Capítulo 5: Despertar
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Se refiere al proceso fisiológico de salir del estado de sueño y volver al estado de vigilia. En un sentido más amplio, despertar también implica un proceso de toma de conciencia y aclaración mental.
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Terminada las clases y sus actividades extracurriculares, la muchacha entró a su dormitorio en la torre de Gryffindor. Sus compañeras estaban hablando animadamente. Ella tomó un libro y leyó hasta que ellas se durmieron.
Ella también esperaba lograr eso. Entre las sábanas, esperaba quería volver a consumir la poción de dormir, es verdad que lo iba a intentar por última vez. Pero, antes de que aquello quería asegurarse que seguía con insomnio.
Así que cerró los ojos, segundos pasaron, minutos...
Su mente no dejaba de reproducir una y otra vez la mirada de Draco. Y para mejorar aún podía sentir la suavidad de sus labios, el calor de su aliento al unirse en ese beso. Cómo los hados de ambos se habían entrelazado con descaro, despertando en ella deseos nuevos e inexplorados.
Dio vueltas una y otra vez en la cama, sin poder escapar de las imágenes que insistían en aparecer en su mente. El fuego en su interior parecía haberse encendido y nada lo apagaría, ni siquiera el sueño que no llegaba.
Realmente no sabía si prefería mil veces, las dudas existenciales. O peor aun, ese sentimiento de temor de haberse olvidado de realizar alguna tarea que estas fantasías nocturnas.
Después de unos minutos más en el que le fue imposible conciliar el sueño. Decidió tragar el líquido y por su efecto, al minuto se volvió a dormir.
Cuando volvió a abrirlos, volvía a estar en el castillo de Howarts, volvía a controlar su cuerpo.
Al menos, le aliviaba no encontrarse en una situación indecorosa con Malfoy. O simplemente encontrarse con el mago. Estaba harta, quería sus días normales de vuelta. Sin sentirse con extraños sentimientos en su corazón por encontrarse con Malfoy orinico.
Y sólo quedaba una forma de aliviar la ansiedad... Tenía que terminar con el tormento.
Tenía que morir.
Obviamente se refería en el sueño. Podía ser todo lo odioso que quiera Malfoy, pero no era tanto, al punto de que provocarle quitarse la vida.
Así que teniendo como base el hecho de que cuando estás a punto de morir en el sueño, muchas veces, justo antes de morir, te despiertas en la vida real.
Hermione decidió morir. Con esa decision se encaminó por las escaleras hasta llegar a la torre más alta.
Abrió la ventana de par en par. El viento golpeó su rostro en cuanto asomó la cabeza, acariciando su piel con frescor. Cerró los ojos respirando hondo, dejando que la brisa nocturna despeinara sus rizos castaños.
Apoyó los antebrazos en el alfeizar de piedra y contempló la extensión del paisaje nocturno que se abría frente a ella. A lo lejos, el Bosque Prohibido se perdía en la oscuridad de la noche, sólo roto por los destellos del lago y los terrenos de Hogwarts.
Las estrellas titilaban vivamente en el cielo como pequeñas joyas incrustadas en la oscura tela de la noche. Una enorme luna menguante parecía vigilarlo todo desde lo alto, otorgando su blanca luz plateada.
Una sensación de profunda paz se apoderó de Hermione mientras permanecía allí, con el cabello y sus ropas ondeando a la merced del viento. Por unos instantes, el caos de sus pensamientos se disipó y solo existió aquel mágico paisaje nocturno.
Inspiro y exhaló.
Solo tenía que dejarse caer.
Y despertaría.
—¿Que haces, Granger? —la voz petulante de Malfoy se escuchó arruinando el paisaje ante sus ojos—. ¿Admirando la vista? —cuestionó—. Estas mirando para el lado equivocado, estoy acá.
La bruja se giró para mirarlo con esa sonrisa ladina dibujada en sus labios. Rodó los ojos por sus palabras.
Subió sus pies a la cornisa. Pudo notar el temblor en sus ojos grises. Él presentía lo que iba a suceder. Ella quería que sucediera.
—¿Que estas haciendo? Es peligroso, Granger, te vas a caer.
—Quiero caer —con valentía lanzó su cuerpo hacia atrás. En ese instante un gritó desesperado se escuchó.
—¡HERMIONE!
No cayó. No pudo caer.
Había sido atrapada por Draco.
Era la primera vez que lo oia llamar por su nombre y también ver en su mirada en su cara.
Miedo.
—Si vas a caer, cae de amor por mí —escuchó decir, mientras la abrazaba fuertemente contra su pecho. Podía escuchar los latidos y la fuerte respiración.
—No te atrevas a dejarme.
Estaba temblando mientras se aferraba con fuerza.
Empatía o lo que fuere, pero a Hermione esa imagen le rompió el corazón.
No importaba lo irreal que fuere, en ese momento no podia dejarlo. No quería dejarlo.
Incluso le hacía lamentar mostrarle un suicidó enfrente de sus ojos.
Estas situaciones era peor porque no afectaba su cuerpo con sus besos, abrazos o cualquier contacto físico.
Si no su corazón.
