THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING
DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.
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Capítulo 14. La virtud que a veces les falla al lord y a la lady.
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Sasuke no iba a apresurarla.
Prefería llegar un poco (o bastante) tarde a la cena a pedirle que se diera prisa, pues de ninguna manera iba a interponerse en el prolongado arreglo que su novia estaba haciéndose y entorpecer su proceso.
Más aun cuando, desde la sala de estar de su casa donde él la estaba esperando, podía escuchar cómo se lanzaba cumplidos así misma, demasiado contenta por cómo se veía.
Y esa era otra razón por la que estaba teniéndole toda la paciencia del mundo: presentía que cuando finalmente estuviera lista, iba a verse tan hermosa que no habría palabras que pudieran describirla con justicia. Aunque admitía que estaba poniéndose más nervioso de lo que estaba dispuesto a admitir.
Diablos, si así se ponía por la idea de ir juntos a una simple cena de su firma no quería ni pensar en cómo sería cuando llegara el día de su bo...
—¡Muchas gracias por esperar, Sasuke-kun! ¡Ya vámonos! — de repente, la protagonista de sus fantasías mentales hizo aparición frente a él terminando de ponerse un pendiente, para acto seguido, dar una vuelta completa en su lugar con gracia —. ¿Qué te parece?
Al parecer todo el tiempo de espera que había hecho no había sido suficiente para prepararse para cuando la tuviera frente a él.
El rojo nunca la había hecho lucir tan apabullante como esa noche y más aún por que el talle del vestido de terciopelo carmesí que usaba se ajustaba a la piel de su torso, delineando su cintura y a su vez elevando sus pechos, consiguiendo que sobresalieran por el escote en forma de corazón, lo que solo se volvía una visión aún más deliciosa dada la pálida piel de su clavícula y hombros descubiertos.
Por el contrario, la falda del vestido era ligeramente voluminosa y tenía una apertura discreta, gracias a la cual se podía apreciar lo largas que conseguían verse sus piernas debido a los altos tacones dorados con incrustaciones de piedras rojas que usaba.
Sasuke no podía evitar estar sorprendido por lo sensual que se veía, ya que incluso se había alaciado el cabello dejándolo caer sobre su espalda y usaba un par de guantes largos del mismo color y material que su atuendo.
Estaba tan concentrado que no fue hasta que se dispuso a inspeccionar el ligeramente oscuro maquillaje de su rostro que se dio cuenta de que ella también lo estaba inspeccionando con la misma fascinación.
—Ah, señor Uchiha... Definitivamente esta noche no me separare ni un segundo de su lado — ella pronunció con un tono de voz soñador y luego se acercó para tocar la tela del esmoquin negro que usaba y deleitarse con la forma en que se había peinado el cabello hacia atrás dejando al descubierto su demasiado hermoso rostro —. Seguro que más de una va a querer robárselo cuando lo vea. Se ve demasiado perfecto.
—Esa es mi línea — él la acercó a su cuerpo posando ambas manos en su cintura mientras se acercaba seductoramente a su rostro —. Estas tan hermosa que me cuesta respirar en tu presencia.
Y sin más, comenzaron a besarse hambrientos, olvidándose de que ya estaban yendo demasiado tarde a ese evento importante y que si no se apresuraban Naruto comenzaría a llamar a Sasuke histérico por saber por qué aún no habían llegado.
Menos mal que solo les tomó un par de minutos regresar a la realidad y ponerse por fin en marcha.
—¿Qué le pasa a Sasuke? ¿Acaso no piensa venir? — Kakashi Hatake uno de los socios fundadores de la firma cuestionó al Uzumaki mientras le daba una revisada visual al lugar, pero en ningún rincón del lujoso salón de hotel donde se estaba celebrando la cena se encontraba su más valioso abogado.
—No se preocupe Kakashi-san, él estará aquí y estoy seguro de que nos daremos cuenta de inmediato cuando llegue — el rubio le dio un sorbo a su copa de champagne, despreocupadamente.
—¿A qué te refieres? — el hombre frunció el ceño confundido, aunque pronto obtuvo su respuesta cuando escuchó un grupo de murmullos a sus espaldas.
—Ahí lo tiene...
Fue entonces que ambos hombres fueron testigos de la llegada de Sasuke Uchiha, el más afamado de los abogados de la firma actualmente y a quien varios invitados estaban ansiosos por conocer. Sin embargo, no fue su sola aparición lo que consiguió capturar todas las miradas pues, para sorpresa de Kakashi y los demás presentes, además iba a acompañado de una belleza con la que se completaba de manera impresionante.
La pareja atrajo tanto la atención que, conforme se habría paso entre los invitados, eran vistos sin ningún disimulo y saludados como si fueran las personas más importantes en el lugar.
