·

:::::

チーム7 (Equipo siete)

:::::

*se recomienda leer/releer antes 'Tatuajes'*

-Esto duele demasiado. ¿Estás seguro de que no se ha infectado? –preguntó Naruto mostrándole el cuello a Sakura.

-Sí. Lo estoy.

-El tuyo no se ve igual.

-Eso es porque el mío es de otro color.

-¿Estás segura?

-¿Otra vez? Sí. Estoy segura. Deja de quejarte y lárgate, tengo trabajo que hacer.

-El de Sasuke es del mismo color y no se ve igual.

-Naruto… ¡FUERA!

-Está bien, está bien, pero nos vemos esta noche. Cena con todos en casa de Shikamaru y Temari.

-No puedo, tengo planes.

-¿Planes? ¿Qué planes?

-Planes secretos. ¡Largo de una vez! –exclamó empujándole fuera de la consulta.

Cuando la puerta se cerró completamente Kakashi apareció de la nada.

-Pensé que nunca se iría.

-Esto es culpa tuya y de tu idea de tatuarnos.

-¿Mi empeño? Yo no fui quien invitó a Naruto y todos los demás a tatuarse nada –aseguró acercándose a ella y acorralándola contra el escritorio- Y si hubieras ganado la apuesta…

-Kakashi, lo siento, pero de verdad que tengo trabajo.

-Está bien –aceptó dejándola escapar-, pero esta noche no habrá excusas. ¿A las ocho en el rio?

-Allí estaré.

-o-

-Ahora que empieza el buen tiempo este lugar es excelente –aseguró Sakura estirando sus brazos por encima de la cabeza para calentar los músculos.

-¿Excelente para qué?

-Para entrenar, por supuesto.

-Oh, pero no venimos a entrenar –afirmó Kakashi sonriendo bajo la máscara.

-¿Cómo? ¿Entonces?

-Hoy hace dos meses desde qué gané la apuesta.

-¿Y?

-¡Hay que celebrarlo!

-¿Celebrar dos meses?

-¿Por qué no?

-Ni siquiera celebras tu cumpleaños y quieres celebrar que hoy hace dos meses que…

-Que me engañaste para que te mostrara la cara, ¿quieres decir?

-Que me engañaste para terminar en tu casa, más bien.

-Lo mismo es –aseguró encogiéndose de hombros-. ¿Entonces?

-¿Entonces qué?

-¿Lo celebramos?

-¿Qué tienes en mente? –preguntó curiosa.

-¿Sexo loco en el rio?

Sakura empezó a estornudar ruidosamente por la sorpresa de esa idea.

-Bromeo. Sólo quería volver aquí, pasar un rato contigo a solas en un sitio tranquilo y lejos de la gente –aseguró abrazándola por la espalda.

Esta vez se mostró todavía más sorprendida.

-¿Estás bien? –preguntó girándose para mirarle interrogante.

-Claro que estoy bien, ¿por qué no iba a estarlo?

-No sé. Estás raro y serio.

-¿Serio? Mmmm… puede.

-Entonces lo reconoces, te pasa algo.

-No, puede que esté serio, pero no pasa nada.

-Hatake Kakashi no está serio sin una razón.

-Pensé que Hatake Kakashi siempre era serio.

-No. Sólo ignora a la gente y se concentra en sus cosas, es distinto a estar serio.

-¿Entonces Hatake Kakashi no es serio?

-No. No lo es. Y deja de hablar de ti en tercera persona. Hatake Kakashi suena raro cuando habla de si mismo en tercera persona.

-Empezaste tú usando mi nombre completo, Haruno Sakura.

Sakura dejó escapar una risilla al escuchar su nombre con tanta solemnidad.

-Bueno, y ahora que estamos aquí, ¿cuál es el plan? ¿Cómo lo celebramos? ¿Quieres que nos besemos contra una árbol como unos adolescentes? –preguntó cuando dejó de reírse.

-Oh, para ti sería fácil, pero yo ya olvidé cómo ser un adolescente.

-Mmmm, no lo has estado haciendo mal todo este tiempo –comentó con picardía.

-Me alegro, es importante que pienses así.

-¿Importante? ¿Por qué?

