Profesor
En la sala sólo se podía percibir incomodidad combinada con un poco de nerviosismo, en especial para el joven de cabellera oscura: Butch. Se preguntó por décima ocasión el motivo de su presencia ahí, en casa de las PPG, pero la pregunta de cómo había llegado a esa situación lo abordó de inmediato. Miró de reojo a su alrededor, Blossom y Bubbles se habían quedado petrificadas en la entrada de la habitación luego de escuchar semejante ocurrencia pero Butter, ella había permanecido parada a un lado de su papá, parca.
- ¿Te das cuenta de lo serio que es el asunto? - el padre de las chicas lo miró directamente a los ojos, buscando algún indicio de que aquello no era más que una tontería adolescente -. Butch, algo de esa magnitud podría repercutir en el futuro de ambos, no estoy de acuerdo.
Bajó la vista a sus manos entrelazadas, evitando la mirada entre confundida y asombrada de Buttercup. Era obvia su reacción, después de todo había soltado las palabras tan sencillamente que el señor frente a él, no importándole que fuera el destructor más potencial de la ciudad, le sostuvo la mirada como si de un loco se tratara. Juntó todo el valor que pudo y elevó la mirada para sostener la propuesta con firmeza.
- Estoy completamente consciente de lo que he dicho - sostuvo y sonrió a Buttercup quien se sonrojó -. Me haré cargo de mis actos, responderé por la paternidad de los gemelos.
- Butch... - el Profesor suspiró cansado -. No creo que eso sea la...
- Papá... - interrumpió Buttercup al tiempo que tomaba asiento junto al RRB -, tranquilo.
Le sonrió de tal modo que intentó aplacar la angustia de su creador, luego dirigió el rostro hacia Butch y le tomó de las manos, conmovida.
- Gracias, Butch - unas cuantas lágrimas le traicionaron -. Agradezco todo lo que has hecho por mi hasta el momento, has sido un pilar durante las últimas semanas y es por eso que rechazaré la idea de casarnos.
- Buttercup...
- Escucha - lo interrumpió comprensiva -. Sé que quieres ayudar pero no voy a arrastrar a nadie conmigo, yo sola me haré cargo de mis asuntos...
- Déjame hacerme cargo de ellos - Buttercup entendió que quería fungir como el padre aunque ambos sabían la verdad detrás de todo -. Al menos dame esa oportunidad...
Cerró los ojos y negó ligeramente. No permitiría que él desperdiciara su vida por un error suyo, él no tenía nada que ver con los gemelos y aunque sabía que el verdadero padre se deslindaría de la responsabilidad -tal y como lo estaba pensando Butch y por eso el motivo de su propuesta-, algo le decía en su corazón que aceptar lo que él estaba pidiendo sería un abuso de su parte. Jamás se perdonaría arrastrar con ella a terceros, a partir de ahí, su camino era junto a sus dos pequeños, nadie más.
- Prometo que los cuidaré... - continuó él, le apretó las manos y ella captó el mensaje -. Sé de mi pasado delictivo pero al menos quiero hacer una cosa bien en mi vida.
Negó de nuevo...
- Butch...
- Profesor - ésta vez se dirigió al científico -, quisiera que me apoyara en ésta decisión.
El hombre se mantuvo sereno, sin entender bien la situación. De un momento a otro se había enterado que Butch era el padre de los bebés y no sabía exactamente cómo debía reaccionar a aquello, ¿tan mal padre había sido como para que una de sus hijas se envolviera con uno de los criminales más peligrosos de la ciudad? Aunque esa era la menor de sus preocupaciones porque lo intuía, pero jamás imaginó un embarazo de por medio y menos tan repentinamente.
- Por ahora no pensemos en eso, Butter tiene que descansar, la doctora lo recomendó.
La nombrada asintió al tiempo que intentaba pararse para subir a su habitación y Butch la ayudó de inmediato al notar que se le dificultaba, en realidad se había vuelto una costumbre, el tiempo que habían vivido juntos fue suficiente para formar una relación que aunque no era romántica, si era lo suficientemente fuerte como para llevarse bastante bien, olvidando el orgullo de lado.
- Permiso, señor.