Naruto no pudo evitar soltar una carcajada feliz cuando su amigo se acercó a él y al hombre que consideraban su mentor, recibiendo una mirada solemne de Sasuke y una bella sonrisa de su acompañante.
—¡No tiene una idea de lo mucho que quería conocerla! ¡La mujer que doblegó a este témpano de hielo! — el rubio tomó la mano de la pelirrosa delicadamente estrechándola en un corto saludo —. Es un placer Sakura.
—Tú debes ser Naruto, el gusto es mío.
—Sakura, él es mi superior, Kakashi Hatake — el Uchiha le presentó al otro hombre presente, quien no podía dejar de analizar a la pareja con atención. Ni siquiera sabía que ese chico tenía novia, pero ahora que la tenía en frente resultaba más que adecuada para él. Se veían muy bien juntos —. Kakashi, ella es Sakura Haruno, mi novia
—Que agradable tenerla aquí esta noche señorita, gracias por impedir que Sasuke se saltara esta reunión — su comentario se ganó una suave risa de la mujer, misma que dejó aún más deslumbrados a los dos hombres que recién la conocían.
Durante los siguientes minutos, mientras hablaban, se conocían y a su vez eran abordados por otras personas, para el par de hombres que fue sencillo ver lo prendado que el Uchiha estaba de esa criatura de cabellos rosados.
A pesar de que conservaba su rictus imperturbable de siempre, ocasionalmente se lo podía atrapar observando con suavidad a la dama, así como acariciando con discreción su hombro o su cabello. Se veía feliz y orgulloso de estar con ella, algo que a Kakashi y a Naruto les pareció refrescante y a su vez todo un alivio.
Muchas veces llegaron a creer que moriría soltero y con miles de gatos.
En un momento dado se les pidió a todos los presentes avanzar al salón donde sería servida la cena y para mala suerte del pelinegro, en su mesa además de su par de amigos también estaba Neji Hyugga.
—¡Ah señorita Sakura! ¡Que dulce sorpresa verla aquí! — quien después de saludar a su dermatóloga, no perdió oportunidad de buscar su atención sin siquiera molestarse en ser discreto.
Ni siquiera tomó mucho tiempo que los demás comensales comenzaran a sentirse incómodos por la insistencia del abogado en hablar con la pelirrosa, más aún cuando ella solo le daba respuestas cortas y un poco frías comparadas con la elocuencia con la que hablaba con los demás.
Era como si a pesar del contexto siguiera tratándolo como un simple paciente en su consulta, lo cual le causó un inevitable placer interno a Sasuke.
—Debo decirle señorita Sakura que todos aquí estamos sorprendidos de ver que Uchiha finalmente tiene una pareja — Neji no pensaba rendirse en su intento por provocar alguna reacción interesante en la pareja, pero su comentario solo consiguió despertar la curiosidad del pelinegro sobre la forma en que su novia iba a responder a eso.
Varias veces ella se había acercado a susurrarle en su oído lo mucho que desearía ponerle diez capas de cinta adhesiva en la boca al Hyugga y por la forma en que sus ojos verdes lo vigilaban fríamente mientras hablaba, podía ser que ya hubiera alcanzado el límite de su paciencia.
—¿A usted no le produce curiosidad saber la razón detrás de su prolongada soltería? — oh no, ese tipo había presionado el botón equivocado y todos en la mesa se dieron cuenta de ello al ver como la pelirrosa se tomaba un par de segundos para responder mientras lo barría con la mirada despectivamente.
Ojalá Neji se hubiera dado cuenta a tiempo de su error para retractarse.
—En realidad lo que me produce curiosidad es esa intensa necesidad suya de compararse constantemente con él — pero como no lo hizo, Sakura decidió ser contundente e ir a por su cuello sin piedad —. Es bastante preocupante, a la vez que penoso, el cómo intenta desesperadamente de señalarlo por todo, convertirlo en su único tema de conversación y querer estar sobre él casi literalmente, tanto que comienzo a creer que me quiere fuera de juego para quedárselo usted.
—¿Q-Qué...?
Naruto no pudo aguantarse una fuerte risotada, mientras que Kakashi apoyó la observación de la Haruno con un gesto manual y los demás en la mesa se removieron incómodos en sus asientos. Sasuke por su lado sonrió detrás de su copa mientras le daba un sorbo a su bebida, dispuesto a disfrutar lo más que se pudiera ese momento.
—Piénselo, en toda la noche no ha parado de hablar de él, adulándolo falsamente sólo para después intentar insultarlo. Es como cuando un niño molesta a otro solo para conseguir que se fije en él porque esta secretamente enamorado. Es tan infantil que casi es tierno... — el Hyugga apretó la mandíbula al escucharla. Era la segunda vez que lo llamaban inmaduro y para colmo esta vez estaba frente a uno de sus superiores —. Pero debo decirle que lo mejor para usted sería detenerse un momento, verme muy bien... — con gracia, la pelirrosa se señaló de arriba a abajo mientras le sonreía encantadoramente —. Y darse cuenta de que, cuando se trata de obtener la atención de Sasuke-kun, no tiene ninguna oportunidad contra mí...
