Disclaimers: Los personajes de Harry Potter pertenecen a J.K. Rowling y a los que han comprado parte de los derechos de autor, lo cual NO es mi caso, y sólo los utilizo sin intención de lucro alguno, la trama me pertenece, al igual que algunos personajes.
Hola, de nuevo estoy aquí, con una historia relacionada a Positivo (para celebrar que ya es un año que lo terminé, fue ayer, pero tuve un día ocupado, entre mi diplomado y el trabajo 😢), así es, primero el spin-off centrado en James y Scorpius, y ahora la continuación directa después de lo que pasó en el epílogo de Positivo, esta vez, Ted y Lily compartirán el escenario principal con James & Scor, porque... bueno, esto era lo que quería tratar en Love Too Much, pero me excedí con otros asuntos, en fin, ojalá les guste, y sino, pues, lo siento mucho, gracias a todos aquellos que a pesar de todo, le darán una oportunidad, gracias.
Un suave movimiento lo despertó, la sola posibilidad de que fuese su novio fue lo único que evitó que golpeara a la persona causante de su despertar.
No la había estado pasando muy bien los últimos meses, solo porque le había prometido a James, que intentaría seguir adelante, era manera por la cual se preocupaba de sí, la muerte de Lily, con la cual había tenido una relación fraternal maravillosa una vez que le confesó que quien pensaba era su esposo, no era el padre biológico del hijo que esperaba, realmente lo estaba afectando, él siempre había anhelado tenerla como amiga, hermana, cuñada, y cuando por fin tuvo esa relación, un imbécil, creyéndose sabrá qué, le quitó la vida.
Scorpius giró un poco el rostro, cuando una suave brisa con olor a primavera lo golpeó, abrió sin ánimo los ojos, una suave cascada roja le cubrió los ojos, la piel pálida y una brillante sonrisa acompañaba el dulce rostro donde un par de ojos olivo devolvieron su mirada.
Estaba delgada, casi esquelética, una suave visión de muerte, la que se la había llevado, su mente estaba siendo muy cruel, la extrañaba tanto.
—Liv tenía todo el derecho de conocerte, y sin embargo, te fuiste, decidiste darte por vencida, dejarnos a todos, maldita egoísta.
—Me asfixio, a pocos minutos de traer a mi hija al mundo —respondió en un tono suave y tranquilo.
—Y aún en mi imaginación, no puedes quedarte callada —se burló de él mismo.
—Me intriga mucho que pienses tanto en mí ¿no deberías pensar en James al despertarte así?
La mirada de Scorpius se desvío hasta su erección, se rio suavemente y se llevó la mano a sus cabellos platinos, para quitarlos de su cara.
—Estas muy viejo para esto ¿no?
—No es como si tu esposo farsante fuera muy joven ¿no? Además, nunca es tarde para experimentar con el sexo opuesto.
—Sí, pero que no sea con mi esposa.
La voz de Edward Lupin asustó a Scorpius, el hombre estaba de pie en el umbral de su puerta, con la pequeña Liv en brazos, se incorporó rápidamente, observó a la joven que se sentó sobre la cama y le sonrió, inclinando la cabeza a un lado y cerrando los ojos en un gesto dulce.
—Pero… Pero…
—Boo —soltó la pelirroja en un tono gracioso —estoy viva, de milagro y por poco, dure todo este tiempo recuperándome, de lo contrario, no podría estar cerca de mí hija, apenas volví.
El rubio la abrazó tan fuerte como pudo, ya que estaba tan flaca que pensó que podría romperla, acarició su rostro, para asegurarse de que era ella, real y no un producto de una alucinación colectiva.
—Estaré en la sala, les daré privacidad —comunico Ted, perdiéndose de vista.
La pelirroja suspiro un poco aliviada y se acercó al rubio, para acurrucarse junto a él, que la abrazo de inmediato.
—Dime, ¿tan pronto y ya ocurre algo malo? —cuestionó Scorpius.
—Apenas volví, y quiere casarse hoy mismo, comprendo lo que mis padres hicieron, pero…
—Deberías hablarlo con él, ahora que no hay problema de que bebé lo incendie.
