De Miel a Hiel
Prólogo
Me llamo Rei, durante mucho tiempo he sido sacerdotisa en el templo sintoísta de mi abuelo y también una Sailor Senshi destinada a luchar por el amor y la justicia junto a mis amigas.
Siempre tuve un carácter fuerte y muy temperamental aún de niña, siempre yo fui una persona decidida y bastante mandona, aunque nunca tuve mala intención.
Desde muy pequeña poseí varios poderes los cuales desarrollé gracias al entrenamiento, era capaz de leer las llamas y predecir el futuro, tenía percepción extrasensorial por la cual podía tener premoniciones sobre futuros hechos y también aprendí a usar losOfuda como un arma contra las malas energías. Son omamoris o amuletos japoneses específicos para el hogar, ya que nos ayuda a proteger nuestro hogar de la mala suerte. El Ofuda es un amuleto, usualmente hecho de madera o de papel, que podemos adquirir en los santuarios sintoístas como Hikawa.
Siempre me gustó meditar, leer y estudiar escrituras antiguas desde la secundaria, de hecho aún hablo en el dialecto antiguo en algunas ocasiones, por lo general cuando me enojo.
Mi abuelo siempre ha sido una persona muy importante y amada para mí, él me educó, me entrenó y me guió por el buen camino, a pesar de algunos malos hábitos que tenía por los que yo lo regañaba.
Siempre fui una persona solitaria y no tuve amigos debido a que por mis poderes me consideraban extraña, no se acercaban a mí... algunos murmuraban a mis espaldas pero yo hacía de cuenta que no los oía, eso me hería solo que no lo demostraba, entonces mi vida se limitaba al templo y el colegio, nada más. El día que conocí a Serena, a Ami, a Mako y a Mina mi vida dio un vuelco positivo, conocí el valor de la amistad verdadera y desinteresada, ya no estuve sola y empecé a poder contar con alguien más aparte de disfrutar más de lo bella que era la vida.
No olvido el momento en que descubrí que yo era la reencarnación de Sailor Mars, lo tomé con valor y decisión aunque al principio me asombró un poco, no era cosa de todos los días descubrir que una solía ser una de las Senshis guardianas de la princesa de la Luna. Siempre di lo mejor de mí para apoyar a mis compañeras y a Serena, nuestra líder a pesar de sus payasadas. Nosotras hemos podido cumplir con creces nuestra misión de salvar al mundo, aunque para eso tuviéramos que sacrificar nuestras vidas si era necesario.
Como sacerdotisa y como Sailor yo era feliz, sin embargo el amor era una materia pendiente en mi vida, primeramente conocí a Mamoru Chiba de quien me enamoré, me impresionó su elegancia aparte de ser bien parecido, no me importó que fuera más grande que yo y fuera a la universidad. Es más, hemos logrado salir algunas veces y sostener un noviazgo pero, él jamás estuvo muy involucrado como yo lo estuve, solo que no lo quería ver. Vaya injusta jugarreta del destino, que más tarde supe la verdad sobre las identidades de las vidas pasadas de Serena y Mamoru, entonces fui consciente de que ya no tenía ninguna chance de estar junto a él, aunque sufrí y sentí rabia, decidí retirarme porque quería mucho a Serena. Pude superarlo y desearles lo mejor.
Tiempo más adelante, al templo Hikawa llegó Yuuichirou Kumada, un tipo algo torpe pero que mostró un gran enamoramiento hacia mí desde un principio, siempre tuve claro que él me amaba profundamente, como cuando arriesgó su vida para protegerme. Poco a poco llegué a apreciarlo e inclusive salimos algunas veces, quise entablar una relación pero, jamás conseguí enamorarme de él, para mí se trataba de un amigo y se lo planteé claramente. Me dio pena su tristeza y decepción al comunicarle que no podría ser su novia pero, quería hacer las cosas bien y no mentirle a Yuuichirou ni a mí misma.
Me sentía frustrada ya que la felicidad en la vida sentimental me era esquiva, hasta aquel día que atendí en el templo a una joven que era acompañado por su hermano mayor, un fornido hombre que resultó ser un militar que prestaba servicio como parte del escuadrón especial de extranjeros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón, ya que no era japonés pero se encontraba radicado aquí.
Nos pusimos a charlar de varios temas y congeniamos, nos seguimos viendo más veces y entablamos una buena amistad con Haruna y Ralf Jones. En un primer momento me sentí atraída por su físico pero a medida que nos fuimos conociendo, empecé a ver más cosas buenas en él. Me gustaba su valentía, su temeridad, sus buenas cualidades de líder y además, siempre protegía a las personas queridas.
