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El informe
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-Déjame ver -pide girándose para abrir uno de los cajones del escritorio-. Debería estar por aquí.
-Era un archivador grande, no puedes haberlo perdido.
-Te sorprendería la de cosas grandes que pierdo.
-Si no tuvieras la cabeza pegada al cuerpo estoy segura de que también la perderías.
Esa era su relación. Desde que fuera nombrada directora del hospital pasaban bastante tiempo juntos. No siempre por temas laborales. Es cierto que su amistad se había reforzado por todas las comidas que habían compartido antes, durante y después de las eternas reuniones profesionales, pero ambos sabían que su relación no era estrictamente profesional. Hacía mucho que habían dejado de ser profesor y alumna, y aunque seguían siendo compañeros de equipo en alguna que otra misión ocasional, a ellos les gustaba creer que eran más que eso. Eran amigos. Podían contarse lo que fuera y bromear el uno con el otro sobre cualquier cosa.
Sakura se levanta un momento para estirar las piernas, resintiéndose de las horas que había pasado en esa misma posición.
-Cualquiera diría que no te gustan las visitas. Podrías buscar una silla más cómoda para la gente que se reúne contigo.
-Si hiciera eso -empieza a responder agachado detrás del escritorio-, seguro que se quedarían más tiempo del que deben.
-Nadie está aquí por placer -responde ella con humor-, no te creas tan importante. Hablando de lo cual, ¿qué hora es?
-Soy el Hokage -comenta incorporándose en la silla-, soy importante -añade riendo bajo la máscara-. Aquí está.
Kakashi levanta un archivador frente a Sakura, pero ella se ha girado para mirar el reloj de pared.
-¡Mierda! Es súper tarde. Tengo que irme. ¿Te importa si terminamos luego? Debería estar en el hospital en quince minutos.
-Agradécemelo. Si pusiera una butaca cómoda estoy seguro de que no te hubieras dado cuenta de la hora.
-Muy gracioso. Pero en serio, llego tarde -comenta recogiendo sus cosas.
-Te acompaño, he quedado con Tsunade para comer. Me dijo que estaría por allí.
-¿Es una cita? -pregunta con tono pícaro.
-No. Es trabajo.
-Una pena. Hacéis buena pareja.
-¿Tsunade y yo? -pregunta sorprendido-. Sabes que me saca 25 años, ¿verdad?
-¿La edad es un problema para ti, Kakashi?
La mira de reojo pensando en cómo responder a eso mientras mantiene la puerta de la Torre Hokage abierta para dejarla salir.
-Supongo que no. Pero mejor no le digas a Tsunade que hemos tenido esta conversación. No quiero que se lo cuente a Jiraiya. Aprecio mi vida.
-Tú también lo sientes, ¿verdad?
-¿Sentír?, ¿el qué?
-Que deberían estar juntos.
-No sé si deberían estar juntos, pero no es un secreto que Jiraiya está enamorado de ella desde siempre.
-Creo que deberían estar juntos.
Kakashi la mira fijamente por unos segundos.
-¿Y vas a hacer de casamentera?
-¿Yo?
-Te he visto hacerlo en otras ocasiones.
-Mentira. Yo no hago eso.
-Entonces Naruto e Hinata… o Tenten y Neji…
-Esos estaban destinados a estar juntos, no necesitaban a nadie.
-Sí tu lo dices -comenta metiéndose las manos en los bolsillos.
-Aunque no sería mala idea darle un empujoncito a Tsunade, ¿no crees?
-Mientras no sea en mi dirección, puedes hacer lo que quieras -comenta con humor.
Los dos caminan por la calle principal de Konoha. No hay mucha gente, pero es normal, siendo un día de diario en pleno invierno.
-¿Cuándo te ibas a Suna? -pregunta Sakura cambiando de tema.
-En una semana. ¿Quieres acompañarme? -pregunta en tono sugerente.
-¿Podría encargarte algunas hierbas? -pregunta ignorando su comentario.
-Claro, ¿qué necesitas?
-Te haré una lista.
-No te vengas arriba. Voy solo. No quiero volver cargado.
-¿Sólo? ¿Puede el Hokage viajar solo en un viaje de trabajo?
-Si no te chivas a nadie, sí -responde llevándose el dedo a los labios como pidiendo silencio.
Sakura iba a regañarle cuando se oye gritar a alguien.
-¡AL LADRÓN! ¡DETÉNGANLE! ¡ME HA ROBADO! -un hombre con delantal persigue a otro que corre hacia ellos.
El supuesto ladrón lleva algo entre las manos. En un par de segundos estaría a la altura de ellos.
Kakashi estira un poco el pie para interponerse en el camino del ladrón. Sin embargo, cuando el tipo está por alcanzarlos Sakura da un salto y le bloquea haciéndole rodar calle abajo como respuesta, aunque ella también cae contra el suelo.
-Uoo, uooo. ¿Qué ha sido eso? -pregunta Kakashi riendo y acercándose a ella para tenderle la mano y ayudarla a levantarla.
Sakura se encoge de hombros y se levanta de un salto ayudada por Kakashi.
-¿Estás bien? -pregunta sacudiéndola un poco de polvo de los hombros.
Ella solo afirma con la cabeza.
Un shinobi que parecer salir de la nada se acerca hasta el ladrón y le detiene.
-¿Te encargas? -pregunta Kakashi mirándole.
-Claro, Hokage-sama -contesta sonriente.
