Capítulo 1


Harry Potter, mejor conocido como el Niño-Que-Vivió, estaba sentado en medio de sus padres luego de cumplir sus 17 años. Había sido una fiesta bastante entretenida, en un bar de moda en el Londres mágico.

Sirius Black, su padrino, había pagado por todo y Remus Lupin, su padrino honorario, había hecho el pastel con sus propias manos. Como dudarlo luego de ver la cantidad ingesta de chocolate que tenía el pastel. Aun así, con los defectos de carácter de Sirius y la excesiva necesidad de cuidado y cariño de Remus, Harry se sentía bendecido por sus padrinos y padres.

James y Lily Potter eran los mejores padres en opinión de Harry, aunque sonara algo sesgado. James era el tipo de padre divertido, que cuando tenía que ser duro, lo era. Y Lily normalmente era la voz de la razón en ese matrimonio, pero sabía ser divertida y un poquito Slytherin si la ocasión lo ameritaba.

Luego de sus padres, estaba su hermana menor, Iris. Porque su familia insistía en usar nombres de flores para las mujeres, Harry nunca lo sabría. Sobre todo porque la tía Petunia no parecía muy acorde a una flor, pero como rara vez veía a su tía, no ocupaba mucho de sus pensamientos. Sabía que tenía un primo pero nunca lo conoció, ni a él ni al esposo de su tía.

Como fuera, ahora Harry estaba entre sus dos padres, Iris había salido con algunos amigos y en la mansión Potter, solo estaban sus padres y él mismo.

Sus padres, de hecho, se veían positivamente nerviosos e incómodos. ¡Oh no! ¿Acaso iban a darle la "temida" charla? Madame Pomfrey ciertamente no estaba nada feliz cuando el Director la insto a darles clases de educación sexual a los alumnos y ella insistió en que podía decirles sobre los géneros sexuales y las abejas y las flores, pero que la parte sobre instintos, celo y destinados, así como los vínculos, los debían explicar los padres.

La medibruja fue inflexible en ese punto, y media escuela lo sabía porque su discusión se escuchó a varios pasillos de la oficina del Director.

Así que su mejor apuesta, era que sus padres le iban a revelar el "gran" secreto sobre como nacen los bebes. Sus padres eran geniales, pero tenían la extraña idea de que Harry no sabía nada sobre sexo, cuando sus novios anteriores, dos Slytherin y un Ravenclaw podían dar fe de que Harry sabía BASTANTE sobre el tema, excepto el sexo penetrativo.

Harry se preguntaba también si era algo común en los padres, ya que sus mejores amigos habían recibido la misma charla solo días atrás. Como si Ron y Hermione no hubieran ya "bautizado" varias veces la Sala de los Menesteres, y ellos si habían llegado a todas las bases. Aunque Hermione fue quién guió a Ron esa vez, ya que él era el único virgen de esa pareja hasta ese momento.

Krum, el único desliz compartido con su mejor amiga. Hermy sí tuvo su cacho (cachote) de Krum, pero Harry se conformó con algunas mamadas espectaculares del búlgaro. Nadie podía decir que no eran hermanos en todo menos sangre. Incluso les gustaba lo mismo: hombres.

Por fortuna para sus mejores amigos, Hermy siendo nacida muggle, sabía sobre métodos anticonceptivos y nunca se habían acoplado durante un celo de Ron, así que ni los Granger ni los Weasley, se habían convertido en abuelos y ambos pensaban que sus hijos seguían siendo "castos".

De vuelta al tiempo presente, Harry se obligó a si mismo a no seguir divagando dentro de su mente y ponerle atención a sus ruborizados padres. Seguían parloteando sobre óvulos y espermatozoides, y como eso seguía aplicándose a los magos pero con "ciertas" diferencias.

Harry ya sabía todo esto, pero sus padres eran los que necesitaban dar esta charla, no él escucharla.

Harry ya sabía sobre los otros géneros: Alpha, Beta y Omega. Solo existían en el mundo mágico. Esto quería decir que necesitabas tener un núcleo mágico suficiente para empuñar una varita mágica.

