Disclamer: Digimon y Digimon 02 no me pertenecen, son propiedad del grupo de creativos llamado Akiyoshi Hongo (que son: Aki Maita, Akihiro Yokoi y Takeishi Hongo.) al igual que todos los personajes de esta obra son propiedad de ellos y Toei animation.
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Cap. 5: Están Aquí.
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La ciudad de Odaiba en Japón parecía comenzar a apasiguarse, luego de aquel destello que se vio en los aparatos electrónicos, muchos Digimons que se empezaron a comportar agresivos se habían calmado o desmayado, y muchos de ellos eran auxiliados por sus compañeros.
Para desgracias de estas personas, las autoridades y el equipo DCD de Japón llegó y comenzaron a tratar de poner bajo contención a muchos Digimons.
Kabuterimon continuaba volando enfrente al edificio donde Izzy y Jun estaban, después de haber derrotado a Sukllsatamon.
— Estaba muy débil... ¿que hiciste Izzy? — Preguntó el Digimon insecto.
— La energía que se emanaba de SkullSatamon y de las anomalías era muy parecida a la de Apocalymon... mi analizador Digimon tenía esa información, así que use la misma energía que encerró en el vacío la explosión que uso aquella vez Apocaliymon... y la amplifique con la energía del edificio haciendo que llegara a a la ciudad, aunque no se si llegó muy lejos...
— Esa misma energía logró debilitarlo, bien pensado Izzy – Felicito su Digimon
— Papi... eres muy inteligente – Dijo la pequeña aferrada a su pierna.
— Fue una idea de último momento... pero no se si sea la solución a lo que esté pasando – Mencionó el pelirrojo mientras acariciaba la cabeza de su hija.
Entonces la atención de los tres se centró en la computadora de Izzy, pues un correo había llegado e Izzy sabía que era poco probable con la cantidad de anomalías digitales.
— ¿Que es esto? – Izzy se acercó a la computadora mientras tomaba de la mano a su hija. — ¿Que? un correo de... ¡Genai!
Izzy abrió el archivo mientras que Kabuterimon involucionaba a Tentomon y entraba por la ventana de regreso.
El archivo al abrirse era una ventana de video que en cuanto se abrió, la imagen era distorsionada, pero el pelirrojo alcanzó a ver que quién estaba del otro lado era Genai.
— ¡Izzy!... Izzy, ¿estas... ahí?... escúchame... debo advertir... advertirlos – la señal de la transmisión era débil y se distorsionaba demasiado.
— ¡Genai! ¡Espere, voy a mejorar la señal!
— ¡No hay tiempo para eso!... no... no puedo... tardar... la señal es... débil... ¡Están en... en peligro... debo... enviarte algo... entrará por la... la pantalla!
— ¿E-Entrar? Espere Genai, ¿de que se trata?
— Lo entenderás... de-después... solo procura mandarle... mandarle la adecuada... a Kari... sabrás de que hablo... – La señal comenzaba a perderse e Izzy trataba de mantener la señal estable.
— ¿La indicada a Kari? Genai no entiendo...
— No queda... queda más energía... energía... usare la última para enviártelo... mándalo a parís... lo necesitan
Entonces la señal se perdió, pero antes de que la energía se agotara, Izzy vio que de la pantalla una caja de madera con un sello y un seguro salía de ahí, hasta quedar en las manos del pelirrojo.
— Deténganlos... deteng... son nuestra... nuestra esperanza...
La señal se fue, e Izzy quedó confundido con la caja en sus manos, mientras su hija y Digimon lo veían aún más desconcertados.
— Izzy, ¿que es eso? – Preguntó Tentomon volando a un lado.
— No se... pero dijo que se lo mande a Kari, en París... ¿Pero porque ahí?
Entonces los aparatos electrónicos comenzaron a funcionar lentamente, e Izzy aprovecho a investigar.
— Me parece que la fluctuación de energía que utilice contra SkullSatamon dejó la red digital limpia aquí... veré que pasa en París — Entonces el pelirrojo logró conéctate a las redes de París y logró divisar con una cámara de seguridad de la ciudad y se topó con la noticia de la destrucción en Francia, y supo a que se refería Genai al ver lo que estaba ocurriendo.
— Izzy... ¡están peleando!
— Papá, ese Digimon se ve feo – Comentó la inocente niña al ver lo que pasaba.
