Cbt1996: Hola linda. Al fin la venganza jajaja. Pero hay un dicho muy popular: "La venganza nunca es buena mata el alma y la envenena" ese dicho si se dan cuenta le cabe a los tres. A Inuyasha por vengarse de las mujeres puede que ahora lo pague, Kikyo por despecho y dolor puede que sufra más de lo que ya está sufriendo y Kagome por querer vengarse de él por su amiga.

Los tres buscaban venganza pero los tres van a sufrir aún más.

Miroku será la voz de la consencia de Inuyasha y ¿para que lo boy a negar? uno de los personajes que más me gusto escribir fue el rol de él.

Asuka en modo viendo el futuro jajajja.

Saludos linda.

Kayla Lynnet: Hola linda. Me dejaste dos reviews jajaj ok responderé el reviews que parece testamento jajaja.

Primero: Si, por suerte Kikis le hizo caso a Kag, volvió al trabajo y va seguir su vida a pesar del dolor que siente por dentro.

Segundo: Creo que a este miroku lo vas a querer mucho. Bueno depende como lo veas jajaja. Si, nada justifica que inuyasha ande rompiendo corazones como loco, pero tal vez el chico quedó muy dañado. Como dise un dicho: "el amor te puede destruir pero también te puede sanar" y tal vez a Inuyasha la vida le dio otra oportunidad para ver sus errores.

Tercero: Kag va con todas las intensiones de vengarse pero, ¿podrá o llegara un punto en que esta situación se le saldrá de las manos?

La promesa de que le hizo a Kikyo va a ser su mas grande tortura más adelante.

Saludos linda.

Karri taisho: Hola linda. Es difícil no caer en los encantos de Inuyasha, te entiendo muy bien jaja. Pero ya kikis dio un paso para recuperarse que fue regresar a su trabajo. Las sacerdotisas sexys tendrán muchas cosas por enfrentar desde ahora en adelante, eso que no te quede duda linda.

La peluca de payaso jajajajaj Miroku será el encargado de quitar la tensión en la drama linda jajaj y si, Inuaysh,a tu si tuvistes orejas de perro en el pasado a si que ya te dejastes jaja. Ahora veremos las raciones de estos dos cuando se vean por primera ves jaja

Saludos linda

Annie Pérez: Hola linda. Que alegría verte por aquí. Creo que todos al final se van a arrepentir de sus errores. Saludos linda

Guest: Hola linda. Pues ya llegamos al momento de que se vean estos dos jajaja. Saludos linda


Capítulo 7

Perspectiva de Inuyasha

- Vaya, hoy no hay mucha gente, parece.

- Sí, es verdad, Miroku, pero tal vez es porque es mitad de semana.

- Sí, creo que es eso.

- Ya pidamos un trago.

- Sí, vamos.

Nos acercamos a la barra y pedimos las bebidas.

- ¿Qué desean beber?

- Yo, un vodka. - pidió Miroku.

- Yo, un brandy.

- Aquí tienen, caballeros.

- Gracias.

- Hoy no llegaron muchas mujeres al bar.

- Me da igual. De hecho, hoy prefiero solo beber.

- Inuyasha Taisho no quiere mujeres hoy, jaja.

- No empieces, Miroku.

- Está bien, no dije nada... Oh, mira, pero si es nuestro compañero de universidad.

- ¿Quién?

- Alex. Mira, está allá.

- Él nunca fue mi amigo, Miroku.

- Pero mío sí. Ya vuelvo, lo voy a saludar.

- Sí, como quieras.

Vi irse a mi amigo y me quedé ahí, bebiendo de mi trago. Pero de repente, un exquisito aroma llegó a mi nariz para después escuchar una voz encantadora a mis espaldas.

- Un brandy, por favor.

Escuché lo que pidió ella y me di la vuelta para ver de quién se trataba y casi me atraganté con mi trago. Estaba de espaldas, por lo que pude recorrer todo su cuerpo. Llevaba un vestido corto rojo.

Mi color favorito.

Pensé mientras observaba la manera en la que le quedaba aquella prenda. Estaba bien pegado a su cuerpo, remarcando aquella cintura de avispa y un trasero que... por dios. Tragué en seco al sentir como me picaban las manos por apretar aquella zona de su cuerpo. Sus piernas provocaron que mi imaginación volara al momento en que se enredarían en mi cintura, llevándome al éxtasis.

Aclaré mi garganta con la intención de hablarle.

- ¿No crees que un Brandy es demasiado fuerte para una señorita que se encuentra sola en este lugar? - le susurré.

Perspectiva de Kagome

Sonreí cuando escuché su voz detrás de mí.