Los Alpha tenían buena suerte, solían ser altos, bien parecidos o mínimo atractivos, y enérgicos; los Alpha podían procrear con Omegas y Betas, pero de estos últimos, solo con el género contrario. Los Beta podían ser de todo tipo, feos, bajos, delgados, gordos, y ese era su encanto (los Muggles eran todos beta), lo que quería decir, que solo podían procrear con su género contrario, aunque su pareja fuera un Alpha u Omega. Los Omega solían ser pequeños, gráciles y un tanto andróginos, podían procrear con Alphas y Betas, siguiendo la misma regla que los Alpha, con los betas, solo era posible con el género contrario.

Por regla general, la mayoría de los magos y brujas "despertaban" a los 15 años edad las características de su género, pero había excepciones cada tanto. Ron había revelado ser un Alpha durante la víspera de sus 12 años, pero Hermione había exhibido su naturaleza Beta a los 14. Todos los libros coincidían en que cuanto más grande fuera el núcleo mágico de un niño, más tarde revelaría su condición de género.

De ahí que hubiera tanto revuelo sobre el género de "El Salvador", tenía ya 17, la mayoría de edad mágica y no había manifestado su género. Harry odiaba su fama y agradecía a su madre y Hermione por mantenerlo aterrizado en la realidad, y no permitirle que se creciera con el título de Niño-Que-Vivió.

Finalmente, sus padres empezaron a hablar de un terreno que Harry no conocía: el vínculo con el destinado. No era muy extendido ese conocimiento y los libros solo describían que se formaba un vínculo innegable y extremadamente fuerte, surgido de una atracción casi magnética con otra persona.

No era muy útil esa descripción.

James empezó a hablar de como él y su madre se vieron atraídos uno al otro, pero cuando se casaron, descubrieron que uno no era el destinado del otro, y sin embargo, ambos estaban de acuerdo en que su amor se sentía como el destino.

Eso no ayudaba a Harry.

Su madre entonces le dijo que los únicos destinados que conocían eran Sirius y Remus. Sirius era demasiado bullicioso y rápido de juicio mientras Remus era más calmado y nunca actuaba antes de haber pensado las cosas. Juntos eran perfectos.

James entonces le contó, que según lo que le había contado Sirius, cuando Remus y él descubrieron sus géneros a la edad de 15, el vínculo los guió uno al otro, y que la sensación, tal como la describió Sirius era como si de repente, todo alrededor se hubiera desvanecido, excepto Remus, quién era su destinado.

Ambos habían sentido ese tirón cerca de un aula y tuvieron que cerrar la misma durante tres días, ya que ese mismo tirón hizo que tuvieran su celo ahí mismo. Los elfos domésticos de Hogwarts les llevaron mantas, colchonetas, almohadas, mucha agua y comida, para que estuvieran a salvo mientras continuaban con su acoplamiento.

Cuando acabo el celo, fue una suerte que Remus no hubiera quedado embarazado, y el vínculo se había completado, Remus tenía una marca de mordida en su cuello, y ahora él y Sirius eran una pareja vinculada.

Albus Dumbledore, el director, entonces hablo con su jefa de Casa, Minerva McGonagall, Jefa de Gryffindor, y trasladaron a Sirius y Remus a una habitación privada. Walburga Black estaba furiosa con su hijo mayor y a regañadientes, tuvo que firmar el contrato de matrimonio entre su heredero y el hijo mestizo de la familia Lupin. Walburga entonces decidió desheredar a Sirius y darle el título de Lord Black a su hijo menor.

Desgraciadamente para Walburga, su hijo menor, Regulus, también tenía un destinado con el cual huyo en cuanto tuvo su título de Hogwarts y nunca regresó. Nadie sabía a donde había ido Regulus y su madre se vio obligada a reintegrar a Sirius a la familia. Cuando Walburga y Orión Black fallecieron luego de la caída del señor oscuro, Sirius se convirtió en Lord Black y libero a Kreacher, el elfo domestico de la familia Black y este dijo que iría con el amo Regulus.