— Usare el analizador Digimon... – La confusión en sus ojos era clara, ese Digimon se veía peor. – Demon... un Digimon maligno de la Dark Area... capacidad desconocida... etapa Mega...
— ¡¿Demon?!... ¡Ay no! ¡Eso es un señor demonio!
— ¿Un señor demonio? — Dijo confundido Izzy.
— Si es el Demon que creo... ¡Izzy, Kari y los demás están en peligro, debes de ver que fue lo que te envío Genai!
La alarmada voz del Digimon bichó puso nervioso a Izzy, por lo que tomó la caja y al lograr abrirla, habían 7 rocas, las cuales cada una tenía un símbolo.
— Tentomon... ¿Que es esto?...
— Son las coronas... Izzy, hay que enviar la correcta a Kari...
Nueva York.
— Aun no me puedo comunicar con nadie... la línea está caída – Tai mantenia el teléfono en su mano esperando a que todo lo digital volviera a la normalidad, mientras Mimi y sus hijos estaban con el. — No me gusta esto.
— Las líneas digitales no sirven... Parrotmon y Devidramon atacando... Tai, esto quizás tenga que ver con el Digimundo. – Mencionó Mimi mientras cargaba a Denji en sus brazos.
— ¿Iremos al Digimundo? ¡Excelente! – Dijo el chico castaño con emoción.
— No iremos Kai, pero tenemos que salir de las calles... ¿Atacaron el departamento Mimi?
— No, saque a los niños de casa enseguida, pero no nos atacaron ahí.
— Vamos a regresar y averiguar qué pasa... Agumon, Palmon, ¿ustedes no saben de que se trata? – Tai sabía que los Digimons habían estado nerviosos con el asunto desde el momento que las anomalías habían iniciado.
— ¿Eh?... no se Tai, pero, mi cuerpo se sintió tan inquieto... era como si una amenaza muy grande estuviera aquí. – Contestó el dinosaurio amarillo.
— Si, también sentí eso Mimi... algo más peligroso que Los Dark Masters y MalomMyotismon... fue escalofriante – Secundo Palmon, lo cual puso nerviosos a Tai y Mimi.
— ¿Una amenaza muy grande?... ¿Aquí en Nueva York? – Cuestionó Kai.
— No... en la tierra misma – La respuesta de Agumon dejó helados a los adultos.
— Vamos a casa... llamaré a los demás – Fue lo que Tai le dijo a Mimi antes de comenzar a caminar, mientras que su expresión junto con la de Mimi era de angustia... pero en su interior ambos tenían un cosquilleo que no reconocían, uno parecido a la... emoción o adrenalina.
París.
Los estruendos en el cielo eran abrumadores, mientras que autoridades francesas junto con personas voluntarias trataban de evacuar la ciudad e ir a los refugios de emergencia.
Pero la cantidad de destrucción en la ciudad era aterradora, mientras que en los cielos del lugar los tres Digimon Jogres luchaban contra el señor demonio de la Ira.
— ¡No podemos seguir así! ¡Hay que hallar un punto débil, o algo! – Silphimon comentaba esto mientras esquivaba los rayos de energía que Demon lanzaba con sus ojos, los cuales le costaba demasiado evadir.
— No parece tener uno, su poder es demasiado abrumador — El ángel Jogres decía esto con su habitual tono robótico pero con el nerviosismo claro.
— ¡Todo rival tiene un punto débil! ¡Hallémoslo! – Imperialdramon ahora en su modo de combate no perdía la voluntad y se lanzó al ataque.
— No son más que insectos
— ¡Vamos Imperialdramon! ¡No te rindas ahora! – Davis gritaba desde el auto de T.K yendo a su lado en el asiento del copiloto, mientras que el rubio conducía.
— ¿Eh?... un mensaje... – Dijo Kari al ver el brillo en su D-3
— ¡La red digital volvió! – Yolei enseguida sacó su laptop.
— Es de Izzy... – Susurro la castaña, mientras seguían el combate en el auto.
Demon vio como Imperialdramon se abalanzó sobre el, por lo que abrió sus alas y se dirigió al encuentro de la misma forma.
