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Brownies

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-Te veo en la escuela esta noche.

Sakura se despide esperando que el control de Shikamaru fuera suficiente para obligarle a terminar con el papeleo.

-¿De verdad tengo que ir? -se queja antes de que ella pudiera marcharse.

-¿Me estás preguntando si el Hokage debe ir a al evento y posterior celebración de las nuevas promociones de Chunin y Genin entre los que se encuentran, entre otros, el hijo de uno de sus primeros y únicos estudiantes?

Kakashi tuerce el gesto en entendimiento.

-Supongo que te veré por allí -acepta con resignación.

-¿Ha visto esto? -pregunta Nara sin prestar atención a la conversación de ambos.

Kakashi gira sobre la silla y mira el papel que el shinobi le señala. Sakura aprovecha para salir en ese momento dejándolos solos.

-o-

Despierta todavía enredada en su cuerpo. La cabeza sobre su pecho y sus piernas entrelazadas con las de él. Podía notar entre sus muslos las consecuencias de la noche anterior.

Sus brazos rodean la cintura él y los de él la abrazan de vuelta.

Levanta la cabeza un poco para ver que, como suponía, él ya estaba despierto.

-Ohaiyo -saluda Kakashi con una sonrisa.

No era una mala imagen. El carmín de sus labios estaba esparcido por todo el pecho, cuello y rostro de él. Sus labios se veían rojos y dado que ya había pasado toda la noche suponía que también era efecto del carmín, y no por lo que hubiera sucedido.

-Buenos días -responde un poco avergonzada.

-¿Cómo te encuentras?

Sakura intenta soltarse de su abrazo. Pero él no iba a dejar que huyera sin más.

-¿Resaca? -pregunta de nuevo.

-Un poco. Sí.

-¿Recuerdas algo?

Levanta la vista de nuevo para verle la cara. Tenía los labios apretados en una sonrisa rara que dejaba claro que solo era su intento por no romper a reír.

-No -reconoce aún más avergonzada.

-¿Quieres saber qué pasó?

Afirma en silencio.

-¿Segura?

-¿Qué es lo que hice? -pregunta llevándose las manos a la cara intentando ocultar el rojo en sus mejillas.

Kakashi se carcajea negando con la cabeza.

-¿Me lo vas a contar o no?

-Entre otras cosas me pediste que me casara contigo -asegura con media sonrisa satisfecha.

-¿Qué yo hice que? -pregunta poniéndose todavía más colorada y separándose de él para mirarle fijamente.

-o-

Kakashi ya estaba en el evento mucho antes de que ella llegara. Resultaba que era obligatorio para el Hokage estar ahí con tiempo para ensayar el discurso y prepararlo todo. Así que ya llevaba un par de horas en el gimnasio del instituto shinobi donde se realizaría la celebración.

Estaba hablando con Boruto, uno de los nuevos Genin, cuando otros tantos conocidos llegaron. Entre ellos Kiba, que alzó una bandeja llena de brownies gritando que la fiesta empezaba con su llegada y que los menores y las embarazadas debían abstenerse de probar sus especialidades.

Decidió hacer la vista gorda y seguir hablando con Boruto. Pero que Sakura no estuviera allí en ese momento explicaría lo que sucedió esa noche.

A las pocas horas todos celebraban el nuevo rango de las nuevas promociones.

Sakura tomaba otro brownie viendo a lo lejos a Naruto bromeando feliz con Boruto.

Kakashi se acercó a ella y sujetó su muñeca para impedir que lo comiera.

-¿Qué haces? -preguntó ella riendo.

-¿Cuántos de estos has comido? -le quitó el brownie de la mano y se lo llevó a la boca para darle un mordisco. Fue rápido. Lo suficiente como para que nadie viera que se había bajado la máscara por un momento. Ni siquiera ella.

-Coge uno para ti. Ese era mío.

-Voy a repetir mi pregunta. ¿Cuántos te has comido?

Sakura le miró se arriba abajo y se soltó de su agarre de un tirón.

-¿Por qué quieres saberlo?

-¿Cuántos? -insiste serio.

-No lo sé.

-¿Cuándo te tomaste el primero?

-Hace unos cinco minutos. ¿Te preocupas por mi figura?

