Capítulo 18

Cuando volvieron a Hogwarts, los acompañaron a la estación, a George le costó muchísimo despedirse de su esposa, cosa que hizo gracia a sus hermanos.

En cuanto llegaron al colegio, fueron directamente al Gran Comedor a cenar, Mel se sentó junto a sus dos amigos, pero no probo la comida, cosa que se dieron cuenta sus dos amigos.

-¿no comes? -pregunto Draco preocupado mirando a su amiga y dejando de comer.

La chica miro a su amigo y al ver la cara de preocupación, sonrió.

-no tengo hambre, no te preocupes, Draco, en mi condición es normal -dijo Mel sonriendo de forma tranquilizadora.

El chico asintió no muy convencido, pero siguió comiendo, no sin antes ponerle una manzana en su plato a su amiga.

-come, esto seguro que no te sienta mal -sentención el chico para después centrarse en su cena.

Mel miro a su amiga Pansy sorprendida, esta rio y se acercó a ella.

-por lo que me dijo Ron, George le dio una charla a todos los chicos, para que te cuidaran y estuvieran pendiente de ti -dijo Pansy sonriendo mientras señalaba a la mesa de Griffindor.

Mel miro hacia alii y se sorprendió al encontrarse a sus amigas mirándola fijamente. La chica se sonrojo y nerviosa cogió la manzana y le dio un pequeño mordisco.

Después de cenar, se despidió de sus amigos y se dirigió hacia su habitación, estaba agotada y lo que necesitaba ahora era dormir.

Las semanas fueron pasando y a Mel se le hacía cada vez más difícil esconder su embarazo, sobre todo en las clases de pociones, ya que cas siempre los olores la revolvían y tenia que salir de la clase a vomitar. Sus compañeros la estaba empezando a mirar de forma extraña.

Los viajes a su casa se habían acabado, McGonnagall había dicho que en su estado no era bueno hacer tantos viajes. George se disgusto muchísimo, pero a cambio pidió, que los sábados cuando fueran a Hosmeade la pudiera visitar.


Uno de los sábados, Mel se dirigió hacia las tres escobas donde como siempre la esperaba George, este nada mas verla la abrazo y luego la beso, como si llevara años sin verla.

-menuda Bienvenida -susurro ella mirándole a los ojos, él la sonrió.

-estamos en una zona publica, si no te saludaría de otra forma mas intensa -susurro el en su oído haciéndola sonrojar.

Estuvieron hablando durante una hora dentro de la taberna, hasta que decidieron dar una vuelta, en cuanto salieron, George la abrigo bien y la pego a él.

-¿Cómo va la tienda? -pregunto curiosa mientras caminaban.

-cada vez mejor, Lee es un buen ayudante -dijo George sonriendo, mirando hacia el frente.

-estaría feliz, si le hicieras socio, se lo merece -soltó ella mirándole de reojo.

George suspiro, llevaba semanas replanteándoselo, miro a su mujer.

-sí, también lo he pensado, a el le gusta trabajar allí, creo que se lo diré -dijo George con una pequeña sonrisa.

Mel sonrió y cuando noto que había menos gante, le miró fijamente.

-¿Qué tal tus animales? -pregunto ella curiosa y al ver la sonrisa de su marido se alegró.

-bien, se están adaptando bastante bien, por ahora siguen en el jardín de la Madriguera al cuidado de mi hermano Charlie, esta embobado con ellos -dijo él para luego reírse al recordar, la cara que ponía Charlie cada vez que los veía.

Siguieron hablando hasta que de repente, Mel se paró, George se giró y la miro extrañado. Mel le sonrió feliz y le indico que se acercara.

-¿Qué pasa? -pregunto George extrañada mientras se acercaba.

-mira -soltó ella para luego cogerle de la mano y ponérsela en el vientre.

George espera un par de segundos confundido, iba a decir algo cuando lo sintió, al principio no supo que era, pero luego miro a su mujer que asintió emocionada.

-eso a sido…. -se interrumpió emocionado mientras seguía acariciando el vientre.

-una buena patada de tu hijo -susurro Mel que cambio su gesto de alegría, por un gesto de dolor cuando sintió otra patada en los riñones.

George al ver la cara de dolor de su mujer y se preocupó.

-¿te duele? -pregunto George aun acariciando el vientre.

-no, solo cuando usa mis órganos como diana -soltó Mel sonriendo mientras le daba un beso en la mejilla y se ponían a caminar.

-la verdad, es que vale la pena, sentir la vida que crece dentro de mi -susurro ella agarrándole del brazo.

George sonrió y pegándola a él, siguieron caminando. El día paso con completa tranquilidad, George no se separo de ella hasta que tuvo que volver al colegio.

Ninguno de los dos se dio cuenta de que eran vigilados por un par de encapuchados. Estos al ver cerca a los profesores decidieron desaparecer antes de que alguien se diera cuenta de su presencia.

En cuanto llego la hora de marcharse George la acompaño hasta donde la esperaban sus amigos, los chicos en cuanto los vieron sonrieron.

-parecen una verdadera familia -soltó Ginny que estaba abrazando a Harry, el cual sonrió.

-es que lo son -dijo Hermione para después mirar de reojo a Draco.

En cuanto el matrimonio estuvo a su lado, George saludo a todos.

-espero que en mi ausencia me la cuiden bien -dijo el chico mirando al grupo muy serio.

Ron se sonrojo como un tomate haciendo reír a su novia.

-sabes que sí, George, ellos me cuidan mucho -soltó Mel sonriendo.

George sonrió y se despidió de su esposa para luego desaparecer.