Butch bajó la mirada y la acompañó hasta el segundo piso después de recibir un permiso silencioso de parte del científico. El Profesor los siguió con la mirada hasta perderlos de vista al entrar a la habitación de su hija. Luego de unos minutos de silencio -perdido en sus pensamientos-, dirigió una severa mirada a las dos restantes y ambas se sentaron frente a él, donde antes habían estado los futuros padres.
- ¿Alguien me puede explicar? - se sobó el puente de la nariz, preocupado -. No entiendo nada.
- Nosotras tampoco, Profesor - Blossom suspiró rendida -. Incluso a mi me tomó desprevenida.
Bubbles prefirió bajar la mirada y morderse el labio inferior, ligeramente nerviosa.
- Como sea, por ahora lo más importante es que su hermana está en casa y al menos está bien pero... - fijó la mirada en la puerta que minutos antes se había cerrado detrás de Butch - Me inquieta la relación de ellos.
- Usted lo ha dicho, por ahora lo más importante es que está bien y en casa, donde podremos cuidarla por lo que resta del embarazo - pausó preocupada -. No podemos darnos el lujo de alterarla.
- Bubbles, ¿qué sucede? - la nombrada saltó ligeramente sobre su lugar, se había mantenido en silencio durante todo el rato, llamando la atención del mayor -. ¿Te sientes bien?
- Profesor... - susurró sin dirigirle la mirada -. ¿Podemos hablar a solas?
Alzó ambas cejas, preocupado por la repentina petición de su pequeña hija.
- Claro, Bubbles.
- Bueno, entonces los dejo solos - Blossom se despidió de ambos con un beso en la mejilla y subió a su habitación, dispuesta a dormir un par de horas.
El hombre se levantó de su asiento para sentarse a un lado de Bubbles, ésta al notarlo, soltó un largo suspiro para darse el valor que le hacía falta para hacer lo siguiente:
- Papá - lo miró directamente a los ojos, decidida -. Hay alguien que quiere conocerte.
Él parpadeó un par de veces, confundido - ¿A mi?
Después de cerrar la puerta, simplemente se había dedicado a ayudar a la joven madre para recostarse. Después del momento acalorado, ambos se habían mantenido en un silencio que aunque no era del todo incómodo, sí era un poco asfixiante.
- Cargar con dos no es fácil, ¿eh? - intentó romper el hielo.
- ¿Por qué? - susurró.
- Creo que porque el peso es mayor, si con uno es difícil...
- No me refería a eso - interrumpió serena -. ¿Por qué hiciste eso?
Butch soltó un suspiro, agotado. Sonrió nervioso y se sentó sobre la cama, a un lado de ella. Al principio desvió la mirada al techo, pensativo. Ni él sabía por qué lo había hecho...
- Sólo sentí que era mi deber - luego de unos segundos de silencio, su rostro se tornó serio -. No quería dejarte sola en esto.
- No estoy sola - sonrió más tranquila -. Las tengo a ellas, al Profesor... - tomó la mano de él y entrelazaron sus dedos, cómplices -. Y ahora te tengo a ti.
- También a los idiotas de Brick y Boomer - soltó divertido -. La última vez escuché a Brick que ya quería cargarlo o cargarla, jamás ha tenido esa oportunidad - Buttercup rió -. Y Boomer... Bueno... - carraspeó incómodo -. Boomer ya tejió dos conjuntos de ropa para el bebé, uno para cada sexo.
- Se llevará una gran sorpresa al enterarse de que serán dos...
- Dos... - repitió él, ligeramente perdido -. Dos como tú.
Rió de nuevo, ésta vez un poco más nerviosa.
- Serán un lío.
- Te ayudaré a cuidarlos, no creo que sea tan difícil - volteó a verla con incertidumbre y ésta al regresarle el gesto de manera sospechosa, dudó -. ¿Verdad? - nada -. ¿Verdad?
Lo último lo había dicho por instinto, con un tono más preocupado y ella al notarlo rió muy fuerte.
- No sé, no tengo gran experiencia con niños.
- Pronto lo descubriremos - apretó su mano, juguetón.
- ¿Va en serio? - Butch la miró curioso -. Me refiero a lo de hacerte cargo.
