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Moreno (1/2)
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Torre Hokage. Despacho de Kakashi
Mediados de febrero.
Podía verla desde su despacho. La torre Hokage era el lugar más alto de la ciudad, y eso le gustaba. Le gustaba ver Konoha desde las alturas. A decir verdad, cuando era pequeño se subía a la Roca Hokage como hacía Naruto. Aunque nunca lo hizo para pintar sobre los rostros. Solo buscaba disfrutar de las vistas. Así que una de las cosas buenas que tenía el cargo era el poder ver todo desde ese gran ventanal. Le gustaba. Lo disfrutaba cada día. Seguramente pasaba más tiempo mirando por esa ventana, o tumbado sobre el tejado del edificio, que leyendo los Icha Icha. Aunque la gente pensaba que subía ahí para estar solo y leer sus libros, la realidad era que subía allí arriba para disfrutar de las vistas. Pero hoy precisamente no disfrutaba de ellas.
¿Quién era ese? ¿Por qué se reía y le tocaba de esa manera? ¿Por qué ella reía y no marcaba distancias con él? ¿Era siquiera de Konoha?
Intentó no darle más importancia y volvió al trabajo.
Barrio norte. Apartamento de Sakura
Algunos días después, por la noche.
Kakashi llama a la puerta y espera pacientemente apoyado en la barandilla.
Cuando Sakura abre, él puede ver que tiene los ojos rojos como si hubiera estado llorando.
-¿Estás bien? -pregunta preocupado.
-¿Eh?
-Tus ojos…
-No es nada -asegura pasándose el antebrazo por la cara para quitar la humedad de sus lágrimas-. ¿Qué querías?
-¿Vuelvo en otro momento?
-No. No. Yo… No te preocupes -responde un poco confundida -. Estaba viendo una película, eso es todo.
-¿Llorabas por una película?
-Sí.
-¿Qué película?
-¿Querías algo o te cierro la puerta en las narices? -pregunta con tono serio pero un poco confuso.
-Está bien. Está bien -responde riendo-. ¿Has bebido? -pregunta dándose cuenta del rubor en las mejillas de Sakura y relacionándolo con cómo se apoya sobre la puerta como si fuera a caerse de no hacerlo.
-No.
Kakashi levantando una ceja a modo de interrogación ante esa respuesta.
-Quizás. Un poco. Puede que algo más que un poco…
Todavía esa mirada por parte de Kakashi.
-Sí. He bebido, ¿qué más te da? -pregunta como una niña que confiesa una travesura-. ¿Por qué estás aquí?, ¿qué quieres?
-Dímelo tú. Me han dicho que me buscabas.
-¿Yo?
-Eso ha dicho mi secretaría.
-No es verdad.
Kakashi la mira confuso. Ella le devuelve la mirada de confusión.
-Te juro que me ha dicho que me buscabas -afirma encogiéndose de hombros.
-Será otra Sakura.
Kakashi responde abriendo los ojos ampliamente. Ella no dice nada.
-No conozco a ninguna otra Sakura -asegura riendo.
-Fue a medio día -termina reconociendo con un suspiro cansado.
-¿Y qué querías? -pregunta como si nada.
-Ya nada.
Ambos guardan silencio.
-¿Qué peli ves? -pregunta con curiosidad.
-Una.
-¿No me lo puedes decir?
-Una película de amor.
-¿Lloras por una película de amor? -pregunta sorprendido.
-Sí, ¿pasa algo? Es muy bonita -se queja mirándole mal.
-Está bien. Te dejo seguir llorando por tu película.
-Ya ha terminado.
-Entonces te recomiendo que empieces con una que no te haga llorar. Algún drama donde la gente no se enamore, solo muera.
-Muy gracioso Kakashi. Ahora vete y vuelve con la pelirroja -dice cerrando la puerta en sus narices.
-¿Pelirroja? -susurra preguntándose a si mismo.
Calle principal. Barrio central
Finales de febrero.
-¿Necesita que vaya con usted? -pregunta Yamato.
Kakashi no responde. Miraba a lo lejos y parecía haberse perdido completamente en sus pensamientos.
-¿Sempai? -le llama Yamato.
Pero sigue sin responder.
-¿Kakashi sempai? -insiste subiendo la voz.
Todavía nada.
Caminaban uno al lado del otro con las manos en los bolsillos en una conversación completamente normal y de pronto Kakashi se había ido a un lugar completamente diferente.
-Tierra llamando al señor Hokage -intenta por última vez, esta vez dándole un suave empujón en el hombro.
Kakashi reacciona y le mira molesto.
-Quite esa cara. Estaba hablando con usted y de pronto su mente estaba a kilometros de aquí -le regaña el shinobi.
-Perdona -se disculpa con sinceridad.
-¿En qué pensaba?
Kakashi vuelve a mirar al final de la calle.
¿En qué pensaba? Esa era una buena pregunta. ¿En qué cojones estaba pensando últimamente? Bueno, claro que lo sabía. Pensaba en todo el tiempo que pasaban juntos. El trabajo compartido. Los entrenamientos. Las misiones. Las reuniones. Los encuentros casuales. Los no tan casuales.
Pensaba en que cada vez que compartía un rato con ella el resto del día se convertía en algo menos pesado de llevar.
Pensaba que su relación se había convertido en algo especial.
