·

:::::

Lluvia

:::::

-Kakashi, hazme caso –pide Sakura, de pie, frente a él.

-¿Qué quieres? –pregunta sin ganas desde el suelo, apoyado contra el tronco de un árbol.

-¿Cómo que qué quiero? Que me hagas caso. He venido aquí por ti. Deja de leer y dime.

-Dame un momento –pide pasando la página.

-¿Qué te de un momento? ¿Por qué demonios me has hecho venir?

Ante la no respuesta de Kakashi, Sakura se acerca un poco más a él y se agacha a su lado.

-Kakashi.

-¿Sí? –pregunta tras la conocida novela de tapas verdes.

-¿Por qué estoy aquí? –pregunta bajando un poco el libro para poder verle el rostro.

-Ahora –responde sin apartar la vista de las páginas.

Sakura estira una de sus manos colocándola sobre la rodilla de él. Pero sigue sin responder. Lo que irrita todavía más a la pelirrosa, que se pega a él y deja que sus manos bajen por los muslos hasta la entrepierna del Hokage.

Kakashi deja caer el libro y se incorpora de cuclillas para corresponder a esa caricia con rapidez. Se baja la máscara y la besa con intensidad, sujetándola por la cintura para impedir que caiga de espaldas por la fuerza de su respuesta.

-¿Tengo que meterte mano para que me hagas caso? Es muy frustrante –logra decir la kunoichi cuando se separa de él y recupera el presente.

-Gomenasai –se disculpa dejando escapar una carcajada corta.

-¿Por qué estoy aquí? –vuelve a preguntar ella completamente seria.

-No se trata de ignorarte, es que aún no puedo mostrártelo, dame un momento.

-No entiendo.

-Dame un momento y lo entenderás.

Ella le mira levantando una ceja.

-Sólo unos minutos –pide recogiendo su libro.

-Sin libro –pide ella a su vez.

Kakashi afirma guardándose el libro en el porta kunais.

-Me parece justo –confiesa volviendo a recostarse contra el árbol y tirando de ella para que recostarla sobre él.

-Podría vernos alguien –dice ella separándose de él.

-¿Quién? Son las cuatro de la mañana.

-Eso es cierto, ¿quién más estaría a estas horas en mitad de… -mira a su alrededor antes de seguir la frase- de la nada? Nadie.

-Ves –cierra los ojos mostrando una bonita sonrisa y vuelve a indicarla con un gesto de la mano que se tumbe sobre él-. No falta mucho.

-¿Para qué?

-Espera.

Durante un par de minutos guardan silencio. Sakura acostada sobre Kakashi, que está apoyado sobre el árbol.

Y en silencio ambos se acarician suavemente, ella el pecho de él, él la espalda de ella.

-Mira –pide Kakashi haciéndola girar sobre él.

Sakura, medio adormecida abre los ojos para observar una lluvia de estrellas.

-Es… precioso.

-Sabía que te gustaría –dice Kakashi incorporándose con ella para quedar sentados.

-¿Cómo lo has sabido?

-Cada cinco años. Desde la aldea no puede verse bien. Pero aquí-·

-Aquí no hay luces –termina Sakura.

-Exacto.

La pelirrosa mira asombrada el cielo, sin decir nada más y dejándose abrazar por Kakashi desde la espalda.

-Te quiero –susurra el jönin en su oído.

Sakura no responde, continúa mirando el cielo. Tras unos minutos las estrellas dejan de cruzar el cielo.

-Nunca habría esperado algo así del Hokage –comenta mirando hacia atrás para verle.

-Eh, no soy tan…

-¿Poco romántico? –acaba Sakura sonriendo, ante el silencio de Kakashi, que busca cómo terminar la frase-. ¿Cuántas veces has hecho algo así?

-¿Cuánto llevamos juntos?

-Cuatro años y poco.

-Ahí lo tienes, es la primera vez que sucede. No podía haberlo hecho antes.

-No digo esto, cualquier otra cosa.

-Vas a arruinar el momento –se queja Kakashi haciendo una mueca de disgusto.

-Perdona –se disculpa sonriendo y besándole suavemente en los labios-. Ha sido precioso. Muchas gracias.

-No ha terminado.

Sakura vuelve a mirar al cielo.

-No veo más estrellas fugaces.

