo mejor que me ha pasado en años. Eres lo único real de los últimos meses –susurra acariciándole sobre la máscara-. ¿De verdad crees que sólo lo pienso porque es más fácil eso que admitir que he cometido un error? ¿Crees que sólo has sido tú porque apareciste ese día? Claro que he cometido un error, en realidad más de uno. He hecho algo imperdonable. Nunca tenía que haber engañado a Sasuke. Nunca tenía que haberte metido en mitad de un matrimonio. Pero sobre todo he cometido un error no dándome cuenta antes de lo que siento por ti. Permitir que lo nuestro fuera sólo algo que sucede a escondidas.

Kakashi cerró los ojos intentando contenerse las ganas de mandarlo todo a la mierda y hacerla suya una vez más.

-No puedes hacerme esto –susurra Kakashi sin abrir los ojos, con voz ronca y tomando a Sakura por la muñeca para impedirla que baje su máscara.

-¿A qué has venido hoy aquí?

-Ya sabes a que venía.

-Dímelo. Lo que dices siempre –pide Sakura en un susurro.

Ambos duermen arropados por un edredón. Está amaneciendo y los primeros rayos de sol entran por la ventana de la habitación de Kakashi. Sakura se despierta de un sobresalto cuando la luz da de lleno en sus ojos.

-¡Mierda! Me dormí –exclama incorporándose en la cama.

Kakashi se despierta por el movimiento.

-No hay problema. Estás de vacaciones. No tienes que ir al hospital.

-No puedo salir de aquí a estas horas. ¿Qué dirán si me ven?

-Entonces quédate un rato más. Nunca te he hecho el amor por la mañana, a la luz del día –le pide haciendo caso omiso a su evidente preocupación y acariciándola la espalda.

-No bromeo Kakashi –le regaña.

-Yo tampoco –responde con seriedad abrazándola por la espalda y besando su cuello.

-Todo esto…

Kakashi lleva una de sus manos al cuello de Sakura para acariciarla mientras besa su espalda.

-…esto no está bien –termina Sakura.

-¿Quieres que pare? –pregunta sin detenerse.

-Yo… no quiero que pares –responde girándose para besarle.

-¿Te arrepentirás luego?

-Es probable. Pero no quiero arrepentirme de haberme ido –comenta dejándose abrazar por él.

-¿A qué has venido Kakashi? –vuelve a preguntar Sakura.

-Venía para hacerte el amor –responde abriendo los ojos para mirarla fijamente.

-Siempre dices eso. Y sin embargo quieres que vuelva con Sasuke.

-Sasuke es el amor de tu vida.

-Parece que no me has escuchado. Yo quiero que sólo tú me hagas el amor.

-Hace un momento me has apartado de un manotazo –comenta como si con ello justificara que nada tenía sentido.

-Hoy había decidido apartarme de ti. Creía que era lo mejor para todos. Olvidar todo.

-¿Y que ha cambiado?

-Que es imposible. Que a pesar de que te he dicho que Sasuke ha vuelto tú sigues aquí, ayudándome -dice poniéndose de puntillas y apoyándose sobre el pecho de Kakashi para quedar a su altura-. A cambiado que te he visto y me es imposible alejarme de ti. Que la piel se me eriza sólo con verte y mi corazón se acelera. Que me siento como si me faltará la respiración al pensar en alejarme de ti. Es cerca de las dos de la mañana y sigo aquí por no irme a casa con mi marido.

-¿Me estas pidiendo que siga siendo tu amante? ¿Quieres que sigamos como hasta ahora estando Sasuke en la aldea?

-No. Nunca te pediría eso. Quiero estar contigo de la forma correcta.

-¿Vas a terminar con Sasuke para que estemos juntos? ¿Es lo que me estás diciendo?

-No. Voy a terminar con Sasuke porque nunca debió haber sucedido, lo decidí hace unos meses. Lo que te estoy pidiendo es que cuando eso pase aceptes estar conmigo.

Kakashi la mira en silencio por un momento.

-¿Estás segura de lo que vas a hacer?

