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Colección "Primeras veces": un baile juntos
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Le dio al play y tomó el plumero. En la minicadena empezó a sonar Ho Hey de The Lumineers.
Hoy había decidido dedicarse a limpiar la casa. Así que música a todo volumen y a cantar a pleno pulmón.
Ho
Hey
Ho
Hey
Pasó el plumero por los muebles al ritmo de la música. Realmente no limpiaba. Sólo paseaba el plumero.
I been trying to do it right
(Hey) I been living a lonely life
(Ho) I been sleepin' here instead
(Hey) I been sleepin' in my bed
(Ho) I been sleepin' in my bed (hey ho)
Movía sus pies al ritmo de la música, la limpieza se había convertido en algo secundario. Si la música fuera más rápida terminaría la tarea en cinco minutos. Aunque no se engañaba, la velocidad no le dejaría profundizar entre los objetos dispersos por la estantería y tendría que volver a limpiar todo más tarde. Por eso cuando planificaba limpieza usaba ese cd de música un poco más lenta de lo habitual en ella. Aún así, hacía rato que ya no estaba limpiando nada, sólo acariciando sus pertenencias con el plumero mientras sus pies se deslizaban por el suelo y su brazo libre se agitaba en el aire al ritmo de la música.
So, show me family
(Hey) all the blood that I will bleed
(Ho) I don't know where I belong
(Hey) I don't know where I went wrong
(Ho) but I can write a song (hey)
Se detuvo en seco, llevó el plumero a su rostro como si fuera un micrófono y empezó a gritar.
I belong with you, you belong with me, you're my sweetheart
I belong with you, you belong with me, you're my sweet' (ho)
Ahora sí que sí, la limpieza no importaba. Sus caderas empezaban a moverse al son de la música y se inclinó hacia atrás levantando el plumero a la vez que gritaba:
Hey (come on now)
Ho
Hey
La luz entraba por la ventana, y recortó su silueta contra la pared. De pronto se detuvo y se acercó al reproductor para pasar la canción. Wrecking Ball empezó a sonar a todo volumen.
We clawed, we chained, our hearts in vain
Tiró el plumero a un lado y comenzó a moverse de un lado a otro del salón al ritmo de la nueva canción.
We jumped, never asking why
We kissed, I fell under your spell
A love no one could deny
Brincaba, saltaba, y bailaba por toda la casa. Sus brazos se movían como en un trance y su voz entonaba la letra.
Don't you ever say I just walked away
I will always want you
I can't live a lie, running for my life
I will always want you
Cerró los ojos y se lanzó de rodillas por el pasillo deslizándose por el suelo ayudada por un poco de chakra. El puño en alto como si fuera el micrófono y la voz retumbando por toda la casa.
I came in like a wrecking ball
I never hit so hard in love
All I wanted was to break your walls
All you ever did was wreck me
Yeah, you wreck me
–o–
Kakashi bostezó y cerró la carpeta del informe que estaba leyendo.
–Será mejor que le pregunte directamente.
Se puso en pie, tomó su chaleco del respaldo de la silla y se lo lanzó por encima del hombro.
En realidad, no era algo tan urgente, pero todo lo que sirviera de excusa para salir del despacho era bienvenido, sobre todo si podía fingir que seguía trabajando.
–Volveré antes de la comida. Voy a comprobar unos informes –informó a su secretaría.
–Si alguien le busca y es urgente, ¿dónde puedo decir que se encuentra?
Kakashi se quedó pensando por un momento...
–En el hospital.
–o–
El plumero ahora descansaba encima de la mesa. Sakura sostenía la escoba con ambas manos y el palo frente a ella. Claramente era el pie de micro perfecto para esta canción que era un poco más lenta que las anteriores, permitiéndola estar parada frente al micro, Inventas de Vanesa Martín.
Con los ojos cerrados y como si acariciara el micro, su suave voz se proyectaba hacia delante.
