THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 10. El lord y la lady son ideales juntos.

⊹。・゚ ゚・。・゚ ゚・。⊹。・゚ ゚・。・゚ ゚・。⊹。・

Tras su última actuación como espía, el lord del edificio Konoha se había visto más que desperado por obtener la atención de su lady y demostrarle que iba totalmente en serio con ella.

No obstante, a pesar de que se había disculpado por la forma en la que la trató anteriormente, buscó, sin éxito, la manera de encontrarse casualmente con ella para conversar e incluso comenzó a ser él quien le enviara mensajes por las mañanas, Sakura se había vuelto extrañamente cautelosa y su antes alegre actitud se había enfriado.

Estaba tan perturbado por su nueva postura respecto a él que incluso le pidió un consejo a Naruto. ¡A Naruto! Su nivel de desesperación era humillante, tanto que incluso estaba dispuesto a hacerle caso.

"Dices que te debe una cena juntos, aprovecha y llévala a algún lugar donde puedas tener un gesto significativo que le haga saber lo mucho que estás interesado en ella" le había dicho con toda la actitud de un orador motivacional.

Su nivel de persuasión fue tan efectivo y contagioso que, en cuanto llego a casa del trabajo, tocó a la puerta de su vecina y con más seguridad de la que nunca había hecho alarde en toda su vida le pidió una cita.

Ahora gracias a todos los dioses que le brindaron ese momento de sabiduría a su rubio amigo tendría una cena con Sakura el sábado por la noche.

Hasta que el día llegara, Sasuke había planificado metódicamente todo lo que haría para que la velada fuera perfecta, sobre todo la parte del restaurante al que la llevaría, eligiendo un elegante y popular establecimiento con vista al mar después de analizar todas las opciones disponibles en la ciudad.

Y la expresión que Sakura puso cuando llegaron hizo valer el martirio que supuso conseguir una reservación. Con los ojos brillantes, un dulce rubor en su rostro y sosteniéndose las mejillas en una clara muestra de emoción.

El Uchiha estaba tan feliz de que ella lo fuera que se permitió posar una mano en su espalda baja mientras eran guiados hacia su mesa, mirando con orgullo y posesividad a cada persona en el lugar que se fijara en ellos.

Como siempre que pasaba cuando estaban juntos, daban una impresión tan fuerte como pareja que por las expresiones de los otros comensales era fácil adivinar lo que estaban pensando.

"Somos el uno para el otro, lo sé" Sasuke se regodeó mentalmente.

—Esta debe ser la mejor mesa del lugar — Sakura comentó soñadoramente mientras contemplaba la perfecta vista del mar a su izquierda y cerraba los ojos un momento para escuchar el sonido de las olas.

—Hoy incluso haces juego con la luna — él reconoció mirándola con una profundidad que la hizo enrojecer y sonreír radiante.

La pelirrosa siempre se veía hermosa sin importar lo que usara, pero nunca le había parecido tan apabullante como en esa noche gracias al ajustado vestido de seda blanca que resaltaba cada curva de su cuerpo, su maquillaje discreto, pero al mismo tiempo provocativo por el rojo de sus labios y el par de pendientes de diamantes que resaltaban en sus orejas a pesar del sensual y rizado cabello que caía libre por sus hombros.

Sakura Haruno era simplemente demasiado en cada aspecto y las para nada discretas miradas que los hombres en mesas aledañas o los mismos camareros le estaban dando se lo comprobaban.

Pero esa noche, lejos de sentirse celoso o molesto por ello, habiendo recuperado la atención y el afecto de su vecina después de días sin él, estaba simplemente gozoso.

—Entonces tú te has combinado con el océano — Sakura respondió mientras sus ojos recorrían sin reservas el elegante traje profundamente azul oscuro que usaba y que además de darle un aire mucho más apuesto que de costumbre, conseguía que sus hombros lucieran anchos en una forma demasiado atractiva —. Y debo admitir que a veces me siento celosa de tu belleza.

—No deberías, no hay nada ni nadie que se te pueda comparar en ese aspecto... — murmuró al tiempo que extendía una palma sobre la mesa y le daba una sonrisa que la dejó deslumbrada.

—Bueno, definitivamente no tengo tu talento para robar suspiros a donde quiera que vaya — ella pudo responder con voz suave y coqueta al cabo de un momento, al tiempo que tomaba su mano y lo dejaba acariciar sus nudillos sugerentemente.

—¿Los tuyos también?

—En especial los míos...

Tras un pequeño intercambio de más cumplidos discretos y un par de fotos que él le hizo para que tuviera un recuerdo de la velada, los meseros trajeron su comida, esmerándose en dar un buen servicio tanto por la esplendorosa cuenta que estaba acumulando esa mesa, lo cual auguraba una generosa propina, como por la brillante y amable dama que iba a disfrutar dicha cena.

