.

:::::

¡Alquiler!

:::::

-¿Puedo pedirte un favor? -pregunta Sakura guardando un papel en uno de los cajones de su escritorio.

-¿Otro? -bromea ocupando la silla frente a la mesa de la directora del hospital.

-Este es personal.

-¿No te parece personal el cheque que acabo de firmarte? Está a tu nombre -continúa bromeando.

-Bueno, si fuera a gastármelo en una casa para salir de mi pequeño apartamento, quizás. Pero me temo que si hiciera eso podrías meterme en la cárcel.

-No lo haría como amigo, pero como Hokage debo hacer cumplir la ley. Estaría mal que te gastaras el dinero del hospital en una nueva casa.

-Lo que necesito de ti no te costará dinero.

-¿Entonces no vas a pedirme otro cheque a tu nombre?

-No. Pero si a título personal quisieras firmarlo, no me importaría. Sé cuál es tu sueldo.

-Bueno, pequeña, no creo que tú tengas quejas, ahora que diriges el hospital.

-No me quejo. Pero no se acerca a tu salario. Y llevo dos meses, no he podido amasar una fortuna.

Kakashi se carcajea ante ese comentario.

-No tengo una fortuna.

-¡Pues no sé en qué lo gastas!

-Bueno, tengo mis gastos.

-¿Una nueva colección de libros eróticos?

El Hokage se encoje de hombros cerrando los ojos en una sonrisa.

-¿Qué es lo que necesitas de mí?

-Tu tiempo.

-¿Mi tiempo? Prefiero que me pidas un cheque. Últimamente no tengo mucho tiempo.

-Necesito que liberes una tarde por mí.

-¿Puedo saber para qué antes de comprometerme?

-Haremos una fiesta por el regreso de Sai.

-¿Es necesario?

-Necesario no, pero sería genial si pudieras estar.

-Está bien. ¿Cuándo es?

-El jueves.

-Allí estaré.

-Gracias.

-¿Hay algo más que pueda hacer por ti?

-Pues ahora que lo dices...

-¿Sí? -pregunta habiéndose arrepentido del ofrecimiento.

-Tengo hambre, y es la hora de comer, ¿me invitas?

-Pensé que no me costarías dinero. Eso dijiste.

-Nunca podré mudarme a otro piso si no hago que personas con más dinero que yo me inviten -comenta poniéndose en pie y rodeando el escritorio.

-¿Engañas a muchos con esas historias lastimosas? -pregunta también poniéndose en pie y dirigiéndose a la puerta.

-Vamos sensei, por los viejos tiempos.

-¿Los viejos tiempos en los que no teníais un duro y yo tenía que pagar hasta la habitación porque a pesar de ello erais unos sibaritas y no queríais dormir en el bosque y como la aldea pasaba por un mal momento no nos daban ni para dietas? ¿Esos tiempos?

-Bueno, no pensaba en taaan viejos. Por cierto, ¿cómo podías tener dinero para pagar por todos nosotros, ¿acaso heredaste una gran suma de tus padres?

-Tienes unas ideas muy locas, pequeña -comenta abriendo la puerta y ofreciendo el paso.

-Kakashi-sama, el rico heredero Hatake que sigue amasando una fortuna ahora que es Hokage.

-Sí. Tengo una habitación llena de billetes y nada más. Cuando estoy triste me lanzo dentro y nado unos largos -bromea cerrando tras de sí.

-¿No quieres invertir en tu alumna favorita?

-¿Favorita? No tengo otra.

-¿Eso quiere decir que no vas a invertir en mí?

-¿En tu nuevo hogar?

-Eso es. ¿Cómo piensas ayudar a tu mejor alumna?

-¿Puedo elegir?

-Sí.

-¿Qué te parece si todos los miércoles te invito a comer?

-Hokage-sama, no tengo claro si está invirtiendo en mí o cortejándome -comenta cruzando las puertas del hospital.

-¿Te gustaría que fuera lo segundo? -pregunta parándose en seco frente a ella y mirándola fijamente.

Sakura le devuelve la mirada, pero no consigue descubrir si habla en serio. Ante su silencio Kakashi comienza a andar de nuevo.

-¿Sabes? Mi viejo departamento está vacío. Y es más grande que el cuchitril donde vives.

-¿Tu viejo departamento?

-Sí. Lo conoces, has estado allí alguna vez.

-Espera, ¿cuándo te has mudado?