-Pensaba hablar con él cuando llegara a casa.

-Me siento horriblemente mal. Todo esto es culpa mía.

-No es tu culpa Kakashi. Lo mío con Sasuke nunca ha funcionado. Siento haberte metido en todo esto.

-No me has metido en nada. Es sólo… yo pensé… no sé que pensé. Supongo que ese es el problema. No pensé en nada. Sakura eres perfecta, y yo sólo intenté aprovechar los momentos contigo. Sabía que él regresaría y había asumido que en algún momento volverías con él y esto se acabaría. Eso es todo. No quería romper tu matrimonio. Fui un estúpido.

Sakura estira su mano para bajarle la máscara. Esta vez Kakashi se deja. Cierra los ojos cuando ella le acaricia el perfil de la barbilla.

-Quiero hacerte el amor ahora mismo –dice el ninja en un susurro con los ojos todavía cerrados-. Estoy enfermo, ¿verdad? –pregunta abriendo los ojos para mirar fijamente-. Debería sentirme mal, pero cuando me tocas sólo puedo pensar en tenerte entre mis brazos. Y me alegro de que hayas tomado esa decisión. Soy el peor maestro que hayas podido tener nunca. En vez de enseñarte y guiarte en la vida la he puesto patas arriba.

-Me has enseñado muchas cosas. Y me encanta que hayas puesto patas arriba esta vida de mierda que tenía.

Sakura sonríe y tira de la camiseta del ninja para arrastrarle hasta su despacho.

-¿Y las cajas? –pregunta Kakashi mirando el par de cajas en mitad del pasillo.

-Aquí no hay nadie, y no habrá nadie hasta mañana. Déjalas allí –explica abriendo la puerta.

Una semana antes, en el mismo lugar, Kakashi la había acorralado contra la puerta de su despacho para hacerla el amor. Había tenido que cubrirla la boca para que no se la oyera a pesar de que a esas horas ese ala estaba vacía, no querían correr el riesgo de ser descubiertos. Hoy también tendrían que ser silenciosos. Hoy volvería a cubrirla la boca con una de sus grandes manos mientras la susurraba que era perfecta y se introducía en ella. Pero sería la última vez que tendría que esconderse para decirla eso.

Por otra parte, hoy podría decirla lo que realmente la había querido susurrar todas esas veces.

-Te amo –dijo acorralándola contra la pared una vez más mientras se quitaba la camiseta.

Sakura dejó escapar un gemido cuando Kakashi se pegó a ella dejándola sentir su erección.

Quizás no estaba bien hacerlo una última vez antes de hablar con Sasuke, no es que necesitara estar entre sus brazos una vez más para armarse de valor. Lo tenía muy claro. Era él la persona con la que quería estar. Simplemente no quería esperar para dejarse llevar como no lo había hecho hasta entonces. De algún modo hasta entonces se había estado reprimiendo por sentir que estaba haciendo algo mal todo este tiempo.

¿Cómo podía haber acabado con Sasuke antes si no estaba para decírselo? ¿Cómo podía ser su culpa que no funcionara un matrimonio si él nunca estuvo? ¿Qué se supone que tenía que hacer? ¿Llorar por su ausencia? ¿Esperarle eternamente sin saber cuándo volvería? ¿Cómo podría haber impedido enamorarse de Kakashi si siempre estuvo ahí para ella? Si era perfecto. Si la amaba como Sasuke nunca lo hizo.

Sin darse cuenta susurró el nombre de Kakashi cuando notó como él la penetraba.

-Te amo –repitió éste.

-Yo también te amo –añadió Sakura abrazándose a él mientras le corría una lágrima por la mejilla-. Gracias.

Kakashi se separó de ella.

-¿Estás llorando? –preguntó preocupado.

-Estoy llorando de felicidad, idiota –respondió avergonzada.

Kakashi se quedó mirándola un segundo antes de romper a reír.

-Tonta –la acusó antes de besarla en la boca.

:::::

:::

NdA: Esté fic está dedicado a ariannapersefone que pidió algo así… no sé cómo ha salido. Es raro XD