THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 19. La familia es un tema complicado tanto para el lord como la lady.

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Antes de llegar a Konoha, uno de los aspectos determinantes a la hora de escoger el nuevo lugar al que se mudaría fue el tamaño de la bañera.

Desde la adolescencia, su altura siempre le había supuesto un impedimento cuando de darse un baño cómodamente se trataba. Inclusive la casa de sus padres y otros lugares en los que había vivido anteriormente no contaban con un espacio lo suficientemente grande para albergarlo.

Por suerte, ya no tenía ese problema y el amplio recipiente de cerámica en el que ahora estaba sumergido podía hasta alojar a alguien más.

—Huele delicioso — Sakura murmuró encantada al percibir el aroma de las sales de baño que él había puesto en el agua.

—Y se siente delicioso, así que ven rápido.

Desde su posición privilegiada como espectador, Sasuke fue testigo del delicado y a la vez sensual accionar de su novia mientras se quitaba la ropa. Ella acababa de llegar del trabajo hacía unos cuantos minutos y tocó a su puerta justo antes de que el hombre se metiera a dar un baño, por lo que sin dudar decidieron compartir ese momento juntos.

Una vez que la pelirrosa no tuvo ninguna prenda encima, comenzó a adentrarse a la bañera con deliberada lentitud y teniendo cuidado al acomodarse frente al Uchiha.

—¿Se supone que voy a relajarme con eso detrás de mí? — ella bromeó con él al percibir su dureza contra su espalda baja.

—Lo lamento, si no fueras una delicia sería más sencillo controlarlo — Sasuke tomó entre sus manos la espesa cabellera de rizos rosados y la ayudó a hacerse un moño en lo alto de la cabeza para no mojarlos, dándole un pequeño beso en la nuca al finalizar.

—Al menos las mujeres no tenemos respuestas físicas tan evidentes como esa cuando estamos excitadas, de lo contrario comenzarías a pensar muy mal de mí.

—Hay ciertas cosas que noto por más sutiles que sean, como esto — sin molestarse en ser delicado, él atrapó sus pechos entre sus manos, apretándolos y acariciando con sus dedos los sensibles pezones que percibió habían estado erectos incluso cuando todavía llevaba sostén —. O cuando hay humedad en esto...

—Sasuke-kun... — ella jadeó arqueándose cuando sintió sus largos y gruesos dedos posarse sobre sus labios inferiores. Pero, aunque ese contacto la había encendido todavía más de lo que ya lo estaba, no quería tener sexo con él todavía —. Dame un momento mi amor, estoy rendida. Por ahora solo quiero descansar de esta manera contigo.

—Lo que tú desees — el pelinegro la dejó en paz no sin antes girar su rostro hacia él para darle un sencillo, aunque largo beso.

Los siguientes minutos ambos permanecieron en silencio, simplemente dejándose llevar por la maravillosa sensación del agua caliente y aromática, así como de la cercanía entre sus cuerpos.

El pelinegro incluso había cerrado los ojos para concentrarse aún más en lo que sus otros sentidos percibían. Tal vez, de haber estado solo incluso hubiera caído dormido, pero debido a que Sakura estaba concentrada en proliferarle atenciones y pequeños mimos eso era imposible.

Fue mientras acariciaba una de las manos de su novio y le daba varios besos en los nudillos que a su mente llegó una repentina duda que creía muy necesario esclarecer.

—Sasuke-kun... — lo llamó tímidamente.

—¿Qué pasa?

—¿Tienes planes para navidad? — en el segundo en que la escuchó, Sasuke abrió los ojos y se incorporó interesado. Aún faltaba más de un mes para eso, pero también creía necesario tratar el tema desde ese momento.

—No lo sé, ¿Tú los tienes? — la pelirrosa le dio una mirada llena de incertidumbre por encima del hombro.

