Disclaimer:Todos los personajes, así como lo que podáis reconocer pertenece a J.K. Rowling

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La siguiente semana Draco se dedicó a espiar a madre e hija desde la lejanía. Las miraba cuando jugaban en el jardín junto con Teddy; había descubierto que Lyra era muy tramposa, siempre intentaba abrir los ojos mientras contaba para que se escondiesen los demás y esto hizo sonreír a Draco.

También había descubierto que le encantaba que su madre le leyese cuentos y era una preguntona igual que Granger; tenía curiosidad por todo. Draco tuvo que poner los ojos en blanco varias veces sentado en las escaleras al escucharla en el salón preguntarle a su madre datos sobre algo que Hermione le explicaba.

A las horas de las comidas se sentaban todos juntos en la mesa y la niña no le quitaba ojo de encima. A veces fruncía el ceño como Hermione y cuando Draco cruzaba su mirada con la de ella, la niña la apartaba rápidamente por miedo a ser reprendida por su madre.

Hermione había empezado a ignorar a Draco; había advertido a su hija de que no le molestase y la niña cada vez se había acostumbrado más a no hacer preguntas sobre él.

Esa noche, Andrómeda se había retirado pronto de la cena ya que Teddy tenías algunas décimas de fiebre y había subido a llevarle una sopa y hacerle compañía.

Andrómeda junto con Teddy y Lyra eran los que siempre mantenían la conversación en la mesa y al faltar ellos un silencio sepulcral reinaba en el ambiente.

· ¿Por qué estamos tan callados hoy?- preguntó Lyra mirando a su madre-.

· Estamos cenando Lyra, con la boca llena no se habla – dijo Hermione dulcemente-.

· Ya pero cuando están la tía y el primo siempre contamos como nos ha ido el día…- la niña bajó la mirada hacia su plato- quería contar algo…

Hermione miró a Draco de reojo y vio que éste tenía la mirada fija en su plato.

· A ver, que querías contar- dijo Hermione sonriendo a su hija-.

· Que creo que quiero ir al colegio muggle, igual que él primo Teddy. Me aburro mucho en casa y cuando estábamos en Australia iba al colegio infantil…quizás aquí también pueda ir mami.- Lyra sonrió angelicalmente-.

· No puede ser Lyra…aún no sabemos si nos quedaremos en Londres.

Un golpe seco hizo que Hermione apartase la mirada de su hija; Draco había soltado la cuchara y ésta se había caído al suelo, los puños apretados del rubio estaban sobre la mesa. Hermione subió la mirada y se encontró con los ojos grises de Draco, no había vuelto a mirarlos desde aquél día en el juicio.

· ¿Vas a llevártela otra vez? – el tono de voz de Draco era hosco-.

· No creo que esto sea un tema para hablar en la mesa- Hermione apartó la mirada y se dirigió a su hija-. Lyra ve a lavarte los dientes.

· Pero mami…

· No te lo repito más. Luego subiré a leerte un cuento.

La niña miró a Draco y de seguida a su madre; Lanzó un suspiro y se marchó a regañadientes hacia el baño.

· No te dignas a hablarme en semanas y lo primero que sueltas es eso. ¡Encima delante de la niña!- Hermione estaba realmente furiosa, como se atrevía a hacer esa preguntar. ¡El ni siquiera había querido conocer a la niña, por Merlín!

· Solo era una pregunta Granger, relájate.

· ¡Ha sido la manera en que lo has dicho! Ni si quiera te has dignado en conocer a tu hija, no tienes derecho a preguntar si me la voy a llevar o no.-

Hermione se levantó de la silla dirigiéndose a la puerta pero Draco la atrapó y la empujó contra la pared, agarrándole los brazos y dejándola totalmente indefensa; estaban muy cerca, no habían estado tan cerca desde hacía años. Hermione podía sentir el aliento de Draco chocando contra su boca, no sabía si los latidos desbocados eran de su corazón o el del chico.

· Tú me negaste todos los derechos hacia ella- susurró contra la boca de Hermione, deteniéndose a un milímetro de sus labios, que estaban casi rozándose- no te hagas ahora la ofendida.

La soltó bruscamente y salió de la cocina dejando a Hermione paralizada. Cuando recuperó la respiración, se alisó la falda y contuvo las ganas de llorar; Carraspeó y subió a buscar a Lyra.

Draco se encerró en su habitación y pateó una silla. Había bajado las defensas de una manera estúpida: cuando había escuchado que podrían irse de nuevo no había podido contenerse. Era cierto que él las ignoraba, pero tampoco quería que se fueran, no ahora que sabía que era su hija. No ahora que había encontrado un entretenimiento en esa casa; el hecho de observarlas y descubrir cosas de Lyra hacia que los días pasasen más rápido.