Claro estaba que era cuestión de tiempo para que yo me enamorara perdidamente de él sin importar que fuera más grande que yo ni que su profesión fuese distinta a la mía, aparte de todo lo que mencioné, demostraba un real interés por mí, pedía permiso para salir cada vez que podía solo para verme y siempre me repetía y demostraba que podía contar con él para lo que necesitase, aunque Ralf tuviese claro que yo era una chica independiente.
Solo que yo tenía miedo de entablar un nuevo noviazgo e inclusive pensé en dejar de verlo, todavía recordaba mis frustraciones amorosas y no sabía si él me correspondía de verdad pero, Ralf me confesó su amor a pesar de las heridas que marcaron su corazón. Aquel día me sentí dichosa, acepté ser su novia porque lo amaba no solo por cómo era, también sentí la necesidad de compensar ese pasado doloroso que tuvo.
Ralf había experimentado dolorosas pérdidas aunque no siempre lo demostraba, siempre me brindaba una sonrisa y me decía que todo estaría bien.
De esa forma comenzamos un hermoso noviazgo, las chicas lo aceptaron enseguida cuando se los presenté... inclusive, Mako acabó enamorándose de su mejor amigo y compañero de armas, Clark Still.
Yo tenía mis deberes como sacerdotisa y Sailor Senshi y él, como el Coronel que era en el ejército y nos encontrábamos cada vez que podíamos, unas dos o tres veces por semana o menos, dependiendo de si le daban permiso o no aunque a veces, se escapaba a escondidas del cuartel para verme, yo por mi parte iba mucho a visitarlo también.
Disfrutábamos de cada cita enormemente.
Así pasamos un par de años hasta que el momento anhelado llegó, Ralf me pidió matrimonio y yo, desde luego que acepté gozosa. No nos casamos mediante una boda tradicional japonesa debido a que no pudimos contenernos y nos demostramos físicamente cuánto nos amamos, antes de tiempo... Tuvimos que contraer matrimonio a través de una ceremonia occidental pero eso no disminuyó en nada la felicidad que sentíamos.
Tuve la luna de miel soñada con el amor de mi vida, era genial, nos mudamos a un complejo residencial dentro del cuartel militar el cual por suerte, no estaba lejos de Hikawa y yo pude seguir sirviendo como sacerdotisa, aunque a medio tiempo.
La vida de casados era muy buena para Ralf y yo, seguíamos siendo como novios... ¡Guau! Él no había cambiado en lo absoluto, siguió mostrándose siempre atento a satisfacerme, aparte era amoroso y cariñoso. También así, yo era con él, no tenía ninguna duda que Ralf era mi vida y lo amaba con locura, mejor dicho... nos amábamos con locura.
Finalmente yo, Rei, era la esposa que siempre deseé ser.
Es verdad que teníamos algunas diferencias en nuestros modos de ser, él era extrovertido y a menudo era impulsivo aparte de terco mientras que yo, siempre fui más reflexiva a pesar de mi temperamento, también nos hemos enojado y hemos peleado algunas veces porque ambos tenemos nuestro carácter, sin embargo nuestro amor jamás fue empañado, buscamos mejorar en beneficio mutuo.
Todo fue felicidad hasta que tuve un incidente muy fuerte que me dejó una dolorosa marca, la cual influyó en mí negativamente, la lealtad y sentido de justicia en mí siempre fueron indudables pero esto, sí consiguió hacerme cuestionármelos. Por dentro sentía una pena y un amargura, que me hacían querer probar el frío plato de la venganza pero, gracias al Kami tenía a mi lado a un hombre maravilloso como Ralf y amigas fantásticas, que me contenían a pesar de que yo jamás les dije nada o al menos, sí mencioné pero sin querer entrar en detalles.
Estoy segura que el primero en darse cuenta que me pasaba algo era Ralf mas, siempre fue respetuoso, solo se ocupó de recordarme que yo siempre lo tendría y de amarme, me decía "Te amo, eres mi vida y siempre lograremos salir adelante... ya verás que todo estará bien". Las chicas creo que también se dieron cuenta e incluso me lo preguntaron directamente, cielos... creo que la sangre fría me falló aun así, solo les agradecí por estar conmigo y estar a mi lado pero no les conté nada.
Ahora que lo pienso, creo... que sí fue el principio de mi caída...
