Hola! Bienvenidos a mi nueva traducción. Y si están pensando en saltarse esta introducción les recomiendo que NO LO HAGAN! NO SE SALTEN ESTA INTRODUCCION, YA QUE VOY A DARLES INFORMACIÓN IMPORTANTE. Gracias.

Bueno, primero que nada, nada de esto me pertence. Los personajes pertenecen a JKR y a Warner Bros. Esta historia originalmente se titula Fate Set Right y fue escrita por la fabulosa mltrefry, quien se encuentra bajo el mismo nombre en FF, Wattpad y AO3. Todos los créditos son para ella.

Advertencias:

SHIP. Esta historia es principalmente un Sevmione, usualmente es aquí donde les digo que si la pareja no les gusta no lo lean, pero en la historia original, muchos comentaron que aunque no eran fan de la pareja, les había gustado mucho. Como la historia es sobre un giratiempo, no hay diferencia de edad o relación profesor-alumna, así que si deciden darle una oportunidad, son bienvenidos. También hay otras parejas y la mayoría de ella no son canon, así que si adoran a las parejas establecidas por JKR, lean bajo su propio riesgo.

ÉPOCA. A diferencia de otras historias donde algún personaje viaja al pasado y nosotros junto con él, en esta historia nosotros los lectores saltamos de ida y vuelta entre los 70s y los 90s. Esto es porque la autora usa la premisa del canon, y lo que va a pasar ya ha sucedido. Al principio es un poco complicado pero les garantizo que después de los primero capítulos agarran al ritmo, y eventualmente el pasado alcanzará el presente. De todos modos, al principio pongo en negrita LA FECHA Y LA INICIAL de la persona cuyo punto de vista se escribe, estén al pendientes de eso.

OCs. Les confieso que no estaba muy segura de leer este fic porque generalmente no me gustan los personajes originales y esta historia tiene varios, dos de ellos con un papel bastante protagónico. Bueno, me alegra haberles dado la oportunidad porque son los OCs mejor construidos que he leído jamás en un Fanfic.

BASHING. Si eres de la idea de que Albus Dumbledore es Dios, Lily es la Virgen María del Mundo Mágico y los Merodeadores son los cuatro Evangelistas, probablemente no te agrade la versión de ellos de esta historia. Personalmente, yo no creo que la autora los trate de manera injusta. Simplemente toma ciertos rasgos de personalidad del canon y los lleva nuevas situaciones, y algunas de estas situaciones sacan lo peor de la gente, lo que considero hace a los personajes más interesantes. Curiosamente, también otras circunstancias sacan cosas buenas y en mi caso, creo que la historia hizo que, por ejemplo, Remus y Sirius me cayeran aun mejor que en canon. Como sea, en esta historia nadie es un santo, así que están advertidos.

Esta historia es algo larga, pero ya tengo algunos capítulos traducidos así que planeo actualizar seguido. Este es uno de mis fics favoritos y le tengo mucho cariño a la historia. Espero que la disfruten tanto como yo.

Besos

Nota de la autora:

Soy una firme creyente de que al escribir una narrativa y agregar a alguien, las cosas no siempre pueden progresar exactamente como lo habían hecho antes. Y aunque me encantan las historias que ha escrito JKR, cambiaré mucho el canon, especialmente a partir del libro 4.

Snape seguirá espiando, aunque la forma en que eso sucede será un misterio hasta más tarde, y espero que todavía pueda transmitir su sarcasmo, pero me temo que él estará un poco OOC. Demonios, me preocupa que todos lo estén, ya que esta es mi primera vez en este fandom en particular.

Y una última nota: trato de ceñirme a los libros, pero algunas de las adiciones en las películas son demasiado buenas para dejarlas pasar. Así que estas pueden colarse a la historia. Solo un aviso.

Este fic será convertido en podcast por sanso en Spotify y Anchor.

SynnDagger en fanfic ha tenido la amabilidad de pasar y ayudarme con mi atroz gramática.