Había estado muy cerca, había vuelto a tocarla. Su piel seguía igual de suave que siempre, su olor había cambiado pero seguía siendo exquisito. Sus labios seguían llamándolo y por Salazar que había tenido que aguantar las ganas de besarla contra la pared de la cocina hasta que perdiese el sentido.

Una pequeña discusión y había despertado todo eso en él…había despertado algo que él ya creía muerto.

Quizás era mejor que se fuesen, él no podía confiar nunca más en nadie. Dejaría de observarlas, se encerraría en su habitación…comería en su habitación por tal de no verlas.

¿Pero eso era lo que realmente quería? Merlín sabía que no, Draco quería volver a sentirse vivo. Había pasado muchos años muerto en vida y estuvo a punto de rendirse, es más ,se rindió. Pero cuando descubrió que Lyra era su hija de verdad…algo dentro de él cambió sin darse cuenta, algo se despertó y Draco iba a descubrir hasta donde le llevaban estás nuevas sensaciones.

Tenía que empezar a acercarse a la niña, así Hermione no podría apartarla de él otra vez.

….

…….

…………

A la mañana siguiente Lyra despertó quejándose, Hermione tocó su frente y descubrió que estaba ardiendo. Tomó su temperatura y confirmo lo que ya sospechaba, Lyra había pillado algún virus como Teddy.

Hermione bajó a la cocina, le preparó un vaso de leche y buscó analgésicos infantiles. La única forma de sobrellevar la fiebre era de la forma muggle.

Cuando la niña se tomó la medicina se quedó dormida de nuevo. Hermione no fue capaz de retirarse de su lado en todo el día, ni si quiera bajó a comer; Andrómeda les subió sopa de pollo para ambas.

Por la noche, Lyra seguía teniendo fiebre. Había vomitado la sopa de pollo y la fiebre no la dejaba abrir los ojos.

· Mami…me duelen los ojos.

· Ya lo se cariño, intenta descansar.- Hermione tenía acunada a Lyra, igual que cuando era un bebé-.

A las cuatro de la mañana, Hermione despertó sobresaltada. Se había dormido, nunca se dormía cuando Lyra tenía fiebre, tenía que vigilarla…tocó su frente y noto que estaba ardiendo y respiraba con dificultad. Tomó su temperatura y se asustó al ver lo elevada que era, se apresuró a vestirse, cogió su bolso y cargó a la niña en brazos.

Cuando bajó las escaleras se encontró con Draco de frente.

· ¿Qué pasa?- dijo el rubio mirando desconcertado a Hermione con la niña en brazos y en pijama a esas horas-.

· Lyra tiene mucha fiebre, la oigo respirar mal. Voy directa a San Mungo.

· Voy contigo.- en el preciso instante en que dijo eso, reaccionó de golpe. Él no podía salir de esa casa-.

· Draco…- Hermione entendió el porqué de su gesto de frustración-. Puedo ir sola, te enviaré un patronus con lo que le digan.

· He dicho que voy contigo.

· Lyra va a necesitarte cuando regresemos- Hermione lo miró con tristeza- Por favor, no lo compliques más.

Hermione se dirigió a la chimenea y desapareció entre las llamas.

Media hora más tarde, la nutria plateada de Hermione apareció en la habitación de Draco.

…Lyra debe quedarse ingresada. Tiene bronquitis y al ser una infección directa en los pulmones prefieren dejarla en observación. Si las pociones y antibióticos que le están suministrando hacen efecto inmediato, mañana volvemos a casa, espéranos ahí...

Las dos horas siguientes, pasaron miles de cosas por la mente de Draco. Nunca había tenido una preocupación así por alguien que conocía de hacia unas semanas…pero era su hija,sangre de su sangre. Después de beberse una botella de wisky de fuego entera, comprendió que volvía a tener alguien por quien luchar, alguien a quien proteger: La quería en su vida, y a Granger también.

A la mañana siguiente, Lyra fue dada de alta en San Mungo. La fiebre había remitido y la infección estaba controlada así que podían seguir los cuidados en casa.

Hermione con Lyra en brazos apareció en las llamas de la chimenea de Andrómeda y se encontró a Draco dormido en el sofá; Le hizo un gesto a Lyra para que no hiciese ruido y se dirigió a su habitación; Cuando estaba metiendo a la niña en la cama, se abrió la puerta y Draco apareció tras ella.