Bingo, el idiota cayó. De seguro me estaba viendo el culo, porque se demoró en hablarme.

Tomé mi copa y me di la vuelta para mirarlo. Casi se me cae la copa al verlo.

Por Dios, era el hombre más guapo y sexy que he visto en mi puta vida. Kikyo se quedó corta cuando me lo describió.

Tenía el cabello largo y platinado, un cuerpazo que parecía de dios griego, y esa ropa le quedaba perfecta. Y esos ojos, por Dios, jamás había visto unos ojos así, eran como ver el sol. Con razón Kikyo perdió la cabeza por él...

Kikyo.

Pensé y recordé todo lo que él le hizo. Traté de tranquilizarme para que no viera mi enojo y le sonreí

- No estoy sola, estoy esperando a una amiga.

- ¿Una amiga? Te puedo hacer compañía mientras la esperas.

- Mmm, no sé...

- Por favor, soy un caballero.

Ja, sí claro.

Quise reírme ahí mismo y golpearlo.

Caballero él, como no.

Pensaba mientras jugaba con mi copa.

Perspectiva de Inuyasha

Vi cómo jugaba con su copa, esperando que diga que sí. No quería irme y dejarla ahí. Necesitaba saber su nombre.

- ¿Y qué dice, señorita? - le puse énfasis a la palabra "señorita" para que me dijera su nombre.

- Mmm, está bien, puedes acompañarme. - me extendió su mano en modo de saludo. - Me llamo Kagome, Kagome Higurashi.

Le tomé la mano y, sin pensarlo, me la llevo a mis labios para depositar un beso encima de ella. Dios, la piel de su mano era suave como un pétalo de rosa. ¿Así de suave será todo su cuerpo?. Sentí mi garganta seca, por lo que la aclaré para responder:

- Inuyasha, soy Inuyasha Taisho, para servirle.

Perspectiva de Kagome

Sentí sus labios en mi mano y no sé por qué, pero una corriente me atravesó de pies a cabeza. Traté de sonreír cuando él me dijo su nombre.

- Vaya, sí que es un caballero para saludar, señor Taisho.

- Inuyasha, por favor, solo dime Inuyasha. ¿Puedo llamarte Kagome, verdad?

- Claro, Inuyasha. - y él sonrió. - ¿Y tú, Inuyasha, esperas a un amigo también?

- No, de hecho, acompañé a un amigo, pero ya ves, me dejó tirado. Pero no me quejo, ya que así tengo la suerte de hablar contigo.

- Gracias, pero no soy la gran compañía que digamos...

Perspectiva de Inuyasha

La miré incrédulo. ¿Qué no era la mejor compañía? Estaba de broma. Santo cielo, era la mujer más hermosa y atractiva que había visto en mi perra vida. Podría pasar la noche entera despierto con ella y no me aburriría.

- ¿Por qué dices eso, Kag? ¿Puedo llamarte Kag?

Perspectiva de Kagome

Quise golpearlo en ese momento. ¿Quién mierda se creía? Solo mis amigos me llamaban Kag. Pero si quería venganza, no me quedaba de otra. Me trague mi coraje y sonreí.

- Claro, llámame Kag. ¿Puedo llamarte Inu?

- Tú puedes llamarme como quieras, hermosa. - me respondió mientras se acercaba más a mí. - Y dime, ¿por qué me dices eso de que no eres buena compañía? Yo creo que eres la mejor de todas.

- Bueno, es que no soy buena para salir a estos lugares. Creo que a ti sí te gustan mucho estos lugares, ¿verdad?

Perspectiva de Inuyasha

- Pues, de hecho, te equivocas. No me gusta. - mentí.

Perspectiva de Kagome

- ¿No acaso no sales a estos bares?

- No, de hecho soy más de casa. Fue mi amigo el que me trajo casi a la fuerza.

- Oh, ya veo. - llevé mi copa a mis labios para tomar un trago y mirarlo a los ojos.

Así que no sale el caballero cínico de mierda.

Pensaba con ira.

Así que esta era su estrategia para llevarse a las mujeres a la cama. Pues eso se acabó ahora mismo, idiota.

Dejé mi copa en la barra y él hizo lo mismo.

- ¿Te gusta bailar? - preguntó.

- Claro.

Me extendió la mano y yo la tomé. Nos fuimos a la pista de baile.

Perspectiva de Inuyasha

Vi como movía sus caderas mientras caminaba a la pista de baile. Se dio la vuelta y nos miramos a los ojos mientras nos dejábamos mover por la música No me aguante y la tome por la cintura mientras ella ponía sus cálidas manos en mi pecho. Cuando la canción finalizó, comenzó otra más lenta y seductora, justo la que estaba esperando.

