--Dimensión C-65. Similitud 25%.-- Una voz femenina, casi robótica se escucho en un gran bunquer donde un gran holoproyertor mostró una imagen del planeta tierra, mientras que se mostraban las diferencias más notorias ente la nueva dimensión y en la que actualmente estaban.
Un joven de unos aparentes 16 años vio con interés la información que su IA asistente le dió de su variante.
--Músico frustrado.-- El joven dijo con disgusto. --Siguiente.--
El holograma desapareció y después de unos segundos volvió a mostrar otra tierra.
--Dimensión C-90. Similitud 70%.-- La IA dijo con voz robótica.
El adolescente vio nuevamente la información de su variante antes de parecer disgustado por haber nacido con un quirk. --Siguiente.-- Dijo antes de intentar tomar un cigarro, pero su molestia incremento al percatarse qué su cajetilla estaba vacía.
Rápidamente busco en los cajones de un escritorio cercano otra cajetilla, pero se frustro más al no encontrar ningúna. Aunque realmente si frustración era más por no encontrar una buena variante de él para suplantar y huir de esta dimensión condena.
"El punto 0" Como el resto de sus colegas lo había llamdo, por fin había llegado. El punto dende las peculiaridades fueron tan poderosas que no se podían controlar. Lo que le molesto más fue que puedo haberlo evitado, pero había decidido confiar en el gobierno.
Era el ser más inteligente que la humanidad había dado, un simple quirkles, con la inteligencia superior.
Se había graduado como físico experimental a los 7 años, y con honores, a los 8 ha tenía tres ingenierías. Y años 9 ya trabajaba para el gobierno estadounidense el cual le había dado recursos ilimitados, sus inversiones habían desarrollado tanto a su mundo que habían pasado a ver una civilización tipo 1 en la escala de Kardashov.
La primera ciudad fundada en la luna había sido nombrada en su honor. En 6 años la humanidad había dado un gran salto y todo fue gracias a él.
Pero cuando trato de detener el punto 0, algunos lo tacharon de loco, y cuando creo el suero anti quirk, los el gobierno encarcelo cerca de un año.
Y cuando se dieron cuenta que él tenía razón, lo liberaron para que volviera crear el suero, pero lamentablemente ya era demasiado tarde. La gran cantidad de personas con quirk fuera de control era enorme, y gran parte de la sociedad estaba apuntó se morir por la pequeña Susan.
Susan, era una niña de 6 años, Tailandesa, la cual poseía un quirk que le permitió aprovechar la luz del sol, dándole una super fuerza, entre otras gendes habilidades. Prácticamente era una mala copia de superman, pero había sido la principal razón por la cual el logro crear el enjambre, que era una red de satélites qué recolectaban la energía del sol, y alimentaba al planeta.
Aunque una desventaja del, quirk de Susan, es que tenía que liberar el exceso de energía o si no exolorsria. Desde que la conoció, él la visitó una vez cada quince días, y le ayudo a eliminar los excedentes de energía. Le sorprendío que en el año que estuvo en pricion Susan no explotara.
Pero después de un cálculo, supo que Susan no aguanaria más, y explotaria en una supernova qué condenaria todo el sistema solar. Solo era cuestión de días.
Era un poco egoísta de su parte simplemente huir, y reemplazar a una de sus variantes en otra dimensión, pero sería el primero, ni el último en hacerlo., ya había matado a dos de sus variantes que intentaron reemplazarlo, la primera que le dio el conocimiento del multiverso, y la segunda le dio la idea de siempre estar alerta.
Gracias a él, había reemplazado gran parte de su cuerpo con tecnología, y tenía un emjambre de nanotecnologia viviendo en sus torrentes sanguinos, listos para cualquier cosa.
Salió de sus pensamientos al encontrar otra cajetilla de cigarros, y rápidamente regreso al holoproyertor.
--Dimensión C-02. Similitud 58%.-- Su IA asistente dijo después de ver que tenía nuevamente la atención de su creador. --Sí me permite una opinión señor, le recomiendo esta dimensión, ya que en esta no existe la señorita Susan.--
El joven genio, con una sonrisa amarga, asintió a la sugerencia de su IA. La idea de no tener que lidiar con el caos que Susan podría desatar era un alivio, pero la culpa por abandonar su mundo en su hora más oscura pesaba sobre él como una losa.
--Carga las coordenadas. Y prepárate para el protocolo de emergencia.-- ordenó, mientras encendía el cigarro con un mechero que brillaba con un tenue resplandor azul.