De todas las mujeres que habitan en mí
Juro que hay algunas que yo ni conozco
Inevitablemente ya me acostumbré
A dejar a la izquierda lo que no controlo
Un lento balanceo de su cuerpo marcaba el ritmo de la música. Mientras cantaba su mente se encontró imaginándose frente a un estadio lleno de gente que levantaban una mano en la que sostenían una pequeña bengala que iluminaba la multitud. Casi parecía un mar, las bengalas se movían suavemente de izquierda a derecha aparentando ser suaves olas.
Y a coro todo el público acompañaba su estribillo.
Inventas, una excusa más y te lamentas
Mi lector de ojos no te encuentra
como sí que encuentra tu intención
Sí, quizás esta música lenta habría sido mejor para pasar el plumero. Aunque si seguía sin moverse en realidad no serviría para nada.
–o–
–Es su día libre.
–¿Cómo?
–Su día libre. Debe estar en casa. Creo que dijo que aprovecharía para descansar. ¿Quiere que le diga o entregue algo cuando vuelva?
–No hace falta, gracias.
–¿Seguro? Mañana estará por aquí. Puedo darle lo que necesite.
–Creo que iré a verla. Gracias –repitió girándose para no darle la oportunidad de insistir más.
–o–
El plumero ahora descansaba sobre la mesa. Sakura sostenía la escoba con ambas manos con el palo frente a ella. Ahora era el turno de Queen, con Bohemian Rhapsody.
Mama, just killed a man
Put a gun against his head
Pulled my trigger, now he's dead
Mama, life had just begun
But now I've gone and thrown it all away
Alguien golpeó la puerta, pero debido a su entusiasmo acompañado del volumen de la música no pudo escucharlo. Se movió por la habitación evitando con habilidad todos los muebles y objetos que se encontraban desperdigados por ahí.
Mama, ooh
Didn't mean to make you cry
If I'm not back again this time tomorrow
Carry on, carry on
As if nothing really matters
–o–
Kakashi dejó escapar un suspiro. Es obvio que estaba dentro, podía escuchar la música. En verdad podía escuchar la música él y todo el vecindario, ¿siempre era así de ruidosa?
Rodeó la casa para ver si tenía más suerte y conseguía verla por las ventanas.
–o–
Too late, my time has come
Sends shivers down my spine
Body's aching all the time
–o–
No logra verla.
–o–
Goodbye everybody, I've got to go
Gotta leave you all behind and face the truth
Sakura salta y baila al ritmo de la música, lanza la escoba al aire, da un par de vueltas y vuelve a cogerla, esta vez con la parte de las cerdas hacia arriba. Cierra los ojos cuando llega el estribillo y levanta la escoba cuál Freddie Mercury en el Live Aid de 1985.
–Mama, ooh. I don't want to die. I sometimes wish I'd never been born at all –grita ante la escoba.
–o–
De pronto la ve. En mitad de la habitación. Ella sostiene una escoba que queda muy lejos del suelo para barrer nada. Parece completamente ajena al mundo. Está gritando a pleno pulmón y balanceándose al ritmo de la música con los ojos cerrados.
Sonríe y está a punto de llamar a la ventana cuando deja caer la mano para seguir observándola.
Aunque no sería por mucho tiempo. Sakura termina la estrofa y abre los ojos para darse cuenta de que está siendo observada fijamente.
El color invade su rostro. Ha sido pillada. Deja caer la escoba y guarda silencio por unos segundos.
Kakashi sonríe bajo la máscara y señala el cerrojo.
Cuando Sakura se sobrepone de la vergüenza se acerca hasta la ventana y abre.
–¿Qué hace aquí espiando?
–¿Espiando? Estuve llamando a la puerta un buen rato. Al ver que no escuchabas rodeé tu apartamento buscándote.
–¿Suele espiar así a las chicas jóvenes? –bromea apartándose para dejarle entrar.
–¿Jóvenes? No. No suelo –comenta sonriendo y cruzando la ventana.
–¿Qué le trae por aquí? –pregunta recogiendo la escoba del suelo.
–Necesito que me expliques algunas cifras del hospital –responde siguiéndola al centro del salón.
–¿Hoy?
–Hoy, mañana, la próxima semana...
–¿Así que vuelvo a ser su excusa para huir del trabajo?