La traje más hacía mi para que su cuerpo se pegara al mío mientras apretaba más el agarre en su cintura. Ella soltó un suspiro y, ese pequeño gesto, me prendió la sangre.

¿Cómo era posible que un simple suspiro me pusiera de esa manera?

Aproveché y coloqué mi nariz en su coronilla, aspirando el aroma de su cabello, el cuál olía a Sakuras.

Perspectiva de Kagome.

Sus manos apretaron mi cintura y, de mis labios, salió un suspiro involuntario. Me maldije por eso, pero... quizás no era tan malo, después de todo, él creía que estaba cayendo en su encanto. Su nariz se posó en mi coronilla, haciéndome sentir aquellas corrientes atravesar mi cuerpo. ¿Qué demonios me estaba pasando?.

Sus manos comenzaron a acariciar mi espalda, mientras su rostro descendía por mi cuello. Pasé mis brazos por su cuello con la intención de tenerlo más cerca. Sentí su aliento en mi cuello y sucedió algo que no me esperaba: mi cuerpo tembló.

Perspectiva de Inuyasha

Sentí su cuerpo temblar mientras respiraba cerca de su oído y, mi propio cuerpo, me traicionó como nunca antes lo había hecho. Mi miembro dio un pequeño tirón, al mismo tiempo en que un pequeño jadeo salió y mis labios susurraron:

- Tú aroma es exquisito. - rocé el lóbulo de su oreja.

Se separó de mi, poniendo las manos en mi pecho, haciéndome soltarla. Maldije internamente, ya que quería mantenerme un rato más en esa posición. Ella me sonrió.

- Regresemos a la barra, Inu. - pasó por mi lado sin decir más y, resignado, la seguí.

Perspectiva de Kagome

Llegué a la barra y por encima de mi hombro vi que él me seguía. Antes de que él lo notara, tomé mi copa y me tomé de un golpe el brandy. Sentí el ardor en mi garganta pero no me importaba, el calor que mi cuerpo tenía era más que el del alcohol.

¿Qué mierda pasó?

Me recriminé a mí misma.

- ¿Ya no quieres bailar? - lo escucho detrás mío y traté de sonreír.

- Es que no estoy acostumbrada a bailar mucho - mentí.

- ¡Oh, bueno! ¿Quieres otra copa?

- Seguro.

Inuyasha pidió dos tragos más y nos quedamos hablando de cosas triviales pero con el toque de coqueteo.

Perspectiva de Sango

Vi a lo lejos cómo Kagome hablaba con ese idiota mientras pedían otro trago. Tomé un sorbo de mi cerveza mientras esperaba la señal.

- ¡Oh, pero qué hace una bella señorita bebiendo cerveza sola!. - un idiota se me acercó, pero moví mi mano en señal de que se largara.

- Largo, no tengo tiempo para ti. - le dije.

- Vaya, qué carácter.

- Sí, sí, como sea, largo. - le repetí

- Parece que lo que tienes de linda lo tienes de enojona.

Dejé de beber mi cerveza y puse mis ojos en él.

- Sabes, lo que tengo de linda también lo tengo de peleadora, y si no quieres que te arranque las bolas y te las deje de hielo en tu copa, es mejor que te largues.

No dijo nada, solo se marchó.

Perfecto

Sonreí y regresé mi vista a Kagome y el idiota Taisho.

Perspectiva de Kagome

Jaja, reí por una tontería que él dijo. Cada vez Inuyasha estaba más cerca de mí, hasta que llegó el punto en que nuestras rodillas chocaban porque las sillas estaban casi pegadas.

Sentí cómo su mano acariciaba mi cabello para después bajar a mi hombro y deslizarse por mi brazo hasta llegar a mi mano. Mi mano estaba recostada en mi pierna, por lo que le quedó fácil dejar su mano en mi pierna cuando siguió deslizándola. Yo levanté mi mano y él deja la suya en mi pierna y acaricié mi cabello. Esa era la señal que le había dicho a Sango.

Perspectiva de Inuyasha

Sentir su piel debajo de mi mano era una tortura. Quería llevar la mano más allá, tocar todo su cuerpo, quitarle ese vestido con los dientes si era necesario. Pero sabía que ahí no podía. Así que le di una pequeña caricia a su pierna mientras me acercaba a su oído...

- Kag, vamos a un lugar más privado. - le susurré mientras le daba un beso en su oído.

Ella iba a decir algo pero su teléfono sonó.

- Perdón, tengo que contestar.

- Claro. - sonreí para volver a mi lugar.

- Hola...

Tomé mi copa para darle un trago mientras veía su rostro. Vi que apretó el ceño mientras colgaba la llamada.