Imperialdramon lanzó un golpe con su brazo derecho hacia la cara del Demon lord, pero este detuvo en seco su golpe, haciéndolo ver tan sencillo, por lo que el Digimon dragón usó su puño izquierdo para volver a atacar, pero Demon lo detuvo de nuevo con su otra mano, sujetando así ambos puños del dragón.
— Ahora vas a morir – Dijo con voz siniestra el Digimon, mientras Imperialdramon trataba de salir del agarre forcejeando con el, pero no podía.
— ¡No cantes victoria! – Entonces el cañón de Positron de Imperialdramon en su pecho se desplegó y aprovecharía para un ataque a quemarropa.
— ¡Bien hecho Imperialdramon! – Ken gritó al ver la estrategia del Digimon.
— ¡Acabaló! – Gritó Davis de manera eufórica.
El cañón se estaba cargando, listo para atacar en el pecho del Digimon, y tanto Silphimon y Shakkoumon estaban en cada lado alistando sus ataques también.
— ¡Bien, un ataque combinado a esa distancia podría funcionar! – aseguró Cody.
Entonces Yolei y Kari estaban en al computadora con el mensaje de Izzy, y tras leer lo que decía ambas se alarmaron y supieron la gravedad del asunto.
— No puede ser... – Dijo la mujer de cabello lila de manera asustada.
— ¡Esperen! ¡No ataquen! – Gritó Kari desesperada
— ¡Lo tienen a su alcance Kari! ¿que sucede? – Dijo Davis confundido.
— ¡No va a funcionar! – Dijo alarmada la mujer.
Los ataques estaban listos y preparados para poder impactar al Digimon, maligno, pero entonces este sonrió de manera macabra, mostrando su dentadura, para acto seguido apretar los puños de Imperialdramon más fuerte hasta torcerlos.
— ¡Aaaggh! – El alarido de dolor del Digimon fue claro.
— ¡Son escoria! – Entonces Demon lanzó de forma violenta a Imperialdramon con dirección hacia Shakkoumon.
Ambos Digimons chocaron, provocando que el ataque del Digimon ángel se desviara al cielo y el disparo del cañón de Imperialdramon salió desviado destrozando gran parte de la torre Iffel en el proceso.
Los humanos vieron esto de manera angustiada, mientras T.K frenaba.
Demon rasgó con sus garras una puerta dimensional y entró en ella para acto seguido parecer en otra detrás de Imperialdramon que seguía aturdido, para así darle un codazo en el abdomen logrando que este cayera al suelo de forma abrupta.
Luego desplegó sus alas y voló a toda velocidad hacia Shakkoumon que igual estaba noqueado, para tomarlo de una pierna y lanzarlo de forma violenta en dirección a la catedral de Notredame, donde colisionó quedando hecha pedazos.
El Digimon oscuro usó otro portal, está vez apareciendo frente a Silphimon el cual no puedo reaccionar a tiempo, y fue sujetado de su cara por la mano con garras de Demon, a lo cual el Demon lord descendió de forma veloz al suelo para así arrastrar la cara de Silphimon en la tierra dejando una gran zanja en el lugar para después levantarlo y azotarlo de nuevo.
— ¡Silphimon! – Gritó Yolei mientras Ken y Davis salían del auto.
— Maldita sea... ¿porque es así de poderoso? – Decía con rabia el líder de los segundos elegidos.
— Porque es un Señor Demonio... – Mencionó Kari detrás de su esposo — Pero este es distinto... no es como los demás, o como cualquier otro que hayamos enfrentado...
— ¿a que te refieres con eso? – Cody también estaba confundió mientras apretaba sus puños de impotencia.
— Alguna vez, con mi hermano y los demás supimos de estos Digimons... nos enfrentamos a unos cuantos, como Myotismonno aquel Demon distinto... pero esos señores demonio no eran tan peligrosos.
— ¿Como de que no? Myotismon casi destruye la tierra y el Digimundo dos veces – Ken no podía creer las palabras de Kari.
— Entiendo a que se refiera Kari... – Habló esta vez T.K sin dejar de ver al cielo al Digimon – Los señores demonio son Digimons peligrosos... pero no entiendo porque este es tan... aterrador
— Porque el es uno de los 7 grandes... – Dijo Yolei con la computadora en mano – Existen 7 señores demonio que son los más poderosos y peligrosos, y este Demon... es uno de ellos.
Mientras escuchaban la explicación, Demon volvió a rugir de forma violenta, tanto que todos se cubrieron los oídos, provocando más destrucción con el poder que este desprendía.