Ella era la única con la que sentía que podía ser él mismo. La única que había derribado los muros que desde pequeño había construido. No es que no tuviera otros amigos. Ni que no sintiera que no podía confiar en nadie más. Confiaba en otros. Por supuesto. Era el Hokage. Sería raro si no fuera así. Pero ella… Con ella era especial.
Con ella no sentía la necesidad de huir a los quince minutos porque estaba agotando su capacidad de socializar. Con ella el tiempo no pasaba. O pasaba demasiado rápido. Con ella… Con ella… Ella lo hacía diferente.
Y ahí estaba de nuevo, con ese chico que claramente estaba intentando ligar con ella. Y cuya atención no parecía molestarla. Y él ni siquiera sabía decir de dónde era. No podía ser de Konoha. ¿De dónde había salido?
-Tenzö, ¿quién es ese? -pregunta disimulando su cabreo y el verdadero interés.
-¿Quién?
-Ese -repite señalando con la cabeza en dirección a Sakura y el muchacho.
-No lo sé.
-¿Es de la aldea?
-Ni idea. ¿Quiere que lo averigüe?
-No es necesario.
Kakashi vuelve a guardar silencio y Yamato no intenta recuperar la conversación anterior. Ya lo había perdido. Lo sabía. Así que le deja con sus pensamientos y camina a su lado en silencio.
Cuando pasan junto a Sakura y el muchacho, Kakashi pudo escucharle decir que "era un gran sitio no muy lejos de aquí" y que prometía invitarla a lo que quisiera. No sabía porqué, pero el pelo de la nuca se le erizó. Y cuando ella río aceptando con una afirmación de cabeza, Kakashi apretó los puños dentro de sus bolsillos.
Hospital médico. Sala de atención primaria. Konoha
Mediados de marzo (más de medio mes después), por la mañana.
Sakura está vendando el costado de Kakashi que está sentado sobre una camilla con cara de pocos amigos.
-¿Cómo te lo hiciste?
-Solo me despiste -responde Kakashi con un gruñido al notar la presión de las manos de Sakura al fijar la venda.
-No sabía que hubieras salido de misión.
-Últimamente estás desaparecida -suena un poco como una acusación, aunque no era su intención. O tal vez sí. Ni siquiera él lo sabía.
Por respuesta, Sakura se pone colorada sin saber qué responder.
-Perdona -se disculpa Kakashi al notar el silencio incómodo-. Sólo me refería a que no te he visto últimamente, por eso no te conté que salía de viaje.
-Si no se infecta estarás bien en un par de días -comenta dejando a un lado el tema y buscando algo en uno de los armarios-. Toma una de estas cada 8 horas. Si se infecta ven a verme. No me obligues a buscarte.
-Claro -responde cogiendo el bote y poniéndose en pie de un salto.
En ese momento una enfermera se asoma a la puerta.
-Sakura, Tetsuo ha venido buscándote. Le he dicho que espere en tu despacho.
-Arigato -agradece Sakura sonriendo antes de que la enfermera se marche.
Kakashi mira en dirección a la puerta, ahora vacía, antes de volver a mirar a Sakura.
-Gracias por esto -dice señalando su costado.
-No es nada -responde sonriéndole.
Ambos se miran en silencio por un momento.
-Tengo que irme.
-Kakashi… ¿está todo bien? -pregunta antes de que él se vaya.
-Sí. Claro. Todo bien. ¿Qué podría ir mal? -responde apático cruzando la puerta con un gesto de cabeza a modo de despedida.
Barrio central. Puesto de ramen Ichiraku. Konoha
Finales de abril, medio día.
-¿A qué te dedicas? -pregunta con curiosidad.
-Médico voluntario.
-¿Médico voluntario? -repite sorprendido.
-Voy por aldeas con pocos recursos ayudando—
-Sé lo que es un médico voluntario -le corta.
-Claro, señor. Perdón. Quería decir… -el chico balbucea nervioso-. Es un placer conocerle, Hokage-sama.
-Nadie me llama así. Solo-
-Solo Kakashi -completa Sakura uniéndose a la conversación-. ¿Qué haces por aquí? ¿Te has escapado del trabajo? -pregunta con humor.
-Podría decirse -responde con seriedad.
-Veo que ya os conocéis.
-Bueno, dado que nadie me lo presentaba y llevo uno tiempo viéndole por aquí… -comenta Kakashi.
-Lo siento. Debí ir a presentarme al llegar a la aldea.
-Eso no es necesario. Solo bromea -comenta Sakura.
-Sí. Solo bromeaba -asegura Kakashi mirándole fijamente y poniéndole nervioso.
Teuchi sale de detrás de la barra y se acerca a ellos.
-Pareja, vuestro pedido -dice ofreciendo una bolsa a Sakura.
-Gracias Teuchi -agradece esta.
-Espero que te guste -comenta el cocinero sonriente mirando a Tetsuo-. Hokage, ¿usted también viene a comer?
-No. Solo pasaba por aquí -comenta mirando detenidamente la bolsa que sujeta Sakura.
-¿Ha comido algo hoy? -se preocupa Teuchi-. Le invito a un ramen.
-No te preocupes -agradece Kakashi poniendo una mano sobre su hombro-. No tengo hambre. Otro día.
-Le tomo la palabra -responde antes de volver tras la barra.
-Será mejor que os vayáis a comer antes de que se enfríe -comenta Kakashi mirando la bolsa con comida-. Yo también me voy -añade echando a andar en dirección a su despacho.
-Nos vemos, Kakashi -se despide Sakura.
-Un placer, señor -se despide Tetsuo subiendo la voz para hacerse oír.