A—

1 de septiembre de 1992

"Snape, Aurora," llamó la profesora McGonagall. El Gran Comedor quedó en silencio solo por un momento antes de que comenzaran los nada amistosos cuchicheos. La niña de once años miró a su padre sentado en la mesa de profesores; él asintió levemente mientras ella caminaba hacia el taburete con el Sombrero Seleccionador.

Habían tenido una charla motivacional sobre esto la semana pasada. Él le había advertido que la vida en Hogwarts podría no ser tan divertida como ella esperaba debido a su reputación. Su doble vida significaba que tenía que fingir ser la peor de las personas; infundía miedo dentro y fuera del aula, y favorecía su casa por razones más allá de la simple lealtad.

Su padre también le había advertido que tenía que fingir ser como era por muchas otras razones, que ella aún era demasiado joven para comprender por completo. Razones que los tuvieron a él y a su madre en tal estado durante el verano que habían considerado enviarla a Beauxbatons, o incluso a Ilvermorny. No estaba segura de quién los disuadió, pero quería agradecerle.

Agarró el taburete con los nudillos blancos y deseó que su ritmo cardíaco se desacelerara.

"Ah, tú sí que eres interesante", dijo el Sombrero Seleccionador en su mente. "Un padre Slytherin y una madre Gryffindor. Pero es de ti de quien debemos preocuparnos ahora, ¿no es así? Entonces, veamos, ¿a quién te pareces más? ¡Oh! Y ahí está la respuesta, en lo profundo de tu corazón. Eres tan joven, pero sabes exactamente lo que hay que hacer. Veo dónde te necesitarán más." Y luego, en voz alta, gritó con absoluta certeza: "¡Gryffindor!"

Se quitó el sombrero de la cabeza y miró a su padre.

Severus Snape asintió con resignación y esbozó una sonrisa, y fue el primero en toda la sala, incluido el personal, en aplaudir.

Su aplauso fue una demanda, y al instante, toda la sala aplaudió junto a él.

Caminó hacia la mesa, mirando a los pocos estudiantes que quedaban con la esperanza de encontrar a la niña pelirroja junto a la que se había sentado en el tren. Ginny no la miraba. Por otra parte, Aurora notó que casi todos en la mesa evitaban el contacto visual con ella. Mordiéndose el labio en un hábito que había aprendido de su madre, miró alrededor del comedor, esperando que alguien, cualquiera, le ofreciera una sonrisa amistosa.

Sus ojos se encontraron con otro par al otro lado de la habitación, gris encontrándose con marrón, y su corazón se hundió.

Draco parecía resignado, incluso más que su padre. Ya podía sentirlo alejándose, preparado para ignorar una amistad de toda la vida porque ella usaría rojo y oro en lugar de verde y plata.

"Bienvenida a Gryffindor, Aurora," dijo una voz aguda y afectada. "Y no te preocupes por lo que digan los demás, mis amigos y yo cuidaremos de ti. Estoy segura de que lo harán, una vez que lleguen aquí."

Aurora se volvió y se sobresaltó por la persona que hablaba.

"Wow", dijo un niño de cara redonda frente a ellas con los ojos muy abiertos. "Ustedes dos se parecen".

"Tal vez estamos emparentadas", respondió Aurora sencillamente.

"No lo creo, soy nacida de muggles", dijo la chica de pelo salvaje, levantando la barbilla como si desafiara a Aurora a comentar al respecto.

Aurora se encogió de hombros. "No significa nada", dijo con una sonrisa. Observó como una sonrisa iluminaba los rasgos que compartía con esta versión joven de su madre, contenta de no parecerse demasiado a la joven Hermione Granger.

Y así comenzó lo que Aurora llegaría a entender como una vida compleja en los pasillos de Hogwarts.

