THE LORD AND THE LADY OF THE BUILDING
DISCLAIMER: Naruto es propiedad de Masashi Kishimoto, pero la historia es de mi autoría.
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Capítulo 35. El lord es bastante celoso con su lady.
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—Vamos cariño, levantate o no alcanzaremos desayuno.
Sasuke abrió los ojos perezosamente al escuchar a su esposa desde el otro lado de la habitación y al instante fue asaltado por el molesto brillo de la luz matinal. Maldijo mentalmente a quien hubiera diseñado las enormes ventanas de ese hotel y tras ser llamado por segunda vez al fin se levantó, aunque de mala gana.
—Que estés tan animada a esta hora de la mañana me hace creer que hice un pésimo trabajo anoche — el Uchiha masculló mientras se adentraba al baño para asearse.
—En realidad estoy tan emocionada por estar aquí contigo que, a pesar de tu maravillosa actuación, aún tengo mucha energía — eso era obvio, ya que saltaba emocionada mientras terminaba de ordenar el cuarto para poder marcharse en cuanto su marido estuviera listo.
Para su luna de miel habían reservado una estadía en un pequeño paraíso en una isla aledaña a su país y cuya atracción más famosa era el enorme cenote que había sido adaptado para recibir turistas necesitados de conectar con la naturaleza. Desde el momento en que sus ojos se posaron con la descripción en internet y las fotos del sitio, Sakura había estado sumamente deseosa de conocerlo y de no ser porque la noche anterior, cuando llegaron a la isla, la ocupó para una actividad de suma importancia con su marido, habría acudido a verlo inmediatamente.
Así entonces, una vez que Sasuke finalmente había terminado de prepararse y disfrutaron del desayuno, salieron del hotel dispuestos a disfrutar de sus pequeñas vacaciones como recién casados.
—Es más bonito de lo que pensé — la pelirrosa exclamó cuando dieron un vistazo desde las alturas al profundo pozo cubierto de plantas y flores tropicales y en el que otros visitantes ya estaban nadando en el fondo.
—Espero valga la pena interrumpir mis planes de hoy por esto — al escucharlo, su esposa se giró a verlo con una mirada interrogativa, a lo que él respondió escondiéndose de hombros —. Yo hubiera preferido pasar todo el día en la habitación haciéndote el amor.
—No tienes remedio mi Sasuke... Descuida, esto también te va a gustar — sin esperar más, la mujer tomó su mano y juntos comenzaron a bajar las inclinadas escaleras del sistema subterráneo.
Una vez estuvieron abajo y dieron sus nombres a un trabajador del lugar, pues habían reservado un espacio para acomodarse durante su visita, el hombre de cabellos negros se permitió analizar con cuidado cada esquina del cenote. Calculando la profundidad del agua, lo seguro del terreno, los señalamientos de seguridad y a los demás visitantes y fue precisamente en eso que se dio cuenta de algo desagradable.
A unos metros lejos de ellos, un grupo de hombres que seguramente eran apenas universitarios estaban viéndolos, o más bien admirando a Sakura, sin molestarse en disimular. Murmuraban cosas entre ellos y sonreían con un brillo travieso en sus ojos. No podía culparlos, su mujer era una completa belleza de pies a cabeza y estando vestida con un pequeño bikini rojo de dos piezas con el que su magnífico cuerpo resaltaba más, era una visión imposible de ignorar.
—¿Mi amor? — ella se sorprendió cuando de repente su acompañante la tomó por las mejillas y lo hizo mirarlo a la cara, para luego de verla con intensidad, besarla lentamente.
Si bien le pareció extraño pues Sasuke no era adepto a las muestras de afecto en público, se dejó llevar por el contacto y dado que siempre había sido débil ante los labios de su marido, se deshizo en sus brazos y se aferró a sus hombros todo el tiempo que el beso duró.
—No te alejes demasiado ¿Sí? — él se separó abruptamente, dejándola bastante aturdida.
Sakura simplemente asintió y se volvió hacia sus cosas para tomar su bloqueador y comenzar a aplicárselo. Entre tanto, Sasuke aprovechó para darle una fría mirada al grupo de jóvenes que habían presenciado de principio a fin su espectáculo y al que se aseguró de dejarles aún más en claro con quien estaba la atractiva mujer de cabello rosado cuando ella le pidió que le pusiera protector en la espalda.
