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El día después

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Estaba cansada y con ganas de regresar a casa. Casi cuatro meses en Suna habían sido muy provechosos para su preparación médica, pero echaba de menos a los suyos. No podía esperar más por llegar a Konoha, pero lo cierto es que necesitaba descansar, todavía quedaba mucho camino, y no podía arrastrar a Miyu toda una noche de carrera bosque a través.

Así que en un intento por ser racional detiene el viaje y decide desviarse un poco para llegar un pueblo cercano que conoce bastante y donde pueden pasar la noche. Miyu la sigue agradecida por detenerse.

Llegan a un motel y reservan un par de habitaciones antes de dirigirse al bar donde piensa beber para celebrar el regreso hasta caer rendida en la cama.

Entre el bullicio cree oír su nombre en una voz conocida. Pero eso era muy improbable, todavía estaban muy lejos de casa, ¿no?

-Sakura, preciosa, ven aquí.

Sin duda era la voz de Genma.

Miró en la dirección de donde venía la voz y efectivamente, ahí estaba él, alzando la mano para llamar su atención.

-¿Conoces a este tío? –pregunta Miyu a su lado.

-Espérame aquí un momento.

Sakura se acerca hasta la mesa donde Genma hace aspavientos con las manos para llamar su atención.

-¿Qué te trae por aquí? –pregunta Sakura al del senbon.

-¿A mí? ¿qué te trae a ti por aquí?

-Yo pregunté primero.

-Está bien. Una misión. ¿Tú no estabas en Suna aprendiendo no sé que técnica especial?

-Sí. Pero ya he terminado. Estoy de regreso a casa. ¿Estás solo?

-No. Por ahí andan Maito y Hatake.

-¿Kakashi está aquí?

-Sí. Deben estar a punto de bajar, habíamos quedado para cenar algo.

-¿Qué tipo de misión os han asignado? Es un equipo raro.

-Una misión absurda. ¿Esa chica es amiga tuya? –pregunta Genma señalando a la kunoichi con la que había venido.

Sakura se gira para mirar en la dirección que Genma está señalando.

Efectivamente está mirando a su compañera de viaje, Miyu.

-Sí.

-¿Por qué no me la presentas?

-¿Para que puedas llevártela a tu habitación?

-Sakura, te confundes de tío.

-Para nada, te conozco bien, Genma.

-¿Pasaréis noche aquí?

-Sí. Hemos parado a cenar algo.

-Entonces sentaros a cenar con nosotros.

-¿Ya estás ligando con alguien, Genma? –pregunta una voz conocida a su espalda.

-Sí. Pero no conmigo –afirma Sakura sonriente girándose para ver a Kakashi.

-¡Sakura-san! ¿Qué haces aquí? –pregunta este visiblemente desconcertado.

-He conseguido sorprender a Kakashi. ¿He ganado algo? –pregunta divertida-. Estoy de regreso a casa.

-¿Vuelves a Konoha?

-Eso he dicho.

-¿Qué tal tu estancia en Suna?

-Muy bien.

-Ha sido mucho tiempo, ¿no?

-Algo más de tres meses. Pero se me han pasado volando.

-Kakashi –interrumpe Genma-. Porqué no la invitas a sentarse a cenar con nosotros. Así nos podrá contar qué tal sú viaje.

Kakashi mira interrogante a Genma, luego dirige la misma mirada a Sakura.

-Quiere ligarse a mi compañera.

-¿Qué compañera?

-Esa preciosidad de ojos azules –interrumpe Genma, de nuevo señalando a Miyu.

Kakashi se gira para ver a una joven de grandes pechos y mayor escote.

-Sí. Los ojos son lo que a ti te han interesado –comenta riendo.

-Eso mismo decía yo –dice Sakura.

-¿Pero os quedáis a cenar o no?

Sakura mira a Kakashi buscando una señal.

-Maito no bajará. Se encuentra mal. No quiero pasar la noche escuchándole lamentarse. Estaría bien tener compañía.

-Está bien. Dadme un momento, voy a preguntarle a Miyu.

Genma mira con atención como Sakura se acerca a Miyu y habla con ella mientras señala en su dirección. Dice algo que hace reír a la chica y enseguida afirma avanzando en su dirección.

-Genma, Kakashi, está es Miyu, kunoichi de Suna y aprendiz de medicina.

-Un placer conocerte Miyu –saludan ambos shinobis.

