Capítulo 1
Rebelión recién nacida
RUINAS DE LA CABAÑA DE KENTO MAREK, KASHYYYK
Todo había cambiado en cuestión de semanas, aquella reunión en Casa Cantham parecía haber quedado en el pasado remoto. En el centro de esa transformación se encontraba la figura del joven jedi Galen Marek, también conocido como Starkiller. Al principio, Galen había sido el aprendiz de Vader, alentándolos a unirse bajo las órdenes de su maestro en un plan para exponerlos y traicionarlos. Pero finalmente había cambiado de bando y se había sacrificado para salvar a los líderes rebeldes de la Estrella de la Muerte. La misma estación de combate que habían empezado a investigar después de aquella reunión.
Justo después de esa difícil experiencia, Organa, Bel Iblis, Mothma y Rahm Kota se reunieron en las ruinas de la cabaña donde Galen había nacido y pasado sus primeros años. Los acompañaban Juno Eclipse, la piloto y amante de Galen, y Leia Organa, la hija de Bail, quien había volado inmediatamente desde Alderaan al enterarse de su regreso.
Estaban allí para rendir homenaje a la memoria de Galen. A pesar de su controvertido origen, había muerto como un héroe. Uno de los primeros logros de Galen Marek había ocurrido cerca de allí. Había destruido el gancho celestial que el Imperio había estado construyendo para transportar a los prisioneros wookiees de manera más eficiente. Ahora, la Resistencia de Kashyyyk estaba luchando para expulsar a los remanentes imperiales de su mundo, y cualquier cosa parecía posible, sin importar lo poco probable que fuera.
—Bien —dijo Bail Organa—. ¿Estamos listos para terminar lo que él empezó? —Los demás asintieron—. Entonces, al fin, la Alianza Rebelde ha nacido. Aquí, esta noche.
Todos asintieron solemnemente, sin palabras de júbilo, porque sabían que les esperaba un arduo trabajo y peligro.
Leia Organa tomó la palabra.
—Necesitamos un símbolo que nos una —dijo con convicción mientras limpiaba el polvo de una mesa, revelando un escudo familiar tallado en la madera. Era un ave de rapiña, elegante y orgullosa, con las alas extendidas—. Un símbolo de esperanza.
La mirada de Leia recorrió la sala, pasando de su padre a Mon Mothma y Garm Bel Iblis, y finalmente se posó en Juno. Ella asintió en reconocimiento.
Después de un breve momento de reflexión, Bail Organa tomó la palabra.
—Estamos aquí gracias al sacrificio de Galen Marek —dijo con voz firme—. Pero el peligro no ha pasado. El Emperador conoce nuestras identidades y objetivos.
—Como dijimos en Corellia —agregó Mon Mothma—, el momento de la diplomacia y la política ha terminado. Ha llegado el momento de pasar a la acción.
—Ya habíamos trazado un plan para organizar a la Alianza Rebelde —continuó Bail Organa—. Llevarlo a cabo requerirá un gran esfuerzo y llevará tiempo. Aun así, confío en que superaremos cualquier obstáculo que se nos presente en esta primera fase.
—Contamos con algunas bases e instalaciones secretas en diferentes partes de la galaxia. Mejorarlas y establecer otras nuevas es parte de nuestro plan. Pero parece que ahora también tendremos que empezar a usarlas como lugar seguro para reunirnos, planear y coordinar nuestras operaciones —agregó Mon Mothma.
—Lo que nos devuelve al principal problema sin resolver que todavía enfrentamos: la Estrella de la Muerte —dijo Bail Organa—. La estación de la cual acabamos de escapar milagrosamente.
—Para enfrentarla, necesitaremos dos cosas —declaró Garm Bel Iblis con solemnidad—. Pero dado que es poco probable que alguna vez podamos reunir el poder de fuego necesario para igualarla en un combate directo, necesitamos obtener información más detallada si queremos tener alguna esperanza de éxito.
—Estuvimos allí, aunque nuestras circunstancias no fueron las ideales para realizar un reconocimiento —se lamentó Bail Organa.