Sirius jamás quiso conservar a Kreacher y sabía que el elfo había sido miserable desde que Regulus se fue. La idea de liberarlo para que pudiera reunirse con Regulus, por supuesto, fue de su esposo Remus. Tuvieron a los "primos" favoritos de Harry: Leo y Aquarius Black. Un par de alborotadores que se convirtieron en los aprendices de los terribles Gemelos Weasley: Fred y George. Harry sostenía que Leo era el destinado de Fred y Aquarius el de George, pero que ambas parejas estaban esperando a que Leo y Aquarius se graduaran para hacer formal el vínculo.

Por fortuna, Leo y Aquarius eran de la edad de Harry, y ya se habían revelado como Alphas a los 15, Sirius parecía un pavorreal cuando se enteró del hecho y les compro escobas nuevas. Remus simplemente les deseo a sus hijos que tuvieran la misma suerte que él cuando encontró a su padre, aunque sospechaba que sus hijos tenían una idea muy clara de con quién querían estar, fuera destino o no.

Harry salió de sus pensamientos sobre los gemelos y sus destinados y empezó a escuchar a su madre dar las notas finales de la plática, que pasara lo que pasara, solo deseaban su felicidad. Harry abrazó a sus padres y les dijo que no se preocuparan, que estaba seguro de que encontraría a su pareja ideal.

Quizás, lo único extraño, es que no habían tocado los posibles géneros. Tanto su padre como su madre, habían hablado de que él encontraría su pareja y está tendría a sus bebés. Hablaban como si Harry fuera a ser Alpha, o como minino, Beta. Jamás mencionaron nada sobre la posibilidad de que Harry pudiera ser un Omega.

No es que a Harry le importara mucho. Suponía que si fuera Omega, igual podría jugar en algún equipo de Quidditch, lo cual era su sueño.


El año escolar inició y Harry seguía sin mostrar signos de haberse revelado como algún género, así que Madame Pomfrey empezó a creer que Harry podría ser un Beta, quienes no estaban sujetos a ciclos de celo como los Alphas u Omegas. Ciertamente, era una probabilidad alta, dado que su madre era una Beta, pero aun así, los Betas exhibían ciertos síntomas cuando su género se revelaba y Harry no había exhibido ninguno.

Incluso su mejor amiga, la señorita Granger, había tenido tres de los signos, fiebre alta, debilidad y una alta libido por varios días. Cuando la chica llegó a la enfermería, había estado muy asustada por sus "emociones". Madame Pomfrey le dio varios folletos y una revista de pedidos por lechuza a una tienda especializada.

Hermione se ruborizo, pero consiguió un juguete sexual para lidiar con la libido y luego de un régimen de pociones para estabilizar sus hormonas, pareció estar bien. Aunque al final del año en que presentó, la sonrisa de satisfacción de la joven debió decirle algo, cuando vio que esa misma sonrisa la exhibía el búlgaro que vino de intercambio escolar desde Durmstrang, Viktor Krum.

Eso fue ella, pero Harry... él seguía como siempre y eso era revelador, ya que si era un Beta, sería un Beta muy poderoso. Madame Pomfrey prefería no intentar elucubrar que género sería un niño, ya que los pobres tenían suficiente con las expectativas de los padres.

La gran verdad sobre los géneros secundarios, era que ningún padre quería tener un niño Omega. De alguna forma, con una niña Omega, sentían que era casi como tener una niña Beta e incluso si su niña se emparejara con una niña Alpha, tendría cierto sentido. Pero los niños Omega... muchos padres tenían problemas con eso.

No es que no amaran a sus hijos, sino que dentro de su sociedad, los Omega tomaban el apellido de su pareja y eso ponía en riesgo los apellidos antiguos. Incluso los mestizos creían en preservar los apellidos, y varios nacidos muggles también. Entonces, mientras los nacidos muggles podían ser algo más flexibles sobre que su pareja conservara su apellido, y el raro sangrepura dispuesto a estar en medio del escándalo, ninguno cejaba en que sus hijos tuvieran el apellido de la pareja dominante.