Kakashi no se da la vuelta, levanta la mano y la agita como despedida.
Bosques de Konoha. Campo de entrenamiento 3. A las afueras de la ciudad
Mediados de mayo, de madrugada.
-¡Shannaro! -grita asestando un puñetazo a uno de los sacos de tierra. El saco sale volando más de diez metros-. Gilipollas. Estúpido. Imbécil -grita de nuevo pateando otro de los sacos.
-¿Les pones nombres antes de convertirlo en algo personal? -pregunta Kakashi entrando al campo de entrenamiento.
-¿Qué haces aquí? -pregunta a su vez, golpeando a otro saco en un grito de cabreo.
Kakashi levanta las manos en señal de paz y se acerca a ella.
-¿Todo bien?
-Claro. ¿Es que no lo parece? -pregunta con ironía cuando pasa a su lado.
Kakashi niega con la cabeza y se sienta junto a uno de los sacos que había sido golpeado y del que ahora caía un fino chorro de arena debido a uno de los golpes recibidos.
Sakura se detiene y se gira para mirarle con atención. Aunque la noche cerrada no se lo permitía.
-¿Puedo preguntar qué sucede?
-¿Qué haces aquí, Kakashi? -pregunta volviendo a mirar hacia el saco que había salido volando.
-Alguien me recomendó que pasara por aquí.
-¿Quién?
-¿Alguien que quería dormir? -comenta intentando poner algo de humor al momento.
-No te preocupes. Sólo estoy entrenando.
-¿Quieres probar con un blanco móvil?
Sakura se gira de nuevo para ver si lo decía en serio, pero con la poca luz que había era incapaz de ver señales en su rostro que le dieran alguna pista.
-Márchate Kakashi. Vete a dormir.
-Estás siendo muy borde con tu viejo sensei.
Ahora le mira con más atención. Deja escapar un suspiro y se acerca para sentarse a su lado.
-¿Qué sucede, Sakura?
La preocupación en su voz le encogió el estomago.
-Kakashi, ¿alguna vez has tenido que a elegir entre dos cosas que realmente son importantes para ti? -pregunta mirando a lo lejos.
Él la mira para intentar ver su expresión, intentar entender cómo de importantes eran esas dos cosas entre las que tenía que elegir. Pero ella se gira evitando su mirada.
-Supongo que es algo que nos pasa a todos en algún momento de nuestras vidas.
Ella deja escapar un suspiro cansado.
-Sakura, ¿qué sucede?
-Tetsuo…
Solo su nombre le pone la piel de gallina. Si ese chico le había hecho algo no tendría lugar donde esconderse. Traga con dificultad esperando que ella dijera algo más. Pero no sucede.
-¿Qué pasa con él?
-A Tetsuo le han ofrecido trabajo en Shijima No Kuni. Estará fuera cuatro años. Me ha pedido que le acompañe.
El corazón empieza a bombear fuerte en su pecho. Eso era lejos. Y era mucho tiempo. No podía perderla. No podía dejarla ir tan lejos tanto tiempo. No podía perderla de esa forma.
-¿Y… vas a ir? -el miedo se nota en su voz, aunque era probable que ella no lo notara porque tenía sus propias preocupaciones.
Cruza los dedos mentalmente esperando un claro y rotundo no.
-No lo sé.
Puede notar como el peso del mundo cae sobre él. Sube una de sus manos hasta casi tocar la cara de Sakura. Quería tomarla por la barbilla y obligarla a mirarle. Quería pedirle que no se fuera. Quería decirle que había muchos Tetsuos en el mundo. Pero que ella era única y la necesitaban en la aldea. Que si ella se iba él… él…
-¿Y cuáles son los contras por los que estos sacos han experimentado tu ira? -preguntó sin tener en cuenta todo lo que quería decirla.
-¿Los contras? -se gira con una mueca de confusión. Pero al menos ya le mira.
-Ya sabes, una lista de pros y contras.
Ahora que podía verla de cerca podía notar que había estado llorando.
-Konoha. Mi trabajo en el hospital. Mis amigos. Mi familia…
Kakashi afirma en silencio.
-¿Y pros?
Sakura guarda silencio por un momento. Como intentando encontrar mil razones para compensar todo lo que pesaba dentro de su pecho.
-Realmente me gustaría que funcionase.
Ahora es Kakashi quien la mira confundido.
-Con Tetsuo. Quería que funcionara -explica-. Una relación normal. Sin complicaciones. Ya sabes.
Kakashi niega en silencio.
-Lo cierto es que no lo sé -confiesa en un susurro demasiado bajo para que ella realmente pudiera escucharlo.
-¿Cómo dices?
-¿Y no está funcionando? -cambia su respuesta.
-Supongo que sí. No sé.
-No quiero sonar insensible, pero si no tienes claro si está funcionando, esa no es una clara señal de que no deberías irte.
-¿Es tan sencillo? -pregunta con verdadero interés-. Lo he pensado. Pero no sé si las relaciones son tan sencillas.
-No lo son -completa Kakashi con rapidez.
-¿Y cómo saber entonces cuándo se está tomado la decisión correcta?
Kakashi deja escapar un largo suspiro.
-Supongo que nunca se sabe cuándo estás haciendo lo correcto o no. Uno puede lanzarse al vació y ver qué pasa, o no hacerlo esperando no cometer el error de su vida. En cualquier caso, creo que no hacerlo solo lleva a vivir con arrepentimiento.