-Kakashi fue mi sensei durante muchos años y es el actual Kage de Konoha. Genma es… Genma. Ya le descubrirás.

-¿Qué te trae hasta aquí? –pregunta Genma tomando una silla de otra mesa y ofreciéndole asiento a la chica.

-Voy a Konoha –responde Miyu tomando asiento junto al shinobi.

-¿Konoha? ¿Y qué te lleva a Konoha?

-Lo mismo que llevó a Sakura a Suna.

-¿Una técnica médica?

-Sí. La anterior Hokage prometió enseñarme algunas técnicas.

-Yo podría enseñarte algunas.

-¿Eres médico?

-No. Pero no eres sólo médica, ¿verdad? Eres una kunoichi. Puedo enseñarte… algunas técnicas interesantes –dice con un tono picarón.

-Ah, ya veo. "Técnicas interesantes".

Genma arrastra su silla hasta pegarla a la de ella.

-Las que quieras.

-Pidamos algo de cenar –pide Kakashi llamando la atención de Sakura que mira sorprendida a su compañera de viajes.

-Sí. Será lo mejor.

-o-

Tras una cena ligera y un par de copas Miyu y Genma ríen muy pegados el uno al otro y susurrándose cosas al oído.

-¿Aprendiste lo que necesitabas? –pregunta Kakashi dando vueltas al contenido de su copa.

-Sí, de hecho, aprendí bastantes cosas –responde Sakura agradeciendo una conversación distinta a las tonterías que Genma y Miyu dicen-. Suna utiliza técnicas médicas muy diferentes a las nuestras. Ha sido un viaje muy interesante. Aunque hecho de menos Konoha.

-Naruto tampoco ha estado mucho por la aldea. Creo que ahora mismo está fuera. Y Sasuke apenas pasó dos días por allí. Vino a dar una información y volvió a desaparecer.

-¿Qué tipo de información llevó al gran Sasuke a aparecer por la aldea? –pregunta con curiosidad.

-No lo tengo claro.

-Eres el Hokage, acaso no fue a darte la información a ti.

-Estaba fuera en un viaje oficial. No debió ser nada importante, me lo habrían dicho cuando volví.

-¿Qué tal llevas ser Hokage?

-Es aburrido. Hecho de menos las misiones.

-¿No estás ahora de misión?

-No exactamente.

-Genma me dijo que estabais de misión.

-Mintió. Maito está de misión, yo sólo le acompañó por que tengo unos días libres y Genma ve cualquier viaje como una oportunidad para—

La frase queda a medias, Genma se levanta y deja unos billetes en la mesa.

-Kakashi, nos vemos mañana. Miyu y yo iremos a un bar que hay por aquí. Sakura, me alegro de que estés de regreso a casa.

-Sakura, ¿nos vemos mañana aquí para desayunar? –pregunta Miyu sonriente.

Kakashi y Sakura les miran sorprendidos.

-Sí, claro –responde la pelirrosa.

Genma toma a Miyu de la cintura y ambos se dirigen a la puerta seguidos por las miradas de Kakashi y Sakura.

-No puedo creérmelo. ¿En serio? –susurra Sakura negando con la cabeza-. ¿Este tío siempre se lleva a la que quiere?

-La pregunta adecuada es "¿cómo lo hace?"

-Cualquiera diría que estás celoso.

-¿De Genma? No. Ni hablar. Miyu no es mi tipo de mujer.

-¿Y cuál es tu tipo de mujer?

-No lo sé. Alguien como tú, quizás.

Sakura rompe a reír ruidosamente.

-o-

Otras cuantas copas después, Sakura seguía preguntándose cómo la bebida en el vaso de Kakashi iba desapareciendo. Había perdido la cuenta del número de copas que llevaban y seguía sin verle el rostro. Empezaban a notar los efectos del alcohol en el cuerpo, pero la noche estaba siendo bastante agradable.

-Nunca hubiera imaginado que Miyu pudiera irse tan fácilmente con alguien a quien acaba de conocer.

-Es por ser guapo –responde sencillamente Kakashi.

-¿Crees que esa es toda la técnica de Genma?

-Gran parte.

Sakura le mira fijamente entornando los ojos, Kakashi le devuelve la mirada.

-No. No es sólo su cara bonita, tiene labia. Quién sabe, quizás tú podrías hacer lo mismo si no llevaras esa máscara –comenta dando otro trago de su bebida.

-Lo dudo –afirma sin dejar de mirarla.