Además, la mayoría consideraba el celo de los Omegas como problemático, ya que si no estaban emparejados, los Alphas solteros se ponían... románticos y molestos. Como si les hubieran dado Amortentia. Entonces, si un varón era Omega, los trabajos que podía realizar en su mayoría eran trabajos desde casa, actividades domésticas o más "femeninas" como diseño de modas, estilismo, cocina, etc.

No, un niño Omega sufría bastante discriminación por su segundo género y todos los padres rezaban porque su hijo fuera al menos Beta. Un Beta con cierto potencial mágico era tan respetado como cualquier Alpha, pero un Omega... bueno, pocos Omegas habían nacido en los últimos años. Hogwarts solo tenía 3 Omegas en ese momento, siendo un total de 50 Alphas y el resto Betas. Tomando todo eso en cuenta, Madame Pomfrey estaba esperando que Harry fuera un Beta, solo por pura estadística.


Para unos días antes de Halloween, el director anuncio que habría una serie de ponencias sobre Artes Oscuras y Sanación para todo aquel alumno que estuviera interesado. Muchos alumnos estaban exultantes. Hogwarts no ofrecía el curso de Artes Oscuras, y varios de los que querían obtener su Maestría en Defensa, Pociones y Sanación, tenían con frecuencia que cumplir los cursos que ofrecía Durmstrang para ese fin, dado que esas tres maestrías requerían conceptos básicos de Artes Oscuras.

Todos entendían el subtexto del anuncio, si las ponencias tenían éxito, era muy posible que se abriera una clase especial para todos los que querían la maestría. Hermione estaba rebotando en su lugar, mirando con ojos de cachorrito a Harry.

Harry interpretó bien el mensaje, se inscribiría para las ponencias para abultar el número de asistentes. Así Herms no tendría que conseguir recursos para asistir a Durmstrang, no es que tuviera problemas con trasladarse, pero dudaba que Ron aceptara de buena gana que estuviera cerca de Viktor, quién de vez en cuando le escribía a Hermione.

La primera ponencia sería al día siguiente y tendrían a un profesor que venía directamente de Estados Unidos. Herms prácticamente gritó cuando se enteró de esto, ya que rara vez convivían con personas de otros países si no se contaba esa ocasión en que hubo el intercambio escolar con Durmstrang y Beauxbatons.

Harry fue arrastrado por Hermione para ir hasta el frente y tuvo una buena vista de la entrada. El profesor aún no había llegado y estaban sacando pergamino y sus plumas hechizadas cuando entró el profesor.

Hermione quedo prendada del hombre pero Harry estaba más impresionado por el tatuaje en su brazo: la Marca Tenebrosa. El hombre, enfundado en negro completamente, aunque sin túnica, podría pasar por un profesor muggle cualquier día de la semana. El hombre era alto, usaba lentes de lectura de marco plateado, y tenía ojos negros que se confundían con la pupila. Atlético, y la poca piel que se podía ver estaba ligeramente bronceada, apenas un toque de sol, lo que indicaba que el hombre era de piel mucho más clara si no fuera por el bronceado. Vestía con pantalón y un camisa de manga corta algo justa y botas de piel de dragón. En su brazo doblado, llevaba un saco largo.

El maestro, irónicamente era un verdadero Maestro. Severus Snape, Maestro de Pociones, Artes Oscuras, Sanación y Defensa. Eso solo del lado mágico, del muggle tenía un diplomado en métodos de investigación forenses y otro sobre medicina forense, además de varias competencias de esgrima ganadas.

Lo primero que hizo durante la ponencia, fue mostrar a todos los asistentes su Marca Oscura y contó su historia, de cómo creyó en las palabras de gloria de un loco y que un evento fortuito lo llevó de vuelta al lado de la luz y terminó convirtiéndose en espía. Al parecer, luego de que Harry hubiera vencido a Voldemort, Severus Snape, que había nacido en Inglaterra, se mudó a Estados Unidos y completó tres maestrías más, ya que poseía el título del Maestro Más Joven de Pociones en siglos.