-Habla con el dependiente, que te cuente qué ha pasado.
-A sus órdenes, señor.
-Eeehh, sí, gracias -responde Kakashi, que todavía no se ha acostumbrado a que le hablen con esa formalidad-. ¿Seguimos? -pregunta ahora girándose hacía Sakura.
-Claro, señor, a sus ordenes, señor -replica con seriedad.
Kakashi mira hacia otro lado negando con la cabeza.
-Vamos, graciosilla. Ya vas tarde -comenta retomando su camino-. Y tu demostración de furor juvenil para bloquear y mandar por los aires a un ladronzuelo no te ha conseguido más tiempo.
-¿Furor juvenil?
-Maito estaría orgulloso de ti -asegura con falsa seriedad.
-¿Y tú? ¿Tú estás orgullo de mi demostración juvenil?
-Ha sido… interesante -comenta levantando sus cejas un par de veces con una sonrisilla bajo la máscara.
-¿Interesante? ¿Acaso verme bloquear a ese ladronzuelo le ha encendido, Hokage-sama?
Kakashi bufa ruidosamente por respuesta.
-Sabes que odio que me llames así.
-¿Cuánto lo odias?
-No sé, dímelo tu, Sakura-chan.
Sakura pone los ojos en blanco ante su réplica y se mueve un paso hacia Kakashi para darle un suave empujón.
-Por cierto, ¿por qué tanta prisa?, ¿tienes una operación ahora o algo?
-No. Sólo una reunión.
-Espera, ¿vas a una reunión? -pregunta sorprendido.
-Sí -responde mirándole extrañada por su reacción-. Una reunión con la jefa de cirugía.
-Tienes una reunión con la jefa de cirugía... -repite con sencillez, pero asombrado.
-Kakashi, ¿te supone un problema que tenga una reunión con la jefa de cirugía?
-¿Me estás diciendo que me dejas tirado por una reunión con la jefa de cirugía?
Sakura deja escapar un gran suspiro antes de responder.
-Sí.
-Estabas en una reunión conmigo.
-Lo sé. Todavía no he perdido la cabeza.
-¿No crees que una reunión con el Hokage bien puede justificar retrasar, o incluso cancelar otra reunión?
-¿Tan importante te crees que debo dejar todo de lado por una reunión contigo? -pregunta divertida-. Se te ha subido el cargo a la cabeza. Debería empezar a decirle a la gente que deje de llamarte señor, o Hokage-sama. Tengo muchas cosas que hacer más importantes que reunirme contigo.
Kakashi se lleva una mano al corazón fingiendo sentirse dolido.
-Sakura, pensé que me tenías algo más de cariño. Pero veo que sólo soy el jefe al que no tienes respeto.
-No seas tan dramático. Además, no eres mi jefe.
-Soy el Hokage, soy tu jefe.
-¿Te repites que eres el Hokage muy a menudo o sólo lo haces cuando estás conmigo?
Kakashi se detiene como si estuviera pensando la respuesta.
-Sólo contigo. Eres la única persona que parece no darse cuenta.
-Kakashi, te conozco desde los doce años. Hemos pasado bastante tiempo juntos. Te he visto llegar tarde a tu propio nombramiento como Hokage, y quejarte del trabajo casi a diario, no me pidas respeto. ¿Paso por tu despacho después y terminamos?
-Cuando termine aquí me iré a casa -responde abriendo la puerta del hospital para dejarla pasar.
-¿Y la reunión? Tenemos que terminar el informe hoy.
-Pensé que tenías muchas cosas más importantes que reunirte conmigo.
-Kakashi, hablo en serio.
-Está bien, está bien -levanta las manos en señal de rendición-. Pásate por mi casa, te daré de cenar y podremos cerrar eso.
Sakura le mira con el ceño fruncido.
-¿Seguro?
Kakashi le devuelve una mirada confundida.
-Sí. ¿No? ¿Prefieres que nos veamos en el despacho?
-No. No. Está bien. En tu casa.
-Si prefieres que nos veamos en le despacho—
-No. Está bien -le corta-. Te veo en tu casa.
-No quiero que te sientas incómoda.
-¿Me debería sentir incómoda en tu casa?
-No. Pero has puesto esa cara rara. Conozco tus caras.
Sakura ríe ante ese comentario.
-Te veo luego. Llevaré algo de postre.
-Qué no sean dangos.
-Serán dangos.
-Lo sé.
Ambos se ríen y toman diferentes caminos una vez dentro de hospital.
-o-
Es invierno y la luz hacía horas que se había ido. Los platos de la cena, ahora vacíos, todavía están sobre la mesa. Sakura está sentada en el sofá, descalza con las piernas recogidas sobre sofá rodeándolas con sus brazos. Kakashi está en el suelo, apoyando la espalda contra el sofá. Había empezado arriba, sentado junto a ella, pero en algún momento se deslizó hasta el suelo. Diferentes papeles por el sofá y el suelo.
-¿Y esto para qué lo necesitas? -pregunta Kakashi señalando el nombre de un caro dispositivo médico.
-No lo necesito yo. Lo necesita el hospital -dice dejando escapar un gruñido de dolor a la vez que inclina su cuello a un lado y otro.
La mira preocupado. Ya había perdido la cuenta de las veces que ella había dejado escapar algún gruñido cuando se había estirado a coger unos papeles o simplemente se había recostado contra el respaldo del sofá.
-¿Seguro que estás bien? -pregunta girándose para verla.