Estaban a mitad de sus platillos conversando de todo y nada a la vez, como ya era típico de ellos, cuando los ojos de Sakura se desviaron de su magnífico acompañante y se encontraron con que una persona los estaba viendo fijamente.

—Sa-Sa... Sasuke-kun ese es... ¿Ese es Hayate Gekkō? — no pudo evitar balbucear tremendamente sorprendida cuando reconoció al extraño —. ¡Sí es él! Sasuke-kun voltea discreta...

Pero antes de que la pelirrosa pudiera completar su pedido, el Uchiha ya se había dado la vuelta sin ningún disimulo, comprobando que efectivamente ese tipo estaba en el restaurante y tenía la mirada fija en ellos, levantando una mano como saludo al verse descubierto.

"Por favor no vengas, por favor no vengas, por favor no vengas" Sasuke repitió en su mente temeroso de que lo hiciera.

—¡Viene hacia acá! — lamentablemente ese sujeto no atendió a sus suplicas.

—¡Señor Uchiha! ¡Que maravillosa coincidencia! — aquel atractivo y famoso actor de cabello castaño y ojos cansados llegó hasta su mesa 6 le dio un afectuoso abrazo a Sasuke apenas éste se puso de pie para recibirlo —. Disculpe que interrumpa su cita, pero no podía resistirme a saludarlo. Un placer señorita soy Hayate Gekkō.

Bajo la mirada demasiado incómoda del Uchiha, aquel tipo le pidió su mano a Sakura para depositar un galante beso sobre ella, consiguiendo así que la chica sonriera nerviosa y se sonrojara profundamente.

—Sakura, un gusto conocerlo...

—¡Vaya señor Uchiha! De haber sabido que tenía novia no hubiera tomado tanto de su tiempo las últimas semanas, le ruego me perdone por tenerlos separados señorita, pero estaba desesperado.

En efecto, Sasuke dudaba que algún día podría olvidar como Hayate simplemente entró en su oficina envuelto en llanto y rogando que lo salvara. Se había sentido tan extrañado por la intromisión del desconocido que estuvo a punto de llamar a seguridad, no obstante, la entrada de su jefe diciéndoles que tenían trabajo y mirando con aflicción al tipo arrodillado en el suelo, lo detuvo.

Ese era el caso tan mediático que lo había esclavizado durante las últimas tres semanas y por el que casi pierde a su lady.

—Oh ummm, no soy...

—Señor Gekkō, tengo entendido que su equipo le recomendó mantenerse lejos del ojo público al menos hasta que salga el veredicto final — por alguna razón, Sasuke se apresuró a interrumpir a su acompañante antes de que aclarara el verdadero estatus de su relación, algo que fue curioso y a la vez gratificante para ella.

—Sí, pero tenía muchos deseos de venir aquí y además tengo plena confianza en que no tendré que seguirme escondiendo porque usted va a sacarme de este lío ¿No?

Sakura se dio cuenta de la forma en que su vecino estaba comenzando a irritarse. Por lo que había entendido a través de las noticias y lo poco que el Uchiha le había contado, Hayate estaba en una disputa legal contra la empresa que lo representaba ya que su agenda y los proyectos que tomaba estaban siendo manejados maliciosamente y quería rescindir de su contrato con ellos.

Sin embargo, ante los dichos del actor la empresa contraatacó tratando de manchar su imagen de forma que los medios de comunicación estaban empeñados en aprovecharse de eso y no lo dejaban en paz.

Al final ahora ese tipo tenía plena confianza en que un abogado con la reputación de Sasuke, quien podía presumir de nunca haber perdido un solo caso en toda su carrera, podría fácilmente sacarlo de apuros. Una percepción que sabía que su cita odiaba.

"Soy abogado, no Jesucristo, así que no soporto cuando los clientes me ven como si pudiera hacer milagros de la nada cuando en realidad las cosas no son así de fáciles" le había dicho.

—Señor Hayate, lamento si le parezco inoportuna, pero un amigo y yo somos grandes fanáticos de su último drama — la pelirrosa hábilmente consiguió que el actor dejara en paz a Sasuke con temas de trabajo.

—¡¿De verdad?! ¡Me alaga señorita! ¡Muchas gracias! — sin siquiera molestarse en pedir permiso, Hayate tomó asiento junto a Sasuke en su lado de la mesa, obligándolo a recorrerse en el sillón con forma de media luna hasta quedar en el medio —. ¡Perdone que me emocione! ¡Es que creo que ese ha sido de mis trabajos favoritos! Ya sabe, siempre he estado en dramas escolares y éste fue mi gran salto a los romances de oficina, además...

Mientras el actor comenzaba a parlotear sin cesar sobre su trabajo y lo orgulloso que estaba de él, una mueca de auténtica furia se hizo presente en el rostro de Sasuke mientras observaba al indeseado acompañante como si quisiera arrojarlo al mar.