—Yo creo que logramos un reconocimiento preliminar. No todos estuvimos prisioneros, —intervino de repente Rahm Kota—… Juno —dijo volviendo la cabeza hacia ella como si no estuviera ciego.
—Es cierto. Tomé varias lecturas de sensores desde la Sombra Furtiva. Lo hice para ayudar a guiar a Galen —dijo, entristecida por el recuerdo—, pero seguro que sirven para tener una idea de la disposición general. Hay un gigantesco sistema láser, ocho enormes rayos que convergen en uno solo, de un poder destructivo sin igual. Aquella estructura en forma de cráter que vimos en la superficie es el disco de concentración. Probablemente pueda reducir naves capitales a escombros de un solo disparo.
—La situación se vuelve cada vez más sombría —comentó Leia, con sorpresa y asombro en la voz.
—Los datos deben seguir grabados en la computadora de la nave —continuó Juno.
—Excelente. Estoy seguro de que nuestro equipo técnico encontrará esa información más esclarecedora que el material que recuperé en Darkknell, el cual aún están analizando en busca de pistas —dijo Garm Bel Iblis.
—Es crucial obtener todos los detalles posibles sobre esta Estrella de la Muerte. Debemos conocer sus capacidades y vulnerabilidades, porque sabemos que tarde o temprano nos enfrentaremos a ella nuevamente —declaró Mon Mothma con convicción.
—Propongo formar un equipo de operaciones dedicado específicamente a coordinar la investigación y planificar la mejor manera de neutralizarla —intervino Leia con determinación.
—Buena idea —respondió Mon Mothma, mientras Bel Iblis asentía.
—Entonces, daremos comienzo a la Operación Gancho Celestial.
—¿Operación Gancho Celestial? Por el gancho celestial que el Imperio estaba construyendo aquí, ¿verdad? —inquirió Mon Mothma con un dejo de asombro.
—Sí —respondió Leia—, un nombre que nos recuerda que, a pesar de las apariencias, el Imperio no es invencible. Cuando fui secuestrada por el Imperio, me trajeron aquí y me obligaron a supervisar la construcción del gancho celestial. Fue una tortura psicológica para hacernos creer que resistirles era inútil —dijo Leia, estremeciéndose—. Mi droide y yo trazamos un plan para destruirlo. Parecía imposible, y no teníamos los recursos necesarios para llevarlo a cabo. Pero entonces apareció Galen Marek, quien ejecutó el plan, destruyendo uno por uno los amarraderos con una facilidad que superó mis expectativas. Del mismo modo en que destruimos el gancho celestial en Kashyyyk, espero que pronto podamos destruir la Estrella de la Muerte en Despayre. Sólo tenemos que descubrir cómo.
OFICINA DE LA OPERACIÓN GANCHO CELESTIAL, BASE GRENNA, POLIS MASSA
El equipo incluía a Aach, el agente alderaaniano que había ayudado a Bel Iblis antes de Darkknell, a Ta'al Pierc, el cortacódigos corelliano que había descifrado esos documentos, y a Walex Blissex, un reputado ingeniero naval que había diseñado naves impresionantes durante las Guerras Clon, entre otros técnicos, ingenieros y droides que habían empezado a analizar los datos de Darkknell y los que Juno Eclipse había aportado.
La sala se encontraba en un frenesí de actividad. Todos se afanaban en analizar los escasos datos recopilados. Las pantallas y computadoras llenaban la habitación, mientras los miembros del equipo se sumergían en su labor de estudio y análisis.
El Dr. Blissex luchaba por comprender las lecturas obtenidas de la Sombra Furtiva. La magnitud era sobrecogedora. Por segunda vez, se veía obligado a revisar al alza las estimaciones sobre la energía utilizada en las pruebas de los láseres.
La princesa Leia observaba con satisfacción, pero su mente estaba llena de preocupaciones. Pronto tendría que partir para atender otras responsabilidades, y el trabajo por delante era titánico. Sin embargo, ella sabía que no era experta en análisis técnico, y la Operación Gancho Celestial estaba cobrando vida por sí sola. Podría continuar sin su presencia constante.