—Tampoco lo sé... Es que, normalmente voy a casa para pasar las fiestas allá, pero no tengo idea de si podré hacerlo este año también — antes de explicarle por qué, Sakura se dio media vuelta para abrazarlo por la cintura y pegar su frente contra la clavícula masculina —. Sucede que mis hermanos y yo les regalamos un viaje a mis padres para esas fechas, así que ellos no estarán en casa y supongo que los demás celebrarán en otros lados.

—Lamento escuchar eso — el hombre la abrazó suavemente percibiendo su tristeza. La chica le había hablado de su deseo de ir a casa prácticamente desde que se conocieron hacía casi ya un año, por lo que ver sus planes arruinados debía pesarle mucho.

—¿Qué hay de ti? ¿Piensas ir a ver a tus padres?

—Preferiría no hacerlo, por varios motivos... Aunque tú ya sabes el principal.

Internamente la mujer se regañó a sí misma por no tener más tacto al cuestionarlo o haberlo hecho de otra manera.

Sasuke le había contado anteriormente de la buena relación que tenía con su madre y su hermano mayor, siendo bastante unidos y recibiendo apoyo de ambos de manera incondicional; no obstante, también le habló de lo complicado que siempre había sido para él estar cerca de su padre.

Fugaku Uchiha era una versión mucho más aterradora y aún más fría que su hijo menor. Era un hombre parco que nunca hablaba de sus emociones, gustos o disgustos y que a lo largo del tiempo siempre había tenido problemas de comunicación con sus hijos.

El mayor, Itachi, no era precisamente su orgullo debido a su trabajo como letrista. Nunca lo juzgó o trato de cuestionar su elección de carrera, pero tampoco manifestó aceptación por ella. Aunque tampoco fue diferente cuando Sasuke se convirtió en abogado y poco a poco comenzó a hacerse reconocido por su buena trayectoria laboral.

Al final, sin importar lo que hicieran o a qué se dedicaran, el hombre no era capaz de mostrar un mínimo de emoción o reconocimiento por los logros de sus muchachos, así que con el tiempo el par de hermanos, sobre todo el menor, comenzaron a alejarse de él.

—Tal vez deberías ir a hacerles aunque sea una visita por un par de horas... Más que nada por tu mamá — ante la sugerencia, él simplemente prometió pensarlo, no muy seguro de que la mujer fuera a aceptar eso.

—Entonces tal vez deberías ir a ver a tus hermanos — por su lado, ella guardó silencio, disconforme con la idea. No se llevaba del todo bien con ellos y al estar lejos en la ciudad y siendo la única mujer se sentía como como una extraña cuando tenían que convivir. Sin mencionar que ellos solían hacerle malas bromas y aun la trataban como una niña —. O... ¿Podríamos ir juntos a hacerles una visita a todos?

—Ahhh, e-es que y-yo... Sasuke-kun hay una cosa que... — Sakura comenzó a balbucear nerviosamente, extrañando bastante a su novio, quien la miró con una ceja arqueada —. Hay una pequeña cosita que me impide hacer eso.

—¿Y eso es qué...?

Hizo falta una prolongada pausa para que la mujer se diera valor de contestar pues temía que la verdad pudiera molestar u ofender a Sasuke a pesar de que esa no era su intención. Aunque era consciente de que debía sincerarse lo antes posible.

—Que no le he dicho a nadie más que a mi madre que tengo novio — final mente soltó casi en un susurro y tras esa declaración, el Uchiha casi suelta un suspiro de alivio. Se había imaginado que podría llegar a ser algo mucho peor.

—Oh bueno ¿Y hay alguna razón por la que no les hayas dicho a tu padre y a tus hermanos? — él ya la sabía, pero quería escucharla.

A su novia le encantaba contarle historias sobre el pueblo rural en el que había crecido, sobre todo cualquier memoria que tuviera que ver con sus padres, sus vecinos y los campos de cultivo que su familia poseía. Sin embargo, cuando se trataba de sus tres hermanos mayores ella apenas contaba una cosa o dos.