-Hace unos meses.

-¿Hablas en serio? ¿Por qué no me lo dijiste?

-No salió el tema.

-Podía haberte ayudado con la mudanza.

-Por eso no te preocupes, no tengo muchas cosas.

-¿Y ahora dónde vives?

-Volví a la casa de mi infancia.

-¡Oh! Nunca entendí que no vivieras en la casa que heredaste de tus padres. Es enorme.

-Bueno, digamos que quería huir de algunos recuerdos.

-¿Y ahora por qué has vuelto?

-¿Nostalgia?

Sakura le mira con el ceño fruncido.

-¿Entonces qué? ¿Te interesa? -insiste el Hokage.

-¿Me lo alquilarías?

-Puedes ocuparlo sin más. Me apena que esté vacío.

-¿Lo dices en serio?

-Bueno, como digo está vacío. Sólo coge polvo. De ese modo podrás ahorrarte el alquiler que pagas por tu apartamento o gastarlo en lo que quieras.

-¿No te importa?

-Te lo estoy ofreciendo, ¿verdad?

-No puedo ocupar tu apartamento gratis. Déjame pagarte algo.

-No quiero tu dinero, pequeña.

-Sé que tienes un súper sueldo, pero aún así, tendrás tus gastos.

-Será mi regalo de cumpleaños. Es en dos semanas, ¿verdad?

-Ni de broma. ¿Un piso gratis por tiempo indefinido? No puedo aceptar eso.

-¿Qué te parece si invitas tú a la comida?

-¿Cada miércoles?

-Me refería a hoy.

-Oye, si lo dices en serio -comienza dudando-, ¿te parece que compremos comida para llevar y vayamos al departamento?

-¿Qué pasa? ¿Vas a evaluar si te gusta o no un piso gratis que es el doble de grande que el tuyo?

-No es eso. Pero casi ni lo recuerdo. Me gustaría verlo y empezar a planificar dónde meteré mis cosas.

-Te sobrará espacio. Pero está bien. Primero tenemos que pasar por mi casa, debo coger las llaves.

-¡GRACIAS!

-o-

-Creo que Naruto te ha influenciado demasiado -comenta Kakashi levantando las bolsas con ramen a la altura de los ojos de ella.

-Bueno, me apetecía algo caliente. Hace frio, e Ichiraku sigue teniendo el mejor ramen de Konoha.

-En el apartamento hará frio. ¿Quieres que comamos aquí y luego vamos para allá?

-¡No! Quiero comer en mi nuevo piso.

Kakashi sonríe.

-Está bien. ¿Entras? -ofrece abriendo la puerta de su casa.

-¿Puedo?

-Claro. No conoces esta casa, ¿verdad?

-Sólo por fuera. Sabía que era la casa de tus padres.

-Entra, te la mostraré.

Sakura sigue a Kakashi dentro de la casa, ambos se descalzan y entran al salón.

-Vaya, esto es increíble. Es grande y luminosa. El color de las paredes es precioso y los techos son súper altos. Es genial.

-Lo es. Voy a buscar las llaves. Siéntete libre para cotillear las habitaciones -comenta desapareciendo por el pasillo.

Sakura mira a su alrededor de nuevo. La casa parecía estar completamente amueblada, y aunque parecían muebles viejos no estaban mal conservados. Eso sí, aunque estaba lleno de objetos personales, todo tenía un estilo muy alejado de los gustos de Kakashi. Un montón de libros, algunos jarrones, varias fotos familiares, figuras decorativas... Estaba claro que todo aquello no había sido puesto ahí por él. Eran recuerdos de sus padres.

Se acercó a una de las fotos y la tomó entre las manos. Era él con sus padres. Bueno, un pequeño él. Tuvo que adivinarlo, ya que era un pequeño niño de pelo gris sin máscara, sonriente y siendo abrazado por quienes se entendía que eran sus padres. Lo que no había duda era de que el hombre se trataba del padre de Kakashi. Sakumo Hatake. Podía reconocerle de algunos informes que había visto en archivos antiguos.

Sin embargo, a la mujer nunca la había visto. Sus ojos eran como los de Kakashi. No sólo el color. La forma, el tamaño, la mirada. Esos ojos expresivos que conseguían transmitir lo que su máscara ocultaba. Aunque ella no ocultaba su rostro. Era preciosa.