Más adelante, los tiempos cambiarían, en algún momento del siglo XXI el mundo se sumiría en una Era Glacial pero, gracias al Cristal de Plata nuestro planeta sería revivido tras aquella. Llegaría así Tokyo de Cristal y se fundaría el 2do Milenio de Plata, Serena se convertiría en la Neo Reina Serenity y Mamoru, en el Rey Endymion, los nuevos gobernantes de la Tierra.
El Cristal de Plata nos regaló a todos la longevidad de miles de años, una vida y juventud muchísimo más larga para todos los habitantes de la Tierra, ese era solo uno de los grandes cambios que modificaron las vidas de todos nosotros. El mundo daba un giro de 180° grados, era el inicio de la Era de la paz y la armonía, el paraíso terrestre en donde todos éramos felices, en teoría.
Digo en teoría porque aún después que el milenario objeto nombrado borró todas las maldiciones, aquella antigua herida de mi corazón no había desaparecido en lo absoluto pero, el mundo ahora se trataba de un lugar pacífico regido por un nuevo Código de Convivencia aprobado por unanimidad.
Tokyo de Cristal fue conformada en distritos y nosotras, fuimos nombradas gobernadoras de cada uno, a mí me tocó Ciudad Ígnea que estaba ubicado al sur, se trataba de la región más alejada de la capital.
Como mencioné anteriormente, el doloroso incidente que sufrí seguía adentro mío pero podía aguantarlo, seguía siendo feliz al lado de mi amado esposo al que nombré como Jefe de Guardia de donde yo gobernaba, ya que las Fuerzas de Autodefensa habían desaparecido y ahora, cada región poseía su propio cuerpo de guardia destinado a mantener el orden y la seguridad.
El asunto era que, pasaríamos mucho más tiempo juntos y eso me hacía poner contenta, todo iba bien entre Ralf y yo, seguíamos siendo como novios aún con nuestras nuevas obligaciones. Nuestro amor nos iba a dar una linda bendición, una niña a la que decidimos de mutuo acuerdo llamar Risa, en honor a mi madre fallecida.
¡Que felices nos sentimos! Era adorable y así, también fue verla crecer y transformarse en una hermosa joven a la que criamos, educamos y entrenamos con amor y cariño.
¿Qué más podía pedir? Tenía la familia ideal, un esposo maravilloso y una hija preciosa, digna de orgullo.
Sin embargo, un día algo aconteció que cambió mi vida para siempre... para mal, si bien yo ya tenía mis cargas desde lo que conté antes... eso desmoronó mi mundo, la vida como la conocía y la felicidad que tenía; siempre tuve una intuición más desarrollada que las demás personas pero esto, no lo vi venir... jamás.
Algo se había roto en mi interior, yo ya no pude ser la de antes, lo intenté pero ya no lo conseguí.
Actualmente sigo siendo Rei, desde lo que acabo de mencionar han pasado dos años, pero ese había sido mi punto de inflexión desde el cual ya nada fue lo mismo para mí, ni siquiera mi familia que tan feliz me había hecho.
La mujer que era yo antes se había marchado, ya no estaba más.
Ahora ya no puedo leer las llamas ni predecir el futuro, la percepción extrasensorial me había abandonado, los Ofudas se trataban de simples pedazos de papel en mis manos, abandoné mi labor como sacerdotisa y me dediqué a tiempo completo a la gobernación de Ciudad Ígnea.
Aprendí dos cosas: los golpes más dolorosos y arteros jamás vienen de un enemigo y lo segundo, que debo ser fuerte para no ceder ante nada y aparte, no puedo fiarme de absolutamente nadie.
Ya nada importa para mí, nada, ahora sí... que probaría el frío y exquisito plato de la venganza.
A estas alturas ya todos los que me leen sabrán que RalfxRei es mi pareja OTP, para quienes no estén familiarizados con dicho término les explico que el mismo viene del inglés, One True Pairing (OTP) y se usa para hacer referencia a parejas que, a ojos del fanficker, son sus favoritas. ¿Por qué es así en mi caso? Porque Ralf es mi personaje masculino favorito y Rei, mi personaje femenino preferido, Sailor Moon uno de los animés que más me gustan, King of Fighters uno de mis juegos favoritos y del mismo, el equipo Ikari es al siempre elijo para jugar y cuando no lo pongo completo, Ralf es mi personaje infaltable en el equipo que yo arme. También me gusta DarienxRei, pero me tira más RxR :3
En este fic descansamos un poco de tanta acción, viajes en el tiempo, explosiones, tiros y cyborgs asesinos. ¿Desean ver de qué va este fic? Sigan leyendo...
Creo que no tengo nada más para decir, así que me despido hasta la próxima actualización.