-Quiero pedirte algo –comentó acariciándole el tatuaje donde podía leerse チーム7

-¿Pedirme algo? ¿Por eso estás tan serio?

-Puede. Es posible. Sí –terminó confesando.

-¿Estás nervioso?

-No –afirmó soltándola y pasándose las manos por la nuca.

-Estás nervioso.

-No.

-No era una pregunta. ¿Qué sucede?

-Sakura… yo… -giró dándole la espalda.

-¿Sí?

-Yo…

-Sólo dilo –le animó rodeándole para quedar frente a él.

-¿Una apuesta? –preguntó cambiando completamente el tono de voz.

-¿Qué?

-Te propongo algo. Una pelea en el agua –anunció quitándose el chaleco-, si gano, aceptarás lo que yo te pida, si ganas…

-¿Lo que me pidas? –le cortó.

-Sí.

-¿Qué vas a pedirme?

-No puedo decírtelo aún.

-No puedo jugarme algo sin saber qué es.

-Sí que puedes.

-No.

-A cambio, si ganas, podrás pedir lo que quieras.

-Ya conozco tu cara, no hay nada que quiera de ti y no pueda tener –anunció con suficiencia.

Kakashi dejó escapar un gruñido cargado de sensualidad en respuesta.

-¿No hay nada que quieras y yo pueda ofrecerte? –preguntó con seriedad tomándola por la cintura para pegarla a él.

Sakura le miró pensativa en la oscuridad

-Puede que sí –afirmó tras unos segundos.

-Pues ahí lo tienes. Si me ganas podrás pedirme lo que sea que esa cabecita esté pensando.

-Está bien. Siempre que no sea tatuarme "equipo Kakashi" todo irá bien.

Kakashi dejó escapar una carcajada antes de soltarla, quitarse la camiseta y lanzarse al agua.

-Nada de trampas –anunció Sakura mientras se quitaba la ropa para quedar con el bikini.

-Yo no hago trampas.

-Nada de aprovecharse de los vacíos legales, cómo te gusta decir.

-Una pelea justa.

-Eso es.

-No hay problema, llevo dos meses entrenándome en el agua. No eres rival para mí.

-Yo siempre seré rival para ti, Kakashi –anunció entrando al agua e iluminando sus manos en chakra verde.

-¿Ninjutsu médico? ¿Vas a curarme las heridas? –preguntó con sorna.

-Luego me pedirás eso, primero voy a inutilizarte algunos de los músculos principales –anunció ganándose una cara de terror por parte de Kakashi-. ¿Estás asustado?

-Tendrás que alcanzarme primero.

-No. Tú tendrás que acercarte si quieres ganarme.

-o-

-Lo siento, no podía dejarte ganar, vete a saber qué tienes en mente –comentó Sakura saliendo del agua.

-¿Pero qué estás diciendo? Te he ganado.

-¿Qué? ¿Deliras? –preguntó girándose para verle todavía en el agua-. Te he ganado.

-No. Te he ganado yo. Si no me hubiera detenido te habrías ahogado.

-No. Si yo no me hubiera detenido hubieras perdido el brazo.

-Con un brazo todavía te habría ahogado.

-Sí claro, en un mundo donde perder un brazo no sea doloroso y no te habría supuesto una desventaja mortal.

-¿Qué hablas? ¿Acaso tus compañeros de equipo no pelearon durante meses y años sin un brazo?

-Pero cuando ya habían sido atendidos y curados. No nada más perder un brazo.

-Pero eso es porque son unas nenazas, yo podría haber seguido.

-Kakashi, reconócelo, has perdido.

-Lo siento, pero no puedo perder.

-Claro que puedes. Lo has hecho.

-No. No puedo. No hoy.

-¿No hoy? ¿Qué quieres decir? ¿Qué es eso que me tienes que pedir?

-¿He ganado? –preguntó con seriedad.

Sakura le miró por unos segundos intentando adivinar qué se traía entre manos.

-Has ganado. ¿Qué es lo que quieres?

-No quiero seguir perdiendo el tiempo.

-¿Qué quieres decir?

-Esto. Lo nuestro. Es absurdo.

-¿Una perdida de tiempo? ¿Lo nuestro? –preguntó asustada-. ¿Acaso lo que me estás pidiendo es que terminemos?