H—

9 de junio de 1994

"Tenemos exactamente diez minutos para volver a la enfermería sin que nadie nos vea. Antes de que Dumbledore cierre las puertas" —advirtió Hermione a Harry, y con eso, se marcharon.

En el camino, tuvieron que esconderse en un nicho cuando Fudge y el profesor Snape pasaron a su lado.

"¿El beso se realizará de inmediato?" preguntó el profesor Snape. Hermione notó que a pesar de todo su deseo de tener a Sirius bajo custodia, no parecía muy entusiasmado con el Beso del Dementor.

Fudge siguió parloteando y, cuando pasaron, Hermione juró que los ojos del profesor Snape se encontraron con los de ella en las sombras. Había sido así desde que llegó a Hogwarts: con cada comentario mordaz e insulto burlón, había algo parecido al arrepentimiento en sus interminables ojos negros. Disculpas silenciosas que ella no entendió y nadie más vio. Lo justificó con el hecho de que era una de las pocas Gryffindors que era amable con Rory, aunque eso no explicaba el primer año.

Cuando él y Fudge pasaron, continuaron su ruta hacia la enfermería. Hubo un momento de pánico cuando el profesor Dumbledore cerró las puertas, pero cuando se giró y sonrió, Hermione estaba segura de que todo estaría bien.

"¿Bien?" preguntó en voz baja.

"¡Lo hicimos!" Harry dejó escapar sin aliento. "Sirius se ha ido, en Buckbeak..."

Dumbledore sonrió, luego movió su varita. Su Patronus salió de la punta y flotó en el aire frente a él. "Los eventos han ocurrido como deberían, ve a la casa de seguridad, él te encontrará allí". El fénix se fue volando y Dumbledore se volvió hacia ellos. "Todo es como debe ser. Ahora, entren, los encerraré."

Una vez dentro, Hermione y Harry regresaron a sus camas, permitiendo que Madam Pomfrey los cuidara y les diera de comer chocolate, que ahora necesitaban con más urgencia que horas antes.

"¿Qué quieres decir con que se ha ido?" Fudge bramó a través de la puerta y Madam Pomfrey frunció el ceño.

"¿Qué creen que están haciendo?" ella se quejó.

"Le puedo asegurar, Ministro," -el desprecio de Snape se hizo más fuerte- "si alguien sabe lo que pasó, es Potter."

Un momento después, las puertas del ala del hospital se abrieron de par en par y Cornelius Fudge enojado siguió a un maestro de Pociones disgustado.

Este último pudo haber acusado a Harry de saber algo, pero sus ojos se posaron acusadoramente en Hermione. Se sintió encogerse en la cama, sujetando distraídamente el Giratiempo, con cuidado de no sacudirlo demasiado.

"Has causado problemas en el pasado", le decía Fudge a Harry. "Perdoné ese asunto con tu tía, y sabíamos que algo estaba pasando el verano pasado. Sabemos que Sirius Black es tu padrino, chico, sería..."

"Cornelius, creo que te estás olvidando de un hecho muy importante", interrumpió el profesor Dumbledore, con los ojos brillantes. "La puerta estaba cerrada cuando entramos. Desde afuera, nada menos. ¿Cómo pudo haber ayudado a Sirius Black si estaba aquí bajo el cuidado de Madam Pomfrey?"

El Profesor Snape resopló y el Ministro frunció el ceño confundido.

Hermione agarró el Giratiempo con más fuerza.

"El Profeta va a tener un día de fiesta con esto", se lamentó el Ministro, sacudiendo la cabeza. "Teníamos a Black acorralado y se nos escurrió de nuevo entre los dedos...".

Dumbledore colocó una mano suavemente sobre el hombro de Fudge y lo condujo hacia la puerta. Hermione captó fragmentos de la conversación: los dementores fueron retirados de la escuela, la posibilidad de traer dragones en su lugar.

"No pienses ni por un momento que creo que una puerta cerrada te impediría ayudar a Black a escapar", declaró Snape en un tono amenazador. "Y créeme," –sus ojos sostuvieron los de Hermione mientras confrontaba a Harry- "habrá una larga conversación sobre esto más tarde."

