Ya conocen mis advertencias, incluso aquí todavía va a ser peor (Más jóvenes), por lo que solo queda decir si no son adeptos a este tipo de historia favor de salir y leer otro tipo de historias, mas family friendly, por lo que por lo demás disfruten la lectura.
No soy dueño de Naruto o de la mitología griega y la historia se hace solo con el fin de entretener sin ánimos de lucro.
Capítulo 00 Prologo
Un rubio oji azul gimió cuando fuerte estruendo salió de su estómago.
El hambre lo estaba matando, apenas podía recordar cuando fue la última vez que comió algo, observo como como varias caravanas de personas se dirigían a un lugar, las túnicas marrones, verdes, azules y uno que otro de color blanco inundaron la pequeña vereda, tales vestimentas le hacían recordar al oji azul que ya no estaba en la naciones elementales, por supuesto que el chico casi se volvió loco cuando se dio cuenta de eso, si no fuera gracias a cierto zorro sellado en él tal vez eso hubiera pasado, sobre todo por el hecho que literalmente su cuerpo regreso a cuando tenía 12 años, en pocas palabras su cuerpo rejuveneció gracias al hecho que ahora era el Junchuriki no Juubi, pero Kaguya no iba a dejarse sellar tan fácil e intento mandar matar al rubio, en cambio solo logró que fuera mandarlo a otro mundo, aunque tal cosa tuvo repercusiones en el chico, literalmente reestructuro su cuerpo a nivel molecular y mientras que la totalidad del chakra del Juubi y suyo quedaron sellados, dejándolo casi en un estado civil.
así que gracias a eso el rubio tuvo que hacer todo desde cero y aún peor, su chakra salía a cuentagotas, estaba en un mundo desconocido donde había poco chakra en la naturaleza, incluso las personas no tienen chakra, aunque sentía otro tipo de energía brotando de ellos.
Después de eso el chico tuvo que sobrevivir como podía, desde cazar hasta robar comida, para su buena fortuna sus habilidades físicas eran altas, no tanto como un Gennin promedio, pero casi llegaba a ese rango de fuerza, claro que el rubio estaba decepcionado, pero Kurama rápidamente le explico que era un avance bastante alto considerando su situación actual.
Este mundo era extraño a los ojos del rubio, desde las personas hasta la comida, por ejemplo el hecho que los hombres eran entrenados por otros hombres formaban vínculos afectivos, incluso mayores a la de sus esposas, eso sin dejar de lado sus edades, literalmente eran jóvenes entre 11 a 15 años con hombres que fácilmente duplicaban su edad, eso sin contar el hecho que las mujeres estaban en lo más bajo entre la toma de decisiones, literalmente solo las veían para procrear o por el hecho que se casaban a una edad entre los 11 y 15 años, aunque claro no es como si el tuviera mucho que decir, sobre todo viniendo de un mundo donde entrenaban niños para la guerra, eso quedo visto durante la 4 guerra ninja, mientras que era cierto que muchos jóvenes no participaron, sin lo hicieron aquellos que tienen 15 años en adelante.
Así fue como pasaron casi 3 Semanas desde su llegada, hasta estar en su situación actual.
"Escucharon de la competencia" Dijo uno de los hombres,
"Si incluso escuche que el rey ha organizado un banquete a los concursantes" Dijo otro hombre.
Uno de ellos se burló "Claro que lo haría después de todo para ellos tal vez sea su última comida"
Rápidamente un hombre asintió con la cabeza "Después todo nadie le ha podido ganarle a la princesa Atalanta"
Cuando el rubio escucho las palabras banquete ágilmente se aproximó a los hombres mayores "Disculpen de que trata esa competencia"
Los tres ancianos alzaron la ceja cuando un chico de cabellera dorada se acercó a ellos, a su vista solo era un niño vagabundo, por lo que fruncieron el ceño con desdén, aunque uno de ellos respondió al joven
"Se trata de una carrera entre uno de los competidores y la princesa Atalanta, quien gane se llevará la gloria y tesoro más importante del rey" Explicó.
Los ojos de rubio se ampliaron *Un tesoro* Pensó el chico *Eso es lo que necesitamos Kurama*
"Al menos ya no comerías las sobras Naruto" Dijo una voz dentro de él.
Una pequeña sonrisa cruzo su rostro *Kurama estas despierto dattebayo*.
Un gruñido fue toda la respuesta.