-Entonces, cuando tú tuviste que decidir…
Kakashi niega en silencio.
-Yo todavía me arrepiento.
Sakura le mira fijamente intentando adivinar de qué puede arrepentirse él. Luego recuesta su cabeza sobre el hombro de Kakashi y ambos quedan en silencio por un rato. Cuando nota que la respiración de ella se ralentiza lleva una de sus manos al rostro de Sakura para avisarla con una caricia.
-Deberíamos volver. Es tarde y te estás quedando dormida.
Ella afirma en silencio.
Hospital médico. Despacho de Sakura. Konoha
Principios de junio, medio día.
-Está bien -acepta Kakashi estirándose para coger los papeles-. ¿Quedan muchos?
-No. Esos son los últimos.
Kakashi los firma y se los entrega de vuelta.
-¿Puedo ayudarte con algo más? -pregunta desde la silla.
-En verdad sí -responde rodeando el escritorio para coger un bote de medicamentos-. Hazme un favor. Dale esto a tu secretaría -pide ofreciéndole un frasco de pastillas.
Kakashi coge el bote y lo guarda en uno de los bolsillos de su pantalón.
Cuando pasa a su lado de regreso a su silla unos papeles vuelan de la mesa. Kakashi atrapa algunos en el aire, pero otros planean hasta acabar bajo el escritorio.
Ambos se agachan para recogerlos, pero Sakura es más rápida y estira su brazo por debajo de la mesa para rescatar los papeles. Cuando lo alcanza sale de debajo, se sienta sobre sus talones y se gira hacia Kakashi para que le de el resto.
Un mechón de su pelo cae por delante tapando su rostro y él lo retira colocándolo detrás de su oreja. En ese momento abren la puerta.
-Sakura, vamos a— el chico se corta al ver a Sakura de rodillas en el suelo detrás de Kakashi, que está de espaldas a la puerta-. Perdona, no sabía que estabas con tu novio -comenta avergonzado.
Sakura reacciona poniéndose en pie y dejando ver que se trata de Kakashi.
-Perdón. Señor, no sabía que era usted -se excusa el chico poniéndose colorado-. Pensé que-
-¿Qué necesitas? -pregunta ella sin darle importancia.
-Son las dos pasadas, te estaba esperando.
-¿Ya es esa hora? -se gira hacía la pared donde un reloj marca la hora-. Mierda. Kakashi, perdona, ¿te importa si lo dejamos para otro momento?
El aludido, que ha guardado silencio todo el rato, niega con la cabeza.
-Gracias por venir. La próxima prometo que seré yo quien vaya -asegura saliendo detrás del muchacho y dejándole solo.
Era obvio que nadie podría pensar que ellos dos tuvieran una relación a pesar de su proximidad. La confusión sólo se debía a que él chico había pensado que era cualquier otro shinobi.
Barrio Uchiha. Cafetería. Konoha
Mediados de julio, media tarde.
-Un frappuccino con nata, por favor -pide Sakura sonriente.
-Son 20 Ryōs.
-Yo lo pago -se ofrece Kakashi detrás de ella.
-No diré que no. Seguro que cobras mucho más que yo -ríe echándose a un lado para dejarle pedir su café.
-Lo de siempre -pide poniendo unas cuantas monedas sobre el mostrador. Luego se giró hacía Sakura-. La directora del hospital tiene un buen sueldo. Créeme que lo sé, yo firmó su nómina.
-Entonces yo invito al siguiente. Buenos días, Kakashi -saluda sonriente.
-No puede ser. ¿Vas a romper la racha? -pregunta sin responder a su saludo.
-¿Qué racha? -pregunta sin entenderle.
-La racha por la cual Kakashi Hatake siempre os invita a todos de un modo u otro.
Sakura ríe ante ese comentario.
-No seas falso. Yamato siempre me dice que te libras de pagar las rondas de cerveza por la noche.
-Eso es porque llego a la noche sin dinero después de invitar a Naruto a ramen, a Sai a tarta de chocolate, y a ti a cafés o dangos.
-Por qué será que no me lo creo.
Kakashi se encoje de hombros tomando los dos cafés que la camarera le ofrece y agradeciéndole con un movimiento de cabeza.
-¿No sabes pedir un café normal? -pregunta viendo la bola de nata flotando sobre el café.
-Está muy rico. ¿Quieres probarlo? -le ofrece el vaso.
-No. Quiero mantener la línea -bromea abriendo un par de azucarillos sobre su propio café.
Sakura levanta las cejas, perpleja.
-Kakashi, con tanto azúcar morirás joven.
-Yo ya no soy joven. Y tú no eres quien para hablar -comenta hundiendo el palito de remover el azúcar en la bola de nata del café de ella para robarle un poco.
-¡Eh! Pensé que no querías.
-Solo lo hago por molestarte -asegura removiendo su café con el palito con nata.
Barrio residencial. Apartamento de Kakashi. Konoha
Finales de julio, media noche.
Kakashi ve una película desde la comodidad de su sofá con una cerveza en su mano y Pakkun acurrucado a su lado cuando suena el timbre de entrada.
-Ve a abrir -pide Kakashi a Pakkun.
-¿Bromeas? -pregunta el ninken levantando la cabeza.- Ve tú.
-Es tarde. Quien quiera que sea se irá.
-Es ella -asegura Pakkun sin mirarle.
Kakashi mira a la puerta preguntándose si realmente era ella o el ninken jugaba con él. Así que intenta encontrar la señal de chakra que le indique quién se encuentra tras su puerta. Pero está cansado y no es capaz de detectar nada.