-No. Tu figura es excelente. Este vestido te sienta de lujo y tu pelo recogido con este pasador resalta tu precioso cuello. Por no hablar del carmín que hace imposible no mirar esos labios y desear -guardó silencio y dejó escapar un suspiro.

-Kakashi -fue más un jadeo ahogado que un supuesto regaño como ella pretendía.

-Será mejor que dejes de comer de estos -pidió dando otro mordisco, esta vez más grande, al pedazo que tenía en su mano antes de tirar el resto a la papelera.

-¿Qué diablos haces?

-Los trajo Kiba. Habló de una receta especial. -Ella abrió los ojos con sorpresa cuando lo entendió. -Si en cualquier momento te encuentras mal házmelo saber -pidió alejándose.

Sakura se quedó mirando el resto de brownies sobre la mesa.

-Maldito Kiba.

Ni veinte minutos después Sakura veía colores y formas allá donde mirara y escuchaba sonidos por los que habría apostado lo que fuera a que no formaban parte de la realidad. Pero era divertido y bailaba con sus amigas y amigos como si la noche estuviera en su punto álgido y no acabara de empezar la fiesta después del pertinente discurso del Hokage y una comilona de celebración.

De vez en cuando Kakashi levantaba la vista en su dirección observándola de lejos. Respetando su espacio, pero preocupado por cómo le afectaría la maría si es que le afectaba.

Cuando estaba hablando con Shikamaru ella se acercó por su espalda y susurró algo sobre su oído.

Pero no pudo entenderla.

Se giró para evaluar su estado y se disculpó con Shikamaru antes de volver con ella.

-¿Cómo estás?

-Decía que me alegra que hayas venido. Y antes no te he dicho nada, pero… -estaba muy afectada. Se le notaba al hablar con esa lengua de trapo como la de un niño de tres años que se atropella al hablar por los nervios que le provoca su fiesta de cumpleaños. Pero también se le notaba en la postura algo más desgarbada de lo habitual. Las mejillas sonrojadas y algo en su mirada que Kakashi no llegó a identificar- estas jodidamente bueno con ese traje -aseguró cogiéndole de la corbata para obligarle a inclinarse sobre ella.

Su voz fue un poco más alta de lo que Kakashi hubiera deseado para ese comentario. Lo supo en cuanto notó como un par de chicos que estaban a su lado se giraron para mirarlos. Aunque cuando él los miró disimularon rápidamente girándose hacia otro lado.

-Kakashi, ¿te he dicho que esta tarde me masturbé en la ducha pensando en ti mientras tú trabajabas en tu despacho?

De nuevo esas miradas por parte de los shinobis. Kakashi la tomó por un brazo y la arrastró hasta un rincón de la sala, lejos de la gente.

-Sakura, será mejor que te controles si no quieres que te lleve a casa -pidió con voz grave intentando controlarse el mismo.

-¿Me llevarás tú personalmente? -preguntó pegándose a él-. Puedo notar que te ha gustado saber que eres el objeto de mis sueños húmedos -afirmó bajando la mirada a la entrepierna de él para corroborar lo que dijo.

Estaba duro. Como no iba a estarlo. Vestido largo de escote no muy pronunciado, pero espalda al aire. Cinturón grueso que remarca su figura y eleva sus pechos resaltando su tamaño y forma. Pelo recogido mostrando su cuello. Y esos ojos verdes algo oscurecidos por lo que ahora identificaba como lujuria.

Y le suelta en una habitación repleta de gente que se había masturbado en la ducha pensando en él. Claro que estaba duro.

-Vámonos -no fue una petición. Era una orden.

-Pero yo todavía lo estoy celebrando. Hace mucho que no celebro nada. Estoy de vacaciones y quiero fiesta. Siempre tengo tantas responsabilidades -se lamentó con un puchero.

Kakashi la miró en silencio y con seriedad por un segundo. Luego su gesto se transformó en una sonrisa pensando en que llevaba razón. Últimamente no había tenido mucho tiempo para ella misma. Hoy había sido su primer día libre del hospital en mucho tiempo. Eso también explicaba que mientras él trabajaba ella tuviera tiempo de masturbarse en la ducha en vez de estar trabajando.