"¿Participaras?" Preguntó Kurama.
*Si, lo hare, que tan difícil puede ser* Expresó mentalmente Naruto.
Los tres hombres miraron al niño quien se había quedado pensativo durante un buen rato, al menos hasta que regreso su mirada hacia ellos.
"Donde es la competencia"
"Quieres participar" Repico uno de los ancianos en tono de burla.
El rubio solo se encogió en hombros mientras asentía, eso le gano la burla de los tres hombres.
Naruto entrecerró los ojos "Creen que no puedo ganar verdad"
"No creemos que no vayan a ganar, estamos completamente seguros de que no lo vas a lograr" Dijo con desprecio.
"Ya viejos solo díganme donde la maldita competencia Dattebayo" Gruñó el niño.
"Tu mocos..." Pero antes que pudiera decir algo más fue detenido por uno de sus acompañantes.
"Déjalo, que vaya, solo desperdiciara su vida" Dijo un con una tranquilidad mortal.
Tales palabras se ganaron el asentimiento del otro hombre.
"Ves aquella zona en lo alto de templo de Artemis" Señaló el hombre ganándose el asentimiento del niño "Ahí es donde se está generando la competencia".
Sin darles una segunda mirada el rubio se fue hacia aquel lugar.
"Niño estúpido" Dijo el tercero de los hombres "Solo va a morir".
"Es un vagabundo, solo va por la comida y nada más, de que sirve ese niño, mejor que muera a que sea un estorbo" Dijo el hombre quien estaba más enojado por las palabras groseras del chico.
El otro quien dio la dirección solo se encogió de hombros sin darle mayor importancia, después de todo quien se preocuparía por la muerte de un vagabundo.
Cuando el rubio llego el olor a comida lo empezó a guiar hasta que fue detenido por un guardia.
El guardia entrecerró la mirada "A que vienes".
"Vengo a la competencia".
Los ojos del guardia escanearon al chico, su ropa era un desastre y sucia, su cuerpo estaba lejos de parecer que fuera entrenado, todo su porte gritaba vagabundo a sus ojos.
"No eres permitido".
El rubio frunció el ceño "Dijeron que todos los hombres pueden entrar tebayo"
"Dijeron hombres, tu solo eres pequeña mierda, ¿Por qué te dejaríamos entrar?" Se burló.
Una risa retumbo dentro del chico "Demuéstrale Nauto, demuéstrale la supuesta clase de mierda que eres a ese débil Ningen".
Ira y enojo surgieron del chico "Si no lo haces por las buenas, lo hare por las malas"
En el rostro del guardia había solo burla y arrogancia hacia el joven "Inténtalo"
Para su sorpresa el rubio desapareció de sus ojos y sintió un duro golpe en las bolas que lo hizo hincar.
"Idiota" Exclamó el niño mientras corrió hacia la entrada.
"Atrapen a ese mocoso" Gruñó con furia.
Varios guardas aparecieron.
El temple del rubio se volvió serio.
"Como si me fuera a dejar" Murmuró
Varios hombres se abalanzaron hacia él, pero el rubio logro esquivarlos con gran facilidad, incluso algunos que sacaron sus armas y lanzaron sus estocadas, solo atravesaron el aire o fueron desviados por el chico con solo un simple palo de madera.
"Vamos, vamos esto se está poniendo aburrido dattebayo" Expresó con burla el rubio hacia los hombres quienes lo veía con furia palpable
Aunque si era sincero estos hombres estaban a la par de un Gennin bajo en términos de fuerza, solo les hacía falta experiencia en batalla, para alguien como el que ha estado luchando peleas de vida y muerte durante años, tales escaramuzas no le eran nada, incluso si sus combatientes eran más fuertes que él, su experiencia marco la diferencia.
"¿Que está pasando?" Gruñó una fuerte voz.
Los soldados rápidamente se pusieron en guardia ante el hombre mayor rango, la mayoría de ellos estaba avergonzados por el hecho que fácilmente fueron derrotados por un niño
"Expliquen" Volvió a exclamar solo para recibir el silencio de sus hombres y la risa del niño.
Cuando giró su mirada hacia el niño quien se estaba totalmente relajado como si no acaba de vencer a soldados entrenados.
Naruto se encogió en hombros "Quisieron detenerme por entrar en la competencia, por lo que tuve que hacerlo por la fuerza".
"Me estás diciendo que tu acabas de derrotar a soldados perfectamente entrenados" Dijo incrédulo.