Él le sonrió tierno pensando en lo bien que le acentuaba el embarazo, acercó sus labios a la frente de ella y depositó un suave beso respondiendo a su pregunta. Era complicado explicar lo que le había impulsado a hacerse cargo pero es que sólo quería hacerlo. Él sabía lo difícil que era crecer sin un padre y ella sabía lo que significaba la falta de una madre, eran el complemento necesario para esforzarse por ser buenos en su nueva tarea.
- ¿No te arrepentirás? - susurró cabizbaja.
- En lo absoluto - la obligó a mirarlo a los ojos -. Estaré contigo en todo momento, estaré ahí para ustedes tres, para cuidarlos.
Ella asintió e intentó apartar el rostro avergonzada al notar que Butch tenía toda la intención de besarla pero él simplemente no la dejó y la besó dulce, tierno, protector. Deshizo el gesto cariñosamente y de nuevo la besó en la frente, dándole la oportunidad de disimular el tenue sonrojo de sus pálidas mejillas, sin embargo unas pataditas la obligaron a bajar la mirada a su vientre.
- Se están moviendo - se llevó una mano al lado derecho del vientre y un gesto de dolor se dibujó en su rostro.
- ¿Estás bien? - se preocupó -. ¿Quieres que llame a tus hermanas?
- No, tonto - sonrió tierna, guió la mano de Butch que había entrelazado con la suya para que sintiera los movimientos de los bebés, tal y como la última vez -. Están inquietos...
- ¿Están felices porque tendrán papá? - susurró en un intento tierno de hablarle a los bebés mientras acariciaba la zona donde pateaban, y eso fue suficiente para bajar la barrera de dureza que ella había construido desde que nació -. Papá estará con ustedes, jamás los abandonaré... Lo prometo...
Buttercup abrió los ojos, asombrada. Él se había autoproclamado padre de ellos con tanta naturalidad que no dudó de sus buenas intenciones, es decir, nunca había visto esa faceta de él y era algo que agradecía teniendo en cuenta que no era cualquier persona el que la apoyaba, sino uno de los temibles RRB. Cuando empezaron con sus encuentros carnales, ni siquiera se dirigían palabra alguna, ni una mirada con algún sentimiento de por medio: sólo sexo. Sin embargo, en ese momento, parecían fluir miles de sentimientos que ambos habían reprimido a lo largo de los años.
- Butch...
- Uhm...
Lo observó durante unos segundos: sonriendo abiertamente, admirado de conectarse con los gemelos.
- ¿Nosotros cuatro contra el mundo?
Butch subió la mirada, sin entender de inmediato.
- Por supuesto - le guiñó el ojo como solía hacerlo, cómplices -. Los cuatro contra el mundo entero.
Se dejó apoyar sobre la puerta luego de cerrar detrás de sí, alzó la mirada hacia el techo y sonrió sin poder ocultar su entusiasmo. Estaba casi segura que las cosas se complicarían a partir de ese momento pero poco le importó, siempre que tuviera a su familia con ella. Ya no le importaría la opinión social, no se dejaría manipular de nuevo, sería feliz y dejaría que su familia fuese feliz, es especial Buttercup que ahora más que nunca necesitaba de su apoyo.
- Supongo que todo está bien en casa - no se asustó, desde la sala lo había escuchado entrar minutos antes -. ¿O acaso la sonrisa es por algo más?
- Sólo estoy feliz porque Buttercup está en casa - alzó los hombros relajada -, donde pertenece y donde cuidaremos de ella.
- Nosotros también la cuidamos bastante bien, hasta podría decir que seremos muy buenos tíos.
Pero no obtuvo una respuesta.
Brick la miró de reojo, recostado sobre la cama con los brazos detrás de la cabeza, muy cómodo. Ambos quedaron en silencio y ninguno tuvo la intención de romperlo, en especial Blossom que no quería tener peleas internas al menos por ese día. Se dirigió a su closet y sacó una muda de ropa para cambiarse, caminó directamente al cuarto de baño y se encerró dispuesta a darse un delicioso baño con agua fría, era lo que más le calmaba para deshacerse de vibras negativas.
Se despojó de la ropa y abrió el grifo, de inmediato sintió el agua contra su piel. Cerró los ojos disfrutando de ese momento tan íntimo y dejó que el agua sanara todas sus heridas, que las acariciara y cuidara hasta llevarse cada una de ellas.