-¿Qué? ¡No! Todo lo contrario, te estoy pidiendo que formalicemos esto. Que te vengas a vivir conmigo, que formemos una familia, que nos casemos, si es lo que quieres. Que dejemos de escondernos de los demás como si algo estuviera mal.

Sakura mostró una gran sonrisa.

-¿Esa es tu petición? ¿Quieres que me convierta en la primera dama de Konoha?

-Bueno, no exactamente, espero que cuando deje el cargo no pases a ser la mujer del siguiente Hokage.

-Suena bien, eso de formalizar lo nuestro.

-¿Cómo de bien? –preguntó abrazándola por la cintura.

-Lo bastante como para celebrarlo.

-Mmmm.

No hizo falta decir más para que Kakashi la arrastrara hacía abajo y la cubriera con su cuerpo sobre la hierba.

La beso consiguiendo arrancarla un gemido que vibro hasta sus labios.

-Dos meses, ¿eh? –preguntó Sakura cuando por fin se separó de ella.

-Sí.

-No has esperado mucho.

-Soy viejo.

-No eres viejo.

-Soy viejo para andar entrando a escondidas a tu casa.

-Yo diría que eres vago y prefieres no tener que caminar de tu casa a la mía.

-Eso no es cierto, si fuera vago te pediría que vinieras tú a mi casa, tengo muchas menos visitas inoportunas que tú.

-Porque nunca dejas que nadie vaya a visitarte.

-Entonces me das la razón, mi casa es mejor que la tuya.

-No he dicho eso.

-A mí me vale –afirmó besándola de nuevo.

-Estás empapado.

-Tú también.

-No. Mi bikini ya está casi seco, pero tu pantalón está empapado.

-¿Es una indirecta? ¿Quieres que me lo quite? –preguntó dando un salto.

-¡No!

-Tarde –anunció desabrochándoselos y dejándolos caer.

-Eres un pervertido.

-Oh, no es pervertido si hay amor –anunció tumbándose a su lado.

-¿Qué? Sí que lo es. No deja de ser pervertido porque haya amor.

-Yo te digo algo bonito y te concentras en machacarme. Esto durará toda la vida –comentó riendo y tomándola de la cintura para sentarla a horcajadas sobre él-. ¿Qué me habrías pedido si hubieras ganado?

-Ah, no puedo decírtelo.

-Vamos, casi podría decirse que me has ganado. Puedes pedírmelo.

-No. En una pelea sólo hay un ganador. Y has sido tú, ¿no?

-Sólo dilo.

-No.

-¿Querías que me tatuara tu nombre? Puedo hacerlo.

-¿Lo harías?

-Sólo si era lo que querías.

-No, no era eso.

-¿Entonces?

-Lo siento, no puedo decírtelo. Quizás la próxima vez –dijo tumbándose sobre el para besarle.

El silencio alcanzó esa zona del bosque, a excepción del ruido de pequeños animales y grillos.

Kakashi tiró del tirante del bikini soltando el nudo y consiguiendo que Sakura gruñera contra su boca, aunque no hizo nada por detenerle.

-Te amo –susurró antes de rodar sobre ella.

Sakura pasó sus manos por la espalda de Kakashi desde su cuello hasta el elástico del calzoncillo.

-¿Qué crees que haces pequeña gamberra?

-¿Practicar cómo se forma una familia?

-¿Aquí? Si no recuerdo mal eras tú la que no quería hacer este tipo de cosas en lugares públicos.

-Aquí no vendrá nadie, además—

Antes de que terminara la frase Kakashi se puso en pie de un salto.

-No hace mucho yo intenté eso mismo contigo y me dijiste que no. Además… -señaló a la espesura del bosque.

Sakura se puso en pie y miró en la misma dirección que él marcaba.

-¿Qué?

-Tenemos visita.

-¿Qué? ¿Quién? –preguntó buscando a su alrededor su camiseta.

A lo lejos comenzó a escucharse la voz de dos hombres escandalosos que hablaban sobre entrenamientos, juventud, y la tristeza que les causaba que su compañera no hubiera querido acompañarlos.

-Es el mejor sitio para su entrenamiento Gai-sensei.

-¿Y dices que nunca hay nadie?

-Eso es. He venido varias veces ya y nunca hay nadie. Y para sus entrenamiento el agua es el mejor lugar.