- ¿Pasó algo, Kag?

- Inu, lo siento, pero tengo que irme.

- ¿Qué?

- Es que la amiga que esperaba no llegó porque tuvo un problema, tengo que ir a verla.

- Pero ¿ahora? ¿Y si vas mañana?

- No puedo, tengo que ir ahora.

Se levantó para acercarse a mí y me dio un beso en la cara, o más bien uno muy cerca de mis labios. Cerré los ojos esperando que ese pequeño contacto durara más, pero no fue así.

- Lo siento tanto, de verdad me habría gustado seguir esta plática en otro lado, pero no se pudo. Adiós. - se dio la vuelta y se fue.

Yo me quedé ahí como idiota congelado hasta que mi mente hizo clic. ¿Cómo iba a contactarme con ella? Me levanté y la seguí.

Perspectiva de Kagome.

Sonreí porque el idiota se había creído todo. Empecé a caminar hacia la salida y a contar: uno, dos y tres.

- Espera.

¡Bingo!

Mi sonrisa creció y puse mi mejor cara angelical mientras me daba la vuelta para verlo.

- ¿Qué pasa, Inu?

- ¿Cómo te encuentro otra vez si no tengo tu número?

- ¡Ah, bueno! Pensé que no querías verme otra vez - dije mientras agachaba la cabeza, avergonzada.

- ¿¡Cómo crees!? De verdad me gustaría verte otra vez. ¿Me das tu número?

- Claro -le digo.

Le di mi número y él el suyo.

- Bien, ahora sí ya me voy -dije mientras volteaba para salir, pero unos brazos me rodearon por la cintura para darme la vuelta y quedar enfrente de él. Y sin previo aviso, me besó en los labios.

Abrí mis ojos por su osadía. Quise empujarlo y abofetearlo, pero si hacía eso todo mi plan se iba a la mierda, así que no me quedaba opción. Cerré mis ojos y correspondí a su beso.

Perspectiva de Inuyasha.

Sentir sus labios, después de tanto haber esperado, ¡por dios, sí que valió la pena! Sus labios eran exquisitos. Apreté su cuerpo más al mío para profundizar el beso.

Esta mujer sabe a gloria.

Pensaba mientras la seguía besando.

Fue ella la que terminó el beso y vi en su rostro, por primera vez en la noche, un sonrojo en sus mejillas que me pareció lo más adorable.

- Ya me tengo que ir. Adiós.

Perspectiva de Kagome

Me di la vuelta y me fui. Salí del bar, subí a mi auto y arranqué mientras me limpiaba los labios.

¡Idiota! ¿Crees que voy a caer en tus redes? Ja, eso nunca.

Me juraba a mí misma. Llegué a la esquina del bar para parar y esperar a que Sango se subiera. Ella salió primero del bar para que no la vieran conmigo.

Ya cuando estaba dentro del auto, arrancó.

- ¿Y cómo te fue?

- Bien. El idiota se lo creyó todo.

- Kag, no entiendo por qué tuviste que comprar un teléfono nuevo para darle ese número a él.

- Sango, si le doy mi número, el idiota me puede buscar en Facebook por el número, y si lo pilla, puede revisar mis contactos de amistad. Y si ve a Kikyo, mi plan se acaba.

- ¡Ah, ya entendí!

- Bien, te dejo en tu depa y después voy al mío.

- ¿No vas con Kikyo?

- Mañana. Ya es tarde, y si mal recuerdo, Naraku la invitó a desayunar.

- ¡Naraku está aquí! ¡No me lo habías dicho!

- Perdón, Sango, es que con todo esto se me pasó.

- No importa, tenemos que hacer una salida para darle la bienvenida.

- Claro. - sonreí.

Sango era muy amiga de Naraku cuando él estuvo en Japón. Era obvio que se alegraría de que su viejo amigo regresara.

Llegamos a su dep y me despedí. Cuando vi que entraba a su edificio, me fui. Llegué a mi depa, mientras dejé las llaves en la mesa del living, y me fui a mi cuarto. Me tiré con ropa y todo encima de mi cama y me quedé mirando el techo mientras recordaba lo que había pasado esta noche. Sin pensar, llevé mis dedos a mis labios, recordando ese beso. Me levanto de golpe de mi cama.

- ¿Por qué mierda tengo que recordar ese beso?

Me recrimino a mí misma en voz alta.

Me levanté de mi cama para ir al baño y lavarme los dientes. No quería seguir sintiendo ese beso en mis labios. Claro que no.

Continuará...


¡Si llegaron hasta aquí, gracias! Crédito de la ortografía para la bella autora, Cbt1996. ¡Gracias!