-Sí. Sí -sin embargo, una mueca de dolor aparece en su rostro cuando pinza su hombro para masajear el trapecio.
-¿Cuánto llevas así? -pregunta con verdadera preocupación. Sabe que Sakura no es de quejarse, si estaba mostrando su dolor era porque realmente le molestaba.
-Creo que cuando bloqueé a ese tipo me dio un tirón.
-¿En serio? -pregunta levantándose-. Entonces no había tanto furor juvenil como pensé- añade llevando su mano al trapecio de Sakura para apretar el músculo.
Ante la presión de los dedos de Kakashi sobre su hombro deja escapar un gruñido.
-Cuidado, por favor -pide repitiendo la mueca de dolor.
-Gírate -pide guiándola por los hombros para que se pusiera de espaldas a él.
Kakashi desde su posición coloca una rodilla sobre el sofá para colocarse a su espalda y coloca la melena rosada sobre el hombro contrario sobre el que se estaba quejando.
-Con cuidado -repite girando el cuello para mirarle.
En el momento en que Kakashi pone sus manos sobre su hombro ella vuelve a gruñir y deja caer su cabeza hacia delante.
-Oye, está duro como una roca. ¿Llevas así toda la tarde?
-No te preocupes -responde intentando girarse para impedirle seguir-. Estoy bien, será mejor que sigamos trabajando.
-No. -Kakashi le impide moverse sujetándola con firmeza del otro hombro-. Soy bueno dando masajes, déjame ayudarte -pide pasando con suavidad su mano por el hombro dolorido-. ¿Baja el dolor hacia el dorsal?
-Sí -reconoce volviendo a bajar la cabeza y aceptando su ayuda.
-Mmm…
Sakura puede escucharle pensar. Es así siempre que duda sobre si verbalizar una idea o no.
-¿Mmm qué? -pregunta para darle el valor para que hable.
-Te juro que no tengo ninguna intención rara, pero-
-Si empiezas así ya suena mal -le interrumpe.
-Acompáñame a la habitación -pide dándole un par de palmaditas suaves sobre el hombro bueno.
Sakura se gira y le mira con una ceja levantada.
-Allí tengo una crema muscular, y si te tumbas sobre la cama…
Sin esperar a que termine se pone en pie y le sigue hasta el cuarto en el que nunca había entrado.
-Es muy tú -afirma cuando ve la habitación poco decorada.
-¿Muy yo? -pregunta buscando la crema en el cajón.
-Sí. Sencillo, pero con algún toque personal -comenta tomando una de las fotografías enmarcadas sobre la mesilla.
Kakashi se gira con la crema en la mano y se queda mirándola mientras ella deja la foto y se acerca al otro lado de la habitación para tomar un pequeño tantö que hay expuesto sobre una estantería.
-¿Y esto?
-Me lo regaló mi padre.
-Es... precioso -asegura pasando el dedo por el grabado de la empuñadura.
-Es una herencia familiar. Pertenecía a mi tátara abuelo, o algo así.
-¿No usabas un tantö cuando eras joven?
-No es ese. Si hubiera usado ese estoy seguro de que me habrían desheredado. El que usaba de joven lo perdí durante la guerra.
-No te vi usarlo durante la guerra -comenta volviendo a dejarlo en su sitio con cuidado.
-No esa guerra -responde Kakashi con sencillez.
Sakura se gira para mirarle con seriedad.
-La tercera -afirma al darse cuenta-. ¿Qué edad tenías?
-Doce, año arriba año abajo.
-No puedo imaginarme participar en una guerra con doce años. Con esa edad yo… yo no sabía nada sobre la vida.
Kakashi no dice nada, agita la crema en el aire a la par que señala la cama con un gesto de la cabeza.
Sakura se acerca hasta la cama y se inclina sobre ella para empujar con su mano sobre el colchón.
-¿Estás comprobando la calidad de mi colchón? ¿Vas a recibir un masaje o echarte la siesta? -pregunta con humor.
-Nunca se sabe, si lo haces mal quizás me quede dormida.
-¿No te fías de mí?
Sakura niega riendo. Sin añadir nada más se tumba en la cama bocabajo. Coge la almohada y se abraza a ella para levantar un poco la cabeza y que el cuello no le moleste.
-Estoy en tus manos, nunca mejor dicho. Pero se delicado, me molesta de verdad.
Kakashi se queda observándola en silencio unos segundos. Los suficientes como para que Sakura gire su cabeza para mirarle preguntándose a qué espera.
-¿Y bien? -pregunta moviendo una mano para llamar su atención y sacarle de su embobamiento.
-Sí. Perdóna.
Kakashi agita su cabeza y se acerca hasta la cama para sentarse a la altura de los hombros de ella. Se echa un poco de crema en la mano y la pasa por dentro del cuello de la camiseta para extenderla por su hombro.
-Espera. Así no puedes -pide girándose un poco para luego quitarse la camiseta.
Kakashi la observa en silencio y traga con dificultad. Luego se pone a horcajadas sobre ella sentándose en sus piernas.
-Dime si te hago daño -pide antes de inclinarse hacia delante y empezar a masajear sus hombros y bajar por sus dorsales hasta los riñones con cierta presión-. ¿Está bien así?
-Sí -responde ahogando un gruñido contra el colchón.
-No suenas bien -responde preocupado.
-No. Está bien. Lo haces bien -dice pasando sus manos por detrás para desabrochar el sujetador y permitirle un movimiento más fluido.