Sakura se soltó de su agarre y se fue al centro de la sala para ponerse a bailar con Ino y Tenten.

Kakashi se llevó una mano a la entrepierna intentando acomodar el pantalón para que disimular el efecto que había tenido imaginársela masturbándose en la ducha.

Miró de nuevo en su dirección y la vio disfrutando de la música. Estaría bien. Al menos por ahora.

Buscó al grupo formado por Gemma, Maito e Iruka y se acercó a ellos.

-¿Qué tal todo, Kakashi? -saludó el último de ellos.

-Bien. Supongo. ¿Qué tal fueron los exámenes finales de los de primer año? -preguntó mirando de reojo a Sakura sin terminar de fiarse de ella.

-No estuvo mal. Este año hay grandes promesas -comentó guiñándole un ojo.

Kakashi le miró con interés olvidándose de Sakura por un momento y entrando a la conversación con los demás.

Como una hora después, unas cuantas conversaciones más tarde y una o dos cervezas de más para lo que acostumbrado a beber, alguien interrumpió una nueva charla con Shikamaru.

-Hokage-sama -le llamó Lee-. Kakashi-sama -repitió llamando su atención.

Kakashi se giró y miró a Rock Lee que parecía nervioso. No dijo nada, esperando que continuara.

-Debería hacer algo -pidió señalando a Sakura.

Kakashi miró por encima de Lee buscando a la aludida. Estaba al otro lado de la sala subida a una mesa y fingiendo que lanzaba rasengan a todo el que intentara bajarla.

Se quedó helado por un momento y luego se disculpó con Shikamaru para acercarse a ella.

-Sakura. Baja de ahí -pidió con tono calmado.

-¡Raaaasengan! -gritó apuntando en su dirección.

Kakashi, al contrario que otros de los presentes, no fingió evitar ningún ataque imaginario.

-Está bien. Te harás daño si te caes de ahí. Bájate, por favor.

-Hokage-sama. Está muerto -aseguró ella con seriedad-. No puede hablar. Tenga la decencia de caer al suelo y dejarme seguir.

Kakashi levantó una ceja, sorprendido por como le había hablado.

-Mañana te avergonzaras de esto -aseguró acercándose un poco más a ella para ofrecerle la mano y ayudarla a bajar.

-Que tú seas un soso no hace que yo lo sea -le acusó saltando a la mesa de al lado y provocando que algunas cosas cayeran al suelo.

Entre los demás ninjas presentes había todo tipo de reacciones. Estaban los que le siguen el juego y se divierten tanto como ella. Los que observan todo y se ríen sin maldad por verdadera diversión. Los que miran estupefactos porque no la conocen tanto y no entienden qué sucede. Y los que contienen sus risas por miedo a que mañana ella lo recuerde todo y lo interprete como… bueno, como lo que era, que se estaban riendo de ella. Uno de ellos era Gemma.

Kakashi cogió al vuelo un plato de comida que estuvo a punto de caer contra el suelo al ser pateado por Sakura.

-¿Qué tal si te la llevas a casa? -preguntó Gemma riendo finalmente-. ¿Nunca enseñaste a comportarse a tus alumnos?

Kakashi se giró para mirarle de mal humor. Pero entonces vio que Gemma señalaba a Naruto que subido a otra mesa gritaba Shannnaro una y otra vez mientras golpeaba clones solo ligeramente parecidos a él mismo.

-Él es problema de Hinata -aseguró volviendo a girarse hacia Sakura, pero ésta había aprovechado que estaba distraído y había huido.

-Mierda. Será mejor que la busqué -comentó frustrado.

Miró por toda la sala, pero no la vio y decidió salir fuera para buscarla por los pasillos del colegio.

Cuando avanzaba por el pasillo le pareció escucharla.

-¿Sakura?

De pronto se abrió una puerta a su lado y alguien tiró de él hacia dentro.

La puerta se cerró tras de sí.

-Oye, Hokage -susurró en su oído.

Le tenía acorralado contra la puerta. Su cuerpo pegado por completo al suyo. Podía notar el calor que desprendía. Podía notar sus pechos. Incluso el movimiento de su respiración. Obviamente podría quitársela de encima con un sencillo empujón. Pero tampoco quería eso.

