THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING

DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.

Capítulo 30. Para el lord y la lady siempre fue "sí"

⊹。・゚ ゚・。・゚ ゚・。⊹。・゚ ゚・。・゚ ゚・。⊹。・

Una vez Sakura y Sasuke habían estado de acuerdo en que su amor era como el océano: profundo, puro por sí solo, capaz de albergar inconmensurable vida, pacífico y al mismo tiempo tempestuoso, sublime y, sobre todo, inabarcable.

Por ello, luego de considerar miles de opciones para el lugar donde le propondría matrimonio, el Uchiha finalmente decidió tomar el mar como escenario.

El último mes había estado increíblemente ocupado con todos los preparativos y por suerte pudo mantenerlos en secreto en todo momento.

Lo primero que hizo fue ir a un par de tiendas por unas cosas que necesitaba, entre ellas a una joyería para buscar el anillo de compromiso perfecto para su pelirrosa. Esa ciertamente fue una tarea complicada ya que ninguno de los que le mostraron le pareció lo suficientemente bueno para que la mujer de su vida lo usara.

Al final, luego de visitar más de cinco tiendas, se decidió por un costoso y muy elegante modelo con banda de oro blanco, cuyo centro tenía una brillante esmeralda, adornada por pequeños diamantes con forma de lágrima en los laterales.

Era un anillo que lo había hecho suspirar de amor en cuanto lo vio pues era justo lo que tanto estuvo buscando: una joya que evocara la esencia y belleza de Sakura a la perfección.

Lo siguiente en su lista fue reunir a sus padres y hermano para darles la noticia. Eso fue lo más fácil que tuvo que hacer pues no sintió ninguna presión o nerviosismo al simplemente lanzarse y decir: "voy a casarme con Sakura". Sabía desde el principio que su familia estaría de acuerdo y lo comprobó cuando vio a Fugaku e Itachi asentir dándole el visto bueno sin ninguna pregunta o consideración y a Mikoto derretirse de felicidad al segundo de escucharlo. La señora Uchiha quedó tan emocionada por la idea que mientras los hombres se quedaron hablando ella se marchó a revisar sus miles de revistas de bodas para comenzar a planear la gran fiesta.

Dos días después se encontró en el pequeño paraíso donde su novia había crecido para pedir formalmente su mano a los señores Haruno. Para su fortuna los idiotas de sus cuñados no estuvieron presentes, por lo que aun cuando la ansiedad se apoderó de él y apenas lo dejó hablar, consiguió tener una seria y fluida conversación con sus suegros.

No fue para nada una sorpresa que Kizashi aceptara de inmediato, como tampoco que Mebuki se mostrara un poco menos receptiva a la idea, pues consideraba que aún estaban en una etapa muy temprana de su relación como para dar ese paso. Hizo falta sincerarse con ella y desnudar su alma para hacerle ver que si estaba seguro de estar listo para casarse era porque no había una cosa que deseara más en la vida que vivir con, por y para Sakura.

Fue para cuando finalmente la mujer aceptó darles su bendición -conmovida casi hasta las lágrimas, cabe decir- que los hermanos Haruno hicieron aparición en la casa y para cuando fueron informados por sus padres sobre la razón por la que los había visitado, Sasuke ya estaba de camino a la estación de tren.

Si estuvieron de acuerdo o no con la idea de que se casara con su querida hermana menor era algo que desconocía y que poco le importaba.

Así entonces lo último en su meticulosa planeación para la propuesta perfecta fue llevar a su novia al lugar donde le haría la gran pregunta.

—¡Este lugar es realmente hermoso Sasuke-kun! — Sakura exclamó emocionada para después dar una profunda aspiración y dejar que la brisa marina revolviera su cabello.

—Nunca más que tú, pero me alegra que te guste — él sonrió contemplándola con detenimiento unos pasos detrás.

Como si lo hubiera planificado también, aquel popular mirador en la cima de un peñasco no había tenido su concurrencia de siempre, por lo que prácticamente estaban solos. Permitiendo así que Sasuke fuera el único que se deleitara con la preciosa vista de su novia envuelta en un veraniego vestido largo y blanco mientras sonreía encantada por el mar y las enredaderas de flores que cubrían el pequeño templo de estilo griego casi en su totalidad.

Tras darle su tiempo para que viera todo a detalle, el Uchiha se posicionó a su lado y envolvió un brazo por detrás de su cadera para acercarla a su cuerpo. Gustosa por ello, la pelirrosa le abrazó por la cintura y levantó su rostro hacia él, pidiéndole implícitamente que la besara. Algo que por supuesto él no dudo en concederle.

—¿Eres feliz conmigo Sakura? — le preguntó después de un rato disfrutando de su compañía en silencio mientras veían el mar.