También hablo del potencial de aprender las técnicas muggles y su ciencia, para luego aplicarlas en conocimiento mágico general, de cómo se podían complementar si se sabían usar bien.

Harry salió de la primera ponencia con muchas ideas y Hermione estaba replanteándose sus propios planes para su futuro.

—¿No sería genial tener tantas Maestrías? —Le preguntó Hermione a Harry durante el almuerzo.

—Solo si te apellidas Snape al parecer, aunque conociéndote Herms, tu podrías ganarle a sus títulos—Hermione solo contestó con un golpecito cariñoso en el hombro de Harry.

Esa noche, Harry tuvo comezón en su cuerpo y pensó que quizás se había quedado sudor seco luego de la práctica de Quidditch, así que se bañó de nuevo y luego de secarse y ponerse el pijama, pareció estar normal de nuevo.

Harry continúo asistiendo a las ponencias con Hermione y empezaba a entender el razonamiento del hombre, estudiar una sola rama de la magia, evitaba que uno encontrara mejoras. Pensó en su mamá y su deseo de hacer una maestría en Encantamientos, pero que jamás pudo gracias a la guerra y luego... se sintió muy cómoda como Ama de Casa y ya no continuo. Harry pensaba que eso era un pretexto, si quería, podía encontrar mejoras en los Encantamientos hogareños, de esa forma, podía conseguir su maestría por causas ajenas a la maestría tradicional y aun así, seguir siendo ama de casa.

Los noches seguían siendo un problema, y es que Harry solo sentía la comezón, pero fuera de los leves rasguños que el mismo producía, no había nada que pudiera explicar la comezón. No había salpullido, ni signos de intoxicación, ni rastros de sudor o piel seca. Todo era muy raro y Harry se prometió visitar a Madame Pomfrey pronto.

Era el día 5 de la serie de ponencias y Harry ahora sentía la comezón durante la misma. Aguantó estoicamente pero cuando acabó la ponencia, salió disparado al baño para rascarse a gusto.

Cuando llegó al baño, se rasco todo lo que pudo y ahora se sentía con fiebre. Harry se preguntó si estaría enfermándose con alguna enfermedad muggle, ya que tenía todas sus vacunas para las mágicas. Ahora ya no podía respirar bien, no es que se estuviera ahogando pero sentía como si jadeara.

Harry salió del baño y empezó a ver borroso. Todo a su alrededor desapareció en una bruma y apenas podía ver los bordes de las paredes y el piso. Era como si se hubiera quitado los lentes de contacto y su miopía hubiera aumentado 10 veces su graduación. Empezó a entrar en pánico y estaba buscando por ayuda cuando golpeo algo duro y muy alto.

—¿Se siente bien joven? —Harry estaba aliviado, esa voz era la del Profesor Snape.

—Yo... no, profesor. Me siento mareado, veo borroso y tengo comezón—Harry se aferró al hombre quien lo tomo contra su costado, para darle soporte.

—Esos parecen signos de intoxicación alimentaria ¿Recuerda haber comido algo que oliera mal o tuviera un sabor raro? —Severus Snape, llevaba casi a rastras al joven, caminando hacía la enfermería.

Por fortuna, sus habitaciones estaban en esa dirección y podía dejar al joven con Madame Pomfrey y luego relajarse en su sala. Si no se equivocaba, este debía ser el hijo de Lily y james Potter. Ciertamente le recordaba a James, pero tenía la misma mirada que Lily.

Severus Snape estaba pensando en que tenía algunos medicamentos muggles en su habitación que podrían servirle al chico Potter cuando sintió mucho calor de repente. Su pecho se llenó con la necesidad de gruñir y alejar a todo Alpha a la redonda.