—Cierto, aún tenemos muchas cosas de qué hablar, de Susan, por ejemplo –se encogió de hombros.
—No creo que Susan signifique algo más para él, creo que está completamente enamorado de ti, Lily, realmente le afectó creerte muerta –le informó.
—A ti también, y no estás profundamente enamorado de mí –le recordó.
—Bueno, eso es cierto –admitió –pero sabes que te quiero como a una hermana –sonrió.
—Sigo diciendo que eso suena tan enfermo –rio divertida –tomando en cuenta que a mi hermano mayor lo quieres follar todo el tiempo.
—Ah, querida, las cosas no son así –acarició su cabello pelirrojo –más bien, amo que él me folle –sonrió.
—Ah, vamos, Scor, es mi hermano –frunció el ceño.
—Hablamos de tu vida sexual ¿por qué no hablar de la mía? –Se encogió de hombros.
—Porque yo no me doy a tu hermano.
—Pero sí a mi primo segundo.
—Olvidé ese detalle –admitió negando divertida –y bueno, cambiando de tema, pero a la vez no ¿qué tal las cosas con James? Ya superaste tu inseguridad por Elisheva, supongo.
—No del todo, aunque tu hermano me arrestó junto a tu presunto marido, y me dijo por primera vez que me ama –sonrió.
—James es un caso bastante especial, a él le tomó seis años decirte que te ama, lo que a mí me tomó meses, decirle a Ted –sonrió.
—Sin duda él es especial, el único hombre del que he sido capaz de enamorarme, creo que jamás tendré suficiente de él, tengo tanto miedo de perderlo, puedo competir y ganarle a cualquier tipo que se le acerque, pero ¿cómo competir con una mujer? –Negó.
—No era mi intención ponerte de este humor tan funesto, perdón –se disculpó Lily.
—Descuida –le sonrió –gracias a Alex comprendo a James a la perfección, desde hace tiempo me hice a la idea de que lo que les toma poco tiempo a las parejas, a nosotros nos tomará una infinidad, cuando salió tu compromiso con Ted y tu boda tan repentina, creí que su cambio de personalidad era una sanación maravillosa, pero… simplemente estaba actuando por petición de tu padre.
—Pero te ama, ya te lo dije, nunca quise saber nada de ti o de cómo se dio tu relación con él, y desconozco la razón de las barreras de mi hermano para contigo, pero sí sé que te ama, con locura desmedida, y no hay nada que él no haría por ti.
—Suena tan bonito cuando lo dices, pero… quisiera escucharlo de él, puedo sentir eso y más cuando estamos juntos, cuando me mira o me toca, pero… hay veces que quisiera que lo dijera también.
—Háblalo con él.
—No, aunque sé que a él le encanta el hecho de que hable de mis emociones con él, porque no siempre me entiende, no quiero que piense que lo estoy condicionando, o algo por el estilo, me gusta como es, porque es muy detallista, muy cuidadoso, cariñoso, pero… sus palabras siempre son en ese tono neutro –hizo un mohín –o eso creo.
Scorpius y Lily duraron charlando todo el tiempo que Liv los dejó, ya que en cuanto escucharon a la bebé llorar, ambos fueron directamente hasta la niña, el rubio la tomó en brazos, arrullándola mientras le tarareaba.
—Lily.
La voz masculina hizo que la pelirroja levantara la mirada, la mala cara de Ted estaba explicada en ese momento, Alex, el mejor amigo de Scorpius y James, acababa de entrar a la sala, con una taza en la mano, su rostro demostraba toda la sorpresa al verla.
—Ni te atrevas a reclamarme algo –se defendió Scorpius de inmediato –me enteré hace unos minutos que ella está viva.
— ¡Me alegra tanto que estés viva y bien!
El abrazo de Alex fue cálido y amable como siempre lo eran, pero por primera vez, sintió el afecto fraternal que antes confundía con interés amoroso.
—Sí, sí, está bien, pero no lo estará si la sigues apretando tanto –intervino Ted, alejándolo de la pelirroja.
—Lo lamento, es solo que… bueno, James estará más que feliz de saber que estás viva.
—Ya lo sabe, Elisheva se lo dijo, me escoltó a casa ayer.