–Qué bien me conoces –exclamó dejando escapar una risilla.
Sakura se acerca a la minicadena y baja un poco la música.
–¿Quiere algo de beber?
–No, gracias.
–¿Quiere ayudarme a limpiar la casa? –pregunta esta vez ofreciéndole la escoba.
Kakashi pasa de largo y se acerca hasta la cadena para subir Suéltate el pelo de Hombres G, que está empezando a sonar.
Oye pequeña ven junto a mí
Conozco una manera de hacerte feliz
Suéltate el pelo, oooooh
Ven y siéntate aquí
Sakura le mira en silencio, pero con una ceja levantada.
–Esta canción me gusta –comenta encogiéndose de hombros a modo de explicación.
–¿En serio? ¿Le gusta la música?
Kakashi la mira con falsa indignación. Pero la ignora para cerrar los ojos y disfrutar de la canción.
Yo lo que quiero
Es verte sonreír
Yo lo que quiero
Es que tú bailes junto a mí...
–No soy un viejo carca –dice abriendo los ojos para mirarla fijamente–. Claro que me gusta la música.
–Siempre la quita cuando entrenamos.
–No me gusta entrenar con música, pierdes información.
–En una pelea sí, pero si es un circuito de pesas y estiramiento...
–Quizás no me gusta tu música.
–Esta canción es mi música.
–¿No es la radio?
–¿Le parece la radio?
–Son canciones muy diferentes.
–Se llama remix, viejo. Es una mezcla de canciones de diferentes grupos.
–Bueno, pues la próxima vez trae esto –sentencia sonriendo y volviendo a guardar silencio a la vez que levanta un dedo para hacerla callar cuando va a replicar.
Suéltate el pelo hazme ese favor
Y baila conmigo este rock and roll
Yo solo quiero
Un poco de diversión
Sakura se queda mirando como Kakashi parece mover los labios debajo de la máscara. Sin embargo, no se puede oír una sola palabra.
–¿Sabe la letra? –pregunta con curiosidad.
–Claro que sé la letra –responde de nuevo con ese tono de falsa indignación.
Suéltate el pelo. Estarás mucho mejor
Quítate los zapatos, fuera el pantalón
Apágalo todo menos la televisión
La máscara sigue moviéndose ligeramente.
–No me lo creo –le mira levantando de nuevo una ceja desafiante –demuéstrelo.
Kakashi inclina la cabeza de lado sonriendo. Sin decir más el Hokage da un paso al frente y la toma por la cintura. Para sorpresa de Sakura, el Hokage empieza a cantar mientras se mueve al ritmo de la música y la obliga a bailar a ella también.
–Yo lo que quiero. Es que tú bailes junto a mí, te sueltes el pelo –entona poco más alto que un susurro.
–Todo el mundo sabe el estribillo –le interrumpe.
Aunque es demasiado tarde, ya sólo queda el cierre de la canción, y se trata de la misma frase repetida hasta que el volumen es tan bajo que ya no puede oírse nada. Aún así, Kakashi lo canta llevando las manos hasta la melena rosada y retira el hitai rojo para dejar el pelo caer libremente por la espalda de la kunoichi.
–Suéltate el pelo, suéltate el pelo, suéltate el pelo... –termina de cantar en un susurro mirándola fijamente.
Sakura traga con dificultad, pero sonríe levemente ante la atenta mirada de Kakashi que, con el hitai entre las manos, vuelve a llevarlas hasta su cintura para dejar que la música, ya sin letra, cierre la canción.
–Eso no demuestra nada. Es una canción conocida, ese estribillo es mundialmente famoso –dice restándole importancia.
Kakashi se encoge de hombros restándole importancia.
En los altavoces empieza a sonar otra canción del mismo grupo. Esta vez es una canción más lenta, ¿Qué soy yo para ti?
Kakashi no suelta a Sakura, por el contrario, lleva una de sus manos hasta la de ella y la levanta hasta su pecho, después da un pequeño paso para pegarse a ella.
–Para mí tú eres el mar. Eres la única verdad. Mi razón para continuar –no hace falta que se lo pida, esta vez empieza a cantarla en un susurro acercándose a su oído.