-¿Soy bueno? -pregunta con seriedad.
-Sí.
-¿Podría decirse que soy bueno en la cama? -bromea.
-Sí necesitas que lo vaya diciendo para mejorar tu autoestima no me importaría hacerlo -responde ella riendo.
-Tengo una buena autoestima. No hace falta.
-Es cierto, ya lo dicen muchas por ahí.
Kakashi se congela con las manos sobre la parte baja de la espalda de Sakura.
-No es cierto -responde sin más.
-¿No es cierto lo que dicen? -pregunta con un tono que él no reconoce.
-Nadie va diciendo nada -asegura sin darle importancia.
-Si quieres creer eso… -comenta encogiéndose de hombros.
Kakashi vuelve a recorrer la espalda de Sakura hundiendo sus pulgares en la musculatura.
-Es cierto que los médicos sois los peores.
Sakura no responde a eso.
-¿Has ido alguna vez a un fisioterapeuta?
Un gruñido es toda la respuesta que obtiene.
-Es muy sexy oírte gruñir así en mi cama -asegura riendo.
Sakura se agita debajo de él como respuesta.
-No quiero que esto suene peor de lo que sé que va a sonar, pero ningún caballo me ha tirado nunca de su montura.
-¿Me acabas de llamar caballo? -pregunta con incredulidad girando su cabeza para mirarle.
-Podría haber dicho algo peor, créeme -responde riendo.
Sakura vuelve a hundir su cabeza en el colchón.
-Sí. He ido. Y nunca han sido tan habladores y molestos como tú -responde a su pregunta sobre la consulta médica.
Kakashi vuelve a reír.
-¿Te molesta mi voz?
-Sí. Ahora mismo eres muy molesto.
-Oh, lo siento. No sabía que mi presencia era tan molesta para ti. Será mejor que me vaya -asegura con falso tono de dolor mientras se inclina para apoyar una mano en el colchón y quitarse de encima con intención de bajarse de la cama.
Sakura le toma por la muñeca para impedirlo.
-Por favor -es lo único que dice.
Kakashi se ríe y vuelve a sentarse a horcajadas sobre ella. Pero no empieza el masaje. Sakura espera en silencio, pero cuando ve que él no comienza le mira interrogante.
-Pídemelo -dice Kakashi con voz grave.
-¿Qué?
-Pídeme que te de un masaje. Di "Hokage-sama, por favor, deme un de sus magníficos masajes" -comenta sólo medio en serio.
-Ni de broma -gruñe volviendo la cabeza contra la almohada.
-Entonces no me moveré -asegura acomodándose sobre sus piernas y estirando los brazos sobre la cabeza.
-Kakashi… -le llama suplicante-, por favor.
-"Hokage-sama, por favor, un masaje" -repite Kakashi con orgullo.
-Hokage-sama… -comienza Sakura en un susurro.
-¿Sí, Sakura? -pregunta haciéndose el tonto.
-Por favor.
-¿Por favor qué?
-Por favor, sigue con el masaje -dice por fin.
-Claro. A sus ordenes, señora -responde feliz.
Ya en silencio, vuelve a ponerse sobre sus rodillas para seguir masajeando la espalda de Sakura que responde de vez en cuando con un gruñido. Poco a poco puede notar como la musculatura se relaja y ella deja de gruñir.
Kakashi afloja la presión bajando hasta la parte inferior de la espalda, y permitiéndose sentarse sobre las piernas de Sakura.
Con los pulgares dibuja cada músculo de esa zona. Sakura gira su cabeza hacia un lado cerrando los ojos y centrándose en la agradable sensación de los dedos presionando sus músculos. Quizás demasiado, ya que en un momento dado deja escapar un suave gemido.
Kakashi sonríe sin detenerse. Y ella agradece que él no haga ningún comentario al respecto.
Sin embargo, y aunque se ha controlado al no decir cualquiera de las bromas que han pasado por su mente, no puede controlar del mismo modo su cuerpo, y nota que su entrepierna empieza a responder a ella y específicamente a ese sonido que había sido provocado por sus manos. Vuelve a ponerse sobre sus rodillas para dejar espacio entre ella y su incipiente erección y presiona de nuevo el trapecio que le molestaba.
-¿Cómo está?, ¿mejor? -esperaba que su voz no delatara su creciente excitación.
Ella abre los ojos y le mira desde su posición.
-Mucho mejor -responde sonriente.
-¿Quieres que siga? -pregunta nervioso.
-Kakashi, ¿alguna vez una mujer te dijo que no a eso? -responde pícaramente volviendo a cerrar los ojos sin desdibujar la sonrisa.
-No. Pero tampoco me pidieron que fuera delicado.
-Estoy segura de que eres muy bueno tanto siendo delicado como rudo.
-¿Quieres comprobarlo?
-¿Seguimos hablando del masaje?
-No lo sé. Has empezado tú -responde riendo.
Por respuesta ella se mueve bruscamente de nuevo para hacer caer a Kakashi que opta por sentarse para no caer al suelo.
En el momento en que hace contacto con su piel se arrepiente de no haberse dejado caer al suelo. Su ya no tan incipiente erección presiona contra las nalgas de Sakura. Se pregunta si ella lo nota, y despacio se arrastra un poco más hacia abajo sobre sus muslos. Cuando ve que ella no dice nada opta por seguir con el masaje.