No se sentía muy cómoda alrededor de ellos y siempre tuvo dificultades para acoplarse a sus personalidades ya que mientras ellos eran de ideas y gustos bastante parecidos, con ella no tenían nada en común.

Nuevamente Sakura dudó un momento antes de responderle e inconscientemente se acurrucó aún más contra él como si buscara esconderse.

—Es que mi padre iba a ir corriendo a decirles a mis hermanos y ellos no iba a parar de reírse de mi cuando se enteraran — su voz sonó tan desvalida y triste que él no atinó a hacer otra cosa más que acariciar su espalda y besarle la frente.

—¿Por qué iban a reírse de ti por tener pareja?

—No es por tener pareja en sí, sino por con quien estoy — por un segundo el Uchiha se lo tomó personal, aunque ella rápidamente disipó esa concepción —. Es que eres tan apuesto y creciste aquí en la ciudad a diferencia de mí y sé que van a encontrar la manera de hacerme sentir mal por eso. — Sasuke abrió la boca, dispuesto a refutar, pero como ella aún no terminaba de explicarse decidió esperar y guardar silencio —. Pero sobre todo tengo miedo de lo que van a decir cuando vean lo alto que eres.

Eso sí le parecía una razón más lógica.

En una ocasión Sakura le había hablado de lo complicado que siempre había sido todo para ella cuando se trataba de su altura. Siempre fue la persona más pequeña del lugar no importa donde estuviese y aunque en algunos sitios nunca la incomodaron por ello, en casa sí que lo hicieron.

Era la única de su familia que se había quedado tan corta, midiendo exactamente 1.54m y aunque a sus padres eso le parecía una adorable parte de su persona, a sus hermanos les dio pie para reírse de ella o hacerle malas bromas que en más de una ocasión terminaron con ella llorando y prefiriendo mantenerse lejos de ellos tanto como fuera posible.

Normalmente los tres se disculpaban con ella después de alguna de sus jugarretas, pero por más que la lastimaran nunca pararon con eso y siguieron haciéndolo hasta que ella decidió ir a estudiar lejos de casa.

Así que Sasuke podía entender que temiera que fueran a ridiculizarla por estar con un hombre que era mucho más grande, en altura y proporciones, en comparación de ella.

—Entiendo, lamento haber sugerido la idea. Lo mejor entonces es que no vayamos — él concluyó, aunque sin la aceptación final de la pelirrosa.

—Te prometo que voy a decirles pronto y que si alguna vez quieres ir conmigo te llevare a conocer a todos... Pero no puedo hacerlo ahora... No si mis padres no están ahí — Sakura levantó la mirada hacia él, viéndolo con una expresión de culpa que le apretó el corazón y lo puso a pensar en un par de cuestiones.

¿Realmente esos tipos eran tan patanes con su hermana menor como para que ésta les temiera de esa manera? ¿Acaso no podrían dejar ese infantil comportamiento atrás a pesar de ya ser adultos? En vista de la manera en que la pelirrosa estaba avergonzada por haberle contado aquello, podría ser que incluso fueran peor de lo que se imaginaba.

Ahora tenía más ganas que nunca de ir a conocer a esa familia y ponerse firme con ellos para defender el honor de su novia si era necesario.

—No te preocupes, haz las cosas a tu ritmo y como te hagan sentir más segura ¿De acuerdo? — Sakura asintió trémulamente y agradecida por su comprensión le dio un pequeño beso en los labios —. Y sobre ir a ver a mi familia, tampoco creo que sea la mejor idea, creo que Itachi preferirá que los deje solos esta vez.

—¿Y eso por qué?

—Porque tiene una noticia que darles a mis padres y el resultado de ello es tan impredecible que lo mejor es que yo me quede fuera del drama — Sasuke tenía la costumbre de ser un poco ambiguo cuando hablaba o a veces dejar las conversaciones a medias, pero la enorme curiosidad con la que su novia lo estaba mirando no le dio cabida a eso —. Va a ser padre.