— Humanos y Digimons peleando juntos... ¡Una tontería! – Gritó furioso el Digimon – ¡Los exterminare por igual!
El Digimon tomó aire, inflando su pecho, apuntando hacia el suelo, en dirección a donde estaban los elegidos, los cuales al ver eso supieron que algo andaba mal.
— ¡Oigan, hay que cubrirse! – La advertencia de Cody fue tarde.
— ¡FLAMA INFERNÓ! – de las manos de Demon salió una flama color púrpura que provocaba un calor devastador se dirigió hacia ellos.
La flama iba a incinerarlos, y no iban a poder unir a tiempo, por lo que Davis simplemente abrazó a Kari para protegerla al igual que Ken a Yoeli, Y Cody y T.K se cubrieron con sus brazos.
El ataque era inevitable pero entonces Imperialdramon se interpuso y usando su cañón de positron disparó a la llama para frenar su avanzar, pero esto no evitó que las flamas pasaran por los lados, por lo cual Silphimon y Shakkoumon apareció en sobre los demás y lograron crear un escudo con su energía sagrada.
Aún así, con todo y esto, la flama de Demon era tan fuerte y tan poderosa que los envolvió en una gran cortina de fuego, provocando que el ataque provocara considerables daños a la ciudad, incendiando gran parte de esta.
Poco a poco la llamarada hacia ceder el rayo de energía de Imperialdramon, y el escudo de Silphimon y Shakkoumon se hacía más pequeño.
— Resitan... resistan – Murmuraba Davis mientras Kari se aferraba a él.
Entonces la llamarada se detuvo Justo cuando el rayo de energía de Imperialdramon se había terminado y los tres Digimon Jogres volvieron a quedar en el suelo agotados, para después cada pareja de elegidos ir a ver el bienestar de estos.
— Última oportunidad... arrodíllense ante mi... o los voy a reducir a cenizas... – Amenazo Demon.
— Davis... Ken, no podemos vencerlo... no tenemos el poder – decía exhausto Imperialdramon.
— Sus ataques son demasiado fuertes... no podemos acercarnos tampoco a él — Shakkoumon comenzaba a hablar pausado.
— No tenemos idea de cómo vencerlo... – Yolei y Kari sostenían a Silphimon quien estaba quemado de algunas partes de es cuerpo.
La mujer de cabello lila miró a su compañera, y ambas sabían que no tenían más opciones que confiar en lo que Izzy les había mandado.
— Tenemos que intentar algo distinto... quizás pedir ayuda a los demás – Comentó T.K mientras sacaba su celular.
— No creo que logran venir a tiempo... – Cody aunque sabía que podrían ser de ayuda, el poder reunir a los mayores podía tardar, por lo que T.K se detuvo de llamar pues era una posibilidad.
— Maldita sea... ¡Hay que seguir adelante! – Davis trataba de mantener la moral arriba, sabía que debían vencerlo, pero su valentía comenzaba a volverse desesperación ante la impotencia de no poder hacerle frente a Demon.
Davis no quería caer aún, pues sabía que debía volver con sus hijos, ya no se trataba solo de una pelea, se trataba del bienestar y futuro de los hijos de todos.
— Davis calma... necesitamos un plan – Siempre el sensato Ken trataba de ser la voz de la razón.
— Ya lo tenemos... – Las palabras de Kari llamaron la atención de todos. — Izzy nos dio una forma de como detenerlo... su investigación nos decía todo.
— Nos enfrentamos a un Digimon oscuro de la Dark Area, es un señor demonio, pero se trata de uno de los 7 grandes... – Prosigui Yolei.
— ¿Uno de los 7 grandes? – Tanto Cody como los demás no sabían que significaba.
— ¿Un señor demonio?... ¿entonces es tan poderoso como Myotismon? – Preguntó Davis.
— No, es mucho peor... pero Izzy nos dio la forma de devolverlo al área oscuro – Yolei abrió el correo digital que había enviado Izzy, el cual en el momento abrió un portal y de este logró salir una roca.
— Izzy nos mando esto con la poca red digital que estaba estable – Yolei tomó la roca en su mano – Con esto podremos sellarlo…
— ¿Sellarlo? ¿A qué se refieren?