¡Oh no! ¿Había algún Omega en celo? Albus le aseguro que solo había tres y todos estaban en puntos distintos del castillo. Además, este calor se sentía más intenso que las veces anteriores en que él entro en celo.

Fue entonces que percibió un aroma dulce, como gardenias. Las gardenias eran la flor favorita de Severus. Entonces, Severus empezó a ver borroso, todo alrededor de él había difuminado sus bordes y nada parecía ser reconocible. Entonces iba a decirle al chico Potter que tendría que enviar un Patronus a la medibruja y vio que solo podía ver bien al joven.

El calor se hizo más intenso y el jovencito levantó su rostro hacía él. Tenía los ojos vidriosos y había mucha lujuria en ellos. Severus trago en seco y se olvidó para que estaba caminando al lado de este chico. Alcanzó a ver la puerta de su habitación y giro la perilla, arrastrando con él al joven que llevaba remolcando.

Una vez que la habitación estaba cerrada, noto que el joven se reía entre dientes y de alguna manera, ya no tenía sus zapatos y la ropa de su mitad inferior. Severus se desvistió mágicamente y retiro el resto de ropa del chico. Ahora el joven exhibía un lindo rubor que se extendía hasta debajo del cuello.

Como pudieron, llegaron a la cama y el primer beso que se dieron les supo a miel a ambos. Los jadeos de ambos estaban creciendo en intensidad y Severus decidió que debería probar el cuello de aquella criatura tan hermosa. Harry siseo con el primer beso en su cuello y gimió cuando esos labios continuaron su camino hacia su pecho.

—¡Más! —Dijo Harry cuando la boca de aquel hombre tomo su miembro y empezó a chuparlo con deleite.

Severus hizo que Harry se corriera antes de continuar el camino de besos hasta sus pies. Y cuando tuvo a Harry suplicando de nuevo, llevo sus dedos hacía la entrada de Harry. Estaba húmeda y chorreando fluido. Aun así, a pesar de lo excitado que estaba el chico, evidentemente, Severus empezó a trabajar la entrada, preparando al chico para la intrusión.

Su miembro de Severus ya estaba dolorosamente erecto y ansioso de entrar en el chico, así que en cuanto sintió que el joven se relajaba con sus dedos, volteó al chico sobre su estómago y coloco una almohada debajo de sus caderas, le separo las piernas y empezó a penetrarlo.

Harry se sentía morir de placer, estaba lleno y estirado como nunca, y eso que jamás había jugado con su trasero cuando se masturbaba ¿Por qué no lo había hecho? Por Merlín que en ese momento no podía acordarse y todo lo que quería era que el profesor lo empezara a follar correctamente.

Cuando se enfundo por completo, Severus empezó a embestir lento, pero pronto sus instintos de Alpha lo dominaron y empezó a embestir con fuerza, haciendo que tanto el joven como la cama, se movieran. Harry empezó a moverse contra Severus y juntos estaban sincronizándose y exprimiendo cada gota de placer que podían.

En un punto, Severus sintió como la base de su miembro empezaba a hincharse y una parte de su mente le estaba gritando que se retirara de aquel cálido y húmedo interior, pero otra parte de él, una que gritaba mucho más alto que la otra, le estaba diciendo lo bien que se sentiría llenar a este chico con su semen, hacerle un hijo, reclamar a su pareja.

Severus estaba por correrse al igual que Harry y se acercó al cuello expuesto del chico. Su piel impoluta olía cada vez más fuerte a Gardenias y ahora, también olía a chocolate oscuro, su café favorito y esas donas con glaseado y rellenas de jalea que le gustaba comer. Este chico olía a todo lo que le gustaba en el mundo y sus dientes se acercaron.

Harry sintió la mordida y aunque dolió, en segundos paso a un intenso placer que hizo que terminara de correrse, al tiempo que sentía como aquella bola en el pene de su profesor, bloqueaba todo movimiento y pudo sentir como era llenado en su totalidad por el cálido esperma de su amante.