El holoproyector zumbó, y las coordenadas de la Dimensión C-02 se materializaron en el aire, flotando como cifras de un futuro incierto. El joven se puso de pie, su figura alta y delgada recortada contra la luz del proyector. Su mente, una maraña de ecuaciones y teorías, trabajaba a toda velocidad, calculando las variables de su próximo salto interdimensional.
--¿Y qué hay de la variante de esta dimensión?-- preguntó la IA, su voz era un susurro cargado de curiosidad.
--Un individuo bajo para el promedio, sin logros significativos. Un estudiante con sueños de grandeza pero sin la voluntad para alcanzarlos.-- respondió el adolescente ahora conocido como Izuku. --Es perfecto. Será como tomar un descanso.-- Se acercó al escritorio y tomó una pistola de aspecto futurista, su superficie negra y lisa reflejaba la luz del holoproyector.
--¿Y qué hay de los demás?-- preguntó la IA, mostrando un poco más de emoción.
Izuku no dijo nada y solo disparo su pistola creando un portal amarillo. Tomo de su escritorio un reloj pulcera, su billetera y una fotografía del y su madre.
Izuku C-02 camino con tristeza por la solitaria playa de Dagobah. Las montañas de basura se alzaron como un triste recordatorio de la negligencia del gobierno.
C-02, solo siguió caminando, sin prestar atención a la basura a su alrededor, había tomado el camino largo a su casa solo para evitar llegara, era su cumpleaños y seguramente su madre le prepararía un pastel, pero no estaba de ánimos. Hoy había sido un pésimo día, hoy, sus Billy se habían ensañado más, metieron su cabeza en le retrete, colgaron su mochila en el asta de la bandera, y habían rsyoneado su tarea lo cual causó que los profesores lo regañaran apesar de que sabía que había pasado.
Era el único quirkles en toda la escuela, y eso causó ser el parea. Nadie lo respeto.
Y celebrar su cumpleaños solo con su madre haría todo más deprimente.
C-02 se detuvo, saliendo de sus pensamientos. De un refrigerador salió una réplica exacta de él, la única diferencia era el cigarro en su boca y la pistola con la cual le disparo en el abdomen derivandolo inmediatamente.
--Dolerá mucho, pero creeme, me lo agradeceras.-- Dijo el otro Izuku con voz tanqula.
Izuku C-02 solo vio en shock como si doble lo empezó a arrastrar por la sucia arena, se desmayo poco despues.
C-02 se despertó aturdido y completamente desorientado. ¿Todo era más grande? Pensó mientras veía a su alrededor, notando qué las torres de basura eran más grandes al igual que su doble el cual parecía estar revisando su mochila.
--Tardaste en despertar Deku.-- Dijo el otro Izuku con desinterés. --Te diría lo que sucedió, y él porque lo hice, pero tu mente es tan primitiva que dudo que lo entiendas.--
--¿¡Porque me atacaste!? ¿¡Quien...!?-- C-02 detuvo su quejas al escuchar su voz, o lo que realmente salió de él.
--Ahora eres un perro. Un pomerania para ser exacto.-- Dijo el otro Izuku aun con su tono tranquilo y dejando a C-02 en shock. --Veras, te he estado vigilando desde hace una semana, y mediste tanta pena que simplemente no pude matarte. Así que decidí convertite en un lindo pomerania.--
El pomerania, antes conocido como Izuku C-02, miraba con ojos confundidos y llenos de miedo a su doble humano. La transformación había sido completa y, aunque su mente seguía siendo humana, su cuerpo respondía de manera diferente. Intentó hablar, pero solo ladró, un sonido agudo y triste que resonó en la playa desolada.
--No te preocupes, pequeño Deku-- dijo el otro Izuku, terminando de revisar la mochila y encontrando un cuaderno desgastado. --Te daré una buena vida. Y yo... yo seré tu dueño.--
El pomerania ladró, una mezcla de protesta y súplica, pero Izuku lo ignoró y continuó hablando mientras hojeaba el cuaderno.
--Veo que no eras tan estúpido.-- Dijo con genuina sorpresa viendo lo detallado de las explicaciones que C-02 tenía de varios héroes y villanos de este mundo.
Izuku se levantó, guardando el cuaderno en su bolsillo. Se acercó al pomerania y le acarició la cabeza con suavidad.
--No te preocupes Deku. Te daré una vida mejor, una vida sin burlas ni sufrimiento. Serás mi compañero, y juntos... juntos veremos este nuevo mundo.-- Su voz se suavizó, y por un momento, el genio mostró un atisbo de humanidad.