Naruto rodo la mirada "Soldados perfectamente entrenados, estas bromeando verdad, de donde vengo fácilmente ellos podrían estar muertos, diablos incluso yo los podría haber asesinado si quisiera, no me vengas a decir que fueron perfectamente entrenados tebayo".
Los ojos de aquel hombre se entrecerraron ante las palabras del niño, no parecía provenir de Esparta o de otra cuidad guerrera, pero sus habilidades fueron lo suficientemente fuertes para causales problemas a los guardias de este reino.
"Déjenlo pasar" Dijo el hombre.
"Per..."
"Silencio" Gruñó "Si pudo derrotarlos que te hace pensar que no es digno de participar, porque si lo piensas así, entonces los que entraron antes tampoco deberían estar aquí" Replicó.
El hospilita bajo la mirada ante el regaño de su superior.
Desvió la mirada hacia el chico "Adelante"
Naruto solo se encogió y corrió hacia el banquete.
Cuando entro observó por lo menos treinta hombres de todas las edades, aunque ninguno de la edad de Naruto (O la que aparenta que seria 12 años), la mayoría era jóvenes adultos entre 17 y 35 años, el resto era de edades más avanzadas, dejando eso de lado el olor a comida lleno los sentidos del oji azul, sin pensarlo dos veces empezó a comer, una pequeña risa detrás de él le hizo detener a medio camino de un gran trozo de carne de cerdo.
El chico se rio más cuando el niño dirigió su mirada con su boca llena, este parecía una ardilla con sus mejillas infladas.
"Tranquilo, la comida no se va a ir" Dijo el joven.
Una vez que pudo tragar le respondió "Simplemente tenía bastante tiempo sin comer Tebayo".
"Puedo verlo" Dijo divertido "Soy Hipomenes y tu"
"Naruto"
La ceja de joven se alzó "Naruto, un nombre un poco extraño"
El rubio simplemente de encogió en hombros "Soy extranjero Datebayo"
"Oh, interesante así que vienes también por la mano de Atalanta"
"Eh" Expresó confundido.
"Si esta competencia es por ella" Dijo al ver la mirada confusa del niño.
"No, yo vengo por la comida"
El rostro del joven solo era incredulidad "No puedes hablar enserio" Murmuró Hipomenes.
El rubio solo respondió agarrando la pierna más carnosa de un cordero y se la llevo a boca con una sonrisa, dejando a un incrédulo Hipomenes con la boca abierta.
El chico negó con la cabeza "Afrodita..." Susurró Hipomenes.
El rubio dejo de escuchar al chico al lado y solo se enfocó en la comida.
"Vaya, casi estabas en tus niveles más bajos de chakra" Gruñó Kurama.
El rubio se dio cuenta que la única forma de recuperar su chakra que había usado era la comida, la comida se convertía en energía que desprendía este mundo y esa energía en su cuerpo se transformaba en chakra.
*Si, estaba bastante débil, además que utilice mis ultimas reservas luchado con los guardias* El chico gimió cuando sentía que su cuerpo empezaba a recuperarse.
"Ya veo, así que Naruto, piensas ganar la competencia"
*Claro que si Dattebayo* Exclamó mentalmente *Quiero conseguir el mayor tesoro del rey Esqueneo*.
Una risa broto del zorro *El gaki no se ha dado cuenta que el mayor tesoro del Rey no es algo material sino que su propia hija* Al zorro solo le vasto escuchar la pequeña conversación que tuvo Naruto con Hipomenes para darse cuenta de que este era un torneo para obtener la mano de la hija del rey *¿Debería decírselo...?* Una sonrisa zorruna surgió entre los barrotes *No, dejaré que este lo averigüe, además ya le hace falta a mi contenedor la dulce compañía femenina*.
Después de una hora de espera, el número de hombres esperando ya casi llegaban a los cincuenta, el Rey por fin apareció atrayendo toda la atención de los hombres, aunque no era directamente en el sino de la persona que venía a su lado, era una hermosa joven no mayor de trece años, su cabello largo de color cobrizo oscuro, este llegaba hasta la mitad de su espalda, sus ojos eran de color azul turquesa, con solo la simple vista apenas lograba cruzar el 1.40 metros (4.59 Pies) en pocas palabras, era pequeña, pero de cuerpo era ágil, boca pequeña, de nariz griega y piel era algo pálida, era bastante bonita o al menos esa fue la opinión del chico.