-Veámoslo –dice acercándose a él y poniendo su mano en el borde de la máscara

Kakashi sonríe sin apartar la vista de sus ojos. Y Sakura decide aprovecharse del momento y bajarle la máscara.

Sin darse cuenta aguanta la respiración unos segundos

-Kami-sama. Tú podrías robarle todas las mujeres a Genma.

-No quiero las mujeres que se lleva Genma a su habitación –afirma todavía con la mirada clavada en los ojos jade que no dejan de mirarle.

-¿Y qué mujeres querrías?

-Creo que ya lo he dicho. Alguien como tú.

Sakura le mira atentamente intentando adivinar si habla en serio. Si no es así disimula muy bien. Quizás era efecto del alcohol, pero sentía que no había nada por lo que cortarse. Así que se inclina sobre la silla y le besa.

Kakashi deja escapar un gruñido y lleva sus manos al cuello de Sakura para impedir que se separe mientras busca el acceso a su boca.

La pelirrosa arrastra su silla para acercarse a él, y éste aprovecha para tomarla por la cintura y sentarla a horcajadas sobre él.

En seguida el beso se vuelve más profundo y Sakura puede notar un bulto en la entrepierna de Kakashi.

-¿Qué te parece si vamos a un sitio más tranquilo? Aquí hay mucha gente –ofrece Sakura sin separarse de sus labios.

-A donde quieras –responde él paseando sus manos por la espalda de ella.

-¿Tienes habitación? –pregunta envalentonada por el alcohol.

Kakashi se para en seco y se separa para mirarla fijamente.

-¿Lo dices en serio?

-Si quieres, claro.

-En la segunda planta.

Sakura se levanta. Él saca dinero de su bolsillo que deja sobre la mesa, antes de cogerla por la muñeca y sacarla del bar.

En el corto camino avanzan enredados el uno en el otro. Llegan a las escaleras y Kakashi la toma de nuevo por la cintura, Sakura da un pequeño salto y se enreda en sus caderas.

En mitad de las escaleras Kakashi detiene su subida y la pega contra la pared para besarla apasionadamente. Ella cierra los ojos y deja escapar un pequeño gemido cuando siente pequeños besos por su cuello.

-Vamos a tu cuarto, aquí podría vernos cualquiera –susurra Sakura intentando recuperar un poco la cordura.

Kakashi vuelve a cargar con ella y termina de subir las escaleras hasta la puerta de su habitación mientras ahora es ella quien besa su cuello y pasas sus manos por la melena plateada con fiereza.

-Si no me dejas no podré abrir la puerta –comenta riendo Kakashi.

-Apuesto a que sí –comenta mordiéndole el cuello.

Kakashi sonríe poniendo los ojos en blanco. Con unos sellos hace aparecer un clon que saca la llave de su bolsillo, abre la puerta y espera a que hayan cruzado para cerrarla y desaparecer.

Kakashi va hasta la cama y se tumba sobre Sakura. La ropa va desapareciendo poco a poco.

-o-

Kakashi despierta enredado en las sábanas y abrazado a una pelirrosa.

Su cabeza está apunto de estallar y no es capaz de recordar mucho, pero juraría que había una camarera con ese tono de rosa en el bar al que entraron cuando llegaron a este pueblo.

¿De verdad se había acostado con esa camarera? ¿Cómo se llamaba?

Se levanta silenciosamente y recoge sus pantalones del suelo. Es entonces cuando reconoce en el suelo una camiseta rosa que, obviamente, no pertenece a ninguna camarera. Se gira bruscamente para mirar de nuevo a la mujer junto a la que había despertado.

-Mierda –susurra para no despertarla-. Nos encontramos con ella anoche, y se quedó a cenar, había una compañera… ¿cómo terminamos así? –susurra en un pensamiento en voz alta.

Se pone los pantalones y se deja caer en una silla. Es en momentos así que desearía fumar para poder ocupar sus manos.

¿Qué iba a decirla cuando despertara? ¿Sería mejor no estar ahí? ¿Cómo había permitido que esto pasara? ¿Cuánto había bebido?

-Mierda –repite pasándose las manos por el pelo-. ¿Qué he hecho?

Se recuesta en la silla sin poder apartar la vista del cuerpo desnudo de su ex alumna a penas cubierto por una sábana enredada.

-o-

Sakura despierta con los primeros rayos de sol en su cara. Kakashi sigue mirando entre aterrado y obnubilado.