–¿También te sabes ésta? –pregunta Sakura en otro susurro y pegando su rostro al pecho de él.
–El motivo de vivir. Planeando sobre ti. El alivio de mi soledad –sigue cantando e ignorando su pregunta–. Para mí tú eres el centro, de mi pequeño universo. –No había pasado por alto que le ha tratado de tú, y no de usted.
A pesar de la rara sensación, ella se deja balancear. Podía notarse que temblar bajo su agarre, y sabía que él también lo notaría.
–Para mí tú eres la lluvia, resbalando sobre mí. Y la luna que quiero sentir.
Sakura guarda silencio y levanta la cabeza para mirarle con atención durante unos segundos. Él sigue cantando.
–Las palabras sin decir. Las canciones sin cantar. Y un millón de puertas por abrir. Si no quieres no tienes que responder. Pero quisiera saber... –baja su voz tanto que ella no puede escucharle. La música es lo único que se oye en el salón.
¿Qué soy yo para ti?
Kakashi, ahora en silencio, ha cerrado los ojos y se desliza con suavidad por el suelo arrastrándola con él. Ella cierra los ojos y recuesta su cabeza en él.
¿Otra noche sin dormir?
¿Una escena de amor?
Siempre un último adiós
¿Qué soy yo para ti?
Dime, ¿Qué va a ser de mi?
¿Volveré a abrazarte así?
¡Dimelo! ¿Qué soy yo para ti?
Para mí tú eres el sol
Que inundó mi corazón
El camino de mi salvación
Kakashi afloja su agarre para separarse ligeramente de ella, con lo que se gana un suave gruñido de desaprobación. Sonríe ante eso y le suelta la cintura para subir la mano hasta la mejilla de ella que acaricia suavemente.
Para mí tocar tu pelo
Es como estar en el cielo
De tu luz azul y tu calor
Sakura le mira atentamente y también sonríe entreabriendo ligeramente los labios.
Sino quieres no tienes que responder
Pero quisiera saber
Dime si estarás aquí, mañana, junto a mí
Si vas a quererme, como yo te quiero a ti
¿qué soy yo para ti? ¿otra noche sin dormir?
¿Una escena de amor o siempre un último adiós?
¿qué soy yo para ti? dime qué va a ser de mí
Kakashi mira fijamente los labios de Sakura, y ella lo sabe, y él sabe lo que lo sabe. Pero hay algo totalmente hipnótico en ellos y no puede dejar de mirarlos. Inclina ligeramente la cabeza como si su siguiente paso fuera acercarse hasta posar sus labios sobre los de ella. Pero no lo hace. Sólo sigue mirándola.
¿Volveré a abrazarte así?
¡Dímelo!, ¿qué soy yo para ti?
Sakura también inclina la cabeza en respuesta. Ambos siguen moviéndose lentamente, al ritmo de la música.
Para mí tú eres mi hogar
Donde yo quiero llegar
Abrazarme a ti para dormir
Kakashi traga con dificultad, todavía mirando fijamente los labios entreabiertos que parecen estar llamándole.
Ahora dime sin pensar si este amor es de verdad
Dime, ¿qué soy para ti?
El timbre de la entrada suena.
La suelta y se separa rápidamente. Ella sacude la cabeza como intentando volver en sí.
–Debo irme –comenta él con la voz ronca.
–Pensé que venías para que viéramos unos papeles.
–No hay prisa. En otro momento –el timbre vuelve a sonar–. Está claro que tienes visita.
–Debe ser Ino.
–¿Puedes pasar mañana por la torre?
–Claro. ¿Por la mañana?
–Sí. Cuando puedas. No hay prisa –repite nervioso y alejándose hacia el cuarto de ella.
–¿A dónde vas?
–Me voy.
–La puerta está ahí –comenta ella riendo y señalando tras de sí.
–Pensaba salir por donde he entrado. Así nadie me verá.
–¿Nadie te verá? ¿Por qué deberías ocultarte?