-Hokage -repitió esperando una reacción por su parte mientras pasaba sus manos por dentro de las solapas de la chaqueta del traje y la deslizaba por encima de sus hombros para quitársela.

Kakashi tragó saliva y miró fijamente los ojos verdes oscurecidos que le miraban de vuelta. Ni siquiera fue consciente de cuándo su chaqueta golpeó el suelo.

-Ho-ka-ge -repitió sílaba a sílaba mientras arrastraba la máscara hasta su cuello.

-¿Cómo te encuentras? -consiguió decir finalmente con un gesto de preocupación.

-Kami, si eres jodidamente guapo... ¿Te lo dicen mucho?

Él dejó escapar una carcajada que ella silenció poniéndose de puntillas para besarle.

Sakura se agarró con fuerza a su cuello y se aplastó contra él, que gruñó por la violencia del beso.

-Hokage, ¿es que no va follarme? -preguntó separándose de él para mirarle con deseo.

-Será mejor que no -respondió mirándola con gesto serio.

-Estoy muy caliente sensei. Necesito que haga algo conmigo -suplicó intentando volver a besarle-, lo necesito.

Kakashi respiro hondo y llevó las manos a su cuello, donde acaricio su piel con los pulgares.

-Puedo notarlo. Pero no he bebido tanto como para hacer esto.

-¿Debo suplicárselo?, ¿es que no quiere follarme? -preguntó tomándole por la muñeca y llevando la mano a la altura de su sexo- ¿va a dejarme sufrir así? -se mordió el labio inferior con los ojos clavados en los de él.

Pero él miraba hacia abajo. Al lugar donde su mano podía notar el calor y la humedad tras la tela del vestido. Sakura subió la falda sobre su cintura para que la mano de Kakashi pudiera tocar directamente su ropa interior.

Kakashi gruñó en respuesta antes de atraerla hacia él con la otra mano que todavía estaba sobre su cuello y meter la lengua en su boca.

Subio las manos hasta los hombros de ella y se separó un poco para mirarla fijamente.

-Dios Sakura, no sabia que la maría te afectaría así -aseguró con la voz ronca por la excitación y dejando que ambas manos bajaran por su espalda desnuda y se colaran por debajo de la tela para agarrar su trasero por encima de la ropa interior.

-¿Eso es un sí? -preguntó ella saltando para enredar sus piernas a la cintura de él.

-Joder claro que quiero follarte. Desde que me has dicho que esta tarde te has masturbado en la ducha pensando en mí tengo una erección que no desaparece -confiesa apretándola contra él para dejarla notar el bulto en su pantalón-. Pero no tengo claro de si esto es una buena idea. Estás colocada.

-¿Y eso no le gusta? Acaso no es un pervertido -afirmó ella en un jadeo mirándole con claros síntomas de excitación-. ¿Qué tal si vamos a mi casa? -pidió besando su cuello.

-Deja de jugar conmigo, Sakura -susurró poniendo los ojos en blanco ante la habilidad de la lengua de ella sobre su cuello.

-¿Por qué dice eso? -preguntó con verdadera inocencia provocada por la hierba que había consumido.

Kakashi se separó de la puerta para inclinarse hacia atrás y mirarla a los ojos. Ella se mordía el labio inferior y le miraba con lujuria.

-No creo que pueda llegar a casa así -aseguró llevándola hasta una de las mesas que había en la sala y dejándola sobre ella.

Volvió a la puerta y echó el cerrojo antes de regresar entre las piernas de Sakura, que ahora estaban separadas y con la falda del vestido recogida sobre su cintura para darle la bienvenida.

-Fólleme -pidió Sakura apartando la tela de su ropa interior con un par de dedos.

Kakashi fijó la mirada en lo que ella le ofrecía y se llevó las manos a la corbata para aflojar el nudo antes de bajarlas hasta la cinturilla del pantalón para desabrochar los botones. La mesa tenía la altura perfecta para hacerlo en esa posición.

-o-

-¿Lo hicimos en un aula? -pregunta cada vez más colorada, pero todavía abrazada a él.

Kakashi se ríe y la obliga a mirarle para besar su frente.

-Realmente espero que lo recuerdes, fue muy bueno. Puedo asegurarte que te gustó mucho.

-¿Cómo lo sabes?