Unos minutos después su erección sigue presente. Puede que ella no se diera cuenta, pero el era plenamente consciente de los pequeños gemidos que se ahogan contra la almohada y es incapaz de pensar en otra cosa que no sea el tacto de su piel. Cuando se da cuenta de que ha vuelto a deslizarse hacia arriba y sus caderas acompañan al movimiento de sus manos arriba y abajo sobre la espalda de Sakura se detiene con la erección pegada a sus glúteos.
-No pares -susurra Sakura contra el colchón.
-Lo siento -se disculpa volviendo a mover las manos por su espalda.
-No me refería a eso -añade riendo y levantando sus caderas y su culo.
-Lo siento -repite poniéndose colorado como nunca en su vida-. No pretendía hacer eso, me he dejado llevar.
-No lo digo en broma.
-¿Eh? -pregunta frunciendo el ceño en confusión.
-No pares -pide de nuevo, pero ahora lleva sus manos a la espalda para abrochar su sujetador y se gira en un rápido movimiento quedando bocarriba bajo las caderas de Kakashi y dejando que la erección de éste caiga sobre su estómago.
Kakashi se levanta sobre sus rodillas en un rápido movimiento. Pero el acto más que separarle de ella coloca su erección a menos de un palmo del rostro de Sakura, por lo que decide volver a sentarse.
-Lo siento -repite por tercera vez.
-Por Kami, Kakashi, deja de disculparte -pide ahora riendo y fijando su vista en los ojos de él-. Es una reacción natural, no debes avergonzarte de nada. Aunque tu cadera se estaba moviendo -añade divertida.
-Lo siento.
-No importa. Supongo que no te lo he puesto fácil. En verdad sabes dar un buen masaje y creo que me he relajado demasiado -comenta haciendo referencia a los gemidos que no había podido evitar.
-No te preocupes.
Sakura baja la vista hasta la parte de Kakashi que presiona contra la tela de los pantalones. A simple vista se puede notar que es grande. Aunque ya había podido notarlo cuando se frotaba contra sus nalgas. Pero verlo ahora no ayudaba a la ya creciente excitación que había provocado el masaje en ella, y puede notar como su propio centro palpita en anticipación.
-Yo también… -comienza a decir pasándose la lengua por el labio inferior de manera inconsciente.
Kakashi se tensa al ver ese gesto.
-¿Tú también qué? -pregunta tragando con dificultad.
-Yo también… -vuelve a dejar la frase a medias. Ambos se miran fijamente y pueden identificar en el otro las señas de excitación que sus propios cuerpos presentan.
Durante un minuto mantienen sus miradas sin decir nada. Es Kakashi quien lo rompe.
-Será mejor que te vayas -comenta de pronto tirándose sobre el colchón al lado de ella.
-¿Me estás echando de tu casa? -pregunta incrédula.
Kakashi cierra sus puños sujetándose con fuerza a la tela de su propia camiseta y clava su mirada en el techo.
-No quiero sonar irrespetuoso, pero no creo que pueda controlarme si sigues aquí.
Sakura se gira para quedar de lado y observarle con una mueca divertida.
-¿Hablas en serio? -pregunta casi en un susurro.
-Lo siento. No tengo tanto autocontrol -se justifica con evidentes signos de tensión en la mandíbula.
Sakura lleva una de sus manos hasta el pecho de Kakashi y empieza a acariciarlo sobre la camiseta.
-¿Quién dice que yo quiero que te controles?
Kakashi la mira por el rabillo del ojo, todavía con gran tensión en su cuerpo.
Ante la falta de respuesta, Sakura se incorpora y se sienta a horcajadas sobre él. Justo a la altura para que su erección roce su intimidad. Sin decir nada más empieza a frotarse contra él y un gemido escapa de la garganta de Kakashi. Aunque más bien parece un aullido de lamento.
-Sakura -gime fijando la mirada en los ojos verdes que le miran con atención.
Ella le toma por las muñecas y lleva las manos hasta sus muslos.
-Llevo cinco minutos notando como te frotas contra mí. Estoy empapada.
Kakashi aprieta los dedos contra la tela sobre sus muslos y ahora es ella quien deja escapar un gemido que hace que su erección palpite violentamente contra ella.
-¿No vas a hacerte cargo de lo que has provocado? -le reta levantando una ceja.
Sin responder Kakashi sube sus manos hasta las caderas de Sakura y la hace girar quedando sobre ella, que deja escapar un jadeo cuando nota el peso del cuerpo de Kakashi sobre el suyo.
Sentirse atrapada entre el colchón y su cuerpo es una sensación increíble, por eso cuando Kakashi se desliza hacia abajo deja escapar un gruñido de desaprobación ante la ausencia del peso. Sin embargo, cuando ve cómo él desabrocha el botón de su pantalón y lo arrastra por sus piernas con delicadeza vuelve a jadear.
Tras lanzar los pantalones a los pies de la cama se coloca entre las piernas de ella y se agacha sobre su sexo.
-¿Estás comprobando si miento? -pregunta ella divertida.
Sin responderla lleva un par de dedos a la tela de sus braguitas y los desliza a lo largo de su humedad.
Sakura se tensa, un gemido se oye dentro de su garganta y lleva sus manos a la cabeza de él, donde cierra los puños alrededor de unos mechones grises.
-¿Y ahora qué harás? -pregunta esperando que esta vez sí responda.
Sube la mirada hasta ella y sin retirarla aparta la tela hacia la ingle para luego hundir con facilidad un par de dedos en ella.