- Siempre me ha gustado el lunar entre tus pechos...
Abrió los ojos asustada y giró el cuerpo contra la pared en un intento vano de cubrirse.
- Creí haberle puesto el pestillo a la puerta.
- Si - soltó una risa nasal, divertido -, todos creemos cosas.
- ¿Qué quieres?
Brick permaneció en silencio por un largo rato, incomodándola. Al no obtener una respuesta, cerró el grifo y buscó su toalla con una mano pero ésta fue interceptada por la de él. Había olvidado lo grande que era a comparación suya pero sin duda la calidez que emanaba la hizo recordar los momentos donde aquel gesto significaba el amor que ambos se profesaban. Un recuerdo fugaz la abordó: Brick y ella, junto a un lago en medio del bosque de Townsville...
- A ti - la voz del varón la hizo regresar abruptamente -. Te quiero a ti...
Blossom bajó la cabeza y ahogó el llanto en la garganta, sin entender por qué se empeñaba en jugar con sus sentimientos. Intentó deshacer el agarre pero él empleó más fuerza negándose, en silencio, a ceder.
- Sólo déjame, Brick - sollozó un poco más fuerte -. En verdad no te entiendo, ¿qué quieres?
- Ya te lo dije - apretó su mano suavemente -, te quiero a ti.
- Olvídalo, sabes que eso es imposible - intentó secarse las lágrimas con la mano libre.
- ¿Por qué es imposible? - reprochó -. Estoy dispuesto a todo por ti, ya no me importa lo que piense o diga la ciudad entera, me importas sólo tú.
- Lo siento, Brick - intentó que su voz sonara segura aunque por dentro le dolía escucharse a sí misma, por otra parte él sintió como el corazón se le rompía -. No soy como tú, no puedo hacer de la vista gorda.
Se reprochó por tonta, por ingenua, por egoísta, minutos antes estaba muy dispuesta a cualquier cosa sin importar lo que los demás pensaran de ella y ahora que tenía la oportunidad de arreglar las cosas con Brick, se acobardaba. Se recriminó por ser tan estúpida y herir de tal manera al hombre que amaba...
Él le soltó la mano y bajó la cabeza, herido.
- Entiendo, pensé... - la voz de Brick se quebró -. Pensé que si te daba otra oportunidad... Creí que había sido el calor del momento pero ahora veo que no, realmente no quieres nada conmigo.
"¡¿Qué nos espera juntos, Brick?! No aspiras a nada, ¿toda tu vida serás un criminal? No puedo estar con una persona así, la ciudad no aceptaría nuestra relación." Aquellas palabras resonaron dentro de la cabeza de ambos, en especial de él.
- Brick, lo nuestro está destinado a fracasar - susurró igual de triste.
- Sabes... - él se secó un par de lágrimas con el antebrazo -. Cuando me diste aquella noticia...
- No, Brick - lo cortó duramente, sabía a donde quería llegar -. Eso ya es pasado...
- Realmente me ilusioné - la ignoró y ella sólo optó por escuchar -. Cuando pensaste que estabas embarazada, por primera vez tuve una idea de lo que quería y te quería a ti...
Silenció de nuevo, ambos estaban heridos y aquella conversación era el catalizador que culminaría con la relación, ya fuera para bien o para mal.
- Esa misma noche soñé que éramos una familia: tú, yo y nuestro pequeño o pequeña... Incluso cuando me dijiste que sólo había sido un pequeño retraso, continué pensando en lo mismo...
- Brick...
- El día que me encontraste frente a la alcaldía, estaba dispuesto a redimir mis crímenes, empezar de cero para que no sintieras la presión de que te juzgaran por salir con alguien como yo...
Blossom abrió los ojos, sorprendida, si tan sólo ella le hubiera dado la oportunidad de hablar en vez de llegar a discutir...
- Brick, yo...
- Jamás imaginé que la chica que yo amo - habló en presente y ella no lo pasó por desapercibido - llegara para reprenderme y acusarme de que volvería a mis andadas de destruir todo a mi alrededor, porque esa era mi naturaleza, porque para eso había sido creado yo, porque sólo lograba desquitarme con los demás para lastimarla a ella, porque un día antes habíamos peleado y esa era la única manera que tenía para reflejar mis sentimientos...