De pronto deja de estirarse en la cama cuando es consciente de que está completamente desnuda y en una habitación que no es la suya.

Mira a su alrededor para descubrir a Kakashi sólo con unos pantalones y mirándola algo sombrío.

-No mires –pide tomando la sábana y cubriéndose completamente hasta la cabeza.

-Ya es algo tarde para eso –responde con seriedad.

-¿Qué hago aquí?

-¿No recuerdas nada?

-Estábamos en el bar, cenando… Tú… Tú también estabas desnudo, ¿verdad?

-¿Quieres la verdad o lo que te gustaría oír?

-La verdad.

-Estaba desnudo.

-Kami-sama. ¿Qué hemos hecho? –pregunta asomando la cabeza tras la sábana.

-Tampoco recuerdo gran cosa. Pero me lo puedo imaginar.

-Podrías… ¿podrías ponerte una camiseta? –pide mostrando cierto rubor en las mejillas.

-Claro. Si la encuentro –acepta Kakashi levantándose y buscando a su alrededor-. Aquí está la tuya –comenta lanzando la camiseta rosa a la cama.

Kakashi se acerca a la cama y Sakura avergonzada vuelve a cubrirse con la sábana sobre la cabeza.

-Tranquila, sólo voy a mirar bajo la cama. Debe estar ahí –explica Kakashi agachándose y sacando algunas prendas de ropa y unas zapatillas-. ¿Ves? –lanza más ropa sobre la cama y se pone su camiseta cubriéndose el rostro.

Sakura sale de debajo de la sábana y se la coloca a modo de vestido por debajo de las axilas.

-Por Kami, dime que usamos protección –pide Sakura alarmada.

-Pues a menos que llevaras algo en tu mochila… yo no suelo llevar preservativos a una misión, ¿quién te crees que soy?

-Pues pensaba que un tipo responsable.

-No voy acostándome con cualquiera, no necesito llevar preservativos encima.

-Yo tampoco voy acostándome con cualquier, pero siempre llevo alguno por lo que pueda pasar –anuncia levantándose para buscar su mochila.

-Nunca hago esto.

-Pues lo has hecho y no llevabas protección. Eres un irresponsable.

-Tú también lo has hecho.

-Y por eso llevo preservativos.

-¿Y dónde están?

-No lo sé. No encuentro mi mochila. Ayúdame a encontrarla y lo sabremos.

Sakura se pasea por la habitación envuelta en la sábana, se agacha para mirar bajo una pequeña mesa provocando que el vestido improvisado se abra y deje ver su trasero, Kakashi aprovecha para echar un vistazo rápido.

-Deja de mirarme el culo y busca la mochila.

-Estoy en ello –anuncia dejando de mirarla y entrando al baño.

-¡No la encuentro! Quizás no la llevaba encima. Madre mía, nos hemos acostado sin usar protección, puedo quedarme embarazada del Hokage. Esto es terrible –anuncia tirándose a la cama dramáticamente.

-¿Terrible? –pregunta Kakashi riendo-. Puedes relajarte –anuncia levantando una pequeña papelera de baño-, aquí hay un par de preservativos usados.

-¿Y si son de un cliente anterior?

-Eso sería una guarrada. Y no. Estaba vacía cuando llegue.

Sakura suspira aliviada.

-¿Mejor? –pregunta divertido volviendo a dejarse caer en la silla.

-¿No estabas preocupado?

-Sí, claro. Pero no dramatizo tanto como tú.

-Argg. No recuerdo nada de ayer. ¿Qué pasó?

-Lo siento no puedo ayudarte.

-Se te ve muy tranquilo.

-No es que pueda hacer nada por cambiarlo.

Sakura le mira fijamente evaluando la situación.

Kakashi la mira fijamente adivinando su silueta bajo la sábana.

-Quiero cambiarme –anuncia Sakura-. ¿Puedes salir?

-¿No puedes entrar al baño?

-Preferiría que salieras de la habitación. Por favor.

-Como prefieras.

Kakashi coge sus zapatillas y sale al corredor del segundo piso. Justo en ese momento Maito se acerca por el pasillo.

-¿Qué haces aquí fuera? –pregunta Gai cuando llega a su altura.

-Maito, ¿cómo estás? ¿te encuentras mejor? –pregunta intentando cambiar el tema.

-Sí. Me desperté rejuvenecido. Una noche reparadora. Muy tranquila, ¿verdad?

-Sí… supongo.

-Te has despertado tarde. No bajaste a desayunar.