Sin duda ese niño era Kakashi. Era la primera vez que lo veía sin máscara. ¿Cuándo empezó a usarla? ¿Seguiría teniendo esa sonrisa? ¿Cuánto habría cambiado?

Un ruido en el pasillo llamó su atención, y todavía con la fotografía en la mano se adentró hacía el resto de la casa.

-¿Kakashi? -preguntó asomándose a una habitación con una cama de matrimonio, un par de mesillas y un gran armario.

-¡Aquí!

La voz llegaba del fondo del pasillo. Fue hasta el final y entró a la habitación.

-¿Ésta es tu habitación? -preguntó mirando la cama a medio hacer.

-Sí.

-¿No es una cama muy pequeña?

-Era la cama de cuando era niño. Tengo intención de cambiarla, pero no he encontrado tiempo.

-¿Y por qué no la cama de matrimonio de la otra habitación?

-Era de mis padres... -comenta rascándose la mejilla suavemente sobre la máscara-. Supongo que no me agrada la idea de dormir en la que fue su cama.

-Lo entiendo. Pero esa habitación es mucho más grande. ¿Has pensado en cambiar algunos muebles y moverte allí?

-No sé. Tampoco necesito toda la casa.

-¿Eso significa que dejarás algunas habitaciones como están para siempre?

-Es posible. ¡Aquí están! -anuncia sacando las llaves del cajón-. Podemos irnos.

Se gira sobre sus talones para mostrarle las llaves y se fija en que ella sujeta un marco de fotos. Sakura sigue su mirada y se da cuenta de que está fija en sus manos.

-¡Ah! Perdón. Espero que no te moleste, vi la foto y... me dio curiosidad. Nunca había visto a tu madre.

-Madre mía, esta foto tiene... -estiró su mano para tomar el marco y mirar fijamente la foto-, tiene más de treinta años.

-Eso pensé. Mírate. Eras un encanto.

-¿Ya no lo soy? -pregunta sin quitar su mirada de la fotografía.

-No puedo saberlo -responde sin darle importancia-. ¿Has visto esta sonrisa? Nunca sonríes así.

-No lo sabes.

-Sí lo sé. Mira estos ojos -comenta señalando al pequeño Kakashi-. Tus ojos no se ven así nunca.

-Es por la edad. Las arrugas no ayudan -bromea él.

-No es la edad. Supongo que es por que estas siendo abrazado por tus padres.

-Bueno, imagino que eso tiene algo que ver.

-¿Recuerdas a tu madre?

-Apenas -responde dejando de mirar la foto para verla a ella-. Murió unos meses después de esa foto.

-Lo siento.

-No te preocupes, ya hace mucho de ello.

-Sin embargo, sigues dejando todo tal como estaba.

-¿Lo dices por la casa?

-Sí.

-Ya te he dicho que no he tenido mucho tiempo para cambiar nada.

-Sé que una mudanza y redecorar es un poco aburrido. ¿Qué te parece si tú me ayudas con la mudanza, y yo te ayudo con todo esto?

-¿Todo esto?

-Redecoraré a tu estilo.

-¿Vas a cambiarla por completo?

-No. La casa es genial y los muebles. También dejaría todas las fotos y si hay alguna cosa que quieras conservar. Pero es hora de que hagas tuya esta mansión.

-No es una mansión.

-Tú has estado en mi apartamento. Sí que lo es.

Kakashi se ríe de ese comentario antes de devolverle la fotografía a Sakura.

-Ponla donde estaba.

-No. Empezaré ahora mismo. Esta fotografía merece estar en tu habitación. Y si tu habitación por el momento es ésta, la foto se queda aquí.

Se gira y la lleva hasta la mesita bajo la ventana. Él la mira con atención.

-¿Has visto el resto de la casa?

-En realidad sólo la otra habitación y el salón.

-¿Quieres verla o nos vamos?

-Vámonos. Ya tendré tiempo de verla cuando venga a redecorar.

-No te adelantes, pequeña. Todavía no he dicho que acepte el trato.

-¿No piensas ayudarme con la mudanza? -pregunta con falsa indignación.

Él suspira ruidosamente por respuesta.

-Vayamos al departamento -ofrece señalando la puerta.

-Sí. Tengo ganas de verlo.

-No ha cambiado respecto a cómo era.

-Ya te he dicho, casi no lo recuerdo. ¿Cuántas veces he estado allí?

-No sé.

-¿Cuántas veces he ido a sacarte de las orejas para llevarte al hospital?

