Al dia siguiente muy temprano Ukio y Konatsu regresaban de la montaña de tres picos, el chico se dirigió rápidamente a la tienda que compartía con Ranma, Ukio a la propia con Akane y Akari, al entrar a la tienda de campaña, bajó su mochila de viaje para acomodar sus cosas, entonces Akane al escuchar los ruidos se despertó, Ukio lo noto y dijo: –buenos días Akane, perdón por despertarte–
–Ukio ya volviste, ¿como te fue? ¿Recuperaste tu fuerza?– pregunto la peliazul desperezándose.
–ehhh, pues si, jejeje– respondio tímidamente
–Que bueno, me alegro mucho por ti– dijo alegremente Akane.
–Buenos días–dijo Akari que recién se despertó –¿que hora es?–
–Amaneció hace un rato–contesto Ukio
–AH, es hora de levantarnos, tenemos que ir a despedir a los chicos–grito la chica levantándose de golpe.
–¿Despedirnos de quien?– Pregunto Ukio
–Es cierto, ya que te fuiste casi todo el dia de ayer no supiste, la señora Ming logro descifrar un pergamino que lleva a un lago sagrado que puede curar las maldiciones de Jusenkio, Ryoga, Ranma, el señor Saotome, Mouse y Xiampu iran a buscar ese lago, se van hoy–explico rápidamente Akari que ya se había vestido y acicalado para ir a buscar a Ryoga antes de que se perdiera, así que salió de la tienda rápidamente.
–¿En serio existe un lugar asi?, me alegro mucho por los chicos –comento Ukio
–Si, se trata de una leyenda sobre un dragón y un fénix, se supone que si logran llegar podrán curarse de sus maldiciones– explico Akane.
– ¿A qué te refieres con que si logran llegar?– cuestiono la cocinera, Akane se levantó y comenzó a peinarse mientras continuaba,–Pues según el mapa que descifraron, el camino es algo peligroso y se tardaran aproximadamente un mes en llegar–
–Vaya, eso es mucho tiempo, ¿Akane tu iras?–
–Yo... lo he estado pensando y decidí que lo mejor será no ir– respondió un poco triste. Ukio se sorprendió de la contestación de su compañera –¿Por qué no?– preguntó.
–Pues porque...–empezó a dar su respuesta cuando fue interrumpida repentinamente...–Akane quiere volver a Japón y terminar la escuela– era Ranma que acababa de llegar a avisarle que se preparaban para irse.
–Ran-chan–
–Hola Ukio, que bueno que volviste, ¿ya recuperaste tu fuerza?– preguntó el chico sin mirar a la peliazul era evidente que estaba enojado. Ukio lo noto y estaba visiblemente incomoda con la situación asi que respondió únicamente –Yo eh, si–
–Me alegro por ti– agregó Ranma –ahora mismo estamos por partir, Ukio ¿te gustaría acompañarnos?–
–¿yo?–preguntó sorprendida de la propuesta, tardó unos segundos y finalmente respondió: – pues la verdad no puedo–
–¿No puedes?–preguntaron Ranma y Akane a la vez.
–No, de hecho yo... venía a despedirme–respondió un poco perturbada
–¿Pero porque?–pregunto Ranma impaciente.
–Tengo que volver a mi casa–
– ¿Pero porque? ¿Ahora mismo?– insistió el chico
–Eh, si, no puedo esperar, de hecho iré a hablar con la señora Zuh y la señora Cologne porque necesito irme hoy mismo– explico la chica.
–Konatsu ira contigo supongo–dijo Akane
–Ehh si, el ira conmigo– dijo mientras se volteo y empezó a guardar sus cosas
–Asi que tu también te iras, vaya amigas, justo ahora que les pido que me acompañen deciden irse– expreso con molestia el chico. Ukio dejo un momento lo que estaba haciendo y se volvió hacia él un poco enojada, lo miró a la cara y le dijo: –Ranma, esto también es importante para mi, somos amigos, pero tengo que volver a casa lo mas pronto posible para arreglar algunos asuntos, la amistad es en ambos sentidos, asi como es importante para ti encontrar la cura de tu maldición, para mi es importante volver con mi padre– tanto Ranma como Akane se quedaron callados pues nunca antes la chica le había hablado así al trenzudo, Akane sonrió pues vio a su amiga decidida a hacer lo que tenia que hacer, asi que miro a Ranma que estaba igualmente sorprendido y le dijo: –Ukio tiene razón Ranma, si ella necesita irse debemos apoyarla, no te preocupes Ukio, te entiendo, si necesitas algo solo avísame, ya sabes donde encontrarme–
–Muchas gracias Akane, ire a ver a las ancianas y volveré en un momento– dijo y salió prácticamente corriendo, dejándolos solos, Akane suspiro y le dijo al chico:– Ranma, Ukio tiene razón, no podemos imponer nuestras necesidades a las de nuestros amigos–
–No entiendo, a que te refieres Akane? – el chico estaba entre molesto y confundido por la huida rápida de Ukio.
