THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 5. El lord tiene mas de una araña sobre sí.

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Una tarde después del trabajo, Sasuke se topó con Sakura en los buzones de correspondencia, luego de un par de semanas sin verla.

Él apenas estaba entrando en el vestíbulo por lo que pudo admirar desde la entrada la expresión de concentración en el rostro de la pelirrosa mientras inspeccionaba lo que había llegado para ella, así como también la impresionante vista de sus largas piernas al descubierto bajo la corta falda del traje blanco de dos piezas, en una clásica tela tejida.

Necesitó de dar una profunda aspiración para llenar de oxígeno y valor sus pulmones antes de entrar y unirse a ella para revisar su propio buzón.

—Hola Sasuke-kun — la dama sonrió radiante cuando lo sintió posicionarse a su lado —. Siento que no te he visto en años, ¿Cómo has estado?

—Bien, supongo ¿Qué hay de ti? — él trato de aparentar estar despreocupado mientras revisaba sus cartas, aunque por dentro estaba temblando debido a la cercanía con Sakura y su delicioso aroma.

—Ese "supongo" me representa totalmente — tan elocuente como siempre, la pelirrosa no dudo en explayarse sobre su vida —. Estoy teniendo más trabajo del que puedo manejar estos días y aunque mi cartera lo agradece, mi cuerpo no tanto.

—Pero me imagino que la ventaja de ser tu propio jefe es que puedes tomarte descansos siempre que los necesites ¿No? — Sasuke la vio esbozar una expresión de desconcierto y girarse hacia él en cuanto escuchó su sugerencia.

—En realidad... No lo había considerado.

Era cierto, desde que abrió su consultorio Sakura no había tenido lapsos de descanso más allá de los obligatorios por ley o los que ameritaban fechas como navidad. Tenía una ética de trabajo sumamente diligente que le impedía quedarse quieta por mucho que lo necesitara y siempre que un paciente acudía a ella, aún si tenía la agenda llena, hacía hasta lo imposible por atenderle.

Precisamente por eso era que estaba tan agotada últimamente.

—Bueno, me alegra haber sido de utilidad al recordártelo porque si sigues así podrías colapsar — él comentó con aire sabiondo —. Lo digo por experiencia.

—¿Ya has pasado por algo así? — esa declaración consiguió tanto sorprender como preocupar a la joven.

—Hace como dos años. No dormía, ni comía lo suficiente e hice tantas horas extra que parecía más un esclavo que un empleado. Creo que incluso adelgace — Sasuke le explicó como si no hubiera sido la gran cosa cuando en realidad sí que lo fue —. Por ello me obligaron a tomar unas cortas vacaciones, pues el cansancio había tenido repercusiones en mi rendimiento.

Todavía podía recordar lo frustrante que había sido tener que retirarse a "descansar" en medio de un caso que había capturado todo su interés y por el que se había estado esforzado tanto, dada la complejidad del mismo.

En la expresión del Uchiha fue evidente lo molesto que lo ponía recordar eso, por lo que Sakura realmente se puso a considerar prevenir que algo así le sucediera.

—Entiendo... Lamento escuchar eso, gracias por advertirme y también por contarme lo que te pasó — ella le palmeó un brazo casualmente y al hacerlo sus ojos cayeron en una pequeña araña que tenía sobre el hombro —. Permíteme un segundo Sasuke-kun, no te muevas.

Confundido por su pedido y por el hecho de que de repente se había acercado demasiado a él, Sasuke obedeció y se quedó estático.

Eso era lo más cerca que había estado de ella desde que la conocía, tanto que incluso solo bastaría levantar su mano un poco para posicionarla sobre la cintura femenina y completar lo que visto desde una perspectiva ajena sería un abrazo.

Justo lo que el par de mujeres que llegaron al vestíbulo en ese momento creyeron que hacían, pues pararon por completo la charla que habían estado manteniendo y los miraron con los ojos muy abiertos e indignados por lo que consideraban un comportamiento irrespetuoso al estar en un espacio de uso común.