-Si es por eso deberías conocerlo de memoria. Fueron muchas veces.

-Eso es verdad. Pero no solía recorrerlo. Es posible que nunca haya estado en tu habitación.

Kakashi abre la boca para decir algo, pero guarda silencio.

-No olvidemos la comida -recuerda el ninja tomando las bolsas antes de abrir la puerta de entrada.

-o-

-¿Era en la primera planta? -pregunta subiendo las escaleras delante de él.

-Eso es. El siete.

-¿Cómo equipo 7?

-Más bien como apartamento 7.

-Y como equipo 7. El siete debe ser tu número.

-Entonces, ahora debe ser el tuyo -resuelve lanzándole las llaves.

Sakura las atrapa al vuelo y sigue avanzando hasta detenerse frente a la puerta.

-¿Estás seguro de esto?

-¿De dejarte vivir aquí?

-Sí.

-¿Vas a destrozarlo? ¿Los vecinos vendrán a quejarse por las fiestas nocturnas?

-No.

-Entonces sí, estoy seguro.

-Genial.

Sakura abre la puerta y entra al salón tras dezcalzarse. Está completamente amueblado, pero todos los muebles están cubiertos por sábanas para impedir que se llenen de polvo. Kakashi avanza hasta la cocina y deja las bolsas sobre la encimera.

-¿Qué quieres hacer primero? ¿Saco la comida? -grita desde allí para hacerse oír.

-Sí. ¿Puedes prepararlo? -pregunta mientras avanza por el pasillo y abre las puertas del baño, el dormitorio y otro cuarto, que junto al salón y la cocina completaban el piso.

-Puedo -susurra él por respuesta buscando algunos platos y cubiertos.

Saca un par de vasos y sale al salón para dejarlo todo sobre la mesa, aunque antes debe retirar la sábana que la cubre.

Cuando deja también la comida mira hacia el pasillo. Avanza mirando al interior del cuarto y del baño, buscándola. Y finalmente la encuentra tumbada en la cama.

-¿Qué haces? ¿No quieres comer?

-Estaba probando si el colchón es bueno.

-Tiene bastante tiempo. Quizás es mejor si compras otro.

-Es cómodo.

-Lo sé.

Sakura se incorpora sentándose sobre la cama. Tira de una sábana que cubre el escritorio y descubre varios objetos personales sobre ésta.

-¿Te parece normal esto? -pregunta tomando la foto del equipo 7.

-Ya te lo he dicho, no he tenido-

-Tiempo. Ya. Ya lo sé. Pero Kakashi, no te has mudado. Sólo te has ido allí a vivir.

-¿No es la definición de mudarse?

-No. Para mudarte deberías haberte llevado tus cosas.

-Me llevé mi ropa y a Ukki.

-¿Ukki?

-Mi planta.

Sakura pone los ojos en blanco.

-Sigues teniendo aquí todas las cosas personales.

-No te preocupes. En un par de días sacaré todo.

-¿Todo? ¿También los muebles?

-Todos los objetos personales. Los muebles seguirán aquí, si no te molestan.

-Para nada. Todos los del otro apartamento son del propietario. Así que me vendrán bien.

-Entonces mi mudanza será rápida. Podría meter todas las cosas en una caja ahora mismo.

-Este departamento está genial, en serio. Es enorme. Me encanta -afirma poniéndose en pie en el centro de la habitación.

-Pues felicidades, ahora eres la nueva inquilina.

-¿De verdad?

-¿Cuántas veces vas a preguntarlo?

-Es que no sé, vivir aquí gratis me parece abusar de nuestra amistad.

-Pequeña -la toma por los hombros y la obliga a mirarle-, tengo este piso vacío. Está cogiendo polvo. No lo necesito. Ni necesito más dinero del que tengo. Déjame hacer esto por ti.

Ella le mira con dudas.

-Si en algún momento necesitas que lo deje libre, o quieres que empiece a pagar un alquiler sólo debes decirlo. ¿Me lo prometes?

-Te lo prometo. ¿Podemos comer ya? Me muero de hambre.

-Podemos -acepta saliendo al salón.

-Menos mal. Pensé que serías capaz de pedirme empezar con la mudanza ya.

-Ya no. Pero mañana...

-¿No te he dicho ya que no tengo mucho tiempo libre?

-Kami, eres el Hokage, date un día libre.

-En ese caso aprovecharía para cambiar mi cama por una más grande.