–Es obvio que te molesta que ella no quiera ir contigo a tu viaje– le explicó Akane con los brazos cruzados
–Eres una boba, yo no quiero que Ukio me acompañe– respondió sin pensar.
–¿Entonces porque se lo pediste?– Akane no entendia que es lo que Ranma pretendía, asi que se puso de pie y lo enfrentó
–Solo se lo dije porque tu me pediste que le preguntara– recordando la platica que habían tenido un día antes.
–Pensé que querías que te acompañara alguien que supiera cocinar– aclaró la peliazul un poco mas tranquila.
–No me importa que no sepas cocinar, solo quiero que vengas conmigo– al decir esto se tapo la boca con las manos pues se dio cuenta que estaba hablando de más.
–Ranma...–la chica abrió mucho los ojos y se sonrojó.
–Es decir, bueno, yo no quisiera dejarte sola y que te pase algo, porque bueno pues tu papa me pidió que te cuidara y yo, debería hacerlo así que pues si me voy no podre vigilarte ya que eres tan torpe y te puede pasar algo... – explicaba rápidamente mientras movia las manos de forma inquieta, Akane se sintió muy feliz de saber que el chico se preocupaba por ella así que no pudo contener su emoción y lo abrazó, Ranma estaba con el corazón a mil por hora y cuando sintió el cálido abrazo de la chica su rostro enrojeció, pero esta vez no se apartó, sino que correspondió al abrazo que estaba recibiendo y se sintió muy bien, ella también estaba sorprendida de que le correspondiera el abrazo y su corazón latía tan de prisa que pensó que se desmayaría; después de unos segundos seguían en la misma posición y Akane dijo bajito–Ranma no es que no quiera ir contigo, sino que no quiero que te pase algo malo si tienes que cuidar de mí, no soportaría que te pusieras en riesgo para salvarme, como sucedió la última vez que estuvimos en Jusenkio...–, Ranma respiro profundamente y después de analizar lo que dijo la chica le contesto sin cortar el abrazo:–yo no podría soportar que algo malo te pasara Akane, por eso quisiera tenerte a mi lado, para estar seguro– Akane sonrió, se solto levemente de sus brazos para mirarlo a los ojos, sin querer se puso roja pero le respondió:–nada malo va a pasarme, sabes que soy muy fuerte y puedo cuidarme sola– el chico sonrió y asintió sin decir nada mas, estaban tan cerca y podían sentir sus latidos, en eso llegó el señor Saotome gritando como siempre y abrió la entrada de la tienda de campaña:–¿Ranma ya estás listo? Nos vamos en una hora– los chicos se separaron bruscamente, estaban sonrojados y apenados, el papa de Ranma los miró y les dijo: –¿pero que les pasa? ¿Acaso estas enfermo hijo? Parece que tienes fiebre–le toco la frente y el trenzudo no soporto más y lo aventó lejos de un golpe – ¡papa eres un entrometido!–, Akane solo sonrio y le dijo: –será mejor que te apresures, yo iré en un momento, debo cambiarme– el chico la miró y asintió, salió para ir a buscar sus cosas pero tenía una enorme sonrisa de satisfacción en su rostro. Akane tampoco podía dejar de sonreír, su cara seguía sonrojada y se sentía sumamente feliz, se puso a tararear una melodía mientras se cambiaba de ropa para ir a despedir a los demás.
Momentos después ya estaban todos reunidos en el coliseo de la aldea, Ranma, su padre, Ryoga, Mouse y Xiampu tenían listas sus mochilas de viaje, el guía de Jusenkio y las ancianas del concejo se acercaron junto con la mayoría de las aldeanas para despedir a los guerreros, algunas estaban alegres, otras estaban tristes pues les habían tomado cariño, muchas de ellas querían recuerdos de los chicos pues tanto Ranma como Ryoga son bastante apuestos y fuertes, sin embargo sabían que estaban comprometidos asi que ninguna hizo nada al respecto.