Otro gemido, esta vez con la boca abierta, resonando en toda la habitación.
Los dedos se mueven con habilidad dentro de ella.
Juraría que solo ha sido un parpadeo, pero ahora Kakashi está tumbado entre sus piernas y su boca la cubre completamente. Su lengua se mueve con gran habilidad sobre su sexo y nota como su orgasmo se acerca.
-Avísame. Avísame cuando vayas a correrte -pide separando un poco sus labios de ella para poder hablar.
Sakura se tensa ante el aliento de él sobre su sexo. Mira hacia abajo y puede ver como Kakashi tiene su otra mano dentro de sus pantalones moviéndose arriba y abajo.
-Joder, Kakashi -conseguir decir entre jadeos.
-Estás completamente empapada. Tu sabor… -Kakashi deja escapar un gemido de placer cuando hunde su lengua entre los pliegos de ella permitiendo que los jugos de ella se deslicen por sus papilas gustativas- Sakura eres perfecta -susurra antes de atrapar el clítoris entre sus dientes.
Cuando oye su nombre en boca de Kakashi, pronunciado de esa manera y con ese tono, no necesita más.
-Me corro, Kakashi, me corro -grita tensándose sobre el colchón y agarrándose con fuerza de los hombros de él, que nota como las uñas se clavan en su espalda.
De nuevo es un parpadeo. Pero ahora ambos están completamente desnudos y Kakashi está dentro de ella mientras la besa con fiereza. Su anterior orgasmo se escurre entre sus piernas y sirve como lubricante para que la gruesa erección de él entrase con facilidad. De no ser por ello dudaba que realmente él hubiera podido entrar completamente.
-Eres demasiado grande -susurra contra su oído.
Kakashi se congela.
-¿Paro? -pregunta con miedo-. ¿Te he hecho daño? -su voz denotaba verdadera preocupación.
-No. Sigue, por favor, no pares.
Otro parpadeo y está volviendo a llegar al orgasmo con Kakashi moviéndose con fuerza contra sus nalgas una y otra vez sujetándola por los muslos con los tobillos apoyados sobre sus hombros.
Sus jadeos y el sonido de sus cuerpos golpeando uno con otro es lo único que se escucha en la habitación.
-Dios, Kakashi, no puedo aguantar más.
-No tienes que aguantarte. Córrete para mi -susurra inclinándose sobre ella y profundizando más.
Sakura se pasa la lengua por los labios y lleva la mano a su propio sexo acariciándose el clítoris y permitiendo que sus nudillos rocen la erección de Kakashi con cada penetración.
Cuando la nota contraerse alrededor de él y sus jugos empiezan a resbalarse hacia el colchón, deja escapar un gruñido y se une a ella con un par de empujones más antes de perder el ritmo y embestirla unas cuantas veces más de manera errática y desacompasada. Cuando su orgasmo termina se desploma con la mitad de su cuerpo sobre el colchón y la otra mitad sobre ella.
Su respiración es irregular, igual que la de ella. Gira su cabeza para besar su cuello y acariciarlo con su nariz.
-Dame un momento -pide rodando fuera de ella y arrastrándola contra su pecho.
-¿Un momento? -pregunta ella, también entre jadeos, sin entenderle.
-No hemos terminado. Es imposible que te deje ir tan pronto -explica con seriedad.
Sakura se carcajea ante esa idea y apoya su cabeza en el pecho de Kakashi que brilla por el sudor.
-No voy a irme a ninguna parte -asegura abrazándose a él-. Menos ahora que sé de lo que eres capaz.
De pronto, Kakashi se incorpora en la cama maldiciendo y asustando a Sakura.
-¿Qué pasa? -pregunta preocupada.
-Joder, los condones. He olvidado los condones.
Sakura se ríe y se abraza a su espalda besándole sobre el hombro.
-No te preocupes. Estoy limpia, me hice las pruebas hace un par de meses.
-Yo también, pero…
-Mañana me tomaré la pastilla del día después.
Kakashi se gira y la mira con arrepentimiento y preocupación.
-De verdad, Kakashi. No te preocupes.
-Lo siento. Realmente me hiciste perder la cabeza.
Sakura sonríe ante ese comentario y le arrastra con ella de vuelta contra el colchón.
De pronto el timbre suena interrumpiendo el momento. Kakashi gruñe, pero se incorpora de un salto y de espaldas a la cama se pone los pantalones.
-Vuelvo en seguida. No vayas a ningún sitio -pide agachándose para recoger su camiseta, y sin esperar respuesta sale de la habitación mientras se coloca la máscara en su sitio.
-¿A dónde iría? -responde sonriente en voz baja para si misma.
A los pocos minutos Kakashi regresa con un vaso de agua fría y una toalla húmeda.
-Toma -le ofrece el vaso.
-¿Quién era? -pregunta antes de beber un par de sorbos y agradecer el agua fresca.
-Necesitaban mi firma sobre unos papeles. Nada importante. -Kakashi se sienta a los pies de la cama y usa la toalla húmeda para limpiar entre los muslos de ella los restos mezclados de sus orgasmos.
Sakura deja escapar un gemido suave ante el contacto de la toalla húmeda contra su piel.
Kakashi sube la vista para mirarla a los ojos y sonreír bajo la máscara.
-¿Es común que vengan a estas horas a pedirte que firmes papeles? -pregunta ella dejando que él separe sus piernas para limpiarla mejor.