—Más de lo que nunca he sido en mi vida — ella respondió rápidamente y acto seguido se giró hacia él para darle toda su atención mientras le explicaba la gran profundidad de su dicha —. Es decir, antes de ti podía contar con los dedos de una sola mano las veces en que había sido genuinamente feliz por más de solo una hora... Pero, desde que llegaste a mi vida ha habido incontables e interminables momentos de alegría a los que siempre les siguen otros nuevos, día tras día, encuentro tras encuentro, todo el tiempo... Mi corazón está completamente lleno de ti desde el día en que te conocí.

Sus palabras lo dejaron sobrecogido por un par de segundos. De su boca había escuchado muchas veces lo cómoda y jubilosa que era por tenerlo en su vida, sin embargo, escucharlo en ese momento y en vista de que lo que estaba por hacer, tenía un efecto diez veces más poderoso en él.

—Yo tampoco puedo recordar una época en la que haya sido más feliz que ahora... Todo es gracias a ti, pusiste mi mundo de cabeza, Sakura — con infinita ternura, él acarició su mejilla.

—¿En el buen sentido?

—En el mejor de todos. Nunca me había enamorado de alguien como lo hice contigo, ni mucho menos amado tanto como te amo a ti — conforme hablaba, había algo en su voz y su profunda mirada que tocó a la pelirrosa hasta lo más hondo de su corazón y la hizo sentir deseos de llorar —. Para mí eres lo más único y perfecto que existe. Cada vez que te tengo cerca, que puedo mirarte, tocarte, besarte o hablar contigo te conviertes en el aliento de mi alma. No tienes una idea de lo agradecido que estoy contigo por haberme dado una oportunidad para demostrarte lo puro de mis sentimientos.

—Soy yo quien te agradece a ti... Eres el hombre que pensé que solo en mis sueños podría formar parte de mi vida — con la misma ternura que él usaba al contemplarla y tocarla, Sakura tomó el rostro de su novio entre sus manos y lo acarició —. Mi hermoso, dulce y encantador Sasuke... Te amo demasiado.

—Yo mucho más a ti...

El Uchiha no tuvo forma de seguirse conteniendo y la besó con todo el sentimiento que su corazón desbordaba por tenerla a su lado. Fue uno de los besos más tiernos que habían compartido desde que inició su noviazgo, simplemente regodeándose en el sabor y suavidad de los labios del otro mientras se concentraban en la calidez que su unión les transmitía.

Fueron apenas unos segundos lo que duró el contacto, pero, para entonces, Sasuke ya estaba demasiado impaciente por hacer que sus planes por fin dieran resultados, así que, con todo el pesar del mundo, se separó de ella y caminó unos pasos atrás.

—¿Sabes cuánto te amo y lo dispuesto que estoy a hacer hasta lo imposible porque lo sepas? — la pelirrosa sonrió encantada cuando lo vio acercarse a un punto ciego en una esquina del templo y tomar una bolsa cuyo logotipo conocía muy bien.

—Tanto como para hacerme este tipo de regalos aun cuando traerme aquí es más que suficiente para darme cuenta de ello.

—Cuando se trata de ti, la delgada línea entre "suficiente" y "demasiado" no existe... — igual que solía hacer siempre que tenía oportunidad, el hombre se arrodilló frente a ella en una pierna, dispuesto a ser quien la calzara —. Cierra los ojos.

—¡No Sasuke! Tú sabes que amo verte cuando haces eso — a pesar de sus ojos suplicantes, él no hizo ademan de cambiar su orden, por lo que al final Sakura le obedeció.

—Una vez me dijiste que los zapatos son tu cosa favorita en todo el mundo... ¿Dirías que lo son incluso más que yo? — él le preguntó al tiempo que levantaba su pie derecho para quitarle el tacón blanco que usaba y remplazarlo con el que él acababa de regalarle.

—Tú no eres un objeto, pero ciertamente eres mucho más especial para mí — con sus manos cubriendo ambos ojos lo único que delataba su emoción era su enorme sonrisa.

—¿Tanto que si nos tuvieras a ambos para toda la vida eso te haría feliz? — continuó cuestionándola, esta vez atendiendo su pie izquierdo con la misma maestría y delicadeza.

—Solo te necesito a ti para ello, nada más.

—Me alegra oír eso y puedo asegurarte que de aquí hasta el final de los tiempos siempre nos tendrás a ambos — finalmente el par de tacones nuevos estuvieron asegurados en sus pequeños pies. El momento decisivo había llegado, asi que necesitó dar una profunda inhalación para darse valor antes de proseguir —. Abre los ojos.