-Mira bien –pide Kakashi lanzando al aire una llave que Sakura atrapa entre sus manos cuando cae de regreso.

-¿Qué? –pregunta sorprendida.

-¿Te mudaras conmigo?

Sakura gira de nuevo sobre él para verle la cara. Y por respuesta le empuja contra el suelo para besarle con toda su fuerza.

-o-

-Es por aquí, noto su chakra –exclama Naruto.

-No digo que no estén por aquí, pero quizás quieran algo de intimidad –comenta una Hinata nerviosa siendo arrastrada de un brazo por el rubio.

-No seas tonta. ¿Sakura y Kakashi? ¿Por qué van a querer intimidad? De seguro están entrenando.

-¿A estás horas? Naruto-kun deberíamos irnos a casa, ya ha terminado la lluvia de estrellas.

-No les molestará que vayamos con ellos. Podemos volver todos juntos.

-o-

-¿Has oído eso? –pregunta Sakura.

-¿Oír el qué? –responde Kakashi sujetándola por la cintura para volver a besarla.

-Era Naruto, estoy segura.

Sakura se incorpora a horcajadas sobre él.

-Te lo estás imaginando –añade Kakashi tirando de Sakura de nuevo y girando para quedar sobre ella.

-Lo digo en serio, le he oído –insiste estirando sus brazos con las manos sobre el pecho de Kakashi, para separarse de él.

-Son las cuatro de la mañana, aquí no hay nadie.

Sakura mira a los lados nada convencida y, ante el silencio, accede dejando que Kakashi vuelva a besarla.

Momento que aprovecha el ninja para subir la mano por el muslo de Sakura por debajo de su faldita.

-Ahí están, te lo-·- ¡DATTEBAYO! ¿Qué está pasando aquí? –pregunta gritando Naruto.

-¡NARUTO! –grita Sakura empujando a Kakashi fuera de ella-. No es lo que parece –añade poniéndose en pie de un salto.

Kakashi se coloca la máscara antes de levantarse y mirarla de reojo.

-Gomenasai, Kakashi sensei, Sakura-san –se disculpa Hinata unos pasos más atrás que Naruto.

-Buenas noches Hinata-san, Naruto –saluda Kakashi sonriente bajo la máscara.

-¿Qué diablos hacían? –pregunta Naruto con los ojos muy abiertos.

-No es lo que parece –repite Sakura.

-En realidad, Naruto –comienza Kakashi acercándose a Sakura y rodeándola por la cintura con los brazos desde su espalda-. Sí que lo es.

-¿Qué dices? –susurra Sakura mirándole atónita.

-Acabas de aceptar mudarte conmigo, es absurdo seguir ocultándolo, ¿no?

-Es verdad –responde aún susurrando, a pesar de que Kakashi no lo hace.

-¿Mudaros juntos? –pregunta Naruto en shock.

-Naruto-kun, deberíamos irnos y dejarles celebrar el momento.

-¿Tú lo sabías? ¿Por eso no querías que nos acercáramos? –pregunta un poco indignado mirando a su novia.

-No, pero parecía lógico que no estaban entrenando a estas horas, y más si apenas se oían ruidos.

-Naruto –interviene Kakashi-, cuida a esa chica, es mucho más lista que tú –bromea riendo.

-No se ría viejo pervertido, tenemos una conversación pendiente si piensa mudarse con Sakura-chan.

Kakashi entorna los ojos antes de responder.

-Que sea otro día.

:::::

:::

PD: Trabajo, trabajo everywhere. Pues eso. Hasta arriba de trabajo y obligaciones varias. PROMESA: En una semana publico algo que os encantará. De verdad. Sólo tengo que ponerme de acuerdo con mi "editora" para que dé el visto bueno. Y sí, aún tengo pendiente la otra continuación ganadora de las votaciones. Tengo como unas 10 historias pendientes de terminar. No encuentro inspiración. Han sido unas semanas jodidas. Sorry.

Este se lo dedico a Pao, que está muy pachucha -por un accidente- y necesita de todo el cariño del mundo para ponerse buena. PAOLA, desde la distancia, pero aquí tienes una amiga a la que tienes muy preocupada y que te manda todo el cariño que tiene disponible. Ojalá estuviera allí para darte un abrazo enorme. Recupérate porque si no vienes a Madrid a visitarme me tendré que cabrear, y no me quieres conocer cabreada.