.
:
Lágrimas por el fuego que se extinguió
:
Este fic no estaba planeado ni rondaba mi cabeza hasta la noche de ayer. Este es un fic triste. Lo siento. Ojalá no hubiera tenido que escribirlo hasta dentro de mil años o nunca.
Se lo dedico a Nova (mi amiga, mi hermana, mi amor al otro lado del mundo -y mamá de Roy-) y Roy (mi nuevo ángel de la guarda). Roy siempre será el primer mejor perro que he conocido, aunque solo fuera en la distancia. Para mí es un segundo hijo. El primer hijo es mi perro, pero llegó a mi vida después de Roy. Así que Roy siempre ha sido y será importante para mí.
Nova, Roy, os amo y os mando todo el cariño del mundo. Espero que esté fic lo veas como algo bonito a pesar de la tristeza.
:
:
Kakashi ya estaba en la torre Hokage trabajando con Naruto cuando Sakura se despertó.
Se lavó la cara, se puso su ropa de trabajo y se fue al hospital parando a comprar un café a mitad de camino.
Era raro que él hubiera ido a trabajar desde tan temprano, pero sabía porqué lo había hecho. Estaba nervioso. Tanto como ella. Solo que ella había pasado casi toda la noche sin dormir mientras que él durmió la primera parte. No se habían puesto de acuerdo para montar guardia, simplemente había sucedido así.
Yumiko seguía durmiendo, seguramente llegaría tarde a la escuela, pero Sakura no había querido despertarla porque sabía a ciencia cierta qué también había pasado mala noche y quería dejarla descansar.
-¿Se sabe algo ya? -preguntó Ino, que había ido expresamente al hospital para preguntar.
Sakura negó en silencio.
-¿Que haces aquí? Vete a casa con tu marido.
-Está en la torre Hokage. Y creo que si sigo en casa esperando me dará un ataque.
-En verdad no podéis hacer nada. Sai organizó un grupo de búsqueda. Todos los jonin disponibles han salido a buscarlos. Estarán bien. Sakumo y Shikadai son fuertes.
-Lo sé. Pero hace más de un día que deberían haber vuelto. Y si no fuera porque hemos oído noticias sobre el ataque…
-Son juerguistas. Quizás estén celebrando la misión y han olvidado mandar un mensaje.
-Pakkun y los demás tampoco han vuelto.
Ino intentó ocultar su preocupación.
-Vámonos -pidió la rubia.
-¿A dónde?
-A la torre, con Naruto y Kakashi.
En el despacho del Hokage Naruto y Kakashi discutían sobre la posibilidad de que el segundo saliera a buscarlos.
-Ya tengo a más de treinta hombres buscándolos -explicó Naruto.
-No son yo -aseguró Kakashi.
-Sensei, yo también estoy preocupado, pero si te vas ahora y resulta que… -dejó la frase a medias sin saber cómo terminar.
-¿Que qué? -pregunto con un nudo en la garganta.
-¿Y si ha pasado algo y Sakura está sola cuando lo descubramos? -preguntó con seriedad.
Kakashi guardó silencio y le miró sin saber qué responder.
-Kakashi será mejor que confíes en los ninjas de nuestra aldea -pidió Naruto sentándose tras la mesa del escritorio.
-¿Y qué pretendes que haga? ¿Quedarme de brazos cruzados? -preguntó desesperado dando vueltas por la sala.
Naruto le miró por unos segundos. Luego lo decidió.
-Iré yo -anunció poniéndose en pie de golpe.
-Naruto, el hokage no puede abandonar la aldea por algo así.
-¿Entonces qué?
Un fuerte golpe en la ventana interrumpió la conversación. A la vez, Ino y Sakura entraron al despacho.
Kakashi miró hacía la ventana, pero no vio nada.
-¿Qué hacéis aquí? -preguntó Naruto a las chicas.
-He pensado que en el hospital no pintamos nada -respondió Ino.
Kakashi se acercó a Sakura y la dio un beso en la mejilla a través de la máscara y la rodeo con sus brazos.
Naruto se asomó por la venta y sobre el tejado vio a un perro malherido. No estaba seguro, pero parecía uno de los ninken de Kakashi
-¿Shiba? -susurró mirando al animal.
Al oír el nombre Kakashi se soltó de Sakura y saltó por la ventana.
Cuando vio a Shiba en el suelo se agachó junto a él.
-¿Qué ha pasado?, ¿dónde están los demás? -Kakashi cogió al perro en brazos y lo metió al despacho.
Sakura corrió junto al ninken y empezó a curarle las heridas incluso antes de que Kakashi lo dejara sobre el sofá.
-Ellos están bien. Sakumo y Shikadai están bien -susurró Shiba entre gruñidos por el dolor de las heridas.