-Alguna que otra vez -afirma tirando el paño a un rincón de la habitación y sustituyéndole con una de sus manos en una caricia sobre el interior del muslo de ella.
Sakura tiene un pequeño escalofrió por repuesta y el sonríe feliz.
-¿No sería alguna amiguita tuya esperando una noche salvaje, verdad?
Kakashi se ríe y se inclina para dejar un beso sobre el muslo de Sakura.
-No tengo esa clase de amiguitas.
-Tendré que creerte.
-Si quieres llamo al shinobi de regreso para que te lo confirme -comenta con humor.
-No será necesario -acepta mirándole fijamente-. Mierda, ha sido todo tan rápido que ni siquiera he podido ver tu rostro -asegura como si se acabara de dar cuenta de que había estado sin máscara delante suya.
Kakashi se ríe llenando la habitación de una deliciosa melodía. Se sube a la cama y avanza por ella a gatas como un depredador hasta colocarse sobre Sakura.
-¿Muy rápido?
-Sí. Demasiado -asegura ella llevando su mano hasta el borde de la máscara-. Ha sido como… creo que soy incapaz de recrear todo en mi cabeza.
-¿Quieres repetirlo pero un poco más despacio? -pregunta él bajándose la máscara a la vez que se agacha para atrapar el lóbulo de la oreja de Sakura.
-Podría. Pero primero déjame ver tu rostro -pide empujándole para separarlo de ella y poder verle.
Kakashi se sienta de nuevo a horcajadas sobre ella, pero esta vez se queda ahí mirándola fijamente para que ella pueda observarle.
Ella fija su vista en la línea de la mandíbula de Kakashi, y sube sus manos hasta el rostro de éste para acariciarlo.
-¿Recién afeitado?
-Me afeito cada día.
-Si fuera con una máscara todo el tiempo estoy segura de que no me afeitaría cada día -comenta riendo sin retirar sus manos de las mejillas de él.
-La barba molesta bajo la máscara -reconoce avergonzado.
Sakura se ríe ante la confesión. Luego empieza a bajar las manos por la camiseta de él hasta su estomago, donde detiene sus movimientos para agarrar la cinturilla del pantalón.
Kakashi mira atentamente las manos que ahora desabrochan el único botón del pantalón. Y antes de que deslice la cremallera hacia abajo Kakashi la toma por las muñecas.
-¿Qué haces?
-¿Qué crees que hago? ¿No habías dicho que no hemos terminado? -pregunta con picardía.
Afirma en silencio y suelta sus muñecas. El simple contacto de los dedos de Sakura sobre su pantalón bajándole la cremallera vuelve a ponerle duro.
-Sí que era un momento -comenta ella riendo antes de meter sus manos por dentro del pantalón y liberar su erección.
Kakashi deja escapar un gruñido por el placer de las manos de Sakura sobre él. Sin hacerse esperar ella empieza a masturbarle arriba y abajo con firmeza.
Kakashi se incorpora sobre sus rodillas y deja caer su cabeza hacia atrás disfrutando del momento.
Cuando nota como ella se mueve para sentarse sobre sus talones y se inclina sobre él se levanta de un salto y se queda en pie a un lado de la cama.
-¿Pasa algo? -pregunta ella confundida.
-¿Puedes esperar un momento? Por favor -pide saliendo de la habitación regresando su erección dentro del pantalón.
-¿Qué? -pregunta incrédula -. ¿Bromeas? Kakashi, ¿a dónde vas? -se levanta y le sigue por el pasillo-. Sabes que estaba a punto de-
-Una ducha rápida -pide como explicación.
-¿Qué?
-Antes de que hagas eso necesito una ducha -comenta con seriedad entrando al baño-. He sudado mucho y estoy pringoso por lo de antes.
-Kakashi, yo no me he duchado antes de que tú… -Kakashi la mira atentamente mientras se quita la camiseta y se baja los pantalones-, antes de que tú me hicieras eso -termina fijando su vista en la entrepierna de él que presenta una maravillosa erección.
-No te preocupes. Tu sabor es fenomenal.
Sakura se pone completamente colorada por el comentario.
-Si quieres puedes entrar -ofrece él entrando a la ducha.
-Eso me vale -asegura ella siguiéndole dentro.
Kakashi sonríe y abre el grifo del agua buscando una temperatura agradable.
-¿Está bien así?
-Sí. Está perfecta -asegura Sakura sin darle importancia y cogiendo la manguera para mojar su entrepierna. Luego toma el jabón, se echa un poco en la mano y empieza a masturbarle de nuevo.
Él la deja hacer, y como hiciera antes se deja caer hacia atrás hasta que su cabeza topa con la pared de la ducha. Cierra los ojos y se agarra al grifo de la pared para mantener el equilibrio.
Un par de minutos después Sakura vuelve a tomar el grifo y aclara el jabón antes de agacharse para tomarle en su boca.
-Joder -gime Kakashi con los ojos todavía cerrados.
Cuando nota que está cerca del punto de no retorno se agacha para tomarla por las axilas y obligarla a levantar para besar su boca.
-Eh, estaba haciendo una cosa ahí abajo -se queja Sakura con tono infantil.
-No podré aguantar mucho más si sigues haciendo eso -reconoce con la voz grave sobre sus labios.
-¿No? -pregunta divertida.
-No -asegura girándose con ella para acorralarla contra la pared-. Ayúdame -pide pegándose a ella y empujando su erección hacia abajo para deslizarse entre sus muslos, mirando atentamente como donde se unen.