Estaba a punto de interferir y pedirle, de una forma no muy amable, que se fuera, sin embargo, detuvo sus intenciones cuando sintió una suave y pequeña mano tomar la suya en un intento de contener sus emociones.

Al voltear a ver a la dueña de dicha mano, Sakura le guiñó un ojo discretamente en un gesto que decía: "yo me encargo", por lo que decidió confiar en ella.

—Hayate-san, me temo que sus acompañantes están echándolo en falta — con dulzura la pelirrosa interrumpió al actor y le señaló al grupo con el que él se suponía que debería estar. Su señalamiento tuvo efecto al instante ya que Gekkō se levantó de inmediato y se preparó para despedirse —. Oh y señor, antes de que se vaya ¿Podría tomarme una foto con usted?

—¡Por supuesto! ¡Será un placer!

Bajo la ahora más furiosa mirada de Sasuke, la dama de ojos verdes sacó su teléfono y le pidió que los fotografiara, algo a lo que a regañadientes tuvo que acceder.

Al menos Hayate tuvo la cortesía de no acercarse demasiado a ella, aunque el simple hecho de estar a su lado conseguía disgustar al Uchiha.

Una vez que capturó el momento, el actor por fin se retiró, no sin antes recordarle al abogado que tenía toda su fe puesta en él y que estaba ansioso por su próximo encuentro.

—Lamento eso Sasuke-kun, no debí ni de haberlo volteado a ver — la chica sonrió apenada pues el disgusto todavía seguía presente en el rostro de su cita.

—Descuida, con mucha suerte después del jueves ese hombre se olvidará que existo.

—Eso lo dudo Sasuke-kun ¿Quién podría olvidar a un hombre como tú? — aprovechando que todavía estaba cerca de ella y que aún sostenía su mano entre la suya, el pelinegro se llevó el delicado dorso a los labios depositando un prolongado beso que la hizo reír encantada —. Espero aún tengas humor para el postre.

—No lo dudes — con pesar tuvo que separarse regresando a su lugar anterior y llamó a un mesero para que les tomara una última orden. Tiempo que Sakura aprovechó para hacer unas cuantas cosas en su teléfono, tal vez revisar sus fotos con Hayate se imaginó el abogado —. ¿De verdad eres fanática de ese tipo?

—No y mucho menos ese amigo del que hablaba, pero tenía que hacer algo para salvarte — con una traviesa sonrisa, la dama puso su teléfono sobre la mesa para que él lo viera y en éste aparecía una ventana de chat con Madara, a quien ella le había enviado la foto con la celebridad. "Más vale que te desinfectes antes de tu próxima visita, que horror" rezaba su respuesta —. De hecho, lo odia bastante porque una vez perdió una apuesta y tuvo que ver completo ese drama del que Hayate está tan orgulloso.

—Creo que después de este caso yo también voy a terminar sintiéndome así por él — la melodiosa risa de Sakura alivió la tensión que se había manifestado en su espalda por casi ver arruinada la cita que con tanto esmero había planeado.

Pero después de eso la noche resultó ir tan bien que cuando estuvieron de regreso a su edificio la pelirrosa le besó la mejilla bastante cerca de los labios a modo de despedida, le agradeció por la velada llamándola "la más perfecta que había tenido en mucho tiempo" y le pidió volver a salir pronto.

Creyó que con eso dicho, su propósito de enamorarla ya estaba más que cumplido y que no habría manera de agrandar su algarabía, no obstante, en eso ultimo estaba equivocado, pues cuando revisó su teléfono antes de dormir y entró a la cuenta de Instagram que se había creado hace poco para estar al pendiente de ella se encontró con un par de fotos subidas a sus historias.

La primera siendo una de las fotos que él le había tomado desde su pov, y en la que ella le sonreía con dulzura y la segunda tratándose de una toma estratégicamente hecha para capturar la cena tan elegante que estaban disfrutando y el hecho de que estaba acompañada de un hombre, aunque no podía vérsele el rostro.

Y como cereza del pastel ella había escrito en esa última:

"Sin salvavidas, a merced del magnífico mar"

...

NOTAS FINALES:

Casi no vengo hoy, pero conseguí apurarme y traer actualización.

He andado un poco floja estos días por diferentes cuestiones, pero de verdad estoy haciendo lo imposible por ser cumplida con el par de historias que estoy publicando, lo que me está costando bastante más trabajo del que soy capaz de explicar.

.

En fin, como en cada capítulo les doy millones de gracias y les mando aún más abrazos a todxs los que me están leyendo y se dan el tiempo de comentar. Porfis no dejen de hacerlo y si tienen el chance aunque sea escríbanme algo cortito, lo único que quiero es saber que esta fic está siendo apoyado.

Espero estén bien, cuídense mucho y nos vemos luego, bye!