-Te pondrás bien, Shiba -aseguró Sakura pasando sus manos iluminadas en chakra por el costado del ninken.
-¿Donde están los demás? -preguntó Kakashi arrodillándose frente al sofá y acariciando la cabeza del perro.
-Ya vienen para acá.
Por primera vez desde que recibieron la noticia de un ataque enemigo al equipo de la misión de ambos chunin, los cuatro ninjas presentes pueden respirar con tranquilidad.
-Lo siento Kakashi -se disculpó el ninken.
-No te preocupes. Tú recupérate -pidió Kakashi.
-No. Yo… -Shiba empezó a llorar.
Kakashi se congeló esperando alguna mala noticia.
-¿Que pasa? -preguntó Sakura.
-Pakkun… Pakkun impidió que les atacaran -contó Shiba.
Ino pudo ver cómo Kakashi intentaba tragar saliva para hablar. Pero era incapaz.
-¿Está bien? -preguntó la rubia.
El ninken continuó llorando mientras negaba con la cabeza.
-¿Donde están? -preguntó Naruto.
Shiba dejó de llorar y habló con esfuerzo.
-En el camino a Tanigakure. A no más de dos horas de viaje.
-Puede que aún estemos a tiempo de salvarle- aseguró Sakura poniéndose en pie.
-No -fue lo único que dijo Shiba antes de volver a llorar.
Kakashi hundió su cabeza en el sofá.
-¿Puedes llevarle a casa de los Inuzuka? Está estable. Ellos sabrán cuidar de él por ahora -pidió Sakura mirando a Ino, con un nudo en la garganta.
Ino cogió a Shiba y salió del despacho.
Naruto, tras cerrar su mano sobre e hombro de Kakashi miró a Sakura interrogante y ella respondió con una afirmación silenciosa.
-Iré a buscarlos -dijo antes de salir.
Ahora solos, Sakura pasó sus manos por la melena plateada de Kakashi. Él levantó la cabeza, se bajó la máscara y rompió a llorar como un niño pequeño.
Sakura se abrazó a él como respuesta.
-Lo siento -balbuceó entre sollozos.
-Está bien. No te preocupes. Llora todo lo que necesites -dijo acariciándole la espalda con suavidad.
Durante unos minutos Kakashi siguió llorando.
Cuando pudo parar levantó la vista para ver a Sakura. Y ésta le miró preocupada.
-Debo parecer un idiota llorando por un perro cuando hace unos minutos pensaba que quien podría estar muerto es nuestro hijo.
-No digas eso -respondió con dureza.
-Lo siento. No debería…
-No. No digas que pareces un idiota por llorar por Pakkun.
-No. Estaré bien -aseguró Kakashi.
-No estarás bien. Ninguno lo estaremos. Pakkun era uno más de nuestra familia. El era uno de nosotros. Siempre se dicen estas cosas, pero… Pakkun era especial. Era tu chico. No te avergüences por eso. No puedo decir que era el mejor perro del mundo porque adoro a los ocho por igual. Pero él era tu familia. Era nuestra familia. Y me duele haberle perdido de un modo que no puedo expresar. Así que no puedo imaginar lo que es para ti. Él que ha estado contigo desde siempre. Pakkun fue quien estuvo contigo en los peores momentos. Así que no estaremos bien. Pero no importa. Así que llora todo lo que quieras, amor. Llora todo el tiempo que necesites. Pero por favor, piensa que él querría que fueras feliz. Y recuerda que hay otros siete ninken y dos hijos que entenderán verte llorar y compartirán tu dolor. Pero que necesitan que sonrías después de cada llanto.
Sakura le limpió las lágrimas mientras hablaba.
-Te amo -consiguió decir Kakashi con un nudo en la garganta.
-Y yo te amo a ti -respondió abrazándole de nuevo.
Kakashi se soltó de su abrazo para darle un suave beso en los labios. Luego se puso en pie con la ayuda de ella, que le rodeo por la cintura con un brazo.
-¿Vamos a buscarlos? -preguntó él, sin soltarse de su agarre.
Sakura afirmó con la cabeza.
-o-
Cuando Sakura y Kakashi llegaron al encuentro de los demás, Naruto y otros dos ninjas ya estaban con Sakumo, Shikadai y los otros ninken.
Sakura miró a ambos chicos de arriba abajo evaluando si estaban heridos, sólo pudo ver algunos cortes y pequeños golpes. No había signos de grandes heridas que necesitaran ser atendidas inmediatamente.
Sakumo se acercó a Kakashi y le entregó el cuerpo de Pakkun, que se encontraba envuelto en una manta. Kakashi lo tomó entre sus brazos y se quedó en silencio rodeado por los demás ninken que mantenían la cabeza agachada.