— Está roca contiene un sello mi amor, uno que nos ayudará, si logramos ponerla en su pecho, podremos enviarlo de regreso al Dar Area.
Tras la declaración de su esposa, Ken comprendía que poner esa roca en el pecho del Digimon era un riesgo, pues era muy peligroso ir tan cerca.
— Podría ser muy riesgoso… – Conluyo el hombre de cabello lacio.
— Tiene que haber otra forma… – Apoyo Daivis.
— No hay otra forma Daivis… — La voz desesperada de Kari hicieron que su esposo abriera los ojos grande – Es duro pero… jamás lo derrotaremos, solo debemos de regresarlo de dónde vino.
— Davis… mira el daño que hay… no podemos descartar esta opción – Comentó T.K
— Pero es arriesgado… el simple hecho de acercarse a él, ni siquiera lo hemos logrado – Cody de igual modo dudaba de que ser plan.
— No tenemos más opciones Cody… debemos de hacerlo o podríamos morir todos – Yolei estaba al borde de las lágrimas peor creía en este plan.
— Davis… Ken… – La voz cansada de Imperialdramon llamó la atención de ambos – No impera que sea… si logramos detenerlo… los vamos a llevar a él, confían en nosotros
El Digimon se ponía de pie con dificultad, mientras Davis y Ken lo miraban.
— Podemos llevarle de regreso al Dark Are…hay que seguir peleando — Shakkoumon también se incorporó
— Shakkoumon… – T.K también creía en ese plan, pero el Digimon celestial estaba débil.
— Haremos el esfuerzo… Kari, Yolei… aún podemos pelear… – La voz de Silphimon de igual modo era corta y cansada, pero estaba dispuesto a pelear.
Los tres Digimon se pusieron de pie, listos para pelear, mientras Demon estaba en el aire, gruñendo y mirando con furia a los Digimons y humanos que se le oponían.
— Bien… ahora voy a externinarlos… – Demon alzó el vuelo, y comenzó a cargar un ataque en una de sus manos con garras enormes.
— Kari… voy a hacerlo yo… — Davis se acercó a su esposa y tomó su mano – Confía en mi, hay que volver con los niños.
Kari sintió que podía ser peligroso y perder al ahombre que amaba, pero conocía lo obstinado y temerario que era Daivis.
— Yolei… vamos a lograr esto – Ken también habló con su esposa quien estaba con lágrimas en sus ojos – Lo haremos.
Yolei sabía que era peligroso, pero le entregó la roca a Ken… era ahora o nunca.
Ken le lanzó la roca a Davis, y este la sujetó con fuerza, los dos líderes se prepararon para el último ataque mientras que Silphimon y Shakkoumon levantaban el vuelo e Imperialdramon los esperaba.
— Ustesdes pueden lograrlo… – Ánimo Kari con la voz quebrada, mientras que Davis sonreía con la roca en su mano.
Subieron a Imperialdramon, alzándose en el aire junto a los otros dos Digimons, yendo hacia Demon, pensando en algún plan, en algo que podría ayudarles a acercarse a Demon para poder derrotarlo.
Poco a poco se acercaban a él triangulando la posición para atacar desde los lados y por delante, mientras que él Digimon se preparaba.
— ¡Andando! – Gritó Davis decidió, iendo al ataque, pero entonces…
— Llamarada del caos… – Y lo único que Davis y Ken alcanzaron a ver, fue un estruendoso tornado de llamas.
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Nueva York.
La Red digital en america se estabilizaba, desde hace unos minutos Mimi y Tai estaban en su departamento mientras guardaban ropa en maletas, habían encendió la televisión para ver las noticias y ver que pasaba.
Lo que vieron, los tenía atónitos, pues solo se escuchó como el teléfono que Tai sostenía para llamar a Kari cayó al suelo, mientras que Mimi se tapaba la boca mientras las lágrimas salían de sus ojos.
— No puede ser… – Murmuró ella.
— Kari… no… dios no… — Decía con impotencia Tai.
Las noticias informaban del caos, y la destrucción en París…. Y de cómo tres Digimons habían sido vencidos…
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Se había declarado estado de emergencia en la ciudad de París, las calles parecían una zona de guerra, las autoridades estaban tratando de evacuar a las personas lo más pronto posible, mientras personas con Digimons intentaban aminorar el caos, pero no había suficientes para detener el caos que había llegado a la ciudad.