Se volvió en un torbellino de túnicas negras y siguió a Dumbledore y al Ministro por la puerta. Madam Pomfrey negó con la cabeza, una sonrisa melancólica tiró de las comisuras de su boca antes de regresar a su oficina.

Harry se levantó de la cama para sentarse al lado de Hermione. "¿Por qué crees que...?" comenzó, pero luego pareció distraerse. Miró sus manos, soltando el Giratiempo de su agarre y examinándolo. A diferencia de antes, ella no apartó sus manos de un golpe, dejándolo echar un vistazo al dispositivo que ayudó a salvar a Sirius.

"¿Por qué pienso qué?" preguntó, mirando su regazo.

Hubo otra pausa y un suave zumbido. "¿Por qué crees que Sirius estaba tan... asombrado por ti?"

Hermione se mordió el labio, insegura, tan confundida como había estado durante su primera interacción con el profesor Lupin.

"Granger, Her... Hermione." El profesor Lupin estaba pasando lista cuando se topó con su nombre, mirando lentamente a Hermione con ojos muy abiertos y empañados. Su boca se abrió y se cerró por unos momentos mientras luchaba por decir algo. "Pensé que parecías familiar. Llamada así por tu madre, ¿verdad?"

Hermione frunció el ceño. "No señor. El nombre de mi madre es Helen."

Lupin también frunció el ceño, estudiándola más de cerca. "¿Adoptada entonces?" Ella sacudió su cabeza. El profesor Lupin asintió una vez más, frunció el ceño y siguió pasando lista.

Hermione escuchó a Malfoy gruñir algo acerca de que ya desearía ella ser adoptada, lo que provocó algunas risitas entre los Slytherin, pero las ignoró. El Profesor Lupin no le había vuelto a preguntar sobre su familia o su nombre, aunque durante el primer par de semanas parecía melancólico y desconsolado. A veces, cuando la encontraba de camino, volviendo a la Torre Gryffindor desde la biblioteca sin los chicos, se detenía y parecía como si quisiera decir algo. Hermione se detenía y esperaba, pero él solo le deseaba buenas noches, tardes, fuera la hora que fuera, y continuaría su camino.

Casi había olvidado su extraño comportamiento hasta que se encontraron con Sirius Black en la Casa de los Gritos.

"Harry", advirtió Hermione cuando este comenzó a provocar al asesino. Un hombre que tenía la varita de su amigo y era más poderoso que ellos dos juntos, incluso si estaba fuera de forma. "Calla."

Black se giró para mirarla, sus cejas se elevaron hasta la línea del cabello.

"¿Gatita?" él susurró. "No, me he vuelto loco, solo en la oscuridad todos estos años. Ahora veo... ¿es realmente Cornamenta? ¿Estoy alucinando? Miró a Ron. "Pero si me he vuelto loco, ¿por qué vería a Lily como un chico?"

Entonces la puerta se abrió y entró el profesor Lupin, observando la escena antes de volverse hacia Black.

"Si realmente he perdido la cabeza", dijo Black, su voz mucho más fuerte, "entonces serías mucho más joven, Lunático".

"Sé la verdad, Sirius", dijo el profesor Lupin con calma. "Lo vi en el mapa y luego llamé por red flu"-miró a Hermione-"a alguien que lo supiera. Ella lo confirmó".

Black la miró. "Entonces quién-?"

Fueron interrumpidos por el profesor Snape, quien inmediatamente se movió para interponerse entre ellos y los adultos.

Discutieron entre ellos sobre si Sirius era o no la verdadera razón por la que los padres de Harry fueron asesinados. El profesor Lupin le rogó al profesor Snape que entrara en razón, que juntara todas las piezas como lo había hecho él al descubrir a Peter Pettigrew en el mapa. El profesor Snape declaró que no había nada que Black pudiera decir o hacer para salirse con la suya, incluido el asesinato. Sirius respondió que él no era quien haría cualquier cosa por algo. El profesor Lupin empezó a decir algo que el profesor Snape interrumpió con un siseo, algo sobre dónde están realmente los corazones.