Con un gruñido deja la cerveza sobre la mesilla junto al sofá y se dirige hacia la puerta.
-¿Quién es? -pregunta de mala gana.
-Kami, menos mal que estás aquí -oye su voz al otro lado de la puerta-. ¿Puedes abrirme?
Sin responder abre la puerta y se queda parado bloqueando la entrada con el brazo sobre el marco de la puerta.
-Buenas -saluda Sakura sonriente.
-¿Sucede algo?
-Necesito que firmes una cosa.
Kakashi se gira para ver el reloj.
-Son casi las diez. ¿Tiene que ser ahora?
Sakura afirma y se agacha para pasar por debajo del brazo de él.
-Solo será un momento. Necesito tu firma para mañana a primera hora. Y quién sabe dónde te encontraré mañana -mientras habla pisa el talón de uno de sus zapatos con la punta del pie contrario para quitárselo y repite la acción con el otro pie.
-A primera hora podrás encontrarme aquí -asegura con sencillez cerrando la puerta antes de indicarla con un gesto de la cabeza que avance al salón.
-O perdido por el sendero de la vida -ríe ella sacando unos papeles de su mochila- Buenas noches, Pakkun.
-Buenas noches, Sakura -responde el ninken.
Kakashi coge los papeles antes de que ella se los ofrezca y se acerca a la mesa para coger un boli y firmarlos sin leer.
Sakura se gira al escuchar la tele.
-Amo esta película -asegura sentándose en el sofá junto a Pakkun.
Kakashi se gira a su vez para mirar la tele como si necesitará confirmar qué película era y no hubiera sido él quien había decidido dejar ese canal para verla.
-Aquí lo tienes -dice ofreciéndole los papeles de regreso.
-Está bien, déjalos ahí -pide sin quitar la vista de la pantalla.
Kakashi la mira en silencio y levanta las cejas sorprendido cuando Sakura sube los pies al sofá cruzándose de piernas y coge la cerveza de encima de la mesita.
-Claro. Sírvete -dice con sarcasmo.
-Tienes más, ¿verdad? -pregunta sonriendo.
-La verdad es que no -responde sentándose a su lado y robándole la cerveza para dar otro trago rápido antes de devolvérsela. Con la correspondiente bajada y subida súper rápida de máscara incluida.
Una hora después la peli está terminando. Sakura está acurrucada contra Kakashi con su cabeza contra el hueco entre su cuello y el hombro y las piernas recogidas, ligeramente inclinada sobre él. Él había pasado el brazo por detrás de ella rodeando sus hombros y dejando que su mano descansara sobre su cadera. Pakkún duerme al otro lado de Sakura, pegado a ella.
Cuando los títulos de crédito empiezan ella se despereza y deja escapar un bostezo.
-Será mejor que me vaya. Se ha hecho tarde y mañana tengo una reunión a primera hora -explica volviendo a acomodarse sobre él sin mostrar intención ninguna de moverse.
-Creo que así no funciona -comenta él con la voz ronca.
-Sólo un par de minutos más.
-¿Has visto siquiera el final de la película o te has dormido? -pregunta con seriedad.
-No sabría decirte -reconoce con una risilla-. Pero no importa. Ya la había visto -asegura pasando sus manos alrededor de la cintura de Kakashi para acomodarse más.
Kakashi contiene la respiración por unos segundos antes de relajarse y dejar caer su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.
A los pocos minutos Sakura se ha quedado dormida.
-Kakashi -susurra el ninken al otro lado de Sakura para no despertarla-. ¿Qué piensas hacer?
Kakashi gruñe por respuesta sin abrir los ojos.
-¿Y bien? -insiste el ninken.
-Dejarla dormir, supongo.
-¿Y mañana?
Kakashi abre los ojos para mirar a Pakkun de reojo.
-¿Qué quieres que haga? -le pregunta como si el ninken tuviera las respuestas.
Pakkun le mira preocupado antes de bajarse del sofá y volver a subir al otro lado para tumbarse con la cabeza apoyada sobre el muslo de Kakashi.
Aldea civil. Habitación de motel. Al norte de Tsuchi no Kuni
Mediados de agosto, por la mañana.
Kakashi termina de preparar su mochila y sale de la habitación con evidentes signos de cansancio. Allí están Sai y Yamato esperándole.
-¿Y Sakura? -pregunta mirando a su alrededor.
Yamato se encoje de hombros.
-Aún está en su habitación.
Kakashi mira la puerta de un cuarto unas cuantas puertas a su derecha.
-Id saliendo. Ahora os alcanzamos -ordena caminando hacía la habitación de ella.
-¿Seguro?
-Sí. No quiero que lleguemos tarde. Ya sabéis de qué va todo esto. Vosotros estáis más frescos, llegaréis antes si no nos esperáis.
-Claro -Sai y Yamato recogen sus mochilas del suelo y salen corriendo.
Kakashi golpea la puerta con los nudillos.
-Está abierto -se oye una voz somnolienta al otro lado.
Empuja la puerta y entra a la habitación. El cuarto no era muy grande. Aunque tenía una cama doble ésta se encontraba pegada a la pared por uno de sus lados. Como si fuera una cama individual y no se necesitara acceso desde ambos lados. Sakura se encontraba bajo las sábanas.
-¿Te encuentras mal? -pregunta con preocupación.
-¿Si digo que no me regañarás?