-Bueno, me diste algunas pistas.

-¿Qué clase de pistas?

-Tus gemidos eran muy lindos -asegura haciéndola de rabiar y besando su mejilla.

-Kakashi -dice su nombre en un gruñido avergonzado.

-Gritabas mi apellido, mi nombre, mi cargo, e incluso sensei un par de veces.

-¿Y si hubiera entrado alguien?

-No siquiera nos quitamos la ropa. Si hubiera oído a alguien me habría dado tiempo a disimular.

-¿No nos quitamos la ropa y fue tan bueno? Suena más a un polvo rápido.

-Lo fue. No lo negaré. Estábamos realmente excitados y ni siquiera duramos más de un par de minutos. Pero fue increíble.

Sakura deja de mirarle para volver a esconderse en su pecho.

-Eres lo peor.

Él vuelve a reír.

-¿Qué más pasó?

-o-

Después de unos minutos en esa posición Kakashi deshizo el abrazo, se colocó la ropa interior y el pantalón que ni siquiera se había bajado y volvió su atención a ella.

-¿Estás bien?, ¿puedes ponerte en pie? -preguntó sujetándola por los hombros.

Ella no respondió, intentó bajar de la mesa, pero con torpeza, cayéndose hacía un lado. Así que Kakashi la tomó en brazos contra su pecho.

-Es hora de ir a casa -susurró contra su oído con voz ronca y consiguiendo que ella temblara en anticipación.

-¿Va a follarme otra vez? -preguntó notando como palpitaba su interior.

-No. Ahora no tendré tan prisa -aseguró acariciando con la nariz el rostro de ella y dejando un suave beso en su mejilla.

Después desaparecieron de allí. Quedando como única prueba de lo sucedido la chaqueta del traje de Kakashi, que olvidaron en el suelo junto a la puerta.

Aparecieron en medio de la habitación. Kakashi la bajó al suelo dejando que se apoyara sobre los pies y la giró quedando a su espalda para tomarse unos minutos y disfrutar de su cuello.

Sakura, todavía afectada por las drogas, temblaba como respuesta a lo que estaba por pasar, pero también por la agradable sensación del orgasmo anterior y el resultado de ello resbalando por su entrepierna.

Se empezaba a poner nerviosa por la lentitud de sus movimientos, e intentó llevar sus manos a la entrepierna de él. Pero éste la detuvo fácilmente y siguió a su ritmo dejando pequeños besos en sus hombros mientras soltaba el pasador del pelo dejando que este cayera sobre su cuello.

Una de las ventajas de la situación era que ella no tenía fuerza para luchar contra él. Por el contrario, parecía estar completamente dispuesta a todo. Su cuerpo respondía a cada suave caricia. Cuando desató la parte superior del vestido y deslizó la tela por sus muslos tocando intencionadamente su piel en el proceso ella gimió como si hubiera tenido un orgasmo.

-Sensei, por favor -suplicó mordiéndose el labio y apretando los muslos para contener el placer y el calor que sentía en su interior.

-No tengas prisa, mi amor -susurró de rodillas frente a su culo antes de dejar pequeños besos en la parte interior de sus muslos -estamos solos y sin nadie que pueda oírnos. Esta vez no voy a silenciar tus gemidos.

Sakura jadeó ante esa promesa.

Kakashi rio y terminó de desvestirla quitándole los zapatos.

Luego se puso en pie y volvió a girarla. La obligó a retroceder hasta sentarla sobre la cama.

Y comenzó a desvestirse él mismo. No se demoró el mismo tiempo que con ella, pero tampoco lo hacía con el ansía que había mostrando cuando la había tomado sobre la mesa del colegio.

Se quitó los zapatos. Los calcetines. Desanudo su corbata. Se quitó la máscara, la camisa y los pantalones y se tumbó sobre ella solo con los calzoncillos.

-¿Vas a volver a gritar mi nombre? -preguntó besando sus pechos desnudos.

Sakura no respondió, lo hizo su cuerpo al arquearse bajo las caricias de Kakashi.

-Este vestido, la ausencia de sujetador, ni siquiera llevabas medias… ¿Querías hacerme sufrir verdad? -preguntó con voz ronca sobre su estómago.

Ella se mordió el labio inferior y le miró pícaramente.