–No sé, yo... –Kakashi se frota la nuca con nerviosismo–. Sí, supongo que puedo salir por la puerta –reconoce dándose cuenta de que es una tontería.
El timbre vuelve a sonar. Sakura se dirige a la puerta seguida por Kakashi que ha recogido la carpeta que había dejado junto al radiocasete, aprovechando para bajar la música.
–Hola, frentezota –saluda Ino cuando se abre la puerta.
–Hola, Ino –responde ésta de buen humor y haciendo caso omiso al insulto.
–¡Hokage! –exclama sorprendida–. ¿Qué hace aquí?, ¿interrumpo algo?, ¿vengo más tarde?
–No es necesario –responde con normalidad–. Yo ya me iba –afirma mostrando la carpeta.
–¿Seguro? Si estáis trabajando no quiero interrumpir. Pensé que era tu día libre –comenta mirando de nuevo a Sakura.
–Es mi día libre. Entra, no te preocupes –afirma echándose a un lado para dejarla pasar.
Ino entra pasando de largo a los dos.
–Pasadlo bien. Yo ya me voy.
–¿Seguro? Ino y yo vamos a ver alguna peli, ¿quieres quedarte?
–No. Estoy seguro de que será alguna película romántica moñas.
–Podemos buscar una de acción –asegura Ino a su espalda.
–No, gracias. En realidad, tengo bastante trabajo –asegura sonriendo bajo la máscara antes de salir.
Sakura se queda mirando como se aleja con las manos en los bolsillos y la carpeta bajo el brazo.
–¡Kakashi! –le llama.
Éste se gira para mirarla.
–En el próximo entrenamiento llevaré música que le guste.
Kakashi sonríe, aunque, a diferencia de todas las veces anteriores, no es algo que Sakura pueda ver desde esa distancia.
–¿Sí? –insiste ella.
El Hokage afirma con la cabeza y vuelve a despedirse agitando una mano antes de girarse y seguir caminando de vuelta al trabajo.
Sakura sonríe y cierra la puerta. Unos segundos después se gira para ver a Ino mirándola con una ceja levantada.
–¿Qué ha sido eso?
–¿Qué ha sido qué?
–Eso –insiste señalando la puerta de salida.
–Eso era Kakashi.
–¿Qué hacía aquí?
–Trabajo.
–¿Y lo de la música?
–No es nada, Ino. ¿Vemos una peli? –pregunta ignorándola y acercándose al sofá para dejarse caer.
Ino mira a Sakura, luego mira la puerta de salida.
–¿Qué tal si vemos Kinkyori Renai?
Sakura la mira con un gesto de fastidio.
–No te hagas la lista –comenta Sakura sin retirarle la mirada.
–¿Qué? –pregunta haciéndose la falsa sorprendida.
–Conozco esa película. Sé de qué va.
–¿Y cuál es el problema?
–Si tienes algo que decirme, dilo ya.
–No tengo nada que decir, sólo quiero ver esa película.
Ino toma el control remoto y enciende la tele.
–Creo que la tienen en esta plataforma –asegura buscando en el catálogo y sentándose junto a ella.
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NdA: Ha sido jodidamente difícil elegir las dos últimas canciones. Incluso sin salir de Hombres G hay como cinco que me valían para estas escenas. No quería poner una muy lenta y significativa en la penúltima, porque eso quedaba para la última, pero joder, había varias que eran perfectas. En fin, espero que os haya gustado.
Sobre el fic ganador de la continuación por el especial... [redoble de tambores]:
Pues como han quedado muy iguales cuatro de ellos, voy a ver si mi imaginación y mi tiempo libre me dan para hacer los cuatro:
· Colección "Primeras veces": un corte de cabello, con "Sakura no trabaja a domicilio", de Chachi-Sama
· No soy Sukea, con "Sukea el que besuquea" (¡no doy con quién lo propuso, manifiéstate! XD)
· Un invitado en mi cama, con "Devuélveme a mi chica", de MatsuryMs
· No es mi tipo, con "¿Sakura tiene novia?", de MatsuryMs
Así que, iré haciéndolos según esté inspirada. Puedo tardar más o menos, pero irán saliendo, prometido ;)