Scorpius dejó de arrullar a Liv, y sus ojos centellaron con un enojo puro, si su novio estaba al tanto de eso ¿por qué no se lo dijo la noche pasada? El sexo hubiese sido más perfecto si hubiese tenido buenas noticias, un solo oye, mi hermana está viva, por cierto, le habría ayudado a no sentirse culpable por estar disfrutando los placeres de la vida.
—Yo le pedí que no te dijera nada –comentó Lily –él fue el que me informó que la habías estado pasando muy mal, lo primero que quiso hacer al enterarse, fue mandarte un Howler, pero no lo dejó Elisheva, y yo tampoco.
—Bueno, le prohibieron que le dijera a Scorpius, pero ¿por qué no me dijo a mí? –Se cruzó de brazos Alex, enfadado.
—Bueno, supongo que le dije que no le dijera a nadie todavía, lo conoces, sabes que lo lleva muy literal la mayor parte del tiempo.
—Algo me dice que solo estás intentando que no lo matemos en cuanto lo veamos ¿cierto? –Elevó una ceja Alex.
—Bueno, como no queremos ser testigos de un asesinato, nosotros nos iremos, así que Malfoy, regrésame a mi hija.
—Yo no creo que eso pase –soltó –la llevaré en unas horas –los observó con el ceño fruncido –así podrán disfrutar su reencuentro sin traumar a una bebé inocente.
—Usamos un hechizo…
—Con mayor razón, así podrás concentrarte solo en Lily, y no si llora o no Liv.
—Bien –frunció el ceño, observando a Alex –hasta luego.
—Usen protección –se despidió Alex, haciendo que Lily se sonrojara por el consejo.
—Vaya, tantos años, y por fin dejas ver que sí tienes un lado cruel –se burló el rubio.
—Él comenzó, no es su casa, y ya me estaba echando.
—Sí, supongo que tiene que tener sus razones.
—Lily está con él, tienen una hija ¿por qué me seguiría odiando? Digo, después de todo, ella superó su amor platónico por mí.
—Así que sí lo sabías –se burló Scorpius.
—En realidad, tú me lo dijiste, cuando te emborrachaste en tu primera Navidad con James ¿recuerdas? Me dijiste que ella estaba enamorada de mí, pero por el bien de todos, preferí ignorar el dato.
—Ah, mira, que considerado ¿le creemos a quien pudo ser tu padre pero jamás se animó a confesar sus sentimientos por Lily? –Cuestionó Scorpius a Liv.
—Ah, seguirás con eso, Lily no me gusta, es bonita, hermosa, pero jamás la he visto de ese modo, esa noche también te dije de quién estoy enamorado –hizo un ademán –aunque supongo que he estado superando mi amor platónico por ella también.
—Maduraste, te haré una fiesta por eso –se burló el rubio.
—Ya abriste la boca, ahora cumplirás, será esta noche, prepara algo delicioso –se despidió de Scorpius y fue hasta la chimenea.
—M—
Lily agradeció demasiado que Ted la estuviera sujetando, porque en cuanto tocó el césped de su casa, sintió un mareo bastante intenso, aún estaba en recuperación, no estaba tan débil como la había encontrado Elisheva, pero no estaba del todo recuperada, le sonrió al metamorfo y avanzó hasta el cancel de cristal, para entrar a la sala de estar, se sentó en el sofá, seguida del hombre.
— ¿Te sientes bien? –Cuestionó, sujetándola de la mano.
—Un poco mareada, no sé qué es peor, si la aparición o la red flu, al menos por el momento –sonrió.
—Deberías estar descansando –comentó serio.
—Bueno, tuvimos una tarde-noche-madrugada bastante ocupada ¿no fue así? –Elevó una ceja.
—Lo lamento, sé que fue mi culpa, debí ser más considerado contigo.
—No, descuida, estoy segura de que si hubiese dicho algo o dado señales de que no quería te hubieses detenido, pero… había estado pensando tanto en ti, en cómo sería estar contigo otra vez, sin el bebé de por medio –señaló su estómago.
—Fue maravilloso, si pides mi opinión –sonrió.
—Lo sé, ahora, aprovechemos que el bebé no es más impedimento para evitar alterar mis emociones, tenemos cosas que hablar y aclarar, Ted –suspiró.