-Eso déjamelo a mí. Entra en la parte de redecorar tu casa.

-Empiezo a arrepentirme de eso.

Sirven la comida en los platos y se sientan en la mesa del comedor.

-El edificio es muy tranquilo, y la zona. No está lejos del hospital. Ni de Ichiraku -explica Kakashi.

-Lo sé.

-La habitación es grande, y tienes un cuarto extra que puedes usar para lo que quieras.

-¿Para qué lo usabas tú? ¿Era el cuarto de los billetes en el que nadas cuando te sientes triste? -pregunta riendo.

-No lo usaba.

-¿En serio? Kakashi, ¿no quieres mudarte a mi apartamento? Tiene el tamaño justo para tus cosas y tus necesidades. Un mini cuarto de baño, un mini salón-cocina y una mini habitación. Ukki y tú tendréis espacio de sobra.

Kakashi sonríe ante la maldad.

-Yo soy feliz con una habitación y un salón con estanterías.

-Para tus libros pornográficos.

-No son pornográficos.

-Sigue repitiéndote eso, quizás te convenzas a ti mismo.

-No lo son. Y si lo leyeras lo sabrías.

-Déjame uno y lo sabremos.

Kakashi deja los palillos a un lado y se pone en pie en un rápido movimiento. Luego desaparece por el pasillo.

-¿Qué haces? -pregunta ella divertida sin moverse de la silla.

-Tengo un tomo por aquí -grita desde la habitación.

-¿En serio? ¿No es como tu tesoro más preciado? -pregunta ahora avanzando por el pasillo.

-Los tengo repetidos.

-¿Y me lo vas a dar?

-Si prometes leerlo puedes quedártelo -ofrece tendiéndole el libro de tapas rojas.

Sakura lo coge y se sienta en el colchón.

-Icha Icha Violencia -lee en la portada.

Lo abre al azar por una página y empieza a leer en silencio.

-No es mi favorito, pero es el que tengo aquí.

-¿Y dices que no es porno? -pregunta levantando una ceja-. "Entonces metió la mano bajo su blusa y dejó que sus dedos recorrieran el borde de su sujetador a la vez que su entrepierna se endureció sólo de pensar lo que estaba por venir", ¿si giro la página se va a describir una escena de sexo?

-Sí. Pero también se cuenta una historia de amor.

Kakashi se sienta a su lado y le quita el libro de las manos.

-Devuélveme eso -pide ella riendo.

-Déjame enseñarte una parte.

Sakura intenta quitárselo de las manos. Pero él estira el libro sobre su cabeza. Y ella se tira sobre él para quitárselo obligándole a tumbarse en la cama.

-Es mío -anuncia sentándose a horcajadas sobre él y recuperando el libro.

-¿Qué dices? Es mi cuarto. Son mis cosas.

-Ahora es mi cuarto. Y estás en mi cama.

-Este ha sido mi colchón durante años.

-Pues ahora es mío. Yo mando.

-Yo elegí y compré cada cosa de esta habitación.

-En ese caso cuando cambie tu cuarto, y ponga una cama grande, ¿será mío?

Kakashi la mira con una ceja levantada.

-Touché. Tú ganas. Es tu cuarto. Tú mandas.

-En ese caso... -Sakura lleva su mano hasta el borde de la máscara.

-Pequeña... ¿qué crees que haces? -pregunta sujetando con firmeza la muñeca de ella.

-¿A ti qué te parece?

-Yo no estoy en el contrato de alquiler.

-Creí que no había contrato.

-Quizás deba haberlo. Para especificar qué entra y qué no entra con el piso.

-¿Y tú no entras, pequeño? -pregunta con picardía y agachándose sobre él.

-¿Hablas en serio?

-¿Qué te parece despedirte de tu departamento y dejarme estrenarlo?

Kakashi la mira con atención. Evaluando la situación y las opciones.

-Estás pensándolo, ¿verdad? -pregunta ella sonriente todavía sobre él.

-Sí.

-¿Y qué estás pensando?

-Lo raro que va a sonar que te deje ocupar mi apartamento después de esto.

-¿A qué te refieres? -pregunta divertida.

-A qué puedo imaginar qué pensará la gente cuando se entere de que te dejo vivir aquí, completamente gratis, cuando se descubra que nos hemos acostado.

-¡Qué mal suena eso! Seguro que te juzgarán duramente -comenta divirtiéndose.