La antigua catedral de Notredame ardía en llamas mientras el pánico se esparcía. Entre todo el lugar solo se podía ver la forma en que muchas personas inocentes salían heridas, y la tragedia aumentó, cuando los tres Digimons con Jogres cayeron al suelo de manera totalmente violenta, causando aún más destrozos...
Los tres Digimons y los seis humanos también resultaron heridos con el impacto y tras un resplandor, solo se veía en cada cráter a dos Digimons y dos humanos en cada uno.
— Ah... V-Mon... V-Mon... ¿estas bien?
— Davis... no puedo... moverme... – Decía el Digimon azul a su compañero.
— Wormmon... amigo... despierta... ahh – Ken estaba en el suelo junto a Davis pero este sostenía en sus brazos a un inconsciente Wormmon y con una herida en su pierna.
— ¿Yolei?... ¿Hawkmon?... oigan – En otro cráter, Kari, herida y sangrando de la cabeza estaba tratando de despertar a su compañera y al Digimon.
— Kari... debemos irnos... – Gatomon trataba de levantarse pero también estaba muy herida...
— No los podemos dejar aquí... no podemos... – Decía llorando la mujer, mientras sostenía la roca en su mano.
— T.K... levántate... vamos – Patamon lloraba sobre el cuerpo de su compañero.
— Estoy bien Patamon... – Mentira, el rubio estaba con una enorme herida en su pecho y sentía que su brazo izquierdo probablemente estaba roto.
— Cody... Armadillomon... – T.K susurro y miró a un lado y vio a los otros dos totalmente inconscientes.
Demon en el aire rugió de forma violenta y esta energía comenzó a destrozar más la ciudad, mientras este mandaba algunas ondas de energía.
— Davis... yo... no puedo más... lo siento – V-mon cayó inconsciente.
— Amigo mío... saldremos de esto... saldremos de esto – Al final Davis también quedó inconsciente.
— Davis... no... — Ken al final también se desvaneció sosteniendo a Wormmon.
Quedaban solo conscientes T.K y Kari, mientras Patamon y Gatomon miraban al cielo con preocupación al Digimon maligno que estaba destruyéndo todo.
— Gatomon... debo volver con mis hijos... no puedo abandonarlos... — Decía entre lágrimas Kari.
— Kari... – Murmuró Gatomon.
— Patamon... siempre hemos creído en la esperanza... hoy no será diferente – T.K se puso de pie.
— T.K...
La esperanza y el resplandor se pusieron de pie y ambos Digimons a su lado se prepararon para una batalla final.
— Ahora, van a desaparecer... – Dijo con una voz tenebrosa a los dos humanos el Digimon maligno.
— ¡Te regresaremos al Dark Area Demon! – Dijeron al unísono los dos.
Entonces un resplandor enorme se formó en Gatomon y en Patamon, era la digievolucion más poderosa que tenían, Seraphimon y Magnadramon.
— ¡Vamos T.K!
— ¡Peleemos Kari!
Los dos humanos se subieron a sus dos Digimons en su última etapa, para así dar el último golpe, mientras la roca que sostenía Kari brillaba en el símbolo que tenía.
— ¡No van a ganar! – Demon preparó su ataque – ¡Flama Infernó!
La llamarada color púrpura atacó a los dos ángeles, pero estos lograron evitarlo, aunque los daños en la batalla y lo cansados que estaban los hizo sentir que casi morían en ese ataque.
— ¡Vamos Seraphimon! – Gritó T.K
— ¡Séptimo Cielo! – Las siete esferas de energía salieron disparadas.
— ¡Ataca Magnadramon! – Kari sostenía la roca mientras trataba de sujetarse de su Digimon.
— ¡Flama celestial! – La flama enorme salió disparada.
Demon se cubrió con sus alas para evitar el impacto, el cual colisionó, pero el Demon lord apenas y fue dañado, cuando abrió las alas los dos Digimons no estaban.
Pero enseguida Magnadramon apareció y lo aprisionó con su longitud, para después morder su hombro, por lo que Seraphimon invocando dos espadas las clavó en el pecho del Digimon maligno, el cual solo rio, pues a pesar del daño directo no parecía estar muy herido.
— ¡Ahora T.K!
— ¡Kari! – Los dos Digimons dieron la señal.