Antes de que Hermione pudiera detenerlo, Harry apuntó su varita a Snape y lanzó un hechizo desarmante. Por cierto, también lo hizo Black. Arrojó al Profesor Snape contra la pared, dejándolo inconsciente.

La verdad, al final, era como Black había tratado de explicar. Se suponía que él era el Guardián del Secreto, y había tratado de convencer a los Potter de que usaran a otra persona, alguien que todos sabían que no solo los mantendría a salvo, sino que podría ocultar la información de cualquiera que intentara encontrarla. Al final, habían elegido a Peter porque era el que menos probabilidades tenía de entrar en contacto con los mortífagos. Pero se habían equivocado.

Hubo un hechizo incapacitante, una conversación, el profesor Snape despertando de la inconsciencia. Salieron de la cabaña y hubo otra discusión entre los hombres. Esta vez se trataba de la sentencia de prisión de Black, y si debería permanecer bajo custodia o no hasta que pudieran limpiar su nombre. El profesor Snape insistió en que deberían llevar a Sirius de regreso y resguardarlo mientras defendía su caso ante el Ministro.

Luego, el profesor Lupin se puso rígido y se produjo el caos.

"No sé por qué me miró así, Harry", respondió Hermione. "¿Por qué lo hace el profesor Lupin? ¿Por qué lo hizo Pettigrew?"

"Snape nunca lo hace."

"Profesor Snape," corrigió ella automáticamente. "Y hablando de eso, si esta noche te enseñó algo, Harry, es que deberías poder confiar en él".

"¿Porque él es muy bueno escuchando razones?" preguntó Harry con un resoplido.

"Porque se interpuso entre nosotros y el peligro no una, sino dos veces. Pensó que Sirius era un asesino tanto como tú cuando se interpuso entre nosotros. Y de nuevo, cuando el profesor Lupin se transformó. Si no hubieras ido tras Sirius...".

"Lo sé."

"No, no lo sabes. No viste el pánico, el miedo en sus ojos. Fue duro con nosotros, sí, pero con razón".

Harry no dijo nada y cuando ella miró, notó que el zumbido que había escuchado era el giratiempo.

Ella resopló. "¿Qué tan atrás planeas enviarme?"

Él sonrió con tristeza. "¿Qué tan atrás puedes ir?"

"Solo es seguro retroceder unas horas. Los magos que se entrometen con el tiempo pueden destruir las líneas temporales. Ayuda que no se pueda activar por sí solo. Y además, creo que ya tuve bastante de esto. De hecho," -lo tomó gentilmente de las manos de Harry- "Debería ver si la profesora McGonagall lo acepta antes de que termine el trimestre. Si pierdo clases, que así sea". Saltó de la cama y se dirigió hacia las puertas. "Solo será un momento".

Hermione levantó el dispositivo mientras salía de la enfermería, estudiando el brillo dorado y los granos de arena mágica. Una cosita tan hermosa, aunque la mayoría de las cosas peligrosas lo son.

Escuchó un maullido de advertencia y solo tuvo tiempo suficiente para mirar hacia abajo y ver a la Sra. Norris frente a ella. Tropezó con sus propios pies y la gata. Mientras caía hacia adelante, sintió que uno de sus dedos se enganchaba en el Giratiempo, activando lo mismo que Harry había estado moviendo y girando durante quién sabe cuánto tiempo.

"¿Qué tan atrás puedes ir?"

Antes de que el mundo se desvaneciera por completo, Hermione vislumbró a Filch doblando la esquina y se preguntó cómo le explicaría él esto al director.

Nota de la traductora: Y con esto comenzamos la historia. Besos.