Soltó una risa nasal después de sacar todo lo que se había guardado...
- Después de eso, decidí retirarme, alejarme de ti - pausó por unos segundos -. Por primera vez había tenido un sueño de lo que quería para mi futuro y un deseo de hacer algún bien - clavó la mirada al techo, pensativo - pero aquellas palabras fueron suficientes para saber lo que realmente pensabas de mí, para saber lo que realmente esperabas de mi: nada - relamió sus labios, perdido -. Así que te dí la razón: no hice nada para cambiar las cosas.
Brick se dio la vuelta dispuesto a irse pero antes quiso dejar en claro sus sentimientos - Te amo, Blossom.
Pero antes de que siguiera con su camino, ella lo abrazó por la espalda. Al principio sintió un ligero cosquilleo en el estómago, feliz de volverla a sentir cerca, pero la realidad lo trajo de vuelta. Tomó las manos de ella entre las suyas y las acarició con miedo, era como si aquel momento se terminara rompiendo con cualquier gesto.
Blossom, por otra parte, se debatía mentalmente si debía tomar las riendas y optar por un cambio o terminar con aquello. Al principio se conformó con el aroma de Brick, seguía siendo su droga favorita pero cuando él rompió el tacto entre los dos, supo que lo había perdido. Entrelazar sus manos con las de ella, había sido una despedida silenciosa.
Bajó la mirada... Entonces entendió que el aroma de Brick no sería suficiente para ella.
- Perdóname - susurró temblorosa -, sé que jamás lo harás pero también te amo...
Brick se dio la vuelta y la agarró de ambos brazos con tal fuerza que la obligó a retroceder un par de pasos, asustada.
- Y si me amas, ¿por qué no puedes demostrarlo?
- No es tan sencillo - susurró -, no soy tan fuerte como tú - bajó la mirada ante la carmesí, avergonzada
Él no pareció comprender lo que dijo...
- ¿Qué? - con una mano la obligó a verlo a los ojos de nuevo -. ¿Estás loca, Blossom?
- ¿Qué te pasa? - lo miró mal.
Brick rió.
- Te amo y lo repetiré mil veces más hasta que lo entiendas - la besó en los labios, tierno -. Te esperaré pero no por mucho, ya sabes dónde buscarme si estás dispuesta a estar conmigo...
Ésta vez fue ella quien lo agarró de los brazos y lo miró junto con una tierna sonrisa.
- Lo estoy - Brick parpadeó repetidas veces, sin creerlo -. Déjame vestirme y toca a la puerta...
Lo besó en los labios y lo empujó fuera del baño pero él aún seguía sin comprender.
- ¿Tocar la puerta de tu casa? - ella asintió -. ¿Para qué?
- Tú hazlo - y luego le cerró la puerta en la cara.
Ambos se miraron, cara a cara, frente a frente, rojo versus azul... Y no cualquier azul, el azul celeste de la hermana menor de las PPG.
- ¿Brick? - parpadeó un par de veces antes de caer en la cuenta -. ¡¿Brick?!
- Hola - se rascó la nuca, algo incómodo.
- ¿Quién es, Bubbles? - preguntó el científico detrás de ella.
- Profesor - se asustó -, es...
El hombre sintió seca la garganta al visualizar al joven fuera de su casa, jamás se imaginó aquella inesperada visita aunque bueno, eso no era del todo cierto.
- ¿Él es quien quiere conocerme, Bubbles?
Ella titubeó, sin comprender lo que sucedía realmente, no sabía cómo explicar aquella incómoda situación, con su visión periférica buscó a Boomer a los alrededores pero jamás dio con él.
- No, creo que...
Al otro lado del pasillo, a los pies de las escaleras, observó a su hermana mayor. Finalmente entendió y sonrió, más tranquila de tener una idea de lo que sucedería.
- ¿Qué se te ofrece, Brick? - el Profesor lo observó curioso.
- En realidad, papá - Blossom intervino saliendo detrás de Utonium quien se asustó al no haberla escuchado llegar -, tengo algo que decirte.