Sakura sube sus manos para obligarle a subir la cabeza y mirarla. Después le obliga a agacharse y besarla.
Cuando siente un gemido de él sobre sus labios da un pequeño salto para enredarse en su cintura. En esta posición Kakashi sólo necesita mover sus caderas un par de veces para resbalar dentro de ella.
Ambos gruñen de placer cuando se hunde en ella. Kakashi la apoya contra la pared y lleva las manos a su culo para moverla arriba y abajo cubriendo su erección por completo.
Cuando la nota contraerse alrededor de él deja escapar un gemido que ahoga en un mordisco contra su cuello. Ella sabe que mañana tendría una marca ahí, pero no le importa. Clava sus uñas en la espalda de Kakashi cuando alcanza el punto álgido de su orgasmo y sus piernas tiemblan alrededor de la cintura de él. Que debe sujetarla con más fuerza para no dejarla caer.
Los fluidos de Sakura se mezclan con el agua que cae sobre ambos y hacen que pueda deslizarse dentro con mayor facilidad.
-Dios, Sakura -susurra Kakashi acelerando el ritmo moviendo sus propias caderas-. ¿Puedo correrme dentro? -pide con cierta vergüenza.
-Ya lo hiciste antes -responde riendo entre jadeos.
-¿Puedo hacerlo otra vez? -pregunta levantando la cabeza para mirarla a los ojos con el rostro colorado por la mezcla de vergüenza y excitación.
Afirma en silencio llevando sus manos a las caderas de Kakashi para obligarle a ir más profundo.
Cuando nota su liberación se aplasta contra ella apoyándose en la pared detrás de ella para evitar caerse.
Ambos pasan unos segundos intentando normalizar sus respiraciones. Él todavía dentro de ella.
-Bájame, por favor -pide Sakura intentando alcanzar el suelo con sus pies.
Kakashi ríe por verla intentar estirarse hasta el suelo. Lentamente sale de ella antes de permitirla tocar el suelo.
-¿Estás bien? -pregunta agachándose hasta su altura para dejar un suave beso en su frente.
-Sí. Pero puedo notar tus piernas temblando. No quiero que ambos terminemos en el suelo -aclara riendo y abrazándose a él de nuevo.
-¿No confías en mi? -pregunta también riendo.
-Confiar en ti me ha llevado a esta situación -comenta apoyándose contra la pared para separarse un poco de él.
-¿Tan mal lo he hecho?
Kakashi se inclina sobre ella colocando un brazo a cada lado para atraparla de nuevo.
Sakura sube sus manos hasta los antebrazos de Kakashi y levanta la cabeza para mirarle fijamente.
El agua cae sobre sus cabezas.
-¿Por qué siempre llevas esa máscara? -pregunta ignorándole.
-Costumbre -responde encogiéndose de hombros.
-¿Por qué te la pusiste en primer lugar?
Vuelve a encogerse de hombros.
-No lo recuerdo.
-¿No vas a contármelo? -insiste Sakura con curiosidad.
-Sabes de qué me he dado cuenta… -comenta ignorándola.
-¿De qué?
-No hemos terminado el informe.
-¡No me cambies de tema! -pide como una niña pequeña.
-No te cambio de tema, pero eras tú quien insistía en que debería estar terminado hoy. Son más de las tres de la mañana.
-Eres un listillo, Kakashi -gruñe apretando el agarre sobre sus antebrazos.
Éste ríe por respuesta y se agacha un poco más para besarla en los labios.
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NdA: Hola. No me odien. Ni siquiera voy a intentar poner una excusa. Ha pasado mucho tiempo. Lo sé. Simplemente mi tiempo libre no se ponía de acuerdo con mi inspiración. Tengo ideas apuntadas en plena noche que luego no conseguía desarrollar. Pero bueno, como suele pasar, en verano tengo algo más de tiempo, menos obligaciones y soy más feliz y mi inspiración me visita. En realidad, he escrito varios fics, pero los tengo pendientes de repasar y publicar. Este no es una de las continuaciones prometidas. Pero de las cuatro tengo ya dos y media. Así que espero subirlas a lo largo de este mes siempre que mi betareader haga su trabajo (mujajajaja, me acabo de quitar la culpa de encima).
En cuanto al fic. Espero que os haya gustado. Creo que es uno de los pocos en que sólo sucede y ya, no hablan de ello ni nada. Creo que está guay. Hay que verlo como que su relación es tal que pasan de bromear sobre estar con otras personas a estar juntos y no ver el problema o conflictos. Supuestamente es su primera vez, no es que haya sucedido anteriormente o sean amigos con derechos. Simplemente ha sucedido y parece algo tan lógico que no sienten la necesidad de preguntarse o explicar qué son. Obviamente esa conversación tendrá que darse en algún momento en el futuro. Pero ahora mismo ambos saben qué sienten por el otro y lo que el otro siente. Por lo que no hay nervios sobre después o sobre si para uno de ellos ha sido sólo una noche de sexo. Solo un pequeño momento de duda por parte de Kakashi sobre si su relación debe dar o no ese paso, porque una cosa es saber que se sienten así, y otra si lanzarse sobre ella estaría bien. Por eso en cuanto ella dice que no se contenga, todo fluye.
No quería que fuera tan lemmon, pero salió así, y sé que no tendréis quejas, así que ale, hasta el próximo. Gracias por seguir por aquí, nos leemos.