Ya que Sakura no era consciente de lo que pasaba por la mente de su marido, el siguiente tiempo lo disfrutó tomándose fotos en el lugar, nadando un poco y conversando con una pareja de mediana edad que acababa de conocer y con quienes congenió de inmediato. Hasta ahí todo hubiera estado en orden, de no ser porque, desde el camastro donde Sasuke había decidido descansar y leer un rato, pudo observar cómo los estúpidos universitarios seguían pendientes de su mujer y por ello, con una absoluta determinación, se puso de pie para ir donde su esposa estaba.
—Sasuke-kun — la dama de ojos verdes lo llamó alegremente cuando lo vio y de inmediato salió del agua para ponerse a su lado —. Ellos son Ao y Mei, señores, él es mi esposo.
—Un gusto... — simplemente murmuró con una leve reverencia.
—Un placer querido, acabamos de conocerla, pero tu esposa es un verdadero encanto y evidentemente tú también — la mujer de cabellos castaños rojizos comentó con simpatía, aunque su mirada recorriéndolos ávidamente denotaba que estaba hablando en doble sentido y para colmo su esposo no tardó en apoyar sus palabras.
Genial, otro par de depredadores con los que lidiar.
—¿Sucede algo cariño? — Sakura lo cuestionó al ver lo tenso que estaba.
—En realidad sí ¿Podemos conversar un momento?
—Claro, nos vemos en un rato señores, con permiso — la pelirrosa de inmediato aceptó y tras ambos despedirse, comenzaron a caminar. Para sorpresa de la mujer su marido la llevó a uno de los baños en una zona alejada del cenote y los encerró a ambos apenas entraron —. ¿Mi amor? Sasuke ¿Qué suce...?
Pero antes de que pudiera completar su pregunta fue interrumpida por un furioso beso que le robó el aliento y la voluntad pues venia cargado de un poder y sensualidad imposibles de describir. Sakura no tardó en corresponder y besarlo con la misma entrega, a su vez permitiendo que el hombre la levantara para sentarla sobre el lavamanos y envolviendo sus largas piernas en las caderas masculinas para mantenerlo cerca de ella.
—Tienes un cuerpo para morirse, lamento no poder aguantar un par de horas para poseerte — el Uchiha gruñó contra su cuello comenzando a recorrerlo con la lengua, en tanto, con maestría, deshacía los nudos del sostén del traje de baño para dejar los pechos de su esposa al descubierto y comenzar a chuparlos —. Hoy todo el mundo te estaba viendo...
—¿A mí? — Sakura echó la cabeza hacia atrás dejándose llevar por sus atenciones.
—Sí, te estaban viendo las tetas... Tus deliciosos pezones visibles por la tela húmeda — sin delicadeza, él mordió uno de sus sensibles botones rosados y el otro lo estiró hasta sacarle un jadeo a su dueña —. Y también esto... — Sasuke coló sus manos debajo de su mujer y apretó su trasero, nuevamente con más fuerza de la necesaria —. Eso me tiene tan furioso que si no me calmas en este momento voy a salir a romperle la cara a todo el que haya puesto sus ojos en ti.
—Entonces no tengo de otra — Sakura se separó de él y usando una pierna lo alejó lo suficiente para que no se perdiera de ningún detalle de lo que estaba por hacer.
Con deliberada lentitud, la dama de ojos verdes se desanudó las tiras de las bragas y luego retiró la tela, quedando así completamente desnuda. Pero como si eso no fuera suficiente, aún sentada sobre el lavamanos abrió sus piernas de par en par, mostrándole a su esposo el húmedo y delicioso tesoro que esperaba por él.
—Eres una tentación — Sasuke masculló al tiempo que se arrodillaba y acercaba su rostro a sus labios inferiores —. Tienes suerte de que para mí es imposible resistirme a ti.
Él aspiró su esencia y eso lo excitó hasta hacer que su erección aun oculta en sus pantalones clamara de dolor y necesidad.
Antes de hundir la cabeza y saborear su fruta prohibida, con sus dedos separó sus pliegues, lo que le sacó un jadeo complacido a ella y uno de admiración a sí mismo. Entonces, sin poder resistirlo más, comenzó a lamer su sexo con gula, deslizando su áspera lengua sobre la sensible piel y presionando para abrirse paso en su hendidura.