Cologne tomo la palabra y les dijo: –en nombre de las amazonas les doy las gracias por habernos ayudado a librarnos de los ancianos pervertidos, estoy segura que lograran llegar con bien al lago sagrado y encontrar la cura a las maldiciones, es peligroso asi que tengan mucho cuidado y no olviden mantenernos informados, querida nieta por favor cuídate mucho y vuelve a salvo–
–Si abuelita, estare de vuelta muy pronto–respondio la pelimorada
–Por favor no olviden hacer anotaciones del lugar, quisiera ir pero aun hay muchas cosas que arreglar aquí–agrego la anciana Ming que era apasionada de los libros y pergaminos
–Claro que si señora yo me hare cargo–respondió Mouse
–Taro, ¿estas seguro que no quieres venir?– preguntó Ranma al chico mounstro que también había ido a despedirlos y estaba al lado de Mei.
–Yo estoy muy bien asi, además si quisiera ir a ese lugar no necesitaría de tu ayuda afeminado– respondió despectivamente. Ranma le sacó la lengua pero no le contestó.
–Adios, jóvenes que les vaya bien–dijo la anciana Zuh
–Xiampu, seria muy bueno que te quedaras ahí para siempre–dijo Xiang con ironia
–Ya quisieras, en cuanto me cure de mi maldición vendré a tomar posesión de mi puesto y lo primero que hare será patearte el trasero nuevamente Xiang – contesto burlonamente la chica, Xiang solo volteo los ojos y se dirigio a Mouse –nos vemos pronto para un duelo chico pato– el solo asintió pero no respondió nada, Li por su parte estaba triste y lloraba cuando le dio un abrazo a su hermano –hermano mayor cuídate mucho, por favor vuelve a salvo–
–No te preocupes por mi, tu también debes cuidarte hermanita– le respondió el chico.
–Adios Ranma y Ryoga nos vemos pronto– dijeron Pink y Link que les decían adios con la mano, estaban al lado de su abuela, que le dijo al chico cerdo– ¡Hey chico no te pierdas!– todos estallaron en carcajadas porque sabían de la pésima orientación del chico, que solo se sonrojó.
Akari igual estaba muy triste y lloraba, Ryoga la abrazo y seco sus lagrimas con su pañoleta amarilla, –no llores Akari, volveré muy pronto e ire a buscarte, si?–, la chica sollozaba y le dio un abrazo muy fuerte y le beso la mejilla,–estaré esperándote–le respondió.
Ukio y Konatsu llegaron corriendo para despedirlos, empujaron a la gente que se arremolinaba alrededor de ellos, Ukio primero abrazo a Ranma, poniendo celoso a Konatsu, luego abrazo a Ryoga y la que se puso celosa fue Akari, por ultimo abrazo a Xiampu y le deseo buen viaje, se habían hecho buenas amigas después de todo lo que habían pasado.
–Ya es hora de irnos, en marcha–dijo Genma que se había tomado la libertad de llevar el mapa consigo, todos se encaminaron cargando sus mochilas y decididos a encontrar el lago sagrado; Ranma estaba distraido, volteaba a todos lados buscando a cierta chica de pelo azulado pero no la encontraba, ya que todos se acercaron para despedirse, y eran bastantes, ¿Akane donde estas? se preguntaba, Akane se había perdido entre la multitud, pensaba en como podría despedirse de su prometido, asi que decidió correr hacia las afueras de la aldea por el lugar donde la anciana Ming les había indicado que fueran, ya se habían alejado de la aldea cuando Ranma la vió, se despisto de los demás y corrió a donde estaba la chica, ella estaba triste y unas pequeñas lagrimas salieron de sus bonitos ojos cafés, –Ranma yo.., te voy a extrañar mucho– dijo, el chico la abrazó y le respondió bajito, –Akane, volveré pronto y cuando lo haga tengo algo muy importante que decirte– la chica solo asintió y lo abrazo aún más fuerte, venciendo la timidez Ranma se aventuró a darle un beso en la frente y se puso todo colorado al igual que la chica, afortunadamente estaban en el bosque, alejados de todos y nadie los vio, eso hizo que ese momento fuera doblemente especial ya que era algo que compartirían solo ellos dos.
El chico se fue y Akane tenia el corazón latiendo a mil por hora, feliz y triste, pero suspiro y sonrió pues sabia que debía confiar en su prometido, lo esperaría todo el tiempo que fuera necesario y con esa esperanza en su corazón volvió a la aldea amazona mientras iniciaba el nuevo viaje de los guerreros de Nerima para encontrar de una vez por todas la cura de sus maldiciones...