-Es posible -responde llevando sus manos al cuello de Sakura comenzando a acariciarlo-. Pero tampoco hablarán muy bien de ti.

-Seré una aprovechada. Serás algo así como un sugar daddy.

-¿Un sugar daddy?

-Ves. Prueba de ello es que ni sabes lo que significa.

-¿Y qué significa?

-Que ahora te tocará mantenerme. Comprarme mis caprichos. Pagar por todo lo que yo quiera. Y a cambio...

-¿A cambio?

-A cambio yo te daré sexo.

-Eso suena muy sucio.

-Lo es. ¿Quieres probarlo? -pregunta con una sonrisa sincera en su rostro.

-Claro. Suena divertido.

-¿Crees que tendrás suficiente dinero para mis caprichos?

-Sí. No te preocupes. Tengo bastante ahorrado.

-Soy una chica cara.

-Oh, ya lo sé.

Diciendo eso se gira sobre el colchón con ella, se baja la máscara y comienza a besarla mientras se acomoda entre sus piernas.

-Oye, ¿tienes condones? -pregunta Sakura.

Kakashi se separa un poco de ella y se inclina para buscar en un cajón de la mesilla.

-Debería haber alguno por aquí.

-¿No estará caducado?

-Me fui hace tres meses, no tres años. Aunque reconozco que tienen un tiempo.

Sakura aprovecha que Kakashi está sobre ella para desabrochar sus pantalones y meter la mano dentro de sus calzoncillos, lo que le hace tensarse, aunque sigue buscando entre los cajones.

-Más te vale que haya uno sin caducar.

-Seguro que sí -afirma sacando uno-. ¿Quieres comprobarlo? -pregunta ofreciéndoselo.

-Sí -exige cogiéndolo.

Sakura lo gira buscando la fecha de caducidad.

-No pone nada.

-Debe ponerlo.

-¿Quizás en la caja?

-Lo suele poner en el envoltorio.

-Pues no lo pone.

-Déjame verlo a mí -pide intentado cogerlo, pero ella es más rápida y retira la mano.

-¿Se habrá borrado porque tiene mil años?

-A ver, no compro condones cada mes, pero no creo que tenga mil años.

Entonces Sakura comienza a reír.

-Es broma. La fecha de caducidad está aquí. No está caducado.

Kakashi la mira en silencio por unos segundos.

-Oye -empieza con seriedad y dejando el buen humor a un lado-, ¿no estarás haciendo esto por-

-Como sugieras que estoy haciendo esto por el piso juro que te la arranco ahora mismo -comenta divertida.

Kakashi levanta las manos en señal de paz.

-Sólo quería estar seguro.

-Puedes estar tranquilo. Y dejar de insultarme.

-No pretendía insultarte.

-Lo sé. Pero si lo piensas es un poco insultante.

-Míralo más por el lado de que soy un viejo inseguro.

-Lo tomaré así.

-Por favor. Nunca sugeriría que tú... harías algo así.

-Pero lo ibas a preguntar.

-Lo siento.

-No importa. ¿Seguimos?

-Claro. Si todavía quieres y no prefieres golpearme.

-No voy a negarte que lo estoy valorando.

-¿Puedo hacer algo para ayudar a que te decidas por no matarme?

-Quizás sí -comenta tomándole de la muñeca y llevándola dentro de su ropa interior-. Se bueno.

-Soy bueno -asegura sonriendo y empezando a mover los dedos con habilidad-. Muy bueno.

-Entonces quizás te perdone.

-Estoy seguro -afirma sacando la mano y retrocediendo para sentarse sobre sus piernas.

Después baja el pantalón y la ropa interior de ella de un tirón y se agacha sobre su sexo para respirar su olor.

-¡No seas pervertido! -pide riendo.

-¿Qué no sea pervertido? ¿Qué coño quieres que haga entonces? -pregunta incorporándose sorprendido-. Si no soy pervertido en este momento, ¿cuándo puedo serlo?

Ella le mira todavía riendo.

-Bueno... un poco. Un poco si puedes serlo.

-¿Un poco? -pregunta levantando una ceja-. Mira, pequeña, si vamos a hacerlo, vamos a hacerlo bien, ¿entiendes? -pregunta con seriedad.

Sakura corta la risilla y afirma sonriendo.

-Sí. Pero no me llames pequeña si vamos a hacer esto.

-No te llamo pequeña por la edad.

-Lo sé.

-Así que seguiré llamándote pequeña, ya que nunca te has quejado de ello.