Sakura le acarició la espalda y luego se abrazó a los dos jóvenes ninjas. Entonces los chicos empezaron a llorar.
Naruto daba indicaciones a los ninjas que habían mandado al encuentro de los chicos para que regresaran a la aldea. Cuando se marcharon se giró para ver a Kakashi. Este temblaba visiblemente y observaba la manta sin atreverse a mirar dentro. Así que Naruto se acercó y cogió el cuerpo de Pakkun.
Sakumo se soltó del abrazo de su madre y se acercó a Kakashi, los ninken se apartaron para dejarle pasar, pero volvieron a rodearlos en cuanto los dos ninjas se abrazaron.
-Lo siento -susurró entre lagrimas-. Él salvo mi vida -aseguró Sakumo con tristeza.
Se soltó de su abrazo, pero miró hacia el suelo incapaz de enfrentar la mirada de Kakashi. Éste subió la mano hasta la barbilla de Sakumo y le obligó a mirarle. El chico tenía un corte profundo en la mejilla.
-Está bien. Tú estás bien -susurró Kakashi volviendo a abrazarle-. Tú estás bien.
Sakumo no respondió. Volvió a llorar negando con la cabeza.
-Pakkun salvo mi vida -repitió en un susurro.
-Era el mejor de nosotros- intervino Akino.
-Sí. Sí lo era -afirmó Uhei.
Sakumo y los ninken estaban llorando. Kakashi se mantenía en silencio abrazando a su hijo con fuerza.
Sakura se acercó a Naruto y tomó el pequeño cuerpo de Pakkun envuelto en la manta.
-Llévale a casa. Tiene que descansar -pidió señalando a Shikaidi.
-Tus padres están en Suna -explicó Naruto pasando un brazo por los hombros del muchacho-. Creo que no se han enterado del ataque. Pero ya les he mandado llamar. Estarán aquí esta tarde.
-Arigato -dijo sin saber muy bien qué responder.
-Sakura, voy a llevarle a mi casa. ¿Estaréis bien solos? -preguntó Naruto.
-Sí. Iros. Descansad.
-¿Queréis que avise a Yumiko?
-Debe estar durmiendo. Ahora iremos a casa. No te preocupes.
Los dos se marcharon en silencio dejando a los miembros de la familia Hatake Haruno envuelta en un abrazo con los ninken enredados en sus pies.
Solo faltaban Yumiko, Shiba y Pakkun.
-o-
Un par de días más tarde Kakashi preparó una despedida cerca del rio.
-Papa, ¿por qué no nos cuentas tu mejor anécdota con él? -preguntó Yumiko colgando del cuello de su hermano desde la espalda de este.
-Sí. Cuéntanos cuál es tu favorita -pidió Sakura abrazada a Kakashi.
-Seguro que es cuando Pakkun abrió la nevera y se llevó el chuletón que ibas a cocinar a la parilla -dijo Bisuke.
Kakashi dejó escapar una risa ante ese recuerdo.
-Esa debe ser tu favorita. Tú te comiste toda la carne -comentó Kakashi con un tono de voz entre triste y divertido.
-¿Entonces cuál es? -preguntó Buru.
-¿Cuando se comió los cables de la línea de teléfono del despacho Hokage y te dejó hablando solo por media hora pensando que tenías al Raikage al otro lado? -aventuró Urushi.
-Quizás cuando empujó a Sakura fuera de la cama porque dijo que roncaba, aunque creo que eran celos -recordó Shiba-. Te reíste mucho de esa, viejo.
Kakashi deja escapar una risilla y rodea la cintura de Sakura con los brazos para dejar un suave beso en su cabeza.
-Yo creo que fue la vez que le picaron las abejas muertas que Pakkun dejó sobre su cama para hacerle saber que había un enjambre en su ventana -recordó Ühei.
-¿Cómo que le picaron vejas muertas? -preguntó Yumiko riendo.
-Como Kakashi llegó cansado de una misión se tiro a la cama y se autopicó -explicó el ninken. Todos se echaron a reír.
-No. No creo. Quizás algo más emocional. Como que Pakkun no se separó de él durante meses tras el fallecimiento de papá -dijo Akino recordando a Sakumo.
-Seguro que los hay más felices. Como que te salváramos de todas esas mujeres que nos presentaste y a las que Pakkun miraba mal y gruñía para que se fueran porque no eran trigo limpio -añadió Gurúko
-Si lo dices así parece que llevaba mujeres de mala reputación a conoceros -se quejó Kakashi- Y Pakkun gruñía al 99% de mujeres que conoció. Y no hablo de mujeres por las que tuviera un interés romántico -aclaró mirando a Yumiko que le mira interrogante.