Kakashi sonríe bajo la máscara y deja caer su mochila.
-¿Entonces?
-Solo estoy cansada.
-Yo también estoy cansado -asegura él acercándose hasta la cama y sentándose en el borde-. Cuanto antes terminemos antes volveremos a casa.
-Yo no formo parte de la misión. Solo vine para comprar algunas cosas que necesita el hospital. ¿Podría esperaros aquí? -pregunta sin querer sonar demasiado egoísta.
Kakashi se gira hacia ella y la mira con los ojos entornados.
-¿Seguro que estás bien?
-Sí. Bueno, creo que me estoy resfriando.
Lleva una mano sobre la frente de ella para tomarle la temperatura.
-No tienes fiebre.
-Ya te lo he dicho. Estoy bien-. Kakashi se tumba a su lado en la cama empujándola con su cuerpo para hacerse hueco y mandándola contra la pared-. ¿Qué haces? -pregunta Sakura riendo.
-Yo también estoy cansado. Tengo sueño -asegura con seriedad.
-Kakashi, tienes una misión.
-He mandado a Sai y Tenzo -explica acurrucándose en la cama-. Ellos han venido a relevar a Naruto y Choji.
-¿Y tú relevo?
-El Hokage no tiene relevo -asegura cubriéndose con la sábana.
-Qué pena me das.
-Debería. Soy tu viejo sensei -asegura acomodando la almohada bajo su cabeza.
-¡Kakashi! -ríe ella quitándole la sábana de encima-. ¿Vas a abandonar a tus compañeros?
-Tú lo estás haciendo.
-Yo no formo parte de la misión -repite todavía riendo.
-Vamos, Sakura. Solo unos minutos. Tengo sueño -pide riendo y volviendo a cubrirse con la sábana.
-Ya lo pillo. Déjame salir -pide sentándose sobre la cama entre la pared y Kakashi.
-Puedes salir.
-Levántate. Iré con vosotros -insiste divertida.
-Estoy bien así. Gracias -asegura cogiéndola por los hombros y obligándola a tumbarse.
Ella forcejea, pero no puede contra la fuerza de él que la rodea con los brazos y se acurruca contra ella.
-¡Kakashi! -repite todavía riendo-. Tenemos que irnos.
-Sakura, no seas así. Dame un respiro -pide cerrando los ojos.
-¿En serio vas a dormirte?
-Yo ya no soy necesario en esta misión. Hice el contacto. Es todo lo que se espera del Hokage -responde con seriedad.
-Entonces hablas en serio -afirma dejando de forcejear.
-Solo unos minutos -repite él en un susurro.
El sonido de alguien golpeando la puerta les despierta. Kakashi descansa de espaldas en el colchón y ella está sobre su pecho.
-Shhht -indica él llevando un dedo sobre sus labios cubiertos con la máscara.
-¿Quién es? -susurra para no ser oída-. ¿Qué hora es? ¿Podrían ser ellos?
Kakashi niega en silencio.
-Señorita, ¿está usted dentro? -grita el dueño del motel al otro lado de la puerta.
Sakura se ríe por respuesta.
-Un momento. Ya voy -pide pasando por encima de Kakashi para salir de la cama-. Ya abro.
-¿Se encuentra bien? -pregunta el dueño entre preocupado y molesto-, debe abandonar la habitación. Es pasado medio día.
-Sí. Sí. Claro, perdone -asegura con la puerta entornada y bloqueándola con su propio cuerpo para que no pudiera abrirse más-. Me quedé dormida. Dejaré la habitación ahora mismo.
-¿Tiene a alguien ahí dentro? Sabe que no puede invitar a nadie a las habitaciones.
-No hay nadie. Estoy sola. Pero tengo la ropa tirada por ahí y… -se inventa poniendo cara de vergüenza.
-Está bien -responde intentando ver por la rendija abierta de la puerta-. No tarde, por favor.
-Claro. Un par de minutos.
El dueño afirma con la cabeza y se va refunfuñando. Sakura cierra la puerta y se gira hacia el interior.
-Uff. Qué mal humor -comenta riendo.
Kakashi se incorpora sobre el colchón apoyándose sobre el cabecero.
-¿Ha dicho que es medio día?
-Pasado medio día.
-Creo que me dormí de verdad.
-Y tanto que te dormiste de verdad. ¿Al menos has descansado? -pregunta acercándose a la cama para volver a tumbarse.
Esta vez no es necesario que nadie empuje a nadie, Kakashi se desliza hacia dentro dejándola hueco.
-Deberíamos irnos -dice Sakura girándose para apoyarse sobre su pecho de nuevo.
-Sí. Deberíamos.
-Ya. Deberíamos irnos ya.
-Sí -reconoce rodeándola con su brazo.
-¿No te parece que este colchón es jodidamente bueno para ser un motel cutre?
-Sí. Lo es -asegura él riendo.
Ambos guardan silencio por unos minutos.
-Será mejor que me vaya antes de que el tipo vuelva y tire la puerta abajo -dice Kakashi finalmente con un gruñido antes de quitarla de encima suya-. Déjame salir.
-Puedes salir -dice haciéndose eco de lo que él dijo horas antes.
Kakashi gruñe de nuevo y pasa por encima de ella sin intentar lo más mínimo dejar un espacio entre ambos.
-Pesas mucho -comenta ella riendo y empujándole.
-No peso tanto -responde él dejándose caer sobre ella-, mantengo el mismo peso desde los treinta. Estoy en forma.