-Dios, nena. Eres perfecta -aseguró Kakashi bajándose los calzoncillos-. Realmente me vuelves loco.

-Hokage-sama, se toma mucha confianza -aseguró ella divertida y levantando las cejas, sugerente.

Kakashi volvió a reírse pensando en que mañana sería divertido verla recordar todo.

Cuando Sakura alcanzó su propio orgasmo habría jurado que la habitación brillaba de colores y su estómago estaba cubierto de purpurina. Todavía sobre el regazo de él, que la sujetaba entre sus brazos sentando sobre sus talones y hundiéndose en ella, clavó sus uñas en su espalda cuando la habitación pareció temblar.

Con un par más de embestidas más él alcanzó su propio éxtasis mientras la besaba el cuello y agradecía estar solos para haber disfrutado de sus gemidos sin necesidad de silenciarlos.

Sakura jadeo cuando notó el agarre sobre el cuello que la obligaba a mirar hacía abajo. Kakashi la besó con fiereza enredándose en su lengua. Cuando la permitió separarsede él, ella se abrazó con fuerza a su cuello para intentar estabilizar la habitación que seguía moviéndose a su alrededor.

-Joder, Kakashi, eres el dios del sexo -dijo contra su cuello-. No creo que otro hombre me hubiera hecho correrme tantas veces y tan seguidas -jadeo contra su oído cuando la sensación de movimiento empezó a desaparecer-. Y no me gustaría pensar que le haces esto a otras. Solo para mí -susurró-. ¿Por qué no te casas conmigo?

Sus carcajadas se oyeron por toda la habitación.

-Sakura, mi amor, tú y yo ya estamos casados.

Un escalofrío recorrió la espalda de Sakura que se tensó entre sus brazos.

Se inclinó hacia atrás para poder verle la cara.

Es cierto que con el quinto orgasmo de la noche ella pensaba que estaba más despejada, pero tenía la cabeza algo ida. La maría, las endorfinas liberadas por su propio cuerpo, el olor de él, el olor del sexo… estaba intoxicada.

-¿Qué dices? -preguntó riendo ante la broma de él.

Kakashi dejó de reír y empezó a besar sus hombros con ternura.

-Mmmmm. Si llego a saber que te vuelves una ninfómana con la marihuana habría conseguido un poco hace años -bromeó sin soltarla.

-¿Por qué no te callas y repites lo que has hecho antes? -pidió ella con los ojos todavía oscurecidos por la lujuria.

-¿Qué de todo lo que he hecho? -preguntó socarrón.

-La parte que quieras -respondió sin importarle su actitud.

Kakashi sonrió y obedeció. La soltó y salió de ella para obligarla a tumbarse.

Cuando gritó su nombre de nuevo y se contrajo alrededor de sus dedos la besó sobre el estómago. Cuando la notó dejar de temblar lamió sus propios dedos y aprovechó que ella se giró de lado para tumbarse junto a ella y abrazarla desde la espalda.

Durante unos minutos se mantuvieron así. Kakashi hundió su nariz en el cuelo de ella disfrutando de su olor.

-Kakashi. ¿Dónde estamos? -preguntó cuando la sensación de embotamiento comenzó a desaparecer y miró a su alrededor-. Ésta no es tu casa.

-Claro que no. Es nuestra casa -respondió riendo.

En un rápido movimiento se gira entre sus brazos y pone las manos sobre su pecho para empujarle y poder mirarle a la cara. Él la mira fijamente con seriedad. Ella le mira con gesto confundido.

-Yo… Hokage-sama…

Kakashi volvió a reír y se abrazó a ella de nuevo.

-Duerme -ordena en un suave susurro-. Mañana estarás mejor -aseguró besando su cuello con ternura.

-o-

Sakura se lleva las manos a la sien para masajearla.

-¿Te molesta la luz? -pregunta Kakashi preocupado.

-No es eso -afirma entornando los ojos-. Kiba llevó brownies con marihuana, ¿verdad?

Kakashi afirma en silencio.

-¿Cuántos tomé?

Ahora se encoge de hombros.

-No tengo ni idea. Pero por lo fuerte que te dio diría que al menos tres o cuatro. Los probé y no iban nada cargados.