Una reacción que incomodó a Sasuke pero que en Sakura no produjo absolutamente nada.

—A ver, aquí esta, pobrecita... — la pelirrosa sostenía sobre el papel de uno de sus cartas el pequeño arácnido sin ningún atisbo de miedo en ella, luego se giró a ver a las recién llegadas Chiyo y Shizune — Buenas tardes señoras.

—Buenas tardes mi lady — Shizune, la más tranquila de todas las ancianas del edificio, la saludó luciendo todavía confundida por el interesante intercambio entre el par de vecinos del mismo piso.

—Veo que ambos vienen del trabajo ¿Acaso hicieron el viaje de regreso juntos? — por otro lado, Chiyo tenía una lengua muy entrometida y afilada, rayando en lo descortés, aunque su pregunta no hizo más que sonreír a Sakura.

—Algo que no tendría nada de malo considerando que el señor Uchiha y yo estamos haciéndonos buenos amigos ¿No cree? — la dama de ojos verdes dejó el pequeño animalito en una planta cercana y luego se acercó al par de vecinas con su característica sonrisa charlatana —. ¡Vaya Chiyo-sama! ¡Hoy su piel luce especialmente radiante! Veo que el tratamiento que le di le ha funcionado de maravilla.

De forma hábil, la Haruno consiguió desviar la atención de su relación y acercamiento con Sasuke alagando un poco a la señora, quien, aunque tenía un carácter difícil, siempre que recibía cumplidos de Sakura Haruno se deshacía ante ella como un papel bajo la lluvia.

—Bueno mi lady, usted lo dijo tampoco es que lo necesitara tanto antes de usarlo, pero es bueno estar prevenidos — aunque trató de lucir digna, sus mejillas se colorearon y una casi imperceptible sonrisa se asomó en sus labios.

—Sin duda alguna me honraría si un día me dejara tomar una foto de su cutis para mostrarle a mis clientas lo joven que se puede lucir a su edad con los cuidados adecuados y lo mismo digo sobre usted Shizune-san — ésta última sí que se rindió completamente ante el encanto de Sakura y comenzó a reír avergonzada mientras trataba de cubrirse el rostro.

Aquella interesante muestra de dominación que su vecina estaba haciendo en las dos ancianas dejó bastante impresionado a Sasuke, pues sus rostros antes sorprendidos y reprobatorios ahora estaban llenos de suficiencia y adoración.

Ahora podía ver que la manera en que él se veía afectado por la belleza y agradable personalidad de Sakura, volviéndose más vulnerable y abierto de lo normal, era una reacción que otras personas tampoco podían evitar.

Sin embargo, antes de que la pelirrosa pudiera decir algo para finalmente sacarlos a ambos de esa situación, su teléfono sonó en su bolso obligándola a alejarse un poco para contestar.

—Un momento señoras, ahora vuelvo... ¿Diga? — en cuanto escuchó que le respondían, la joven mujer suspiró pesadamente e hizo un pequeño puchero con los labios —. ¿Y estas seguro de que está ahí? No quiero tener que husmear en tus cosas para encontrarlo... Vale, de acuerdo, entonces te veo en media hora.

Y con ese corto intercambio de palabras con quien fuera que la hubiera llamado, la joven colgó.

—¿Todo en orden mi lady? — Shizune la cuestionó cuando Sakura regresó hasta ellos.

—Sí mi señora gracias por preguntar, ya tengo que irme — inclinándose ligeramente, la pelirrosa les dio un pequeño beso en la mejilla a ambas y luego se giró a ver a su vecino de enfrente con una dulce sonrisa y un tierno rubor en las mejillas que no pasó desapercibido para nadie —. Nos vemos luego Sasuke-kun y gracias otra vez por tu consejo.

—No hay de que...

Acto seguido, la dama no perdió más tiempo y los tacones de aguja resonaron por el vestíbulo hasta entrar en el elevador y desaparecer de su vista.