—Sospecho que a pesar de lo que ocurrió entre nosotros anoche, bueno, no estás del todo convencida…
—Estabas con Susan, Ted, besándote con ella, mientras yo estaba en casa –se mordió el interior de la mejilla –creo que no puedo reclamarte nada, yo estaba aquí, embarazada de otro.
—Fue mi decisión intervenir en ese asunto, y casarme contigo.
—Pero no estamos casados, Ted, y me dijiste que estabas enamorado de ella, así que… técnicamente, nuestros planes de separarnos…
—Olive es mi hija –le recordó –quizás no la engendré, pero sin duda lleva mi apellido, Lily, la he cuidado por estos dos meses…
—Lo dices como si fuera mi culpa, como si yo…
—Querías regalarla –le recordó –te fuiste con ese maldito psicópata, a pesar de que el bebé en tu interior ocasionaba accidentes cuando estabas cerca de él ¿tengo que recordarte que le quemó las manos?
Lily se levantó del sofá, completamente indignada, sí, al inicio, quiso dar en adopción a su hija, no lo quería, pero con el tiempo las cosas cambiaron, había cometido errores, pero todo el mundo podía cometerlos ¿por qué le estaba echando en cara aquello?
—Sí, quise regalar a mi hija, pero me arrepentí, al final, quería quedarme con ella, pero no me sentía capaz de darle una buena vida, Edward, tengo 18 años, y su padre me inseminó con magia oscura, mis emociones eran un caos desde el momento en que ella se gestó, perdón por eso –bufó.
—Yo… no… Lily.
—No, está bien, pero recuerda que los planes eran que tú te quedarías con ella y te casarías con Susan, después de separarnos oficialmente, bueno, no estamos casados, planeo luchar por mi hija, si lo que quieres es compartir custodia, bien por mí, pero…
—Te dije que te amo, Lily, te pedí ser una familia…
—Claro, pero tú nunca has querido una familia ¿tengo que recordarte que te hiciste una vasectomía al cumplir los 17? -Se burló.
—Es reversible, por cierto –frunció el ceño –no quería una familia, es cierto, y no quiero una familia si no es contigo, si no quieres quedarte conmigo, por lo que sea que decidas, bien, pero no iré con Susan, ni con ninguna otra, porque te amo a ti ¿estamos claros en eso? –Cuestionó ofendido.
—Entonces…
—Nada, tengo que verla, porque no quiero que el resto del mundo sepa que Mangetsu soy yo ¿bien? Le pedí hace demasiados años, que pasara lo que pasara, ella siguiera apareciendo en público, diciendo que era la artista, estábamos hablando sobre volver, solo porque tú amabas las tontas fotos nada profesionales que tomo.
—Tú… tú eres ¿Mangetsu?
—En serio, de todo lo que te dije, es la única información que retuviste –se burló Ted.
—En serio ¿tú eres Mangetsu?
Teddy negó divertido, con una sonrisa ladina en su rostro, sin duda aquella información sería lo único que le importaría en ese momento a Lily, así que la observó directamente a los ojos, asintiendo para ella, que sonrió todavía más, como satisfecha.
—Sabía que esa mujer no podía ser Mangetsu –suspiró –pero me sorprende que seas capaz de capturar fotos tan hermosas, y bueno… las de nuestra falsa luna de miel –hizo un mohín –dejan qué pensar, no te creo del todo.
—Ven aquí, entonces –le estiró la mano.
Lily lo sujetó y avanzaron hasta el estudio escondido del metamorfo, la pelirroja pudo observar las fotos de ella en su viaje fallido de luna de miel, era demasiado imposible de que alguien ajeno hubiese tomado aquello tan íntimo de ella, como cuando estaba dormida, o en su casa, ahí mismo, mientras estaba distraída, incluso la foto que les tomó en año nuevo, a ella y Scorpius, cuando les dijo que James y él serían los padrinos de su bebé.
—Te quedaste sin palabras –sonrió Ted, rodeando su cintura.
—Digamos que te creo un poco ahora –dijo encantada con las imágenes.