-Dios, Kakashi, ¿por qué me dejaste?

-No es que te dejara. Cuando me di cuenta era demasiado tarde. Impedí que comieras más.

-Y en vez de traerme a casa y cuidarme, decidiste aprovecharte de mí, ¿no es así? -pregunta riéndose ante la sonriente mirada de Kakashi.

-Amor, estabas muy excitada. Hasta me suplicaste. Por no hablar de cómo te sentaba ese vestido y cómo me mirabas con esos ojos verdes oscurecidos por el deseo.

-Eres un pervertido -le acusa riendo.

-Eso también me lo dijiste -asegura como si nada-. Pero me fue imposible resistirme a ti -asegura dejando que su mano acaricie la piel de su hombro-. Tú hubieras hecho lo mismo -aseguró a modo de disculpa.

-Kakashi, no recuerdo nada.

-Al menos ahora recuerdas que estamos casados y tenemos dos hijos, ¿verdad?

Sakura afirma avergonzada.

-¿Y recuerdas que ayer antes de irme a trabajar te prometí que tendríamos la noche para nosotros solos porque no habría niños?

Vuelve a afirmar recordando que había intentado retrasar su marcha al despacho, pero Kakashi, con un sentido de la responsabilidad poco habitual en él, se había escabullido de sus brazos prometiendo que por la noche le haría el amor en cada rincón de la casa.

-¿Y recuerdas que te masturbaste en la ducha pensando en mí antes de ponerte ese bonito vestido con esas braguitas de encaje y salir hacia la celebración?

Si pensaba que no podía ponerse más colorada se equivocaba.

-¿Te conté eso?

-Me preguntaba si era verdad -comenta abrazándola con fuera y besando su clavícula-. Pero acabas de confirmarlo.

-Kakashiiii -se queja con un puchero.

-Así que te masturbas pensando en tu marido mientras él está trabajando.

-No lo hago -asegura girándose para darle la espalda.

-Lo hiciste ayer.

-Es que te imaginé con ese traje y la corbata. Y en lo que me harías esa noche…

-Amor, me pongo duro solo de imaginarte en la ducha masturbándote pensando en mí -asegura pegándose a su culo para que ella pudiera notarlo.

-Kakashiiii -está vez fue un gemido.

-Los chicos no vienen hasta esta tarde. Pienso hacerte el amor en cada habitación de la casa, como te prometí -anuncia con la voz ronca sobre su oído a la vez que pasa una mano por delante para enredarse en los rizos rosados que tanto le gustan-. Pero primero, ¿qué tal si me muestras cómo te masturbas pensando en mí?

-¿En la ducha? -pregunta entre jadeos rindiéndose a su habilidad.

-Por favor -pide inclinándose sobre ella para morder el lóbulo de su oreja.

Sakura deja escapar otro gemido.

-Está bien -acepta tomándole de la muñeca para detener la intrusión de sus dedos.

Kakashi se despega de ella tan rápido que podría jurar que todo había sido un sueño y se acababa de despertar.

Pero casi en el mismo instante que piensa eso él la toma en brazos y la levanta en volandas para llevarla hasta el baño.

-Espero que esto si lo recuerdes -comenta besándola.

Sakura gruñe como respuesta y le pega un suave puñetazo en el pecho.

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NdA: SORRY NO SORRY. Sé que algunos habéis pensado: KAKASHI NO TE APROVECHES DE ELLA. ASÍ NO. Otros habéis pensado: CARAJO QUÉ MÁS DA, ES UN FIC Y ESTÁ GENIAL. Pero no, mi Kakashi no haría eso. No haría eso a menos que se presuponga que ella está más que dispuesta a que su marido la fo**e hasta dejarla sin sentido mientras está completamente colocada. JAJAAJAJAJAJJAJAJAAJA. Espero que lo hayáis disfrutado. No probéis las drogas. Dejadlas para los personajes de ficción. Ni el alcohol. Ni el tabaco. Y no os propaséis con alguien que ha consumido cualquiera de esas cosas y no está en condiciones para tomar una decisión consciente.

Me he divertido escribiendo esto, y eso que fue a las 3 de la mañana desde el móvil por no poder dormir ヽ(´▽`)/

BESOS y ABRAZOS para todos.