-En verdad parece un gran sitio.

Kakashi miró a Sakura mientras ésta recogía su ropa y le lanzaba los pantalones a la cabeza.

-¿Nos vamos? –susurró para que no les escucharan.

-Con que te pongas algo de ropa estará bien –aseguró señalando sus calzoncillos, la única prenda que todavía llevaba puesta.

-¿No te importa que nos vean aquí?

-Acabo de aceptar irme a vivir contigo, creo que sería absurdo que siguiéramos escondiéndolo.

-Entonces… ¿empezamos por ellos?

-Y luego podemos ir a la cena en casa de Shikamaru y Temari.

-Pero acabaremos en mi casa, ¿verdad? –preguntó Kakashi con una media sonrisa.

-Después de pasar por mi casa y de que hables con mis padres, claro.

Kakashi sonrió mostrando una perfecta sonrisa. Luego tomó su camiseta y se la puso cubriendo su rostro.

Ambos se quedaron en pie, uno junto a otro esperando que los chicos de las mayas verdes aparecieran.

Cuando la silla de ruedas apareció empujada por Lee, Kakashi levantó la mano a modo de saludo.

-Kakashi, ¿qué haces aquí? –preguntó Maito sorprendido de encontrarlos allí.

-Hokage-sama, Sakura-chan –saludó todavía más sorprendido Lee.

-Gai-sensei, Lee-san –saludó de vuelta Sakura algo colorada. Aunque no lo podrían ver por la oscuridad.

-Uuuhhh. Mejor se lo dices tú –pidió Kakashi mirando a Sakura.

-¿Yo? Es tu amigo.

-Pero ese chico está loquito por ti –afirmó en un susurro.

Los dos de verde se miraron compartiendo una mirada de confusión.

-¿Qué sucede? –preguntó Maito haciendo girar las ruedas para acercarse a Kakashi.

-Bueno… -Kakashi miró a Sakura en silencio-. Tenemos algo que contaros –aseguró tomando la mano de ella entre las suyas.

-Kakashi, tú… –comenzó Maito.

-¿Sakura y usted? –terminó Lee con un tono de voz desgarrador.

Sakura miró a Kakashi sin saber qué decir.

-¿Lo siento? –susurró Sakura mirando a Lee, que daba la imagen total de un corazón roto.

-Eso es fantástico –anunció Maito saltando de la silla de ruedas para acercarse hasta Kakashi y abrazarle-. Que callado lo tenías. ¿Desde cuando?

-Unos meses –respondió este dejándose abrazar.

-¿Cómo? ¿Por qué? ¿Es porque él es Hokage? Yo puedo ser el Hokage, Sakura seré Hokage por ti –se lamentó Lee.

-Lo siento Lee. Si te consuela, no es porque sea el Hokage.

-¿Seguro?

-Eh, rarito, no pienses ni un segundo en robarme la chica. Podría hacer que te expulsaran de la aldea –bromeó Kakashi todavía abrazado por Maito.

-Hokage-sama nunca haría algo así –se disculpó haciendo mil reverencias-. Pero debo reconocer que Sakura me robó el corazón hace años. Y siempre será suyo.

-Lee, eres joven, y encontrarás el amor a su debido tiempo –anunció Maito despegándose por fin de Kakashi-. Ahora, dejemos a estos tortolitos a solas y vayamos a otra zona a entrenar.

-No es necesario –anunció Kakashi-. Nosotros ya nos íbamos.

Antes de que pudieran responder, tomó a Sakura por la cintura y desaparecieron en una nube de humo.

-¿No es hermoso el amor? –preguntó el sensei.

-Supongo –respondió con un tono lastimero el alumno.

:::::

:::

NdA: Pues ya está. Recién salido del horno. Había muchas expectativas puestas en él... así que si ha decepcionado es sólo vuestra culpa por montaros películas indebidas :P

Como habréis imaginado este es la continuación "Tatuajes", que fue el más votado en Wattpad para conseguir una continuación. Así que con este se cierra todo. El otro fue "Apuestas de papel" que ya tiene su continuación unos cuantos capítulos atrás.

NdA: Sólo espero que lo de "Equipo 7" esté bien escrito en japonés XD