Capítulo 02:
Scorpius no estaba del todo de buen humor, como bien lo había dicho Alex, había prometido una fiesta y eso era lo que haría, suponía que su amigo necesitaba dicha distracción, no era de los que tomaban tan literal aquel tipo de comentarios, así que comenzó con los preparativos, sería pequeña, y solo personas cercanas a ellos, así que por maldad y crueldad, invitó a Audrey McLaggen.
Apareció en la casa Lupin, con la pequeña bebé en brazos, plácidamente dormida, aun no la bautizaban, y anteriormente comprendía que todos estaban de luto por la "muerte de Lily", sin embargo, ahora que ella había vuelto más viva que antes, pues la pequeña Liv merecía ser bautizada, y no es que él quisiera verse ansioso, aquella niña era lo más cercano que iba a tener de una hija, principalmente, porque James no podía embarazarlo, por mucho que lo intentaran, y vaya que lo intentaban mucho.
—Me alegra que estén presentables cuando traigo a su hija –soltó Scorpius sonriendo de lado, al ver a Ted, saliendo de la cocina.
—Ah, bueno, digamos que te ofreciste de niñero por nada –se encogió de brazos.
—Vamos ¿cuánto más vas a seguir celando a Alex? –Sonrió –bueno, ya ni yo lo celo, y mira que hay más posibilidades entre él y James, que entre Lily y él –se encogió de hombros.
—A menos que tenga una vagina, y se llame Ginevra, no creo que haya posibilidades entre Alex y James.
— ¿Qué? –Cuestionó confundido Scorpius.
—A que a Alex le encanta Ginevra, y bueno, es guapísima, no hay duda de eso, pero… ella no tiene ojos para nadie más que no sea mi padrino –respondió dándole un trago a su botella de agua.
—Espera ¿cómo es que tú sabes quién le gusta a Alex?
—Quizás no sabía el pasado trágico de Alex, hasta que él nos contó aquella tarde, pero… sí que me enteré de su confesión de amor para con Ginny, digamos que aunque ella se sintió halagada, mi padrino no fue muy feliz por ello –se encogió de hombros.
—Claro, y si tienes esa información ¿por qué te pones celoso de verlo cerca de Lily? Tanto, como para pedirle a James que no lo invite tan seguido a las reuniones familiares, a partir de que te casaste con ella –sonrió.
—Que él no sienta nada por ella de esa manera, no significa que ella no sienta nada por él, y es ella la que elige si se queda conmigo o lucha por conquistar a Alexander.
—En eso tienes razón –suspiró –y bueno, ahora que ella volvió ¿cuándo bautizarán a Liv? –Cuestionó.
—Bueno, según mis planes, era llevarla hoy a casarnos, pero no quiso, discutimos un poco, por lo de Susan, y lo que pasó antes de los sucesos del abismo.
—Claro, Ted y, ¿ya le dijiste que no encontramos a Sebastian? –Cuestionó Scorpius, preocupado.
—No, estoy esperando a que se reponga un poco más, cómo pudiste ver, sigue un poco débil.
—Sí, y el ajetreado reencuentro que me supongo que le diste, no ayudó mucho ¿cierto?
—Cierto –admitió pensativo el metamorfomago.
—Tómalo con calma, disfruten el noviazgo que nunca pudieron tener.
—Dime ¿qué te dijo hace rato?
—Que te ama, pero incluso antes de que pasara lo que pasó, bueno, yo ya le había dicho que aclararan las cosas, una vez naciera su hijo, para evitar que su humor provocara un incendio de nuevo.
—Tienes razón, pero ahora, temo que ella quiera que me marche, y… no soporto la idea de tener que estar alejado de Liv.
La charla con Ted prosiguió más de lo que Scorpius esperaba, pero como había pedido ayuda de los elfos domésticos de su padre, no iba a preocuparse por lo que faltaba para la dichosa "fiesta" de Alex.
—Mira, mira, quién ha decidido deleitarnos con su presencia –se burló Scorpius al ver a Lily.
—Lo siento, me sentía un poco cansada –comentó bostezando –ven, pequeña Liv, tú y yo, no hemos pasado mucho tiempo juntas.
—Es cierto –admitió Scorpius, cediendo a la niña a los brazos de su madre.