De repente, se abrieron las puertas y entró un hombre calvo de bigote blanco.
—Comandante Hudsol, bienvenido —saludó Leia—. ¿Tenemos alguna noticia de nuestros amigos bothan?
—Por desgracia, su Alteza, la Red de Espías Bothan no tiene mucha información sobre la construcción de esta estación de combate. Pero están trabajando en ello, al igual que nosotros. Me han informado que hay un moff imperial que parece mostrar simpatía por nuestra causa y podría ayudarles a obtener información.
Leia musitó con frustración:
—El Imperio es experto en generar enemigos en los lugares más inesperados, incluso dentro de sus propias filas. El enemigo de nuestro enemigo bien podría convertirse en nuestro aliado.
—Pero eso no es todo. Nos han conseguido algo que puede ser muy útil, aunque tendremos que actuar rápido… —Todos los presentes miraron con expectación—. Al parecer, un esclavo descontento ha logrado comunicarse con un agente bothan y ha filtrado el plan de vuelo de la lanzadera del Gran Moff Tarkin para una visita de inspección a la Estrella de la Muerte.
El rostro de Leia se iluminó con determinación sorprendente.
—Tarkin ha estado detrás de la Estrella de la Muerte desde el principio. Su captura sin duda retrasará la construcción y cualquier información que obtengamos de él en un interrogatorio será vital para contrarrestar la amenaza de la estación.
—Comandante, ¿ha dicho actuar rápido? ¿Cuándo está programado ese plan de vuelo? —preguntó Aach.
—Dentro de… unas 15 horas —contestó Hudsol, revisando el archivo en su cuaderno de datos.
—Entonces no tenemos tiempo que perder —afirmó Aach—. ¿Disponemos de naves capaces de interceptar esa lanzadera?
—La flota aún es rudimentaria, pero confío en que el general Bel Iblis pueda proporcionarnos algo una vez que le expliquemos la situación —replicó Hudsol.
Leia observó con alivio como, aunque el tiempo era limitado, ahora que contaban con un objetivo que parecía concreto y alcanzable, los planes para la captura empezaban a trazarse fácilmente. Con suerte, Tarkin sería su prisionero muy pronto.
—Dejaré los detalles de la operación en sus manos. Estoy orgullosa de todos ustedes y sé que realizarán un trabajo excepcional. Ahora que he sido elegida para reemplazar a mi padre en el Senado, no puedo pasar mucho tiempo lejos de Coruscant, pero los apoyaré desde allí. Confío en que llevarán a cabo esta misión con éxito. ¡Que la Fuerza los acompañe!
Nota del autor
La primera escena es el epílogo de The Force Unleashed, aunque continuada para hablar más de la Estrella de la Muerte.
El nombre de la Operación Gancho Celestial (o Skyhook en el original) viene de varias fuentes clásicas. Relacionarlos es invención mía, pero la coincidencia con el gancho celestial o "grúa espacial" de Kashyyyk era demasiado buena para pasarla por alto.
Aach viene de Interludio en Darkknell.
Ta'al Pierc viene de Jedi Dawn, un personaje muy secundario que apenas interactúa con el protagonista, pero descripto como un hábil corta-códigos.
El comandante Bob Hudsol es un extra que aparece en Una nueva esperanza, antes de la batalla de Yavin. Algunas fuentes mencionan sus contactos con la Red de Espías Bothan.
El Dr. Walex Blissex viene del viejo juego de rol, y más tarde se lo identificó como un extra de El Regreso del Jedi. Sabemos que fue uno de los primeros miembros de la Alianza, que era asesor de ingeniería, que trabajó con Dodonna en proyectos como el diseño del Ala-A, e incluso que alguna vez había trabajado con Bevel Lemelisk (en el diseño del Destructor Estelar clase Victoria).
La base rebelde de Polis Massa viene de Battlefront II (2005), y Base Grenna de Han Solo: Amanecer Rebelde, que sean la misma base es mi conjetura. Al parecer, en Strongholds of Resistance también se menciona una base rebelde en Polis Massa que supongo que será la misma.