Entre risas joviales, Sakura atendió de inmediato su pedido, aunque su sonrisa se borró de golpe cuando se encontró con el anillo más hermoso que había visto en su vida siendo ofrecido por el hombre que más amaba y adoraba en el mundo.

De repente toda la diversión despreocupada por su nuevo par de zapatos se vio hecha a un lado por la conmovedora propuesta que su amado le estaba haciendo.

—Sa-Sasuke-kun... — murmuró sintiendo como las lágrimas se agolpaban en sus orbes esmeralda. Aquel par de joyas iguales a la que él le estaba dando, aunque mucho más brillantes.

—¿Sabías que cuando alguien ama tanto a una persona como yo te amo a ti comienza a sentir una incontenible necesidad de pasar el resto de su vida con ella? Pues ya que yo te amé desde el primer momento en que te vi, he esperado poder pedirte esto por demasiado tiempo —. el Uchiha no entendió cómo, pero, a pesar de que se sentía muy abrumado por las lágrimas de felicidad que corrían por las mejillas de su novia y su propia emotividad aflorando, las palabras salieron de su boca con total seguridad —. He esperado mucho para poder decirte que quiero pasar todos los días de mi vida junto a ti, que quiero compartir todo lo que soy y todo lo que tengo contigo, que deseo con todo mi corazón ser ese hombre que cuide de ti y te procure hasta el final. Ese en quien confíes más que nadie en el mundo, a quien estés orgullosa de amar, dichosa de tener contigo, segura de compartirle tu futuro y entusiasmada de darle un lugar en tu vida... Ese a quien puedas llamar esposo.

—¡Oh Sasuke! — la pelirrosa se agachó a su altura y volvió a tomar su rostro entre sus temblorosas manos, sin dejar de llorar.

—Dime Sakura... ¿Me dejarías ser ese hombre? ¿Me darías el honor de ser tu esposo?

Todavía más emocionada y enternecida que antes, la pelirrosa no dudo en asentir varias veces.

—¡Sí! ¡Mil veces sí! ¡Hazme tu esposa Sasuke-kun! ¡Me casaría contigo todos los días por el resto de mi vida si me lo pidieras!

Aquello había sido mucho más perfecto de lo que el hombre pudo haber planeado o imaginado. Desde la emocionada respuesta de su novia, lo maravilloso que lució el anillo cuando lo deslizó por su dedo, marcando así que estaban oficialmente comprometidos, el amoroso beso que ella dejó en su boca como muestra de lo feliz que estaba y la manera en que su propio corazón latió desenfrenado por el apabullante amor que en ese momento sentía por la mujer entre sus brazos.

Sakura estaba tan sorprendida y eufórica por ese momento que bien parecía sacado de un libro de romance, que no se dio cuenta en ningún momento de que algunos de los pocos visitantes del mirador habían visto la propuesta de principio a fin y habían tomado fotos y videos de ella. Dispuestos a compartírselos a la feliz pareja para que tuvieran un recuerdo de tan importante acontecimiento.

Fugazmente, se dio cuenta de que los zapatos que su ahora prometido le había comprado eran del mismo color esmeralda que su anillo e incluso tenían incrustaciones de piedras plateadas. Su atención al detalle fue tan precisa y encantadora como siempre, por lo que le agradeció entre más besos y palabras afectuosas.

En realidad, todo en lo que se concentró fue en el precioso y alegre rostro de Sasuke. Tan enternecido y emocionado como ella por la consciencia de que pronto serían esposos, que compartirían sus vidas de ahora en adelante de una forma mucho más íntima de lo que ya lo hacían y de que su infinita historia de amor apenas estaba comenzando.

Definitivamente estaba muy agradecida con el universo por haber traído a ese hombre a su vida. Su hermoso presente y futuro. Su hogar. Su alma gemela. La razón por la que su corazón latía. El recipiente de sus más profundos y dulces sentimientos. La promesa de amor que estuvo esperando toda su vida.

Ese maravilloso y tierno hombre que quería convertirla en "lady Uchiha".

...

NOTAS FINALES:

Ay... Otro de esos capítulos donde digo "¿Esto pasa en la vida real? No sé y no me importa, a ellos les tiene que pasar" jajajaja. ¿Qué les pareció? ¿Dejo satisfechos sus deseos románticos? Espero que sí.

.

En fin, como en cada capítulo les doy las gracias por estar aquí y les mando aún más abrazos a todxs los que me están leyendo y se dan el tiempo de comentar. Porfis no dejen de hacerlo y si tienen el chance, aunque sea escríbanme algo cortito, lo único que quiero es saber que esta fic está siendo apoyado y que les está gustando. Así mismo les agradezco un montón a lxs que están siguiendo mi cuenta pues eso en serio me ha dado muchos ánimos estos días

Espero estén bien, cuídense mucho y nos vemos luego, bye!