Sakura sonríe por la seriedad de sus palabras.

-Vale.

-Y voy a ser un pervertido.

-Vale.

-Y va a ser sucio.

-¿Sucio?

-Sí.

-Vale -acepta sonriendo.

-No voy a parar, aunque supliques.

-¿Hay alguna palabra de seguridad? -pregunta con falso miedo.

-Sí. ¿Cuál quieres que sea?

-Alquiler.

-¿Alquiler?

-Sí. Alquiler.

Kakashi se aguanta la risa.

-Está bien. Sólo pararé si escucho la palabra alquiler.

-No voy a decirla.

-Seguro que sí.

-¿Me va a doler? -pregunta siguiéndole la broma.

-¿Es tu primera vez? -pregunta a su vez como si nada.

-¿Qué? -la pregunta la descoloca, pero Kakashi sólo la hace siguiéndole la broma-. No.

-Entonces vas a disfrutarlo. Relájate.

-Te veo muy confiado.

-Soy bueno en esto.

-¿Pero vas a empezar o qué?

-Pero si eres tú, que no paras de hablar.

-Ya me callo -anuncia.

-Por fin -y diciendo esto vuelve a bajar sobre su sexo.

Durante varios minutos Sakura deja escapar gemidos y pequeños gritos entre los que se pueden escuchar el nombre de varias deidades, así como el nombre y apellidos del ninja entre sus piernas, su actual cargo con el -sama incluido, o un sensei en honor a los viejos tiempos. Lo que hace sonreír a Kakashi. Todo ello termina con ella gimiendo, temblando de pies a cabeza e intentando empujarle para detenerle.

-¡Para!

Silencio.

-¡Para por favor!

Silencio.

-No puedo más.

-No.

-¡Alquiler! ¡Alquiler! ¡ALQUILER!

Kakashi rompe a reír y sale de entre sus muslos. Ella le mira con odio fingido mientras sigue temblando.

-¿Estoy perdonado? -pregunta tumbándose a su lado.

-Sí.

-¿He sido bueno?

-Muy bueno -reconoce.

Kakashi le da un suave beso en los labios y la abraza arrastrándola hasta su pecho.

-No tienes que pagar por mis caprichos -comenta ella de buen humor.

-Lo sé.

-Pero podrías pagarlos, ¿verdad?

-Tengo dinero ahorrado -reconoce besándola en la frente.

-¿Aún me dejas vivir aquí?

-Supongo que sí.

-¿Supones?

-Sí. Hasta que te convenza de venir a vivir conmigo.

-Para eso aún falta tiempo, hombretón.

-Lo sé -asegura acomodándose sobre el colchón y abrazándose con fuerza a ella.

-¿Qué haces?

-¿Qué hago? ¿Qué te parece que hago?

-Nada.

-Pues eso.

-Aún tenemos esto -anuncia mostrándole el preservativo y rodando sobre él-. Y puedo notar que quiere usarlo -afirma pasando la mano por encima de su pantalón. Además, lo de antes no ha sido sucio. Me prometiste que sería sucio.

-Bueno, tú soltaste un par de palabras sucias y algún joder.

-Eso no cuenta. ¿Acaso no sabes distinguir lo sucio de lo normal?

Kakashi arquea las cejas.

-¿Cuál es mi palabra de seguridad?

:::::

:::

NdA:Últimamente, en los fics de "primer beso" (por llamarlos de algún modo) siempre retrato a Kakashi inseguro y muy racional. Un Kakashi que necesita hablarlo todo y asegurarse de que ella quiere esto, y aun así se siente mal, cree que es un error. Siempre con los pies en el suelo y que va por detrás de ella que debe convencerle, y bla bla bla. Quería algo un poco más lanzado, aunque sigue siendo ella quién da el paso final, pero él como que le tira varias, y obviamente se asegura de que todo está bien, pero va de chulo y sigue el juego de ella. Necesitaba esto. Un Kakashi que responda sus bromas y suba la apuesta. No un Kakashi asustado por lo que está por pasar. Qué también me gusta, pero quería al otro. Al Kakashi del fic PERV. Que se sorprende cuando ella le sigue el juego, aunque haya estado detrás de ella y tengan ese colegueo constante, y que cuando se sobrepone a la sorpresa de que ella le responde, se lanza, porque joder, no está mal, son adultos, y si ella quiere, ¿porqué no? Vamos a disfrutarlo.