Se acercó a la entrada y tomó a Brick de la mano, invitándolo a pasar.
- ¿Podemos hablar en la sala? - pidió amablemente.
Ambos varones asintieron, uno en aceptación y el otro por inercia. Brick carraspeó nervioso y ella le sonrió, calmándolo. Los tres se sentaron mientras Bubbles se había ofrecido a servir un poco de té para todos, una excusa para salir del panorama porque sabía que aquello no le concernía.
- ¿Y bien, Blossom?
- Profesor, yo... - titubeó, ligeramente nerviosa -. Brick vino a casa porque queremos...
- Porque queremos que nos dé su permiso para ser novios - apretó la mano de ella, ansioso.
Utonium los miró, sereno y eso inquietó a la pareja. Después de un largo y eterno minuto de silencio, el hombre sonrió comprensivo. Había previsto aquella noticia pero no la situación frente a él, sabía que sus hijas terminarían sintiendo una atracción por los RRB, en especial porque el hecho de que eran diferentes a cualquier ser humano les hacía comprenderse lo suficiente como para atraerse entre si. Jamás imaginó que el temible líder le pediría su permiso, por lo poco que sabía, el chico era de pocas pulgas y hacía y deshacía a su antojo, sin importarle las consecuencias. Por otra parte, pensó que a lo mejor su hija se dejaría llevar por la rebeldía como para no hacerlo parte de la decisión pero se equivocó. Los había juzgado mal.
- Me alegra saber que decidieron hacer las cosas bien - ambos jóvenes lo miraron sorprendidos -. Brick, sé que hacer ésto es difícil para ti, en especial porque hay algo en tu pasado que puede afectarlos a ambos y no me gustaría que mi hija saliera lastimada a causa...
- Señor, le prometo que eso no sucederá, yo... - Utonium lo silenció, tranquilo y sonriente.
Utonium sabía que dejaría a su hija en buenas manos pero su lado paternal seguía pulsando dentro de su pecho. Durante los dos últimos años se había estado preparando mentalmente para aceptar que sus tres pequeñas dejarían de ser niñas para convertirse en todas unas señoritas y seguir con el ciclo de la vida que él se sabía perfectamente.
- No lo dudo, Brick - suspiró -. Sólo no quiero que salga lastimada pero por otra parte - ésta vez miró a Blossom y le sonrió -, me alegra saber que mi hija está dispuesta a seguir con ésto a pesar de lo que conlleva. Me alegro por ambos...
- Papá - susurró con los ojos llorosos.
- Espero que ambos sean muy felices - se levantó del sofá y se acercó a ambos -. Brick...
Extendió los brazos a los lados en busca de un abrazo y el RRB dudó, sin salir de su asombro. No creyó que el científico aceptara aquello así de fácil... Blossom le pegó un ligero codazo en las costillas, sacándolo de sus pensamientos. Extendió los brazos y abrazó a su suegro sintiéndose aliviado de no haber sido rechazado por éste.
- Ahora serás como un hijo - deshizo el gesto y lo miró a los ojos -. Si algún día necesitas algo, puedes contar conmigo, Brick. Ahora seremos familia.
La palabra familia resonó en su cabeza.
- Gracias, señor.
- Papá, gracias.
- No me agradezcan nada - sonrió efusivo -. Aunque les pido una disculpa - miró la hora en el reloj de pulsera que le había regalado Bubbles en su último cumpleaños, faltaban tres horas para la media noche -, tengo que terminar un trabajo así que paso a retirarme.
- Profesor, tiene que descansar, hoy fue un día bastante agotador - el lado maternal de Blossom salió por instinto.
- Tranquila, sólo faltan detalles - se despidió con un beso en la coronilla de la pelirroja y se dirigió a la puerta que daba con su laboratorio pero antes de abrir la puerta se detuvo repentinamente -. Una última cosa, procuren protegerse si tienen una vida sexual activa, no quisiera volver a encontrarme con otra prueba de embarazo. Esa vez casi me provocas un paro cardíaco, Blossom.
Ambos pelirrojos enrojecieron hasta las orejas y asintieron sin decir nada, eso había sido vergonzoso.
Gracias a Misguidedghost08, ArcticDays, Lenka387, MariiDii y lian shi.
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Neith15