Harry colapso y sintió como era besado por unos labios cálidos y dulces, mientras seguía conectado por sus partes íntimas con el profesor. Pasaron apenas minutos y aquella bola no bajaba, pero el miembro de Severus tampoco se ablandaba y con cuidado, Severus cambio de posición a Harry, de forma que ahora estaban frente a frente.

Harry estaba ruborizado en todo el cuerpo, y sus ojos verdes eran de un verde intenso. Severus podía perderse en aquellos ojos y moriría feliz en ese momento, sabiendo que había estado dentro de aquella hermosa criatura.

Embistió de nuevo a Harry y continúo haciéndolo hasta que Harry volvió a correrse entre ambos. Severus también sintió que se vaciaba por completo y por fin estaba bajando aquella bola.

Ambos pudieron separarse y cayeron en un sueño tranquilo. Por unas horas al menos.


Severus se despertó y estaba adolorido de todas partes. Sobre todo, se sentía agotado de cierta parte y se preguntaba por qué había tanto semen seco en las sabanas. Luego observo un trasero redondo y firme, lleno de marcas de amor que continuaban por toda la columna hasta el cuello, donde se veía cabello sudado y pegado al mismo.

Todos los recuerdos de Severus estaban borrosos y tenía destellos de haber tenido sexo por mucho tiempo. Aun adormilado, conjuro un Tempus con su varita y observo que había dormido tres días. Curioso. Dentro de la bruma de sus recuerdos, había un joven de ojos hermosos y cabello revuelto, y... ¡oh no! Severus recordaba un único joven que tenía cabello negro revuelto y ojos verdes, y ese mismo joven había tenido síntomas que parecían una intoxicación por alimentos... pero eran también los mismos que un Omega cuando mostraba su género.

Fue solo una coincidencia que además de los primeros signos de su segundo género, también empezara su primer celo, y Severus era el Alpha que había estado cerca. No, esto era peor. Severus mismo había sido un Alpha tardío y reveló su segundo género días después de cumplir los 17. Por lo que sabía, este joven ya había cumplido los 17 desde hace meses.

Había pensado que el Potter menor ya habría revelado su segundo género, y si había tardado tanto tiempo, entonces era un mago poderoso, pero un Omega... el mundo mágico estaría decepcionado. Además estaba el asunto de su compañero... entonces Severus tuvo un destello de memoria, de haber mordido un cuello.

Con temor, quito con cuidado el cabello que cubría la parte posterior del cuello del joven que seguía durmiendo y vio con horror la marca infame de una mordida.

Él, Severus Snape, antiguo mortífago, acababa de vincularse con el Salvador del Mundo Mágico inglés.

Estaba muy jodido.


Nota al margen: he estado pensando en publicar los primeros capítulos de algunos fics que tengo en la computadora pero aún no me he decidido. Bueno, a lo que nos truje chencha como dice mi abue.

Este va a ser mi primer omegaverse. No me había atrevido con este género porque, por un lado, hay varios estereotipos que me molestan y por el otro, había conceptos que no me quedaban claro. Creo que si he leíd que me han gustado, han sido mucho. "El Elegido" de sh1mm1 y la serie Omega!verse de Sablesilverrain estarían dentro de los que me gustarían y uno que en este momento no me acuerdo su nombre, donde Harry y Severus están en roles distintos aunque sean Omega y Alpha respectivamente. Es decir, Severus se queda en casa y Harry trabaja.

Entonces, pensé que eso era lo que quería, pero sentí que en ese fic los pusieron muy rápido en el intercambio de roles. Así que surgió esta idea. Tengo un esbozo de a donde quiero aterrizar esto pero siempre existe la posibilidad de que las musas decidan ir en otra dirección

Espero les guste.

Saludos, Silvergreen.

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(quiten los espacios y cambien los paréntesis por lo que dicen)

Pd1: prefiero usar Alpha que Alfa. Así que usaré ese término solo por gusto. Espero no les importe mucho.

Pd2: Avísenme si me mandan una solicitud de amistad en facebook con su nombre de usuario, para saber que son ustedes y no gente que ni al caso.