Sakura gimió en su mano. No quería que nadie afuera los descubriera, pero el placer era tan demoledor que si dejaba salir libre su voz cualquiera afuera los escucharía, así no estuviera cerca.
Al cabo de unos minutos, él levantó la cabeza para hablar.
—Esta deliciosa vagina es mía. Te casaste conmigo así que este lujurioso cuerpo es tan mío como tuyo.
Ella sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas cuando el hombre volvió a inclinarse y chupó sus labios inferiores con más intensidad que antes.
—¡Oh, sí! ¡Más Sasuke! ¡Por favor! — aun si intentó hablar en voz baja, su voz fue lo suficientemente fuerte y aguda para que su marido notara lo mucho que la estaba complaciendo.
El pelinegro trazó círculos con su lengua por todo su sexo, evitando deliberadamente tocar su clítoris. De hecho, como si quisiera torturarla, lo rodeó varias veces sin hacer ademan de atenderlo como Sakura tanto necesitaba. Aunque dado que de su dulce boca se desprendieron varios quejidos de descontentos, él le concedió besar su sensible botón y de paso introducir dos de sus largos dedos en ella, lo que de inmediato la hizo suspirar de gozo.
Con velocidad, él comenzó a bombear en ella, en ningún momento dejando de acariciarla con la lengua. Sus pliegues estaban cada vez más mojados, hasta que los dígitos del Uchiha entraban y salían con ella con una facilidad que solo podía significar que ya estaba ansiosa por tener algo más grande dentro.
—¿Eso te gustó, mi Sakura? ¿Ya quieres tenerme? — Sasuke le preguntó mirándola con los ojos oscurecidos y al instante ella asintió con la cabeza y lo tomó por las mejillas para que se pusiera de pie —. Ruégame un poco cariño o tal vez decida dejarte aquí sin darte oportunidad de correrte.
—¡No te atrevas Sasuke Uchiha! — Sakura exclamó con los ojos brillantes de lujuria y súplica —. ¡Tienes que cogerme! ¡Necesito que lo hagas! ¡Termina lo que empezaste!
—Entonces tus deseos son órdenes.
Con maestría, el pelinegro liberó su pene de su propio traje de baño y lo dirigió en la entrada de su mujer, mientras ambos contemplaban deleitados como desaparecía en su interior.
Sin demora comenzó a clavarse en ella con gran fuerza y profundidad, tanto que la pelirrosa quedó momentáneamente muda y dos finas lagrimas recorrieron sus mejillas. Sasuke por su lado jadeó como un animal al sentir como su pene estaba siendo ceñido al máximo por el apremiante agarre de los músculos internos de su esposa.
—¡Sasuke! ¡Mi Sasuke! ¡No pares nunca! — ella gimió en su oído en tanto aferraba sus manos a sus hombros y sentía un delicioso ardor en la cadera pues su esposo estaba aferrándose a ella como si su vida dependiera de ello.
Él no le respondió con palabras, aunque levantó su rostro tomándola por el cuello para que lo viera a la cara y entendiera el mensaje que sus oscuros orbes querían comunicarle: "primero muerto que detenerme ahora".
El ritmo de las acometidas aumentó hasta que el estrecho y oscuro baño se llenó de sus agitadas respiraciones, el sonido acuoso de las penetraciones, los gemidos contenidos y los violentos besos con los que acompañaron su sesión.
Al cabo de un rato, Sasuke sintió como ella se tensaba y se aferraba con más fiereza a él, preparándose para la deliciosa y vertiginosa experiencia del orgasmo que estaba pronta a sufrir. Tras una profunda acometida que le robo hasta el aliento, Sakura echó la cabeza hacia atrás y exclamó su nombre al ser sobrepasada por el éxtasis.
Ver cómo ella alcanzaba el clímax siempre era la visión más hermosa y perfecta del universo y además sentir como le apresaba el pene con sus músculos internos para llevarlo con ella a la cima era doblemente majestuoso.
Él tampoco pudo resistirse mucho más y se derramó en su interior, vertiendo chorro tras chorro dentro de su vagina. No estaba seguro de si se debía a alguna primitiva necesidad de marcarla como suya mediante ese acto, pero le fascinaba poner su semilla dentro de ella. Cuanto más abundante y prolongado, mejor.