-Tu cuerpo pesa una tonelada -comenta ella intentando quitárselo de encima sin dejar de reír.
-Oye no te pases, un poco de respeto con tu viejo sensei.
-Viejo mis cojones -dice dejando escapar un jadeo por el esfuerzo de intentar quitárselo de encima.
-Qué mal hablada eres, Sakura -asegura él arrastrándose fuera de la cama.
-No digo que estés gordo, pero eres gigante y fuerte. Podrías aplastar a cualquier mujer solo tumbándote encima de ella -comenta sentándose sobre el colchón.
-¿De qué diablos estás hablando? -pregunta inclinándose sobre ella para mirarla fijamente.
Sakura se pone colorada y le da un empujón para alejarle de su cama.
-Vete. Vete antes de que vuelva y me toque pagar un extra por acompañante.
Kakashi ríe ante ese comentario. Coge su mochila y va hasta la puerta para quitar el cerrojo.
-Te espero fuera. No tardes.
-Sólo un minuto.
-No te duermas -pide sonriendo bajo la máscara antes de abrir la puerta y salir a la calle.
Torre Hokage. Entrada principal. Konoha
Principios de septiembre, medio día.
Sakura entra a la torre a tiempo para ver saliendo a Kakashi.
-¿A dónde vas?, ¿no es ahora la reunión? -pregunta ella siguiéndole.
-Lo siento, no podré asistir.
-¿La has cancelado?
-No. La reunión sigue en pie. Pero tengo que irme. Por eso he pedido que te llamen.
-Eres el Hokage. ¿Acaso no es la reunión de Kages?
-Sí. Sí -afirma avanzando con ella siguiéndole por los pasillos.
-¿Kakashi? -pregunta sin entender nada.
El aludido se detiene en mitad del pasillo.
-Perdona Sakura, debo irme. ¿Puedes asistir tú por mi? Confió plenamente en ti -dice antes de empezar a caminar de nuevo.
-¿Por qué no se lo has pedido a Shikamaru? ¿No es el segundo al mando?
-Él tampoco está. Necesito que hagas esto por mí. Solo es una reunión de control. No hay nada importante que tratar.
-¿Y a dónde vas?
Kakashi se detiene girándose para mirarla y ella se choca contra él.
-Perdón. Es… importante. ¿Puedes hacer esto por mí?
-Claro -afirma esperando algo más de información.
-Te lo contaré más tarde, ¿de acuerdo?
-¿Está todo bien? -pregunta preocupada al verle tan nervioso.
-Eso espero.
Sakura se queda clavada en el sitio mientras Kakashi se aleja.
-Te lo explicaré esta noche -promete antes de desaparecer al girar en el siguiente pasillo.
Sakura deja escapar un suspiro y sube hasta la sala de reuniones donde ya están algunos de los Kages con los ayudantes y secretarios de turno. Antes de entrar ve un grupo de personas al otro lado del pasillo.
Es entonces cuando la ve. La pelirroja. Esa mujer… Esa mujer a la que odiaba sin conocer. Esa mujer que le ponía los pelos de punta.
Deja escapar un gruñido y entra a la sala.
-Buenos días. No sé si ya les han avisado, pero el Hokage ha tenido que salir de urgencia. Yo atenderé la reunión en su lugar -explica tomando asiento en la gran mesa de reuniones.
Barrio norte. Apartamento de Sakura. Konoha
Esa misma noche.
Kakashi golpea la puerta un par de veces y retrocede para apoyarse sobre la barandilla. Espera un par de minutos y repite el proceso.
-¿Sakura? -pregunta asomándose a la ventana.
Pero nadie responde.
Decide esperar un poco, y cuando empieza a quedarse dormido ahí de pie contra la barandilla opta irse a casa.
Había sido un día largo, y tenía pinta de que los próximos días serían igual.
Torre Hokage. Despacho de Kakashi. Konoha
Unos días después, medio día.
-¿Kakashi?
El aludido levanta la vista de los papeles que tenía delante.
-¿Necesitas algo? -pregunta mirándola con mal gesto.
-Perdona, ¿es un mal momento? -pregunta a su vez, sorprendida por su humor.
-No. Perdóname tú. Últimamente estoy un poco estresado. No he pasado por casa esta noche y estoy cansado de estar aquí encerrado -asegura levantándose para acercarse a ella.
Rodea el escritorio y señala los dos sillones.
-¿Qué te trae por aquí?
Sakura le mira sentarse en la butaca y recostarse como si fuera a echarse una siesta.
-¿Es por Daichi? -pregunta ella sentándose a su lado.
-¿Lo has oído? -pregunta sorprendido-. Fue toda una sorpresa que se entregara. Todavía estoy esperando que sea una de sus estratagemas.
-¿Crees que está planeando algo?
-¿Un asesino pasándose al lado de los buenos por alguna suerte de revelación celestial? -pregunta con ironía. Ella le mira con preocupación-. No te preocupes. Cuéntame, ¿qué te trae por aquí? -pide dejando caer su cabeza hacia atrás con los ojos cerrados.
Sakura mira a su alrededor sin saber cómo empezar la conversación.
-Oye, salgamos a dar una vuelta -pide poniéndose en pie de pronto.
-¿Qué? -pregunta abriendo los ojos de golpe.
-Necesitas salir de aquí. Vamos -pide estirando una mano en su dirección para ayudarle a levantarse.