El pomerania, aún en shock, sintió la caricia y, a pesar de todo, se acurrucó contra la pierna de Izuku. Era un gesto de aceptación, una tregua entre dos almas perdidas en un universo que no les pertenecía.
Izuku sonrió y se puso de pie, mirando hacia el horizonte donde el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y rojos.
Izuku solo tomo a C-02 y camino en dirección al departamento donde vivía C-02.
A diferencia de las variantes que intentaron reemplazarlo, el se tomó la molestia de invastigar a su variante, y la gente que lo rodeaba. A diferencia de su madre, Inko C-02 era más sumisa, culapndose por el hecho de que Izuku C-02 naciera sin una peculiaridad.
Llego al departamento donde Inko se animo a ver a Izuku, un pastel de chocolate en sus manos. Izuku solo sonrió y se acercó a su madre la cual se sorprendo por el abrazo que fue interrumpido por el ladrido de Deku.
--¿Trajiste un perro?-- Pregunto Inko curiosa por el pomerania que su hijo cargaba.
--Me siguió desde que salí de la escuela, así que decidí adoptarlo.-- mintió Izuku a la variante de su madre que solo vio con curiosidad al pequeño perro que ladraba desesperadamente, aunque ella entendió que era de alegría. --¿Me lo puedo quedar?-- Pregunto con un falso tono suplicante.
Por lo que había investigado, esta variante de su madre, era más complaciente y jamás le negó algo a su hijo a pesar de las limitaciones financieras.
--Si, pero tendré que hablar con el señor Fukuda.-- Dijo Inko, tomando el pequeño perro.
Izuku la volvió a abrazar. Aunque no era su verdadera madre, el aprecio fue genuino. Su verdadera madre, al igual que todos lo que conocía y apreciaba había peresido en su dimensión de origen.
--Estas más cariñoso Izuku. ¿Sucedió algo?--Inko pregunto curiosa por la muestra de afecto de su hijo, que últimamente se había vuelto más recerbado.
--No sucede nada. Solo estoy feliz por celebrar mi cumpleaños.-- Izuku dijo con voz tanqula y soltando a su madre que parecía que quería llorar.
Inko miró a su hijo, sus ojos llenos de lágrimas que no se atrevía a derramar. La transformación de Izuku, su repentina calidez, era un cambio inesperado pero bienvenido. Ella asintió, secándose una lágrima furtiva.
--Entonces celebremos, Izuku. Tú y tu nuevo amigo.-- Dijo con una sonrisa temblorosa.
El pomerania, ahora Deku, observaba la escena, sintiendo una mezcla de emociones. La calidez de un hogar, el amor de una madre, algo que había no había valorado en su forma humana, ahora veía como un expectador como una variante de el lo aprovecho.
Izuku colocó al pomerania en el suelo y se dirigió a la cocina, Inko siguió con el pequeño pastel de chocolate, y juntos, madre e hijo, comenzaron a preparar la mesa para la pequeña celebración.
Deku, el pomerania, se acercó a la mesa, sus patas apenas alcanzaban la rodilla de su contraparte de otra dimensión que lo había reemplazado. Miró el pastel, el aroma dulce y reconfortante, y luego a Izuku, quien le ofreció un trozo pequeño.
--Feliz cumpleaños, Deku.-- Dijo Izuku, su voz suave y amable.
El pomerania ladró suavemente, aceptando el regalo. Que se le fue arrebatado.
--El chocolate es malo para los perros.-- Dijo Inko con ligeramente angustiada por lo que si hijo quería hacer. --Tengo algo de salchichas en la nevera, se las daré.--
Después de que Inko le diera las salchichas a Deku, la noche avanzó tranquilamente, y la pequeña fiesta continuó. Inko contó historias de la infancia de Izuku, de sus sueños y esperanzas. Izuku escuchaba, su expresión un enigma. Recordaba su propia infancia, tan diferente y tan lejana ahora.
Cuando Inko se retiró a dormir, Izuku se quedó un momento en silencio, mirando el retrato de su madre en la pared. Luego, se volvió hacia Deku, quien lo miraba con ojos expectantes.
--Mañana será un nuevo día, Deku. Un nuevo comienzo para ambos.-- Dijo Izuku, decidido.
Deku movió la cola, y aunque no podía hablar, su mirada decía todo lo que necesitaba decir. Estaba listo, se había resignado rápidamente a su nueva vida como un pomerania.
Fin del capitulo.