-A mi nunca me gruñó -comentó Sakura-. Aunque es cierto que me pateaba fuera de la cama -añadió en un susurro.
-Pues yo creo que el mejor recuerdo fue cuando Kakashi por fin firmó el pergamino de invocación y Pakkun y él se abrazaron y lloraron felices pensando que ahora podrían llamarse el uno al otro siempre que se necesitaran -comentó Buru cerrando la ronda de recuerdos.
Kakashi miró pensativo la pira funeraria que habían creado para despedir el cuerpo de Pakkun.
-Lo siento papá -dijo Sakumo-. Lo siento. Fue mi culpa.
Kakashi le miró a los ojos sin entender.
-Ha sido mi culpa. Yo debí protegerle.
-No -dijo con suavidad-. Pakkun no necesitaba tu protección. Pakkun ha sido mi guardián desde que era pequeño. Luego lo ha sido tuyo y de tu hermana. Estoy seguro de que no habría cambiado nada. Si dices que te salvó la vida… Estoy seguro de que volvería a hacerlo. Como habría hecho yo por cualquiera de vosotros.
-Pero…
-Sin peros. Pakkun también salvo mi vida en numerosas ocasiones. Y no solo en medio de una misión. Él… Ellos me han salvado de mi mismo -aseguró mirando a los demás ninken-, y ahora, salvándote a ti, ha vuelto a salvarme. Ha salvado mi corazón y mi alma. Porque gracias a él sigues aquí. Solo espero que el entendiera lo importante que era para mí.
Los ninken rodearon a Kakashi.
-Claro que lo sabía. Kakashi, somos familia -dijo Buru lamiendo su mano.
-Yo también quiero decir algunas palabras -indicó Sakura-. Durante un tiempo odié que compartiéramos champú -los chicos y los ninken rieron-. Que un perro oliera como yo… -añadió riendo-. sin embargo, cuanto más le conocía más me gustaba tener algo en común con el. Lo más probable es que si no fuera por él yo ahora no estuviera aquí contigo y nuestros maravillosos hijos ni siquiera existirían. Le debo todo a ese pequeño impertinente que me empujó a tus brazos. No puedo expresar lo mucho que le quería. Pero estoy segura de que lo sabía -Kakashi besó a Sakura y se abrazó con más fuerza a ella.
-Por Pakkun -dijo Guruko mirando hacia la pira.
-Por Pakkun -aullaron los demás ninken dirigiendo su mirada también a la pira.
-Por Pakkun -susurró Sakumo, imitando a los canes.
-Por Pakkun -repitió Yumiko poniéndose al lado de su hermano.
Sakura y Kakashi se miraron e hicieron lo mismo.
-Por Pakkun -dijeron al unísono.
-Por Pakkun -sonaron numerosas voces detrás de ellos.
Kakashi se giró y pudo ver a un montón de ninjas y civiles de Konoha. Incluso algunos de aldeas vecinas.
-¿Que… -dejó la pregunta a medias.
-Lo siento. Quizás queríais una ceremonia íntima, pero cuando la gente se enteró… -explicó Naruto.
-Pakkun siempre jugaba con nuestro chaval para que no se aburriera mientras nosotros trabajábamos -aseguró la dueña de una tienda de frutas de la calle principal que abrazaba a su marido y su hijo-. Yo le daba algo de fruta a cambio.
-Pakkun salvo a mi hijo de caer al río cuando tenía dos años. Nosotros no nos habíamos enterado de que había ido hacia la orilla -dijo un ninja de Suna.
-Pakkun era el mejor jugando al pilla-pilla -balbuceo un niño.
-Pakkun nos salvó a mi compañero y a mí de una trampa en nuestra primera misión -dijo Iruka.
-Pakkun me convenció que la vida merecía ser vivida a pesar de todo lo malo que hay en ella -dijo un ANBU.
-Pakkun era… -Teuchi dejó la frase a medias-. Era Pakkun. Todos en la aldea le conocíamos y le queríamos.
Kakashi no sabía que decir.
-Gracias a todos por venir -agradeció Sakura.
-Muchas Gracias -añadió Sakumo.
Las lagrimas caían hasta la máscara, pero Kakashi siguió sin decir nada.
-Mi padre agradece que todos hayáis venido a este acto. Aunque ahora mismo no tiene palabras para decirlo. ¿Verdad papá? -comentó Yumiko abrazándole y sonriendo.
-Por Pakkun -gritaron todos cuando Kakashi encendió la pira.
-Por Roy -repitieron cuando el fuego empezó a consumir las ramas que conformaban la cama donde el pequeño cuerpo del perro ahora podría descansar.
:
:
A mi alquimista de fuego, Roy [2006-2021]