-Está bien. Está bien -acepta levantándose-. Salgamos por la ventana. Akira me regañará si se entera de que he salido.
-¿Akira?
-Es esa nueva secretaria.
-¿Te refieres a esa encantadora mujer de ochenta años?
-Que no te oiga decir eso. Sólo tiene setenta y tres -le advierte abriendo la ventana.
-Será mejor que yo salga por la puerta. Así pensará que te he dejado solo y estás trabajando como debes. Te veo abajo -comenta riendo y saliendo por la puerta-. Además, a mí no me da miedo.
Kakashi sonríe y va detrás de ella.
-Espera. Yo tampoco la tengo miedo -asegura con tono gallito, pero demasiado cansado para no tener miedo.
Barrio este. Una calle cualquiera. Konoha
Tres horas después.
-¿Qué querías contarme? -pregunta robando un dango de la bolsa de Sakura mientras se baja la máscara en un rápido movimiento para metérselo en la boca entero a pesar del tamaño.
-¡Oye! Dijiste que no querías -se queja como una niña apunto del berrinche.
-Y no quería. Pero llevamos andando tanto tiempo que me ha entrado hambre.
-¿Quieres ir a comer? -pregunta nerviosa.
Kakashi se detiene en seco.
-Sakura. Podemos ir a comer si quieres. Pero porqué no me cuentas primero qué es lo que has venido a contarme -pide con seriedad.
Sakura le mira fijamente y afirma en silencio. Luego mira a su alrededor y señala un banco cercano.
-Sentémonos -pide dirigiéndose allí.
Kakashi la mira sin saber muy bien qué esperar. Pero la sigue y se sienta a su lado.
Ambos se giran un poco para mirarse de frente.
-Quería pedirte un año sabático.
-¿Un año sabático? -pregunta sorprendido.
-Sí. De mi cargo en el hospital. Bueno, de todo, en realidad. Como directora del hospital, como médica y como ninja.
-¿De qué estás hablando? -pregunta pasmado.
-Quiero irme un tiempo.
Era lo que había temido escuchar desde que hacía unos meses ella había decidido quedarse en Konoha.
-Tetsuo—
-No es por él -le corta.
-¿No te vas con él? -pregunta confundido.
-No. Yo… necesito cambiar de aires.
La mira fijamente por unos segundos.
-Sabes qué puedes contarme lo que sea. Si has decidido marcharte con él—
-Kakashi, no te miento. Solo necesito estar un tiempo lejos.
-¿Lejos de qué?
-¿Nunca has necesitado dejarlo todo y cambiar de aires?
Su mente regresa al día que ingreso al escuadrón ANBU. Después, a la noche en que la dejó en su casa tras aquella conversación en el campo de entrenamiento. Esa noche no durmió pensando en que ella se iría, y que quizás lo mejor era renunciar y marcharse él también.
-Supongo que sí.
-Si no lo hago ahora me arrepentiré.
-Arrepentirte… -susurra Kakashi mirándola fijamente.
Sakura le miró extrañada.
-No lo hagas, por favor -pide Kakashi todavía en un susurró.
-Sé que es un marrón para ti y el hospital. Tendrás que buscar a otra persona que cubra mi puesto. Pero necesito hacerlo.
-¿Tu puesto? No. No es… No te vayas, por favor -repite con calma.
Sakura le mira todavía más confundida.
Kakashi deja escapar un gruñido y se pone en pie. Empieza a caminar arriba y abajo con la atenta mirada de Sakura sobre él.
-¿Kakashi?
Se detiene y se gira para mirarla.
-¿Has superado a Tetsuo? -pregunta de pronto.
-¿Qué?
-Ese chico... Estuviste pensando en irte con él. Eso es algo importante. Debía significar mucho para ti.
-Ya te lo he dicho. No sé dónde anda o qué hace. Ni siquiera hablo con él. No estoy intentando cambiar mi decisión. Sé que quedarme fue lo correcto.
-¿Y de qué necesitas alejarte?
Sakura mira en otra dirección y guarda silencio.
-Si quieres irte claro que puedes hacerlo. No necesitas mi permiso -comenta en un tono algo más cabreado de lo que hubiera querido-. Soy el Hokage, no el dueño de nadie -añade con el mismo tono al ver que ella no dice nada.
-Lo sé -dice en un susurro.
Kakashi sigue mirándola, pero ella sigue mirando en otra dirección.
-Perdona. Estos días han sido difíciles -se disculpa pasándose las manos por el pelo-. De verdad que he dormido poco y… no tenía derecho a hablarte así. Firmaré tu carta de ausencia cuando quieras.
Sakura le mira con seriedad, pero no dice nada.
-¿Todavía quieres ir a comer? -pregunta él intentando una sonrisa bajo la máscara e ocultando el dolor en el pecho.
-Creo… Mejor otro día. Si no te importa -responde mirándole con los ojos vidriosos.
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NdA: Hola... desde agosto de 2022 no publico. Esta historia estaba en mi ordenador y terminada desde esa misma fecha. Pero no encontraba tiempo para releerla y ver si la dejaba así o cambiaba algo, y no, no me ha dado tiempo a leerlo, pero no quería dejar pasar 2023 sin una historia. Está dividida en dos partes, mañana publicaré la otra parte. Espero que os guste ;)
También tengo la tercera parte de Sakura no trabaja a domicilio ya escrita. La subiré este mes, prometido :D
Gracias a todas las que releéis una y otra vez este libro y seguís dejando comentarios
¡OS QUIERO!