"Bienvenido al décimo quinto torneo" Dijo tranquilamente el Rey "Las reglas serán las mismas de siempre, sin armas, solo mi hija tiene permitido un venablo" Expresó mirando a los hombres debajo "Quienes pierdan, también lo harán sus vidas, quien gane obtendrá mi mayor tesoro".
Atalanta observo con desgana hacia la multitud, podía sentir en su piel las miradas lujuriosas de aquellos hombres, tal cosa le hizo hacer una mueca de asco, esa era una de las razones que por las que había querido tomar el juramento de la diosa Artemisa, ella vio esas miradas que aquellos hombres le daban incluso cuando era más joven, solo Meleagro la vio como cazadora, por ello le tuvo tanto cariño al hombre, era como un padre para ella, incluso más que su verdadero padre (Ella nunca se dio cuenta que realmente Meleagro la ambicionaba como su mujer, incluso estando casado).
Sus ojos turquesa miraron a cada uno de ellos, a sus ojos no podía escapar nada después de todo era una cazadora, ella fácilmente lograba identificar a los hombres que le causarían mayores problemas y quienes no, lo hizo hasta llegar a un niño rubio.
"Parece incluso más joven que yo" Murmuró sorprendida frunciendo el ceño "El no debería estar aquí".
Sinceramente ella no tuvo ninguna sensación de fuerza por el niño, vamos incluso desde que llego no le brindo una segunda mirada algo que de alguna manera la ofendió más que las miradas lujuriosas de los hombres, ella misma era consciente de su propia belleza por lo que era natural para los hombres que la vieran de esa forma, desde ancianos hasta niños, pero el hecho que fuera ignorada por un hombre o mejor dicho por un niño le hizo enfurecer de alguna manera.
Con Naruto.
El rubio alzo la ceja cuando vio que los presentes empezaban a quitarse la ropa, ahí fue cuando recordó sobre las competencias griegas he hizo una mueca.
"Lo había olvidado" Murmuró.
Varios solo quedaron en ropa interior, mientras que aquellos de menor pudor se quitaron todo por completo, vamos incluso parecían presumir sus cuerpos ante los presentes.
Suspirando ante eso, el también empezó a quitarse la ropa, quedando solo en calzoncillos tipo bóxer, cuando eso paso no solo llamo la atención de los hombres presentes sino también de la propia Atalanta.
Con Atalanta
Su boca se abrió, no lo podía creer que debajo de esa ropa extraña usada por aquel niño se escondiera un cuerpo esculpido para su edad, claro que no era como los hombres mayores, pero fácilmente se observaba un tenue paquete de seis que no descuadraba con su ágil estructura muscular.
"Definitivamente ese niño será peligroso" Expresó sorprendida.
Su propio padre incluso entrecerró los ojos ante eso.
Acaso era un niño soldado, ese fue el pensamiento grupal de todos los presentes, pero incluso ellos no estaban tan bien construidos a su edad.
Sin esperar más la joven Atalanta también bajo al lugar, en su camino dejo caer su vestido blanco, dejando ver unas telas blancas cubriendo tanto su feminidad como sus pechos, que a pesar del envoltorio se podían apreciar unos alegres pechos copa C, junto con un trasero tipo redondo, unos firmes y carnosos muslos, tal belleza hizo enloquecer de lujuria a los presentes, sobre todo al joven Hipomenes, quien no pudo cubrir su creciente erección.
El rey frunció el ceño ante eso, el odiaba ver a aquellos hombres desear a su hija, afortunadamente ninguno de los anteriores vivió para contarlo "Ni estos los harán" Susurró oscuramente "Bien ya que todos están preparados, doy inicio al torneo, quien quiere ser la primera presa de mi hija"
La excitación de los hombres se convirtió en terror ante las palabras del rey, ellos eran muy conscientes de la brutalidad de la joven Atalanta hacia los perdedores.
El rubio alzó la ceja cuando vio a la joven, su primera impresión fue que era una chica delicada, pero ahora que se había quitado la ropa se dio cuenta que se equivocó.
"Ella tiene el cuerpo de una Kunoichi" Expresó el zorro dentro de él.
Asintió con la cabeza *Me recuerda mucho el cuerpo de Hinata a su edad*.
El zorro se burló "Cuando ella tenía trece, en la cascada cierto".