· Podrías haberme avisado, llevo toda la noche esperando veros salir por la chimenea.

· Acabamos de llegar, estabas tan dormido que no quise despertarte- Hermione lo miró nerviosa; no sabía en qué punto estaban ahora que ya había pasado el miedo y preocupación por Lyra- tampoco sabía en que actitud te encontraría.

Draco puso los ojos en blancos y se acercó a la cama de la niña.

· Ey…¿Qué tal te sientes?- la niña lo miró sorprendida de verlo ahí-.

· Tú… eres mi papá.- dijo la niña con voz soñolienta-

· Si. Soy tu papá – Lyra sonrió de oreja a oreja y miró a su madre- --¡Mami mira es papá! ¡Ha venido a conocerme!- Hermione asintió y sonrió a su hija-. Ya me siento mejor, aunque tengo sueño…pero no te vayas papi, si me duermo…¿ te quedarás conmigo?.

· No pienso irme a ningún lado.- Draco sonrió a la niña y sintió como su corazón latía fuertemente-.

· Entonces puedo dormir tranquila…con mi mamá y mi papá. Toda la familia…- la niña bostezó y cerró sus ojos lentamente, cayendo en un sueño profundo-.

· Desde que hemos vuelto está un poco obsesionada con eso de la familia…en Australia solo me tenía a mí, pero aquí tiene tanta gente que no cabe en sí de felicidad, por eso menciona tanto a la familia- Hermione comenzó a hablar atropelladamente, las palabras de su hija le había hecho ponerse nerviosa y no sabia como iba a reaccionar Draco, quizás pensaba que ella le metía esas cosas en la cabeza a su hija-. Ella ve a James con sus padres y claro desde que supo que eras su padre estaba obsesionada con que la conocieras y yo inten…

· Granger- la interrumpió Draco- he entendido lo que quieres decir, no hace falta que me hagas un croquis.

· De acuerdo. – Hermione miró al suelo y se mordió el labio- puedes irte, si despierta le diré que estabas cansado.

· No voy a irme de su lado…a menos que tú quieras que me vaya.- Hermione levantó la mirada y lo observó con curiosidad-.

· ¿Quieres quedarte?

· Si. Si tú quieres…podemos recordar viejos tiempos mientras la vigilamos- la sonrisa pícara del rubio hizo que Hermione se sonrojara; Draco se asombró de que a pesar de los años seguía siendo tan inocente ante sus juegos-.

· No podemos recordar viejos tiempos y vigilar a la niña… Son cosas incompatibles- Hermione comenzó a desvestirse de espaldas a él para ponerse el pijama, no había dormido en toda la noche. -.

· Pero tú y yo si somos compatibles ¿No?- Se había equivocado, Granger no tenía la inocencia de antaño. Jamás se hubiera desvestido delante de él de esa forma-.

· Lo éramos. Ahí está la prueba- dijo Hermione señalando a la niña-.

· Entonces ¿Por qué me provocas desnudándote delante de mi? – la voz de Draco sonó ronca, había olvidado como se veía sin ropa. La maternidad había hecho que sus curvas se redondearán más y ahora tenía un cuerpo más formado…más de mujer, había dejado de ser una niña.-

· Me has visto desnuda muchas veces…verme en ropa interior es como si me vieras en bikini. Además, al tener a Lyra perdí la vergüenza totalmente. – Hermione sonrió recordando a Lyra de bebé- estuvo tomando pecho hasta los dos años y medio, sacaba mi pecho en cualquier sitio así que…- Hermione se encogió de hombros-.

· ¿Qué has dicho?- los ojos de Draco la recorrían de arriba abajo a pesar de estar vestida ya-.

· Que me has visto desnuda muchas veces…

· Eso no, lo del pecho. ¿Quién te sacaba el pecho?- Hermione resopló y puso los ojos en blanco-.

· Tú hija. Tú hija estaba obsesionada con mis pechos, lo sacaba en cada ocasión para mamar.- Hermione sonrió recordando su lactancia; Lyra había sido un bebé muy demandante-.

· Ya tenemos algo en común. A mí también me encantan- Draco se levantó y se acercó a Hermione-Hueles diferente…me gusta.

· Si sigues acercándote, te lanzaré un aguamenti.- dijo Hermione agarrando la varita de su bolso-.

· La ultima vez que me lanzaste un aguamenti no me fue tan mal-Draco la atrapó por la cintura, pegándola más hacia él, se acercó a su oreja y le susurró- estoy dispuesto a mojarme si tú te mojas conmigo.