—¡¿En serio?! ¡Que emoción! ¡Vas a ser tío Sasuke-kun! ¡Felicidades! — ella se levantó ligeramente de la bañera y envolvió sus brazos alrededor de su cuello para darle un abrazo —. ¡Pero esas son grandes noticias! No veo como eso pueda salir...

—Y no está casado — él la interrumpió con una mueca en sus labios recordándole ese importante detalle.

—Oh, cierto... — ahora lo entendía todo, no había duda que Fugaku y Mikoto Uchiha no iban a reaccionar del todo bien a eso. Ambos eran bastante conservadores y esa era una parte de su personalidad en la que su novio siempre hizo hincapié cuando le hablaba de ellos —. Bueno, pero estoy segura de que sabrán perdonar a tu hermano y tu...

—Y en realidad mis padres no conocen a mi cuñada y ni siquiera saben que Itachi tenía novia, así que todo esto va a caerles como una bomba asesina — esa cereza en el pastel terminó de dejar muda a la chica. Aunque él parecía bastante desinteresado en lo problemático de las circunstancias de su hermano—. Yo le dije que debía aprovechar para decirles cuando yo les conté de ti, pero no me hizo caso. Ahora tendrá sus consecuencias por no atender mi consejo.

—¿Tus padres ya saben de mí? — de repente su preocupación por Itachi se convirtió en sorpresa e ilusión.

—Bueno, se lo conté a mi hermano primero, quien le fue con el chisme a mi madre y estoy seguro de que ella le dijo a mi padre — el pelinegro se encogió de hombros —. Ella me llamó en cuanto se enteró y me pidió que te llevara a casa para conocerte en cuanto fuera posible.

—¿Y por qué no hemos ido? — su tono de voz tuvo un leve tinte de indignación.

—Porque ninguno de los dos ha tenido tiempo ¿Tal vez?

—Buen punto.

—Además, quiero mucho a mi madre y me gustaría complacerla, pero... Conocer a la familia es un paso muy importante y no quería asustarte o que pensaras que voy demasiado rápido — al decir eso, un leve tinte rosado se apoderó de sus mejillas, lo que hizo sonreír enamorada a Sakura.

—Owww, Sasuke-kun, en serio eres un encanto — ella le tomó el rostro por las mejillas y comenzó a besarlo repetidamente —. No te preocupes, iremos cuando tú quieras hacerlo y te sientas seguro también.

Ya que ambos tenían sus motivos por separado para no pasar navidad en sus hogares, al final concluyeron que lo mejor sería pasar las fiestas juntos y ello se convirtió en un plan mucho más agradable que incluso les hizo sentirse emocionados porque ese momento llegara.

Tanto que no demoraron en hacer una lluvia de ideas sobre todos los aspectos que debían organizar: la comida, las decoraciones y otras cosas.

—¿Y dime qué te gustaría que te diera como regalo? — Sakura lo cuestionó al final de la conversación.

—Realmente no se me ocurre algo para entonces, pero sí una cosa que me gustaría que me dieras ahora — respondió con voz ronca y seductora en su oído, un tono que ella sabía bien lo que significaba.

Así que la mujer no se sorprendió cuando la levantó entre sus brazos y sin importarle ni un poco lo empapados que estaban, entre besos y caricias la llevó a su habitación.

Ya tendrían tiempo para planificar todo después, así como de secar y cambiar las sábanas.

...

NOTAS FINALES:

¡¿CHALE QUÉ HICE!? Jajaja. Ahora tengo muchas ganas de escribir esa visita de Sasuke a la casa de Sakura, pero aún falta para que ese momento llegue. Noooooo.

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Como siempre les agradezco millones por leer, deben saber que aprecio todo lo que me escriben y hasta el más pequeño apoyo que me brindan porque con eso me basta para captar que hay personas interesadas en mi historia.

Díganme también que les pareció este capítulo plis, que de ahí agarro motivación para escribir aun cuando no tengo muchas ganas.

Asi que, sin más por añadir, nos leemos pronto. BYE!