Una pequeña sonrisa broto del rubio, claro que se dio cuenta quien fue aquella chica que aprecio en la noche, simplemente no quiso decirlo, ni tampoco la quiso avergonzar más de lo que ya estaba.
*Quieres regresar por ella*
*Si* Suspiro *Aun no respondo a su declaración*
"Debiste de hacerlo cuando terminaste con Pain"
*No era el momento dattebayo* Respondió e rubio con el ceño fruncido.
"Entonces cuando lo era" Replicó el zorro.
Un largo silencio fue la respuesta del rubio
"Mi punto"
Solo pudo gruñir internamente el oji azul hacia el zorro.
El chico observo como la gran mayoría estaba reacia a dar el primer paso, por lo que decidió hacerlo el mismo.
"Quiero ser el primero" Exclamó el rubio llamando la atención de los presentes.
El rey alzo la ceja ante eso y negó con la cabeza "Siempre son los más jóvenes los más rápidos en precipitarse y los primeros en morir" Murmuró, dirigió su mirada hacia su hija quien asintió con la cabeza "Bien, pónganse en la línea de inicio, como es costumbre se te dará un minuto de ventaja"
"No es necesario ttebayo" Dijo el niño con desdén.
Atalanta entrecerró la mirada hacia el niño "¿Me estas subestimando?" Preguntó con enojo.
Naruto en cambio le lanzo una mirada fría "De ninguna manera, son ustedes los que me están subestimando" Replicó.
Tales palabras le hicieron ganar una mirada apreciativa de la joven princesa, mientras que por parte de los hombres presentes fueron una serie de burlas y risas.
"Silencio cobardes" Dijo Atalanta "El merece más mi respeto que todos ustedes juntos".
Varios de ellos gruñeron con enojo, mientras otros tantos apretaron sus quijadas.
"Estas seguro que no deseas ninguna ventaja" Expresó la joven, aunque en su tono no había ninguna burla solo cuestionamiento.
El rubio solo asintió mientras caminaba hacia la zona de inicio.
Viendo la distancia aparentaba ser más o menos una distancia de 400 metros hasta la línea de meta, tal distancia era la de dos estadios griegos.
"Listos ambos corredores"
Ambos asintieron.
"Ahora"
Naruto aplicó chakra en sus piernas y sin pensarlo dos veces avanzo con la mayor velocidad que pudo conseguir.
Todos los presentes quedaron sorprendidos, no solo el joven dejo atrás a Atalanta sigo que empezó a ganar distancia entre ellos.
La joven observo la espalda del niño y frunció el ceño "Diosa Artemisa, por favor ayúdeme en esta carrera y honrar mi juramento" Cuanto termino de hablar sintió como su cuerpo se llenó de vitalidad y sus piernas ganaron el doble de fuerza.
La distancia entre ambos empezó a menguar.
Naruto chasqueo la lengua cuando sintió que la joven detrás suyo utilizó su energía interna y no solo eso, sino que también sintió que alguien le brindo más energía.
"Ella no está sola, alguien la está ayudando" Murmuró Kurama.
"No importa, no dejare que gane" Dijo con resolución.
Ella no tardo en alcanzarlo, ambos estaban a la par, cuando la joven se adelantaba el rubio la alcanzaba y cuando el rubio lo hacia la joven hacía lo propio.
La meta estaba cada vez más y más cerca.
"Voy a ganar" Ambos gritaron.
Cuando llegaron a la línea de meta, un grito de júbilo surgió del joven rubio.
Naruto gano.
La incredulidad y sorpresa lleno a los presentes, el niño gano sin tener ninguna ventaja.
"Yo gané" Dijo mientras le brindaba una gran sonrisa hacia Atalanta "Te dije que no me subestimaras dattebayo" y cruzo sus brazos con arrogancia "Y no lo olvides, quien te gano es Naruto Uzumaki".
Ella sin querer sonrió también, la felicidad del rubio era bastante contagiosa, hasta que jadeo al recordar la apuesta, ella se casaría, sería su mujer en cuerpo y alma.
Para la incredulidad, el pensamiento no le hacía sentir malestar alguno.
"Oh, claro que no olvidare tu nombre" Murmuró Atalanta observando al niño, no, observando a su hombre "Mi esposo".
Notas del Autor
Esposas
1.- Atalanta (Especialidad: Arco) Edad: 12 años (Casi 13) Edad Física: 13 Años Tiempo: Presente
2.-¿?
Concubinas
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