—Eso fue... eso fue — Sakura intentaba como podía regularizar su respiración —. Mi amor eso fue increíble.
—Tu eres increíble, te amo — él respondió dando cortos besos en sus labios para después lentamente retirarse de ella.
—Yo también, pero... Mira esto — con un poco de vergüenza, la chica le señaló cómo el blanquecino líquido salía de su interior, derramándose sobre la superficie del lavamanos. Rápidamente Sasuke tomó toallas húmedas del estante y comenzó a limpiarla como podía, aunque si quisiera estar realmente aseada solo un baño podría conseguirlo —. Entonces... ¿Cómo te sientes ahora que he satisfecho este pequeño ataque de celos?
—Te lo diré cuando salgamos de aquí y todos los idiotas que han puesto sus ojos en ti vean las marcas de lo que estuvimos haciendo — en efecto, el enrojecimiento de sus caderas por las manos masculinas no iba a borrarse hasta dentro de un par de horas y tampoco los dígitos sellados en su cuello.
—Owww mi lord es realmente posesivo ¿Verdad? — Sakura finalmente se bajó y comenzó a ponerse de nuevo su traje de baño.
—Lo soy, lo siento. Si estuvieras en mi lugar tal vez lo entenderías mejor — él se volvió hacia ella luego de terminar de limpiarse a sí mismo y la abrazó por la espalda.
—Pero si siempre estoy en tu lugar cariño. Digamos que cada vez que entramos a un lugar no es difícil darse cuenta de cómo todos te miran — ella lo vio a través del espejo con un puchero en sus labios —. Es muy molesto ver cómo te devoran con los ojos, sabiendo que en su mente están teniendo sucias fantasías contigo.
—¿Y por qué nunca me habías dicho nada?
—No quiero que pienses que soy irracionalmente celosa — la dama bajó la mirada en un gesto de falsa inocencia —. Además, no es tu culpa ser un hermoso pecado andante.
—No, pero me gustaría que me hicieras saber cuándo te sientes así... Y quizá que hagas algo al respecto — con suavidad él la volteó y le sonrió levemente.
—¿Algo como lo que usted acaba de hacer esposo mío? — ella se levantó sobre las puntas de sus pies y envolvió sus brazos sobre su cuello.
—En efecto, de preferencia siempre que te moleste ver a alguien pendiente de mí.
—Entonces en cuanto salgamos de aquí tendré que abordarte de nuevo, hay un montón de personas que están esperando verte meter al agua para deleitarse con tu húmedo cuerpo — Sakura hizo ademan de abrir la puerta y salir, sin embargo, su marido la atrajo de nuevo a sus brazos, impidiéndolo.
—Olvida eso, hay que volver al hotel — susurró con voz seductora en su oído.
—Estoy de acuerdo, no puedo negar que soy tan insaciable como tú y hay un lugar especial que también necesita que lo llenes — la pelirrosa se apartó, abrió la puerta y comenzó a caminar moviendo seductoramente las caderas en una clara invitación a que él la siguiera.
Siendo su esposo y un recién casado enormemente deseoso de aprovechar al máximo su luna de miel, Sasuke fue tras de ella y juntos comenzaron a tomar sus cosas para marcharse del cenote.
Aunque antes Sakura se abrazó a su esposo con posesividad y le lanzó una mirada de falsa simpatía a todas esas personas que había identificado se fijaron en su amado y que necesitaban que se les reafirmara de alguna manera que no tenían oportunidad contra ella.
...
NOTAS FINALES:
Amixes, tengo algo que decirles. Aunque para los que ya saben cómo soy seguro toman esta como una noticia inútil porque siempre digo eso y en realidad nunca cumplo lo que digo, PERO necesito comunicarles que a partir de este capítulo las siguientes actualizaciones serán más esporádicas.
Esto debido a que estoy decidida a ya terminar Honne y adentrarme en una nueva idea para un shortfic que tengo en mi cabeza y sí me gustaría llevar a cabo.
(Si mi depresión me deja)
Aun, así como saben, planeo llevar este fic para largo, por lo que no abandonaré esta historia.
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En fin, mil gracias por llegar hasta aquí, sobre todo luego de tantos caps, así como por seguir comentando constantemente. Les agradezco un montón en serio!
Nos vemos en la siguiente actualización! Bye!