-No. Llevo un par de horas despierto. Es sólo… quería estar tranquilo.

-Entonces, ¿nos ponemos ya en marcha?

-¿Está Genma por ahí?

-Sí. Me ha dicho algo de una mujer en su habitación. Pero está listo para partir.

-Bien. Yo… yo tengo que cerrar algunas cosas. ¿Por qué no os adelantáis? Ahora os cojo.

-No prefieres que te esperemos.

-No. No es necesario. Os alcanzaré. Tranquilo.

-Kakashi, estás algo raro. ¿Va todo bien?

-Sí, sí. Genma debe estar esperando, seguro que quiere huir antes de que la chica de su habitación despierte. Id yendo sin mí.

-Como quieras. No tardes.

-Enseguida os alcanzo.

Maito se aleja dejando a Kakashi recostado sobre la puerta. Un par de minutos después la puerta se abre haciendo que casi caiga de espaldas.

-¿Ya estás, princesa? –pregunta Kakashi en broma.

-Me voy –anuncia Sakura con su mochila al hombro y haciéndose hueco entre Kakashi y la puerta.

-Espera, tenemos que hablar. No puedes irte así.

-Cuando vuelvas. Tienes una misión y yo tengo que volver a Konoha.

-Para un momento. Sakura. Por favor –Kakashi la sigue por el corredor hasta las escaleras.

-¿Qué quieres? –pregunta nerviosa.

-Perdóname.

-No tienes que disculparte, yo también tengo la culpa.

-No quiero que suene a disculpa, pero estaba muy borracho.

-Yo también. De verdad Kakashi ambos somos adultos. No te preocupes.

-Volveré en dos días. ¿Puedes prometerme algo?

-¿Qué?

-No te comas la cabeza por esto.

-¿Qué quieres decir? ¿Qué no me monte películas?

-Quiero decir que no pienses cosas raras sin antes haber hablado conmigo.

-¿Dos días?

-Dos días

-Ok. No pensaré cosas raras hasta que hablemos.

-Y no desaparezcas.

-Estaré en Konoha –anuncia antes de perderse escaleras abajo.

Kakashi se pasa las manos por el pelo y regresa a su habitación.

Mira a su alrededor, parece no haber rastro de Sakura, sin embargo cuando se tumba en la cama su olor inunda sus sentidos y algunos recuerdos de la noche anterior llegan a su cabeza.

La recuerda a ella gimiendo su nombre mientras llega al orgasmo. Y se pone duro de sólo recordarlo.

Hacía años que no se sentía así. Se lleva la mano a la entrepierna a la vez que cierra los ojos y aspira el olor de las sábanas.

¿Iría al infierno por esto?

Los recuerdos vuelven a su cabeza mientras se masturba entre las sábanas donde sucedió todo.

Recuerda cómo ella pidió ir a su habitación, y subir por las escaleras sin poder contenerse, recuerda cruzar la puerta y tumbarse sobre ella en la cama. Comenzar a desvestirse mutuamente y hundirse en ella entre jadeos.

Recuerda risas y gemidos, caricias y susurros, recuerda cubrirle la boca con la mano para silenciar sus gritos.

Todo eso le pone todavía más caliente y está apunto de correrse cuando alguien toca a la puerta y le hace volver al presente.

Se coloca el pantalón como puede para que no se note la más que notable erección y se arrastra hasta la puerta.

-¿Quién es?

-Abre, por favor.

Es ella

-¿Sucede algo? –pregunta preocupado.

-No puedo esperar dos días para hablarlo.

-Pensé que… eras tú quien se quería ir.

-Ya. Pues he cambiado de opinión. Estás rojo, ¿estás bien?

-Hace calor.

-Estamos a menos de 10 grados ahí fuera, no hace calor, qué tal si empezamos por la verdad.

-He recordado algo de ayer.

-¿Y eso te ha hecho ponerte colorado?

-Podría decirse así. ¿Y tu amiga?

-¿No me vas a dejar entrar? –pregunta Sakura bloqueada en la entrada.

-Sí. Claro, perdona. Adelante –indica apartándose a un lado.

Sakura entra a la habitación quedándose de píe en el cnetro del cuarto.

-¿Y tu amiga? –vuelve a preguntar.

-No sé donde está. Es posible que siga en la habitación de tu "amigo".

-Es posible. Pero ellos ya se han marchado.

-Entonces estará descansando de una noche de sexo salvaje con ese descerebrado.