Estando ahora solo con una cuestionable compañía, Sasuke tuvo que contener el pesado suspiro que necesitaba dar para liberar toda la tensión que su acercamiento con Sakura hacía un par de minutos le había supuesto y, en cambio, se dio la vuelta para recoger toda su correspondencia y marcharse lo más pronto posible.

—Ese seguro era Madara — Chiyo refunfuñó con toda la intención de que el Uchiha la escuchara y volteara a ver, algo que el hombre le concedió, interesado en lo que tenía que decir —. Siempre que olvida algo hace que mi lady corra a llevárselo hasta su trabajo, es un hombre muy descuidado, irresponsable e inconsciente. — aunque detuvo un momento su discurso en espera de que el hombre dijera algo, él no hizo ademan alguno de responder —. Alguien así no es digno de tener cerca una mujer como Sakura ¿No lo cree, señor Uchiha?

Esta vez siendo increpado directamente, Sasuke abrió la boca con toda la intención de terminar la conversación e irse, sin embargo, cambió de opinión cuando escuchó el sonido del elevador abrirse y vio a la pelirrosa salir a toda prisa con un bolso negro que debía ser bastante pesado, pues, cuando volvió a despedirse, su voz denotó el esfuerzo que estaba haciendo por cargarlo.

—Puede que tenga razón... — murmuró viendo en la dirección por donde su vecina se había ido con una expresión de molestia.

¿Qué clase de hombre adulto hacia correr a una dama como Sakura con un encargo de ese tipo por simple descuido e irresponsabilidad suya?

Si antes de solo escucharlo nombrar el tal Madara no le agradaba, ahora que había visto las abusivas licencias que se tomaba con la pelirrosa, mucho menos.

—Él ciertamente llega a aprovecharse de la desinteresada amistad de mi lady, pero... Usted no piensa tratarla así también ¿Verdad señor? — la siguiente en cuestionarlo fue Shizune, a lo que él de inmediato negó con la cabeza, completamente seguro de ello —. Entonces que bueno que se estén haciendo amigos, un hombre como usted...

—Sin duda es más apropiado para relacionarse con ella y se vería mil veces mejor a su lado — Chiyo completó la oración y luego lo inspeccionó de pies a cabeza.

Aun con lo poco que lo había visto desde el día en que se mudó, podía reconocer que Sasuke Uchiha era un hombre notoriamente distinguido y sofisticado.

Siempre lucia apuesto e impecable, cuidando hasta el más mínimo detalle de su apariencia y a su alrededor siempre había un aura seria y autoritaria, lo que casi podía excusar el hecho de que era muy seco y poco afable.

Considerando eso en conjunto con las muchas cualidades que Sakura tenia, era como si estuvieran...

—... Hechos el uno para el otro — Shizune comentó certeramente como si le hubiera leído la mente a su amiga y sus palabras hicieron parpadear repetidamente al Uchiha en abierta sorpresa.

—En efecto y usted también parece agradarle mucho, así que proceda con lo que tiene planeado — Chiyo aceptó esa declaración y se sintió aliviada de tener a alguien que redujera la probabilidad de que su adorable pelirrosa se enamorara de alguien como Madara.

—No estoy planeando nada — el hombre frunció el ceño, ofendido.

—Claro, no lo está, pero por la manera en que la mira no dudo que terminara haciéndolo — acomodándose el rebozo oscuro que llevaba en el pecho, la mujer comenzó a caminar en dirección a la salida, siendo seguida de cerca por Shizune —. En fin, buena suerte y que tenga una agradable tarde... mi lord.

...

NOTAS FINALES:

Iren, por más malditas que sean algunas viejitas, ellas saben cosas jajaja.

Bueno tengo que decir que esto de llevar dos historias a la vez es más difícil de lo que pensé, PERO, eso no cambia que voy a poner mi máximo esfuerzo por ambas, no lo duden.

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Muchas muchas gracias en serio por estar dándole oportunidad a esta historia y comentar que les está pareciendo, no me imaginaba que iba a tener tan buena recepción, pero estoy muy contenta por ello.

No tengo otra cosa que añadir asi que nos leemos muy pronto! Bye!