Por debajo de la mesa, el Uchiha le dio una suave y agradecida caricia a la pierna de su novia. Orgulloso por como había manejado la situación y dado fin de una vez por todas. Sus palabras fueron tan efectivas que el resto de la noche el Hyugga permaneció en silencio y dejó a los demás disfrutar el resto de la velada tranquilamente, incluso pudiendo llegar a divertirse.
Naruto y Sakura habían congeniado tan bien que incluso se tomaron un par de selfies juntos e intercambiaron números, prometiendo tener una reunión para beber los tres en un futuro cercano.
Cuando lo vieron solo, varios socios de la firma tomaron la oportunidad para felicitar a Sasuke por el crecimiento acelerado de su carrera, hacerle uno que otro comentario acerca de su encantadora novia e incluso pedirle que no se olvidara de ellos cuando enviara las invitaciones de su boda.
Y aunque aún estaba en una etapa bastante prematura de su relación, la idea de casarse con ella pronto no le disgustó en lo absoluto.
De hecho, a cada persona que se tomó la libertad de decirle eso, le sonrió con una sinceridad que hasta él se sorprendió a sí mismo.
En algún momento de la elegante cena, Sakura y Sasuke se habían separado para estar un momento a solas en un pasillo un poco alejado de todos, mismo que tenía una pared llena de espejos y una iluminación tan ideal que la pelirrosa no se resistió a tomarse un par de fotos a sí misma y una serie mucho más numerosa con su novio.
—Perdona si me comporte mal hace un rato Sasuke-kun... — ella murmuró mientras lo abrazaba, aprovechando que no había ni un alma cerca.
—No tienes que disculparte, si tú no hubieras hecho nada sin duda yo le hubiera lanzado un plato a la cara — el Uchiha supo de inmediato que se refería al incidente con Neji.
—Me hubiera gustado verte hacer eso, pero es mejor que yo terminara resolviéndolo. Todos aquí te admiran tanto que no puedes permitirte perder el control ¿Verdad? — le acarició el puente de la nariz con delicadeza para después delinear sus oscuras cejas —. Casi parece que esta cena es para ti.
—Soy conocido por ser hermético ante todo así que sí, tengo una reputación que mantener. Y también ya había pensado eso último... — él se inclinó hacia ella y le dio un suave beso en los labios —. Aunque no puedo culparlos por querer acercarse a mi cuando mi novia debe ser la mujer más hermosa que han visto en sus vidas
—Mi teoría es que en realidad quien los ha dejado impresionados has sido tú... Estas tan apuesto que no te imaginas lo celosa que me ha puesto la cantidad de mujeres que te han mirado esta noche — Sasuke se sintió tan sobre estimulado por su acalorado tono de voz que comenzó a besarla con más ímpetu.
Dudaba poder decírselo pronto, pero desde que habían llegado a esa cena y se dio cuenta de que la manera en que todos los analizaban, entre admirados y comprensivos por el hecho de que fueran novios, una excitación había comenzado a asentarse dentro suyo.
Misma que solo se había acrecentado cuando la vio defenderlos a ambos de los ridículos ataques del Hyugga.
Conocía a la Sakura que era tremendamente dulce y adorable, a la que era juguetona y parlanchina, a la que podía mantener su clase y elegancia incluso en los momentos más casuales y a la que en ese instante tenía en sus brazos ardiente en pasión que solo él le provocaba.
No obstante, esa era la primera vez que la veía utilizar su ágil mente cuando estaba enojada y verla de esa manera casi había provocado que la besara de lleno aún a la vista de todos.
Cuando no creía que podía enamorarse más de ella, esa preciosa pelirrosa le demostraba que en realidad sí...
—¿No cree que ya es un poco tarde, señor Uchiha? ¿Qué le parecería llevarme a un lugar donde no tenga que esconderse para besarme como me lo merezco?... A casa, por ejemplo.
Lo antinatural de hecho seria no caer rendido ante ella cada vez un poco más.
...
NOTAS FINALES:
Me gusto como me quedo el capítulo, pero si debo decir que esto de llevar dos historias al mismo tiempo es más duro de lo que pensé jajaj. Y es que también son dos moods totalmente diferentes.
Pero pues ni modo, a llorar a la lloriqueria.
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Cuéntenme qué les pareció el capítulo amistades, espero les pareciera divertido y les gustara igual que todos los demás. Muchas gracias por seguir al pendiente de este fic y por todos sus lindos comentarios, los tengo muy presentes en mi corazoncito.
Nos leemos en la siguiente actualización. BYE!