Demon miró como los dos humanos aparecían escondidos de entre los Digimon, se posicionaron a la altura de su pecho, y al ver la roca en la mano de Kari, el Digimon aumentó su energía dañando a los humanos y sus compañeros, pero estos no cedieron.
— ¡No vamos a rendirnos! – Kari tomó la roca mientras T.K sostenía a la mujer de sus hombros, empujándola.
Magnadramon apretaba más con su cuerpo y su mandíbula, mientras Seraphimon trataban de hundir más sus espadas, pero Demon aumentó su energía y comenzó a herir a los humanos.
Kari resistió, estaba cerca de lograr el objetivo…
— ¡No importa si logran hacerlo! ¡Los Digimons y humanos no van a detenernos! – Demon aumentó más su poder y logró quitarse a los Digimons, dejándolos a ambos heridos al ser atravesados por un rayo.
Pero en ese instante, Kari logró poner la roca en el pecho del Demon lord, y entonces el Digimon comenzó a ser arrastrado a un portal, el cual iba al Dark área.
La misión se logró, Kari y T.K se dejaron caer heridos y casi a punto de desmayarse, pero Seraphimon y Magnadramon los lograron sujetar para así evitar que se lastimaran, por lo que ambos Digimons cayeron al suelo de forma estrepitosa.
Demon comenzaba a ser arrastrado por el portal, y unas cadenas salieron de la roca en su pecho, comenzando a apricionarlo.
— ... ¡no importa que me sellen! ¡Ellos aún están haya afuera! ¡Y no van a detenerlos! Jajaja… – El Digimon demonio fue arrastrada por al roca hasta entrar al portal y así desaparecer por fin.
Pero el daño era tal, que no se podía considerar una victoria, el Digimon había hecho una destrucción enorme, y con dificultad habían podido detenerlo.
Kari, Gatomon, T.K y Patamon estaban en el suelo, heridos y sangrando con probables heridas en sus frentes, mientras los Digimons yacían inconscientes al lado de ellos.
— Hermano... les dejamos el resto – Dijo T.K al desfallecer por fin.
— Tai... hermano... te encargo a mis hijo... por favor – Suplico Kari al quedar inconsciente también…
El mundo presenció una batalla tan poderosa como despiadad, y a pesar de que se había logrado detener al Digimon, el costo había sido alto.
Tai y Mimi habían salido de su hogar con sus hijos enseguida para ver cómo llegar a Japón cuanto antes, Izzy seguía investigando pero enterado de lo ocurrido, mientras analizaba las rocas restantes, Sora trataba de contactar a Matt de alguna forma en la NASA, Pues estaba segura de que lo que pasó no era una casualidad y necesitaba confirmar que él y los demás estuvieran bien, mientras que en la NASA no sabían que había ocurrido con el comandante Ishida y Gabumon no aparecían tras la explosión de la estación espacial. Joe hablaba por teléfono con su esposa para avisar que estaba bien y decirle a su hijo que volvería pronto, pero de igual modo se quedaría un par de horas más en el hospital,
Ninguno estaba preparado para la empaniza aún…
— Que estúpido… dejo sellarse por imprudente… Demon nunca pudo calmar su temperamento – La voz era lúgubre, parecida la de un anciano – Pero bueno, más tesoros para mi…
— Eres un desagradable… solo te interesa lo material… – La voz femenina se refirió de forma despectiva – Cuando hay tantas otras bellezas en este mundo… no solo los tesoros… tantas almas e información de Digimons – Ahora la voz cambio a una más "seductora"
— Uhmm… Cada Digimon y humano en este mundo… no hay ninguna presencia poderosa… sería vergonzoso acabar con débiles… aunque siento 6 poderosas presencias digitales – La otra voz era más ruda, algo tosca pero calmada.
— Así es… y cada Digimon tanto débil como fuerte es valioso… para el nuevo mundo que crearemos – Esta voz era más juvenil, como un niño – Nos haremos cargo de los elegidos, y así, nadie impedirá el nuevo mundo que crearemos en ambas tierras… Prepárense para la conquista, Barbamon, Lilithmon y Belzeemon… Yo Lucemon declaró la tierra y el Digimundo como nuestro…
Los 7 Grandes Señores Demonio, estaban aquí…
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N/A: Nuevo capítulo, disfruten y dejen Review.