-Es curioso que tú digas eso.

-No te pases.

Ambos guardan silencio durante un rato.

-Y si ellos ya se han ido, ¿qué haces tú aquí? –pregunta Sakura como si acabara de caer en ello.

-Ahora les alcanzaré.

-¿Qué estabas haciendo?

-Recoger mis cosas –responde pasándose la mano por la nuca y con cierto rubor en las mejillas.

-¿Qué recordaste? –pregunta intrigada.

-Cosas.

-¿Qué cosas?

-En el bar. Tú sugeriste que fuéramos a mi habitación.

Sakura se pone colorada y se gira dando la espalda a Kakashi.

-No recuerdo eso.

-¿Por qué has vuelto? –esta vez el intrigado es él.

-Yo también recordé algo.

-¿Qué recordaste?

-¿Te arrepientes? –pregunta ella ignorando la pregunta.

-¿Tendría que estar arrepentido?

-Yo pregunté primero.

Kakashi rodea la cama para quedar frente a Sakura y la mira durante unos segundos intentando adivinar la respuesta correcta.

-No recuerdo mucho. Pero se siente bien.

-¿Quieres decir que no te arrepientes?

-Lo siento si no es la respuesta que esperabas, pero no. No me arrepiento.

-Ayer dijiste que yo soy tu tipo. ¿Fue el alcohol?

Kakashi la mira en silencio antes de ignorar su pregunta.

-¿Qué recordaste?

-Cosas sueltas.

-¿Qué cosas?

-¿Soy tu tipo?

-No tengo necesidad de acostarme con cualquier con un cuerpo bonito, al contrario que Genma.

-¿Eso que significa?

-Creía que eras más espabilada –comenta sonriendo.

-Quiero que las cosas queden claras.

-Siento que soy yo el único que está dejando las cosas claras.

-Responde –exige con seriedad.

-Eres mi tipo. No me arrepiento de lo que sucedió anoche aunque me hubiera gustado que no hubiera habido alcohol de por medio para poder recordarlo todo y no tener una excusa absurda para justificar lo sucedido.

-¿Que quieres decir?

-Que lo repetiría, sin alcohol de por medio, me gustaría hacerte el amor sin olvidarlo al día siguiente.

Sakura le mira sorprendida por la sinceridad de sus palabras.

-¿Por qué has vuelto? ¿Qué recordaste? –insiste Kakashi acercándose a ella despacio.

-Me dijiste "te amo" –susurra casi para si misma y sin que Kakashi pudiera escucharlo.

-¿Qué has dicho? –pregunta ya a su lado, levantando sus manos hasta rozar el cuello de ella.

-ME DIJISTE "TE AMO" –grita cerrando los ojos avergonzada.

-Yo no haría eso –responde riendo.

-Lo recuerdo perfectamente –reclama como una niña a la que no creen mirando hacia el suelo-. Besabas mi estómago y yo acariciaba tu pelo. Fue entonces. Me dijiste que me amabas.

Kakashi la toma del cuello y la obliga a mirar hacia arriba para encontrar sus miradas.

-Tú dijiste que me habías echado de menos en Suna.

-Yo no dije eso –asegura con grandes coloretes en las mejillas.

-Sí que lo dijiste, en el bar. Antes de subir aquí.

-Había bebido demasiado.

-Yo también. Pero eso no hace que sea menos verdad.

-¿Entonces es cierto?

-¿El qué?

-Sabes a lo que me refiero.

-¿Si te amo? –pregunta sin retirar la mirada de sus ojos.

-¿Lo dijiste?

-Lo dije –afirma pasando sus manos por la espalda de Sakura que tiembla entre sus brazos.

-Lo sabía –exclama triunfante.

-¿Y ahora qué? –pregunta Kakashi pegándose completamente a ella.

-No sé.

-Si fueras yo, ¿que probabilidades tendrías de salir ileso si te besara?

-Diría que altas.

-Mmm. Eso me gusta.

-¿Y tus compañeros, ¿podrán apañárselas sin ti?

-Sí. Maito es el mejor. Y Genma es un gran ninja, más allá de lo que pienses de él como conquistador nato.

-Pienso en él más como un salido que un conquistador.

-Él no tiene esa idea de si mismo.

-¿Entonces podrás alcanzarlos si tardas en salir un poco más?

-Claro. Soy yo, ¿no? –responde sonriendo y dejándose bajar la máscara una vez más.

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NdA: El verano inspira.