—Estás un poco extraño, más de lo que normalmente eres ¿qué te pasa? –Cuestionó Lily.
—No es nada, es solo… que no puedo evitar ver a tu hija, y desear tener un hijo propio, ya sabes –se encogió de hombros.
—Bueno, es un poco complicado, al parecer, las balas de James son de salva –se burló Teddy.
—Como las tuyas –soltó Scorpius, irritado.
—Bueno, es reversible lo mío –sonrió.
—No has hablado con él al respecto ¿verdad? –Elevó una ceja Lily.
—Yo no, pero salió al tema, en una ocasión entre él y Alex, James dijo que él era consciente de que sus gusto por mí, tenía consecuencias de naturaleza imposible, que tener hijos no era posible para nosotros dos y él estaba bien con eso.
—Pero no lo han hablado, si yo, con todo mi miedo al compromiso y mi aberración por tener una familia propia, mira en donde estoy…
—Él tiene miedo de ser padre –informó Scorpius –no es algo que él haya compartido abiertamente con alguien ¿saben? Pero le aterra, porque su poca habilidad emocional, tiene miedo a no saber qué hacer en un momento dado con un bebé, que no puede expresarse con palabras.
—Con Liv lo ha hecho bien hasta ahora –informó Ted.
—Pero es diferente con un hijo propio ¿no lo crees? –Se burló el rubio.
—En eso tienes razón –suspiró Ted.
—Cambiando de tema, haré una fiesta para Alex, no será algo muy grande, solo pocos conocidos, James no tarda en llegar –soltó, observando el reloj –así que los dejaré, tengo que ponerle sobre aviso, lo bueno es que es un hombre de hábito –sonrió.
Cuando Scorpius apareció en su apartamento, James ya estaba ahí, bastante tranquilo, quitándose su túnica de auror, y acomodándose los cabellos rebeldes, que le habían crecido un poco, aunque su uniforme estaba manchado con tierra, eso no le quitaba lo guapo que se veía, se quedó un momento en silencio, observando la espalda de su novio, desviándola un poco más hasta el trasero del chico, así que sonrió encantado con la vista que estaba teniendo.
Se sentía tan afortunado de que James estuviera con él, después de todo lo que habían tenido que pasar, estaban ahí, casi siete años después, en una relación sólida, que nada podría fracturar.
—Llegué –saludó Scorpius con una sonrisa.
—Hola, justo estaba pensando ¿qué pasaría, donde estarías? –Sonrió, caminando hasta él, para darle un suave beso en los labios.
—Bueno, me enteré que tu adorable hermanita, está viva, me hice cargo de Liv durante la mañana.
—Ya, ¿estás enojado porque no te dije lo de Lily? Ella me dijo que no le dijera a nadie, así que no lo hice.
—Descuida, tu hermana me dijo lo mismo, ya no quiero asesinarte, y Alex tampoco –sonrió emocionado –seguimos contigo, tan enamorados como siempre –le guiñó un ojo.
—Sigues bromeando con eso –negó James.
—Bueno, a papá le pareció una broma fabulosa cuando los presenté con mis abuelos.
—Aun creo que a tu abuelo, Lucius, no le agradó mucho que dijeras: Les presento a James, mi novio, y éste es Alex, el novio de mi novio.
—Somos una relación poli amorosa, a la que le va bien, porque no te acuestas con él, de lo contrario, ya estaría muerto y enterrado en el patio de la mansión Malfoy.
—Es muy extenso, sería complicado para los aurores encontrarlo.
—Mucho mejor, así, sin cuerpo, no hay delito ¿o sí? ¿Cómo pueden decir que Alex está muerto, si no está su cadáver? Por cierto tendremos una fiesta –sonrió.
—Estoy un poco agotado, no tengo ánimo de ir a ningún lado –comentó, acariciando la mejilla de Scorpius.
—Bueno, eso me parece bastante bien, porque la fiesta será aquí, ve a ducharte –lo golpeó en el trasero.
—No provoques nada que no puedas solucionar pronto –sonrió el castaño.
—Te ves tan sensual –admitió, acercándose a él –creo que podemos solucionarlo en tu ducha, vamos –le guiñó un ojo, para después sujetarlo de la mano y conducirlo al baño.
